30 de junio de 2015

Padre de barriletes y de candidatos ------------

EL OCASO Y LA MUERTE DEL ENGRUDO

Suele ser grato evocar tiempos idos y enlazar esos
recuerdos con la realidad que vivimos.Y aunque no
es romántico, la convocatoria a ese sano regreso al
ayer, tiene la simpleza de mezclar harina con agua.

   Cada agosto llegaba el tiempo del barrilete, cuando años atrás soltábamos al viento esas ilusiones de papel, caña y trapos encargadas de llevar mensajes a utópicos e inexplorados destinos de cielo.
   El cartero era ese juguete casero que manos pródigas en algunos casos y solo entusiastas en otros le daban la forma de un medio mundo, una estrella con bramadores, un cuadrado con flecos o un nervioso papagayo.
   
Y uno de los insumos fundamentales era el imprescindible engrudo porque por entonces esperábamos -y fue en vano- que alguien inventara la plasticola, la gotita, la voligoma u otros pegamentos que ahora nos hacen más placentera y menos complicada la tarea.
   Ese engrudo, mezcla con chirle consistencia de un puñado de harina con agua, era el que a escala casi industrial utilizaban los pegadores de afiches partidarios para cubrir paredes, tapias, muros, columnas, verjas y toda otra superficie que estuviera libre porque a nadie se le ocurría tapar cartelería ajena.
   En aquellos tiempos en que se respetaban ciertos códigos de convivencia -a veces degradados por actitudes agresivas- existía el respeto de los acuerdos no escritos, pero que hacían a la lucha franca de posturas y plataformas por encima del funcionamiento de los actuales promesómetros que abjuraron de aquellas paredes y muros, para apropiarse de la televisión, la radio, las redes sociales y los “call centers”.   
   Es muy cierto que el progreso trae cambios pero por lo general uno ansía que sean para elevar nuestra calidad de vida, ofendida con demasiada frecuencia por la indiferencia del poder, la demagogia que no es privativa de algunos sino costumbre de todos y el sentido común que acompaña a la madurez de la sociedad.
   La salvaje mediatización de las publicidades políticas precomiciales decretó la defunción no tan solo del engrudo sino del debate serio y honesto reemplazado ahora por el poco creíble monólogo, las notas “periodísticas” prolijamente facturadas y otros mecanismos de promoción emparentados con el asistencialismo, costumbre esta última que siempre tuvo vigencia pero jamás tan descarada como en la actualidad.
   Nunca más un mitin o un multitudinario o modesto cierre de campaña.
   Porque si la augusta y venerable confrontación de ideas que son el debate, la discusión, la contienda de proyectos o la polémica civilizada han caído derrotadas por el factor económico de las mayorías que a todo lo compra, es un síntoma de preocupante enfermedad cívica o lo que es peor, de resignación por parte de una sociedad cansada.
   Es una pena cargada de nostalgias: ya casi no hay tantas paredes pegoteadas, usurpadas por el engrudo y los carteles encimados. 
   Como tampoco hay barriletes, ni siquiera en agosto.
Gonio Ferrari

28 de junio de 2015

S.L.B.:LA CAMPAÑA SIGILOSA - LA "TIERRA DE NADIE" ES DEL HAMPA - BOUDOU ADMIRA A XIPOLITAKIS - FRENTE A LA "JUSTICIA" CALLEJERA - LA MEGACAUSA DEL REGISTRO - EN 7 DÍAS MÁS ¡A VOTAR! - GARCIA ELORRIO Y UNA TRAVESURA EN LA BOLETA UNICA - ¡HASTA EL DOMINGO 12!, etc.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los Buenos” del 28-06-15 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

CAMPAÑA SIGILOSA Y SIN TIROTEOS  

   La imposición de límites legislada por el gobierno provincial en cuanto a los gastos de campañas proselitistas ha servido -al menos- para que la gente no llegara al hartazgo de siempre escuchando el repetido eco de los promesómetros partidarios.
   Pero como todo en la vida tiene su excepción, siempre el dueño de la manija del poder comete abusos en nombre de una legalidad que es real y a la vez mentirosa por lo parcial y antojadiza.
   El gobierno no puede inaugurar obras dentro de los 15 días anteriores a los comicios, pero no le está vedado habilitarlas parcialmente con el apoyo mediático de los beneficiarios de la generosa pauta publicitaria oficial, lo que equivale a una descomunal promoción de sus candidatos a la continuidad de una gestión mediocre y plagada de remiendos.
   Y dejando el ámbito estrictamente publicitario, en cuyo terreno cualquiera puede pagar para que se diga que es el mejor, llama la atención aunque no sorprenda, el fracaso de todo aquello que hasta ahora se pretendió disfrazar de debate, como si en las viejas películas de cowboys en blanco y negro no se hubieran trenzado en un duelo Kirk Douglas, Alan Ladd, John Wayne, Gary Cooper o James Stewart.
   Por un lado la soberbia de quien se cree ganador o el miedo a enfrentarse con cuestionamientos, suelen ser elementos disuasivos que condicionan a ciertos candidatos, habitualmente los más encumbrados, para la concreción de esas contiendas cívicas, que en los países serios son por lo general cultamente respetuosas.
   Viajando por la historia no tan lejana, se dio el caso allá por el ‘73 de la fórmula nacional Chamizo-Ondart que en nombre de Alvaro Alsogaray representaba a la vieja UCD que gastó fortunas en su campaña y consiguió solo 234.000 votos en todo el país, más o menos el 1,89% de los sufragios.
   Fue sorprendente cuando se hicieron cálculos serios sumando la enormidad del dinero gastado, dividida por el número de votos, resultando que cada uno de ellos había costado un dineral.
   De última, no era dinero de la gente sino de empresarios, militantes y corporaciones, o sea que malgastarlo no afectaba a la economía del país por más frustraciones particulares que generara.
   En Córdoba es distinto, porque los dineros públicos que se afectan directa e indirectamente a las campañas tanto para el recambio del mismo signo político en la provincia como en el tanteo presidencialista -aparte de las donaciones “anónimas” que es el percudido pretexto- provienen del castigado y comprometido presupuesto, de la tasa vial, de la inhumana retención a los jubilados, del impuesto al fuego y de otras alcancías delasotistas.
   Así, con la ventaja de tamaño despliegue, es atendible que quienes más debieran informar de sus pasos a la sociedad, que son los candidatos del oficialismo, se inclinen por esquivar la confrontación de ideas y el debate clarificador, porque es más prudente el silencio o la ausencia, especialmente si de ruedas de prensa cordobesas se trate.
   Confucio era sabio, al punto de sostener que “el silencio es un amigo que jamás traiciona”.

LA “TIERRA DE NADIE” YA ES DEL HAMPA

   No es nuevo que circular de noche por cualquier tramo de la Avenida de Circunvalación se ha transformado casi desde su inauguración, en algo así como una práctica urbana del turismo de aventura y es una equivocación asignar la responsabilidad que ello ocurra, a la cercanía del trazado con asentamientos marginales.
   Y aunque sea un lugar común, hay que caer inexorablemente a la falta de prevención, sin que sea necesario suponer el absurdo de ubicar policías uniformados cada cien metros o instalar casetas de vigilancia.
   Hay una manera simple y accesible de superar una situación que de por sí es caótica, porque si un elevado porcentaje de automovilistas opta por evitar esa alternativa de circundar la ciudad, ocupa calles de la cercana periferia y del centro, donde el tránsito no es un ejemplo de orden ni de respeto por las disposiciones en materia de circulación vehicular.
   Antes que nada es preciso que quienes tienen jurisdicción sobre la Circunvalación se ocupen de reponer todas las luminarias y aumentar su cantidad si es necesario, porque las tinieblas son las mejores cómplices de los ladrones.
   Y más aún, en coordinación con la policía -si esto es posible- buscar la forma de erradicar el vandalismo al que diariamente apelan los enemigos de la ley y de la sociedad para volver a las penumbras.
   Dejemos de pensar que todo se solucionaría manejando con un revólver en la mano o con un karateca o un experto en “katanas” cada 500 metros.
   El patrullaje constante en ambos sentidos no supera totalmente el problema de inseguridad, pero ahuyenta a quienes ahora tienen planeados todos los estilos de ataques, como ser apedrear desde los puentes mientras los cómplices esperan ocultos que la víctima se detenga.
  Otra maniobra consiste en arrojar clavos “miguelitos” o colocar bloques de mampostería, troncos u otros obstáculos sobre el pavimento, que obliguen a interrumpir la marcha.
   En cuanto a la rotura de parabrisas, los automovilistas y camioneros en su mayoría han incorporado en sus conductas que frente a ello, jamás hay que parar y si es preciso -decenas de veces ha ocurrido-  es preferible correr el riesgo de perder parte de la visibilidad, pero arriesgarse a romper desde adentro la luneta y seguir viaje hasta sitios más seguros.
   Y por estar esa ruta muy próxima a establecimientos industriales, su obligada utilización por motociclistas se ha generalizado incrementando riesgos, hasta llevarnos a un elevado índice de atracos contra quienes se movilizan en esos vehículos.
   Poco interesa si de la prevención y el patrullaje son responsables la Policía de la Provincia o la Caminera, que en definitiva son lo mismo, porque lo más importante de todo es proteger al ciudadano y a sus bienes.
   Y no solo mostrarse a los turistas y cordobeses en el verano, con el talonario recaudador listo a entrar en acción, controlando en los peajes que nadie olvide de encender las luces del auto, colocarse el cinturón de seguridad o manejar tomando mate.
   En el presupuesto provincial, cuando ¡por fin! pasen las elecciones, quedarán demasiados rubros en los que se puede ahorrar, para asignar esos recursos alguna vez en beneficio de la gente que tanto los reclama, recibiendo la única respuesta de la indiferencia, la inacción y las penosas estadísticas delictivas que el propio poder esconde meticulosamente.
   Lo único que no se puede esconder, en la Circunvalación, es una realidad que vemos con penosa frecuencia en la televisión, la escuchamos en la radio y la leemos en los diarios.

BOUDOU ADMIRA A VICKY XIPOLITAKIS
   Parece una tontera, pero el estrépito mediático provocado por la estupidez e irresponsabilidad de dos pilotos de nuestra línea aérea de bandera no le ha venido del todo mal al gobierno nacional.
   Más allá de las sanciones a ese par de cholulos con licencia de comandantes que cometieron un sinnúmero de transgresiones a la seguridad en vuelo (manipulación de comandos por extraños, utilización de telefonía celular, etc.) los arquitectos de la opinión y de la imagen deben estar más que contentos.
   Esto pese a que esos pilotos desde ahora no podrán siquiera operar en aviones de calesita.
   En pleno proceso preelectoral, cuando impunemente se utiliza la cadena nacional de radio y televisión que pagamos todos para promocionar a candidatos oficialistas, viene de perlas que exista un episodio que acapare la atención de la gente y con su mecanismo de pavadas oculte un hecho judicial de enorme gravedad institucional: la comprometida situación jurídica que afecta a nuestro joven y rockero vicepresidente.
   Como si Aimée Boudou ya no existiera, como si hubiera pedido licencia a su altísimo cargo, incluso sus más acérrimos defensores -conspicuos personajes de la “mesa chica” del gobierno central- se han llamado a sugestivo y sospechoso silencio en concordancia con una opinión pública distraída por las imbecilidades que se cometen a bordo de un avión en vuelo con más de 100 pasajeros.
   Sin dudas y evaluando serenamente las cosas, es poco serio sostener que esos pasajeros “vivieron un alto riesgo” porque la presencia en la cabina de dos experimentados pilotos, garantizaba la seguridad de las operaciones como ocurre en los autos destinados a la enseñanza de conducción, dotados de doble comando que puede ser accionado por el instructor.
   Lo importante del caso, es que gran parte del periodismo ha caído en la trampa de la cortina de humo: ¿Cuántos fueron los que se acordaron que la actual situación del vicepresidente es de una trascendente gravedad institucional para el país y para nuestra democracia?
   No hay caso: las gastadas técnicas de la distracción tienen la lozanía de los viejos tiempos.

FRENTE A LA “JUSTICIA” CALLEJERA

   Los recientes casos de linchamientos que se han registrado nos mueven a pensar, antes de nada, que la sociedad con sus razones, justificativos y posiciones, muestra un alto y peligroso nivel de desequilibrio mental muy cercano a la paranoia.
   Es que las razones existen, porque el poder no encuentra la manera de salvarnos de la propia desprotección que ha generado con su falta de políticas preventivas, con la corrupción estructural que se advierte en la fuerza policial y por el avance incontenible del narcotráfico, generador muchas veces de valentías esporádicas.
   El delincuente sale a robar, a matar, a secuestrar o a dañar porque sabe que un irresuelto y perverso sistema abandónico por parte del Estado, le asegura la impunidad.
   En estas cuestiones las improvisaciones y los remiendos nos han llevado -o nos han traído- a una penosa realidad en la que vemos con espanto que la delincuencia progresa más que la ley y sus defensores.
   No es solo ponerse de un lado o del otro cuando se habla del endurecimiento de las condenas, de la pena de muerte o de algunas otras alternativas que aseguren un mayor respeto por las normas vigentes para intentar al menos una convivencia aunque más no fuera precaria.
   Cambiar un delito por otro parece que no es la solución más adecuada ni más civilizada, pero de algo quienes aplican la barbarie están seguros: ese delincuente no reincidirá jamás.
   Aunque muchas veces los apresuramientos y el miedo conducen a situaciones donde no caben arrepentimientos, y de eso tampoco se regresa.
   Pero también hay que entender a la gente pese a que no se la justifique: cuando los mecanismos legales no funcionan, no alcanzan o están mal aplicados, el instinto de conservación de la sociedad prevalece sobre el raciocinio, derrotado por una sinrazón de la que el ciudadano no es responsable.

MÁS DE LA MEGACAUSA
   Esta semana se realizaron las elecciones para la renovación de autoridades del Colegio de Abogados de Córdoba, siendo un común denominador en las propuestas de los candidatos, trabajar para revertir la mora judicial, es decir, el excesivo retardo en las resoluciones judiciales.
Y en esto de la mora... a la causa del Registro de la Propiedad le quedan varios interrogantes sin resolver.
   En el año 2008 el Sr.  Cerdá, uno de los imputados, tras declararse culpable de las falsificaciones, explicó que la comisión de delitos se facilitó gracias al traslado del Centro de Cómputos del Registro a la Gobernación durante el año 1999 y a sus contactos con numerosos funcionarios a los que identificó.
   Especialistas en el tema han explicado que para poder falsificar se necesita acceder previamente a datos de los inmuebles, información que, en general, se maneja desde el poder.
   Numerosos testigos han declarado que en el año 2005 la provincia  contrató a una empresa privada para realizar el relevamiento de este tipo de datos.
   Un informe del diario Día a Día sindicó a la empresa Kolektor a cargo de esta tarea,  manteniendo contrato con la provincia desde el 2005 y hasta el 2017 e incluso hay quienes han denunciado que la empresa tiene más empleados que Rentas y Catastro sumados.
   No es tarea nuestra establecer las responsabilidades de cada uno en el tema ya que para eso está la Justicia.
   Por eso sería bueno que, después de una década de investigación, la comisión especial que aún sigue a cargo de la causa, se quitara la mordaza sobre el tema.
   Nuestra sociedad y el respeto por la Justicia, necesitan una pronta definición sin presiones ni manejos partidarios.

EN 7 DÍAS MÁS, ¡A VOTAR! 

   Dentro de exactamente una semana, estaremos a pocas horas de saber si el peronismo continúa en el poder como hace más de una década y media o si se produce un cambio en la conducción provincial a favor de otra fuerza política.
   Como cada cuatro años viene sucediendo, muchas son las expectativas que se echan a volar porque nada mejor que elegir, siempre que sea para procurar una mejor calidad de vida de los cordobeses.
   Y como en cualquier elección, nada supera el valor crítico que asumen la propia conciencia y la honestidad interior, para evaluar sin olvidos si realmente se cumplieron las promesas echadas a rodar en la anterior campaña proselitista.
   Si es cierto que hemos ganado en esa calidad de vida que merecemos: si nos sentimos seguros y protegidos y no tan solo beneficiados con subsidios y otras expresiones del asistencialismo; si nuestros viejos son tratados con el respeto que conquistaron durante tantos años.
   Evaluemos a la educación y sus recintos; la salud y sus prestaciones; la Justicia y su desempeño y a la hora de emitir el sufragio, más que en los partidos pensemos en los hombres que enarbolan sus banderas, si son dignos de merecer nuestra confianza y nuestro apoyo.
   El domingo próximo será trascendente en el devenir de los cordobeses.
   Por eso, tengamos en cuenta que muchas veces, la demagogia suele ponerse el disfraz de la esperanza.


El reportaje al Dr. Aurelio García Elorrio, candidato a legislador por un partido vecinal, referidas a una seria anomalía en la Boleta Única para las elecciones del domingo próximo, está incluido en el archivo de audio de este blog, ubicado en la columna derecha. Asimismo, están allí también las declaraciones de García Elorrio vinculadas con el inusitado crecimiento del narcotráfico en nuestro país y especialmente en nuestra Provincia de Córdoba.

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¡HASTA EL DOMINGO 12!

   El próximo domingo desde hora temprana, los servicios periodísticos de los SRT habrán de encarar una vez más la cobertura de un acto electoral, con todo el vigor de su tecnología y del material humano de este multimedio.
   Por esa razón no saldrá al aire la edición habitual de Síganme los buenos, dando lugar al despliegue informativo previsto para ese día.
   Sin embargo no estaremos del todo ausentes, porque merced a internet, no se interrumpirá el contacto con nuestros oyentes.
   En la página www.gonioferrari.com desde las 16,30, estarán los comentarios de actualidad de la semana y la posibilidad interactiva de hacernos llegar sus mensajes, consultas y críticas, buscando el sitio chat que encontrarán en el costado superior derecho del blog.
   Simplemente se trata de escribir y luego aguardar la contestación inmediata.
   Es la mejor manera de continuar integrados a nuestra creciente audiencia en un día tan especial.
   Pueden también dejar por anticipado sus mensajes a partir del mediodía del domingo, en el mismo sitio.

   Los esperamos con todas las ansias y el corazón siempre abierto.

26 de junio de 2015

Cholula cortina de humo

BOUDOU ADMIRA A
VICKY XIPOLITAKIS

   Parece una tontera, pero el estrépito mediático provocado por la estupidez e irresponsabilidad de dos pilotos de nuestra línea aérea de bandera no le ha venido del todo mal al gobierno nacional.
   Más allá de las sanciones anunciadas a ese par de cholulos con licencia de comandantes que cometieron un sinnúmero de transgresiones a la seguridad en vuelo (manipulación de comandos por extraños, utilización de telefonía celular en vuelo, etc.) los arquitectos de la opinión y de la imagen deben estar más que contentos.
   En pleno proceso preelectoral, cuando impunemente se utiliza la cadena nacional de radio y televisión que pagamos todos para promocionar candidatos oficialistas, viene de perlas que exista un episodio que acapare la atención de la gente y con su mecanismo de pavadas oculte un hecho judicial de enorme gravedad institucional: la comprometida situación jurídica que afecta a nuestro joven y rockero vicepresidente.
   Como si Aimée Boudou ya no existiera, como si hubiera pedido licencia a su altísimo cargo, incluso sus más acérrimos defensores -conspicuos personajes de la “mesa chica” del gobierno central- se han llamado a sugestivo y sospechoso silencio en concordancia con una opinión pública distraída por las imbecilidades que se cometen a bordo de un avión en vuelo con más de 100 pasajeros.
   Sin dudas y evaluando seriamente las cosas, es poco serio sostener que esos pasajeros “vivieron un alto riesgo” porque la presencia en la cabina de dos experimentados pilotos, garantizaba la seguridad de las operaciones como ocurre en los autos destinados a la enseñanza de conducción, dotados de doble comando que puede ser accionado por el instructor.
   Lo importante del caso, es que gran parte del periodismo ha caído en la trampa de la cortina de humo: ¿Cuántos fueron los que se acordaron que la actual situación del vicepresidente es de una trascendente gravedad institucional para el país y para nuestra democracia?
   No hay caso: las gastadas técnicas de la distracción tienen la lozanía de los viejos tiempos.
Gonio Ferrari

25 de junio de 2015

Campaña deslucida -----

UNA DE “COWBOYS”
PERO SIN TIROTEOS
   La imposición de límites legislada por el gobierno provincial en cuanto a los gastos de campañas proselitistas ha servido -al menos- para que la gente no llegara al hartazgo de siempre escuchando el repetido eco de los promesómetros partidarios.
   Pero como todo en la vida tiene su excepción, siempre el dueño de la manija del poder comete abusos en nombre de una legalidad que es real y a la vez mentirosa por lo parcial y antojadiza. El gobierno no puede inaugurar obras dentro de los 15 días anteriores a los comicios, pero no le está vedado habilitarlas parcialmente con el apoyo mediático de los beneficiarios de la generosa pauta publicitaria oficial, lo que equivale a una descomunal promoción de sus candidatos a la continuidad de una gestión mediocre y plagada de remiendos.
   Y dejando el ámbito estrictamente publicitario, en cuyo terreno cualquiera puede pagar para que se diga que es el mejor, llama la atención aunque no sorprenda, el fracaso de todo aquello que hasta ahora se pretendió disfrazar de debate, como si en las viejas películas de cowboys en blanco y negro no se hubieran trenzado en un duelo Kirk Douglas, Alan Ladd, John Wayne, Gary Cooper o James Stewart.
   Por un lado la soberbia de quien se cree ganador o el miedo a enfrentarse con cuestionamientos, suelen ser elementos disuasivos que condicionan a ciertos candidatos para la concreción de esas contiendas cívicas, que en los países serios son por lo general cultamente respetuosas.
   Viajando por la historia no tan lejana, se dio el caso allá por el ‘73 de la fórmula nacional Chamizo-Ondart que en nombre de Alvaro Alsogaray representaba a la vieja UCD que gastó fortunas en su campaña y consiguió solo 234.000 votos en todo el país, más o menos el 1,89% de los sufragios.
   Fue sorprendente cuando se hicieron cálculos serios sumando la enormidad del dinero gastado, dividida por el número de votos, resultando que cada uno de ellos había costado un dineral.
   De última, no era dinero de la gente sino de empresarios, militantes y corporaciones, o sea que malgastarlo no afectaba a la economía del país por más frustraciones particulares que generara.
   En Córdoba es distinto, porque los dineros públicos que se afectan directa e indirectamente a las campañas tanto para el recambio del mismo signo político en la provincia como en el tanteo presidencialista, provienen -aparte de las donaciones “anónimas” que es el percudido pretexto- del castigado y comprometido presupuesto, de la tasa vial, de la inhumana retención a los jubilados, del impuesto al fuego y de otras alcancías delasotistas.
   Así, con la ventaja de tamaño despliegue, es atendible que los candidatos del oficialismo se inclinen por esquivar la confrontación de ideas y el debate clarificador, porque es más prudente el silencio o la ausencia, especialmente si de ruedas de prensa cordobesas se trate.
   Confucio era sabio, al punto de sostener que “el silencio es un amigo que jamás traiciona”.
Gonio Ferrari

23 de junio de 2015

Circunvalación e inseguridad -------------

NI SIQUIERA ES “TIERRA DE NADIE”
PORQUE YA ES DE LOS LADRONES
Especialmente de noche el ágil y penumbroso trazado
es el reino  del  delito “al paso”, porque a la impunidad 
de las sombras se suma la inexistencia  de  patrullajes  
u otras acciones preventivas. Incluso con luz diurna es
una peligrosa alternativa para quienes acortan camino.

   No es nuevo que circular de noche por cualquier tramo de la Avenida de Circunvalación se ha transformado casi desde su inauguración, en algo así como una práctica urbana del turismo de aventura y es una equivocación asignar la responsabilidad que ello ocurra, a la cercanía del trazado con asentamientos marginales.
   Y aunque sea un lugar común, hay que caer inexorablemente a la falta de prevención, sin que sea necesario suponer el absurdo de ubicar policías uniformados cada cien metros o instalar casetas de vigilancia.
   Hay una manera simple y accesible de superar una situación que de por sí es caótica, porque si un elevado porcentaje de automovilistas opta por evitar esa alternativa de circundar la ciudad, ocupa calles de la cercana periferia y del centro, donde el tránsito no es un ejemplo de orden ni de respeto por las disposiciones en materia de circulación vehicular.
   Antes que nada es preciso que quienes tienen jurisdicción sobre la Circunvalación se ocupen de reponer todas las luminarias y aumentar su cantidad si es necesario, porque las tinieblas son las mejores cómplices de los ladrones. Y más aún, en coordinación con la policía -si esto es posible- buscar la forma de erradicar el vandalismo al que diariamente apelan los enemigos de la ley y de la sociedad para volver a las penumbras.
   Dejemos de pensar que todo se solucionaría manejando con un revólver en la mano o con un karateca o un experto en “katanas” cada 500 metros.
   El patrullaje constante en ambos sentidos no supera totalmente el problema de inseguridad, pero ahuyenta a quienes ahora tienen planeados todos los estilos de ataques, como ser apedrear desde los puentes mientras los cómplices esperan ocultos que la víctima se detenga. Otra maniobra consiste en arrojar clavos “miguelitos” o colocar bloques de mampostería sobre el pavimento, troncos u otros obstáculos que obliguen a interrumpir la marcha.
   En cuanto a la rotura de parabrisas, los automovilistas y camioneros en su mayoría han incorporado en sus conductas que frente a ello, jamás hay que parar y si es preciso -decenas de veces ha ocurrido- que es preferible correr el riesgo de perder parte de la visibilidad, pero arriesgarse a romper desde adentro la luneta y seguir viaje hasta sitios más seguros.
   Y por estar esa ruta muy próxima a establecimientos industriales, su obligada utilización por motociclistas se ha generalizado incrementando riesgos, hasta llevarnos a un elevado índice de atracos contra quienes se movilizan en esos vehículos.
   Poco interesa si de la prevención y el patrullaje son responsables la Policía de la Provincia o la Caminera, que en definitiva son lo mismo, porque lo más importante de todo es proteger al ciudadano y a sus bienes. Y no mostrarse a los turistas y cordobeses solo en el verano, con el talonario recaudador listo a entrar en acción, controlando en los peajes que nadie olvide de encender las luces del auto, colocarse el cinturón de seguridad o manejar tomando mate.
   En el presupuesto provincial, cuando ¡por fin! pasen las elecciones, quedarán demasiados rubros en los que se puede ahorrar, para asignar esos recursos alguna vez en beneficio de la gente que tanto los reclama, recibiendo la única respuesta de la indiferencia, la inacción y las penosas estadísticas delictivas que el propio poder esconde meticulosamente.
   Lo único que no se puede esconder, en la Circunvalación, es una realidad que vemos con penosa frecuencia en la televisión, la escuchamos en la radio y la leemos en los diarios.
Gonio Ferrari

22 de junio de 2015

Concejo Deli (be) rante------------------------

ANTE LA ACEPTACION MASIVA DEL
YOGA, HABRIA TEJIDO Y BORDADO
En el Concejo Deliberante, como no hay otra cosa
que hacer, iniciaron un ciclo de yoga que persigue
el propósito de desestresar a los empleados. Y los
ediles, según reaccione la gente, se plegarán o no.

   Técnicamente y Google mediante, Yoga es “Doctrina filosófica hindú de los adeptos al brahmanismo que se basa en las prácticas ascéticas, el éxtasis, la contemplación y la inmovilidad absoluta, para llegar al estado de perfección espiritual y al estado beatífico”. 
   También sentencia que “Si pensabas que el yoga es todo acerca de flexión y torsión del cuerpo en formas extrañas, es el momento de repensar. Yoga es mucho más. En palabras muy simples, darle atención al cuerpo, la mente y la respiración, eso es yoga. Esto significa que esta práctica milenaria incluye: posturas de yoga (asanas), técnicas de respiración (pranayama) y meditación. 
   A través de ellos el cuerpo, la mente y la respiración experimentan la unión en armonía, y ese momento es yoga. El Yoga trae la mente al momento presente, mejorando su claridad y su estado de alerta. Así, la mente se pacifica y puede lidiar con el estrés diario”.
   Una hora, una vez por semana, los empleados de la fábrica de ordenanzas para la ciudad podrán tener la disipación de esa exquisita práctica oriental porque seguramente el estrés los domina, los abruma y les agota la capacidad de trabajo y las defensas contra males tan perversos como la intoxicación de mates o el sobrepeso por exagerada y sostenida ingesta de criollitos, por lo general con abundantes componentes grasos o el temido hojaldre.
   El problema radica en la mala fama de muchos empleados -no todos- para quienes el puesto solo sirve a los efectos cobratorios mientras el cumplimiento de sus “obligaciones” se reduce a paseos por los shoppings, incursiones por los gimnasios, contemplaciones urbanas, discusiones políticas, análisis deportivos y asambleas para demandar mejores condiciones laborales.
   El Sr. Viceintendente en declaraciones radiales puso algo de oscuridad en el claro panorama. Dijo entre otras cosas que “no es malgastar la plata sino una inversión”, que la cuestión es voluntaria “y reduce el ausentismo” (¡!) y que “debe hacerse en horario laboral, bien temprano” y “no en horario de trabajo ni de sesiones”. Menos mal …
   Los cordobeses, de verdad, esperamos y merecemos otra cosa de la conducción comunal, más allá de las ideas alocadas y más emparentadas con el delirio y la mofa en la comunidad como lo es aportar situaciones que mueven más que a la censura, a calificar como frenéticos desvaríos a ciertas iniciativas que superan lo absurdo y risible para transformarse en patéticas.
   No se descalifica a la milenaria práctica del yoga ni a los profesionales que se estima están a cargo de cobrar por brindar su servicio.
   La única concentración que deben estimular en los empleados del cuerpo legislativo municipal, es la contracción al trabajo y el innegociable compromiso con los vecinos.
   Para eso están sus jefes, los ediles, que cobran suculentos sueldos, como para malgastar su tiempo en iniciativas inconducentes por lo ridículas.
   Mejor sería, si nos ponemos a ver las cosas con espíritu positivo, que se implementaran prácticas de bordado y tejido al crochet o con dos agujas, para masculinos y femeninas, incluyendo a los concejales que se quisieran plegar.
Gonio Ferrari

21 de junio de 2015

S.L.B. - EL DIA DEL PADRE - LOS DEBATES Y EL PÁNICO ESCÉNICO - DÍA DE LA BANDERA - NUESTRO HIMNO Y LA SELECCION DE FÚTBOL - MAS DETENCIONES EN LA MEGACAUSA - CUATRO PREGUNTAS AL INVENTOR DEL CORDOBESISMO - LOS VICEPRESIDENCIABLES - LLEGÓ EL INVIERNO - MAQUILLAJE DE APURO PARA LA CIUDAD, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 21/06/2015, emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

EL DIA DEL PADRE 

   No hagamos de la paternidad una simple cuestión de números, pero si encaramos para ese lado, veamos un caso emblemático, aunque no sé si es imitable.
   Un fornido ruso, granjero de ocupación, Igor Vassilet, le produjo a su esposa -además era la única mujer que habitaba por esas lejanías allá por 1816- nada menos que 27 embarazos:16 fueron de mellizos, 7 de trillizos y 4 de cuatrillizos, para llegar a una descendencia de 69 hijos.
   ¡Lo que cobraría en planes si hubiera sido argentino!
   La señora rusa estuvo embarazada 20 años y 3 meses de su vida y el resignado Igor se pasó nada menos que 1.080 días en cuarentena, que  contándolos seguidos equivaldrían a tres años ¡tres años! de obligada abstinencia sexual y de respetuosa y poco creíble castidad.
   Cristóbal, respetado vecino de Alta Córdoba, en 25 años de matrimonio con la misma mujer, tuvo un solo hijo.
   Sin embargo, es tan padre como lo fue Igor.  
   Opto por hablar como hijo y que sean mis hijos los que hablen de mí.
   Mi Viejo el Coco era un luchador, laburadicto, guarda de tranvía, boletero en el hipódromo, empleado contable en Casa Vives y se murió a los 42 años, siendo administrador del actual Hospital Córdoba.
   Era sobre todo una buena persona, peronista de los de antes, de Perón; respetuoso, decente y de muy buen humor.
   La verdad, no pude gozarlo tantos años como hubiera querido.
   Prefiero extrañarlo y atesorar en el recuerdo al tipo vital, risueño, enérgico, ejemplar en el trabajo, buscando siempre alguna ocupación extra como si el día tuviera 30 horas y olvidarme lo deplorable que es ver a un ser amado transformado en motivo de nostalgia. 
   No es malo extrañar o llorar al que se fue, aunque es mejor recordarlo vivo, y como ejemplo.
   Y si ahora lo tiene cerca, abrácelo, béselo, apriételo, despéinelo si todavía no es pelado y dígale solamente esa breve, deslumbrante y seductora palabrita: Papá …
   Y aunque no le regale nada, no se imagina lo mágico, mágico de verdad, que es escucharla.
   Es cierto.
   Cualquier día puede ser el Día del Padre.
   Pero le cambio el almanaque entero por ese instante único y sorprendente, cuando tu hijo, tu hija, por primera vez te dice papá.

LOS DEBATES Y EL PÁNICO ESCÉNICO

   Si los políticos han hecho del discurso una parte trascendente de sus vidas, es porque desde jovencitos comprendieron la importancia del contacto con la gente, la divulgación de sus inquietudes, la medida de sus anhelos, la oferta de su capacidad creativa en beneficio de la sociedad.
   Es por eso que extrañan las actitudes de aquellos, políticos ya viejos por edad y “fatiga de material”, que le rehúyen el traste a la jeringa de un electorado ávido por gozar el intercambio de ideas, la civilizada confrontación de plataformas y sus posturas frente a las distintas problemáticas sociales y económicas que no son otra cosa que el escaneo de las expectativas populares.
   ¿Schiaretti tiene miedo a responder entre otras cosas por el faro inútil, la veneciana estación terminal de ómnibus, o el camino de El Cuadrado?.
   ¿No quiere hablar del escandaloso crecimiento del narcotráfico o prefiere acaso eludir su responsabilidad en el inmanejable endeudamiento de la provincia?.
   ¿Aguad, aunque diga que no va porque tampoco lo hace Schiaretti, tiene miedo que le pasen facturas por lo de Corrientes o le cuestionen su vocación por apegarse al “elenco estable” de la más que centenaria UCR, escenario donde solo fue un mediocre funcionario?
   Dicen que quienes se sienten ganadores reniegan del debate y no me quieran vender que es por no torcer las encuestas, cuando se trata de terror escénico que pretende ser superado con el onanismo del monólogo, pagando millonadas de pesos para que los medios los muestren sonrientes, buenitos y capaces.
   La verdad al entender de la mayoría es una sola: la política no es para flojos de vientre.

EL DIA DE LA BANDERA
                              
   Cuando de símbolos se habla, los argentinos no somos lo que se dice un ejemplo, porque enarbolamos la bandera si la recibimos de regalo, no cantamos el himno sino que hacemos playback y ponernos una escarapela es para muchos insensibles como si les violaran el corazón.
   Muchos argentinos harían un papelón si les pidiéramos, simplemente, que hicieran tan solo una somera descripción de nuestro Escudo Nacional.
   Esto no es un ataque de nacionalismo, sino la enunciación de una realidad, que por lo general tratamos de pasar por alto cuando somos mayores, porque cuando hacemos memoria advertimos cuán pocos se ocuparon de que sintiéramos en el alma los colores celeste y blanco.
   Los intentos de la escuela no siempre se ajustan a una normativa, o no alcanzan.
   Es en el hogar donde se deben fortalecer los lazos entre la persona y la Patria en la enseñanza diaria, en lo cotidiano, en lo simple, para no llegar a lo que ahora vemos, que se considera más a la bandera de un partido político o de un equipo de fútbol, que a la enseña nacional.
   Nuestra bandera merece respeto y reverencia.
   Y la mejor manera de respetarla es ser fieles a los principios,  preceptos, derechos y también obligaciones que encierra en sus pliegues ese sagrado trozo de tela.
   Cambiar los días en que se escribió nuestra historia es un insulto a la memoria, como suele suceder, según caigan las fiestas cívicas, con nuestro castigado almanaque.
    La Patria es posiblemente como la familia: solo sentimos su valor cuando la perdemos.
    Tampoco se equivoca el pensador Jaime Barylko al sostener que “El abanderado tiene sentido si se integra a todos los elementos simbólicos. Hoy, las fiestas patrias son para lavar el auto”.
   Si a veces, duele ver esa indiferencia, que es la hermana menor de esa otra tortura a la que muchos le llaman olvido.

LA SELECCIÓN DE FÚTBOL Y EL HIMNO

   Cualquier innovación en cuanto al ritmo de nuestro Himno Nacional más allá de la original debe ser asumida con respeto guste o no, porque la realidad mostró en su momento que los
jóvenes volvieron a entonarlo a través de la audaz y creativa versión del genial Charly García.
   Luego aparecieron otras interpretaciones abordadas desde lo melódico o lo folklórico y hasta en tiempo de rock o de balada y los que viajan con frecuencia por el mundo, coinciden que es tan conmovedor recordar el sabor del dulce de leche o estar en cualquier lejanía y escuchar un tango, alguna conocida aunque olvidada zamba, o nuestro Himno Nacional.
   Es para imaginar que para los futbolistas ocurre lo mismo, aunque la realidad se ocupe de mostrarnos que no es así; que en nombre de la concentración pre competitiva no deben distraerse y cantar es distractivo; que la presión de las tribunas es abrumadora y otras pretendidas como inconsistentes justificaciones.
   No se trata de patrioterismo barato esto de apelar a uno de los símbolos de nuestra nacionalidad, como también lo son la Bandera, la escarapela en sus mil formas o el escudo para censurar una actitud negativa, sino plantear una cuestión de respeto a lo que representa como tal cada una de esas alegorías que en definitiva son una sola: nuestra condición de argentinos. 
   Mover la boca, murmurar, mascar chicle o callar en lugar de cantar no es un delito de lesa humanidad, pero sí es una cabal muestra que el deportista está más concentrado en la indiferencia, en su bolsillo o en cualquier otro pensamiento, menos el de saber que está defendiendo colores que hacen a su nacionalidad.
   Aún está en penumbras la autoría de esa lamentable versión del Himno murmurado, que equivale a la negación de su letra.
   Los futbolistas de nuestra selección mayor que en gran porcentaje juegan en el exterior, han perdido el sentido místico de cantarlo antes de cualquier competencia internacional, como si para ellos no representara un estímulo estar compitiendo en nombre de un país que les dio la nacionalidad.
   Es una prueba que la fama y el dinero son mejores alicientes, incluso en lo deportivo, para sentir la plenitud sin necesidad de añoranzas alimentadas por las ausencias y las distancias.
   Esos futbolistas, los que mascan chicle, miran a cualquier parte o practican fonomímica solo moviendo los labios, debieran imitar la actitud sin falsas poses de Los Pumas que cantan su sentimiento a viva voz desde el oíd mortales, como un grito de ánimo, homenaje y respeto antes de la batalla.
   Eso, simplemente, se llama sentirse argentinos.

ALGO MÁS DE LA MEGACAUSA

   Aunque poco se ha difundido, en la causa del Registro se han producido esta semana nuevas detenciones, con lo cual podríamos afirmar que el Poder Judicial no pierde la maña, dicho en el sentido del vicio, de invertir el obligado orden de juicio-condena-prisión.
   Ya se ha hecho referencia a una publicación en la página oficial de la provincia, del año 2014, en la que el gobierno explica la megacausa y el accionar judicial, refiriendo que luego del allanamiento producido en el año 2006 y las posteriores reformas, no se habrían detectado nuevos ilícitos.
   También se hizo alusión a una nota publicada en La Voz del Interior en la que se explicaba la conformación de un equipo para investigar estas causas al que inclusive se le asignó un edificio fuera de Tribunales y un presupuesto particular para que pudiera dedicarse en exclusivo a la tarea.
   Si el sentido común no falla, pensar que si durante 10 años un equipo especial, en un edificio especial y con presupuesto especial, no puede concluir una investigación de hechos que según ellos mismos ya pasaron y, fundamentalmente, no puede cumplir con el procedimiento que marca la ley para hacerlo, algo muy especial también está sucediendo en la causa.
   Amordazada con la prisión preventiva, acorralada por una comisión especial, desequilibrada por el poder y perturbada por la arbitrariedad, la Justicia, en la causa del Registro, es sólo una prisionera más.

CUATRO PREGUNTAS AL CORDOBESISMO 

   Doce años de gestión del mismo signo político nos han llevado a tener más escuelas, algunas en precario estado sostenidas por contenedores, boleto educativo gratuito solventado por los usuarios a través de la tarifa y algún subsidio estatal, barrios populares que todavía dudamos si reemplazaron a los crecientes asentamientos precarios, becas para iniciación laboral que en muchos casos precarizan y excluyen, rutas flamantes como el camino de El Cuadrado que está costando más que el Taj Mahal y no se puede transitar y ¡seguro está listo antes del 5 de julio!; jubilados bien pagos pero abusados “legalmente” en sus derechos, un faro que aún no se sabe para qué sirve, una lacustre terminal de ómnibus que prácticamente se construyó y se pagó dos veces, la deuda provincial desconocida por la sociedad y engrosada hora tras hora por sus gobernantes, una policía superpoblada de efectivos muchos de ellos improvisados y sin adecuada instrucción, equipados con costosa tecnología, varios sospechados de connivencia con el hampa, algunos entre rejas y un oculto estado deliberativo permanente en la fuerza, lo que no significa que los buenos, responsables y sacrificados policías no existan.
    Iban a llegar con sus patrullas, autos, motos (¿desaparecieron los “sidecar”?) en tres minutos a cualquier punto de la ciudad y días atrás demoraron 20 minutos en acudir al barrio Quebrada Las Rosas, a 20 cuadras de la Jefatura, donde los ladrones operan a escasos 50 metros de Avda. Colón y Santa Fe. 
   Tenemos al fin una policía que no responde a ninguna política integral de seguridad porque
no existe, es ciclotímica en su accionar, hábil para los remiendos, volátil en los patrullajes pero siempre lista para los golpes de efecto haciéndose notar en controles tan previsibles como inútiles, coches con letreros luminosos que alertan a los delincuentes pero se hacen ver por la gente, chalecos refulgentes y promesas de efectividad que ni por lejos de cumplen. 
   Cuando están los vehículos no hay combustibles y cuando está todo eso, no tienen gente disponible. La mayoría de los policías debe apelar a los servicios adicionales que cumplen y cobran, cubriéndolos en deplorable estado físico y embrutecidos por la necesidad porque vienen sin dormir de sus horarios corrientes y pasan a los otros, y viceversa. 
   En suma, no sirven en ninguno de los dos porque están siempre casi dormidos. Hay demasiados policías en los bancos pero escasean en las calles y en los barrios merodean tres o cuatro “Juanes” después de algún hecho resonante hasta que se acalla el impacto mediático superado por nuevos hechos. 
   Los que saben sostienen que la droga es el padre, la madre, los tíos y los padrinos de todos los males debido a la impunidad de los narcotraficantes y su parentesco con la corrupción. 
   Y con todo este desolador panorama, se me ocurre -por ahora- formular cuatro preguntas que la gente no puede hacer, a través de este medio, porque el inventor del cordobesismo es inaccesible para los periodistas que no comulgan con su pensamiento ni su acción.
   La generosa pauta publicitaria oficial -de la que no somos ni me interesa ser beneficiario- obra el milagro de pintar un paraíso en las ruinas.
   Alguno de sus leales funcionarios se las puede hacer llegar.

   Uno: ¿Por qué se esconden los hechos delictivos que se denuncian y desde hace tiempo no se dan a conocer estadísticas honestas sobre el crecimiento de la delincuencia, y cuando detienen a una mechera citan a los medios?
    Dos: ¿Por qué se aceleran los anuncios y las promesas de toda índole siempre invariablemente poco tiempo antes de las elecciones, como ahora y siempre?
   Tres: ¿Por qué en Buenos Aires se vende un estado de bienestar y seguridad inexistentes y no se asumen las enormes culpas por omisión y apabullan a los cordobeses con promesas de obras y acciones que no hicieron en más de una década, o es que los viajes y las campañas lo alejaban de su despacho?
   Cuatro: ¿Por qué se desconocen detalles que el gobierno no ignora, maneja y esconde, acerca del salvaje crecimiento de las cocinas, distribución mayorista, venta al menudeo y consumo cada vez más precoz de todo tipo de drogas y otras sustancias prohibidas y no se investiga -utilizando el “helicóptero remisse” del Sr. Gobernador- para detectar y neutralizar pistas clandestinas por donde llegan los aviones con drogas y contrabando al territorio provincial?
   No es cuestión de abusar con las preguntas que encierran tantas dudas, pero emulando la misma táctica de los bien rentados “gurúes” que instrumentan la campaña, no serán los únicos interrogantes pendientes, porque hasta el 5 de julio falta demasiado tiempo.
   Tiempo que algunos lo utilizamos para preguntar y otros para mentir.
   O para callar …

LOS VICEPRESIDENCIABLES 

   Ya están todos en las gateras, mientras la gran mayoría de los argentinos intenta -intentamos- reponerse y reponernos de las últimas sorpresas que se dieron en la nominación de los vicepresidenciables, tales los casos del procordobés Zannini, la Sra. Micheti y otra sorpresa más que luego se las comento.
   Pero esta vez, esa vieja idea que el vice es solo un adorno y por lo general sirve para asistir a los actos de segunda trascendencia, parece que irá a parar al baul de los recuerdos.
   Los que sospechan que pueda reeditarse aquella legal jugadita de Cámpora al gobierno y Perón al poder no están del todo equivocados, porque el Frente para la Victoria garantiza la continuidad de su modelo, por si algo ocurriera, con un hombre del más puro riñón kirchnerista.
  
Y lo de Macri, más allá de los atributos intelectuales y políticos que adornan a quien lo acompaña, agrega al valor de su persona como candidato la presencia femenina, con el evidente propósito de captar la simpatía electoral de las mujeres.
   Así de simple, porque es mejor dejar el tema para los especialistas en política.
   Y la tercera sorpresa de la que hablaba, es la ausencia –por ahora- de la actual señora Presidenta de las listas de candidatos.
   Las habladurías han quedado disipadas y todo indica que el buen tino ha ganado la batalla, sobre todo porque ese muchacho, el inventor de la Cámpora, ha obtenido el premio consuelo de ser candidato en su provincia.
   Es bueno, para todos, empezar así, desde abajo.

LLEGÓ EL INVIERNO 

  Tantas quejas por las temperaturas de hasta 30 grados al final del otoño, tantas protestas y angustias de los comerciantes por la caída de ventas de artículos invernales como abrigos, bufandas, guantes y otras prendas, hasta llegar a este comienzo de la estación más fría del año y protestando también por el brusco cambio de aquel calor a este tornillo.
   Así son las cosas, cuando todo se reduce -todo- y hay partes del cuerpo que es como si se escondieran para guarecerse de la inclemencia y suele ser complicado encontrarlas.
   Y no hablo de las orejas, que al menos con los años han superado aquella vieja molestia de los sabañones que se curaban aplicándose compresas de aguaribay o apelando al peligroso método del calor instantáneo que provocaba el alcohol puro frotado con las manos, un fosforito y el inmediato revolcón en una frazada.
   El señor invierno ha llegado, y le demos la bienvenida con la mejor onda, solo por saber que con la incomodidad de obligarnos a caminar llenos de ropa, tapados hasta los ojos, aceptando saludos de desconocidos tan tapados como nosotros, más el uso de medias de lana y botas con corderito, no deja de ser el maravilloso anuncio que la primavera y el verano están cada vez más cerca, o menos lejanos.
   Si lo tomamos de esa manera, con la expectativa del calor, seguramente no caeremos en la tontera de odiar a este invierno que si bien parece no será tan prolongado, amaga con ser riguroso.
   Después de todo, es lo que hay.

APRESURADO MAQUILLAJE URBANO

   Era previsible -siempre lo fue- que las autoridades municipales afinaran la puntería y decidieran algunas medidas de efecto, como los boxeadores en el último round, que les permita mejorar su alicaída imagen ante los vecinos.
   Y no está mal, porque de última se están haciendo cosas positivas y mucho de maquillaje urbano, como lo son el bacheo, cuidado de algunas plazas, limpieza de baldíos, desobstrucción de desagües y mejoramiento de redes cloacales.
   Obras largamente postergadas como nuevos trazados para aliviar la congestión del tránsito, apertura de pasos a nivel y otras realizaciones, contribuyen a que la ciudad se acerque al estado de bienestar que merecemos los cordobeses.
   Es cierto que es mucho lo que resta por hacer, pero hasta septiembre hay suficiente tiempo como para hermosear a esta Córdoba maravillosa.
   En buena hora que el calendario electoral contribuya a prolongar esperas y acrecentar expectativas, sobre todo porque el beneficio es para la gente.
   Llegará entonces el tiempo de optimizar el transporte, remendar la peatonal, limpiar las paredes de la agresión político publicitaria y de poner orden en el caos urbano.
   De la basura, que es una desgracia cordobesa, no es mucho lo que esperamos que mejore.

   A lo mejor eso ocurre cuando al municipio se le antoje controlar la porquería de servicio que dice que nos están prestando.