Desgrabación de los comentarios del
periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” n° 513 del 29/04/18 emitido en dúplex por
AM580 y FM88.5 ambas de Radio Universidad de Córdoba.
EL OYENTE DESORIENTADO TIENE SU DÍA
Hoy salimos al aire de una
manera hasta ahora inédita, ajustándonos a los dictados del fútbol y su
trascendencia en la vida nacional.
A la primera hora, la estamos
haciendo para la 88.5FM que según me comentaron los que saben, tendrá su plena
expansión para fines de mayo o mediados de junio, una vez que finalicen los
ajustes y la puesta a punto tanto de la señal, como de los elementos que
posibilitan su expansión.
La segunda hora del programa,
es decir entre las 17,30 y las 18,30 saldremos en dúplex por la que ahora
estamos ocupando que es frecuencia modulada, con la tradicional y apetecida
AM580 de amplitud modulada, con alcance incluso más allá de la geografía
provincial.
Otra de las alternativas es
apelar a internet, porque buscando en www.cba24n.com.ar y en la pestaña respectiva es posible escuchar “Síganme los buenos” en
cualquiera o en ambas emisiones, tanto de FM como de AM en este caso con
alcance mundial.
Confiamos en la comprensión de
nuestros fieles oyentes y en la indulgencia de quienes con su apoyo
publicitario posibilitan que sigamos en el aire.
A veces el precio del progreso,
de los avances en la tecnología de las comunicaciones, nos someten a estas
circunstancias que en un primer momento afectan, pero que contribuyen a una
mejora en la calidad de la vida de la gente.
Y confiamos en que,
modestamente y a nuestra manera, estamos contribuyendo a lograr ese objetivo
que no es tan solo nuestro ni de los Servicios de Radio y Televisión de la
Universidad Nacional de Córdoba sino de toda la sociedad.
Pero de manera especial, es un
premio para la fidelidad de nuestra audiencia…
Es por eso que se nos ocurrió
homenajearlos instituyendo esta jornada de tantas celebraciones, también como
“Día del oyente desorientado”, aunque estamos seguros que sabrán encontrarnos…
EL DÍA DEL ANIMAL
Los cordobeses, creo que desde siempre, nos hemos
inclinado por esa curiosa propensión a colocar sobrenombres pensando en los
animales.
Tengo los
casos del Negro Araña, el Oso Tobi, el Cabrito Toledo, el Monito Carrizo, el
Pavo Tobi, el Chivo Oulton, el Larva Milich, el Cato Herrera (por esposo de la
cata), el Caimán Aracena, el Canguro Gamboa, el Pájaro De Allende, la Vaca
Potenza, el Piojo Godino, el Caballo Loco Arroche, el Cuca(racha) Argañaraz, el
Pato Cecchetto, el Cabeza de Chancho, la Gallina Sarmiento, el Pescado Ayen, el
Puma Muller, el Gato Villalba, la Vizcacha Guerrieri, el Charabón Recalde, la
Rata Ramos, el Lagarto Guizardi, el Pato Fernández o el Ladilla Rodriguez y
muchos más.
Seguramente
me olvido de ciertos ejemplares, y pido perdón si es que no me acuerdo de
saludarlos ya sean gatos, perros, conejos, tortugas, canarios, cuisis, iguanas,
itas, comadrejas, tejones, hurones, pollitos, arañas, potrillos, yeguas, peces,
loros, culebras, cabritos, vizcachas, pumas, ranas, patos, curucuchas o
grillos.
Y ya que
estamos, rindamos homenaje de cariño a las mascotas que tenemos, así se llamen
Fellini, Bianca, Boby, Nikita, Grisha, Zóco, Teo, Negrita, Capitán, Cleto o
como quieras.
Y recordemos
que tener bajo tu dependencia a un animal, supone cuidarlo y protegerlo en su
indefensión, frente a un mundo agresivo y ante personas que los explotan, los
maltratan y los dejan morir.
Vemos a
diario en nuestras calles ejemplos lastimosos y parece que la Ley Sarmiento.
que ampara a los animales, no existiera porque su aplicación es tardía y
caprichosa frente a una autoridad que prefiere mirar hacia otro lado, porque
total, son animales “y tienen cosas más importantes que hacer por los humanos”
como por ejemplo hacer poco.
Los bichos
(dicho sea con cariño) abandonados porque sus amos no cuentan con recursos para
mantenerlos, es otra de las lacras que sacude nuestra sensibilidad.
Los animales
son a veces los intermediarios por los que la Naturaleza con su sabiduría suele
darnos algunas lecciones.
Descartes
decía que el mono es tan inteligente, que no habla para que no lo hagan
trabajar y Chesterton, anticipándose a lo que vemos en televisión, reconocía
pertenecer a esa clase de animales en los cuales la cola es importante.
Debemos tener
la grandeza de respetar a todos los seres vivos ¿no pensantes? aunque creamos
que no razonan pues de sus conductas y pese a que muchos no lo tomen por
cierto, suele ocurrir que secretamente ponemos en duda nuestra propia capacidad
de pensar …y de sentir.
Por eso y
aprovechando la celebración, hagamos un merecido y masivo desagravio a la lora,
que inocentemente y sin que ella lo sepa, los malhablados se han apropiado de
sus partes pudendas transformándolas en destino para aquellos, así sean amigos
o adversarios, que odian o al menos molestan.
EL DÍA DEL TRABAJO Y DEL TRABAJADOR
Pasado mañana
es el día nuestro, de los que abrazamos la cultura del trabajo, que no deja de
ser una innegociable convicción que nos enaltece ante la sociedad.
No hay para
qué extendernos en discursos, sino más bien en una especie de enunciación de principios,
que hacen a la dignidad de trabajar.
Y quiero
cerrar este homenaje a los que trabajan, o mejor dicho a los que trabajamos,
con esa frase que acuñara la inteligencia, el compromiso y la sabiduría del
Mahatma Gandhi: “Dios ha creado al hombre para que gane su sustento trabajando,
y ha dicho que aquel que come sin trabajar, es un ladrón”.
Quiero de
paso ofrecer un humilde reconocimiento a todos los dirigentes sindicales que
ofrendaron buena parte de sus vidas, en la diaria fragua de la lucha gremial,
sin claudicaciones ni privilegios.
A los que
siguieron siendo ejemplo de fervor laboral en su trabajo cotidiano y no
vivieron prendidos a la licencia sindical, en cuyo nombre se cometen tantos
abusos.
Quiero eximir
de este reconocimiento, por estrictas cuestiones de justicia, a los que se
sirven de su condición de dirigentes en provecho propio, de sus familiares, de
los amigos y de las amigas, porque no merecen figurar en el cuadro de honor de
los honestos.
Quiero, en
definitiva, valorar el esfuerzo de tantos hombres y mujeres que se dignifican
laburando, sacrificando su descanso, buscando siempre algo más para hacer; para
sentirse útiles, para saberse capaces, que es la manera más maravillosa de
sentirnos libres.
LA MEGACAUSA Y
CIERTOS OLVIDOS
Retomando la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, el diario
Comercio y Justicia informó esta semana la finalización
de un nuevo juicio contra un ex director de la Repartición, único directivo
repetidamente procesado y difundido por los medios, en una causa
que, ilógicamente, y no nos cansamos de repetir, no
cuenta con ningún alto funcionario ni poderoso de turno entre sus
acusados.
Y
aunque esto no es
harina de otro costal, quisiera poner el foco en el análisis de la noticia:
dice el rotativo especializado que en 2014 se lo condenó, pero que
al no estar firme la sentencia quedó en libertad. Se omite, el nada
menor detalle de que llegó al juicio preso, luego de 2 años y 10 meses de
prisión preventiva, al igual que otros imputados que incluso fueron
absueltos después de esta prisión injusta.
¿Será
falta de información? El artículo no menciona ni una vez la prisión preventiva que alcanzó aproximadamente
al 70 por ciento de los imputados. ¡70 por ciento con condena primero y juicio
después!
¿Quien
escribe habrá leído a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, afirmando que la prisión preventiva excesiva
invierte la presunción de inocencia y ejerce una especie de presión sobre el
magistrado que aplica la ley, en el sentido de adecuar la condena a la prisión
ya cumplida, aumentando para el acusado la posibilidad de una condena injusta?
¿Esto no
le hace ruido al editor? ¿Nadie se pregunta por qué se recurrió a la
“presión” e “inconstitucionalidad” de que los imputados llegaran al
juicio esposados y con una condena ya cumplida?
Para
que los ciudadanos podamos ejercer el derecho de pensar libremente, quienes
informan tienen -tenemos- la obligación de ser imparciales.
LOS DERECHOS HUMANOS Y SUS DUEÑOS
Fue muy interesante el programa
“Barricada” que habitualmente conduce mi amigo el Dr. Carlos Hairabedián por
Canal “C” de CableVisión pero que en su emisión del viernes último la función
de moderador y conductor estuvo a cargo de otro amigo y apreciado colega,
don Luis Beresovsky.
Temas interesantes abordados en
un marco de absoluta libertad con la presencia de políticos, sindicalistas y
este periodista que les habla.
Cuando se abordó la cuestión
del estado de los partidos, se me ocurrió comentar que veía cierta
desorientación en el Justicialismo que primero se dispersó, luego muchos se
disfrazaron entre ellos hasta llegar posteriormente a desconocerse y ahora,
acuciados por la realidad, buscan unirse, conceptos que sigo sosteniendo.
Por supuesto que se dieron
posiciones adversas y entre los panelistas estaba este muchacho Martín
Fresneda, nacido en Mar del Plata en 1975 y aquí reitero mi respeto por el
dolor de quienes sufrieron, por el terrorismo de estado comenzado en 1973 y no
en el 76 como muchos creen, la desaparición de seres queridos.
El joven Fresneda no estuvo de
acuerdo con algunos de mis conceptos, palabra va, palabra viene, hasta que
frente a un intercambio de opiniones, le espetó al conductor Luis Beresovsky
que no sabía preguntar a lo que el correcto colega le pidió que le recomendara
algún lugar para estudiar periodismo.
Muy ocurrente y a la vez
respetuoso.
Y después visiblemente molesto, se las agarró conmigo, cometiendo un
infantil aunque pensado acto discriminatorio que su autor creyó era descalificador:
me trató de “viejo”, vaya novedad, pero el sentido peyorativo es ofensivo y
degradante.
No quise aprovechar el espacio
de un amigo para embarrar la cancha porque no era ese el motivo del programa,
así que reservé algunos comentarios para este MI espacio, donde necesito poner
algunas cositas en claro, rogando que nadie se enoje.
El derecho a la libertad de
opinar es uno de los más sagrados derechos humanos y supongo que el joven
Fresneda no debe ignorarlo, como tampoco debe olvidar que sus padrinos
políticos, los Kirchner se apropiaron de ellos, cuando ni siquiera presentaron
un mísero habeas corpus cuando operaban profesionalmente en Rio Gallegos.
Otra, que descolgaron cuadros
del Salón de los Presidentes cuando las fuerzas armadas tenían menos poder de
fuego que los zorros grises y a eso lo podría haber hecho un ordenanza.
Eso se llama reacciones tardías
en circunstancias no riesgosas.
¿Cuántos se enriquecieron en
nombre de los derechos humanos?
¿Cuántos amasaron fortunas
diciendo que los defendían?
Unos pocos añitos atrás, frente
a un comentario de este periodista en este mismo programa en el sentido que la
historia sería verídica y la justicia correcta, que así como se condenaba a
varias perpetuas a los genocidas, era también justicia sentar en el banquillo
de los acusados a los que se decían jóvenes románticos, tan asesinos como los
militares sedientos de sangre y no era reivindicar la teoría de los dos
demonios, sino una postura que buscaba establecer equilibrio en la memoria, de
una historia que nos vendieron después y que muchos compraron.
Desde la organización HIJOS cuyo dolor, lo reitero, respeto
como ciudadano y como argentino, lanzaron una campaña despiadada contra este
periodista. Por nota le pidieron mi cabeza a la entonces rectora, y pidieron un
tribunal de ética que me juzgara.
Me difamaron profusamente en
las redes sociales y en complicidad con la dirigencia del Círculo Sindical de
la Prensa se cansaron de intentar que mi pensamiento fuera repudiado desde
todos los sectores.
Recuerdo que la Sra. Rectora ni
siquiera los recibió, pese a que lo anunciaron mediáticamente.
Por una cuestión de prudencia
dejé que las cosas siguieran, pese a los consejos de mis abogados de iniciar
acciones por calumnias e injurias que no hubieran prosperado, lógicamente, por
el padrinazgo político e ideológico de esta gente que se sigue creyendo dueña
de la verdad absoluta.
No quiero seguir el tema y les
comento que de todo lo que acabo de decir, tengo las pruebas documentales para
ofrecer a quien abrigue cualquier duda.
Y para que lo sepan desde
Fresneda -que creo es legislador nacional protegido por fueros- hasta cualquier ciudadano, que como fervoroso
amante de la libertad y respetuoso a ultranza de los derechos humanos que,
reitero son de todos y no de nadie que con oportunismo político se los apropie,
este viejito casi octogenario seguirá peleando con armas nobles, sobre todo
para ilustrar a esa pendejada tocadora de oído, cultora de una verdad a medias,
que ahora pretende enseñarnos a los viejitos como yo, cómo fueron aquellos
sangrientos años de plomo.
Este viejito con 60 años de
periodismo activo en sus espaldas, sin fueros y sin recibir ni un peso del
Estado, seguirá siendo periodista contra viento y marea.
Y lo haré con el respeto de
siempre hacia unos y hacia otros de los que cayeron víctimas del autoritarismo,
la prepotencia y la impunidad que luego consagraron en ambas veredas, porque la
vida tiene su valor propio más allá de las ideologías y de los uniformes.
Y por las dudas, si ese joven
legislador no lo sabe, le comento y le reitero que la libertad de opinión esté
escrito o no, es uno de los más sagrados derechos humanos que tanto dice
defender.
El Director de la Editorial de la
Universidad Nacional de Córdoba, Dr. José Ortega mantuvo una interesante
conversación con el periodista Gonio Ferrari, tras haber asistido a la Feria
del Libro en Buenos Aires, donde el organismo a su cargo desplegó un atractivo
stand. Hablaron de realizaciones y proyectos en el área y otras cuestiones
vinculadas con las editoriales universitarias que se aprestan a integrar un
frente común tendiente a estimular las actividades y expandirse, adelantando
que tendrá un importante papel protagónico en todo lo concerniente a las
celebraciones por el Centenario de la Reforma Universitaria. El audio de ese
reportaje telefónico debe buscarse en la columna correspondiente, en el costado
derecho de este blog.
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“NARANJITAS” DE
FIESTA
Ya pueden ir descorchando
burbujas o seguir apegados a la cordobesa cultura del fernet y la coca, porque
bien vale festejar si se amplían las posibilidades de trabajar.
Es que a los “naranjitas” la
Muni les habilitará 20 mil lugares más para estacionar en la vía pública,
especialmente en las cercanías de los lugares donde se realizan festivales, hay
actividades deportivas u otras convocatorias que movilizan a respetable
cantidad de vehículos cuyos propietarios necesitan estacionar.
Pero cuidado con los excesos,
porque aunque ahora existe una tarifa para dejar los coches en la vía pública,
los abusos son permanentes y hasta ha debido intervenir la policía deteniendo a
quienes con prepotencia pretendían cobrar sumas alocadas o de lo contrario y
con total impunidad dañaban el vehículo o agredían a sus propietarios.
Más que reglamentar esta medida
de permitir tantos lugares para estacionar, es de rogar que las autoridades
instrumenten los mecanismos para controlar a quienes la propia Municipalidad
autorizará a cobrar por un determinado precio la hora, ya sea diurna o
nocturna.
Porque cuando fallan los
controles es que la calle se transforma en tierra de nadie y es que suceden
episodios de los que después de nada sirve lamentarse.
Y esto, lamentablemente, viene
ocurriendo con alarmante frecuencia…
DE TRAYECTORIAS Y
MERECIMIENTOS
Me comentaron que en la
Unicameral ingresó un proyecto o algo parecido para homenajear a una artista
cordobesa, se supone, por su trayectoria.
No conozco ni ubico siquiera por
fotos a esa jovencita que creo se llama Coqui Ramirez, aunque su estampa me
resuena cuando memorizo uno que otro escándalo que la pudo tener como
protagonista o cercana a ese mundillo donde todo sirve para promocionarse.
Tampoco conozco los méritos
ciudadanos que pudiera haber aquilatado esa niña, pero cuando evoco a otros
nombres cercanos a formar parte de las ilustres galerías de los recordables, me
viene a la cabeza una certeza de la generosidad de nuestro cuerpo legislativo
que no hace mucho tiempo, al menos por mayoría, homenajeó a los integrantes de
“La fiel” sector de la barra brava de Talleres, muchos de cuyos integrantes
ahora están respondiendo ante la ley por algunas -dicen- aisladas tropelías.
Entonces, más que pensar en lo
dispendiosos que son para distinguir a los cordobeses, es para suponer que
debieran al menos conocer algo de nuestra historia no tan sólo la cercana sino
la otra, que transformó a muchos conciudadanos en personas dignas de homenaje y
consideración.
La niña puede ser bonita,
decente, buena actriz o eficiente bailarina pero de allí a reconocerle méritos
a una trayectoria que no supera la década, es para pensar que muchos
legisladores han caído al reino de los gagá, se babosean o no tienen la más
insignificante idea de lo que es una trayectoria.
Más me inclina a pensar en esto
último.