24 de noviembre de 2019

S.L.B.: UN MARINO PERUANO ANALIZA LA REALIDAD DE LAS IZQUIERDAS - DENUNCIAS CONTRA FUNCIONARIOS CAEN AL SOMBRÍO DESTINO DEL ARCHIVO - EL TANGO MUESTRA AMORES, DESENGAÑOS O DESENCUENTROS - MILES DE MILLAS AÉREAS DEL PAPA Y NO VIENE A SU PAÍS - UNA PARCIAL ALERGIA LEGISLATIVA A LA "FICHA LIMPIA" - NUESTRA CÓRDOBA SIGUE SIENDO ÚNICA, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”, edición n° 596 del 24/11/19 que emitieran AM580 y FM88,5 ambas de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

Una opinión para reflexionar
MARINO PERUANO RETIRADO DE LA FUERZA
ANALIZA LA REALIDAD  DE  LAS  IZQUIERDAS.



   En un interesante trabajo analítico, el peruano Contralmirante retirado Luis Marchini comenta que “Los sucesos de Chile dejan varias lecciones que debemos aprender. En primer lugar, es evidente que la izquierda nos ha ganado la guerra cultural. De otro modo no se entiende el respaldo que llegan a tener los vándalos en diversas instituciones civiles, en la prensa y hasta en las FF.AA., que salieron a las calles para garantizarles a los manifestantes que no serían molestados en su tarea de destrucción.
   La guerra cultural es la más silenciosa de las que ha emprendido la izquierda. En los últimos años, la izquierda se adueñó de los derechos humanos, tanto del discurso como de las instituciones. Esto llega incluso a niveles de vergüenza en las Naciones Unidas. 
   Luego se apropiaron de la memoria histórica. Los académicos de izquierda se han encargado de contar la historia desde su propia perspectiva. No solo la han contado, sino que la han reforzado con museos de la memoria, películas, documentales, obras de teatro y toda clase de arte representativo, además de las efemérides que a la izquierda le encanta rememorar, y en las que los delincuentes y criminales han sido transformados en héroes o víctimas”. 
   Sigue comentando el militar peruano que “Luego nos fueron metiendo, poco a poco, la idolatría por toda clase de manifestación callejera, convertidas en expresiones auténticas de la democracia popular. Implantaron el famoso y falso “derecho a la protesta” que no existe, por lo menos en nuestra Constitución.
   Pero lo repiten tanto que todos creen que es, en efecto, un derecho constitucional. En consecuencia, se negaron siempre a regular las protestas, acusándonos de pretender “criminalizarlas”, cuando es un hecho que muchas protestas son criminales.
   Nos vendieron el cuento de la “protesta pacífica” y de los “infiltrados” para lavarse las manos cada vez que una manifestación terminaba en vandalismo. Los abogados de DD.HH. de las oenegés de izquierda estaban siempre prestos a rescatar de la cárcel a los vándalos, dándoles la sensación de impunidad y de heroísmo.
   Toda reacción del Estado mediante la policía era condenada como “abuso y exceso policial”. Y si aparecía un muerto de bala, el ministro del ramo era llamado a dar cuentas al Congreso, donde se le exigía su renuncia, si no lo había hecho ya bajo presión de los medios.
   Toda manifestación callejera fue elevada a los altares, como la expresión del pueblo. Es decir, del dios máximo de la izquierda. El pueblo, ese ente vacío cuyo espacio ninguna manifestación puede llenar, pasó a ser el ser supremo al que se le debe todo. Cualquier manifestación callejera era vista como la encarnación material del dios pueblo y había que rendirle pleitesía. Nadie puede osar levantar su mano contra el dios pueblo.
   Pero el torpedo más temible para toda sociedad fueron los “derechos sociales”, una especie de doctrina teologal que convierte en derechos (es decir, en obligaciones para el Estado e incluso para los privados) todo lo que un grupo social necesita, desde el agua potable en un desierto hasta el empleo con garantías de estabilidad laboral eterna.
   Los derechos sociales son un cheque en blanco a ser llenado a voluntad por los demagogos más grandes de la historia. Ya lo dijo Evita; “donde hay una necesidad, nace un derecho”.
   Con todo ese mar de conceptos maniqueos y falsas verdades, nuestra cultura fue travestida en un manicomio de izquierdas, donde la utopía reemplaza a la realidad y el discurso flota en el delirio, sustentado apenas por la pose del bienhechor social.
   Por supuesto, la estrella polar de todo ese universo de delirio psicodélico progresista fue la “igualdad social”, el más aberrante de todos los conceptos enarbolados por el progresismo; pero, al mismo tiempo, el más repetido y el de efectos más psicotrópicos, pues convence de inmediato a todo bípedo parlante de que semejante disparate es el mayor objetivo de una sociedad humana. Como si se tratara de una granja de ovejas o gallinas.
   Pero como casi nadie tiene el valor de oponerse a la frondosa variedad de conceptos alienados de la izquierda, y pocos se resisten a posar como poseedores de tanta sabiduría política y nobles bienhechores sociales, la izquierda tuvo campo libre para distribuir su basura ideológica como si fueran paquetes de cocaína entre los jóvenes. Y una vez más en la historia, los jóvenes acaban siendo los tontos más útiles de la izquierda y la carne de cañón de sus revoluciones”.
   Hasta allí el comentario y lógicamente las similitudes y las diferencias a la hora de comparar, quedan libradas a la libre y democrática evaluación de cada ciudadano.

Megacausa del Registro
LAS  DENUNCIAS  CONTRA  FUNCIONARIOS NO
MERECEN EL SOMBRÍO DESTINO DEL ARCHIVO
   En consonancia con lo expresado por el Papa Francisco la semana pasada, ahora fue noticia destacada que un grupo de legisladores conformaron una asociación civil para participar como querellantes en causas de corrupción, que esperan del Tribunal Superior de Justicia una respuesta a su inquietud.
    El motivo de su pedido es evitar que las denuncias presentadas puedan ser archivadas sin posibilidad de revisión por otras instancias y es cuando inevitablemente nos atropellan los recuerdos cuando se viene a la mente el Fuero Anticorrupción, que nunca encontró delito en denuncias contra funcionarios,  pretendiéndose justificar su trabajo con causas como la del Registro de la Propiedad de Córdoba, que mediáticamente se presentó a la población como una cruzada contra ladrones de guante blanco.
    El más elemental diccionario define a los ladrones de cuello o guante blanco  como pertenecientes a estratos sociales altos y privilegiados, con buen pasar económico y con contactos con personas poderosas, lo que les permite influir sobre la legislación y los medios de comunicación a fin de mantener su impunidad.
    En honor a la verdad parece broma, ya que es exactamente opuesto a la realidad de los imputados del Registro, personas comunes, carentes de privilegios, trabajadores que viven del sueldo, sin fortunas personales, lejos de las relaciones con el Poder y tan huérfanos de influencias, que la mayoría de los medios locales hicieron oídos sordos ante sus reclamos.
   ¿Y las denuncias en la causa a los funcionarios del Poder? 
   Fueron prolija y reiteradamente desestimadas. 
   Me parece entonces, bienvenido y prometedor que se generen espacios para que “otras miradas” puedan conocer y participar en estos procesos judiciales.

Como dos extraños
TODO TANGO ENCIERRA UNA HISTORIA DE
AMOR,  DESENGAÑOS O DESENCUENTROS
“Todo tango”, sitio declarado de interés nacional, con las firmas de Néstor Pinsón y Ricardo García Blaya, publica la interesante historia de este tango estrenado en 1940 y dice entre otras cosas que fue un tema de muy buena aceptación en su momento, fue cayendo en el olvido junto al desinterés por nuestra música típica en general -a partir de los años sesenta- y en particular, debido a que nuestra juventud se volcó al rock and roll y a otros ritmos foráneos.  
 La historia dice que Pedro Laurenz le entregó la melodía a José María Contursi, quien era fiel seguidor de Aníbal Troilo cuando tocaba en el Marabú. Allí, el poeta se enteró de un suceso singular. Se necesitaban chicas de buena estampa para trabajar en ese cabaret y una llamó la atención por su belleza, venía de la provincia de Córdoba y la tomaron de inmediato. Al tiempo, se enamoró de un empleado del local, también cordobés. 
      La relación  creció en intensidad y se prometieron todo un futuro venturoso, pero una noche se apareció un señor que directamente se dirigió a ella, la agarró del pelo y la fue arrastrando hacia las escaleras que llevaban a la calle. Todos reaccionaron, pero el hombre no era ningún petimetre, no sacó un arma del bolsillo sino algo más contundente: la libreta de casamiento. Era su esposa y venía a buscarla. El mozo parece que siguió con su trabajo sin que se le cayera ninguna bandeja. Pero por el suelo arrastraba su ánimo. 
 Pasaron un par de años y el recuerdo de la mujer permanecía inalterable en la cabeza del muchacho. Sus compañeros lo alentaron para que fuera por ella. Finalmente, partió hacia Córdoba. Tenía algunos datos y contactos y aprovechó un permiso. No fue fácil, pero la encontró en el almacén donde despachaba mercancías detrás de un mostrador. Quedó sorprendido al verla gorda, desaliñada, con la ropa gastada y los ojos sin brillo.
    ¿Cómo en tan poco tiempo pudo haber cambiado tanto? Sólo quien pasó por una situación más o menos parecida puede comprender lo que sintió aquel hombre. 
    Seguramente, Contursi escuchó la historia del propio damnificado. No necesitó de príncipes ni princesas, sólo recurrió a dos personas muy sencillas para que brotara su inspiración, y escribió una letra carente de recursos melodramáticos, sutil y sugerente. Pero a nuestro entender -dicen Pinsón y Blaya en su reseña-  se debe una aclaración: los versos no reproducen la historia de modo lineal, ni de cerca pretenden copiar esa relación, sino que el relato actúa únicamente como disparador del tango. No hay, entonces, una desilusión por el aspecto de la mujer, sino un desenlace más espiritual, de dolor e impotencia, que involucra a los dos amantes, en un encuentro convertido en desencuentro, el final de la pasión y la frustración que siempre produce la imposibilidad de volver hacia atrás. 
Es, sin duda, una visión mucho más romántica y poética, una constante de toda su obra, algo similar a lo que nos sugiere Alfredo Le Pera con su inolvidable “Volvió una noche”.

Que viene, que no que viene, que a lo mejor…
LOS MILES DE MILLAS RECORRIDAS POR EL PAPA
FRANCISCO Y LA EXTRAÑEZA DE  NO VISITARNOS    
      Juan Pablo segundo durante su mandato de 27 años, apiló nada menos que 104 viajes al exterior, o sea fuera de Ciudad del Vaticano y a los cuatro puntos cardinales del planeta y sería demasiado engorroso hacer la suma de millas aéreas que recorrió en su pontificado.
   Muy distinto, hasta ahora, es el caso de nuestro compatriota Jorge Mario Bergoglio, quien desde que se constituyó con el nombre de Francisco en el Pontífice número 266 de la iglesia católica, hasta fines del 2017 tenía un rodaje de 19 viajes por todos los continentes con acento en América del Sur de donde es oriundo.
  Fueron hasta entonces -reitero, 2017- visitas a Brasil, Tierra Santa (Jordania, Palestina e Israel); Corea del Sur, Albania, Francia (Estrasburgo), Turquía, Sri Lanka y Filipinas; Bosnia y Herzegovina (Sarajevo); Ecuador, Bolivia y Paraguay; Cuba y Estados Unidos; Kenia, Uganda y la República Centroafricana; México, Grecia (isla de Lesbos), Armenia, Polonia, Georgia y Azerbaiyán; Suecia, Egipto y Portugal. Después estuvo en Chile, Colombia y en otros territorios de ultramar.
   Visitó Israel, Palestina y Jordania, repitió Brasil si la memoria no me traiciona donde colmó la playa de Copacabana con más de 3 millones de asistentes, multitud nunca vista en el país hermano para recibir a un personaje y allí ofició una misa a la que asistieron entre otros  las expresidentas Dilma Rousseff, del país anfitrión y Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina), al igual que el ex presidente de Bolivia, Evo Morales, y de Surinam, Desiré Bouterse.
  También pasó y se quedó en muchos otros países donde en general fue muy bien recibido aunque subsistieran históricos problemas que separaron a su feligresía con las creencias de los nativos.
   Su paso por Tierra Santa fue histórico al visitar, como lo acabo de consignar,  Palestina, Jordania e Israel. Estuvo en varios de los lugares sagrados, entre ellos el Cenáculo, el río Jordán, el Santo Sepulcro y el Monte de los Olivos. Asímismo, el Papa predicó por la paz en medio del conflicto en Siria y reconoció dos Estados en pugna, el de Israel y el de Palestina.
  Luego dio un mensaje al islam desde la Explanada de las Mezquitas, en el que exhortó a aprender y a comprender el dolor del otro y a no instrumentalizar el nombre de Dios para la violencia. 
      En la visita también se destacó su abrazo con el rabino Abraham Skorka y el musulmán Omar Abboud ante el Muro de los Lamentos, a lo que se le denominó el ‘abrazo de las tres religiones’ y estuvo además en el museo del Holocausto, donde se le oyó exclamar: “¡Nunca más, Señor, nunca más!”.
      El papa Francisco oró en la barrera de separación entre Israel y Palestina el 25 de mayo de 2014.
      En su primera visita al continente asiático, el Papa eligió como destino Corea del Sur, convirtiéndose en el segundo pontífice de la historia en visitar ese país, donde estuvo en agosto del 2014 e hizo un llamado a las dos Coreas para superar las recriminaciones por medio del diálogo y dejar de recurrir al despliegue de fuerzas.
      Precisamente, días antes de su llegada, el régimen de Kim Jong-un había lanzado tres misiles de corto alcance al mar a manera de protesta por las visitas de alto nivel que tenían lugar en Corea del Sur. Con ese viaje, el papa Francisco se convirtió en visitante de un país con una de las poblaciones católicas más pequeñas del mundo, de apenas 5,4 millones de creyentes.
      En sus cinco días, el Santo Padre proclamó como beatos a 124 mártires coreanos y celebró la santa misa por la paz y la reconciliación
       En  septiembre de 2015, el papa Francisco estuvo en La Habana en una de sus más emblemáticas visitas, donde ofició una misa en la plaza de la Revolución, donde criticó la supremacía de las ideologías en el desarrollo de una sociedad mejor. También visitó al líder de la revolución cubana, Fidel Castro, en una reunión privada que tuvo lugar en la casa del expresidente cubano y que duró 40 minutos. Se supo que intercambiaron libros y que en la reunión estuvieron también familiares del prócer del gran lagarto verde.
      Tras su visita a la isla caribeña, el papa Francisco visitó Estados Unidos, donde fue recibido por el entonces presidente, Barack Obama y su esposa Michelle. Fue el primer Papa en pisar el Congreso de EE. UU. en Washington para pronunciar un discurso.
      En su visita a Nueva York, criticó que se use la Carta de Naciones Unidas para legitimar guerras y abogó por una “ONU sin segundas intenciones”; trató temas delicados como la pederastia, la abolición de la pena de muerte y la igualdad de oportunidades. Además, realizó una histórica visita a Harlem, uno de los barrios más humildes y no mucho tiempo atrás sumamente peligrosos del país, donde tuvo un encuentro con niños inmigrantes.
   La agenda posterior, aparte de algunos territorios europeos, mencionan visitas a Chile, Perú y otras naciones como Birmania, Bangladesh, el archipiélago de Cabo Verde y otras lejanas latitudes de nuestro vasto universo.
   Como es fácil de advertir, Francisco o Bergoglio como prefieran llamarle, no es un hombre que le tema a los aviones, al cansancio lógico por su edad y trajinar ni al compromiso que supone llevar su mensaje a los más remotos lugares de la Tierra.
   Entonces es que surge la pregunta inevitable: ¿Qué le impide visitar a sus compatriotas en nuestro territorio? más aún cuando ha rozado tantas veces sus fronteras, cuando ha cruzado por su espacio aéreo y cuando ha cosechado entre nosotros, sólidas relaciones tanto políticas como ideológicas; comerciales y funcionales y especialmente por haberse confesado en su momento simpatizante del justicialismo, por el que operó institucionalmente y lo sigue haciendo ya sin tapujos.
   Porque cuando desde tan elevada y casi sublime estatura religiosa se predica con el verbo de la sinceridad y el amor al prójimo, no se advierte nada que pueda enturbiar su presencia en Argentina.
   A menos que en la intimidad, piense que su sentido del equilibrio emocional e ideológico en el nombre de Dios, no haya sido tenido tan sacrosantamente en cuenta.

¿Camino directo a la impunidad?
UNA  ESPECIE  DE  PARCIAL  ALERGIA LEGISLATIVA
PARA APROBAR LA VIGENCIA DE LA “FICHA LIMPIA”
   En la Cámara de Diputados de la Nación pocos días atrás se registraron expresiones en minoría sobre el proyecto denominado “Ficha Limpia”, que propone que no puedan ser candidatos a cargos electivos aquellos –o aquelles si así se prefiere- que hayan recibido condena por hechos de corrupción.
   El macrismo había pedido una sesión especial para tratar esa iniciativa, péro la intención quedó en la nada por falta de quórum. Sin embargo se registró una interesante toma de posiciones por parte de oradores de distintos bloques minoritarios acerca del tema.
   Como miembro informante, el diputado nacional Pablo Tonelli (Pro) se refirió a la importancia del proyecto que establece que “aquellas personas condenadas por cierto tipo de delitos y que tengan una condena confirmada en segunda instancia queden inhabilitados para ser candidatos a cargos públicos” agregando que “Esta ley sería un gran paso en la lucha contra la corrupción y el delito”, aseguró el titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, quien resaltó asimismo que  “Se trataría de un gran avance para que el Estado y la administración pública funcionen cada vez de manera más decente”.
   Por su parte la diputada nacional Silvia Lospennato, también del Pro, una de las principales impulsoras de la iniciativa que prohíbe a los condenados en segunda instancia por los delitos de cohecho y tráfico de influencias, malversación de caudales públicos y negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, ser candidatos o precandidatos.
   El texto incluye a los condenados por exacciones ilegales, enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados, encubrimiento, fraude en perjuicio de la administración pública y delitos contra la seguridad de la Nación”, resaltando la legisladora que. “La corrupción es un delito gravísimo que pone en riesgo el desarrollo democrático” y también planteó que es necesario tener una ley “que deje afuera de los cargos de representación política a aquellos que hayan cometido delitos de corrupción y por lo tanto hayan atentado contra el sistema democrático y la confianza de los ciudadanos”.
   En cuanto al diputado radical Gustavo Menna, comentó que “no hay motivos para oponerse a la sanción de esta norma”, ya que -consideró- “la Constitución no quiere funcionarios en conflicto con la ley penal. Se trata de proteger a la sociedad de funcionarios venales", lo que fue acompañado por los conceptos de la diputada nacional de la Coalición Cívica, Marcela Campagnoli, quien fue terminante al indicar que “Argentina necesita un cambio moral y cultural y volver a creer en sus instituciones y representantes”.
    Desde Consenso Federal, Graciela Camaño expresó que “la corrupción es un tema en el que hay que meterse, es un tema pesado porque el poder tiende a proteger al poder” y fue crítica con el actual gobierno al asegurar que “se va con una oficina anticorrupción cuestionada, con funcionarios llamados a indagatoria y cuestionados jurídicamente, y con la expectativa de quienes los votaron totalmente decepcionada”. “No emprendimos la lucha por la institucionalización de combatir la corrupción. Porque el tema principal está en el control”, enfatizó Camaño.
   A su turno, el jefe del interbloque Cambiemos, nuestro comprovinciano Mario Raúl Negri, indicó que “buscamos una ley a favor de algo y no en contra de alguien”, al tiempo que añadió: “La moral administrativa en democracia es absolutamente incompatible con la corrupción, igual que el ejercicio de cargos públicos” y que “Es necesario ser más que una ideología; tenemos que representar una ética para sostener la República”, subrayó el diputado de la UCR.
   Desde la Coalición Cívica, la reaparecida Elisa “Lilita” Carrió comentó que “Para hablar de corrupción hay que haber enfrentado la corrupción y en todos los gobiernos. Es cierto que no son todos, pero también es cierto que hay que ponerle nombre y apellido”. 
   Por su parte, la diputada nacional Brenda Austin (UCR) recordó que el proyecto de “Ficha Limpia” ya obtuvo dictamen en comisión. El pasado 6 de agosto, un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen de mayoría, mientras que los bloques opositores presentaron dos dictámenes de minoría. “¿Cómo puede ser que permitamos que los que van a ingresar a este Congreso, que van a tomar decisiones sobre la cosa pública, puedan tener condena en primera y en segunda instancia?”, cuestionó.
“Necesitamos tener una herramienta para evitar la impunidad y lograr que este Congreso no sea un refugio”, concluyó Austin.
El diputado de la UCR Luis Petri, enfático fue al sostener que “Necesitamos una ley de ficha limpia en la Argentina”. Dijo que "las condenas tardan 14 años en quedar firmes, por eso queremos ficha limpia, porque impide ser candidato a aquel que esté condenado en segunda instancia y tenemos que atacar el flagelo de la corrupción y hacerlo como política de Estado”,subrayó..
Desde Unidad Justicialista, Karim Augusto Alume Sbodio consideró que “la discusión real debe ser sobre el funcionamiento concreto de la Justicia en la Argentina”.
Por último, Graciela Ocaña (Pro) señaló que Ficha Limpia “no limita ningún derecho político, sino que requiere condiciones mínimas para ser candidatos, tales como la honestidad”.
   Todas las voces todas, no. Todas las opiniones todas, tampoco.
   Faltaron los legisladores de la corriente próxima a tomar las riendas del país, con algunos de sus personajes ligados estrechamente al tramiterío que se sustancia en Comodoro Py y en otras instancias judiciales. Cabe mencionar que la herramienta de Ficha Limpia rige en Brasil, Chile, Uruguay, México, Perú, Honduras y España, entre otros países.   Y como siempre la pregunta: ¿Qué temor se le puede tener al accionar de la Justicia si todos, absolutamente todos, tienen las manos limpias?
  Es una simple cuestión de toma de conciencia, de responsabilidad y de respeto por las leyes.
 De cualquier color político, porque la honradez no tiene banderas ideológicas.

Cuestión de personalidad.
CÓRDOBA, NUESTRA CÓRDOBA, SIGUE
SIENDO ÚNICA EN MUCHOS ASPECTOS
   Dejemos atrás de una buena vez aquella gastada y percudida imagen de la Córdoba sólo identificable por la tonada, por la Cañada, por el cuarteto, por el fernet o por el Cordobazo, para darle lugar a una nueva concepción en materia de rótulos, a la luz de todo  lo que viene sucediendo en los últimos tiempos o al menos en las últimas dos o tres décadas.
    Córdoba no es tan solo la peperina, la Reforma Universitaria, el viejito Jardín Florido o cualquiera de los personajes que abundan muy cerca de nosotros, porque Córdoba es sinónimo de rebelión ante lo que considera incorrecto, de sublevación frente a cualquier autoritarismo, de paciencia frente a las injusticias, de máxima tolerancia ante la inseguridad creciente y mucho de resignación por ver el maltrato a que se la somete muchas veces desde el poder central, con algunos atenuantes en los últimos años.
   Córdoba en muchos sentidos es única, lo que no es patrimonio exclusivo de sus nativos, pero es enternecedor advertir de qué manera sus hijos adoptivos toman la posta de costumbres y actitudes de sus anfitriones, para convertirse en nuevos cordobeses por convicción.
   Córdoba le ha demostrado al país que tiene vuelo y pensamiento propios en cuanto a su forma de elegir no tan sólo en los comicios por autoridades, sino en otros importantes aspectos de la vida en comunidad.
   Córdoba es para muchos un ejemplo, especialmente para aquellos que se aquerenciaron en su generosidad, recibiendo apoyo, cuidados y mimos a la hora de estudiar o de buscar nuevos horizontes laborales en estos tiempos en que la inclinación por la vagancia rentada viene ganando adeptos en muchos otros rincones del país.
   Córdoba, con embates, ninguneos, aprietes o demandas de mayores impuestos y servicios demasiado onerosos, seguirá siendo la Córdoba nuestra, de nuestros desvelos, de nuestras inquietudes, de nuestros sueños que en muchos otros casos llegaron a transformarse en pesadillas.
   Córdoba es esta, solidaria y rebelde, jodona y laburante, con el humor que la hace distinta por creatividad, imaginación y hospitalidad para regalar.

   Córdoba somos todos nosotros, gracias a Dios…

17 de noviembre de 2019

S.L.B.: AJUSTE POSTRERO O DEVOLUCIÓN DE ATENCIONES - A LOS ARGENTINOS NOS DUELEN BOLIVIA Y CHILE - LA MEGACAUSA, EL PAPA FRANCISCO Y LA PRISIÓN PREVENTIVA - LA C.G.T. QUE ES APÉNDICE DEL PODER, TENDRÁ QUE ESCUCHAR A LAS BASES - CÓRDOBA Y SU PRESUPUESTO 2020, MAYOR ENDEUDAMIENTO - SARKOZY Y UNA LECCIÓN DE ÉTICA POLÍTICA - DOÑA HEBE DE BONAFINI Y SU DIARREA VERBAL, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”, emitido el 17/11/19 en dúplex por AM580 y la FM88.5 ambas de Radio Universidad de Córdoba.

Ajuste postrero
HASTA  PUEDE SER TOMADO COMO
UNA RETRIBUCIÓN DE ATENCIONES
   El atávico temor argentino es hacia lo desconocido, hacia lo imprevisible aunque lo estemos esperando; hacia todo aquello que suponga un daño y peor aún si el perjudicado es el bolsillo aunque le busquemos una explicación ajustada a claros conceptos como por ejemplo de Octavio Paz, quien supo asegurar que las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo y es claro, porque a veces los antídotos suelen ser más letales que la ponzoña.
   Ya es absolutamente pasado de moda aquel percudido pretexto de la herencia recibida por el macrismo en el 2015 pese a que ahora el sesudo legislador Máximo Kirchner lo haya recreado al sostener que el inoperante Mauricio deja tierra arrasada, como si desde aquel día del desprecio que no le entregaran el bastón, se hubiera hecho cargo de las riquezas emergentes del gobierno que se auto rotulara como nacional y popular.
   Dejando al margen todos los avatares emergentes de 12 años de gestión que en su momento juzgaron las urnas pero que será la historia la que definitivamente establezca todas las verdades y oscuridades pendientes, fue complicado pedalear en una bici sin cadena al borde de una grieta que desde las dos veredas y día a día se fue ensanchando.
   La deuda externa e interna, la desocupación, la tóxica inflación, los índices mentirosos que durante tanto tiempo engañaron a la propia realidad y el apoderamiento de bienes y dinero que se fueron multiplicando en el conocimiento de la gente, han sido los obstáculos que la inexperiencia y mucho de soberbia por parte del poder, no le encontró soluciones cuya demanda era perentoria e imprescindible.
   Aquellos que ahora optan por escudarse en lo que se hizo, no toman en cuenta que la obligación de los gobernantes y su compromiso con la sociedad es hacer las cosas bien, porque para eso fueron elegidos y por eso cobran a veces cifras muy por encima de los merecimientos, pero ya es demasiado tarde tanto para correcciones que debieron aplicarse antes, con la suma del poder en sus espaldas y sin necesidad de anestesias demagógicas, como para tardías lágrimas de culpas que de nada sirven.
   Como también de poco sirvió la recuperación de la sinceridad, dentro de una sociedad obligadamente acostumbrada a la mentira y al ocultamiento sobre los datos que se divulgaban en cuanto a estadísticas de pobreza, inflación, desocupación y otros sensibles indicadores, o sea de todas las adversidades que por los resultados alcanzados, fueron  más dañinas que aquellos males tan prolija y aviesamente escondidos.
   Y es lógico que se alcen las voces indignadas de la gente frente a la vorágine de aumentos que parten desde el precio de los combustibles hasta todo aquello susceptible de ser vendido, sin olvidar a los servicios básicos de electricidad, gas, agua y otros de igual modo imprescindibles.
   Pero como el gobierno en su condición de estar viviendo los últimos días de su gestión es más vulnerable, se olvidan de ese otro cáncer que nos viene carcomiendo que es la angurria del ávido empresariado, cuya cero sensibilidad lo ha colocado más en el papel de enemigo de la sociedad que de aliado en el sufrimiento, cayó al descontrol en su afán de armar un colchón de seguridad financiera muy por encima de lo aceptable y más emparentado con la especulación abierta y distorsiva.
   En realidad el juego de la política nos puede llevar a pensar en coincidencia con muchos argentinos, que sostienen que al poder entrante, le dejan el mismo o más complicado panorama que el que recibieran, pese a que ahora se me ocurre que los ocultamientos son menores porque no es posible tapar el sol con las manos, ni florearse de éxitos relativos que no alcanzaron a mejorar el nivel de vida de los argentinos.
   Los ajustes, en una economía tan volátil como la nuestra, son siempre necesarios aunque su sola mención acreciente el miedo a situaciones peores que por lo general se van encadenando con rumbo al desastre.
   Peor hubiera sido, aunque todavía queda tiempo, que por decreto se dispusiera un aumento masivo de salarios, la duplicación de los montos de los planes  asistenciales vigentes, un justo incremento de las jubilaciones, subsidios masivos a los servicios de energía, al transporte, a los laboratorios medicinales y a toda otra actividad de por sí lucrativa, aparte de una importante reducción de la carga impositiva que hiciera tambalear al sistema e hiciera descender drásticamente la recaudación tributaria.
   Sería una manera medianamente equitativa de retribuir, cuatro años después, las gentilezas recibidas.
  
Bolivia y Chile
NOS  DUELEN LAS  PREVISIBLES
SITUACIONES EN AMBOS PAÍSES

   El estado de convulsión en esta parte americana del mundo puede que esté siendo la reacción encadenada de alguna travesura política con fines inconfesables, diseñada por aquellos nostalgiosos de revoluciones que, en definitiva no fueron tales porque en la mayoría de los casos esos países siguen enmarcados en las mismas privaciones de siempre, con idénticos enfrentamientos ideológicos y soñando con aquello de las victorias por siempre.
   Ya se veía venir con la confirmación del desastre venezolano una oleada de incertidumbres que se fue expandiendo hacia el sur y según especulan los que conocen de política internacional, con orígenes en la vieja Unión Soviética o en el chinoismo maoísta, luego de un paso por La Habana y luego su expansión, con algunos amagues que incluían a nuestra Argentina donde el brote no germinó al menos hasta ahora, alentado por los cultores del helicóptero y sus dudas de triunfo a través de las urnas.
   Por eso, no es aventurado suponer que si se concretaba en segunda vuelta eso del Gato por otros cuatro años, las escenas de violencia aterradora que vimos en La Paz, en Cochabamba o en Santiago, las hubiéramos tenido al alcance de nuestro  espanto, recreando la que fuera la vigencia de los delirantes y románticos setentistas y su vocación por asaltar el poder, potenciada en este caso que no se dio, con ansias de revancha y de venganza.
   El problema de Bolivia, estimo en lo personal, no es una simple cuestión de rotularla como golpe o no golpe, sino simplemente como una alteración del respeto que se debe a la democracia aunque en esto, bueno sería evaluar si Evo Morales fue quien ofendió su Constitución interpretándola a su manera e intereses, o que la gente se sintió menoscabada en sus derechos y optó por la vía menos aconsejable que es siempre la violencia, fogoneada desde un extremo ideológico.
   Morales arrumbó aquello de una sola reelección, perdió un referéndum que pretendía convalidar otro período, se presentó y de buenas a primeras cuando los números decían que habría segunda vuelta, entre la noche y la madrugada los números cambiaron drásticamente y apareció como ganador, pese a que posteriormente la Organización de Estados Americanos encontró graves irregularidades y pretendió que se repitiera el acto comicial.
   Evo renunció sintiéndose víctima de un golpe de estado instrumentado por sus fuerzas armadas y la policía, acusando como siempre al imperialismo, tramitó asilo en Argentina donde se lo negaron y cuando era previsible que acudiera a sus amigos ideológicamente afines y conmilitones venezolanos, apareció refugiándose en México cuando se especulaba incluso que Raul Castro lo recibiría con sus brazos abiertos.
   Se me ocurre que lo de Bolivia recién comienza, pese al luctuoso y creciente saldo de víctimas en los duros enfrentamientos, que en el terreno de lo anecdótico incluyeron maltratos al periodismo internacional que cubría esa parte de la historia, lo que ocurre en cualquier parte del mundo cuando la intolerancia y el autoritarismo son mayores que el respeto por las libertades.
   Lo de Chile también tiene sus costados que muestran algo demasiado parecido a la estudiada planificación previa y su ejecución, pero allí el resultado hasta ahora, tiene el valor de haber obligado al gobierno trasandino a prometer que reformarán la Constitución, que con un sesgo absolutamente derechoso según aprecian los analistas chilenos, era una de las pesadas herencias que dejaran para los tiempos las huestes de Pinochet.
   De todas maneras nos duele el sufrimiento ajeno, pese a que los hermanos chilenos no fueron lo que esperábamos cuando ocurrió lo de Malvinas, pero lo mismo el sentimiento solidario debe estar despojado de matices ideológicos si buscamos que sea valorado.
   La vida humana es demasiado valiosa y su importancia radica en despojarla de rótulos que separen para que la solidaridad deje de ser una declamación.
   No creo que cunda el rencor hacia nuestros hermanos del altiplano, por lo tan generosos que somos en recibirlos y cobijarlos pese a que no ocurre lo mismo a la inversa, pero no vivimos tiempos de diferencias que son superables.
   Es cierto aquello que sostuviera Víctor Hugo cuando proclamó que sólo viven aquellos que luchan, aunque los conceptos del genial Carlitos Chaplin son para tener muy en cuenta: “La vida es maravillosa si no se le tiene miedo”.

Como anillo al dedo
EL PAPA FRANCISCO Y UNA ALUSIÓN
ACERCA DE  LA PRISIÓN PREVENTIVA
   Desde el Vaticano el Papa Francisco se refirió ayer a la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba. En efecto, en un discurso pronunciado frente a miembros de la Asociación Internacional de Derecho Penal, el Pontífice criticó el uso arbitrario de la prisión preventiva que, según expresó, cuando es impuesta sin que se verifiquen las circunstancias excepcionales que la habilitan, o por un período excesivo, vulnera la presunción de inocencia y el principio según el cual todo imputado debe ser tratado como inocente hasta que una condena firme establezca su culpabilidad.
   El Santo Padre se enfocó en los "abusos del poder punitivo" y dedicó uno de los puntos de su disertación al denominado lawfare.    
   El law fare o “guerra judicial” se define como el uso abusivo de los procedimientos legales, manteniendo apariencia de legalidad, con el fin de provocar repudio popular contra algún oponente. En ese marco, Francisco mencionó  imputaciones falsas promovidas por medios de comunicación y existencia de órganos judiciales colonizados.
   Además, habló de una utilización de la lucha contra la corrupción con el fin de combatir a quienes no son del agrado y promover sentimientos que benefician  a quienes pretenden ejercer liderazgos autoritarios. Finalmente el Pastor mayor de la cristiandad cuestionó  cosas que no se investigan  poniendo como por ejemplo los paraísos fiscales con los que se encubre la corrupción  y la criminalidad organizada.
   Aunque no la mencionó explícitamente, abusos de prisión preventiva,  escrache mediático, imputaciones falsas, ausencia de investigación a funcionarios  de abultados patrimonios y beneficios para los poderosos, conducen  a la conclusión que -aunque haya sido tangencialmente pero como anillo al dedo-  se refirió a la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba.  
   Evidentemente la causa a la que se buscó encorcetar y encriptar aquí cerca, entre nosotros, está trascendiendo fronteras.

Una película que ya vimos
LA C.G.T. AHORA APÉNDICE DEL PODER
TENDRÁ QUE  ESCUCHAR A LAS BASES
   El pasado domingo comentamos en este espacio la actitud de la conducción cegetista nacional de allanarse a la situación de crisis y no reclamar por ahora un bono de fin de año ni mejoras en los deprimidos salarios de los trabajadores argentinos.
   Y textualmente decía refiriéndome a los albores del peronismo, que “es parte de la historia de los argentinos que el crecimiento del movimiento obrero encarnado en sus organizaciones gremiales, pasó a constituirse como la columna vertebral del peronismo. Lo inquietante ahora es que el presidente electo ha proclamado, palabra más o palabra menos, que la CGT será parte del gobierno, descontando así de manera prematura y casi podría decir autoritaria, que toda la masa trabajadora está regida por un sector político y sin respetar la diversidad ideológica”.
   Además como si lo anterior no bastara para asignarle un sesgo definido a la orientación de la central obrera, en la reunión que mantuvieron con el Dr. Fernández los dirigentes otrora combativos y desestabilizantes al reiterar paros de actividades con características salvajes, que ahora amansados en su bravura prometieron que no tomarán nuevas medidas de fuerza, ni solicitarán como siempre lo hicieron un bono de fin de año que les permita sobrellevar la lucha contra la inflación descontrolada”.
   Todos esos conceptos y definiciones no han perdido vigencia y se han reforzado acerca de las dudas que planteábamos con relación a la reacción de las bases porque una cosa es lo que arregla la dirigencia y otra muy distinta a veces, lo que son los anhelos del trabajador raso.
   El dirigente por lo general y salvo algunas contadas excepciones, tiene asegurado su futuro económico y el de su familia y citábamos situaciones en que trascendieron sus inversiones, en nuestro país y en el exterior, vehículos de alta gama, propiedades inmobiliarias y otros tipos de ahorro, lo que les permite llevar una vida rumbosa como la de cualquier acaudalado.
El camionero Moyano dio muestras de no estar muy de acuerdo con tamaña muestra de generosidad sindical que desde algunos sectores fue tomada como claudicación de principios,  y se despachó con el pedido de 20.000 pesos como bono de fin de año, no remunerativo, para empleados privados y estatales, olvidando de paso a los jubilados, a lo que el sector empresarial le saltó a la yugular adelantando que era inviable el cumplimiento de una medida de tal corte si se decretaba desde el poder central.
    Baradell con su pólvora mojada prometió que las clases se iniciarían en la fecha que establece el calendario escolar y muchos otros dirigentes se plegaron a mantener una pausa en sus reclamos, pero lo decidieron a título personal y sin consultar a sus representados.
   Me pregunto entonces si a esta situación hay que tomarla con seriedad, o es otra muestra de la demagogia que caracteriza a un cierto nivel de conducción gremial.
   Porque si el gobierno entrante no resuelve en un corto plazo el problema de la inflación y la previsible e incontenible escalada de precios en productos y servicios, se dará aunque simbólicamente lo quiero suponer, aquello que sentenciara Perón, de ir con los dirigentes a la cabeza de las protestas, o con las cabezas de esos mismos dirigentes.
   Se me antoja que entramos a vivir un tramo de nuestra historia en que será más aconsejable cuidar los cuellos que los bolsillos.
   Y de paso, tener la inteligencia de cuidar la lengua a la hora de las promesas o confesión de intenciones.

Tendremos que pagarla
CORDOBA  Y  SU  PRESUPUESTO  2020,  UNA
MANERA DE SEGUIR ENGORDANDO DEUDAS
   Así como años atrás quien fuera interventor de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de la Provincia, el Lic. Giordano, concretara una alquimia matemática que hizo creer a los pasivos que cobrarían el 82 por ciento móvil, ahora el mismo funcionario pero ascendido seguramente por aquellos méritos a la titularidad del Ministerio de Economía, intenta hacernos creer que la situación de la provincia es floreciente en cuanto a sus números e indicadores.
   Por eso es que defendió técnicamente el proyecto de presupuesto para el 2020 que seguramente será aprobado por la mayoría automática de la unicameral aunque la mermada oposición se desgañite indicando los sectores oscuros de lo que aprobará esa mayoría en el recinto.
   Sin embargo es bueno conocer algunos detalles, como por ejemplo la imperiosa necesidad que sea divulgada, sin ocultamientos ni maquillajes, cuál es la real deuda provincial de arrastre que desde algunos sectores califican como cuantiosa, aunque prometan que habrá de ser honrada pero sin confesar que será con mayor carga impositiva y con menos obras a ejecutarse, total las elecciones ya son historia.
   Es probable, comentaban los agoreros, que se disminuyan los costos del Estado limitando las partidas salariales y en rubros tan delicados como lo son la educación, la salud y la seguridad.
   Además y ya que estamos, al matemático Giordano -quien esta vez no apeló a los caramelos como argumento convincente- pidió permiso para que los cordobeses -y lo planteo así porque tendremos que hacer la vaquita- nos endeudemos con un perno de 310 millones más de palos verdes, que no son precisamente de yerba mate.
   Si en el transcurso del 2020 y solo en materia de intereses por lo que estamos adeudando tenemos que juntar 9 mil millones de pesos para no caer en morosidad virtualmente insalvable, el panorama no asoma como promisorio y lejos está de ser alentador.
   Es cierto ese concepto que se vino imponiendo por un tiempo hasta que la realidad lo superó con sus apremios, que no importa tanto meternos en compromisos de cifras elevadas, mientras se hagan obras y mejoren los servicios y por ende la calidad de vida de los cordobeses.
   Pero mientras sigamos padeciendo déficit habitacional, despojos a los jubilados que si bien no tienen bajas asignaciones pero pudieran ser más ajustadas a la verdad, muchas escuelas presentan estados calamitosos, existan falencias en la atención de la salud y recobrar la seguridad que supimos tener siga siendo una utopía, los endeudamientos no pueden ser bienvenidos.
   Habría que preguntarse entonces, inevitablemente, quien o quienes se benefician de alguna manera con la certeza que cada vez estemos más comprometidos financieramente.
   Para esas respuestas, las alquimias no alcanzan…

Nicolás Sarkozy
UNA LECCIÓN DE ÉTICA POLÍTICA  QUE  SE
HACE IMPRESCINDIBLE TENER EN CUENTA
 
   El Ex-Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, se enfrentó tiempo atrás con políticos de izquierda similares a los nuestros.
   Les quiero comentar, especialmente por su valor histórico y especialmente documental, lo que les dijo Sarkozy después de una votación que le había resultado favorable y escuchen atentamente: "Hoy hemos derrotado la frivolidad y la hipocresía de los intelectuales progresistas. De esos que el pensamiento único es el del que todo lo sabe, y que condena la política mientras la practica.
   Desde hoy no permitiremos mercantilizar un mundo en el que no quede lugar para la cultura:   Desde 1968 no se podía hablar de moral. Nos impusieron el relativismo: la idea de que todo es igual, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos estudiantes.
Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente. Que la autoridad estaba muerta, que las buenas maneras habían terminado, que no había nada sagrado, nada admirable. El slogan era vivir sin obligaciones y gozar sin trabas... Quisieron terminar con la escuela de excelencia y del civismo”.
Y continuaba Sarkozy:
“Asesinaron los escrúpulos y la ética. Una izquierda hipócrita que permitía indemnizaciones millonarias a los grandes directivos y el triunfo del depredador sobre el emprendedor. Esa izquierda está en la política, en los medios de comunicación, en la economía. Le ha tomado el gusto al poder.
La crisis de la cultura del trabajo es una crisis moral. Hay que rehabilitar la cultura del trabajo.
Dejaron sin poder a las fuerzas del orden y crearon una frase: se ha abierto una fosa entre la policía y la juventud: los vándalos son buenos y la policía es mala. Como si la sociedad fuera siempre culpable y el delincuente inocente.
 Defienden los servicios públicos pero jamás usan transporte colectivo. Aman mucho a la escuela pública pero mandan a sus hijos a colegios privados. Adoran la periferia pero jamás viven en ella. Firman peticiones cuando se expulsa a algún invasor, pero no aceptan que se instalen en su casa”.
 Para terminar, conceptos más que contundentes:
 “Son esos que han renunciado al mérito y al esfuerzo y que atizan el odio a la familia, a la sociedad y a la república. Hoy debemos volver a los antiguos valores del respeto, de la educación, de la cultura y de las obligaciones antes que los derechos. Estos se ganan haciendo valer y respetar los anteriores”.
  Cualquier similitud o semejanza con nuestra izquierda burguesa que se hizo fuerte en Puerto Madero, seguramente es mera coincidencia.
  Entonces me pregunto: ¿No es para ponerlo en un cuadrito sobre la pared de la sala y de vez en cuando darle una leidita? 

Hay que entenderla…
DOÑA HEBE DE BONAFINI Y SU
INCURABLE  DIARREA VERBAL
    En dos o tres mensajes que llegaron, los oyentes me preguntan si escuché recientes declaraciones de doña Hebe de Bonafini, ocasión en que maltrató una vez más a quienes votaron por Macri, calificándolos de manera altamente ofensiva especialmente para las madres de quienes sufragaron de esa manera.
   No es mi intención hacerle una carta abierta porque sería asignarle a ese personaje una trascendencia que en realidad ya perdió salvo por hechos resonantes que protagonizara, pero hay ofensas que no me gusta dejar pasar, más allá de la elección de candidatos que haya hecho este periodista. En consecuencia, prefiero limitarme a un mensaje por si alguna vez ella me escucha.
   Doña Hebe: días pasados usted volvió a insultar a los votantes de Mauricio Macri en la elección presidencial, a quienes calificó como "una raza muy hija de puta".
    Dejando de lado su cíclico padecimiento de diarrea verbal, no quiero faltarle el respeto porque sería caer al mismo barro en el que usted cree que nos revuelca a los que no pensamos como usted.
    Comentó casi eufórica su felicidad por haber ganado, pero textualmente dijo “pero pará la mano: ganamos las elecciones. Pero el 30, el 32 o el 25 por ciento siguen estando” aunque la realidad haya mostrado que en las generales, ese porcentaje trepó a un casi 41 por ciento.
   Hasta allí, doña Hebe, puedo tolerar su lozanía del festejo, pero quiero que sepa que no me gusta que maltraten a mi Vieja y más cuando no puede defenderse.
   Si usted hubiera conocido a la Celia, la hubiera adorado como era esa dulce santiagueña de ojazos negros, adicta al trabajo, viuda joven que cargó con los cuatro varones que heredamos eso: la costumbre de laburar, de respetar al prójimo, de no matar, de no torturar, de no hacer daño, todo lo cual seguramente no entra en sus sentimientos hacia su descendencia, porque la historia hizo que la conociéramos.
   Entiendo que para usted eran románticos revolucionarios, mientras que nosotros a la revolución la hicimos con armas nobles como lo son el trabajo, el compromiso y el sacrificio. Y ella, mi Vieja, alentándonos estuviera o no con nosotros.
   Nunca se le hubiera ocurrido a la Celia decir que ninguno de los combatientes argentinos en el Atlántico Sur tendría que haber vuelto con vida, porque según usted, “eran todos fachos”.
   Ella no era trola y tenía conciencia del respeto, valor que a usted, doña Hebe, nunca le acompañó porque su odio no lo dejó ingresar al alma.
   Es su conciencia encubridora de crímenes la que empuja su grosera impunidad. La misma conciencia que no le reprocha a cuántos dejó sin trabajo, a cuántos privó de su techo, a cuántos transformó en pesadillas sus sueños compartidos.
    Como usted no merece que me ocupe tanto de una persona carente de valores humanos, me voy a permitir aconsejarle que a los primeros síntomas de su frecuente mal que la aqueja, esa incontenible diarrea verbal, no dude en tomarse un té de corchos.
    Dicen que les viene bien al cutis.