25 de marzo de 2013

SLB-240313-A 37 AÑOS DE UN DIA NEFASTO - LOS PAPISTAS DE LA PRIMERA HORA - D'ELIA Y PIÑON FIJO, UN SOLO CORAZON - CURIOSIDADES DE LA MEGACAUSA - UNA PERRERIA DE VERBITSKY- EL OTOÑO


Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” emitido por AM580 Radio Universidad el domingo 24/03/13.


A 37 AÑOS DE UN DIA NEFASTO

   Parece mentira.
   Ya pasaron 37 años desde aquella noche en que un grupo de pretendidos iluminados, con la mortal prepotencia de las armas, interrumpió la legitimidad de un gobierno que, pese a sus carencias y errores, era el resultado de un alicaído proceso democrático.
   Fue el día inaugural de aquellos años de miedo, de terror a dos puntas, como a dos puntas fueron el secuestro, la tortura y la muerte, sin que esto de ninguna manera sea plantear o sustentar la teoría de los dos demonios, sino la honesta y sincera enunciación de la realidad.
   Las enormes ventajas aprovechadas por el terrorismo de estado terminaron con una o dos generaciones de argentinos, románticos e ilusos patriotas para unos, y guerrilleros o subversivos para otros.
   La masacre es la masacre.
   Los muertos y asesinados son asesinados y muertos cualquiera haya sido su forma de pensar.
   Fue un precio demasiado elevado, para darnos cuenta que la purificación por la sangre es una irremediable forma de violencia que a nada conduce, salvo a la desintegración social y la destrucción del país.
   Es cierto eso de no perder la memoria, porque es lo que teóricamente impide reiterar los errores del pasado, siempre y cuando sea una memoria total, sin negaciones, escondrijos ni manipulaciones de la historia.
   Hace tiempo se dijo que había llegado la hora de la recuperación nacional, y sin embargo subsisten los viejos odios y aquellas heridas que muchos se empeñan en no dejar que cicatricen.
   Los argentinos que amamos a esta Patria, estamos convencidos que la justicia es necesaria, tan necesaria como inútiles son la revancha o la venganza.
   Nadie pretende el olvido, siempre y cuando aquel ejercicio de la memoria, sirva para unirnos y no para ahondar el odio y el desencuentro.
   A mí no me la contaron.
   Han pasado tantos años, que me parece que merecemos ser felices incluso nosotros, los que hemos vivido el espanto, aquel espanto que ahora muchos improvisados tocadores de oído, pretenden reflejar sin ponerse colorados.
   Han sido 37 años en la búsqueda de la verdad, una lucha que se hizo, y aún se hace, con el enorme componente político de las ideologías, tan enfrentadas ahora como en aquellos tiempos.
   No digo que sea necesario aquietar las pasiones, porque sería pretender un arco iris en blanco y negro.
   Pero si, dentro de lo posible y para alcanzar la paz integral que tanto necesitamos, es imperioso recuperar el camino del respeto y de la grandeza de pensamiento, sin mezquindades ni autoritarismos.
   Pero sobre todo, dejando que la justicia haga lo suyo y la memoria no circule en una sola dirección.
   Porque la memoria parcial, bien lo sabemos, es una manera perversa y despreciable de encubrir mentiras.
   Y jamás olvidemos que el terrorismo de estado no se inició en 1976, sino que los argentinos lo empezamos a padecer durante los gobiernos de Perón y de su tercera esposa, en la primera parte de la década del 70.
   Es una porción de nuestro drama.
   Y es parte de la historia.

MAS ACERCA DE LA MEGACAUSA

   Héctor Cejas, fue condenado en esta causa, aunque sin sentencia firme y recuperó su libertad el 5 de febrero último, luego de haber denunciado por este espacio, el intento casi extorsivo, de cobrarle una multa que no correspondía, como condición para soltarlo.
   El 21 de este mes recibió en su domicilio una citación de Tribunales, de la Fiscalía que investiga este asunto., donde se le informó que se lo imputaba en otra causa, razón por la cual debía designar abogado.
   Surgen entonces varias cositas que llaman la atención: a Cejas se lo imputa nuevamente  agregándolo en una causa junto a otros imputados que están por cumplir dos años de ilegítima  prisión preventiva por la misma cuestión, y a quiénes no conocía hasta antes de entrar a prisión.
   Esa causa ya está elevada a juicio, lo que significa que la investigación está terminada, y a más de no haber aparecido ningún nuevo elemento probatorio, nada debería tener que ver  el fiscal.
   Pero hay más.
   En Julio del año pasado recuperó su libertad Julio Pacheco, y ¡oh casualidad! poco tiempo después fue citado nuevamente por la Fiscalía para imputarlo en otra causa, bajo la misma modalidad.
   Sigamos entonces con las casualidades: lo mismo le pasó a Pérez, a Segovia, y a varios más.
   Y no se trata que hayan cometido ningún ilícito en el tiempo que estuvieron libres, sino de hechos ocurridos en la misma época de aquellos por los que fueron juzgados, y que además el Fiscal ya ha investigado largamente, pero que, oootra casualidad, aproximadamente un mes después de que están libres, o unos días antes de irse en libertad, al fiscal se le ocurre que tienen algo que ver.
   Pero este es un festival de las casualidades, dado que desde hace un buen tiempo, presos y familiares están denunciando la existencia de graves irregularidades en el manejo judicial de esta causa, que vulnera todas las garantías constitucionales y del Debido Proceso.
   La situación así planteada, lleva inexorablemente a pensar que estas nuevas imputaciones, buscan silenciar los reclamos y las declaraciones periodísticas, porque bien se lo puede tomar como una encubierta amenaza de manera especial para los que están imputados.

LOS “PAPISTAS” DE LA PRIMERA HORA

   Realmente, el nuestro es un país de memoria corta.
   Como si la gente estuviera ausente de una realidad divulgada hasta el cansancio, nos enteramos que la inefable doña Hebe ha devenido en papista de la primera hora, porque dice que ignoraba la tarea pastoral del ahora Santo Padre.
   Si esa fue una sorpresa que solo serviría para enriquecer el anecdotario argentino, sería necesario apelar a los oficios de un sociólogo, para que explicara cómo puede variar tanto una opinión de quien le negara catorce veces un pedido de audiencia, y para ser recibida con toda humildad por el desairado, tuviera que cruzar el Atlántico.
   Es atendible la emoción, las lágrimas, la conmoción y hasta el intercambio de regalos.
   Un paréntesis acerca de ese detalle: la señora regalona le indicaba como cebar un buen cimarrón, a quien desde un par de décadas antes de su nacimiento, ya mateaba amargos y dulces.
   Pero dejando eso al margen, el tiempo será el encargado de escudriñar en los anales del camaleonismo, si la historia no tan solo argentina sino del mundo, registra casos parecidos.
   El contagio alcanzó a otros altos funcionarios que ni siquiera se pusieron colorados al panquequear sus opiniones, en una acción a la que ni la mismísima doña Petrona se hubiera atrevido.
   La política es el arte de lo posible.
   Y las negociaciones que se hacen a la sombra de la política suelen deparar sorpresas como estas, que llevan más a la desconfianza y la duda, que a la vocación por hacer las cosas para beneficio del país.
   En términos matemáticos, una cosa es el apoyo de mas de la mitad del pueblo argentino, como se divulgó siempre, y otro una grey de 1.200 millones que aplaude.
   La humildad, la sencillez, la mesura, la austeridad, son atributos que solo adornan a los elegidos.

D’ELIA Y PIÑON FIJO, UN SOLO CORAZON

   Realmente es para suponer que el intolerante, pendenciero y autoritario Luis D’Elía conserva una importante porción de poder, de acuerdo con los logros que se adjudica.
   Las elecciones legislativas están previstas para octubre y era ilusión nacional, acentuada en Córdoba y de manera espectacular en la zona de Cura Brochero, la eventual visita del Papa Francisco, para los actos centrales de la santificación del Cura José Gabriel Brochero.
   Las ceremonias cívico religiosas se habían previsto para antes del acto comicial, y más de uno vislumbró el filón que podía representar la visita del heredero del trono de Pedro.
   Por otros ámbitos, el alternativamente piquetero y funcionario Luis D’Elía, quien se había cansado de insultar, menospreciar, acusar, degradar y ofender al que por entonces era solo el cardenal Bergoglio, también cayó en cuenta que de alguna manera tenía que sacar provecho de la situación.
   Y lo hizo de la forma más cómica, así haya sido verdad lo que sostiene haber mediado, pero esta vez en beneficio del Santo Padre.
   Salió a decir a diestra y siniestra, ser el autor intelectual del consejo a Francisco, para que postergara su visita hasta después de las elecciones, para no caer en el riesgo de ser políticamente utilizado.
   Alguien debiera tomarle la temperatura a este muchacho D’Elía, porque seguramente es la fiebre lo que lo lleva al delirio.
   Piñón Fijo, que es mi amigo, haciéndose carne en su personaje, jamás se permitiría hacer creer que aconseja a gobernadores, ministros, presidentes (salvo que sean de clubes) y embajadores, en cuestiones que requieren seriedad, porque se le matarían de risa.
  Lo mismo que ahora, con el piquetero gubernamental.

UNA “PERRERIA” DE VERBITSKY

   Todo indica que aunque no todo sea mentira, hay bastante de verdad en aquel asunto que involucra a funcionarios de la diplomacia argentina, en una gestión para desacreditar a quien en su momento, no era más que uno de los tantos candidatos al sillón de Pedro.
   Y los dardos más agresivos recaen en la persona, el oficio y el prontuario de ese otrora violento y ahora exitoso escritor, que es don Horacio Verbitsky.
   No son pocos los elementos que lo transforman en sospechoso, aparte de su histórica inclinación por su estilo, para muchos, de neto corte mercenario.
   Ya tuvo que engullirse un par de sapos, cuando desde los curas victimizadas por el ex militante montonero hasta el Premio Nobel de la Paz Adolfo Perez Esquivel descalificaron sus apreciaciones con relación a Bergoglio, a quien acusaba de haber entregado a los sacerdotes jesuitas y a otros ciudadanos de quienes nunca más se tuvieron noticias.
   No hay nada que nos lleve al asombro.
   Para eso existen los periodistas y escritores que asumieron una misión profesionalmente propagandística, cobrando buen dinero por ello.
   El problema es cuando como en algunos casos somos nosotros -el Estado- el encargado de hacerse cargo de sumas que no son de cuatro, sino a veces de cinco dígitos.
   Cuando alguien se equivoca, es éticamente saludable reconocer el error y pedir las disculpas del caso.
   Eso se llama honestidad profesional y la sociedad lo toma como un síntoma de sinceridad que enaltece y consolida a la persona como correcta.
   Y más que nada, como creíble.
   En eso, ahora, el señor Verbitsky con su obstinado silencio, ha naufragado estrepitosamente.
   
EL OTOÑO

   Es probable que para algunos sea la más triste de las estaciones, por eso de las hojas amarillentas, el viento molesto y la aparición de las primeras sensaciones distintas y opuestas al calor.
   El otoño, aparte de ser uno de los cuatro segmentos del año, es también una etapa trascendente en la vida de las personas, por aquello de llegar a los umbrales del invierno, que es cuando mueren muchas plantas, el frío se nos mete en los huesos y el calor juvenil que vemos alejarse del alma.
   Sin embargo, para muchos, por ser el acceso a cosas distintas, el otoño es maravillosamente bienvenido, portador de novedades e ilusiones que, a veces con certeza, se concretarán después que pase el invierno.
   En cuanto a lo estrictamente paisajístico, el otoño cordobés es algo así como un paraíso de los ocres, con una explosión de tonalidades como para volver loco a un daltónico.
   Ya le abrimos las puertas, con la esperanza de ir viendo crecer la luminosidad del cielo, la pureza del aire y un resurgimiento de esa poesía que es pisar hojas secas, o sentir en la cara una brisa que dejó de ser molesta y agobiante.
   Nuestro otoño es único en los árboles, en el paisaje, en el aire, y en el cielo.
   Hagamos entonces que el otoño de la vida sea igual de placentero, un regalo que nos debemos hacer a lo mejor no tanto por merecerlo, sino por tener la inmensa dicha de gozarlo.
   Con sufrimientos o no.
   Con riquezas o no.
   Con amores o no.
   Con penas o no.
   Con ausencias o no.
   Solo con lo más importante: con la maravilla de saber que estamos vivos.


AUDIO SLB 24-03-13


18 de marzo de 2013

SLB 17-03-13 VERBITSKY, HABEMUS PAPAM, LA CAMINERA, ETC

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa "Síganme los buenos" emitido el domingo 17/03/13 por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

VERBITSKY, EL BOCÓN

   Mi condición de periodista mediterráneo establecido aquí, sin estar en el Vaticano ni en Buenos Aires, me impide evaluar si realmente existe una campaña de ciertos medios argentinos tendiente a desprestigiar la figura del consagrado Santo Padre.
   No se puede negar durante la dictadura el silencio institucional de la Iglesia argentina, que tuvo mucho de encubrimiento y de cierta complicidad.
   Pero hay verdades incontrastables que uno, oyente de radio, lector de diarios y casi adicto a la televisión, puede llegar a detectar por la uniformidad del mensaje descalificador, ofensivo y basado en un discurso que alientan los trasnochados de siempre, erigidos ahora como los paladines de la verdad.
   Se colgaron del pasado penoso y sangriento del genocida desgobierno militar y repitieron como loros -y también como cotorras- una sarta de inexactitudes que la Justicia y la propia historia desestimaron oportunamente.
   Trucaron fotos de manera ridícula mostrando a Bergoglio entregando la comunión a Videla, y olvidaron que Firmenich también comulgaba como tantos otros de sus secuaces.
   Se lanzaron como buitres a inventar y colgar carne podrida en micrófonos, cámaras, diarios y páginas web. 
   Y lo más indignante, no tuvieron  hombría porque jamás probaron un solo bocado, de toda la podredumbre que cocinaron y guardaron entre ellos.
   Alguna vez, así como se empecinan en hurgar hacia afuera para incorporar a su biblioteca de las traiciones dudosos episodios ajenos, debieran asumir y dar a conocer todos los casos propios en que algunos militantes, para salvar sus vidas posiblemente, delataron y vendieron a sus compañeros.
   Jamás ninguno dice presente cuando la historia los convoca para la imprescindible autocrítica de la que siempre huyeron.
   Los asesinos, secuestradores y torturadores fueron siempre los otros, una verdad indiscutible y espantosa, pero parcial a la hora del balance para enaltecer la memoria sin escondrijos ni deformaciones.
   Es para suponer que esos sobrevivientes, son ahora los que borraron el terror de sus recuerdos, hipnotizados por el poder que les otorga los cargos alcanzados.
   Ni siquiera basta para los industriales del macaneo, la propia palabra del cura jesuita que según sus propias declaraciones, exime de abandono y otras graves acusaciones al hoy Papa.
   Perez Esquivel, otrora ícono de los ahora desmemoriados, también dijo lo suyo de manera contundente, pero parece que hoy el Premio Nobel de la Paz no les despierta simpatía ni confianza.
   La consigna parece haber sido destruir una trayectoria, una imagen y un logro máximo.
   Ahora se enteraron que Bergoglio recorría las villas, se ocupaba de sus habitantes y no reducía su tarea a repartir estampitas, sino a dar soluciones, a dar consejos, a generar trabajo.
   No fueron pocos los que han referido gestiones realizadas por Bergoglio, precisamente para la recuperación y el paradero de argentinos desaparecidos en aquellos años de terror.
   En algunos ámbitos el señor Horacio Verbitsky goza de buen concepto literario y en otros, es una especie de poco serio acusador al boleo, casi al estilo de Lilita pero en versión masculina y sin la cruz en el pecho.
   Ya escribió veinte libros: que siga escribiendo y vendiendo, porque ese es su negocio, y nosotros que somos tan pícaros, le hacemos promoción, como si la seriedad y el equilibrio fueran parte de su estilo.
   Su pasado no es lo que puede ser tomado como ejemplo, a menos que el objetivo de quien lo siga sea la violencia que tanto ejerció Verbitsky durante su militancia montonera.
   Que le haya faltado el respeto a la vida, no lo habilita a faltarle el respeto a la historia.

DEL RIDICULO ES DIFICIL REGRESAR

   Las comunidades médicas de distintos países del mundo caracterizados por su altísimo standard de vida y con elevada renta per cápita, han convocado de urgencia extrema a sus principales referentes científicos para evaluar los cursos a seguir, frente a la impresionante avalancha de casos de diabetes que permanecían en estado latente y ahora deben afrontar.
   Por otra parte y en salvaguarda de la salud de sus habitantes, los políticos de esos países ya están elaborando proyectos para limitar las ganancias excesivas, las fiestas donde se produzcan desbordes gastronómicos, los Festivales Nacionales de la Gula y la renovación de las inversiones a plazo fijo.
   En los supermercados y negocios de "delicatessen" estará prohibida la venta de golosinas y se obligará a los criadores de cerdos a implantar un severo control de engorde, debiendo incorporar gimnasios para evitar el sobrepeso de sus ejemplares reproductores, dado que se comenta que la peste que se cierne sobre la gente sedentaria y pudiente, es hereditaria y ataca en los países ricos.
   Arcor y los Pagani se asumirán públicamente como genocidas y asesinos seriales y ya están montando una línea de producción de caramelos salados y otra dedicada a la elaboración de chupetines de cebolla, rúcula y ají de la mala palabra.
   A todos estos protagonistas, la situación los tomó por sorpresa y no quieren repetir las omisiones en las que cayeran cuando con tiempo suficiente, les advirtieron con absoluta seriedad mediática que comer pollo hacía crecer el busto a los hombres y los arrastraba al mundo gay, que la carne de puerco es afrodisíaca y que a nadie se le ocurrió hacer pastillas de cuero de chancho que reemplazaran al viagra, o que la soja es un yuyo y gracias a Dios no ordenaron quemar esos cultivos.
   Desde ahora y para proteger la salud pública y nuestro futuro de grandeza nacional y popular, seguramente la comunidad científica argentina y universal, visiblemente atrasada en materia de actualizaciones, no se perderá ni por joda ninguna cadena por radio y TV.
   Y ella, la doña, con certeza ha comprendido dolorosamente, que la prudencia de un necesario silencio, es mucho más valiosa que un aplauso inoportuno.

HABEMUS PAPAM

   El Papa al igual que Dios, Maradona, Messi, el dulce de leche, la birome y el ómnibus, es argentino.
   Viajó a Roma en avión de línea con la tarifa más barata y mostró actitudes de humildad como para indicar que nada sería ya igual en el Vaticano, allí donde a veces se decide el futuro de un país, o la supervivencia de algunos bancos.
   Pagó su factura de hotel, no aceptó los tradicionales zapatos rojos ni la cruz de oro, como tampoco se puso el tradicional anillo también de oro ni usó para moverse por el barrio el auto blindado.
   Visitó enfermos, sacó carpiendo a un obispo jubilado que tuvo demasiada tolerancia con curas pedófilos y recibió a más de seis mil periodistas, en la que creo fue la conferencia de prensa más concurrida de la historia.
   Al margen, ¡que bueno sería que nuestra cúpula de gobierno hiciera lo mismo, aunque fuera cada dos años!
   Y hablando de cúpula, es probable que la sinonimia española o castellana no registre más palabras como para aplicar a lo que seguramente se sintió allí: sorpresa, extrañeza, confusión, estupor, desconcierto, sobresalto, pasmo, susto, chasco u otras definiciones apropiadas.
   De inmediato, la aceitada maquinaria de la descalificación se puso en marcha, anduvo unos días, se dio algunos tropezones y terminó hecha percha contra el muro de la historia.
   Así empezaron a desempolvar fotos y a trucar otras, sin advertir que a la hora de abrir el archivo de la memoria reciente, también regresaron las fotos de él con los militares en el Sur, o de Timermann con Videla, o de la hermana Alicia como funcionaria de los militares genocidas.
   Todo eso por la puta costumbre -diría un cantor- de los que viven y gozan mirando hacia atrás, y dejando que el futuro se les cruce por sus narices y los empache de intrascendencia.
   Lo demás está viniendo, por eso de la diplomacia y la conveniencia, y nada mejor que recomponer relaciones respetuosas, adultas y necesarias.
   El Papa es argentino, la Justicia dice que no pesa ninguna causa penal en su contra, se ensuciaba los zapatos recorriendo las villas y fue duramente cuestionado,  hasta el punto de sindicarlo desde el gobierno como jefe de la oposición.
   Habrá entonces que cuidar el maquillaje, corregir el rictus desencajado, aprontar las rodillas y enfrentarse a la realidad no deseada, con la mayor dignidad que se pueda alcanzar.
   Por eso me causó mucha gracia una nota que aparece hoy en Clarin, el que en muchas cosas miente, escrita por Alejandro, el hijo del genial Tato Bores y dice que "Al kirchnerismo con Su Santidad le está pasando lo mismo que a esas familias que se pasan la vida maltratando a un cuñado y un día el tipo se saca la lotería".

TRISTE RECORD DE LA CAMINERA

   Anunciaron como un motivo de orgullo, la enorme cantidad de multas aplicadas y la millonada de pesos que se van a percibir por el pago de las sanciones.
   Eso y reconocer olímpicamente la falta absoluta de prevención es lo mismo, pero seguramente los cráneos de la Policía Caminera o del gobierno provincial no se han dado cuenta.
   De eso y de tantas otras cosas.
   Entre ellas, que la carencia de tecnología los lleva al autoritarismo del argumento irrebatible: dice que el policía vio que el conductor cometía una infracción, pero no tiene cómo probarlo y su palabra es incuestionable.
   El sistema de ojímetro se presta lógicamente a equivocaciones y aún más peligroso, a injusticias que bien se pueden evitar dotando a la fuerza de los elementos imprescindibles como radares homologados, cámaras fotográficas y de televisión y algo de cultura y educación en el trato.
   La prepotencia, presente en la mayoría de los casos, es una forma de violencia que ni siquiera el supuesto infractor merece recibir, lo que se agrava cuando se trata de turistas.
   Dentro de todo, estos argumentos sirven para demostrar la verdad incontrastable de la prevención cero o por lo menos escasa e insuficiente.
   Desde el punto de vista meramente práctico, los autos de la caminera que ahora son oficinas recaudadoras con ruedas, debieran recorrer incesantemente las rutas, no tan solo donde se hacen ver, sino también los caminos secundarios.
   Junto a los peajes, alcanza con dos policías de a pié y ocho conos de plástico para controlar cinturones y luces, y no la concentración de tres o cuatro móviles a 50 metros de las cabinas, donde su principal equipamiento es el talonario de actas de infracción.
   La policía caminera, o mejor dicho la omisión de una tarea preventiva, está contribuyendo indirectamente, más que a la recaudación, al brutal crecimiento de los accidentes ruteros, con su creciente saldo de muerte y de luto.
   Y eso no se paga con todas las recaudaciones que se empeñen en superar.

EPEC Y LA EFICIENCIA

   Estuve escuchando una sarta de consideraciones técnicas que brindaba un ingeniero de nuestra deficitaria EPEC a un medio periodístico, con relación al aumento en la tarifa que se aplicará, según entendí, con retroactividad.
   Ya no les basta tener un explicador oficial como los que tan rotundamente fracasaron al enfrentarse con una realidad acerca de la cual ya ni sabían mentir, porque hasta el arsenal de versos se había agotado.
   Ahora la cuestión determinante, según explicaba el funcionario cuyo apellido ni viene al caso, son los "costos operativos", que al escucharlos son una burla a los "niveles de sueldos" de la gente, que están estancados en la generalidad de los casos y con relación a la inflación existente y no reconocida.
   Es muy curioso que una empresa donde se reconoce que faltan muchas cosas, que la generación no es la suficiente, que están en deuda con los usuarios, que no atienda en tiempo y forma las demandas por las reiteradas interrupciones del servicio, que demore meses y meses en reconocer los daños que ocasiona a electrodomésticos por sus bruscos desniveles de voltaje, tenga la peor electricidad y los precios más altos del país, para una prestación calificada por algunos sectores como lamentable.
   Lo que más indigna a los padecientes usuarios no es que los empleados no paguen la energía y tengan en su casa todos los artefactos eléctricos, ni que los cargos se cubran como favores políticos o por herencia, o que gocen de ciertas prebendas que el común de los ciudadanos no tiene.
   Son aplicables aunque cuestionables -y debieran revisarse- todas las que llaman "conquistas gremiales" obtenidas en un escenario viejo cuando a cualquier costo los gobiernos de turno querían asegurarse la menor conflictividad y vivían bajándose los lienzos frente al poderoso sindicato.
   Pero lo que más ofende, es que anualmente se destinen ¡ciento veinte millones de pesos! para pagar la BAE, bonificación anual por eficiencia, a diestra y siniestra, y habría que ver si es cierto que solo la reciben quienes lucen un legajo intachable.
   Sería por mi parte el primero en aplaudir y pedir que se incrementara ese suplemento salarial, si no me cortaran la luz todas las semanas, si me aseguraran la provisión cuando caen cuatro gotas o sopla un vientito o asumieran ellos el costo de los "enganchados" que debemos soportar todos los laburantes, en beneficio de muchos que no quieren trabajar porque los planes les han inoculado la enfermedad de la vagancia.
   Pero de allí a tolerar y aceptar que los directivos de una empresa decadente embolsen cada uno más de setenta lucas anuales por "eficiencia", cuando reconocen que están atrasados en calidad de la prestación, es para una antología del ridículo.
   Son ciento veinte millones de pesos que, aplicados con criterio solidario a la incorporación de tecnología, servirían también para avanzar algo en el actual atraso de diez años con relación al mundo de la generación de energía y mejorar la devaluada calidad de vida de los cordobeses.
   Y si la BAE es una imposición de convenios colectivos, ¿qué tal si renunciaran a percibirla los que por ser autoridades, están fuera de esos convenios?
   Ya escucho la respuesta y veo el gesto: ¡de acá!

PROHIBIR LA SAL: ¿Y CUANDO EL CIGARRILLO?

   Soy uno de los imprudentes que le echa sal a la comida antes de probarla.
   Eso de ninguna manera me transforma en un suicida, o en un transgresor a mi propia salud, o en un ciudadano que no es digno se sentarse a ninguna mesa.
   Me muestra tal cual soy: un amante de la sal.
   Y como usarla me parece que es una de mis libertades individuales e innegociables, cuando un médico me aconseja dejarla y cambiar de vida, cambio de médico.
   Todo esto, para justificar mi idea de que esa intención de obligar a los restaurantes y casas de comida a retirar los saleros, es una medida antidemocrática.
   Entonces y con los mismos argumentos que no permitan el azúcar porque engorda y lleva al infarto, el vino porque emborracha, el vinagre porque provoca acidez y los picantes porque hay que esperarlos a la salida …
   Cada uno, en ejercicio de esa consagrada libertad individual, tiene la obligación de conocer y aplicar sus propios límites y en materia de comidas y bebidas no hay excepciones.
   Lo malo es que el Estado pretenda entrometerse en cuestiones que hacen a la intimidad personal, como prohibir por ejemplo el papel higiénico con dibujitos porque mancha.
   Realmente, como dijo Peredo, hay que estar muy al vicio para ocuparse de esas cuestiones, mientras tenemos, nosotros y los políticos, muchas otras urgencias que encarar.
   Por ejemplo, prohibir el cigarrillo porque es cancerígeno, a muchos les molesta el humo y es un potencial causante de incendios.
   Lo mejor, sería prohibido prohibir.

MAS SOBRE LA MEGACAUSA

   La presunción de inocencia, lejos de ser un mero principio teórico del derecho, representa una garantía procesal insoslayable para todos; es la máxima garantía del imputado y uno de los pilares del proceso acusatorio.
   Por eso la pregunta: ¿dónde está esa garantía en la megacausa del Registro? ¿Es tratada como inocente una persona a la que se la detiene, se la separa de su familia, se la deja sin trabajo y se la mantiene en prisión preventiva durante años, por las dudas haya participado en un delito y mientras el fiscal encara una investigación que ya lleva más de 8 años y  nunca se termina?
  ¿Es tratada como inocente una persona a quién se la persigue y "condena" con una campaña mediática  mucho antes de que haya sido juzgada por un tribunal? 
  ¿Son tratadas como inocentes  personas a las que el Fiscal acusa y prácticamente les hace pronósticos punitivos en los diarios?
  ¿Son tratadas como inocentes personas a las que en el juicio se les niega la garantía constitucional de la "doble instancia"?
  ¿Porqué las mantiene en prisión preventiva durante años para que no entorpezcan la investigación si ya tiene pruebas contundentes, que nadie puede ver?
  Si la investigación judicial lleva ya más de ocho años, si los imputados no tienen antecedentes, no son personas peligrosas para la sociedad, si pertenecen a clase media que vive de su trabajo, si no tienen dinero para fugarse, porque además en ese tiempo ya lo hubieran hecho, si no pueden entorpecer la investigación porque el fiscal dice que ya tiene las pruebas, aunque no pueda mostrarlas....
   Se me antoja, a la luz de estos interrogantes sin respuesta, que esta megacausa es una enorme cortina de humo para ocultar la verdad y proteger a los verdaderos responsables, con una casi inevitable impunidad.

10 de marzo de 2013

SLB-100313-LOS MONOPOLIOS, cepo, desmilitarizar, Chavez, etc



Desgrabación de comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” emitido el domingo 10-03-13 por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

LOS MONOPOLIOS SON TODOS NEFASTOS

   Suena positivo eso de terminar con los monopolios privados, cuando nos referimos a los medios de comunicación, porque supone una apertura hacia la diversidad de opinión y el reinado de la libre expresión de ideas y de propuestas.
   No es posible la existencia de una sola voz; de un discurso único; de una postura excluyente que reniegue de la aplicación de eso tan sagrado como bastardeado, que le llaman libertad.
   Pero tampoco es para aplaudir que le otorguen licencias o frecuencias a reconocidos amigos del poder, porque eso naturalmente lleva a obvias suspicacias con mucho de fundamento.
   El peligro radica en la instauración de un monopolio que aunque en los papeles aparezca como extraño al poder, responda por amiguismo y agradecimiento.
   Y no me jode, de lo que me acusó un cultor del faceboock, que el monopolio apunte a ser alineado al oficialismo.
   Me jode que al amparo de ese discurso único implanten, como ahora se advierte esa intención, la opinión exclusiva de su bandería, porque el monopolio estatal se vigoriza y endurece con el manejo discriminatorio de la pauta publicitaria a la que contribuimos todos, cuando desde el poder se aplica el perverso sistema de “premios y castigos”.
   Es muy fácil: comparemos a vuelo de pájaro lo que ahora reciben por ejemplo Página 12 y La Nación o Clarín, lo que no guarda la más mínima relación con sus tirajes y porcentual de lectores.
   A Canal 7 y a las televisoras “adictas” las llenan de plata y menoscaban al resto.
   En pocas palabras y en el terreno personal, como ya soy grandecito y con ideas propias no necesito que nadie me indique lo que debo decir o lo que debo callar, ni siquiera con la presión de una pauta publicitaria.
   Porque el estilo que aplica la mayoría de los “periodistas militantes” no es el debate de propuestas superadoras o posiciones antagónicas, sino la descalificación y estigmatización del adversario, a quien transforman en traidor a la Patria solo por pensar distinto.
   Para esos militantes, por citarte solo algunos casos, no existen la inflación, la miseria en el Chaco, el hambre en Formosa, el cepo plagiado a Cuba y Venezuela, Boudou y Ciccone, Ricardo Jaime, Skanska, doña Hebe y los hermanitos Schoklender, los desaires a la Corte Suprema, los súbitos, sorprendentes y notorios enriquecimientos, el lamentable veto al 82 por ciento que por ley están obligados a pagar a los jubilados nacionales y algunas otras lindezas que todos conocemos.
    No soy enemigo del debate respetuoso, pero cualquier forma de autoritarismo o de mordaza me rebela.
   Y el monopolio, sea privado o estatal es autoritario y condicionante, aunque al igual que en el terrorismo de Estado, ya se sabe de quién es la manija.
   Y no es la teoría de los dos demonios.
   Es maravilloso y fascinante poder discrepar.
   Con monopolio estatal, aseguro que sería imposible.
   Porque el monopolio estatal no es otra cosa que terrorismo de opinión.
   Salir de un monopolio privado para caer a uno estatal, es solo cambiar el frasquito del mismo veneno.

¿DESMILITARIZAR UN LICEO MILITAR?

   De acuerdo con lo que uno escucha por allí de algunos funcionarios nacionales que alientan proyectos exóticos, es como si San Martín o Perón hubieran sido civiles y no militares.
   La intención de cambiar radicalmente la currícula vigente en los liceos militares, eliminándoles cualquier connotación con la gente de armas, suena ridículo porque es como si se pensara que no necesitamos fuerzas armadas.
   Las necesitamos, si, profesionalizadas y despolitizadas, porque es una exigencia que garantiza la propia soberanía con relación al exterior, la custodia de nuestras fronteras y la protección de las autoridades.
   No es cuestión de ser agoreros, pero en caso de conflicto armado, los chilenos o los paraguayos nos ganarían la guerra con los zorros grises.
   El liceo militar puede ser el primer paso en la instrucción militar, para aquellos que adhieran a esa educación como decisión democrática y la elijan para sus hijos.
   Las fuerzas armadas no son un peligro interno, cuando el gobierno civil es respetado y es respetuoso.
   Por eso suena tan feo ese término desmilitarizar a los liceos militares.
   Suena sin dudas absurdo e improcedente, porque sería como desdemocratizar la democracia.
   O deshumedecer el agua.

AUTORITARIO CEPO DE LA IGNORANCIA

   Pensar que con ochenta a cien dólares diarios es posible una estadía digna con hotelería, comidas, movilidad y otros gastos incluidos, en cualquier ciudad turística del mundo, es caer en la más absurda de las ignorancias.
   Ya sé: dirán que en Miami hay hoteles de medio pelo por cuarenta dólares diarios y que el resto alcanza, pero no es tan así.
   Es cierto que existen también algunos albergues calificados como de una a cuatro cucarachas, pero el tema no es salir con ánimo miserable sino para gozar con las mínimas comodidades a las que podemos estar acostumbrados.
   Y ese mínimo no es barato a menos que se intente instalar una carpa en la arena de Copacabana o frente a la Fontana de Trevi.
   De última, la cuestión radica en que no es buena la intromisión del Estado cuando se trata de condicionar, o como ahora limitar, el destino que cada argentino le quiera dar a su dinero.
   Para colmo, es un cepo insoslayable que muchos desde el poder niegan que exista, y son seguramente los funcionarios que al viajar, lo hacen sin límites de gastos, de esos gastos que pagamos todos.
   Es como para justificar la bronca de mucha gente, al enterarnos que el vicepresidente, por ejemplo, se mueve viajando al exterior con una tan numerosa como innecesaria comitiva, integrada de manera especial por amigos.
   Habría que averiguar si a ellos, en el nivel dispendioso en que se mueven, les alcanza con cien dólares por día, cuando ocupan hoteles cuyas tarifas superan largamente los cuatrocientos dólares por noche.
   Porque si tenemos que sufrir para sacar el país adelante, suframos todos y de manera especial quienes deben dar un ejemplo de prudencia, mesura y austeridad.
   Como Pepe Mujica, el presidente uruguayo.
   Ese si que es un ejemplo.

LA MUERTE DE CHAVEZ

   No es para escandalizarnos ni sorprendernos que al morir un personaje notable de cualquier ámbito, se generen las lógicas corrientes de pensamiento que los glorifican o los repudian.
   El caso de Hugo Chávez no podía ser, ni es la excepción.
   Teniente coronel del ejército venezolano, nació políticamente de un fallido golpe contra el gobierno democrático de ese país, llegó a la presidencia en 1999 y se fortaleció especialmente llevado por su populismo socialista, que endiosaban sus seguidores alentados al odio contra el capitalismo.
   Lo que no se entiende es cómo un país con la mayor reserva petrolera del mundo, podía albergar tantos bolsones de pobreza, analfabetismo y otras carencias, y siguiera siendo un aliado comercial de los Estados Unidos por vía de la provisión de crudo.
   Alineado ideológicamente con Cuba, Argentina, Bolivia e Irán despertó amores y odios hasta llegar a su muerte, que lo entronizó en los disímiles altares de la adoración y del rechazo.
   Prefiero que las evaluaciones acerca de su personalidad y su vocación dictatorial por eternizarse en el poder, sea motivo de análisis por parte de la historia.
   Sin que sea una mirada reduccionista, es cierto que uno de los aspectos más salientes de las políticas aplicadas por el desaparecido hombre fuerte de Venezuela, fue atacar el alto nivel de analfabetismo que padecía la república bolivariana.
   El régimen chavista les enseñó a leer a más de tres millones de personas.
   Aprendieron a leer, entre otras cosas, un menú.
   El problema es que no alcanzan a comerlo.

LOS MUNICIPALES Y LOS SUMARIOS

   Echaron a siete empleados municipales por reiteradas e injustificadas ausencias.
   Hay varios otros que están en capilla, sumariados por distintas violaciones a las reglas laborales, en trámites que son por lo general engorrosos, plagados de chicanas y de ciertas presiones sindicales, según se trate quien sea el sospechado.
   Robaron de una oficina algunos elementos informáticos donde se guardaba -así se comenta- parte de las actuaciones que se estaban sustanciando contra varios agentes de la superpoblada plantilla municipal.
   No nos engañemos con explicaciones que tienen su origen en la dirigencia gremial, porque poco falta para que cada transgresor merezca ser ungido con una corona de santidad.
   Este no es el primer caso, porque debieran entre otros temas, averiguar acerca de la pérdida, por así decirlo, de antecedentes negativos de algún delegado, cuya situación en cualquier momento dejaba de corresponder al campo administrativo, para transformarse en una cuestión penal.
   Ni más ni menos que en delitos.
   Hay una cadena de complicidades, amparos gremiales y pactos de silencio, que permiten la desaparición de actuaciones administrativas que se labran, basada en una malsana interpretación del compañerismo.
   Creen que es ser buen compañero transformarse en encubridor y en cómplice, sin tomar en cuenta que por ese sujeto al que se proteje, los vecinos califican por igual a todos los municipales.
   En lugar a contribuir a que los malos elementos humanos se encarrilen o se vayan, se los alberga atorgándoles la peor arma que se le puede regalar a un violador de las leyes: la impunidad.

PRECIOS: POSITIVO CONTROL

   Dicen ciertos informes periodísticos que casi no se han registrado aumentos en los precios de los artículos sujetos a la estabilidad decretada por el Gobierno y las variaciones son exiguas con casos que mostraron rebajas.
   Pero hay otras cuestiones alarmantes, que hasta ahora no han encontrado explicaciones desde el poder.
   Por ejemplo, el desabastecimiento de algunos productos, la merma en calidad y cantidad de otros, y especialmente la ausencia de precios en muchas góndolas, razón por la cual el cliente se entera del valor cuando llega a la línea de cajas.
   Para colmo, los ciudadanos no podemos acceder a las ofertas simplemente porque no se conocen, al acatar los supermercados la ridícula prohibición de publicitarlas, en una especie de medida mafiosa adoptada por el impresentable Moreno, para hacerles ver a los empresarios del rubro que hace autoritariamente lo que se le antoja, incluso por encima de la ley.
   Está bien que no se note que los precios hayan subido meteoricamente, pero ocurre lo de siempre: en los primeros días todos intentan hacer buena letra, hasta que los combustibles, impuestos y otros costos los superen llevándolos al punto de reacomodar los valores de venta.
   Tengamos paciencia y todavía no agitemos el fantasma de la inflación descontrolada, porque vemos que la desconocen y por ende no la neutralizan y las medidas que se adoptan, son todas en perjuicio directo del consumidor.
   Porque el gobernante puede ordenar a su capricho, el empresario puede acopiar stock y regular la venta.
   En esas condiciones, la desventaja del ciudadano es tremenda, porque no tiene armas para defenderse y no puede dejar de comer, de vestirse, de atender su salud y de ir a trabajar.
   Roguemos que esta frágil estabilidad en ciertos alimentos no sea un espejismo más, igual a los otros espejismos a los que nos quieren acostumbrar.

10 AÑOS SIN MESTRE

   Vivimos por lo general apegados a esa vieja costumbre nacional que le llamo “la bondad post mortem”.
   Resumiendo, la enorme mayoría de los que se fueron para no volver son ahora un ejemplo de bondad, un modelo a imitar, una conducta a seguir, un hito republicano, un paladín de la verdad.
   Esa actitud que se viene vigorizando con el paso de los años, ha posibilitado que muchos sectores entronicen a personajes que, revisada su historia, no fueron tan santos.
   Y en los casos adversos, también se los demoniza, en una irracional búsqueda de sus costados negativos, de quien por ausencia terrenal ya no tiene cómo defenderse.
   De esos casos, llegamos a contar por decenas, dado que los jueces espontáneos sientan en el banquillo de sus dudas a quienes, por lo general, no les simpatizan.
   Puede haber sido en muchos aspectos antipático, políticamente intratable, chinchudo y explosivo, pero en muchos aspectos se lo extraña.
   Se lo extraña, si, como a las buenas personas.
   Muchos lo recuerdan como el mejor intendente municipal de los últimos tiempos y otros como un equivocado gobernador de la provincia.
   Pero la verdad, a diez años de faltar entre nosotros, se lo extraña a Ramón Bautista Mestre.