31 de octubre de 2017

Reformismo permanente -----------------------------

“LA PAZ Y LA  ABUNDANCIA  ENGENDRAN
COBARDES; LA NECESIDAD FUE SIEMPRE
MADRE DE LA AUDACIA” (SHAKESPEARE)

   No es necesario adentrarse demasiado en la historia de los padecimientos argentinos y su cíclico catálogo de bonanzas porque los años recientes han sido pródigos en ejemplos que entraron a la categoría de inolvidables.
   En su momento y con la recuperación de la Democracia (con mayúscula) Raúl Alfonsín buscó instaurar la ética de la solidaridad para salir a flote después del desquicio militar y sus consecuencias; Carlos Saúl I de Anillaco se inclinó por las privatizaciones que aplaudieron y apoyaron muchos posteriores apóstatas que no midieron sus daños colaterales; posteriormente De la Rua y su hibridez de aquella alianza y los años del kirchnerismo masculino y femenino que optó por aquello que llamaron “la recreación del Estado”.
   Y así estamos como estamos con todas esas rémoras.
   Un nuevo capítulo cargado de lógicas expectativas se abrió con los recientes anuncios del presidente Macri y su intención de establecer un pretendidamente dinámico “reformismo permanente” que ahuyente ogros y fantasmas que oscurecen el panorama nacional, lo que se refuerza por esa inexplicable postura ante la equivocación y el fracaso que es el ADN de aquellos que perdieron en las urnas y cayeron a la negación de esa impensada realidad alejada de sus optimistas cálculos previos.
   Antes que nada remover los escombros para solidificar las bases de un nuevo intento, retirar los que aún provocan remezones y encarar el futuro con objetivos tan ilusorios como posibles de alcanzar siempre y cuando y paralelamente recobremos la capacidad de diálogo, de debate, de consensos y de tolerancia que permitan al menos achicar esa grieta que separa a los argentinos.
   El planteo desde el simplismo radica en terminar con los privilegios, luchar contra la pobreza, crear empleo genuino y no desoír clamores como los de los jubilados y de otros sectores de la comunidad. Así de sencillo.
   Entonces “se nos cae la ficha” que tenemos por ejemplo una desmesurada cantidad de gremios de los cuales un ínfimo porcentaje discute salarios y convenios, una dirigencia sindical “pancista” y aburguesada, sobrepoblación de empleados estatales (¡1700 en la biblioteca del Congreso!) y un absurdo promedio de 80 dependientes por cada legislador, lo que es una barbaridad.
   Caímos en cuenta que la casta judicial goza de casi 2 meses y medio de vacaciones anuales (feria de enero, semana santa e invierno) mientras miles de causas duermen en los estantes o mueren en los archivos, lo que lleva a suponer que es uno de los impensados caminos que conducen a la impunidad.
   El empresariado argentino creció en avidez alentado por un estilo de gobierno que la fomentó con medidas equivocadas o a través de marcadas omisiones. Se quejaron siempre de la presión impositiva, mientras la mayoría perfeccionaba sus propios mecanismos de evasión. Era y sigue siendo la lucha del gato (sin ninguna alusión) contra las lauchas mientras los ratones siguen haciendo de las suyas, muchos de ellos con enormes utilidades que hacen engordar en el exterior.
   A veces la sinceridad no es bien vista y se la descalifica por lo certera y agobiante pero es preferible al reino de la mentira y la ensoñación, que luego nos golpea sin misericordia con sus cachetazos de realidad.
   ¿Son acaso imposibles las metas planteadas?
   ¿Son alocadas intenciones que no van más allá de un acto en defensa de los propios errores que no son pocos?
   Lo que es imprescindible y es para pensar que en esto debemos ser coincidentes sin diferencias partidarias, es seguir teniendo a la sinceridad como elemento primordial que nos permite pisar un terreno conocido, con menos vacilaciones que si camináramos a ciegas como casi siempre ocurrió.
   Mientras el gobierno sea prolijo, se ocupe de las prioridades de los más necesitados y encare reformas que no signifiquen un desmesurado e impagable endeudamiento y la amenaza de sacrificios ya vividos, con audacia y compromiso es posible salir de la mentira, del estancamiento y del fracaso.
   Maravillosa y apropiada la cita de Lope de Vega: “Jamás será feliz un amante tímido porque la felicidad no es sino el premio a la audacia”.
   Vale repetirlo: los argentinos después de tantas y tan dolorosas frustraciones, con todo lo que tenemos, merecemos vivir bien.

Gonio Ferrari

29 de octubre de 2017

S.L.B.: LAS URNAS Y EL RESPETO POR LA GOBERNABILIDAD - "ALGAS" CORDOBESAS Y SU FALTA DE PREVISIÓN - JULIO DE VIDO, DONDE DEBE ESTAR - ALTERNATIVAS EN EL CULEBRÓN DEL MUERTO QUE LITIGA - LA MEGACAUSA Y UNA ENCUESTA - MARATONES PARA LA DISCORDIA – NUESTROS MALTRATADOS BILLETES, ETC.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” que emiten en dúplex AM580 Radio Universidad de Córdoba y su AM 88.5. En la edición 486 del 29/10/17 estos fueron los temas principales:
EL RESPETO POR LA GOBERNABILIDAD

   En realidad el país es el mismo, la gente es la misma, las instituciones son las mismas, pero no todo es lo mismo.
   Más allá de la frialdad de los números que levantan temperatura mientras son dados a conocer e inmediatamente después de las celebraciones y los festejos entran a un estado parecido a la casi indiferencia, todo eso dicho al comienzo no deja de ser una sutil mentira.
   Para aquellos que organizaron y escenificaron el “caso Maldonado” es para evaluar que no sumó ni restó.
   Porque no son pocos los que tienen que convencerse, a fuerza del impacto emocional y del escrutinio, que así como la soberbia armada entregó sus sangrientos blasones allá por el ´83 con la recuperación de la Democracia, en estos días vemos renacer la gobernabilidad sin trampas volviendo a ser previsibles y sustentables, recuperando protagonismo en el escenario mundial y que no nos aplaudan aisladamente en Venezuela, en Cuba y en otros estados de la misma órbita.
   El freno a la prepotencia será el aire fresco que podremos respirar y es de rogar que las autoridades, con la simpleza de aplicar la ley, terminen con los desplantes, los caprichos y los actos de vandalismo alentados por la mala dirigencia -no tan sólo la sindical- que tanto daño le han hecho a la sociedad argentina en su conjunto.
   Que nadie tome la decadencia del peronismo como un certificado de defunción porque la doctrina por lo general supera a los tiempos, pero necesita adaptarse al progreso y al férreo cumplimiento de las normas legales que nos rigen.
   Distinto es el caso del mal llamado “cristinismo” que es la devaluada rémora de un aburguesado e izquierdoso kirchnerismo disfrazado de justicialista otrora poderoso y ahora en retirada.
   Si se imponen las reformas como medidas para superar los tiempos de crisis, las aceptemos como mansamente supimos aceptar los atropellos, el saqueo y los súbitos enriquecimientos que nos fueron empobreciendo aunque nos quisieran “vender” que en Alemania era peor.
   Las manifestaciones de postergado triunfalismo se equiparan a esos equipos que casi milagrosamente se salvan del descenso y después deliran con la Copa Libertadores, porque la paciencia y la tolerancia acompañarán al gobierno si la sociedad advierte mejoría en el plano general, calidad de gestión y horizontes con perspectivas a mediano y corto plazo, ya que de promesas existe en la gente una especie de agotamiento casi insuperable.
  
El combate frontal contra las calamidades sociales y económicas arrastradas por la historia, heredadas en los últimos años o generadas recientemente, será con la utilización de argumentos fortalecidos por la ley y por la reforzada espalda política que en esta última elección aportó la mayoría ciudadana a sus gobernantes.
   Terminar con la pobreza, liquidar la desocupación, dominar la inflación -todo esto endeudándonos lo menos posible- son sin dudas los objetivos planteados para volver a ser un país en serio que se mire en el espejo de las grandes potencias como alguna vez lo fuimos.
   Intensificar la lucha contra el narcotráfico indemnemente instalado por los inescrupulosos que abrevaron de sus sucias utilidades, es otro de los compromisos de hierro como también lo son el cuidado integral de nuestras fronteras y la reinstalación del respeto del territorio nacional hacia adentro, sin privilegios ni absurdas sacralizaciones.
   Que la Justicia sea verdaderamente independiente sin subterfugios y continúe con su quirúrgica tarea de identificar, juzgar y condenar a los responsables de la rapiña que nos asolara al amparo de una impunidad autoconsagrada.
   Se renuevan entonces los llamados al sacrificio, al trabajo, a la decencia en la función pública, a la tolerancia con quienes piensan distinto, todo esto en un imprescindible e innegociable marco de libertad sin condicionamientos.
   Ahora con una nueva inyección de optimismo, todas aquellas actitudes negativas que padecimos, verdaderos karmas con los que humillaron a buena parte de la sociedad argentina, perderán el sustento del poder y de la altivez que lo caracterizaba.
   Y entenderemos entonces que lo que logremos no será poco …
   Y que alguna vez todos, hermanados, podamos abrazarnos incluso respetando nuestras diferencias.
   Eso se llama, en democracia, caminar hacia la grandeza con libertad, en armónica convivencia y futuro de prosperidad.
   Creo que a todo eso, largamente, ya lo estamos mereciendo.

LAS EXPLICACIONES NO CALMAN LA SED
   Durante casi dos días y no fue un hecho inédito, más del 70 por ciento de la población cordobesa estuvo sin recibir el suministro de agua corriente, servicio a cargo de una empresa que bien merece ser llamada “Algas Cordobesas” por el poco esmero que pone en la calidad de la prestación.
   En su momento y para intentar que los responsables me escuchen, les escribí una cartita que hice pública en estos términos y que les voy a leer:
   “Como no es la primera vez que sucede, parece que ustedes, los dueños de nuestra agua -porque la pagamos y bastante cara- colocan en segundo plano al usuario, que somos los que les aportamos enormes utilidades financieras, con la ayuda de las tardías reacciones del ERSEP y de su padre putativo que vendría a ser el Gobierno del cordobesismo.
   Segundo plano porque les importan medio bledo las consecuencias de su falta de previsión, el manejo caprichoso de una tecnología que dicen tener, la costumbre de pagar a los medios para que digan que son buenos y eficientes y su absoluta carencia de eso tan declamado que los vendedores de humo le llaman “responsabilidad social empresaria”.
   Dejar de dar clases en las escuelas, sufrir la carencia en los hogares, resignarnos a beber barro durante algunas horas, ver que destinaron solo a tres humildes operarios con rastrillos para superar una situación penosamente crítica habla de insensibilidad, abandono y desprecio por el prójimo. 
   Bien saben ustedes porque dicen que son expertos en la materia, que después de los incendios quedan cenizas, que esas cenizas y el pequeño follaje carbonizado son arrastrados por las lluvias hacia donde están los lugares de procesamiento del agua, que eso provoca obstrucciones, que la gente, los negocios, la industria, los hospitales, las escuelas, se quedan sin agua y es para repetirlo: les importa un rábano. 
   Porque si les importara, aplicarían eso que saben, conocen y ya lo vivieron, ejerciendo tareas de prevención frente a desastres previsibles con solo tomarse la molestia de leer los diarios o atender los pronósticos meteorológicos.
   Pero no.
   Prefieren gastar millonadas en pagar explicaciones en lugar de invertirlos en una acción anticipada que enfrente la situación con todos los elementos que están al alcance de ustedes.     
   Eso se llamaría una actitud de respeto hacia la comunidad.
        Pero no.
   Nos faltan el respeto y prefieren darnos tardías y estériles explicaciones que no sirven para nada.
   Ustedes en Europa durarían un par de meses y los echarían a patadones si hicieran lo que impunemente hacen con los cordobeses. 
   Métanselo en esas cabezotas rumiantes de números, de márgenes gananciales, de operaciones en el exterior con el dinero que mansamente les aportamos los usuarios ofendidos, humillados, abandonados y maltratados.
   Devuelvan lo que nos cobraron sin darnos, uno por uno a cada uno de los frustrados usuarios, de la misma manera con que nos aprietan con los recargos si hay moras en los pagos.
        Amorticen a todos los que gastaron en bidones.
       Si no lo hacen, veremos si son capaces de cortarnos el servicio a todos por negarnos masivamente a pagar, al seguir siendo víctimas de una imprevisión que es de ustedes.    
  Y entiéndanlo de una vez los mandamases de “Algas Cordobesas”: no queremos más explicaciones.    
   ¡Queremos aguaaaaa!”

EL MUERTO SIGUE HACIENDO TRAVESURAS

   Los tiempos corren vertiginosos con relación al curioso caso del muerto que litiga y por si no lo recuerdan, me refiero a la demanda por desalojo que presentara en los tribunales cordobeses una persona ocho meses después de haber muerto.
   El objetivo sin dudas era quedarse con una vivienda sumamente precaria, pero enclavada en un bien cotizado terreno cercano al shopping de Villa Cabrera, rodeado de bonitas residencias.
   El hecho del denunciante ya muerto se les pasó por alto a dos fiscalías y a un juzgado de control, pero al ser denunciados por la afectada, una mujer en estado vulnerable por sus dolencias y la enorme carga de estrés, raudamente se giraron esas actuaciones al fuero anticorrupción, donde habrían dictaminado, palabra más o palabra menos, que cualquiera se equivoca…
   Increíble pero real, razón por la cual, defendidos desde adentro los diez o más funcionarios judiciales a quienes se les pasó por alto el detalle del denunciante muerto, queda la responsabilidad casi centrada en los dos abogados, un él y una ella, patrocinantes del fallecido demandante.
   Pero hubo otras alternativas en torno del suceso y hemos considerado oportuno conversar con el abogado que atiende a quien resultaría víctima de esta maniobra, que dicho sea de paso falleció pocos días atrás, agobiada por la presión del desalojo al que fuera condenada.
   Hablamos ahora con el Dr. Marcelo Durieux:

El diálogo que mantuviera Gonio Ferrari con el abogado Marcelo Durieux con relación a las últimas novedades surgidas en el caso de la demanda que entablara una persona que había muerto 8 meses antes de iniciarla, puede ser escuchado en la correspondiente sección, ubicada en el costado derecho de este blog.


A DE VIDO LE COSTARÁ SOSTENER INOCENCIA 

   No es cuestión de entrar en detalles de todo lo que despojó al Estado argentino este sujeto que hoy sufrió el naufragio de su soberbia, padeció el miedo a “ser boleta” y debe haber pensado, humano al fin, que no debiera haber creído cuando sus poderosos mandantes lo convencieron que con la eternidad en el poder, bien podía estar seguro de su consagrada impunidad.
   Y de acuerdo con varias de las tantas acusaciones que pesan sobre su conciencia si es que la tiene o se atrofió por la angurria, hubo casos en que las coimas representaban cinco o seis veces el valor real de algunos emprendimientos que pagábamos todos… y todas.
   Y para no caer al lugar común de los apresuramientos a los que conduce la emotividad de las imborrables escenas del traslado a la cárcel, bueno sería serenar los ánimos y dosificar la indignación para liberarla con todo su esplendor ciudadano una vez que la Justicia cumpla con su cometido de juzgarlo, permitir que se defienda con todas las garantías y condenarlo si es culpable aunque la alternativa de la inocencia, por las probanzas acumuladas, son más remotas -y es sólo un ejemplo- que pretender rogarle silencio y mesura a Luis Juez.
   De Vido, más que un acusado serial es el símbolo de una época signada por el arrebato grosero, el “escruche” mayorista, el despojo descarado, la asociación que formó con los de abajo, los del medio y los de arriba; el reino de la arrogancia, el desprecio por el prójimo sufriente en propio beneficio, la altivez frente al mundo, la estafa a las esperanzas y el quiebre del compromiso con el futuro, con la gente y con la Patria.
   Sin embargo, veremos con dolor lo que de manera especial afectará a todos aquellos que con buena fe y convicciones pensaron que todo era un armado mediático, que esa cleptocracia instaurada por quienes miran el cielo desde atrás de las rejas fue el resultado de una indemnidad que los llevó a la malversación, al pillaje de las arcas públicas y al saqueo, con lo que consiguieron que los argentinos fuéramos un internacional trapo con piojos, aislados de las grandes potencias y diplomándonos como arquetipos de la ratería, el latrocinio y el fraude.
    De Vido está donde debió haber sido guardado tiempo antes, pero hay que entender en los políticos ese fino y quirúrgico manejo de los tiempos, cuando se vive un trascendente año electoral en cuyo transcurso podía haberse definido el camino a seguir sin escollos, o el más estrepitoso de los fracasos porque bien sabemos que la gente al votar aprendió a reclamar, premiar o castigar.
   No es el único que merece estar donde está.
   Los casos de súbitos y groseros enriquecimientos se pueden contar por decenas y justo sería que todos los depredadores artífices de peculados reciban el rigor de la ley, lo que en realidad no alcanza para calmar la irritación colectiva, porque los ladrones que esquilmaron al Estado impidieron con su glotona codicia la atención de problemas acuciantes en salud, vivienda, educación, seguridad, industrialización, pobreza e indigencia y otros aspectos negativos que nos castigaban sin misericordia.
   De Vido fue un dique de contención para el progreso, un ladrón de esperanzas, un patético burlador del futuro nacional.
   Pretender que devuelvan los frutos de tan desmedida insaciabilidad entraría al terreno de las utopías, porque los operadores de la corrupción bien se cuidan de esconder sus tesoros malhabidos y nadie otorga recibos por las coimas.
   Julio De Vido está preso y desde el desteñido y decadente kirchnerismo en vías de extinción, surgen voces en su defensa llegando casi a santificarlo de cándida y sonriente inocencia y por lo que se sabe, a nuestro políticamente sinuoso Sumo Pontífice poco le costaría apadrinarlo.
   La decencia ha recobrado un protagonismo que jamás debió perder.
   Un aire de fresca esperanza para los argentinos de bien, sacrificados exponentes del esfuerzo y del compromiso.
   Roguemos tener la paciencia necesaria para que en plazos razonables, De Vido no se sienta tan solo y pueda compartir con sus cómplices y mandantes, el amargo sabor del encierro al que lo condenen la Justicia de los hombres y el clamor de la ciudadanía.
   La otra Justicia, esa que nadie conoce -pero teme- porque nadie tampoco regresó para contarla, puede seguir esperando.
   Pero que llegará, de eso estemos seguros que llegará…

NO SÓLO EL PRIVILEGIO DE NO PAGAR GANANCIAS
   Son en verdad muchas las libertades que en Córdoba se han justificado como ejemplo del respeto al principio de inocencia: El caso del Fiscal Nazar, que fue condenado por cobro de coimas para liberar a un preso mientras ejercía su función (el fiscal, obviamente),  y permaneció libre por no estar firme su condena. Vale consignar al margen que Nazar, en las últimas horas, fue detenido por un hecho de violencia familiar, ajeno a aquella condena.
   Otro más, el caso del Juez Esteban Díaz  denunciado por lo mismo, nada más y nada menos que por un Fiscal y que no fue ni siquiera imputado.
   Funcionarios del gobierno actual, denunciados con nombre y apellido por apropiarse de inmuebles  de manera irregular, tampoco citados, ni siquiera al acostumbrado trámite de declarar.
   ¿Y aquel Secretario de Gobierno que libró tantos cheques falsos? Tapado en el silencio y sin ninguna causa. Y podríamos así continuar con una larga lista.
   Nadie discute sus constitucionales derechos, pero entonces sería saludable e importantísimo que el Poder Judicial cordobés responda ¿Por qué razones los imputados en la causa del Registro son los únicos detenidos y permanecen en prisión preventiva  cuando les asisten exactamente los mismos derechos que a los que terminamos de citar?
   Probablemente sería más útil para la sociedad que los recursos y energías que nuestros funcionarios judiciales están derrochando en encarnizadas -trascendidas y no negadas internas- se destinaran a revisar, evitar y extremar los cuidados, para que personas inocentes no padezcan injustos encierros-
   Y como se vienen amontonando los temas por dos semanas de ausencia, hay más todavía: Los resultados de una encuesta realizada en junio de este año a los ciudadanos cordobeses revelaron que más de un 85 por ciento desconfía de la honestidad de los jueces y fiscales, cuestionándose la eficiencia, los favoritismos, la lentitud y la falta de garantías.
   Según el informe, los cordobeses no confían en la Justicia, a la cual ven sometida al poder político y sin compromiso para investigar la corrupción. La falta de independencia fue la mayor queja tanto de ciudadanos como de letrados. 
   Además, el 75,8 por ciento manifestó poca o ninguna confianza en el fuero Anticorrupción.  Se justificó esta desconfianza analizando que en  13 años este fuero no realizó ninguna condena de peso.
   Para muchos, en el fuero anticorrupción se instrumenta entre otras acciones, la defensa corporativa cuando alguien de la Justicia es denunciado, caso reciente, el del muerto que litiga.
   Desde el Poder Judicial  se respondió negando cualquier dependencia del poder político o cualquier ingreso a la Justicia por los gobiernos de turno. Al fuero Anticorrupción se lo defendió poniendo como ejemplo la condena de dos fiscales, el proceso contra un ex intendente y las condenas relacionados con el Registro de la Propiedad.
   ¡En trece años!
   No aclaró la entrevistada, presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, que en la causa del Registro no se condenó, y ni siquiera se juzgó, a ningún funcionario de alto cargo. A ninguno, pese a que fueron acusados en repetidas ocasiones.
   El mismo artículo cita que, en costos, la corrupción le costó a la Argentina unos 20 mil millones de dólares, millones que, en Córdoba, no los tienen los que el Poder Judicial condenó en la causa del Registro.
   Así que sería muy beneficioso que intentaran  encontrar a dónde y quiénes los tienen, no sólo para devolverlos, sino para reparar también la confianza que legítimamente muchos hemos perdido. 

MARATONES DE LA DISCORDIA
   La verdad y haciendo memoria, en su tiempo me tocó practicar muchos deportes, por ejemplo el hockey sobre patines, saltos ornamentales, atletismo, fútbol en el equipo de La Voz del Interior, tiro con pistola y fusil y más que nada rugby, o sea que bien puede suponerse que el deporte me encanta.
   Así es, pero cada disciplina en su ámbito, razón por la cual me cae antipático y lesivo para miles de vecinos, esa reiterada práctica que se ha entronizado en Córdoba, de organizar maratones con recorrido por el centro de la ciudad.
   Que una marca de ropa deportiva quiera trascender, que un sanatorio a través del maratón busque fortalecer su márketing, que algún club se proyecte a través de esa modalidad pedestre, son objetivos que a los vecinos les resultan demasiado molestos, invasivos y costosos.
   ¿Por qué no hacen las maratones utilizando por ejemplo el Parque de la Vida y sus adyacencias? ¿Por qué no utilizan la costanera particularmente y en ambos sentidos por el recorrido que se estipule?
   En las últimas ediciones de esta prueba, organizadas por Mongo o por quien fuera, se generaron inútiles y perjudiciales horas caóticas en pleno centro, afectando el derecho a la libre circulación de nosotros, los ciudadanos.
   Si los organizadores de estos encuentros no del todo deportivos porque tienen un marcado sesgo comercial, fueran respetuosos de su prójimo, las autoridades que autorizan o no los cortes de calles que después les censuran a los manifestantes, buscarían la manera de satisfacerlos sin perjudicar a la gente.
   Pero así son las cosas, en estas pampas donde los intereses particulares prevalecen por encima del interés común.
   Y así estamos …

RIDÍCULO MALTRATO A NUESTRO DINERO
   En cualquier país del mundo, incluso en aquellos que muchos consideran sumidos en el retraso, es complicado que alguien acepte dinero en papel, esos billetes deteriorados, recortados, agujereados, pintarrajeados, sellados, con más cinta adhesiva que billete o utilizados como llamadores para ciertas actividades, contactos íntimos, etcétera.
   Nuestros billetes en buena cantidad, son una antihigiénica porquería que a veces provoca asco tocarlos porque se han transformado en vehículos de pestes y algunos otros contagios.
   Partiendo desde la mayoría de los cajeros de bancos, o de cualquier entidad que maneja dinero papel, que los escriben numerando cantidad de ejemplares para después facilitar el conteo.
   Díganme si alguna vez les aceptaron un dólar o un euro con mínimos trazos de tinta o cualquier otro dibujo.
   ¿Cómo se supera esta situación?
   Apelo a la buena voluntad de cualquier legislador del partido que sea, para que presente un proyecto con  las siguientes bases:
   Declarar seis meses de tiempo para que vencido el plazo, todo billete maltratado sea desconocido como valor y quede fuera del circulante.
   En el mismo plazo, canjearlos por ejemplares nuevos y limpios.
   Ya verán cómo se aprende a cuidarlos, más allá del respeto por la memoria de los próceres que aparecen, de los paisajes o de los bichos autóctonos que lucen. 
   No es posible que mostremos al mundo tal imagen de incultura, precisamente con los elementos que más se mueven entre nosotros, que son los billetes.
   Después de todo, no es nada más que educar a la gente en un aspecto que parece tonto, pero es trascendente.




26 de octubre de 2017

Millones de millones de pesos -------------------

LOS NÚMEROS DE LA RAPIÑA ATERRAN
Y HACEN QUE PAREZCAN EXAGERADOS

    No es cuestión de entrar en detalles de todo lo que despojó al Estado argentino este sujeto que hoy sufrió el naufragio de su soberbia, padeció el miedo a “ser boleta” y debe haber pensado, humano al fin, que no debiera haber creído cuando sus poderosos mandantes lo convencieron que con la eternidad en el poder, bien podía estar seguro de su consagrada impunidad.
   Y de acuerdo con varias de las tantas acusaciones que pesan sobre su conciencia si es que la tiene o se atrofió por la angurria, hubo casos en que las coimas representaban cinco o seis veces el valor real de algunos emprendimientos que pagábamos todos… y todas.
   Y para no caer al lugar común de los apresuramientos a los que conduce la emotividad de las imborrables escenas del traslado a la cárcel, bueno sería serenar los ánimos y dosificar la indignación para liberarla con todo su esplendor ciudadano una vez que la Justicia cumpla con su cometido de juzgarlo, permitir que se defienda con todas las garantías y condenarlo si es culpable aunque la alternativa de la inocencia, por las probanzas acumuladas, son más remotas -y es sólo un ejemplo- que pretender rogarle silencio y mesura a Luis Juez.
   De Vido, más que un acusado serial es el símbolo de una época signada por el arrebato grosero, el “escruche” mayorista, el despojo descarado, la asociación que formó con los de abajo, los del medio y los de arriba; el reino de la arrogancia, el desprecio por el prójimo sufriente en propio beneficio, la altivez frente al mundo, la estafa a las esperanzas y el quiebre del compromiso con el futuro, con la gente y con la Patria.
   Sin embargo, veremos con dolor lo que de manera especial afectará a todos aquellos que con buena fe y convicciones pensaron que todo era un armado mediático, que esa cleptocracia instaurada por quienes miran el cielo desde atrás de las rejas fue el resultado de una indemnidad que los llevó a la malversación, al pillaje de las arcas públicas y al saqueo, con lo que consiguieron que los argentinos fuéramos un internacional trapo con piojos, aislados de las grandes potencias y diplomándonos como arquetipos de la ratería, el latrocinio y el fraude.
    De Vido está donde debió haber sido guardado tiempo antes, pero hay que entender en los políticos ese fino y quirúrgico manejo de los tiempos, cuando se vive un trascendente año electoral en cuyo transcurso podía haberse definido el camino a seguir sin escollos, o el más estrepitoso de los fracasos porque bien sabemos que la gente al votar aprendió a reclamar, premiar o castigar.
   No es el único que merece estar donde está.
   Los casos de súbitos y groseros enriquecimientos se pueden contar por decenas y justo sería que todos los depredadores artífices de peculados reciban el rigor de la ley, lo que en realidad no alcanza para calmar la irritación colectiva, porque los ladrones que esquilmaron al Estado impidieron con su glotona codicia la atención de problemas acuciantes en salud, vivienda, seguridad, industrialización, pobreza e indigencia y otros aspectos negativos que nos castigaban sin misericordia.
   De Vido fue un dique de contención para el progreso, un ladrón de esperanzas, un patético burlador del futuro nacional.
   Pretender que devuelvan los frutos de tan desmedida insaciabilidad entraría al terreno de las utopías, porque los operadores de la corrupción bien se cuidan de esconder sus tesoros malhabidos y nadie otorga recibos por las coimas.
   Julio De Vido está preso, y desde el desteñido y decadente kirchnerismo en vías de extinción surgen voces en su defensa llegando casi a santificarlo de cándida y sonriente inocencia y por lo que se sabe, poco le costaría apadrinar a nuestro políticamente sinuoso Sumo Pontífice.
   La decencia ha recobrado un protagonismo que jamás debió perder.
   Un aire de fresca esperanza para los argentinos de bien, sacrificados exponentes del esfuerzo y del compromiso.
   Roguemos tener la paciencia necesaria para que en plazos razonables, De Vido no se sienta tan solo y pueda compartir con sus cómplices y mandantes, el amargo sabor del encierro al que lo condenen la Justicia de los hombres y el clamor de la ciudadanía.
   La otra Justicia, esa que nadie conoce -pero teme- porque nadie tampoco regresó para contarla, puede seguir esperando.
   Pero que llegará, seguros estemos que llegará…

Gonio Ferrari

23 de octubre de 2017

¿Y ahora qué? -----------------------

NADA  HA  TERMINADO PERO
VIVIMOS UN BUEN COMIENZO

   En realidad el país es el mismo, la gente es la misma, las instituciones son las mismas, pero no todo es lo mismo.
   Más allá de la frialdad de los números que levantan temperatura mientras son dados a conocer e inmediatamente después de las celebraciones y los festejos entran a un estado parecido a la casi indiferencia, todo eso dicho al comienzo no deja de ser una sutil mentira.
   Para sus “organizadores” el “caso Maldonado” no sumó ni restó.
   Porque no son pocos los que tienen que convencerse, a fuerza del impacto emocional y del escrutinio, que así como la soberbia armada entregó sus sangrientos blasones allá por el ´83 con la recuperación de la Democracia, en estas horas vemos renacer la gobernabilidad sin trampas volviendo a ser previsibles y sustentables, recuperando protagonismo en el escenario mundial y que no nos aplaudan aisladamente en Venezuela, en Cuba y desde otros estados de la misma órbita.
   El freno a la prepotencia será el aire fresco que podremos respirar y es de rogar que las autoridades, con la simpleza de aplicar la ley, terminen con los desplantes, los caprichos y los actos de vandalismo alentados por la mala dirigencia -no tan sólo la sindical- que tanto daño le han hecho a la sociedad argentina en su conjunto.
   Que nadie tome la decadencia del peronismo como un certificado de defunción porque la doctrina por lo general supera a los tiempos, pero necesita adaptarse al progreso y al férreo cumplimiento de las normas legales que nos rigen.
   Distinto es el caso del mal llamado “cristinismo” que es la devaluada rémora de un aburguesado e izquierdoso kirchnerismo disfrazado de justicialista otrora poderoso y ahora en retirada.
   Si se imponen las reformas como medidas para superar los tiempos de crisis, las aceptemos como mansamente supimos aceptar los atropellos, el saqueo y los súbitos enriquecimientos que nos fueron empobreciendo aunque nos quisieran “vender” que en Alemania era peor.
   Las manifestaciones de postergado triunfalismo se equiparan a esos equipos que casi milagrosamente se salvan del descenso y después deliran con la Copa Libertadores porque la paciencia y la tolerancia acompañarán al gobierno si la sociedad advierte mejoría en el plano general, calidad de gestión y horizontes con perspectivas a mediano y corto plazo, ya que de promesas existe una especie de agotamiento insuperable.
   El combate frontal contra las calamidades sociales y económicas arrastradas por la historia, heredadas en los últimos años o generadas recientemente, será con la utilización de argumentos fortalecidos por la ley y por la reforzada espalda política que en esta última elección aportó la mayoría ciudadana a sus gobernantes.
   Terminar con la pobreza, liquidar la desocupación, dominar la inflación -todo esto endeudándonos lo menos posible- son sin dudas los objetivos planteados para volver a ser un país en serio que se mire en el espejo de las grandes potencias como alguna vez lo fuimos.
   Intensificar la lucha contra el narcotráfico indemnemente instalado por los inescrupulosos que abrevaron de sus sucias utilidades, es otro de los compromisos de hierro como también lo son el cuidado integral de nuestras fronteras y la reinstalación del respeto de nuestro territorio hacia adentro, sin privilegios ni absurdas sacralizaciones.
   Que la Justicia sea verdaderamente independiente sin subterfugios y continúe con su quirúrgica tarea de identificar, juzgar y condenar a los responsables de la rapiña que nos asolara al amparo de una impunidad autoconsagrada.
   Se renuevan entonces los llamados al sacrificio, al trabajo, a la decencia en la función pública, a la tolerancia con quienes piensan distinto, todo esto en un imprescindible e innegociable marco de libertad sin condicionamientos.
   Ahora con una nueva inyección de optimismo, todas aquellas actitudes negativas que padecimos, verdaderos karmas con los que humillaron a buena parte de la sociedad argentina, perderán el sustento del poder y de la altivez que lo caracterizaba.
   Y entenderemos entonces que lo que logremos no será poco …
   Y que alguna vez todos, hermanados, podamos abrazarnos incluso respetando nuestras diferencias.
   Eso se llama democracia, libertad, convivencia y prosperidad.

Gonio Ferrari

21 de octubre de 2017

Santiago: aunque no lo leas ---

EL FRÍO NO TE DIÓ TIEMPO

   Es probable -todo es probable- que algún gendarme por obediencia debida te haya dado un empujón o una trompada, que corriste en defensa propia como legalmente propia fueron tu rebeldía y tu protesta, te encontraste con un río que creías manso pero te metiste justo en el peor lugar donde el barro está demasiado debajo de tu nula condición de nadador, cargado de invierno en la ropa.
   Allí, cuando tardíamente se entiende que manotear es al pedo, habrás visto pasar por tu mente esa postrera y detallada película de tu vida con todos tus legítimos anhelos, proyectos, algunos logros y las frustraciones que tiene cualquiera de nosotros, porque eras uno más, precisamente de nosotros, los seres vivos.
   Habrás tenido lógicamente tus ideas políticas, tu ideología respetable cualquiera haya sido y una manera salvaje de practicar el ejercicio de la libertad sin ataduras geográficas, laborales o sentimentales, porque según dicen eras un ebrio de tu propia independencia, enemigo de los candados, las llaves y los cerrojos.
   Pintón desgreñado mujeriego o misógino es lo de menos porque si hubo amores, se quedaron con la ausencia irreparable, el luto y el recuerdo que suele ser el más barato y accesible de los consuelos.
   Por eso que somos materia y energía inmortal tras descarnar, tengo la convicción que has podido seguir capítulo a capítulo todas y cada una de las escenas de tu vida que fueron escribiendo en la mayoría de los casos quienes no te conocían salvo por fotos; de quienes nunca te cruzaron con un café, una birra, una palabra o una mirada.
   ¡Tantos jueces de cartón te condenaron o te absolvieron!
   Tantos como tantos fueron los fiscales que te endilgaron errores, como aquellos ignotos defensores que llegaron casi a tu canonización.
   ¿Alguien pensó en tu familia? ¿Alguien hizo propia la tortura de tu frio, el dolor postrero y ese brutal ingreso a la nada?
   Ya no estás. Ya fuiste. Ya no vuelves.
   Ya te usaron …
   Y frente a una certeza tan despiadada es cuando los que quedamos vivos tenemos la obligación de mirarnos hacia adentro, sin trampas ni concesiones pero con la pasión hacia el respeto por la vida, y asumir que cada uno te colocó en el lugar de las propias y a veces mezquinas conveniencias.
   Lo más lacerante, Santiago, fue que la fatalidad, la prepotencia, las angurrias políticas, la sinrazón, la irracionalidad y el agua helada no te dieron el tiempo de vida que merecías para enterarte de cuánto y de quiénes te habían usado.
   Me duele y me lastima tu dolor.
   Me duele mi país ofendido por los arribistas de la tragedia, fabricantes de conflictos, mentiras y desgracias.
   No siempre es buen augurio ni sirve de mucho rogarles a los dioses por un merecido descanso en paz.
Gonio Ferrari
 

18 de octubre de 2017

Exabrupto por desesperación ----------

UNA VEZ VOTAMOS PARA DEJAR  
DE SER AQUEL “PAÍS DE MIERDA”


   Sería nada más que para dejar limitados al terreno de lo folklórico-político aquellos conceptos que libremente regalara a la audiencia la Doña que Ahora Quiere Volver, cuando en una reciente entrevista se ocupó de rotular de “choborra” a la ministra Bullrich, decir que Lilita Carrió es una gorda y que el presidente de todos y de todas (actual) era idiota.
   Son a veces tantas las barbaridades que se intercambian de trinchera a trinchera que ahora los sociólogos se devanan los sesos evaluando con certeza, que suelen ganar la guerra los que menos balas les descerrajan a sus adversarios y son las urnas las que actúan como inapelables árbitros de esas batallas.
   Y suele también ocurrir en aquellas personas que durante mucho tiempo se escondieron de micrófonos, cámaras y grabadores que no contaban con sus simpatías ni su generosidad, que de golpe incurren en “destapes” impensados intentando llevarse por delante a la sociedad, pero olvidando que existen dos elementos incuestionables que son los archivos y la memoria, que es en definitiva y como consecuencia el lápiz de la historia.
   Y simplemente como pantallazos para las inevitables y necesarias comparaciones moviendo eso que le llaman cerebro aún activo, entran atropellando ciertos hechos de aquellos días en que un Fiscal de la Nación cayó abatido por las balas de los sicarios que lo suicidaban, con tanta mala suerte que eso le ocurrió cuando le quedaban pocas horas para ser protagonista de un acto jurídico que podía haber llegado  a erigirse en inolvidable, pero no llegó a concretarlo en aquel país que no es el actual “de mierda” según la poética definición de la dama que a veces es preferible ni nombrar.
   Y uno de sus amigos -de Ella- el virtualmente desaforado y “entrerrejado” Julio De Vido según se comenta acosado por la crisis energética que padecíamos los argentinos, habría negociado con Irán la impunidad de la responsabilidad, intelectualidad o autoría  del atentado a la Amia a cambio de una buena provisión de petróleo.
   En el país actual “de mierda” y durante el gobierno que lo precedió se dibujaban las estadísticas y al esconder la realidad, los imbéciles pretendían vender que los crímenes no existían, pese a que un organismo encargado de estudiar la represión policial e institucional (no recuerdo exactamente su nombre) reveló que entre los años 2003 y 2015 en plena vigencia del kirchnerismo murieron 3070 personas asesinadas a razón de una cada 34 horas, por efectivos policiales de provincias y agentes penitenciarios. A todo esto el Centro de Estudios Legales y Sociales durante el mismo período que delirantemente algunos rotularon como ”la década ganada”, reportó que las fuerzas de seguridad porteñas y de sus aledaños contabilizaron 1549 muertes de las que más de la mitad eran menores de 25 años.
   ¿Desaparecidos?. Cuando no éramos “país de mierda”, en 2009, un tal Luciano Arruga, pibe de 16 años, se negó a robar para la policía bonaerense siendo gobernador ese muchacho Scioli, ahora candidato a legislador por la lista de Ella la que Ahora Quiere Volver, fue torturado y asesinado. Se supo que tiempo después habría sido enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita.
   Recordemos con respeto a Jorge Julio López, allá por el 2006.
   Otro caso, año 2011 en Rio Negro, el del salteño Daniel Solano, de una comunidad guaraní de Tartagal, golpeado y torturado por la policía lugareña luego de una protesta. Solano era cosechador de manzanas, le dijeron que cobraría 200 pesos diarios pero le liquidaron nada más que 43. También era un muchacho de 26 años, procesaron por su “desaparición forzada de persona” a siete efectivos policiales, pero el joven jamás reapareció y la Doña Ella nunca siquiera lo recordó en sus frecuentes peroratas televisivas cuando se empalagaba con los derechos humanos.
   Quien proclamó urbi et orbe que no quiere vivir en este “país de mierda” sólo pone sus manos (con guantes de amianto) en el fuego por sus críos y por nadie más, a lo mejor para esconder que la Hija de, había encanutado cinco palos verdes de origen desconocido (ahorrativa la jovencita) y que su Nene de, líder de una devaluada La Cámpora se daba el lujo de gastar 55 mil pesos diarios durante el año pasado, cuando en el barrio lo conocían como “El Esquimal” porque no había transpirado nunca.
   Agradezcamos entonces con patriotismo vivir ahora en este “país de mierda”, celebrando que la amnesia haya sido otra de las pestes que como daños colaterales, los artífices del modelo nacional & popular nos inocularon durante tantos años de bonanza, decencia y honestidad.

Gonio Ferrari