24 de septiembre de 2024

S.L.B.: EL PAPA FRANCISCO NOS SIGUE ESQUIVANDO – YA ESTAMOS EN LA ESTACIÓN MÁS ROMÁNTICA DEL AÑO – LA MEGACAUSA DEL REGISTRO ¿SERÁ PASIBLE DE UNA PROFUNDA REVISIÓN? – LOS PREVISIBLES INCENDIOS QUE NOS SIGUEN AZOTANDO ¿DEJARON DE SER PRIORIDAD? – EL CLIMA DE INSEGURIDAD SE VIENE ACRECENTANDO, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”, edición nº 849 del domingo 22/09/24 difundida por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.
 
Curiosa actitud de olvido o desprecio
EL  PAPA  ARGENTINO  SIGUE  ESQUIVANDO  SU
VISITA AL HISTÓRICO LUGAR DE SU NACIMIENTO
 
   En su obra “El Rey Lear”, la genialidad literaria de Shakespeare supo sentenciar que “Vale más ser despreciado y saber, que vivir adulado y tenido siempre en desprecio” y a quienes les ha tocado -y no me considero de ninguna manera una excepción- el impacto en la médula del alma, ha sido demasiado fuerte y en cierta medida insuperable por lo sentenciosa y casi brutal de la agresión.
  Algunas personas han sabido llegar a creer íntimamente y sin ponerse coloradas, que son ofensas leves, tersas y livianas que el tiempo se encarga de suavizar aún más, sin caer en cuenta que es el tiempo, precisamente, el que se encarga de refregarnos en la cara que el desprecio que suele llegar a ser humillante desaire, es virtualmente una irreverencia y una indisimulable subestimación de la persona; del ser humano a quien se ofende de tal manera y con actitudes más que descomedidas, lisa y llanamente ofensivas y ultrajantes, que ni siquiera el tiempo es capaz de cicatrizarlas ni con el hipócrita manto del olvido.
   Me parece que fue ayer, que desde entonces el tiempo se detuvo y los relojes homenajearon a la historia, deteniendo sus agujas implacables y sentenciosas; que en esa historia, la historia de nosotros, los argentinos, hacíamos allí un generoso acto de justicia y con gozo y alegría, abríamos las puertas de nuestras almas sedientas de protagonismo, en el sacro escenario universal: una fumata blanca, allá lejos y océano de por medio, nos anunciaba que un compatriota se sentaría, por fin, allí desde donde San Pedro repartía fe y santidad.
   Fuimos por varios días exponentes de una alegría ilimitada; de un fervor contagioso que alimentaba nuestras esperanzas de volver a ser lo que nunca merecimos dejar de serlo, y estábamos seguros que llegaban para nosotros tiempos de redención, una íntima sensación no de santidad pero sí de justicia divina que nos ayudara a superar tiempos de crisis, que ya eran parte no deseada de nuestra idiosincracia; de nuestra habitualidad, como si fuera un renovado estilo de vida o el ADN santificado…
   No todas las reacciones por entonces fueron de algarabía y de celebración y por eso tan sabio que no siempre los éxitos son totales, se alzaron algunas voces de rechazo luego suavizadas por la hipocresía que desde el poder político de entonces, buscaba congraciarse para superar desencuentros.
   No fueron pocos los inclinados por el saqueo impune que ofendieron al Dueño de los Relojes y de los Tiempos; usaron como baños algunos sitios sagrados de la feligresía y aturdieron con reclamos absurdos, frente a los cuales no fuimos pocos los que llegamos a pensar que en la primera visita que hiciera el nuevo Pontífice a su Patria de cuna, el diálogo sería para superar una situación que no cabía previamente ni en la más alocada imaginación de nadie.  
   Nada pasó y por el contrario el terreno que separaba se ensanchó, surgieron nuevos protagonistas avezados en la práctica del saqueo, “ahorraron” dicho sea entre comillas sumas astronómicas para SUS arcas e impidieron una reconciliación -y es más, se esmeraron en poner trabas- hasta llegar al cisma que transformó aquel gozo del Papa compatriota, en la aparición de su ciclotimia en el trato del Santo Padre a quienes habían glorificado su llegada al trono de San Pedro.
   Los adulones de la primera fila fueron los primeros y más exitosos en “pasar la gorra” recaudando millones y millones para obras y cometidos que jamás salieron a la luz ni fueron alcanzados.
   Y ahora para sorpresa aunque no tanta, nos encontramos con que Francisco se niega a visitarnos vaya Dios a saber -el mismo Dios de él y de la mayoría de sus compatriotas- los reales motivos de su determinación de ausencia y de desprecio.
   Y ahora exige que el Estado, del que forma parte, traiga soluciones al problema de la postergación casi eterna que -entre otros sectores- sufren los jubilados con sus magros y dolorosamente absurdos ingresos que les abonan las arcas nacionales para quienes merecen el cumplimiento del jubileo siempre prometido pero nunca respetado.
   Olvida Francisco que la caridad también sería de su parte un acto de justicia, con el fabuloso dineral que maneja el Vaticano; con sus propiedades, bancos y emprendimientos diseminados en el mundo; con el oro acumulado en sus arcas,  inversiones inmobiliarias, a lo que podemos agregar que ni siquiera el boato y las joyas alcanzan a restarles ni un peso de su valor.
   La negativa permanente del Papa Francisco de visitarnos es una llaga que seguramente afecta a todos los cristianos, practicantes o no de su religión, por tratarse de una forma de despreciarnos y lo que es peor, de ignorarnos a la hora que más ayuda necesitamos los argentinos, por culpa de la avidez mostrada por muchos gobiernos que nos tocaron en suerte o en pésima suerte, de cualquier color o creencia que hubieran gozado las mieles del poder.
   Esa actitud, que en lo personal puedo tomar como de olímpica y humillante grosería, me hace coincidir con Lord Chésterfield, cuando sostuvo y guardó para los tiempos que “se olvidan a veces las injurias, pero  el desprecio no se perdona jamás”.
   Casi cierro diciendo “amén” pero sería una imperdonable ofensa a la creencia de millones de compatriotas.
 
Estación no tan sólo de la juventud…
AL MENOS EN EL ALMANAQUE YA EMPEZAMOS A
GOZAR LOS  DULCES ENCANTOS  PRIMAVERALES
 
   Los cordobeses hemos estado viviendo desorientados con relación a las estaciones que nos indica con su infalible rigor el almanaque y a las temperaturas que de un día para el otro nos agobian por la pegajosa humedad, o nos obligan a sacar del placar la camiseta, la campera y el pulóver que habíamos arrumbado para no verlos ni tocarlos hasta el año que viene.
   Pero finalmente, cuando suponíamos que la primavera no se había enterado que debía alegrarnos la vida y seguía paseando por otras geografías, se aquerenció pidiendo disculpas y haciendo anunciar su insólita tardanza con truenos, relámpagos, ventarrones, despiadados y previsibles incendios, lluvias que se extrañan a las de tiempos pasados…
   Que ya está entre nosotros la estación de la juventud, la bandera estudiantil, la forjadora de romances, la fabricante de flores, verdores y perfumes, se nota en el calor que industrializa la maravilla de las sonrisas, los ojos luminosos y la ansiada brevedad de la ropa.
   Una simple recorrida por la invadida peatonal cordobesa, nos regala el magnífico y gratuito cuadro de la pasarela permanente por donde desfilan ellas, las dueñas de las miradas y destinatarias de los suspiros y de otras clásicas manifestaciones de masiva y sonora aprobación.
   Inspiradora de poetas, la primavera en su esplendor ha recorrido etapas tan placenteras como desatadamente románticas hasta llegar a la lujuria, aunque en tiempos pasados y no tan lejanos para aludirla, se empleaba más el recato que ha sucumbido a la inspiración actual simbolizada por las eróticas y hormonales exaltaciones del amor en su práctica, más allá de las vetustas y anticuadas teorías que pretendían definirlo.
   Por eso es bueno rescatar de la memoria algunas expresiones poéticas consideradas audaces allá por mediados del siglo pasado, que son un caramelo para el alma, porque están desprovistas de la intrepidez y la osadía literaria de la actualidad que más se aproxima a lo explícito que a la ensoñación.
   Es una pena no recordar el nombre del autor  de “Margot”, un soneto delicioso y todo un atrevimiento para aquellos tiempos, aunque por el título se puede llegar a deducir un parentesco tanguero y lejanamente lunfardo:  
 
MARGOT
Pasa Margot con su bolsón de raso,
largo el andar y la pollera breve
y muestra el muslo su filón de nieve
con cada balanceo de su paso.
 
Ojos rasgados, con mirar de ocaso,
boca sensual para el mordisco aleve,
senos en flor luciendo su relieve
desnudos, bajo de la blusa acaso.
 
Se detiene en la esquina y con delicia
suya el viento mancebo la acaricia.
El viento sabe de caricias tiernas.
 
Y al formarse una arruga en su vestido
parece que Margot ha consentido
que le ponga una brisa entre las piernas.
 
   La verdad, una suave ternura que pinta no tan solo al personaje sino a tiempos cálidos, con imaginables y sentimentales esquinas de barrio donde al evocarlos, se cruza la roja y cilíndrica figura del buzón con su vientre lleno de palabras, arrasado por el progreso.
   Ya está, algo tardía, pero en todo su esplendor la primavera dueña de soles y de caricias; de fantasías y de esperanzas; de pétalos y de abrazos… y también de nostalgias…

Interminable Megacausa del Registro
¿SERÍA POSIBLE QUE TODO PASARA A SER UN
CASO  DE  REVISIÓN VIRTUALMENTE  INÉDITO?
 
   En nuestro país desde 2014 funciona el “Proyecto Inocente”, iniciativa surgida en los EE.UU, y difundida a más de 20 países, que  busca revertir condenas equivocadas. En todos los casos se trata de encontrar errores en la investigación y en el juicio, que producen la condena de un inocente. 
   En el análisis de Argentina se consideró que había problemas en cómo los operadores judiciales valoran las pruebas y cómo las consideran; cómo los jueces justifican y argumentan sus decisiones, y también, casos de corrupción y problemas de ética.  
   En tal contexto, y retomando la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, recordé el dictamen de un Juez, en el que confirmaba la prisión preventiva a dos imputados pese a reconocer que se carecía de pruebas contra ellos, como podrían ser firmas o escritos de su parte y que no se contaba tampoco con ningún testigo que los hubiera visto o acusado. 
   El apego al diccionario enseña a considerar al error como un concepto equivocado, juicio falso, acción desacertada, o precisamente, en Derecho, como vicio causado por equivocación de buena fe que puede anular el acto jurídico. Debe ser inevitable que los jueces, limitados y falibles, puedan equivocarse, aun poniendo empeño y dedicación en su trabajo, pero, en este caso, no se puede hablar de errores de valoración, consideración, justificación o argumentación, porque el mismo juez reconoce no tener nada para valorar, considerar, justificar o argumentar.
   Lógicamente, estos imputados fueron absueltos después de casi tres años de prisión injusta. Hubo concepto equivocado, juicio falso, acción desacertada y vicio judicial.  Es difícil saber, y cuesta creer, si de buena fe, o si puede orientarse hacia la corrupción y la ética.
 
Una inexplicable dejadez oficial…
LOS PREVISIBLES INCENDIOS PARECE QUE HAN
QUEDADO POSTERGADOS DE LAS PRIORIDADES
 
   Si alguien llegara a sostener desde el poder político del cordobesismo o desde cualquier otro origen donde se tomaran el conocimiento y las decisiones que no están ya enterados, bien pudiera ser asumido como un caso de supina ignorancia, desconocimiento de la realidad o simple desidia a la hora de las medidas de prevención que protejan a la sociedad y a sus bienes materiales si los responsables de tales omisiones no asumieran la importancia de comunicarlo en tiempo y forma.
   Los incendios de campos en zonas consideradas como eternas candidatas al daño por el fuego con sus consecuencias tan espantosas como calculadas, vienen siendo una pesadilla para los gobernantes que es como si no las tomaran en cuenta,  para quienes las ocupan como vivienda o son las sedes de industrias determinadas dentro de la actividad productiva del campo.
   Pero que para las autoridades pueda ser una sorpresa, ya suena a broma porque es como si a un experto en astronomía se le pasara por alto la presencia con año, mes, día y hora de un asteroide, un satélite espía o algo parecido.
   Pero entre nosotros, la situación es tan grave como si a las autoridades se les ocurriera confesar que un eclipse se les olvidó pese a que se conocía, que tal espectáculo ya tenía determinada su trayectoria y fecha de aparición.
   Con los incendios pasa más o menos lo mismo, si es que se le ocurriera a algún funcionario justificarse con que no sabía que a esta altura del año, con humedad baja, verano adelantado, presencia del sol en tiempos no siempre reiterados y otros detalles, no figuraban en el catálogo de las predicciones lógicas de cualquier meteorólogo de los tantos que desfilan por las pantallas de la televisión mundial y Córdoba no es precisamente la excepción.
   Entonces me pregunto: ¿de quién o de quiénes es la culpa que los incendios más o menos tengan una fecha medianamente certera de su aparición? Porque si alguien de ese nivel y que ocupa un lugar en la administración gubernamental, está obligado a saberlo y se le pasa por alto, es casi como para acusarlo de cierta responsabilidad y culpa por los daños emergentes de su olvido u omisión de aviso… Y por otra parte, ¿es para preguntarnos acaso a dónde fueron a parar los cuantiosos fondos que sin dudas se recaudaban o todavía se cobran, si mal no recuerdo en las boletas por consumo eléctrico o en los impuestos municipales, en el rubro “manejo del fuego”?  
   Demasiado trágicos son los incendios que año tras año se vienen repitiendo y si los causantes son personas dañinas que los perpetran por alguna razón y si ya se han practicado varias detenciones en tal sentido, ¿cuándo se sabrá de quienes se trata y que pasó con ellos y la aplicación de las leyes?
   No es posible que en estos casos, los silencios sean más dañinos que las pérdidas en bienes materiales y en vidas humanas que ocasionan estas lacras…
   Después de todo, la indulgencia observada desde el poder para estos casos tan terribles, nos impulsa a seguir sosteniendo que desde la cúpula del cordobesismo, si se alientan las obras de maquillaje y embellecimiento que pueden esperar, y no se priorizan las medidas de protección que reclama la sociedad, es para que lisa y llanamente se la califique como una actitud displicente, que al no respetar las prioridades, provoca un daño incalculable a la economía provincial que tanto pregonan defender y alentar.Y desde la cúpula lo hacen en aras de paisajes bonitos, plazas con flores y juegos, calles con canteros y gente rezando para que llueva y los bomberos, siempre sacrificados más allá de los límites humanos, que merecen estar protegidos por la tecnología y los presupuestos, pero en cambio son el precio que deben pagar frente a las omisiones gubernamentales que trabajan para el aplauso fácil…
 
Los silencios que más inquietan…
¿LA  CORRUPCIÓN ‘DETECTADA’ EN LA FUERZA
AZUL ACRECENTÓ EL CLIMA DE INSEGURIDAD?
 
   Es una impresión personal, o tengo la duda si es real que hace tiempo no se dan a conocer cifras reales y creíbles, y no dibujos alusivos acerca de los porcentajes de delitos que se perpetran en esta Córdoba sorprendente, donde por omisión, las autoridades han conseguido revertir la situación con el resultado que los delincuentes están sueltos, y la gente honesta debe enclaustrarse aterrorizada en sus casas donde creen estar más protegidos, pero eso es sólo un espejismo.
   La última crisis registrada en el seno de la fuerza azul con los resultados y las consecuencias harto conocidas, han producido algunos curiosos efectos, como por ejemplo el cambio de modalidad en eso que le llaman prevención pero no es tal, por tratarse de un recurso de hacerse ver, que reemplaza a la inutilidad de los controles de motociclistas y automovilistas en los puentes que abundan en la ciudad, a lo que suman algunos aislados controles de alcoholemia virtualmente inútiles a la hora de la prevención delictual, porque el ladrón prefiere “operar” como ellos dicen, ‘mambeados’ con la droga y no borrachos, porque después pueden quedar prisioneros en una chimenea o entre las rejas de una casa.
   La verdad, se desconocen las cifras, pero poco se logra de la manera en que se hacen los procedimientos, las demoras en concurrir a donde se los llama y solo dependen de lo que puedan descubrir en la sala donde se monitorean los domos, cuyas ubicaciones también conocen detalladamente los cacos que se cuidan muy bien de pasar por allí.
   Y para eso que llamaban andar patrullando, algunos “juanes” me comentaron que no alcanza el combustible para los coches o que están en el taller…
   Una vez más, vale repetirlo: la policía estática de poco sirve y menos cuando plantan a los pibes en algunas esquinas, celulares en mano, casi siempre hablando…
   Pero eso, para la prevención, de poco sirve, porque debo volver a lo mismo de siempre, ante la falta total y ya vieja de una auténtica, estudiada, sancionada y controlada aplicación de una política integral de seguridad.
   Porque si la fuerza azul en la que aún militan valiosos, sacrificados y honestos elementos humanos no puede, no sabe o no la dejan limpiar meticulosamente su interior, poco podrán hacer para limpiar la mugre de afuera…

 

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Su comentario será valorado