Desgrabación
de comentarios realizados por el periodista Gonio Ferrari en su
programa “Síganme los buenos” emitido el domingo 24/02/13 por
AM580 Radio Universidad de Córdoba.
EL
MOSQUITO MALDITO
Cuando los casos reales y conocidos se
vinieron encima de la imprevisión, al super ministro Gonzaléz se le
heló el sebo y recién se avivó que era necesario fumigar toda la
ciudad, pero antes.
Esto ocurre en todos los órdenes de
la actividad oficial: es necesario que algo muy grave ocurra, para
que los responsables de cada area muevan las cachas y aparezcan por
los medios tratando de explicar lo inexplicable y anunciando que
harán lo que debieron hacer con tiempo.
O acaso estaban esperando que el
mosquito se cansara de esperar y huyera a otras latitudes llevando su
peste.
Así como en muchos otros aspectos
seguimos siendo un país de soluciones post mortem, porque es
necesario que alguien muera para hacer lo que no se hizo, con la
prevención de las pestes ocurre lo mismo, aunque no se hayan
registrado casos fatales.
La prevención en Córdoba es tan
ausente y no llevada a cabo en materia de salud, lo mismo que en
educación o en seguridad.
Siempre la improvisación sobre la
marcha; el imperio del remiendo por encima de las acciones que
debieran ser previstas, precisamente, por lo previsibles.
¿Es que don Gonzalez no sabía que en
esta época del año siempre el Aedes aegiptus se viene de vacaciones
a Córdoba?
Ahora se juegan a que llegue el frío,
porque por lo visto, las fumigaciones no alcanzan y el famoso
descacharreo, se acerca más a una joda que a una acción que puedan
emprender los vecinos.
El dengue estuvo en el umbral, tocó
timbre y pasó.
Esperemos que el Estado le niegue, no
el acceso a la ciudad en la que está instalado, sino su permanencia
entre nosotros.
Y si no hay presupuesto, dejen de
gastar en propaganda política y trabajen en serio por la salud de la
gente.
LAS
COMPARACIONES INUTILES
Es para que los cordobeses tengamos encendida otra vez, como si hiciera falta, una luz de alarma que en los últimos años jamás pudimos apagar.
La oprobiosa inseguridad que nos agobia ha llegado a extremos que más allá de las estadísticas, configuran un descrédito para los gobernantes y un notable devalúo en la calidad de vida de los cordobeses, que asistimos aterrados a la divulgación de casos virtualmente inéditos: es la violencia urbana.
Si alguien se hace fuerte en las calles, es porque no hay quien lo impida con ese mecanismo tan simple y aplicable que es la prevención, sin dejar de lado las implicancias que tienen otros factores como el malestar social, la inequidad y el incontrolable crecimiento del comercio y consumo de drogas.
En ese aspecto, algo se está haciendo: procedimientos contra el "chiquitaje" que si bien no eliminan el problema, disminuyen o retardan su explosiva expansión.
Desde los tiempos del agente de la esquina que con su sonora ronda imponía respeto, mucho han cambiado las cosas de la mano del progreso y la tecnología: ahora los agentes solo están cerca de los bancos, de las reparticiones públicas, a veces previsiblemente en los puentes o mirando junto a los peajes si los automovilistas tienen los cinturones colocados y las luces encendidas.
Eso no es prevención: eso es solo ordenada figuración como para hacerse ver.
Y los resultados negativos están a la vista; no son una creación ni una operación mediática.
La seguridad se recupera con la policía en toda la ciudad, de día y de noche, con calor o con frio, con lluvia o con viento, en los barrios marginales, en los caminos secundarios, en las cortadas y pasajes. En pocas palabras, la presencia del policía tiene la eficacia del gato rondando en la casa, donde seguramente no hay ratones.
Y si los hay, sacarlos de circulación es lo más simple del mundo.
De nada sirven las enormes inversiones que se hacen en armamento, en comunicaciones, en informática, en instalación de tecnología, mientras no exista una genuina e integral política que ordene la actividad.
Hay que terminar con el pago de favores políticos mediante designaciones de personal improvisado, con escasa instrucción operativa o "flojos de papeles" en materia de antecedentes.
Y todo indica que en este 2013 la recuperación de la seguridad perdida no es de ninguna manera prioridad del gobierno provincial: en el costoso folleto de 8 páginas a todo color del que calculo se hicieron cien mil ejemplares, editado por la administración delasotista y distribuido por los principales diarios, no aparece ni una mísera palabra referida a lo que se piensa hacer (si es que algo se piensa) en materia de seguridad.
Los mismos que no le encuentran la vuelta y menos aún la solución al problema, son los que se llenan la boca aconsejando que no hay que resistirse frente a los asaltos; que no hay que tener armas; que es un error andar de noche o no es conveniente circular con dinero encima.
Esos son los inoperantes, los inútiles, los faltos de ideas, los carentes de cerebro.
Son los que se encierran en sus despachos a despotricar contra los medios, que solo difundimos una lacerante realidad que no podemos modificar.
Y lo más sorprendente, que se apele otra vez a comparaciones absurdas e inconducentes.
Nuestro gobernador dijo en declaraciones periodísticas a sus queridos cordobeses, después de relativizar la ola de violencia que se registra en la provincia, que aquí no padecemos la criminalidad que padece Rosario.
Mire jefe: nosotros vivimos aquí, en Córdoba.
Caliéntese
usted por nuestro drama de inseguridad que nos está diezmando,
resuélvalo cuanto antes y deje que a Rosario lo arregle Antonio
Bonfatti.
O Hermes Binner, si llegara (él) a ser Presidente.
O Hermes Binner, si llegara (él) a ser Presidente.
MAS
SOBRE LA MEGACAUSA DEL REGISTRO
El Centro
de Estudios Legales y Sociales es una organización no gubernamental
que trabaja en la promoción y protección de los derechos humanos y
en el fortalecimiento del sistema democrático y del estado de
derecho en la Argentina.
La Clínica Jurídica del CELS,
canaliza aquellos casos en los que se considera que existe violación
de algún derecho humano fundamental.
Durante el año pasado familiares de
detenidos con prisión preventiva en la megacausa del Registro se
presentaron ante dicho organismo denunciando en esta causa el abuso
de la prisión preventiva.
El CELS dictaminó e hizo
consideraciones generales sobre el tema y particulares sobre uno de
los casos presentados: el de Guillermo Lucas, imputado en esta causa,
quién se encuentra en prisión preventiva desde hace un año y
medio.
Sostiene
que: "Toda
privación de la libertad mediante una medida de coerción estatal,
debe respetar los derechos fundamentales de las personas; en el caso,
el principio de inocencia y el derecho a la libertad"
"El principio de inocencia está
reconocido en la Constitución Nacional, en tratados internacionales
de derechos humanos con jerarquía constitucional, y en la
Constitución de la Provincia de Córdoba"
De ese principio se colige que
solamente después de un juicio, una persona puede ser
declarada culpable y mientras la sentencia no se encuentre firme, el
individuo debe recibir el trato de inocente.
Por ende, existe un derecho de
jerarquía constitucional a permanecer en libertad durante el proceso
penal".
Cita la Constitución Provincial que
dice que "la privación de la libertad durante el proceso
tiene carácter excepcional" y la CIDH dice que "la
prisión preventiva constituye la medida más severa que se puede
imponer al imputado, y por ello debe aplicarse excepcionalmente.
La regla debe ser la libertad del
procesado mientras se resuelve acerca de su responsabilidad penal".
Refiere también que “no resulta
atendible la detención preventiva, salvo los casos en que resulte
plenamente probado, acreditado que el imputado tratará de fugarse o
de entorpecer fundadamente el trámite de la causa", agregando
que "Este riesgo procesal debe ser cierto y concreto, y no se
puede satisfacer dicho estándar, mediante la mera invocación de
presunciones legales.
El CELS
concluye sosteniendo que "Dichos
estándares no fueron correctamente valorados por los organismos
jurisdiccionales intervinientes que decidieron, por el
contrario, convalidar la medida de coerción que venía sufriendo el
señor Lucas hasta el momento".
Y finaliza: "Entendemos que
asiste al señor Lucas el derecho a permanecer en libertad durante la
sustanciación del proceso penal hasta tanto se demuestre su
culpabilidad por medio de una sentencia basada en autoridad de cosa
juzgada, por no existir elementos suficientes por los que el
tribunal pueda privarlo de la libertad durante el proceso".
"Estimamos
que el Sr. Lucas reúne las condiciones personales suficientes que
permiten desvirtuar la presunción establecida por el código
procesal tendiente a que el imputado intentará eludir la acción de
la justicia o entorpecer el curso de la investigación".
Un dictamen realmente valioso y con
una sólida base jurídica.
Pero el Sr. Guillermo Lucas sigue
preso, como si la Justicia cordobesa fuera, o es, impermeable y ajena
a la realidad.
LA
TRAGEDIA DE ONCE
Parece mentira pero ya pasó un año
de aquel aciago día en que la tragedia ferroviaria de la estación
Once nos enlutó a todos los argentinos.
Y desde entonces, se viene jugando esa
ominosa y despreciable costumbre de no asumir responsabilidades y
cuidarse de no salpicar a los verdaderos responsables, desviando el
curso de la investigación.
Si ha sido puesta en tela de juicio,
no por los medios a los que tanto se desvaloriza, sino por la
Justicia, la gestión por acción u omisión de algunos jerarcas, con
mayor razón se impone la seriedad y más que nada la celeridad, por
aquella costumbre nacional de hacer prescribir las causas que
comprometen a los amigos del poder.
Es inadmisible el silencio frente al
clamor popular, porque esa actitud es la más repudiable de las
complicidades.
Fue más de medio centenar el número
de víctimas fatales, que se pudo haber evitado, si como lo indica la
correcta aplicación de las necesidades técnicas, se hubiera
realizado un correcto mantenimiento en lugar de gastar las partidas
de ese rubro en pavadas irrelevantes, o con destino de ciertos y
encumbrados bolsillos.
El dolor no cesa, el luto está
vigente y la indignación supera a las angustias, cuando se divulgan
algunas posturas, explicaciones y pretextos asumidos por la
dirigencia política.
Porque si contribuimos a que se atenúe
la gravedad de aquella desgracia, me parece curioso que a ningún
funcionario se le hubiera cruzado por sus cabezas huecas una
ocurrencia inédita, como por ejemplo sostener que por suerte no se
trató del tren bala, porque la máquina hubiera llegado arrastrando
todo, por lo menos dos cuadras después del andén.
¡Para qué les habré dado la idea!
Es probable que alguien la aproveche.
ALIVERTI,
SU HIJO Y LA LIBERTAD
La situación, más que haberse
transformado en una absurda pelea entre medios periodísticos, viene
sirviendo para dejar al descubierto algunos aspectos sombríos de eso
que le llaman el camino hacia la justicia.
Ponerse a discutir si la empleada del
peaje lo tomó en broma o en serio; si el borrachín con antecedentes
quería llevar el herido a que lo atendieran, o que la pobre víctima
hubiera circulado por un carril prohibido, son estupideces que en
poco ayudan a poner las cosas en claro.
Y como suele ser una costumbre
argentina cuando de sacarse el lazo se trata, ahora lo que se impone
por parte de la defensa es investigar a la víctima, como para
desviar el peso de la enorme responsabilidad que le cabe al hijo del
notable, enfrascado ahora en un desborde twitero, como si ese ámbito
chismoso fuera más serio que el banquillo de Tribunales.
Farandulizar la desgracia aportando
confusión es lo más pernicioso para una investigación seria y
medulosa como se impone en estos casos.
Pero hay un detalle que derrumba todo
aquello que ahora se pretenda aportar como útil a la causa: alguno
de los involucrados -no creo que todos- tuvo la enorme ventaja de
contar con casi tres días de silencio, en que el hecho fue
prolijamente escondido.
En esas horas decisivas, son muchos
los cambios que se pueden introducir en los escenarios, como en los
cuerpos y en la sangre de los principales protagonistas del caso.
Eso, don Aliverti, ¿le parece que es
correcto?
Su hijo condujo totalmente borracho un
auto, mató, escondió pruebas, y sigue gozando de libertad como lo
gozaron la Hiena Barrios y otros personajes mediáticos.
Y aquí en Córdoba tenemos a decenas
de ciudadanos con prisión preventiva, presos en la megacausa por un
llamado telefónico u otras pruebas inconsistentes.
Pero hay que entenderlo: su papá es
famoso y aquí los presos de la megacausa, son rehenes.
SIN
SORPRESA: PARO NACIONAL DOCENTE
Si las autoridades educativas tuvieran
en cuenta dos aspectos fundamentales en la gestión pública, como
son la buena memoria y la consulta a los archivos, ya debieran haber
incorporado un paro nacional, para señalar el día que se anuncia el
comienzo de clases.
Porque cada año ocurre lo mismo,
detalle más o detalle menos.
Logicamente, esa fecha es la garantía
que utiliza la dirigencia sindical para presionar por sus demandas,
tanto de actualización salarial que les permita pelearle a la
inflación, como por el estado edilicio de las escuelas.
Lo reprobable en este caso es, como
siempre, la imprevisión acerca de una situación repetida.
Empezamos mal el año escolar y si no
llegan las respuestas, repetiremos los lamentables resultados de años
anteriores, en los que nunca se llegó a cumplir con los días de
clases que pomposamente se anuncian al terminar algún devaluado
ciclo lectivo.
En el nivel provincial parece que no
es tan empiojada la situación, porque el titular del área supo
estar varios años del otro lado del mostrador.
Lo malo del asunto es que los niños y
los adolescentes van decayendo su consideración y su respeto hacia
quienes deben educarlos.
Lamentablemente, los resultados de tal
descrédito están a la vista, en los niveles de aprendizaje que
vemos descender en las estadísticas.
Alguna vez tendremos que convencernos
que con la educación no se juega, porque es jugar malamente con el
futuro.
HASTA
MENOTTI DEJO DE FUMAR
Estuve leyendo un reportaje al Flaco
Menotti, símbolo del fumador empedernido, que confiesa haber dejado
de fumar y de manera definitiva.
La verdad, no es nada del otro mundo,
aunque Cesar Luis consumía alrededor de cuatro paquetes diarios.
Puedo enrolarme en el mismo ejemplo,
porque mi adicción al cigarrillo me hacía consumir alrededor de 80
por día, en los tiempos que al despertarme antes de encender el
velador encendía un pucho.
No es difícil dejarlo, porque
simplemente hay que plantearlo como una cuestión de autoestima,
entendiendo que uno se está suicidando y pagando bastante caro para
lograrlo.
Si piensa dejar de fumar, pruebe sin
acupuntura, sin hipnosis ni nada raro: piense solamente en lo bello
que es vivir y sentir la plenitud,
A lo mejor la ansiedad lo acompaña un
par de meses a lo sumo y verá que ni siquiera le molesta que fumen
cerca de usted.
Porque ya habrá comprendido que al
sentirse bien, en recuperación de su vicio, no tiene derecho a
coartar a nadie su libertad …
Su libertad de metástasis.
PESIMO
ALUMBRADO PUBLICO
Solía ser un espectáculo llegar por
avión a Córdoba de noche y maravillarse con la alfombra de luces
que nos estaba esperando.
Ahora, pese al crecimiento explosivo
de la planta urbana, aquel placer no es más que algunos centros
aislados con iluminación y alternados con otros de absoluta
oscuridad.
Es cierto que el vandalismo hace lo
suyo, porque los ladrones necesitan la complicidad de la penumbra.
Pero como de nada sirve abundar en
detalles acerca de esta cuestión, les pongo como símbolo la
situación que padecen los vecinos de Amuchástegui al 1200, de
barrio Colinas del Cerro a donde desde hace 15 meses … escuche
bien, don Mestre que dice estar ordenando la ciudad: un año y tres
meses haciendo oídos sordos a los reclamos del vecindario.
¿Sabe una cosa? Por allí se me
ocurre pensar y no se enoje… solamente pensar, que
involuntariamente, ustedes son cómplices de los ladrones.
PARQUIMETROS
Y TIQUEADORAS
Si reemplazan el actual sistema,
seguramente habrá un llamado a licitación, alguna empresa
beneficiaria y todos contentos.
En el pliego de condiciones, habría
que puntualizar quién se hará cargo de los peleones que se armarán
por los espacios para estacionar.
Si ahora impunemente en el parque te
afanan 30 pesos para dejar el auto donde es gratis, calculen lo que
puede ocurrir con el sistema que pretende reemplazar a parquímetros
y tiqueadoras.
¿Y los naranjitas?
Debieran tenerlos en cuenta, porque
muchos de ellos ya son virtuales dueños de ciertas cuadras en el
centro, en Alta Córdoba, en General Paz y en todo lugar donde se
concentra actividad.
No son de transpirar mucho, pero
apelarán sin dudas al derecho adquirido.
Y tendrán razón.