Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 701 del domingo 28/11/21 emitida por la AM580 y la FM88.5 ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.
CORDOBESISMO ENDEUDADO “HASTA
LAS MANOS” AL IGUAL QUE LA NACIÓN
Pese a todo eso, pareciera que eso de moderarse en las operaciones monetarias con el extranjero no entra en los planes del poder central, en el provincial y tampoco en el municipal, porque en todos esos niveles el grado de creciente endeudamiento está llegando o ya superó lo escandaloso porque se compromete el futuro de varias generaciones, tras el óbito de la presente.
No se sabe si a esas acciones hay que tomarlas como muestra de irresponsabilidad para gobernar, manotones de ahogados frente a la desesperación de pensar que pierden el poder, o porque sencillamente no queda otra salida que meternos en compromisos hasta que un milagro nos ayude a salir del pozo.
Pero la verdad sea dicha, entre tantas idas y venidas, sapos que se cometen y no se divulgan, relaciones curiosas con países que realmente están peor que nosotros y pese a ello seguimos siendo deudores, ya nos lleva a sostener que la realidad en tan abrumadora que por lejos vienen ganando las improvisaciones que son el preámbulo de mayores sufrimientos, peores presiones y crecientes dificultades para sostenernos como sociedad que supo ser una de las más poderosas económicamente hablando, allá por mediados del siglo pasado hasta que la semillita del populismo hizo brotar muchos de los males que ahora nos atormentan.
Sea como fuere el teman y ya casi agotadas nuestras intenciones de patriótica resignación al servicio del país, no es mucho el arsenal que nos queda para seguir en esta lucha caótica y desigual, donde muchas de las autoridades que debieran moderar su discurso y adaptarlo a las vivencias actuales, se esmeran por dividir, por aportar elementos disociantes y por seguir en la ruta del endeudamiento hasta lo impagable, aunque nos toque pagar a la inmensa mayoría de los argentinos, en beneficio de una casta de vivillos insensibles, inútiles y comprometidos con organismos que nos viven apretando hasta las entrañas.
En lugar de apostar a la producción fortaleciendo esa intención con medidas que la estimulen, se opta por el facilismo de la dádiva que si bien en algo calma el hambre, les posibilita al menos continuar en sus posiciones políticas e ideológicas dominantes a tan elevado costo social.
Las últimas consultas electorales, por fortuna, algo le abrieron los ojos a la gente y es de rogar que la miopía por una parte y la tendencia a creer que los espejismos son reales y beneficiosos, por otra, contribuyan a que nuestra paciente sociedad aprenda a diferenciar lo que vivimos, lo que estamos viviendo y lo que podemos llegar a vivir.
SE AVIZORA UN REGRESO AL ODIOSO
ESTADO DE CONFLICTO PERMANENTE
No fueron pocas las ocasiones en que el pretexto por mantener la paz social se otorgaron exageradas pretensiones, pero lo malo era que a continuación de cada una y habiendo demostrado real poderío, la organización gremial se hacía eco de la palabra de sus delegados para reiterar demandas, exagerar pretensiones e instalar aquella modalidad del eterno conflicto, en el que un día saltaba la bronca en un área, se solucionaba pero al día siguiente esa bronca se manifestaba en otra dependencia y así por los meses y los meses.
Pero llegó la hora en que Daniele, suponemos que por su edad, se jubiló o intentaron desde el sillón mayor del Palacio 6 de Julio que hiciera los trámites para llegar al retiro, que las autoridades tanto ansiaban. Hubo un conflicto en la interpretación de las cuestiones jubilatorias, se apeló a la justicia y tengo entendido que las cosas quedaron en una especie de pausa.
Ahora Daniele ha manifestado su intención de volver a la conducción del SUOEM encrespándole a Llaryora hasta los pelitos de la nuca.
Sobre todo al foráneo intendente, que al incorporar a un buen número de agentes municipales que no son tan imprescindibles, sino que lo ideal es poner a trabajar a todos, debe haber llegado a pensar que podía pelear con números en caso de una consulta sindical.
Sea como fuere el resultado de todo lo que de ahora en adelante se encare para poner en orden el enorme despelote que yace en la comuna capitalina propensa al maquillaje, en cierta medida emergente de la pandemia y por otra parte a raíz de ciertas diferencias ideológicas entre el intendente y el mandamás del sindicato que es Daniele aunque no figure, hace pensar en un nuevo combate interno ya que ambos se declaran peronistas aunque el sanfrancisqueño acata a su padrino Schiaretti que lo viene preparando para que sea gobernador, y Daniele quien es confeso kirchnerista, aunque algo atenuado.
El tema es que las luchas intestinas son como le suele ocurrir al organismo humano: no podemos cuidar los riñones hidratándonos con frecuencia y castigar el hígado con dos birras, tres fernandos y milanesas de chancho todos los días.
Ya puntualizamos el enorme endeudamiento actual y a futuro del municipio capitalino, aunque me salten a la yugular sosteniendo que no existen deudas, sin decir las manos enormes que le aportan tanto la provincia como, aunque esté en duda, el poder central.
De todas maneras, nos aprestemos a ver, sufrir y aguantar los resultados de una lucha que puede llegar a ser inolvidable, si finalmente el tema de Daniele se resuelve de manera tal que asegure su regreso.
Será triunfal para muchos, pero no para todos, especialmente si tenemos en cuenta a los vecinos…
ATAQUE CONTRA LA DEMOCRACIA Y LA LIBERTAD
EN TIEMPOS QUE MÁS DEBEMOS PRESERVARLAS
Aquello de la purificación por el fuego pasó a formar parte, dentro de la historia, de los absurdos más contundentes y de las costumbres más irracionales y descarnadas, llevadas a la práctica generalmente por impulsos religiosos. Y los historiadores refieren que tales purificaciones se practicaban cuando una comunidad era víctima de la peste, se padecía hambre o la atacaba cualquier otra calamidad.
Era entre los griegos que tales prácticas -salvajes para nuestro concepto ateo y actual- se cumplían ante el pueblo reunido buscando entre todos los habitantes del vecindario a la persona más fea y disforme, que era llevada en un lúgubre marco de tristeza hasta el sitio del sacrificio -escenario de múltiples ceremonias supersticiosas- y allí se la inmolaba, se la quemaba en una pira y sus cenizas eran arrojadas al mar.
El tiempo se encargó de modificar costumbres, hábitos y rituales llevando a la práctica métodos tan repudiables como podamos imaginar, hasta que una especie de ducha de mesura humanizó aquel solemne culto con inevitable y trágico final.
En la actualidad se imponen los protocolos que son una especie de disfraz del acartonamiento, si se trata de impedir la trascendencia de ciertas situaciones que molestan a los dignatarios del poder y es cuando las fanatizadas hordas de la obediencia debida pretenden, mediante la milenaria amenaza del fuego, torcer la realidad que los desenmascara ante una sociedad harta ya de privaciones, encierros, dudosa justicia, prebendas, empobrecimiento, impunes focos de corrupción y consecuente e inevitable pérdida de la calidad de vida.
Es entonces que la bronca y el fuego se desatan contra el cartero que lleva las novedades, y no contra quienes perpetran todos los malestares y los miran desde la privilegiada tarima de su consagrada y poco piadosa indemnidad.
La consigna parece ser acallar a los voceros del desastre; a los pregoneros de los desencuentros y de las hipocresías que ventilan escondidas miserias que se tiñen de masiva vergüenza al tomar estado público y queman la realidad de la que son consecuencia y parte, sin autocrítica ni reconocimiento de errores cometidos ni de agravios reiterados e intercambiados.
Así como todo libro que ha sido echado a la hoguera ilumina al mundo refirmando conceptos de Emerson, “La censura ha perdido a todos aquellos a quienes quiso servir”. Y vemos, dentro del desquicio nacional & popular, que Chateaubiand en nada se equivocó al sostener tales conceptos.
Ya se conoce quienes fueron los autores materiales del atentado y ahora, lo antes posible, se hace necesario en nombre de la libertad y de la democracia, saber quiénes, por qué y para qué les encomendaron tan repudiable tarea.
ALGO PARECIDO A UN FESTIVAL
DE CONSAGRADAS INJUSTICIAS
Por esta razón la comunidad internacional ha establecido normas, como el derecho a la libertad, a la presunción de inocencia y a no ser penado sin juicio, que resguardan los derechos. En la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba estas normas se ignoran sin pudor y sin medida, pareciendo que se apunta más a la efectividad mediática que a la calidad judicial, y de hecho, al cumplimiento del derecho.
En efecto, un despampanante espectáculo de cientos de personas en prisión preventiva presentadas como peligrosos delincuentes de guante blanco, una fiscalía especial para investigar los complejos robos millonarios, y una comisión especial para juzgar los casos, patrocinan el desprestigio público y la condena social.
Lo curioso del caso es que cuando se analiza que los apresados son trabajadores comunes sin antecedentes y sin fortunas, que ningún funcionario de alto cargo o adinerado de dudosa procedencia es objeto de investigación y que la íntima convicción reemplaza las pruebas en muchos juicios y surge entonces la lógica conclusión de que quedan puntos oscuros y por resolver en esta causa.
Y hasta tanto se aclaren, más que imprudente sería apresurado aventurarse a sostener que existe justicia.
NUEVAS CEPAS DEL VIRUS AMENAZAN Y
EUROPA VUELVE A CUIDADOS ESTRICTOS
Dicen que el nuevo modelo proveniente de Sudáfrica es más letal que los actuales, que su expansión es más dinámica y están en dudas las vacunas existentes en cuanto a su efectividad preventiva, todo esto de acuerdo con lo que se informa mediáticamente, pero de manera especial por noticiarios, diarios y radios europeos.
Varios países han endurecido sus mecanismos de prevención y entre otras medidas han clausurado las fronteras, prohíben el arribo de vuelos procedentes de aquella parte del continente africano y a la vez vienen redoblando esfuerzos en eso de vacunar a la mayor cantidad de ciudadanos que se pueda, en el menor tiempo posible.
Realmente ejemplos dignos de ser tomados en cuenta, en contracara al estilo argentino de improvisar, equivocarnos, remendar y parchar con las consecuencias ya históricamente padecidas y pese a las cuales no escarmentamos con eso de tropezar más de una vez con la misma piedra.
Aquí debiéramos adelantarnos a esos peligros que por la inmediatez de la tecnología ya superaron las distancias, y si lo dudan, pregúntenle al desplazado ministro de nuestra salud, que asignaba pocas chances al coronavirus porque China está geográficamente alejada de nosotros, aunque luego Europa le quedara cerca y a mano para disipar sus penas y fracasos.
Cuando todavía no existe uniformidad en el manejo de la información integral acerca de la pandemia, los niveles de vacunación, la proximidad o la lejanía de la inmunidad de rebaño y otros detalles que realmente necesitamos conocer de fuentes serias y confiables, a cada rato se nos repite “hoy no hubo muertos por covid aunque debieron ser internadas tantas personas…” y cosas por el estilo.
Mientras aguardamos que la tercera o cuarta ola nos castigue, llenamos la cancha de River, los boliches bailables se multiplican, las reuniones sociales volvieron a ser imprudentemente multitudinarias, el barbijo ingresó a la zona de los malos recuerdos y la distancia social no llega a medirse ni siquiera en milímetros…
Esos apresuramientos son los más perniciosos, porque instalan en la gente una falsa creencia de indemnidad frente a un virus que ya demostró que no respeta personas, climas, edades, niveles de nutrición y en algunos casos, hasta se ríe de quienes creen estar inmunizados por alguna vacuna.
El Estado protector tiene la obligación de evitar el relajamiento de las medidas preventivas, tanto el comportamiento de una sociedad que en muchos casos ha debido soportar virtualmente dos años de encierro instrumentado y ahora lo tomamos en cuenta, con ciertos fines políticos, económicos e ideológicos.
Europa no de casualidad es el viejo continente, que atesora experiencias en todo sentido que la historia nos demostró palmariamente ser un anticipo de lo que nosotros, en la nueva América, nos espera. Tengamos entonces el tino de seguir los pasos de quienes tienen la situación más clara y sincera que nosotros, porque será ese el camino de la salvación tanto de ellos como la nuestra.
Desperdiciar esta nueva oportunidad puede ser fatal para el futuro de la Humanidad, ya harta seguramente de tantas agresiones e incomprensiones…
CUANDO LA IMPUNIDAD ES UN OBSEQUIO
QUE OFENDE AL PUEBLO Y A LA JUSTICIA
Por esa razón me voy a permitir, como tantas veces ya lo hice, coincidir con apreciaciones de los sabios, porque no es una forma de exculparme de la responsabilidad de jugarme por una postura determinada ya sea política o ideológica, pero sí de estar de acuerdo con ciertos postulados que se enraízan en la historia de los pueblos.
Fue Santo Tomás quien sentenció que “La corrupción de la justicia tiene dos causas: la prepotencia del poderoso y la astucia del sapiente. La astucia del sapiente que le demora los juicios indefinidamente y, por supuesto, muchas veces, la prepotencia del poderoso que impone condiciones”.
Muchos es lo que de estos preceptos podemos aplicar en la sonada causa en la que por ahora, la Sra.Cristina Elizabeth Fernandez Viuda de Kirchner resulta acusada juntamente con sus dos vástagos, Florencia y Máximo y otras personas que la acompañaron en condición de funcionarios severamente cuestionados, porque no todo está dicho y menos terminado, ya que resta la posibilidad de una apelación o trámite parecido que propenda a una revisión del fallo que graciosa y gratuitamente exculpa a los tres y a todo el resto, llamémosles de acompañantes, sin que hayan sido juzgados ni se atendieran los argumentos de quienes denuncian.
No son detalles simples sino trascendentes con los que no se puede jugar y menos aún pecando de apresuramiento. Existen fundadas sospechas de obediencia debida, de prisa por decretar algo antes de tomarse el olivo jubilatorio como el fiscal que ya tenía hechas las valijas o el temor, ancestral en este caso por ser seres humanos, de poner en juego algo tan sagrado como lo es la libertad.
Sea como fuere, el tema sigue en manos de la Justicia y no sería responsable de mi parte transformarme en fiscal, defensor, juez o verdugo, de la misma manera con que evalúo la situación de la megacausa del Registro de la Propiedad que sigue su curso de década y media.
El caso Dalmasso lleva la misma antigüedad y estamos como al comienzo, sin saber nada y sin mezclar a los personajes que según se comenta, estarían en alguna medida involucrados pero gozan de ciertas protecciones.
En fin, habrá que ser pacientes, estudiar a conciencia punto por punto, seguir las alternativas de la segura apelación y confiar en que, dentro de todo, lo más saludable para la salud de las Repúnlica es que la Justicia obre a conciencia y con respeto por las leyes y la Constitución.
Porque de lo contrario, estaríamos coincidiendo con un fuerte postulado de otro santo, Agustín en este caso, quien se supo despachar con eso que “Sin la Justicia, ¿qué son los reinos sino una partida de salteadores?
Entre nosotros, nadie es tan diablo ni tan santo como cada quien se pueda considerar, pero me juego la cabeza que mejor lo pasan en los juicios, aquellos que están seguros de haber consagrado su propia impunidad.
Para ciertos casos judiciales, el mejor alegato suele ser el silencio…