28 de febrero de 2017

Todo lo demás no importa ------------------------

LIZY TAGLIANI, UN CAMINO QUE BUSCA
LLEVARNOS A LA CHOLULA ESTUPIDEZ

   Como si los argentinos no tuviéramos de qué preocuparnos, ahora nos enteramos que el imbécil farandulismo enquistado en la TV portuaria nos abruma con un episodio intrascendente que pretende llegar a ser la noticia del mes que se está despidiendo, por encima de todo lo demás que absorbe nuestra atención.
   Resulta que Lucas, “el” pareja con pretensión de casamiento, le habría robado a su novia/o transexual -Lisy- varios miles de dólares, algunas joyas y otros objetos, cuando estaban ya muy cerca de zambullirse ambos en el disfrazado “himeneo” que les aportaría -lógicamente en un país cholulo- la fama necesaria para continuar luciendo plumas, conchero mentiroso, depilación definitiva que no existe y voz con timbre de camionero trasnochado, todo lo cual conforma la imagen deplorable de la decadencia artística.
   Esto no es de ninguna manera un segregacionista acto de discriminación, sino que intenta ser la pintura de una realidad que busca colocarnos un velo de oscuridad sobre las situaciones críticas que están viviendo algunos sectores, atribuibles innegablemente a la famosa y malhadada herencia sumada a los errores irredimibles que está cometiendo el gobierno nacional en su gestión.
   ¿Es tan importante que un flaco macilento con pretensiones de marquesina le haya afanado a su “prometida/o” aprovechando la confianza que la estrella le brindara?. ¿Es válido derrochar tantos espacios en la pantalla de la TV de todos los canales para divulgar una conventillera pavada de tales características?
   Si las respuestas a estas dos elementales preguntas son afirmativas, deberemos volver a pisar la tierra y asumir que estamos enfermos de algo que nos afecta el raciocinio y que no es nuevo: sería la manera de confirmar ese diagnóstico, si le sumamos el hecho que por mucho tiempo, el mismo cholulismo mediático transformó en símbolo de la femineidad a un disfrazado y no operado muchacho chaqueño quien exige que lo traten como “señora” porque “se casó”.
   No se trata de homofobia si o de homofobia no, porque el correcto y objetivo sentido, si usamos el cerebro desapasionadamente, nos indica aquello tan viejo de que los límites en el mundo artístico aparte de la calidad, están en el buen gusto.
   Y en la TV también.

Gonio Ferrari

26 de febrero de 2017

S.L.B.: SIN MARGEN PARA ERRORES - POLICÍA: LIMPIARON EL PISO PERO FALTA EL TECHO - CICLO LECTIVO DE COMIENZO INCIERTO - ¿AÚN VIVE "RAPOZA"? - LA MEGACAUSA Y MÁS SOBRE LAS FIANZAS - SINDICALISMO PERONISTA EN PIE DE GUERRA - SE VIENE EL DIA DE LA MUJER - AQUELLOS VIEJOS CARNAVALES, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 28/02/17 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

NO QUEDA MARGEN PARA MÁS ERRORES
   Los argentinos no vivimos momentos de euforia en lo económico, en lo laboral, en cuanto a la Justicia, acerca de la seguridad y en muchos otros aspectos donde la crisis más allá de sus motivaciones heredadas, persisten con el paso del tiempo y es como si los gobernantes estuvieran más preocupados en escarbar el pasado reciente, que en prepararnos para el futuro que nos merecemos.
   No me vengan ahora con la teoría de los apresuramientos, porque si de políticos avezados se trata, son los mejores manejadores de los tiempos como para pretender excusarse con argumento tan endeble y poco creíble.
   Está bien que se investigue a fondo el tiempo que supera a una década para poder remover los escombros e intentar edificar el nuevo país, pero a veces las demoras son tantas, que solo se entienden por las consecuencias de los errores que se están cometiendo en nombre de una gestión ciclotímica en muchos aspectos.
   Pareciera que lo más saliente en los equipos de gobierno es la desorientación, porque si hurgamos en la historia, pocas veces se han visto errores tan gruesos que solo contribuyen a ahondar los problemas, e instalar en la sociedad una sensación de impotencia y desubicación que ha comenzado a deteriorar la imagen de cambio propuesta en la campaña electoral.
   Es cierto que los argentinos por naturaleza e imposición de circunstancias somos ansiosos e impacientes, y aunque se comprenda que los milagros no existen, tampoco las demoras merecen adquirir la condición de eternas, porque es el camino que lleva al fracaso.
   Se reconocen esos errores, pero con eso no basta, porque la sociedad merece más soluciones que explicaciones o autocríticas que al final resultan inútiles y tardías.
   En lo económico que es uno de los pilares para sostener o no a un gobierno, los errores se acumulan y las consecuencias son tan inmediatas, que es lógico advertir un desencanto que se transforma en desconfianza.
   Por más que la incidencia de lo heredado es absolutamente cierta aunque desde las filas del anterior gobierno se la pretenda negar, no es bueno vulnerar los límites de la tolerancia y la paciencia del pueblo.
   Y menos aún en un año con elecciones parciales, que pueden llegar a modificar el tambaleante panorama de nuestra realidad.
   Si Macri armó para gobernar, como dijo, un equipo de lujo, es hora que lo haga salir a la cancha.

POLICIA: LIMPIARON EL PISO. FALTA EL TECHO

   Vinculaciones con el narcotráfico, secuestros extorsivos, delitos con automotores y contrabando, robo de una increíble cantidad de armas en la mismísima Jefatura, efectivos formando parte de bandas de salteadores, comprobación del “alquiler” de pistolas para la consumación de atracos, desidia operativa que derivara en la liberación de zonas determinadas, graves episodios de violencia doméstica y familiar de muchos efectivos, faltantes de dinero depositado en algunas dependencias, evitables casos de gatillo fácil y otras anomalías han venido jalonando los últimos tiempos para agregar páginas oscuras en los capítulos negros de nuestra policía provincial.
   Los hechos más recientes han demostrado un alarmante grado de descomposición interna, que hizo descender la poca estima que ya venía inspirando en la sociedad cordobesa una institución que dejó de ser profesional para transformarse en un organismo político y partidista al servicio del gobierno de turno, que tuvo la creciente y perniciosa costumbre de centrar su cometido convirtiendo a la policía en bolsa de trabajo para amigos, compañeros y correligionarios y pago de favores a sectores de cada militancia.
   Demasiados son los interrogantes que nadie se ocupó de disipar en cuanto a los mecanismos para la incorporación de efectivos, muchos de los cuales lo hicieron -es vox populi- pese a los dudosos antecedentes y otros detalles que “adornaban” sus respectivos prontuarios.
   Los apresurados períodos de instrucción, bajo la presión de una sociedad sumida en el desamparo, fueron demasiado breves e incompletos pero lo mismo les pusieron uniformes, los armaron y los sacaron a la calle sin que los guiara ninguna política integral de seguridad, sujetos a improvisaciones que terminaban en papelones, revelaciones no deseadas o en episodios irreparables.
   ¿Cuántas ceremonias, formaciones, desfiles y presentaciones se hicieron para mostrar más móviles, mejores armas, equipos de comunicaciones y lo último en avanzada tecnología?. Fueron varias y de nada sirvieron porque el hampa había conseguido dos objetivos: crecer al amparo de la impunidad que se le obsequiaba e infiltrarse en la fuerza, sin que nadie hiciera nada por evitarlo o corregirlo, a la luz de todos los casos de corrupción que se iban ventilando.
   El poder político se emborrachó de soberbia limitándose al abuso del marketing porque siempre, antes de cualquier elección, se cansó de asegurar que las cosas cambiarían, que la inseguridad sería un mal recuerdo; que habían invertido millones de pesos para lograr ese objetivo y toda la sarta de intenciones a concretar de inmediato, como cocinando de a poco un enorme pastel de repetida demagogia que creían que nos hacían comer.
   Últimamente, agravada la situación interna donde la mugre era notoria, se intentó algo de limpieza, en la que obviamente cayeron algunos pocos mandos medios y otros de intrascendentes jerarquías.
   ¿Y los responsables por omisión, de haber permitido que tamaña descomposición se hiciera incontrolable?. No tan solo dentro de la policía sino en el ministerio de Gobierno, en el de Seguridad, en la Unicameral y en algunos otros organismos, donde quienes dejaron de hacer lo que debían o lo hicieron mal, siguen como si los hubieran condecorado.
   Puede que por ser reconocidos y encumbrados punteros políticos tengan asegurados sus cargos, sus despachos y todo lo que eso significa, porque es difícil reconocer fracasos tan estrepitosos, cuando son consecuencia de la falta de planificación que lleva a esa práctica del remiendo que estamos padeciendo por improvisación operativa y ceguera o insolvencia gubernamental.
De todos los que permitieron la podredumbre, ¿nadie se fue o alguien se va?
   De nada vale entonces y es una tremenda injusticia que los tiempos les harán pagar a los funcionarios inútiles, el vano sacrificio de tantos hombres y mujeres de azul que abrazaron con lealtad y coraje el compromiso de velar honestamente por las vidas y los bienes de la sociedad. Una sociedad que espera que sus dirigentes abandonen el estilo de la improvisación y trabajen en serio, para devolvernos a los cordobeses el placer de sentirnos protegidos.  
   Y que a la policía la volvamos a considerar nuestro amparo y no la portadora de tantas y tantas sospechas.
   Para que eso comience a sentirse, más de uno tanto de la Institución como del Gobierno tendría que reconocer su naufragio, hacer sus valijas, pedir disculpas y mandarse a mudar.

PERÍODO LECTIVO, EL ESCENARIO DE SIEMPRE 

   Ya es un clásico de cualquier calendario argentino, que siempre el ciclo lectivo para las escuelas primarias y secundarias amenaza con no iniciarse, por conflictos que plantean los gremios de la actividad.
   Es por los sueldos, por el estado a veces calamitoso de los edificios escolares, por deudas cuyo pago se acordó y no se cumplió o por cualquier otro pretexto.
   La cuestión es que nunca se sabe cuándo comienzan las clases cada año, y después vienen los apresuramientos y los pases de facturas por el incumplimiento de los días que se calcularon y no se cumplieron y a veces con déficits enormes, como el caso más reciente de la Provincia de Santa Cruz.
   Ahora es el tope a las actualizaciones salariales, porque el gobierno sostiene su postura de limitarlos al 18 por ciento, basado en un optimista pronóstico de inflación anual que la realidad viene mostrando como inalcanzable.
   Quienes son los culpables de que ello ocurra, no es el caso de evaluar ahora, porque es preferible poner el acento en el deterioro de la formación de una generación entera de argentinos.
   Los gremios, debemos reconocerlo y si no lo hacemos es por ceguera o por fanatismo, son la columna vertebral de un movimiento político que viene conduciendo al país, con breves intervalos, desde mediados del siglo pasado.
   Y así estamos, no tanto por los errores que se cometen ahora, sino por todos aquellos que se cometieron al amparo de cierta impunidad que inexplicablemente otorgaban los votos, con la reiteración de sus preferencias.
   Los maestros que merecen toda la consideración y admiración de la sociedad, han tenido que pintarse la cara más a menudo para enfrentar caprichos y falencias originadas en el gobierno comprometido con una adversa realidad económica.
   Lo peor de todo, es que al medio están los niños y adolescentes, dependientes de una enseñanza con tantos baches que deviene en complicada y a veces absolutamente incompleta.
   La grandeza de ambas partes en pugna sería que apelaran al diálogo permanente, antes que a esa maldita costumbre de  quebrar la lanza inoportunamente, a pocas horas de la anunciada iniciación del año lectivo.
   Si cada uno hiciera prevalecer los intereses de la Patria por encima de sus posturas personales en nombre dela política y del sindicalismo, encontraríamos un camino de respetuoso debate para superar una situación que resulta inadmisible, si es que pensamos con proyección de futuro.
   Un futuro que se construye estudiando, enseñando y aprendiendo y no trenzándose en luchas que perjudican al conjunto de la sociedad.

RAPOZA ¿VIVE?

   Cualquier cordobés, cultor o no de la noche, conoce la existencia de “Rapoza” en la esquina de Miguel de Mojica y el camino que conduce al Aeropuerto Taravella, en el barrio Marqués de Sobremonte.
   Fue cabaret según me comentan, lugar de stripers de los cuatro sexos y de acuerdo con el testimonio de algunos memoriosos poco amigos de la joda, sitio para la práctica de ciertas costumbres que muchos califican como reprobables, a la hora de consumos prohibidos por la ley.
   Fue objeto de varios allanamientos y otras tantas clausuras, hasta el punto que no son pocos los que preguntados, no dudan en afirmar que Rapoza es parte de la historia, con recuerdos dulces unos y unas y desastrosos para otros y otras.
   Y a decir verdad, en los cenáculos y mentideros de la política mediterránea, nombrar a Rapoza era ser parte de su íntima clientela en gran medida conformada por profesionales de la ley, políticos de todos los colores, funcionarios y encumbrados dirigentes del empresariado cordobés y de las conducciones sindicales.
   Este no es un ataque de puritanismo ni nada parecido, porque debo reconocer que si a mi
 final tengo ganado algún terrenito extraterráqueo, no es precisamente el cielo en el que muchos creen y tampoco el infierno, sino unas buenas vacaciones en el purgatorio, allí donde te dan de comer a mansalva y después cierran con candados las puertas de los baños.

   La cuestión es que últimamente y con la ignorancia acerca de que si Rapoza está funcionando legalmente, sigue cerrado o subrepticiamente viola su clausura, es posible ver la enorme cantidad de gente que concurre noche a noche, hasta el punto que la madrugada y hasta media mañana, salen de allí señoritas en deplorable estado de equilibrio acompañadas por caballeros en idéntidas condiciones, que peligrosamente abordan sus lujosos coches para ingresar a las calles y caminos por donde circula gente privada de libaciones.
   Si es una previa, un after chupi o lo que fuera, vaya Dios a saber cuál es la realidad.
   El tema es que intenté alguna explicación que me sacara de mis dudas apelando a Espectáculos Públicos de la Municipalidad, pero el Director está siempre ocupado y para conversar con él hay que cumplir una serie de requisitos y pasos burocráticos a los que no estamos acostumbrados.
   Bueno sería poner en claro esa situación, porque no son pocos los vecinos calientes con los despelotes que a veces se arman de madrugada y parece algo así como una zona liberada para la joda sin control, especialmente porque se advierte la presencia de menores,
   A lo mejor es un salón para fiestas infantiles, primeras comuniones, bautismos o acontecimientos parecidos, y nos estamos escandalizando frente a tanta inocencia.
   Sin embargo, me susurraron al oído que adentro no hay castillos inflables ni peloteros.

LA MEGACAUSA DEL REGISTRO

   La causa del Registro de la Propiedad de Córdoba continúa en las noticias, ahora por la polémica desatada con el tema de las fianzas depositadas por algunos imputados y que no se sabe a ciencia cierta  dónde están.
    Esta semana el Colegio de Abogados de Córdoba elevó un reclamo a la Fiscalía General y al Tribunal Superior de Justicia para que se inicie una investigación en lo  que considera  “un tema tan grave que afecta la credibilidad de todo el sistema de administración de justicia”.
   El presidente del Colegio añadió que no es posible que desde los medios se ponga en duda el destino de las fianzas y desde la Justicia el tema no sea aclarado, agregando que se ha iniciado una acción judicial en tal sentido.
    Como sea, parece una realidad que el hecho existe y que, quienes tienen que dar explicaciones por estar involucrados, no están imputados ni preventivamente presos, como debe ser, cuando se respetan la Constitución y sus garantías.
   Pero no quiero dejar pasar el detalle que los mismos que gozan de esas garantías no dudaron en encarcelar sistemáticamente a tantos otros como sospechosos en la causa, aunque sólo fuera por ser vecinos.
   La Ley justa es igual para todos…y ya que no se igualó en la libertad, quizás se deba igualar a estos funcionarios en la cárcel, por lo menos, como ellos mismos escribieron, hasta que se complete la investigación. 

SINDICALISMO PERONISTA EN PIE DE GUERRA

   Desde los albores del viejo peronismo devenido luego en justicialismo, se sabe que el movimiento obrero es la columna vertebral de ese histórico movimiento argentino donde conviven, a veces en no muy buena relación, las derechas originarias y las izquierdas incorporadas.
   Y ahora, atomizado por la enorme cantidad de corrientes que lo conforman, el Justicialismo como fuerza política y en los hechos, está cediendo su arena de combate precisamente al movimiento sindical que no son sólo los gordos de la conducción sino los estamentos intermedios, mucho más aguerridos y exigentes que los políticos de raza, desperdigados en decenas de siglas y denominaciones.
   En la realidad, es mucho más oposición el sindicalismo en su conjunto que un peronismo atomizado que dice buscar la unidad pero parece no hacerlo con la convicción necesaria como para lograrlo,
   La oposición, en suma, son las tres CGT y no el agonizante kirchnerismo que nunca se preparó para la derrota, razón por la cual primero tendría que terminar de irse antes de intentar un regreso sin gloria.
   Pocas veces un paro nacional de actividades se decidió con tanta anticipación, con lo que se intuye que se hizo de esa manera para ahondar la amenaza que supone la paralización del país, y ganar el tiempo suficiente para encarar una eventual negociación con el gobierno que diluya la concreción del paro.
   No son tiempos, porque los argentinos conocemos demasiado cuáles son las consecuencias de paralizar un país, como cuando el inducido capricho y la obediencia debida de Ubaldini lo llevaron a concretar 12 o 13 paros contra la administración alfonsinista, que en nada modificaron el panorama nacional.
   La dirigencia es una cosa y la base es otra cosa.
   Algo raro sucede en el país si tenemos un proletariado cercano a la inanición como se pregona, y una dirigencia gremial millonaria, nadando en la abundancia de sus propios negociados, muchos de sus exponentes convertidos en prósperos inversores y empresarios.
   Todo paro en los últimos tiempos ha tenido un fondo netamente ideológico, pese a los esfuerzos de la dirigencia por disfrazar de populismo sus demandas.
   Además hacer un paro el día 6, lunes, no sería nada incoherente, salvo que anuncian extenderlo al día siguiente en que ¡oh casualidad! la doña que pretende volver debe responder en Tribunales ante la Justicia, en una de las tantas causas en las que está involucrada.
   Y después, dicen que es un movimiento de los trabajadores …

UN SOLO DÍA ES CASI UNA INJURIA
   Según como lo miremos, es más o menos como el día de la madre, del padre, del niño, del amigo o del arquero, como si tuviéramos esa obligación consumista de regalar algo y por ende, dejar para la indiferencia los otros 364 restantes días del año. 
   Es ya demasiado vetusto establecer una fecha que marque el techo especial de un afecto, porque dedicándole un solo día del calendario, ya las estamos discriminando. 
   Lo mismo que el percudido argumento de que todos los días son el día de la madre, del padre, del amigo, del niño, de la Patria … el verso de siempre.
   Vivimos en un mundo alocado cuyo consumismo exacerbado impone conductas que en la mayoría de los casos aceptamos, sabiendo que se trata de una ridícula y evitable exigencia del mercado.
   Hay un día de la mujer y ¿por qué no un día del hombre?
   Festejamos un día del niño y no hay un día del adolescente.
   Hablamos del día del arquero y no hay un día del wing.
   Adoptamos un hallowen y no inventamos un día del ángel.
   ¿Por qué no hay un día de la soltera, otro de la solterona, uno de la casada, otro de la viuda, uno de la separada, otro de la divorciada, uno de la concubina, otro de la arrimada?
   Ya tenemos encima el Día de la Mujer.
   Como el mejor homenaje a la igualdad por la que ellas tanto luchan, se lo han ganado para que sea un día como cualquiera.
   Como todos …
   Pero bien merece y vale abrazarla, hacerle crujir dulcemente los huesitos, despeinarla, plantarle un beso, y decirle que es lo más maravilloso que existe en el Universo… 
   Y así más que un saludo, será cada día y no tan solo el 8 de marzo, un encantador, mágico y merecido acto de justicia.

AQUEL VIEJO CARNAVAL 

   Mucho ha cambiado, menos en el almanaque, aquella vieja diferencia entre el pomo lanzaperfumes que era de plomo, y la nieve loca y otros artilugios del cotillón carnavalero con profusión de pelucas, trajes ridículos, maquillajes y máscaras sorprendentes.
   Antes se festejaba en los barrios a baldazos limpios y nadie se enojaba, incluso a la gente que bañaban cuando estaban en la fila esperando el tranvía o los ómnibus verdes que les llamábamos loros.
   Los corsos de San Vicente eran una esperada tradición que se repetía cada año con mayor éxito en esa “república”, a donde la curiosidad llevaba a que visitaran esa fiesta desde distintos lugares del país y también muchos extranjeros.
  Los palcos ubicados en la principal avenida sanvicentina costaban lo suyo y estaban reservados a los pudientes o ahorrativos, quienes tenían un lugar de privilegio para seguir el desfile incesante de disfrazados, incipientes carrozas, murgas y grupos de indios que habían gastado fortunas que le quitaban a su comida, muchos de ellos, para lucir las mejores plumas y espejitos.
   La modernidad, poco a poco, fue enterrando al carnaval hasta el punto que casi dejó de figurar en los almanaques, cuando antes era una semana entera de festejos que se prolongaban después de cada muerte anual de Momo.
   Los pomos de agua perfumada murieron como también languidecieron las serpentinas y el papel picado, los antifaces dejaron de ser necesarios y los disfraces fueron perdiendo vigencia.
   Ahora desde hace unos pocos años, es como si se intentara reverdecer aquellas viejas glorias, para las que los vecinos se preparaban con la misma anticipación que históricamente lo vienen haciendo los cariocas en Brasil.
   Si no fuera porque ahora la burocracia y la seguridad exigen contar con un permiso para disfrazarse, veríamos las calles invadidas por nostalgiosos que no pierden la memoria, y todavía lagrimean cuando les recuerdan que alguna vez, recibieron un baldazo de agua de algún desconocido.
   Y nadie se enojaba.
   Ahora, terminarían a los tiros …


23 de febrero de 2017

Policía e inseguridad -----------------------

DE TODOS LOS QUE PERMITIERON
LA PODREDUMBRE ¿NADIE SE VA?
    Vinculaciones con el narcotráfico, secuestros extorsivos, delitos con automotores y contrabando, robo de una increíble cantidad de armas en la mismísima Jefatura, efectivos formando parte de bandas de salteadores, comprobación del “alquiler” de pistolas para la consumación de atracos, desidia operativa que derivara en la liberación de zonas determinadas, graves episodios de violencia doméstica y familiar de muchos efectivos, faltantes de dinero depositado en algunas dependencias, evitables casos de gatillo fácil y otras anomalías han venido jalonando los últimos tiempos para agregar páginas oscuras en los capítulos negros de nuestra policía provincial.
    Los hechos más recientes han demostrado un alarmante grado de descomposición interna, que hizo descender la poca estima que ya venía inspirando en la sociedad cordobesa una institución que dejó de ser profesional para transformarse en un organismo político y partidista al servicio del gobierno de turno, que tuvo la creciente y perniciosa costumbre de centrar su cometido convirtiendo a la policía en bolsa de trabajo para amigos, compañeros y correligionarios y pago de favores a sectores de cada militancia.
   Demasiados son los interrogantes que nadie se ocupó de disipar en cuanto a los mecanismos para la incorporación de efectivos, muchos de los cuales lo hicieron -es vox populi- pese a los dudosos antecedentes y otros detalles que “adornaban” sus respectivos prontuarios.
    Los apresurados períodos de instrucción, bajo la presión de una sociedad sumida en el desamparo, fueron demasiado breves e incompletos pero lo mismo les pusieron uniformes, los armaron y los sacaron a la calle sin que los guiara ninguna política integral de seguridad, sujetos a improvisaciones que terminaban en papelones, revelaciones no deseadas o en episodios irreparables.
     ¿Cuántas ceremonias, formaciones, desfiles y presentaciones se hicieron para mostrar más móviles, mejores armas, equipos de comunicaciones y lo último en avanzada tecnología?. Fueron varias y de nada sirvieron porque el hampa había conseguido dos objetivos: crecer al amparo de la impunidad que se le obsequiaba e infiltrarse en la fuerza, sin que nadie hiciera nada por evitarlo o corregirlo, a la luz de todos los casos de corrupción que se iban ventilando.
     El poder político se emborrachó de soberbia limitándose al abuso del marketing porque siempre, antes de cualquier elección, se cansó de asegurar que las cosas cambiarían, que la inseguridad sería un mal recuerdo; que habían invertido millones de pesos para lograr ese objetivo y toda la sarta de intenciones a concretar de inmediato, como cocinando de a poco un enorme pastel de repetida demagogia que creían que nos hacían comer.
      Últimamente, agravada la situación interna donde la mugre era notoria, se intentó algo de limpieza, en la que obviamente cayeron algunos pocos mandos medios y otros de intrascendentes jerarquías.
     ¿Y los responsables por omisión, de haber permitido que tamaña descomposición se hiciera incontrolable?. No tan solo dentro de la policía sino en el ministerio de Gobierno, en el de Seguridad, en la Unicameral y en algunos otros organismos, donde quienes dejaron de hacer lo que debían o lo hicieron mal, siguen como si los hubieran condecorado.
    Puede que por ser reconocidos y encumbrados punteros políticos tengan asegurados sus
cargos, sus despachos y todo lo que eso significa, porque es difícil reconocer fracasos tan estrepitosos, cuando son consecuencia de la falta de planificación que lleva a esa práctica del remiendo que estamos padeciendo por improvisación operativa y ceguera o insolvencia gubernamental.
    De nada vale entonces y es una tremenda injusticia que los tiempos les harán pagar a los funcionarios inútiles, el vano sacrificio de tantos hombres y mujeres de azul que abrazaron con lealtad y coraje el compromiso de velar honestamente por las vidas y los bienes de la sociedad. Una sociedad que espera que sus dirigentes abandonen el estilo de la improvisación y trabajen en serio, para devolvernos a los cordobeses el placer de sentirnos protegidos.
Y que a la policía la volvamos a considerar nuestro amparo y no la portadora de tantas sospechas.
      Para que eso comience a sentirse, más de uno tanto de la Institución como del Gobierno tendría que reconocer su naufragio, hacer sus valijas, pedir disculpas y mandarse a mudar.

Gonio Ferrari

19 de febrero de 2017

S.L.B.: RECONOCER ERRORES Y RECTIFICAR RUMBOS - POCO FELIZ COMPARACIÓN DE UN JUEZ - LOS LADRONES SIGUEN HUMILLANDO A LA POLICÍA - LA MEGACAUSA, LA PRISIÓN PREVENTIVA Y LAS FIANZAS - MILANI ENTRE REJAS, COMO DEBE SER - UN CAMINO QUE MUCHOS QUISIERAN CONSTRUIR - ESPERANDO LOS NÚMEROS Y LAS EXCUSAS DEL HOTEL ANSENUZA, ETC.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”                          del 19-02-17 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.
LA HIDALGUÍA DE RECTIFICAR RUMBOS

   Apenas se conocieron las medidas del gobierno central que perjudicaban la ya exigua mensualidad de los jubilados nacionales, las voces de protesta que se levantaron fueron subiendo en intensidad porque a nadie le gusta que le metan una mano en los bolsillos.
   Las medidas suponen eso porque les quitaban dineros que ya formaban parte de su jubilación, justamente cuando se aguardan los dos aumentos anuales que se asignan en los meses de marzo y de septiembre.
   Causó tal indignación el despojo, que al sumarlo al controvertido tema del correo y la participación de Macri padre en ese asunto, con la posterior intervención de su hijo presidente, se armó un combo de bronca contenida agravada por la tradicional ansiedad argentina más emparentada con los eventuales milagros que con la lógica.
   Puede que haya existido apresuramiento, como desde algunos sectores oficialistas pretendían disimular el papelón, pero con el correr de las horas se supo que fue un exceso de impericia a la hora de efectuar las liquidaciones de los beneficios para los pasivos.
   Llegada la situación a ese punto correspondían las aclaraciones técnicas y políticas que la sociedad aguardaba, pero antes de eso el propio presidente asumió el papelón y decretó volver atrás en ambas medidas, reconsiderando el tema del aumento a los jubilados y la cuestión del Correo que volviera a su punto de inicio.
   Acostumbrados como estábamos durante la administración anterior a escuchar que la culpa siempre era de los otros y la autocrítica jamás fue parte del modelo nacional y popular ni aún derrotado, fue una sorpresa que el ingeniero Macri convocara a una conferencia de prensa para que la población, a través de los medios, tuviera una información de primera agua y sin intermediarios.
   No fue una conferencia solo para los programas adeptos y los periodistas militantes, sino abierta y enfrentando las preguntas sin libreto previo, como supo ser el estilo consensuado con 6-7-8 o con Victor Hugo o con el farandulero Jorge Rial.
   El presidente reconoció los errores y explicó todos los detalles que le requirieran para una mejor elaboración de los informes periodísticos, a diferencia de tantos años en que ni siquiera los periodistas acreditados en Casa de Gobierno pudieron tener un mano a mano con la doña.
   No es frecuente que un alto funcionario tenga la hidalguía de rectificar rumbos en cualquier circunstancia de su gestión, lo que adquiere mayor importancia porque para que ello ocurra, es imprescindible reconocer haberse equivocado.
   Ese es el verdadero gesto para resaltar, más aún en un escenario de desencuentros tanto afuera como adentro del gobierno.
   A Macri se lo vio sereno, en algunos momentos con leves vacilaciones pero no rehuyó ninguna pregunta, respondiendo siempre con amplitud conceptual.
   Lo que más llamó la atención, es que para hacer uso de la cadena nacional que por lo general se hacía para despertar ciertos sentimientos en la población, “Mugricio” Macri, como lo bautizó la oposición, no necesitó enyesarse una gamba o llegar en silla de ruedas.

IGUALES ANTE LA LEY, MENOS LOS PRIVILEGIADOS

   Resulta que ahora desde algunos sectores buscan transformar en prócer a un juez federal de Córdoba, porque juzgó y condenó a Luciano Benjamín Menéndez y a otros represores cuando en realidad sólo cumplió con su deber y con la ley y si fuéramos a felicitar a cada ciudadano que la respeta, sería una ímproba e inútil tarea. Porque si son funcionarios del Estado, su obligación es hacer las cosas bien sin esperar condecoraciones.
   Pero el hecho de saberse administrador de Justicia no lo habilita para ventilar opiniones que más allá de su contenido político -que no es censurable porque todo gira en derredor de la política- encierra un poco disimulado contenido partidista y opositor, aunque busque suavizar los efectos poniéndose en la posición de ciudadano como si alguien se lo pudiera negar.
   Le asignó a la conducción nacional a través de sus declaraciones ”desocupación y miseria por una política equivocada” y es para pensar que este personaje estuvo en órbita espacial durante todos los años en que el gobierno nacional se ocupó con esmero de fabricar pobres como para exportar, y desocupados hasta niveles penosos, pero celosamente ocultados con el caprichoso manejo de las dibujadas estadísticas y de la vigencia del bolsón, del subsidio sin contraprestación y de las becas a la vagancia.
   Si como lo afirmó, encuentra algunas similitudes entre la gestión actual (a nivel nacional) y la dictadura militar, no es un criterio sustentado por un argentino de la calle sino por un hombre público, un Juez de la República que está divulgando temerarias comparaciones que lo encasillan en el papel de activista de un determinado partido o de una corriente ideológica.
   Si para este señor ese comentario se basa “en la transferencia de recursos de los sectores más marginales hacia los sectores más concentrados de la economía”, arroja a los cuatro vientos y para conocimiento de la sociedad, un panorama del que no es ajeno porque su condición de ciudadano bajo el amparo del privilegio, vendría a ser uno de los artífices de esa maldita e injusta transferencia.
   Y si se le ocurriera esgrimir el percudido argumento de “la igualdad ante la ley”, después que el Sr. Juez sin escudarse en la legal intangibilidad de su abultado sueldo pague el impuesto a las ganancias como pagamos todos incluyendo los jubilados, habrá adquirido estatura contestataria para hacerse escuchar, sin que se lo considere vocero -a conciencia o no- de un determinado sector de la población.
   Si se igualara con quienes vemos que nos despojan en nombre de la ley y sin gozar de ningún irritante privilegio como debe ser, pasaría a las huestes de los nuestros y no como ahora, que es uno más “de los otros”.

LOS LADRONES SIGUEN HUMILLANDO A LA POLICÍA 

   La habían dejado estacionada en la calle Laprida, muy cerca del edificio de Tribunales II y formaba parte nada menos que de la flota del Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario. Era una camioneta identificada.
   Los cacos, seguramente para “marcar la cancha” y hacer notar que en la ciudad son ellos los que mandan, la robaron y pocas horas después el vehículo apareció estacionado en la playa del supermercado Makro.
   Desde Jefatura no aportaron mayores precisiones, aunque el comisario Sánchez, del Tribunal de Conducta confirmó el insólito robo pero se excusó de brindar más detalles porque no estaba autorizado a hacerlo.
   La titular del organismo que vigila la conducta de los hombres y mujeres de azul, Ana Becerra, estuvo por entonces virtualmente  “inencontrable”.
   Un sainete de principio de siglo no hubiera tenido nunca tal argumento y ni siquiera parecido, con lo que se demuestra una vez más que la realidad supera a la ficción.
   Patéticamente antológico, pero que tiene perniciosas consecuencias en la sociedad, que pese a ciertos anuncios que buscan enfriar el panorama y tratar de recuperar algo del respeto por la fuerza, advierte que la cantidad y gravedad de los delitos siguen en alza, que el hampa progresa en todo aspecto y que se siguen escondiendo hechos delictivos gravísimos, como lo son los robos en el interior de los barrios cerrados.
   Un caso de estas características se dio en uno de ellos, y resultó afectado un profesional a quien aprovechando la ausencia de pocas horas, le llevaron una importante suma que por ser viernes y necesitarlos para el día siguiente, guardaba en su casa.
   Hay barrios en donde la gente debe recluirse al atardecer porque desde las primeras sombras los delincuentes se adueñan de las calles amparados por la pésima iluminación y la falta de patrullajes.
   Y una de las consecuencias de este panorama tan poco alentador, es el avance del criterio de aplicar la justicia por mano propia, pero cada  vez mejor organizados a nivel vecinal.
   Entraremos a la jungla si el gobierno no entiende que la seguridad es prioritaria, más que estar jodiendo con las candidaturas y las listas, en el permanente afán de perpetuarse en el poder, y se ponen a trabajar en serio por la gente, sus vidas y sus bienes.
   Mientras ello no ocurra, el hampa seguirá burlándose de la autoridad, con robos y delitos que demuestran que en Córdoba la prevención y la lucha contra los marginados de la ley, no es otra cosa que parte del pasado.
   Y después, los malos políticos de todos los colores quieren vendernos un futuro …

LA MEGACAUSA RECOBRÓ IMPULSO

Siguiendo con las esperanzas de una justicia futura, es probable que quizás en  40 o 50 años, algún Juez motivado por el respeto a la Constitución se horrorice con la prisión preventiva abusiva de la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba y con una mirada imparcial e independiente posiblemente pueda determinar que un compañero de trabajo no es un cómplice, que un contacto de teléfono no es un socio, que una secretaria no es una partícipe, ni un vendedor de celular otro delincuente.
Asimismo que una banda no se constituye por Resolución Fiscal y que los delitos se prueban y no se decretan. El diario La Voz del interior de esta mañana publica una nota relacionada con la causa en la que algunos condenados, que en su momento depositaron una fianza para evitar la prisión preventiva,  reclaman la devolución de esos montos, que parecen haberse esfumado.
Según palabras textuales del diario “las sumas de dinero que se entregan como fianzas a los tribunales son depositadas en una cuenta especial de Bancor que se abre a nombre del titular de la oficina que lleva la causa: el fiscal, el juez o el presidente de una cámara”.
También afirma el veterano matutino que el Tribunal Superior de Justicia aclaró que “el Poder Judicial nunca se queda con plata de las fianzas si hay orden de que se devuelvan”. Cuesta entender la presteza con que se sospecha y se condena a algunos, al mismo tiempo que se excusa a otros, aún cuando las pruebas sean muy subjetivas para los primeros y tan objetivas para los segundos.
 Hay veces que los dineros se pierden en el tiempo, o enl los vericuetos de la propia Justicia.

MILANI, A SU LUGAR: ENTRE REJAS

   Quedó preso en La Rioja porque la Justicia estimó que existen elementos de prueba como para acusarlo formalmente de delitos de lesa humanidad perpetrados por quien fuera fiel Jefe del Ejército en parte del último gobierno kirchnerista.
   Además César Milani carga la mochila de la desaparición del soldado Alberto Agapito Leda y es opinión mayoritaria que su libertad de la que gozara, sólo se justifica por el respaldo de Cristina Fernández y Hebe de Bonafini, titular de las Madres de Plaza de Mayo. Milani jura que es inocente, pero ha trascendido que  las evidencias en su contra son hechos reales y probados.
Marcela Brizuela de Ledo, es la madre del soldado Alberto Agapito y una conocida luchadora por los derechos humanos en la Rioja. Enfrentó a los militares durante la dictadura y exigió justicia a todos los gobiernos de la democracia.
   Ahora, por sus declaraciones periodísticas, es para pensar que está dolida con la abogada exitosa y se siente traicionada por Hebe de Bonafini, a la vez que proclama a los cuatro vientos que nunca recibió un peso como ayuda del Estado y añadió que para eso tenés que firmar el acta de defunción y una vida no vale 300.000 dólares. La vida vale sólo vida. Quiero saber qué hicieron con mi hijo, clamó la madre del soldado y dijo que quiere que paguen con cárcel los culpables.
   El tema es que ahora en la Justicia, Milani tendrá que defenderse con todas las garantías que le otorga la Constitución y sin que se adviertan padrinazgos políticos que lo separen del juicio, del debate y de la condena o de la absolución.
   Ese es, en definitiva, el escenario ideal para este tipo de acusaciones a quienes fueran
encumbrados exponentes del gobierno anterior, y para quienes protestan por el tiempo que ha pasado sin que la causa se moviera, que tengan la grandeza de ejercitar la memoria.
   Muchas cosas ocurrieron desde, digamos, el 45 a esta parte y parece que molestara cuando se agita el avispero, olvidando que para los delitos de lesa humanidad no existen las proscripciones, salvo para el caso de algunos personajes setentistas…
   La causa Milani está en el mejor lugar, o sea en custodia de esa señora de la balanza y de los ojos vendados, aunque alguna vez haya visto demasiadas cosas de reojo.
   Lo que no se advierte al menos hasta estos días, es la defensa a ultranza que era de imaginarse por parte de muchos de los sectores que le palmeaban la espalda a Milani, como los casos de las Sras. Hebe y Carloto, aparte de Luis D’Elía y otros conspicuos adláteres.
   Habrá que ver cómo caminan las cosas, para dilucidar finalmente para la historia, en qué vereda acostumbraba a caminar cada uno.

EL CAMINO QUE MUCHOS QUISIERAN CONSTRUIR 

   Aunque las autoridades pertinentes no quisieron reconocerlo en la semana pasada, se produjo un inédito caos en nuestro Aeropuerto Internacional Taravella, paquetamente construido a la vera del Camino a Pajas Blancas (inapropiado nombre a sabiendas de la cercana existencia de tantos hoteles por hora) tanto por el arribo de cientos de vuelos procedentes del exterior, como de la saturación de operaciones solicitadas para el futuro inmediato. 
   En la búsqueda de una explicación, la información reservada finalmente trascendió porque nunca falta un vocero oficioso que quiere congratularse con los medios periodísticos. La verdad, los cientos de vuelos que llegaban a Córdoba lo hacían colmados de empresarios especialistas en el rubro de los emprendimientos viales, que merced a la globalización se habían enterado que aquí, el gobierno provincial del cordobesismo paga más de 4 millones de dólares por cada kilómetro de camino que construyen, aunque sea una porquería.
   No terminaban de entender, algunos de los hombres de negocios consultados apenas arribaron, que siendo un camino del Cuadrado en su traza tenga curvas y menos aún entiendían que se pagara esa cifra sideral sin que sea delito el alevoso sobreprecio.
   Y si a todo eso no lo alcanzaban a digerir, quedaron azorados al conocer que por ese precio, el camino viene con periódicos derrumbes incluidos.
   No hay mal que por bien no venga: si lo que se buscaba era promocionar a Córdoba, la noticia de tal precio maquillado de legalidad, nos ha hecho famosos en todo el mundo.

ESPERANDO UNA SORPRESA LLAMADA ANSENUZA

   Lo que suele ocurrir cuando se destapa una olla y a cualquier precio se la quiere volver a tapar, es imposible impedir que se escape algún vaporcito interior y surja que en la misma olla se estaban cocinando dos manjares, aunque parezca imposible.
   Ya reventó el tema del camino Del Cuadrado, con el más vertiginoso trámite teñido de legalidad, como lo fue archivar las actuaciones por parte de la Fiscalía contra la corrupción, que es un fuero creado en su momento por De la Sota gobernador, quien le ofreció el cargo a Luis Juez, lo aceptó y al poco tiempo huyó de allí espantado porque se quedaría pegado a varias cuestiones oscuras.
   Y como era de esperarse, allí fueron a parar varios temas que vinculaban al poder con la corrupción y quedan empantanados, escondidos o demorados.
   Y de acuerdo con los acontecimientos de los últimos días, es inminente, me parece, que surja ahora alguna revelación con el costo del faraónico hotel Ansenuza, una de las joyas turísticas del cordobesismo, a la vera de la que llamaban Mar Chiquita.
   Del presupuesto original los números se espantaron hacia arriba y no terminan de cerrar, porque todos los días surgen mayores costos, o cifras no calculadas al principio, u otros pretextos con tal de seguir sumando para un hotel que lleva varios años de construcción y más demoras que el Taj Mahal de la India milenaria.
   Llama la atención que la oposición al gobierno de Unión por Córdoba si es que existe -me refiero a la oposición- no le haya saltado a la yugular a los responsables de ese emprendimiento, bancado según se dijo por la Lotería de Córdoba, que dicho sea de paso, afecta a gestión social solo el 18 por ciento de lo que produce el juego.
   Nadie sabe a dónde va a parar el resto, posiblemente a las cuantiosas sumas que se afectan a publicidad oficial para instalar en la sociedad que vivimos en la mejor provincia, pero con la luz más cara del país, los impuestos más elevados, una educación ciclotímica y una inseguridad aterradora.
   En fin, habrá que esperar el paso de los días, porque esos acontecimientos, cuando salpican al poder, una vez que ganaron la calle se hacen dueños de la situación.
   Roguemos  que la demora no se extienda…