Comentarios del periodista Gonio Ferrari que
estaban prontos a salir al aire, pero el Destino quiso que quedaran para ser
leidos. Temas atractivos fueron, por ejemplo NUESTROS COMPROMISOS CON EL F.M.I.
/ La basura urbana, un nuevo problema /
El transporte colectivo merece una etapa de revisiones / Los escondrijos de
fantasmas en la Unicameral / La Megacausa del Registro sigue su marcha, etc.
Engorrosa
cuestión de endeudarnos
ESOS CRÉDITOS QUE NOS
ADJUDICA EL F.M.I.
POR LO GENERAL
BENEFICIAN TARDÍAMENTE
Realmente debo reconocer, por honestidad profesional, que mis
conocimientos acerca de la macro economía que se maneja en los más encumbrados
niveles de los gobiernos, es un tema que debiera estar reservado, sin
excepciones, a los gurúes entendidos en la materia.
Sin
embargo y en atención a la realidad que estamos viviendo los argentinos,
tomando en cuenta el arrastre que nos agobia y la información demasiado técnica
que nos brindan desde el poder, nos lleva a plantearnos hacia adentro una serie
de interrogantes muchos de los cuales, seguramente caen en lo absurdo, no tienen
respuestas, o las tienen y los dueños de tales opiniones no están dispuestos a
dárselas a cualquiera, como en este caso.
La
primera pregunta es desde cuándo somos clientes del FMI, porque realmente, si
por necesidad elijo un negocio o una empresa para confiarle mi pobreza y
pedirle ayuda, es bueno saber cuando pasa el tiempo, cuál es la acumulación de
intereses por mora, si existen mecanismos menos crueles para la tarea de
cobranza y si esa evolución de prèstamos nos beneficia en algo creyéndonos
importantes por eso, o lisa y llanamente quien presta tan abultadas sumas en
dólares nos tienen agarrados de allí donde todos sabemos y nos duele, y en
lugar de clientes pasamos a ser previsibles víctimas de todas las operaciones
que se concretan, cobran sus destinatarios mientras que los otorgantes, como es
de suponer, se ponen contentos por tener de rehenes a varios países acreedores,
dentro de los cuales nos toca la mala suerte de figurar en encumbradas
posiciones.
Estimo
que los argentinos debiéramos saber que en nuestra condición de eternos
deudores, no estamos dentro del listado de beneficiarios elegidos, como otras
grandes potencias, por ser ejemplos de cumplimiento y puntualidad.
¿Será
acaso por todas estas dudas, que tanto nos maltratan con los números, por haber
caído a esa categoría de deudores calificados a largos plazos, y seguras
incursiones pidiendo préstamos, vaya ironía, para pagar parte de los intereses
que tenemos con el mismo desalmado prestamista por “ayudas” entre comillas,
anteriores?
Me
confunden de tal manera las situaciones y conflictos que se plantean en torno a
cada operación que nos toca enterarnos, tenemos los argentinos con el usurero
internacional, que pasan los días, los meses, los años y los gobiernos nuestros,
sin que la mayoría de los argentinos sepamos cuál es el origen de esta
situación de morosos eternos, quien nos condiciona la vida, el futuro y nos
agrega una cuota de terror y de miedo, porque seguramente ellos de alguna
manera siempre se cobran.
Roguemos que al menos, cuando lo tengan que volver a hacer, muestren
algo de piedad con este país de riquezas inconmensurables, historia de grandezas,
pueblo vocacionalmente laborioso y progresista, con el cáncer de los cultores
de la vagancia y gobiernos que siempre, estemos como estemos, siempre nos dicen
que estamos bien, que el futuro es nuestro, que las crisis no son eternas y que
ellos nos sacarán de la crisis permanente.
Lo mío
no es una locura: es simplemente una especie de oración para que alguien con
poder real y enorme generosidad nos ayude, y por eso considero conveniente en
estos críticos años de nuestra historia, que le pidamos a Dios que no se olvide
de nosotros.
Porque
desde adentro, no son pocos nuestros compatriotas que se han olvidado que todos
somos argentinos y que el sufrimiento tiene, por suerte para ellos y desgracia
nuestra, los elegidos que nunca sufrieron.
Un servicio en costosa decadencia
EL
MANOSEADO Y ONEROSO TRANSPORTE
URBANO DEMANDA
SOLUCIONES REALES
Por allí
me asalta el fantasma que proteje a las tareas inútiles, cuando se me ocurre
referirme al drama ciclotímico que vivimos los cordobeses con relación a
nuestro manoseado -iba a decir franeleado, pero sería una guarangada-
transporte urbano de pasajeros.
Empresas que vienen y van, que van y vienen, municipalidad que gasta
dinerales en plotear coches que están un tiempito y después desaparecen,
sistema realmente oprobioso para el usuario que debe depender de los caprichos
de las empresas a la hora de las frecuencias, el precio màs caro del país en
ese tipo de prestaciones, y otros aspectos negativos que son un verdadero perjuicio
para la comunidad.
Nadie
sabe cuántos coches están figurando, cuántos son los que salen a prestar el
servicio, cuántos están inutilizados, quiénes y con qué criterio manejan las
frecuencias, porque a veces esperamos 40 minutos con el calorón del verano o el
friazón invernal, y después llegan dos juntos del mismo recorrido… Es para
matarse de risa o suicidarse…
Es
digno de ser reconocido que todas las unidades lucen resplandecientes, bonitas,
pintarrajeadas a granel, pero algunas y no pocas no cuentan con el mecanismo de
bajar los escalones de acceso y del descenso, lo que implica un problema grave
para quienes no están en condiciones físicas ideales, y para engrosar el número
de accidentes evitables.
Los
recorridos suelen superponerse al igual que las unidades y cuando nos tomamos
el compromiso de controlar, por así decirlo, las frecuencias con reloj y
planillas en mano, los resultados del mal servicio que se publicaron
mediáticamente no sirvieron para que desde las empresas y desde el poder
concedente aportaran soluciones.
Lo
entendemos, que en tiempos de campaña precomicial lejana que estamos viviendo, lo importante es
el careteo, mostrar muchos bondis, gastar millones en publicidad para cansarnos
con “spots” que sólo representan intenciones más que realizaciones y resaltar,
puntillosamente, ese recuadrito que más irrita de lo que informa, de la
responsabilidad de quien gestiona.
Mientras no se produzcan cambios sustanciales en el sistema del
transporte urbano y en su prestación, sin dejar de lado ninguno de los aspectos
negativos que nos hacen padecer a los usuarios, nada cambiará y cuando por
desesperación y encuestas adversas que desnuden la realidad, desde el poder se
enteren que están equivocados, ya será demasiado tarde, como por lo general es
tarde para quienes usan los bondis, el incumplimiento de los horarios de paso,
las tardanzas inexplicables y todos los otros inconvenientes que de última, les
toca padecer a lo usuarios.
Ni las
empresas hacen nada por mejorar, el gremio parece estar conforme, y la
municipalidad más se ocupa de plotear coches, sin dejar de lado la magnífica
oportunidad que les regalamos los usuarios, de pagar con el boleto esa innecesaria
inclinación por el autobombo.
Porque
distinto sería, y de paso beneficioso para quienes quieren quedarse o escalar
posiciones, que el servicio de ser ahora cuestionable en su cumplimiento,
pasara a ser orgullo, como lo fuera tiempo atrás, que no necesitaba destacar de
quién la autoría de la mejora.
Ahora,
cuando el bondi pasa de largo porque
viene colmado y hay que gastar en taxi o en Uber, los sufridos cordobeses vemos
en la parte posterior de cada ómnibus o trolebús, resaltado y en atractivos
colores, de quién es la culpa…
Todavía
quedan por correr varios velos
SIGUE REVOLOTEANDO EN
EL AIRE LA IMPUNIDAD
DE NUMEROSOS FANTASMAS
QUE NO SE ASOMAN
En
este caso tan espinoso, prefiero la actitud más contemplativa que crítica, y
por otra parte revelar que cuando hay situaciones que son mellizas, pocos son quienes
se toman el trabajo y la responsabilidad de aclarar la situación, aunque por su
posición dominante de servidores
públicos, no debieran esquivarla.
Bien
sabemos y lo seguimos sufriendo, que como ejemplo, recordar que en viejos y
actuales tiempos, la policía ha sido un organismo poco profesionalizado aunque
tenga material técnico, comunicaciones y
armamento para hacerlo, pero en
gobiernos anteriores, en los anteriores a los anteriores también para ser más
claro, los triunfos electorales solían llevar a cambios importantes en la
conducción de la fuerza azul, y es cuando entraban a operar los que se
desempeñaban como “jefes políticos” de los distintos departamentos de la
provincia, salvo, creo, el tema de la capital.
Eso
los transformaba en poderosos y la actualización de términos y de
designaciones, transformó en “punteros jerarquizados” los que fueron con el tiempo ocupando esos
cargos.
No
tengo idea de la actualidad, porque me gustaría frecuentar la cúpula
edificada
de la fuerza azul, pero aún estoy esperando las causas por las cuales, desde mi
vieja condición de “periodista acreditado” dejé de figurar en los planteles,
aunque el olfato sigue indemne y la vocación por criticar para que las cosas
mejoren, sigue siendo parte vital de mi diaria tarea. Ahora
los tiempos han cambiado, es como si la fuerza pese a las críticas que recibe,
a los penosamente reiterados casos de policías complicados en el delito,
demasiados excesos que se cometen y otros factores, pareciera haber recreado
aquello de los jefes políticos, pero desde el poder vemos que la fuerza azul es
como una bolsa de trabajo para la militancia de quien triunfe, pero sin excluir
a los derrotados, de los que también existen casos.
Para
las estadísticas: 85 ex intendentes de nuestra Córdoba sorprendente, lo
consigna La Voz del Interior, han sido contratados porque no pudieron renovar diplomas, como se dice y para afirmar
mis aseveraciones, son 71 peronistas, 12 radicales y dos del PRO, que no
pudieron renovar mandatos.
Sin
embargo, lo penoso de lo que se está viviendo en la Unicameral cordobesa, como si
fuera una maratón de acusaciones por una parte y de silencios por la que
debiera ser voz cantante para la ciudadanía como una expresión de honradez que se
oponga a los misterios y ocultamientos, algunos de los cuales se apoyan en
leyes que dentro de mi ignorancia considero vetustas.
Quien
se opone a revelar detalles de situaciones sospechosas que se instalan en un
escenario de legalidad, está dejando la puerta abierta a las dudas, a las
incertidumbres que cuando se posan en cuestiones en las que tiene que ver el
Estado, que somos todos, adquieren relevancia y notoriedad muy difíciles de ser
esclarecidas.
Si no
es problema divulgar las listas completas, sin omisiones ni engaños, sin
manifestaciones descalificantes, evitando o esquivando ese derecho a que las
sosas públicas son sin escondrijos, es porque algo no ha sido hecho en el marco
de la ley.
Si
ahora los que fueron funcionarios en su momento y ahora figuran en niveles
importantes de cualquier administración estatal, ninguno puede usar como pretexto
para su continuidad, el haber figurado en puestos relevantes, porque el empleo
público no es una caja de tardía y generosa jubilación ni un cottolengo a donde
acuden los desposeídos en búsqueda de sustento, haciendo valer los quilates y
las tiras de sus desempeños anteriores.
No es
bueno vivir en plenitud, si la más pequeña de las nubes impide ver la
diafanidad del cielo.
Hay
lugares dentro del empleo público, que debieran ser obligatoriamente
concursados, para evitar y desterrar los excesos que se perpetran en nombre de
viejas amistades, inolvidables desempeños o la más duras de las necesidades que
puedan acosar a quienes optan por el camino de ser nombrados mirando hacia
atrás.
Así
como la policía debiera ser dejada de lado como “bolsa de trabajo” para la
militancia, lo mismo debiera ocurrir con la Unicameral, exceptuando claro está
el lugar para los elegidos por las urnas.
Más
que un acto de legalidad, mejor sería tomarlo como actitud de respeto a la
ciudadanía.
Megacausa Registro de la Propiedad
HAY
DETERMINACIONES DE LA JUSTICIA QUE
SE CONSIDERA
SON PARA SER RESPETADAS
En la cuestionada prisión preventiva,
utilizada sistemáticamente en la causa Registro de la Propiedad de Córdoba, se
señalaron cuestiones curiosas, como un caso en el que el Tribunal Superior
demoró casi cinco meses en resolver un Recurso en contra de la prisión
preventiva de varios imputados, rechazándolo finalmente, y pocos días después,
el Fiscal pidió al mismo Tribunal la extensión de esta prisión para todos ellos
y, en 72 horas, se la concedieron “inaudita parte”, lo que significa sin dar
audiencia o escuchar a la otra parte.
Teniendo en cuenta la excepcionalidad de
esta medida establecida en la Constitución, cabría preguntarse si se deberá
considerar normal que se demoren tanto para responder al pedido de cumplir con
la ley, y tan poco para decidir no cumplirla. Muchos organismos idóneos en la
materia fueron consultados ante esta llamativa situación y unánimemente
asombrados, todos emitieron dictámenes en su contra.
Finalmente, un Organismo sentenció: Que la
prisión preventiva procede solo cuando es absolutamente indispensable y no
existe una medida menos gravosa para alcanzar el mismo objetivo, por lo
cual el pronunciamiento no se ajustó a los criterios establecidos. Que la
prisión preventiva dispuesta poseía una fundamentación sólo aparente y no
se ajustaba a los requerimientos constitucionales. Que los órganos jurisdiccionales que
intervinieron en el asunto omitieron tomar en cuenta el tiempo de encarcelamiento transcurrido, que podría
significar idéntico tratamiento a estar condenado. Que cuando la privación
de la libertad, no respeta los requisitos establecidos se transforma en
arbitraria y que el concepto de arbitrariedad debe interpretarse de manera
amplia a fin de incluir elementos de incorrección e injusticia.
A todo esto lo dijo la Corte Suprema de
Justicia de la Nación. Y no es sólo opinión.
Tiene fuerza de Ley, aunque no quiera verse
o escucharse.
El agudo problema de la basura
NI LA
MODERNIDAD FUE CAPAZ DE MEJORAR
EL AMBIENTE
URBANO DE NUESTRA CIUDAD
Seré
demasiado breve: la ciudad más limpia no es la que tiene mejor servicio
contratado para barrerla, regarla y retirar residuos, sino aquella cuyos
habitantes tienen el cívico respeto de no ensuciarla.
Entonces, si aparte de mugrientos son muchos los cordobeses que es como
si les encantara vivir rodeados de basura, olores nauseabundos y todo tipo de
porquería o virtualmente en la puerta de su casa, que no chillen porque son los
principales responsables de tanta mugre.
Hay
sectores de la ciudad por donde los camiones no pasan, o lo hacen tipo rally, o
simplemente ni se ven por varios días.
Para
que tal grave situación no pase a ser
una de las hediondas costumbres de los descuidados, el poder debiera ajustar
los controles ambientales no tan sólo en el centro, sino en las barriadas que
aunque estén alejadas, no por eso dejan de pagar impuestos con los que se
sostienen las empresas incumplidoras de sus obligaciones.
Para
ellas, que alguna vez les tiren las orejas o más abajo, para que lo entiendan…