LA “INOCENCIA” ESTÁ EN BAJA Y
HOY COTIZA A SOLO 70.000 PESOS
El joven hijo de un alto jefe policial responsable de la seguridad en la zona sur de esta capital, fue detenido en virtual flagrancia días atrás, luego de haber arrebatado la cartera a una mujer en barrio San Jorge, para lo cual conducía una motocicleta e iba acompañado de un muchacho de 18 años.
El vástago del jefe policial, de 19 años, fue detenido y hoy compareció ante el fiscal Marcelo Hidalgo quien le tomó declaración, fijando para el recupero de su libertad una caución de 70.000 pesos, suma que según la información dada a conocer fue pagada y el “motochoro vip” dejó de mirar el paisaje urbano desde atrás de las rejas, si es que estaba en esa condición como cualquier hijo de vecino y sin privilegios.
Además el funcionario judicial, en un desborde de áspera severidad ejemplificadora y como una especie de cariñoso “chas chas colita”, le impuso al muchacho la prohibición de conducir motos en el ámbito provincial.
Hasta allí lo escueto de la noticia, que lleva a decenas de reflexiones de las que se hace necesario sintetizarlas en algunas pocas, tras rotular la cuestión como un típico caso de “portación de apellido … o de tiras”.
Es probable que la medida judicial sea inédita y es de suponer que está enmarcada en los códigos, pero no deja de ser un jurídico acto discriminatorio en detrimento de la gran cantidad de motochoros que circulan por la ciudad ante la ineficiencia de una policía que poco hace por neutralizarlos, salvo los absurdos y previsibles controles de puentes.
Y si en una de esas casualidades pescan alguno, es más que seguro que el “caco” no tiene idea que pagando unos miles de cospeles adquiere el status de persona decente y puede seguir con su trabajo, dado que la impunidad reinante juega en su favor y casi como defensora de sus correrías.
Nada se dice si la moto -parte del delito- fue secuestrada, si se hizo “rueda de presos” por si había alguna otra víctima que los pudiera reconocer en anteriores andanzas o si el mozalbete registra alguna mácula en su prontuario, lo que es difícil por su condición de hijo de.
No está en tela de juicio de ninguna manera la honestidad funcional del papá, porque el nene ya es grandecito, dueño y responsable por sus actos y es de suponer que conoce lo que es el bien y lo que él estaba haciendo.
Pero estas situaciones duelen porque muestran que la balanza está desequilibrada y bastardeada, reforzando la certeza de aquel dicho popular que sostiene que hay dos justicias: una para pobres y otra para los que tienen dinero o los “carteludos” por cualquier circunstancia de la vida.
Ya está hecho.
Roguemos que a futuro, al papá del mozalbete no se le ocurra tener que actuar en una “marcha de la gorra”.
La libertad es un goce que se adquiere con la decencia y no hay dinero que la pague porque la decencia, precisamente, no tiene precio.
Sabio era San Agustín, al sostener que “La primera libertad es carecer de pecados”.
Gonio Ferrari
31 de marzo de 2015
30 de marzo de 2015
Pisar la tierra, vivir la realidad, tener memoria
LAS ELECCIONES EN VILLA DOLORES Y
EN LA FALDA, LO MISMO QUE EL PARO,
NO SON INDICADORES NI TENDENCIAS
Cuando años atrás Saúl Ubaldini instigaba al paro y lo concretaba -durante la presidencia de Raúl Alfonsín- lo hacía con claros propósitos destituyentes y en nombre del movimiento obrero, cuya dirigencia mayoritariamente formaba parte de la columna vertebral del entonces opositor movimiento justicialista.
Fueron 12 o 13 paralizaciones del país, aunque el número ahora es lo de menos porque aquellos tiempos ya pasaron, abonamos la creencia de una maduración conceptual por parte del sindicalismo y podemos suponer que el buen criterio y la toma de conciencia han reemplazado a las decisiones dañinas, intempestivas y políticamente aprovechadas.
Duele reconocer las propias equivocaciones porque ahora, aunque sea la cuarta medida nacional en protesta al gobierno central, cabe suponer que también como otrora el alimento de la paralización es disociante, inoportuno y con claras intenciones de ganar espacios en el escenario político.
¿Qué sentido tiene un paro si ya se sabe que su motivación no alterará el rumbo de lo que se cuestiona, como es el absurdo pago del impuesto a las ganancias en base a los sueldos?. El Estado dispendioso necesita reservas para calzar lo poco que tiene atesorado y nada mejor que contar con varios millones de rehenes que aportan religiosamente al tesoro nacional.
Los dirigentes gremiales son parte del 10 por ciento de los trabajadores que tributan ese rubro y lo hacen por ser los que más ganan y no corren con ningún riesgo, amparados por su inmunidad sindical. El drama es de los mandos medios que no están conformes ni les alcanza lo que cobran, pero ven volatilizarse buenos pesos en nombre de esa injusta retención.
Al paro lo impulsa la dirigencia y son las bases las que a fin de mes cobran un día menos, porque en la curiosa interpretación de la ley no es cierto que un día de paro trabaja quien quiere, porque la prepotencia gremial lo impide, en abierto ataque a la libertad de trabajo y a la libre determinación del trabajador.
Por eso sería un torpe equívoco estratégico tomar al paro de este martes como una especie de plebiscito a la gestión nacional porque las motivaciones son parciales y sectorialmente interesadas, justo en momentos que el país para salir adelante no necesita paralizarse sino producir, generar, alimentar la demanda y estimular las fuentes laborales.
Más allá de su sentido de protesta, es para pensar que no es un paro de las bases, sino de una dirigencia ávida por arañar espacios políticos que a través de otros medios y acciones directas no consigue ocupar.
Alfonsín y su gobierno padecieron aquellos burdos ataques ubaldinistas perpetrados en representación de un partido político rencoroso y vengativo, postura que se materializa si a la derrota no se la digiere ni asume.
Y con las elecciones en Villa Dolores y en La Falda ocurre casi lo mismo, si los dirigentes políticos de la mayoría de los partidos insisten en tomar ambos casos como altamente referenciales o indicadores de futuras y próximas conductas comiciales.
Es poco serio suponer que lo de La Falda “es un triunfo inicial de la alianza” entre la UCR, el PRO y otras corrientes porque es tan mínimo el ejemplo que no se entiende el apresuramiento por inflar algo casi doméstico, que en el mejor de los casos puede servir para tomar en cuenta con relación a una elección regional y casi exagerando, a nivel provincial.
Otro tanto para lo acontecido en Villa Dolores, que motivó el viaje de altos dignatarios del kirchnerismo nacional, cuando se trató nada más y nada menos que un acto de consagración sucesoria casi monárquico-política. Y duele recordar apelando a la memoria corta, que ningún funcionario de ese nivel se molestó en viajar a Córdoba cuando la desgracia aluvional se ensañó con buena parte de nuestra geografía.
Es por eso que se plantea cierta similitud entre los casos del paro moyanista y las elecciones en Villa Dolores y en La Falda: en los tres, hay un poco elegante aprovechamiento coyuntural de las situaciones, suponiendo que en ellos subyace la voluntad popular llevada a nivel de pensamiento nacional.
Y no es así, pero debemos comprender, pensar y recordar para coincidir, en que los exitistas de siempre necesitan ponerle algún freno a sus temores, vacunándose preventivamente contra el virus de la derrota.
Gonio Ferrari
EN LA FALDA, LO MISMO QUE EL PARO,
NO SON INDICADORES NI TENDENCIAS
Cuando años atrás Saúl Ubaldini instigaba al paro y lo concretaba -durante la presidencia de Raúl Alfonsín- lo hacía con claros propósitos destituyentes y en nombre del movimiento obrero, cuya dirigencia mayoritariamente formaba parte de la columna vertebral del entonces opositor movimiento justicialista.
Fueron 12 o 13 paralizaciones del país, aunque el número ahora es lo de menos porque aquellos tiempos ya pasaron, abonamos la creencia de una maduración conceptual por parte del sindicalismo y podemos suponer que el buen criterio y la toma de conciencia han reemplazado a las decisiones dañinas, intempestivas y políticamente aprovechadas.
Duele reconocer las propias equivocaciones porque ahora, aunque sea la cuarta medida nacional en protesta al gobierno central, cabe suponer que también como otrora el alimento de la paralización es disociante, inoportuno y con claras intenciones de ganar espacios en el escenario político.
¿Qué sentido tiene un paro si ya se sabe que su motivación no alterará el rumbo de lo que se cuestiona, como es el absurdo pago del impuesto a las ganancias en base a los sueldos?. El Estado dispendioso necesita reservas para calzar lo poco que tiene atesorado y nada mejor que contar con varios millones de rehenes que aportan religiosamente al tesoro nacional.
Los dirigentes gremiales son parte del 10 por ciento de los trabajadores que tributan ese rubro y lo hacen por ser los que más ganan y no corren con ningún riesgo, amparados por su inmunidad sindical. El drama es de los mandos medios que no están conformes ni les alcanza lo que cobran, pero ven volatilizarse buenos pesos en nombre de esa injusta retención.
Al paro lo impulsa la dirigencia y son las bases las que a fin de mes cobran un día menos, porque en la curiosa interpretación de la ley no es cierto que un día de paro trabaja quien quiere, porque la prepotencia gremial lo impide, en abierto ataque a la libertad de trabajo y a la libre determinación del trabajador.
Por eso sería un torpe equívoco estratégico tomar al paro de este martes como una especie de plebiscito a la gestión nacional porque las motivaciones son parciales y sectorialmente interesadas, justo en momentos que el país para salir adelante no necesita paralizarse sino producir, generar, alimentar la demanda y estimular las fuentes laborales.
Más allá de su sentido de protesta, es para pensar que no es un paro de las bases, sino de una dirigencia ávida por arañar espacios políticos que a través de otros medios y acciones directas no consigue ocupar.
Alfonsín y su gobierno padecieron aquellos burdos ataques ubaldinistas perpetrados en representación de un partido político rencoroso y vengativo, postura que se materializa si a la derrota no se la digiere ni asume.
Y con las elecciones en Villa Dolores y en La Falda ocurre casi lo mismo, si los dirigentes políticos de la mayoría de los partidos insisten en tomar ambos casos como altamente referenciales o indicadores de futuras y próximas conductas comiciales.
Es poco serio suponer que lo de La Falda “es un triunfo inicial de la alianza” entre la UCR, el PRO y otras corrientes porque es tan mínimo el ejemplo que no se entiende el apresuramiento por inflar algo casi doméstico, que en el mejor de los casos puede servir para tomar en cuenta con relación a una elección regional y casi exagerando, a nivel provincial.
Otro tanto para lo acontecido en Villa Dolores, que motivó el viaje de altos dignatarios del kirchnerismo nacional, cuando se trató nada más y nada menos que un acto de consagración sucesoria casi monárquico-política. Y duele recordar apelando a la memoria corta, que ningún funcionario de ese nivel se molestó en viajar a Córdoba cuando la desgracia aluvional se ensañó con buena parte de nuestra geografía.
Es por eso que se plantea cierta similitud entre los casos del paro moyanista y las elecciones en Villa Dolores y en La Falda: en los tres, hay un poco elegante aprovechamiento coyuntural de las situaciones, suponiendo que en ellos subyace la voluntad popular llevada a nivel de pensamiento nacional.
Y no es así, pero debemos comprender, pensar y recordar para coincidir, en que los exitistas de siempre necesitan ponerle algún freno a sus temores, vacunándose preventivamente contra el virus de la derrota.
Gonio Ferrari
29 de marzo de 2015
S.L.B. – Domingo 29/03/15 - ¡LOS POBRES NO EXISTEN! - IMPORTANCIA DE LAS ALIANZAS - TAN INSEGUROS COMO SIEMPRE - MISS TUCUMÁN - LA MEGACAUSA DEL REGISTRO - NUEVOS BILLETES DE 100 PESOS - LOS PRECIOS EN LAS VIDRIERAS - AEROLÍNEAS ARGENTINAS - ROXANA MENÉNDEZ, SE FUE - etc.
Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 29-03-15 difundido por AM580 Radio Universidad de Córdoba
LOS POBRES NO EXISTEN
A veces la indignación que nos lleva a un estado de impotencia hace que se crispen los nervios, que nos pongamos mal, que pensemos en lo tormentoso de un futuro no tan lejano, porque nada peor para oscurecer un horizonte, que negar la existencia o la proximidad de la tormenta.
Nuestro joven ministro de economía tiene esa particularidad negadora: la inflación no existe y es un invento de los medios concentrados, al igual que la desocupación creciente, la falta de viviendas y otras carencias que marcan el pulso de nuestra evolución o decadencia.
Con una simple recorrida por cualquier ciudad argentina, podemos tomar conciencia y medida de la marginalidad como resultado de la pobreza, de la indigencia, de la miseria que acosa a numerosos segmentos de la población.
Porque esas carencias no son privativas de las villas de emergencia, donde vemos que tienen plasmas, tv satelital y otros elementos de la buena vida, sino que sería bueno hacer conocer también los índices de la desnutrición no tan solo infantil, pero los índices sinceros, para no encontrarnos con nuevas sorpresas como lo del Chaco de Capitanich.
Los cerebros de la economía argentina con el poder en sus manos, sostienen que dar a conocer las cifras verdaderas de la pobreza en el país, no las que se dibujan, equivale a estigmatizar a los más desposeídos.
Alguien debiera decirles, para sacarlos de esa ofensiva y lacerante postura, que la manera más dolorosa y cruel de estigmatizar a los pobres, es intentar convencernos que no existen.
O esconderlos.
IMPORTANCIA DE LAS ALIANZAS
Es lógico que despierte inquietud en los sectores del poder, la posibilidad de ciertas alianzas que quiebren esa exitosa postura impuesta de atomizar a la oposición para asegurarse la continuidad.
Por otra parte esa oposición, encerrada en un laberinto de mezquindades y especulaciones, viene perdiendo tiempo y credibilidad que son los dos elementos más importantes si de plantear plataformas se trata.
Es como si fuera una pelea entre carteludos que no lo son tanto.
Así y todo, esa posibilidad de la unión para enfrentar a un poder que piensa haber hecho todas las cosas bien y sin errores ni falencias, ha encendido una luz de alarma, por ahora amarilla, que consiguió alterar los nervios de ciertos funcionarios, de alto nivel, que evitan su aparición en público que no sea la propia tropa.
Y los cuestionamientos de quienes se oponen a un pacto o como le quieran llamar entre radicales y macristas, son precisamente los apegados al elenco estable en que se ha convertido el centenario partido, temerosos de perder su vigencia que vienen sosteniendo, en algunos casos, desde 1983.
Ese egoísmo, pariente del vedettismo, puede hacer naufragar la única manera que tiene la oposición de ocupar la conducción que perdió en aquel aciago final del 2001, cuando la salida poco decorosa fue la del helicóptero con su epílogo de olvido.
Luchar contra el aparato publicitario estatal que pagamos todos pensemos como pensemos aparte del promesómetro funcionando a pleno, será una titánica pelea mientras exista unión con fines meramente electoralistas como todos lo hacen, y los programas y cursos de acción se discutirán después, en los sillones de mando.
Que nadie venga con eso de arriar banderas, con la historia, con la tradición y todos esos elementos del folklore partidario, cuando lo que se busca es ganar en las urnas.
No es claudicar en principios, sino sería permitir el ingreso de gente nueva, con ideas nuevas, que rompa de una vez y sin sangre la hegemonía de los viejos, de los burócratas pasados de moda, de esos que ganan una banca en el Congreso y jamás se les escucha siquiera pedir la palabra.
Esa es la vieja política, la de pensar hacia adentro.
Ese es el onanismo perverso que se gratifica entrañas adentro y se olvida de la gente que ha quedado afuera, esperando promesas apolilladas y alentando utópicas esperanzas.
Veremos qué pasa en esta lucha, que por lo visto es más de intereses que de convicciones.
Las alianzas no son un cáncer en la política, sino que los malos políticos, los caprichosos de la eternidad, son las metástasis iluminadas por el mal ejercicio de la democracia.
La democracia es apertura; es evolución; es inclusión.
Porque lo que menos debe tener, es egoísmo.
Y en estos tiempos, egoísmo es lo que sobra.
TAN INSEGUROS COMO SIEMPRE
Es patético a veces ver a los juanes o cobanis en el argot marginal, parados en los puentes y en otros lugares previsibles oficiando de inspectores municipales en el control de motociclistas.
Tal gestión no ha sido un fracaso, si es que el éxito se mide por la cantidad de motos secuestradas por falta de papeles.
Pero que alguien me diga a cuántos delincuentes han detenido en esos controles y con esos números quedaría demostrada la absoluta inutilidad de esa práctica, que debieran hacer solamente los zorros grises.
El delincuente sabe dónde lo están esperando.
Aquí la inseguridad debiera ser atacada en su base, que tiene dos patas visibles: la impunidad por corrupción y el desaforado crecimiento del narcotráfico, por inacción.
Es tan brutal la cantidad de adictos que día a día se incorpora a este sistema perverso del consumo, que su propia marginalidad lo lleva a buscar la merca donde sabe que está, en lugares donde la mala policía también conoce.
De nada han servido todos los anuncios que de cuando en cuando, al crecer la presión mediática, aparecen mostrando nuevos patrulleros, más armas, mejores comunicaciones, más efectivos, todo lo cual de nada sirve mientras no tenga el apoyo de una genuina e integral política de seguridad.
¿Cuál es la política de seguridad en Córdoba?
Ninguna, porque no existe.
Lo estamos viendo en los resultados, en el crecimiento exponencial del delito, acerca de cuyos índices hace tiempo que nada se informa, y cuando se ofrecen datos parciales, son dibujos que sólo creen el jefe de policía y el gobernador presidenciable.
Existe un ingreso cada vez más temprano a la violación de la ley como asimismo es cada vez más violenta su malsana práctica, y todo eso, sin dudas, se lo debemos al narcotráfico.
Es allí donde se debe aplicar la tolerancia cero, y no circunscribirla a neutralizar borrachos cuya mayoría se transforman en inofensivos ciudadanos, una vez que se les pasa la curda.
El que entra en la droga quiere seguir esclavo de sus sensaciones y hace cualquier cosa para lograrlo, y eso lo sabe cualquiera sin necesidad de ser sicólogo o consumidor de sustancias prohibidas.
Si no se ataca el tráfico, el comercio, si se sigue ocultando que en Argentina se fabrica droga para consumo y exportación, lo único que se consigue es alentar el crecimiento de los patrones de esta desgracia universal.
En algún momento los argentinos tendremos que exigir que esto se termine, porque se han superado todos los límites de la tolerancia.
Una acción que tiene que encarar el poder, o tenemos que empujarla nosotros, en las urnas.
MISS TUCUMAN
La legisladora por Tucumán, doña Beatriz Rojkés, esposa del gobernador Alperovich, según me comentaron colegas de aquella provincia, siempre tiene a mano un pequeño dispender de alcohol en gel, para higienizarse.
No lo hace, también me lo comentaron, después de haber subido o bajado una escalera tomada del pasamanos, o de haber visitado un leprosario o una usina nuclear.
Lo hace siempre que termina una visita a los sectores humildes de la provincia -que sobran- y por esa tradición fotográfica se ve obligada a levantar en brazos a un niño o abrazar a un indigente.
Lo de días pasados fue como si hubiera hecho público su ADN de la sensibilidad.
Después del insulto y la degradación estoy seguro que hubo algún tirón marital de orejas, o que la tarjeta amarilla se la mostraron desde más arriba, pero salió a intentar explicar lo inexplicable y suavizar la burrada -con perdón de los asnos- que hizo esta virtual Miss Tucumán.
¿Será esa la concepción que ciertos gobernantes tienen de las necesidades del prójimo?
¿Les molesta, acaso, que esos indigentes sepan que ellos viven en la abundancia lograda no siempre con ahorros, y se ofendan cuando son desenmascarados en su indiferencia?
Realmente una actitud descalificadora y si no fuera por el respeto que tengo por las damas, así sea la última trola, es para calificarla de cultora de la canallada, de la ofensa, del desprecio.
Esos son los ejemplares que envilecen a la política, que la degradan, que le restan seriedad y capacidad de solucionar situaciones críticas en la sociedad.
Los saltimbanquis de la política, los clowns de la promesa, los ávidos de poder cueste lo que cueste alcanzarlo, serán los responsables de la decadencia si nos llegara a suceder.
Nosotros en la lona, y ellos en sus diez mansiones…
LA MEGACAUSA
Se conoció en los últimos días que un imputado en una causa judicial metida en la gran bolsa de lo que se denomina megacausa del Registro, quedó en libertad con lo cual, anuncia el diario, "la causa se quedó sin presos".
Si el medio periodístico está familiarizado con nuestra Constitución Nacional, sabrá que esto significa únicamente cumplir con la ley, que establece claramente que "nadie puede ser encarcelado sin juicio y sentencia previa”, pese a que al Poder Judicial de Córdoba, y para vergüenza, fue necesario que la Corte Suprema de Justicia y un Tribunal Internacional se lo recordaran.
Queda por develar aún la verdadera causa del abuso de prisión preventiva sin precedentes que se vivió en la causa, así como la persistencia de la "comisión especial", única que continúa a cargo de todos los juicios.
Los grandes pensadores sostuvieron que la libertad es el elemento y la condición de la verdad, pues para alcanzar cualquier verdad se necesita libertad.
Desde la antigüedad la tortura y la cárcel han sido un mecanismo para obtener una verdad domesticada o "verdad judicial" que no siempre coincide con la verdad real.
El encierro se impone como un suplicio que pretende que el torturado renuncie a la propia voluntad, para asumir otra verdad, la provista y casi impuesta por los acusadores.
Y en esta búsqueda no se puede olvidar que, al igual que en la historia del negocio inmobiliario y despojo de tierras de los habitantes originarios de Córdoba leída el domingo pasado, en muchos juicios se han ventilado graves acusaciones contra funcionarios del Poder actual relacionadas con el dictado de leyes, con el conocimiento o con maniobras directas para la adquisición ilícita de grandes extensiones.
Cosa curiosa, sugestiva y sospechosa, de esto nada dicen los Tribunales ni los medios.
Sin libertad, no habrá verdad.
NUEVOS BILLETES DE 100 PESOS
Si a esta altura de la situación el poder se empeña en negar la existencia y el crecimiento de la inflación, estamos frente a un caso de interesado capricho o de supina ignorancia de las reglas de la economía.
Es entendible tanto como inexplicable, que el sistema bancario está colapsado por la enorme cantidad de billetes que necesita manejar para cumplir con la demanda de efectivo, en cualquier punto del país.
Los cajeros automáticos necesitan ser alimentados en algunos casos más de una o dos veces por día, porque los volúmenes que se manejan agotan sus existencias por una mera cuestión de espacio.
Hace tiempo que la ciudadanía aguarda la salida a circulación de billetes de 500 pesos para subsanar el problema que acabamos de apuntar, y haciendo oídos más desviados que sordos, nos sorprenden ahora con la aparición, si, de billetes nuevos, pero esta vez de 100 pesos.
Los nuevos, con un alto contenido ideológico más que práctico, buscan perpetuar en la memoria colectiva el accionar de las madres y abuelas de Plaza de Mayo, de tan encomiable actuación durante el desgobierno militar y en un tiempo posterior.
Cuando se reclaman verdad, memoria y justicia se hacen las cosas para desvirtuar, en campaña preelectoral, esos valores fundamentales de la ciudadanía porque de esa manera la verdad no es absoluta ni completa, la memoria es parcialmente fraccionada e interesada y la justicia castigó con dureza solo a un sector y practicó la indiferencia hacia la otra vereda, sin que esto -ya escucho las voces de siempre- signifique recrear la teoría de los dos demonios.
En la cola se encolumnan Maradona (el médico), Perón, Fangio, el Dr. Favaloro, el Dr. Illia y varios otros auténticos próceres argentinos, burdamente desplazados por el fanatismo y el oportunismo histórico.
Todos queríamos y aún queremos, la pronta puesta en circulación de billetes de 500 pesos y de monedas de 5 pesos, porque ambos son necesarios aunque no precisamente puntuales si de esconder la inflación se trata.
Pero con la sorpresa del nuevo diseño a igual valor del ya vetusto billete de 100 pesos, es como hacerle pito catalán a un antepasado de gloria.
Estamos destinados a tolerar que desde el poder, se condene al olvido a la propia historia.
LOS PRECIOS EN LAS VIDRIERAS
Cuando uno entra a un negocio de cualquier rubro para preguntar por un artículo exhibido en la vidriera pero sin el precio, nos asalta la duda si en ese comercio aplican el sistema llamado SCC, que en buen romance significa “según la cara del cliente”
No queda pensar de otra manera, porque en la mente de los malos comerciantes anida ese virus del “por las dudas”, que consiste en poner precios a los productos, sobre un generoso colchón que les asegure la rentabilidad y les haga aventar los riesgos que aporta la inflación.
Si no me equivoco, existe una ley (no sé si de lealtad comercial o de protección al cliente o al consumidor) que obliga a colocar los precios y otros detalles en las vidrieras, para que la buena fe del comprador no se vea sorprendida ni vulnerada.
Resumiendo, es aconsejable no comprar en esos comercios que están a la espera de incautos, inocentes o cándidos que paguen por encima de los valores reales, porque en la vidriera no aparecen los precios.
Lamentablemente es una conducta que cada vez cuenta con más adherentes, lo que se corrobora con un simple recorrido por cualquier sector comercial de la ciudad, sea abierto o cerrado.
Es la misma oportunidad que tienen los ausentes o ciegos inspectores, de ayudar al ciudadano a que se respete la ley que los proteje contra inescrupulosos y vivillos que sobran en nuestra sociedad.
Con dos o tres clausuras, el resto de los pícaros, más que las barbas en remojo, pondrán los precios a sus productos de vidriera.
AEROLINEAS ARGENTINAS
Aerolíneas Argentinas es una empresa exitosa, con elevado grado de ocupación, puntualidad aceptable y precios altamente competitivos.
Lo único que le falta es ser tan rentable como pregonan sus directivos, cuando en realidad su déficit nos cuesta unos 17 millones de pesos diarios porque cualquiera llena un avión si los boletos se venden a menos de la mitad que los competidores, que salen empatados pero no pierden.
Hay algunos números que andan dando vueltas y son para la antología, al menos, de la sorpresa porque no coinciden con las políticas aeronáuticas de muchos países como el nuestro según sostiene el poder, del primer mundo.
El promedio de empleados por avión es de alrededor de 77 mientras que Aerolíneas Argentinas tiene más de 170.
Pero hay que entender que la empresa, rescatada que fuera de las garras españolas que la habían menoscabado hasta su casi inexistencia internacional, fue uno de los botines de guerra para un sector del kirchnerismo, como también lo representó FADEA que dicen producirá naves espaciales pero por ahora tiene solo una superproducción de empleos para los amigos y gemelos de pensamiento ideológico.
En menos de seis años Aerolíneas Argentinas pasó de cinco mil y pico de empleados, a más de once mil y eso no es un caprichoso invento de la opo, las fantasías del poderoso Magnetto o la catilinaria injuria de los medios concentrados.
Alguna vez habrá que sincerar todos los aspectos que hacen al funcionamiento y calidad de servicios de las empresas estatales, para que en lugar de ser bolsas de trabajo para los gobernantes de turno, porque todos lo hicieron, sean un beneficio para el pueblo.
Y un orgullo del que todos podamos sentirnos partícipes.
ROXANA MENÉNDEZ
La Roxi se fue, silenciosamente como una sombra y nos dejó con la tristeza de lo injusto y lo imprevisto.
Sus cuarenta y algunos años más fueron un vértigo dentro de la dulzura que atesoraba; su sentido de la amistad; su veneración por el compañerismo; su responsabilidad a la hora de la entrega laboral que muchas veces abrazó con la precariedad de una salud que cada tanto le aplicaba una cachetada.
Era sufrir, pelear, restañar las heridas y volver a la lucha, siempre con su sonrisa y el expresivo lenguaje de sus ojos.
Se fue.
Ya no está entre nosotros, pero seguirá estando…
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Boudou,
Elección presidencial,
Gonio Ferrari,
Megacausa,
Programa Radial,
Reflexiones,
Siganme los buenos,
Universidad 580 AM
23 de marzo de 2015
S.L.B. – Domingo 22/03/15 – ANIBAL FERNÁNDEZ, DESBOCADO – BIENVENIDO EL OTOÑO - LA BASURA REINANTE - AGUA TURBIA Y CON AUMENTO - MEGACAUSA: LA APROPIACION DE TIERRAS - RANDAZZO Y EL TREN "TRUCHO" - LEJANO Y MALDITO 24 DE MARZO DEL '76 - NERVIOS EN LAS REDES SOCIALES, etc.
Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su
programa “Síganme los buenos” del 22/03/15, que difunde AM580 Radio Universidad
de Córdoba.
ANÍBAL FERNÁNDEZ, DESBOCADO
No es la primera aplicación en lo que algunos llaman
justicia, de esa vieja ley futbolera que impone un buen ataque como mejor
defensa. El caso Nisman se está transformando en el primer
asesinato cuyo culpable es la víctima que no puede
defenderse porque la mataron.
Pienso que ese párrafo inicial
de una de mis notas anteriores sintetiza todo.
Todavía Aníbal Fernández, el
nuevo “chirolita” nacional y popular, no había caído en la bajeza de insultar a
un muerto, y para colmo a un muerto que SU gobierno tenía la obligación de
proteger.
Ese muerto, como cualquier
otro ciudadano sea Oyharbide o Florencia Kirchner, dueño de
su vida privada,
atesoraba elementos para aportar a la justicia, que comprometían a gente
importante, pero quedó demostrado con los hechos que lo más importante era
tener a Nisman muerto.
Es muy fácil ofender, agredir,
descalificar, menoscabar y humillar a quien no tiene cómo neutralizar tanta
vileza.
Es también repudiable ventilar
la privacidad ajena en una acción alimentada por intereses políticos,
desesperación o nerviosismo.
Con Carlitos Jr. ocurrió que
todos aplaudían y envidiaban su vida disipada y salieron a cuestionarla después
de muerto, por un episodio que aún navega en un mar de sospechas y conjeturas
porque el principal protagonista de esa historia no puede alegar en su defensa.
Con Yabrán también se
ensañaron “pos mortem” y no faltaron quienes juraron haberlo visto con cara
nueva en Miami, en París o en Moscú.
Uno de los pilares de la
recuperación de nuestra democracia -Raúl Alfonsín- tuvo que morirse para que
luego aparecieran los carroñeros que lo acusaron de debilidad en Semana Santa,
en la ley de punto final y en otras medidas de gobierno que adoptara.
Cuando se buscaban
antecedentes descalificadores que afectaran la imagen del fiscal muerto, fue
tildado de gay como si la elección sexual no fuera un “derecho igualitario” o
como si en el DNI de cualquier argentino figurara, como en el IVA, su posición
frente al sexo.
Haciendo paralelos -porque así
lo imponen las circunstancias- de la misma manera pudiéramos sostener dudas
compartidas con buena parte de la sociedad, acerca de la muerte de Néstor
Kirchner, cuando sabemos que solamente él tiene la verdad que viajó consigo a
un destino de eternidad que sólo la historia dirá si es edénica o no.
Aníbal Fernández consiguió
desplazar al pobre “Coki” y se transformó en el más duro escudero de sus amigos
encumbrados en el poder, que están en apuros, que jamás pensaron seriamente en
un acuerdo entre la oposición y se olvidaron de Boudou, de Schoklender, de
Skanska, de la inflación, del alevoso crecimiento del impune narcotráfico, de
la inseguridad, del papelón de los trenes, de la desocupación y de otros
problemas y arremetieron como los equipos de fútbol, atacando para defenderse,
enceguecidos porque van perdiendo y el partido se está por terminar.
Aníbal Fernández, reconocido
futbolero, “barrabrava” por vocación y convicción, en su momento prófugo de la Justicia, sospechado en
un procedimiento con secuestro de droga, de turbios manejos durante su
intendencia en Quilmes, pretende ahora y por milagro de olvido, erigirse en
fiscal, juez y verdugo de un muerto.
Ese privilegio es solo de los
seres despreciables.
Aníbal Fernández no es la
historia.
La Historia, de por sí, le
queda grande.
Su cambiante y colorido
prontuario político, por haber jurado tantas veces a tantos gobiernos, es
demasiado conocido.
BIENVENIDO EL OTOÑO
Existe entre nosotros esa gastada costumbre
de emparentar al otoño con las hojas secas, los días nublados, la huída del
calor y el asomarse los primeros fríos.
Posiblemente un exceso de romanticismo -para
muchos, un sentimiento caído en desuso- prefiera hablar de los tiempos de
nostalgias, de los colores ocres, del verde que empieza a ponerse pálido y de
las nubes que dibujan imágenes alucinantes.
Lo mejor, asumir el otoño con el alma, más
que con los ojos.
Es probable que para algunos sea la más triste de las estaciones, por eso de las hojas amarillentas, el viento molesto y la aparición de las primeras sensaciones distintas y opuestas al calor.
El otoño, aparte de ser uno de los cuatro segmentos del año, es también una etapa trascendente en la vida de las personas, por aquello de llegar a los umbrales del invierno, que es cuando mueren muchas plantas, el frío se nos mete en los huesos y ese calor juvenil que vemos alejarse del alma.
Sin embargo, para muchos, por ser el acceso a cosas distintas, el otoño es maravillosamente bienvenido, portador de novedades e ilusiones que, a veces con certeza, se concretarán después que pase el invierno.
En cuanto a lo estrictamente paisajístico, el otoño cordobés es algo así como un paraíso de los ocres, con una silenciosa explosión de tonalidades como para volver loco a un daltónico.
Ya le abrimos las puertas después de un postergado verdor, con la esperanza de ir viendo crecer la luminosidad del cielo, la pureza del aire y un resurgimiento de esa poesía que es pisar hojas secas, o sentir en la cara una brisa que dejó de ser molesta y agobiante.
Nuestro otoño es único en los árboles, en el paisaje, en el aire y en el cielo.
Hagamos entonces que el otoño de la vida sea igual de placentero, un regalo que nos debemos hacer a lo mejor no tanto por merecerlo, sino por tener la inmensa dicha de gozarlo.
Con sufrimientos o no.
Con riquezas o no.
Con amores o no.
Con penas o no.
Con ausencias o no.
Solo con lo más importante: con la maravilla de saber que estamos vivos.
Y para un otoño más, eso no es poco ...
Es probable que para algunos sea la más triste de las estaciones, por eso de las hojas amarillentas, el viento molesto y la aparición de las primeras sensaciones distintas y opuestas al calor.
El otoño, aparte de ser uno de los cuatro segmentos del año, es también una etapa trascendente en la vida de las personas, por aquello de llegar a los umbrales del invierno, que es cuando mueren muchas plantas, el frío se nos mete en los huesos y ese calor juvenil que vemos alejarse del alma.
Sin embargo, para muchos, por ser el acceso a cosas distintas, el otoño es maravillosamente bienvenido, portador de novedades e ilusiones que, a veces con certeza, se concretarán después que pase el invierno.
En cuanto a lo estrictamente paisajístico, el otoño cordobés es algo así como un paraíso de los ocres, con una silenciosa explosión de tonalidades como para volver loco a un daltónico.
Ya le abrimos las puertas después de un postergado verdor, con la esperanza de ir viendo crecer la luminosidad del cielo, la pureza del aire y un resurgimiento de esa poesía que es pisar hojas secas, o sentir en la cara una brisa que dejó de ser molesta y agobiante.
Nuestro otoño es único en los árboles, en el paisaje, en el aire y en el cielo.
Hagamos entonces que el otoño de la vida sea igual de placentero, un regalo que nos debemos hacer a lo mejor no tanto por merecerlo, sino por tener la inmensa dicha de gozarlo.
Con sufrimientos o no.
Con riquezas o no.
Con amores o no.
Con penas o no.
Con ausencias o no.
Solo con lo más importante: con la maravilla de saber que estamos vivos.
Y para un otoño más, eso no es poco ...
LA BASURA REINANTE
Resulta que ahora nos enteramos que los
vecinos de esta ciudad hemos sido y seguimos siendo rehenes de una lucha
entablada entre la municipalidad de Córdoba y las empresas prestatarias del
servicio de recolección de residuos y limpieza de calles, con activa
participación del gremio que aglutina a los trabajadores de esa actividad.
No cabe hacer otras consideraciones mas allá
de la inoperancia comunal para la resolución de un problema que es de dinero
-de nuestro dinero- y del capricho prepotente de los sindicalistas.
Somos los vecinos, convidados de piedra a un
fiestón de ganancias que están gozando dos empresas que han estafado la
paciencia y la salud de los cordobeses, y alegremente se han convertido en
difusores de pestes, como los más de 25 casos de dengue existentes en esta
ciudad, en lo que mucho tiene que ver la acumulación urbana de tantas
porquerías embolsadas o no.
Y siguen divulgando la mentira de haber
regularizado totalmente la prestación, cuando basta con un recorrido por la
ciudad para darnos cuenta que nos toman por imbéciles o que la publicidad que a
manos llenas están repartiendo Lusa y Cotreco, sirve para acallar las protestas
mediáticas.
No está lejos el día, si la situación se
agrava, que los vecinos en defensa propia se unirán, para llevar las bolsas de
basura que se pudren en las veredas y contenedores, a la gerencia de esas
empresas y al palacio municipal.
Allí si, veremos que el poder reaccionará
despojándose de culpas, que pasarán a ser de los vecinos.
Como siempre ocurre.
AGUA TURBIA
Y CON AUMENTO
Por más que pretendan hacerme creer que esa
agua de porquería, amarronada y con olor a pesticida, es bromatológicamente
apta para consumo humano, no la tomaría ni loco.
Sin embargo los vecinos de muchos sectores
de la ciudad tuvieron que hacerlo, porque el presupuesto para el agua envasada,
llamada mineral, desequilibra a cualquier bolsillo.
Ahora en el lago San Roque no hay algas para
echarles la culpa, así que tuvieron que inventar el verso que titularon
“maniobras en la red”, a la vez que simultáneamente planteaban una exigencia de
aumento en la tarifa.
Alguna vez, llegará la ansiada ocasión en
que algún funcionario de la justicia intervenga de oficio, en salvaguarda de la
salud de la gente, y exija a Aguas Cordobesas, o Algas Cordobesas si así
prefiere llamarla, un control serio en la calidad del producto que lanza a las
cañerías.
En algunos barrios donde es alto el consumo,
por ejemplo Nueva Córdoba y sus alrededores, el agua es intomable.
¿Sería capaz algún directivo de la empresa
proveedora, de tomar aunque más no fuera un sorbo?
Tendría que hacerlo públicamente y con una
ambulancia cerca, o al menos teniendo a disposición un juego de pañales.
LA MEGACAUSA
La entrevista del domingo pasado con el Dr Fraga dio pie a la pregunta
acerca si es probable que haya apropiación de tierras en forma ilegal en
beneficio de algunos funcionarios.
Y Fraga respondió: Si, es probable.
Los grandes terratenientes argentinos no eran originalmente los dueños
de la tierra, sino los indios, ¿y dónde están los indios?
La posesión desde el origen realmente deja mucho que desear.
En el libro “Aborígenes de Córdoba: Historia del Pueblo de la Toma”, que es el actual
barrio Alto Alberdi, en sus páginas recorre la historia de los Comechingones,
dueños originarios de estas tierras antes de la llegada de los españoles.
La publicación cuenta con fuentes bibliográficas indiscutibles como son
el Archivo Histórico Provincial, Municipal y del Arzobispado de Córdoba, el
Archivo de Catastro, el Archivo general de la Nación y la Biblioteca de la Universidad Nacional
de Córdoba.
En ese trabajo se desarrolla el tema “División del territorio y
maniobras del Estado para favorecer a sus allegados en el negocio inmobiliario”
y describe cómo una "Comisión" nombrada por el Poder Ejecutivo se
encargó de parcelar y rematar las tierras pertenecientes a los pobladores
originarios.
Una ley promulgada en el año 1885, durante el gobierno de Gregorio
Gavier, las expropió y remató arbitrariamente y el proceso, descripto por un
diario de la época como injustificable e inaudito despojo, estuvo lleno de
irregularidades, como pobladores encarcelados, desconocimiento de
la Constitución y un Poder Judicial siempre a favor del
gobierno.
La investigación da cuenta de que 104 lotes de campo de 10 a 300 hectáreas pasaron
a engrosar el patrimonio de los allegados al gobierno, quienes no sólo compraron
los lotes a los propietarios sino también los derechos de herencia de menores
de edad. Los compradores, personas notables de la época, no compraban para
quedarse con el terreno sino para revenderlo, sentando las bases de un
formidable negocio inmobiliario.
Quienes debían defender los derechos de los pobladores, los hombres del
Estado, eran los principales participantes del negocio. En la pag 236
figuran destacados compradores, como Gregorio Gavier, gobernador cuando se
promulgó la ley, que compró propiedades de diferentes pobladores, a veces a
través de testaferros, incluyendo los derechos hereditarios de niños de 9, 7, 6
y 4 años, haciéndose de por lo menos once propiedades.
Otros nombres destacados como Bodereau, Ramón Cárcano, Antonio del Viso
y Galíndez se quedaron también con numerosas propiedades.
Los registros se conservan intactos y cualquiera que desee puede
consultarlos.
El parecido con la causa del Registro es más que notable ya que en los
juicios se ha denunciado la creación de leyes ilegítimas por parte del Poder
Ejecutivo y, mientras una comisión especial se ha encargado de encarcelar y
juzgar sistemáticamente a ciudadanos comunes que no han incrementado sus
patrimonios, cualquier referencia contra algún funcionario o allegado al Poder
ilegítimamente enriquecido, es desoída y desvirtuada.
Claro está que hay "verdades" que el Poder Judicial evita
encontrar.
TREN TRUCHO DE RANDAZZO
No alcanzo a explicarme por qué, teniendo
los trenes comprados a los chinos en detrimento de nuestra industria
ferroviaria nacional, hubo que apelar a formaciones que están circulando en
Chile.
El prolijo trabajo de fotoshop trasladó el
paisaje trasandino a nuestro territorio y el bueno de Randazzo, candidato a la
presidencia, pudo darse el lujo de posar para la posteridad con un tren que ni
siquiera pidieron prestado para la foto.
Ya sé que dirán que es una pavada, una
travesura juvenil nacional y popular, pero la seriedad que pregona nuestro país
no puede permitirse esos deslices que con la ayuda de la globalización recorren
el mundo.
Menos aún cuando el funcionario responsable
del área es nada menos que el candidato a suceder a la señora, con viento a
favor y en bajada, que es lo que espera una parte del pueblo argentino.
Es además una falta de respeto, aunque
algunos sostengan y razón no les falta, que los chilenos aún nos deben su
colaboración con los británicos en mantener el despojo de nuestras Malvinas y
el que ayuda a un ladrón, se transforma en cómplice.
Así y todo, no deja de ser un papelón para
un país como el nuestro, que a decir de Randazzo, anda sobre rieles.
LEJANO Y
MALDITO 24 DE MARZO DEL ‘76
Parece mentira ya pasaron 39 años desde aquella noche que un grupo de
pretendidos iluminados, con la mortal prepotencia de las armas interrumpió la
legitimidad de un gobierno que pese a sus carencias y errores era el resultado
de un alicaído proceso democrático.
Fue el día inaugural de aquellos años de miedo, de terror, de terror a
dos puntas como a dos puntas fueron el secuestro, la tortura y la muerte sin
que esto de ninguna manera sea plantear o sustentar la teoría de los dos
demonios sino la honesta y sincera enunciación de la realidad.
Las enormes ventajas aprovechadas por el terrorismo de estado terminaron
con una o dos generaciones de argentinos, románticos e ilusos patriotas para
unos y guerrilleros o subversivos para otros.
La masacre es la masacre.
Los muertos y asesinados son asesinados y muertos cualquiera haya sido
su forma de pensar.
Fue un precio demasiado elevado para darnos cuenta que la purificación
por la sangre es una irremediable forma de violencia que a nada conduce, salvo
a la desintegración social y la destrucción del país.
Es cierto eso de no perder la memoria porque es lo que teóricamente
impide reiterar los errores del pasado, siempre y cuando sea una memoria total,
sin negaciones, escondrijos ni manipulaciones de la historia.
Hace tiempo se dijo que había llegado la hora de la recuperación
nacional y sin embargo subsisten los viejos odios y aquellas heridas que muchos
se empeñan en no dejar que cicatricen.
Los argentinos que amamos a esta Patria, nuestra Patria, estamos
convencidos que la justicia es necesaria, tan necesaria como inútiles son la
revancha y la venganza.
Nadie pretende el olvido siempre y cuando aquel ejercicio de la memoria
sirva para unirnos y no para ahondar el odio y el desencuentro.
A mí no me la contaron.
Han pasado tantos años que me parece que merecemos ser felices incluso
nosotros, los que hemos vivido el espanto, aquel espanto que ahora muchos
improvisados tocadores de oído pretenden reflejar sin ponerse colorados.
Han sido 39 años en la búsqueda de la verdad, una lucha que se hizo y
aún se hace con el enorme componente político de las ideologías, tan
enfrentadas ahora como en aquellos tiempos.
No digo que sea necesario aquietar las pasiones porque sería pretender
un arco iris en blanco y negro.
Pero si, dentro de lo posible y para alcanzar la paz integral que tanto
necesitamos, es imperioso recuperar el camino del respeto y la grandeza de
pensamientos sin mezquindades ni autoritarismos, pero sobre todo dejando que la
justicia haga lo suyo y la memoria no circule en una sola dirección.
Porque la memoria parcial, bien lo sabemos, es una manera perversa y
despreciable de encubrir mentiras.
Y jamás olvidemos que el terrorismo de Estado no se inició en 1976 sino
que los argentinos lo empezamos a padecer durante los gobiernos de Perón y de
su tercera esposa, en la primera parte de la década del 70.
Es una porción de nuestro drama.
Y es parte de la historia.
NERVIOS EN
LAS REDES SOCIALES
En
estos últimos días y como opinión, coloqué en el muro de mi face la frase
“Antes se hacían planes para tener hijos y ahora se hacen hijos para tener
planes” lo que desató una interesante corriente de debate, algunos con fuerza y
vehemencia pero -dentro de todo- sin vulnerar los límites del respeto.
He sido siempre frontal, de opinión abierta y ajustada a mis
convicciones, con respeto por las posturas ajenas aunque no las compartiera,
porque soy un enamorado de la democracia.
En pocas palabras, no soy autoritario.
En pocas palabras, no soy autoritario.
He bloqueado a una sola persona por
irrespetuosa, prepotente y pendenciera, y me guardo su nombre porque él ya lo
sabe.
Pero a raíz de esta frase con la que
comencé, se generó un debate amplio, fuerte, vehemente porque el tema se
prestaba a que ello ocurriera.
Las descalificaciones de siempre, argumentos
estadísticos parciales que la propia realidad le quitó una seriedad abiertamente
dudosa.
Un tal Pablo Kordoba, supongo que es Córdoba
con “C” pero la cambió por la “K” y así figura en el face en mi lista de
“amigos”, se pasó de la raya y cayó en un insulto, el más bajo y ofensivo.
Extraña que un profesional que dice trabajar
en Vialidad Nacional, tenga ese nivel de agresividad y prepotencia.
Como se que está escuchando, le voy a pedir,
si tiene a su Mamá viva, que la abrace y le confiese que su hijo, fiel a los
principios autoritarios de su ideología, insultó a una mujer Madre como ella,
que ya no está y que no puede defenderse.
Lo
demás, pasa a ser asunto mío y de la ley.
Y al respecto y para enriquecer la cuestión,
recibí la participación de una dama que trabaja en el Hospital Materno Neonatal
dependiente de la provincia, desde hace más de una década.
Todas las embarazadas que concurren a ese
establecimiento pasan por el área de la opinante y si de comprobar estadísticas
se trata, comenta que desde más de tres años a esta parte no solo aumentó el
número de niñas madres, menores de 15 años así consideradas médicamente, sino
que tampoco esperan el tiempo indicado entre un embarazo y otro, que es de dos
años para que la madre se recupere y pueda afrontar una nueva gestación en
buenas condiciones nutricionales.
Y que una vez dadas de alta y frente a la
sugerencia de aplicar algún método para evitar otro embarazo, la mayoría de las
respuestas recibidas es negativa.
Es lo que se vive a diario aquí, refiere
M.P.O. en un hospital público dedicado a la atención de la mujer, de la
gestante y del neonato.
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