Desgrabación de los
comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”
emitido el domingo 20-10-13 por AM580 Radio
Universidad de Córdoba.
EL DIA DE ELLA, LA MAMÁ
Debo reconocer, por coherencia en mi manera
de pensar con la forma de actuar, que es medio como improcedente limitar a un
día, el reconocimiento eterno y permanente que merecen las mamás.
Pero así son las reglas del juego y del
consumo, lo que no impide que en materia de homenajes, lo concentremos, si, en
un día al año.
Y quiero comenzarlo, memoria de por medio,
recordando el final de unos hermosos versos de Isidoro Blastein.
“Adiós Mamá.
Hasta pronto.
Trázame un sendero con tu
voz
y una estela luminosa con
tu gesto,
resérvame una gruta de
ternura
y guárdame un lugar en tu
regazo.
Yo llegaré hasta ti de
cuando en cuando
a conversar contigo
sentado en las estrellas.”
¿Por qué será que teniendo tanto para decir
de ella las palabras nunca alcanzan?
¿Por qué será que el cariño, la admiración,
la ternura, el respeto, la lucha, el refugio o el amparo sirvan para
sintetizarla?
¿Por qué una caricia, una lágrima, una
mirada o un recuerdo basten para que tengamos la certeza casi absoluta y
milagrosa de su presencia?
Ella sabe, porque así lo siente, que el
sacrificio y la entrega son parte vital de su atávica vocación protectora.
Sabemos, y ella también lo sabe, que a la
hora de estar junto a nosotros no existen los enojos, las barreras ni las
distancias.
Estuvimos muy dentro de su mundo,
nutriéndonos de su generosidad y de sus ansias por tenernos; por vernos nacer.
Es la que nos regala el mágico prodigio de
la vida, nos quita los miedos, espanta las sombras, comprende lo incomprensible
y ahuyenta nuestras penas.
Nada interesa si es casada o soltera, viuda
o divorciada.
Sus méritos como esposa, concubina o como le
quieran llamar poco importan, porque esa mujer, por encima de cualquier vetusto
rótulo convencional, es Mamá.
Y si abrumados por la angustia, buscamos un
motivo que nos devuelva la alegría de vivir, más que a nosotros en nosotros la
encontramos a ella, así la tengamos o no.
Ese es el insondable sortilegio de su amor,
porque con ella tal sentimiento está más allá de lo terrenal; de lo explicable.
Podemos conocerla o no, pero estoy
convencido que aquellos que no la conocen, lo mismo respiran por ella y miran
por sus ojos.
Siempre está y estará allí peleando por
nosotros, cuidándonos, guiándonos, llevándonos de SU mano.
Siempre cerca.
En la dicha y en la desgracia; en la risa y
en el llanto.
Presente.
Siempre nuestra y nosotros de ella, aunque
no la veamos volver.
Siempre… siempre.
DE
LA SOTA:
PREGÚNTENLE A OTRO
Fue realmente sorprendente la respuesta del
gobernador, a una pregunta que le hicieron con relación al escándalo del
comercio de droga,enquistado en un sector de la Policía destinado,
precisamente, a luchar contra esa ignominia.
Cuando éramos chicos y los mayores se
fastidiaban por nuestra natural curiosidad, solían mandarnos a la esquina a ver
si allí estaba lloviendo.
Desentenderse de una situación que nuestro
gobernador estaba obligado a conocer, desnuda una marcada e indisimulable
preocupación preelectoral, porque a diez días de las elecciones. no es cuestión
de andar preguntando pavadas.
Y menos aún respondiéndolas.
Se acordó del viceintendente por aquello tan
bíblico de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, sembrando
dudas con relación al cementerio San Vicente, de jurisdicción municipal, donde
se almacenarían distintas clases de sustancias prohibidas.
Por supuesto ni una palabra sobre el resto
de todo este escándalo que no es mediático, tal como se lo quiere hacer
aparecer, sino lo demasiado extendido como para no entender cómo el gobierno
provincial no estaba al tanto, en una provincia donde cualquiera sabía y sabe
dónde, quienes y a cuánto se comercializa la droga.
Es muy fácil y cómodo aunque carente de
elegancia salir con eso de que politizar el caso de los narcopolicías es
canallesco pero conociendo los detalles, dejar que la mala policía maneje ese
negocio, también lo es.
De la Sota tenía plena y reiterada confianza en Alejo
Paredes, en Frias y en toda la plana mayor, y uno de sus caballitos no de
batalla pero si de campañas, era hacer flamear la bandera de la lucha
antidroga, mientras en sus narices desaparecía lo secuestrado, a los narcos los
alertaban de los allanamientos y otras reprobables maniobras para desviar las
investigaciones que algunos buenos policías, seguramente habían encarado.
No quisiera caer al aventurado fatalismo de
conectar, antes que lo dictamine la justicia, a los narcotraficantes con los
dudosos suicidios de dos policías.
Y si debemos también ser observadores del
panorama nacional, no podemos sustraernos al hecho que la droga entra y sale de
nuestro territorio, al amparo de la impunidad que otorga la desatención de
nuestras fronteras, que ha convertido a la Argentina en una inmensa pista de operaciones
para aeronaves de distintas banderas.
Pero nuestro gobernador que está empeñado en
que lo suceda alguien de su mismo signo político, no se puede desentender de
una realidad que ocurría en el patio de su casa.
El que no quiera ensuciarse con barro, debería
saber que aunque aparezca como pulcro, no es bueno juguetear allí.
TRIBUTAR
PARA QUE ELLOS COBREN
Por supuesto que si le preguntamos a
cualquier cordobés sin trabajo, en dónde le gustaría estar mensualizado, no
solo la mayoría sino todos los consultados pondrían como destino soñado un
puesto municipal.
Es para entenderlos: trabajan creo que siete
horas diarias, perciben un promedio mensual de 14 lucas, tienen dos días
semanales de asambleas que son paros encubiertos, negocian después para cobrar
los días no trabajados y muchos de ellos son unidades de negocios que venden
ropa, venden tappers, elaboran tartas, cortan el pelo o hacen manicura.
Y como es frecuente que los servicios no se
cumplan por falta de gente, dicen, o por carencia de insumos, o porque los
uniformes están arrugados, hay que tercerizar para cumplir con los vecinos.
Me dirán que generalizo, pero no es así,
porque también están las moscas blancas, los que cumplen y se sacrifican más
allá de sus obligaciones, los que no andan de shopping o en el gimnasio en el
horario de trabajo y los comprometidos con el prójimo.
Son cada vez más escasos, pero todavía
quedan.
Es por eso que justos y pecadores,
laburantes fervorosos y cultores de los criollos, se llevan de acuerdo con los
últimos números y cada vez trabajando menos días, el 63 por ciento de los
recursos mensuales de la
Municipalidad.
En este eterno round que es la relación
entre nuestro joven Intendente y el sindicato de los municipales, Mestrito está
a punto de perder por nocaut y en el peor de los casos, tirar la tohalla.
Y es tal el poder y la violencia que
encierra esa entidad gremial en su dirigencia, que si ocurriera esta última
alternativa, me permitiría sugerirle a Ramoncito que no les tire la tohalla:
que mejor, se las alcance.
No sea que se enojen …
¿DEBATIR
O MONOLOGAR?
La nostalgia suele a veces empiojarnos la
memoria y llevarnos a pensar que nada cambia, cuando en verdad vivimos
realidades distintas con relación a las mismas situaciones.
Tiempo atrás, y este no es un ataque de
vejez porque no ha pasado tanto tiempo, los candidatos a una compulsa electoral
se peleaban por aparecer en televisión, no mostrando su mejor sonrisa y
prometiendo lo de siempre, sino polemizando cara a cara con sus adversarios.
Ese era el verdadero, genuino y auténtico
debate que concitaba la atención general, formaba opinión y disipaba dudas.
Los tiempos modernos con la irrupción de los
asesores de imagen -¡hay cada chanta en esto!- reemplazaron la contienda y la
controversia por la publicidad agotadora y a veces cómica, que no enriquece
sino que confunde, al ver que se habla entre otras cosas de controlar el gasto
mientras se cae a esas exageraciones de inversión.
Aquello de combatir, de guerrear, de
defender posiciones ha pasado a la historia, porque el aburguesamiento
intelectual reemplazó eso por el monólogo que no convence a nadie, lo reitero,
porque todos prometen ser buenos.
De última, la historia le viene dando la
razón a ese personaje, el gremialista Hugo Barrionuevo, el que propuso aquello
de dejar de robar por un par de añitos.
Fue un monólogo, es cierto, pero la más
brutal de las confesiones que haya escuchado en los últimos tiempos.
VIOLENCIA
CON CAUSA
Realmente espantosa la reacción de esa
mujer, profesional, que le encajó seis balazos al auto que un vecino había
estacionado en su cochera; en la de ella.
Una reacción desmedida, que a la mujer le
valió la detención, su enjuiciamiento y mientras tanto, la internación en un
instituto siquiátrico porque para colmo, estaba floja de antecedentes.
Esto sucedió en Buenos Aires y más allá de
lo que ocurra en la justicia con esa moderna Pepita la pistolera, tengo la
plena certeza que quien le ocupó la cochera, nunca, jamás, volverá a usurpar
espacios ajenos.
LA MEGACAUSA
Y CIERTOS
NUMEROS
Existe un Informe de Córdoba, realizado en
el marco de un Proyecto de Seguimiento de los Procesos de Reforma Judicial en
América Latina y su autora es Patricia Cóppola.
La evaluación se realizó en el 2001 y abarcó
todos los Juzgados y Cámaras de Córdoba Capital y comprende numerosos
aspectos, pero en cuanto a prisión preventiva, el análisis destacó que el 74
por ciento de los casos estaban en esa condición y que su duración promedio era
de 11 meses.
En ese punto el informe concluye que:
"Podría leerse que el alto número de presos en prisión preventiva se debe
al elevado porcentaje de robos calificados por el uso de armas y al alto
índice de reincidencia".
Una investigación similar fue realizada
recientemente por la
Oficina de Investigación y Estadísticas Político Criminales
de la Procuración
General de la
Nación, para toda Argentina, dirigida por Adrián
Marchisio.
Los resultados son muy similares,
estableciendo un promedio de la prisión preventiva de 11 meses y medio y
similar distribución con respecto al tipo de delitos y establece que el 38 por
ciento de los imputados llegan presos al juicio, situación que aumenta en tres
veces el porcentaje de condenas.
Entonces lo analicemos: en la Causa del Registro, y
actualmente también en la de las ART, los imputados en prisión preventiva permanecen tres años en
prisión, tres veces el promedio, llegan presos al juicio y
son condenados en el 95 por ciento de los casos, superando también toda
estadística.
Aunque el tema de la prisión preventiva es
una problemática grave que afecta a muchos países, las cifras de la causa del
Registro no se condicen con las generales del país ni con las de Córdoba para
otros delitos y la Justicia
no puede cuestionar la infalibilidad matemática ni estadística.
La democracia constitucional argentina
consagra en favor de quienes habitamos su territorio, que sólo seremos
encarcelados si una autoridad competente nos encuentra culpables de un
delito luego de juicio justo y nada de esto se respeta en la megacausa.
Además, ¿alguien conoce los costos de este
inusitado despliegue?
Esos números, también respetables por
cierto, tampoco son públicos ni divulgados.
LAS
AMENAZAS
El periodismo, cuando se lo ejerce con tono
crítico, queda liberado a la acción de los intolerantes, que encuentran en la
amenaza una cobarde y anónima manera de aplicar mordazas.
Puedo asegurar, con pleno e irrebatible
conocimiento de causa, que las bravatas de toda índole, de cualquier origen y
de variada gravedad, son parte inseparable del ejercicio de esta, nuestra
profesión tan invadida.
Y para estos casos, existen distintas
maneras de asumir esas intimidaciones, de acuerdo con criterios personales.
Recibo, y lo digo sin exagerar ni para
victimizarme, dos o tres amenazas por mes, desde que tengo memoria.
Algunas pueden ser consideradas serias, pero
está en cada uno caer en las persecutas, buscar protección o notoriedad,
partiendo de la certeza que quien piensa eliminarte, lo último que haría sería
ponerte sobre aviso.
Un párrafo aparte con relación a la posición
solidaria o no de los colegas en estas circunstancias, porque al conocer el
paño, no siempre se asigna la importancia que pueden llegar a tener esas
provocaciones.
A veces suelen intervenir las entidades
sindicales y otras veces son esos mismos organismos los que apañan a quienes
amenazan.
Sin ir más lejos -la memoria suele darme una
mano- pocos años atrás un encumbrado dirigente, digamos político pero devenido
en empresario, amenazó retando a duelo a un colega nuestro, de esta empresa, y
lo maltrató, molesto con una pregunta que este personaje, Mario Firmenich, consideró inoportuna.
Lo hizo bajo el techo de la misma entidad
sindical, el Cispren, cuyas autoridades se abstuvieron de inclinarse por
proteger al colega.
La misma entidad gremial que un par de años
atrás, pidió mi cabeza a la entonces rectora, Dra. Carolina Scotto, acusándome
infantilmente de haber reivindicado la teoría de los dos demonios, por los
tiempos de la dictadura genocida, porque opiné y dije que sería justo ver
también en el banquillo a Mario Firmenich.
Yo sigo aquí, respetado por esta empresa y
por buena parte de la audiencia.
Es por eso que a veces, las amenazas no
despiertan el siempre sospechado sentido de
la solidaridad corporativa.
Es como sin decirlo, nos dijéramos entre
nosotros los periodistas: que Dios te ayude, pero no es mi problema.
Como en su momento, mi problema tampoco fue
el tuyo.
MORIA
Y SU NENA
Uno queda con la duda si la pelea televisiva
entre Moria Casán y su hija fue real, espontánea, o parte de los mecanismos de
promoción que caracterizan a nuestra poco imaginativa televisión.
La joven -que según me comentaron los que
saben, es una buena actriz- llegó tarde a una grabación y fue severamente
reprendida por su madre, quien junto a otras estrellas de primer nivel habían
tenido que esperar por más de dos horas a Sofía Gala.
Hubo durante una pausa de salida al aire
acusaciones cruzadas, algunos insultos y palabras inconvenientes.
Moria llegó luego a deslizar que podía
exigir judicialmente la tenencia de su nieta, debido a las reiteradas
inconductas de su hija.
No puedo olvidar la sorpresa que me causaron
dos comentarios que hiciera tiempo atrás la famosa vedette, ahora devenida en
periodista, intelectual y analista política.
Dijo que con su hija había fumado un porrito,
y que aparte, estaba maravillada por lo que la mocosa le había contado de su
primera y quinceañera experiencia sexual.
No me voy a escandalizar por ninguna de las
dos situaciones, pero las conductas, bien lo sabemos, son una resultante de la
formación.
En consecuencia, lo mejor sería que Moria
metiera violín en bolsa y siguiera con lo suyo.
Porque si fue un tiempo alfonsinista,
después menemista y ahora es aplaudidora oficialista, no es para pensar que sea
una exponente del buen criterio,
VIEJAS
GLORIAS EN CAMPAÑA
A lo mejor con demasiada simpleza rayana en
el reduccionismo, siempre sostuve que el ser humano, cuando deja de hacerse pis
encima, ya es dueño de sus actos.
Por
eso de ninguna manera voy a cuestionar la aparición de algunas figuras de
notoriedad apoyando la campaña del delasotismo por ahora provincial, entre las
que recuerdo están Daniel Willington, el Negro Alvarez, Mario Kempes, Cacho Buenaventura,
Chapita Gutierrez, la Mole
Moli y algunos otros.
Cada uno sabe cómo piensa, y mejor aún en el
supuesto caso que cobren por pensar así.
Pero hay un detalle que me imagino es parte
del sentir de la gente, como pensamiento casi generalizado.
Para la mayoría, los ídolos no tienen
banderas políticas y están al margen de las ideologías porque son de todos, sin
distinción de camisetas ni pensamiento individual.
¿Es malo o negativo que exhiban su figura en
abierto apoyo a una postulación?
No lo es, si tomamos como base de juicio
aquello de no hacerse pis encima.
Pero para la consideración de muchos,
algunos ídolos se derrumbaron.
O aumentaron su estatura, para otros.
Porque en esto, también naturalmente rigen
las reglas de mercado.
La oferta y la demanda gozan de lozana
vigencia.