28 de mayo de 2014

Absoluciones en la Megacausa -------- LA LIBERTAD, UN FRAGIL CRISTAL

Todo aquel que sabe encubrir la propia injusticia bajo el manto
lujoso de la elocuencia, merece un gran castigo”. (Eurípides).




Cuando fue posible advertir que una Cámara de la Justicia cordobesa había adquirido la ritual práctica de transformar la prisión preventiva en costumbre dejando de lado su aplicación excepcional, no dejó de ser un llamado de atención dirigido a la cordura y al equilibrio, por el riesgo de caer en penosas equivocaciones, evitables solo con el respeto por la ley, la Constitución y las recomendaciones de importantes entidades internacionales defensoras de los derechos humanos.
Ya era una sospecha fortalecida en diversos sectores de la sociedad, que el abuso y la rapiña sobre propiedades ajenas se había viralizado de tal manera, que era imposible sostenerla sin la complicidad o el vistagordismo del Registro de la Propiedad que es donde se desenvuelve el somnoliento papelerío de la burocracia.
Y allí, salvando las distancias con las detenciones masivas que supieran practicar poderosos extremismos ideológicos a lo largo de la historia, fueron encarcelando a unos cuantos empleados (algunos ordenanzas), un jefe de aquel organismo de control y un abogado, que nunca fue autoridad aunque se haya buscado destacar una condición -que no tenía- de secretario del titular del organismo.
El grueso de los imputados eran escribanos, tramitadores y compradores que alegaron buena fe, dado que los informes emanados del Registro de la Propiedad no indicaban anomalías.
Todos ellos, en una práctica descarnada, fueron sometidos a una especie de anticipada condena y elemento de coacción que intentaba inducir la autoincriminación con apresuradas prisiones preventivas.
La febril imaginación acusadora mostró pruebas inconsistentes e infantiles; magnificó relaciones casuales y funcionales que pasaron a ser determinantes, presionó con la tortura del confinamiento, las rejas, el quebranto económico y la disociación familiar para dar sustentabilidad al capricho emergente de la politizada obediencia debida.
Hubo condenas, exagerados montos de caución que los erigían en imposibles de aportar, oídos sordos a instancias y consejos de entidades calificadas y toda una gama de descréditos e injurias hacia quienes permanecían en el purgatorio de Bouwer esperando nada más que justicia, pero que llegara con los ojos vendados y sin dependencia.
En este sano afán periodístico de no ser defensor, fiscal, juez ni verdugo, se llegó -como a veces lo confiesan quienes juzgan- a la íntima convicción profesional del error no por torpeza sino por la participación de componentes extraños a la justicia que podían llegar a ubicar la marcha de la causa en el cenagoso terreno de la duda.
Con curiosas idas y venidas, omisiones, actitudes inéditas y burdas descalificaciones, esta cuestión arribó al punto cúlmine del pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que resolvió el planteo incoado por una de las víctimas de la prisión preventiva: debían devolverles la libertad mientras las sentencias no estuvieran firmes o fueran partícipes de la causa aún en trámite.
La pomposa “comisión especial” creada para aplicar la ley debió rendirse ante la resolución del superior, desactivar los candados y devolver al seno de la sociedad a todos aquellos que habían sido encarcelados por las dudas o por una endeblez probatoria de alarmantes características, como por ejemplo figurar en la agenda de alguno de los acusados o haber intercambiado escasas llamadas telefónicas administrativamente necesarias, en uno o dos años.
No es la cuestión defender, acusar, juzgar o condenar desde afuera.
La Cámara juzgadora, sin la presencia de ninguno de los fiscales intervinientes anunció ayer las sanciones y un par de absoluciones.
Los castigados convencidos de su propia honradez seguramente apelarán las sentencias y seguirán batallando en esta causa por tiempos impredecibles.
Es indiscutible que los declarados culpables por consistencia probatoria con ajuste a la ley merecen la prisión y deben responder pecuniariamente por el daño causado.
El drama está en los exculpados, inocentes por unanimidad, que debieron soportar años de encierro, la pérdida de su trabajo, su anulación profesional, el escarnio social, el desmembramiento familiar, el lucro cesante, el emergente quebranto económico, los elevados gastos en defensores y otras inmerecidas penurias.
¿Será que existen otros casos como los absueltos?
La libertad es un cristal de solemne y sacra fragilidad.
La justicia lo quebró y le será imposible remendarlo.
Nadie bebe el néctar de su triunfo sobre la oscuridad, en una copa rota.
Truman Capote fue contundente al afirmar que “Es imposible que un hombre que goza de su libertad, se haga cargo de lo que significa estar privado de ella”.
Ni todo el oro del mundo vuelve las agujas de los relojes, cura las injurias ni borra la ominosa imagen de las rejas impuestas por la injusticia, el empecinamiento o el verticalismo funcional.
El alma humillada no sabe de cicatrices.
Es la calidad y la calidez del cristal invicto que fuera, lo que ahora y por siempre serán añicos de escarnio y menosprecio.
San Agustín fue menos contemplativo y poético que Capote, al proclamar que “Sin la justicia, ¿qué son los reinos sino una partida de salteadores?”.
La verdad, no merecemos ser resignados súbditos de ese reino.


Gonio Ferrari

25 de mayo de 2014

SLB-250514-EL PATRIOTISMO - APURO POR RECUPERAR LA PIOJERA - EL MITO DE LA BAJA DESOCUPACION - LOS PRECIOS ALOCADOS - TIRONEOS EN LA JUSTICIA - COLETAZOS DE LA MEGACAUSA, etc



Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” emitido el 25-05-14 por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

EL VERDADERO PATRIOTISMO



   Hemos celebrado más de dos siglos como Nación y la realidad pone en duda que hubiéramos aprovechado las lecciones de nuestra propia historia.   
   Nos vienen metiendo en la cabeza desde allá lejos, en la escuela primaria algo parecido a la simpleza sin complicaciones, procurando hacernos entender que la Patria es la bandera, la escarapela o el Himno Nacional.
   Los políticos coinciden, pensando a la Patria como la construcción de una gigantesca obra para nuestro bienestar y para todos los hombres de buena voluntad que quieran habitar su suelo.
   Y cada 25 de Mayo desde que me acuerdo, hoy a 204 años de aquella gesta, vuelvo a considerar oportuno pensar en voz alta a mi modesto entender qué es la Patria, desde mi simple condición de ciudadano.
   Debe ser la Patria el paraíso donde podamos vivir en paz y en libertad porque representa decencia, trabajo, sacrificio.
   La Patria no es el bolsón, el subsidio o la beca para no trabajar.
   Es honestidad a ultranza; entrega, amor por las raíces y generosidad con nuestro prójimo.
   La Patria es construir y no mentir.
   Buscar el bien común.
   Gobernar y obrar sin soberbia ni autoritarismo.
   La Patria es administrar honradamente lo que tenemos y elaborar aquello que necesitamos.
   La Patria, por muchos burdamente devaluada en su concepto, es educación, seguridad, justicia y salud para todos, sin elegidos ni marginados.
   La Patria también es el respeto a los que piensan distinto y a la Patria la hacemos en la ciudad y en el campo.
   La transpiramos en la calle, en las escuelas y en el surco.
   Más nos demandará llegar a gozarla, cuanto más tardemos en empezar a construirla.
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   Peligrosamente nos estamos resignando a perder demasiado tiempo mientras seguimos aguardando la bonanza de aquella Revolución que se inició en 1810.
   La Patria no crece porque mediáticamente se lo declame.
   La Patria no es un reñidero para que desborden las pasiones y triunfe la intolerancia.
   La Patria es el diálogo, el debate, el disenso, la discusión.
   No es de civiles ni de militares, sino de argentinos.
   La Patria no es Lanata, fútbol para todos ni el mundial.
   La Patria no es Menéndez ni Videla, pero tampoco lo es Firmenich ni los Schoklender.
   No lo es de los ricos ni de los pobres, sino de los ciudadanos probos y honestos.
   A la Patria la dignificamos con el trabajo, y cuando disminuye o no hay, es necesario crearlo, porque la Patria es producción más que dádivas.
   La Patria es también rebeldía ante la injusticia, cariño por lo nuestro y respeto hacia el prójimo.
   La Patria envilecida por la corrupción, solo se cura con justicia honestamente independiente y no con la obediencia debida de algunos jueces.
   Esta Patria será grande cuando estemos unidos, y juntos derrotemos a los fantasmas de la discordia y las miserias que se fortalecen con los resentimientos.
   Parece cosa de locos y para sociólogos, que la Patria todavía no tenga definida su identidad.
   La va a tener, cuando podamos coincidir pobres y ricos, ciudad y campo, profesionales y estudiantes, civiles y militares, peronistas y radicales, izquierdosos y liberales, rubios y morochos, para convencernos que la única bandera del país debe ser el esfuerzo con decencia.
   Será el día maravilloso y mágico que marcará la verdadera fecha de nuestro alumbramiento como Nación.
   Trabajemos unidos, codo a codo y empecemos ya, desde arriba hacia abajo, para que la desunión y los desencuentros no sigan siendo más rápidos que los relojes.

¿TANTO APURO PARA “LA PIOJERA”

   Me suena magnífico que la Municipalidad haya decidido recuperar para la cultura de Córdoba uno de sus abandonados íconos urbanos.
   La expropiación del viejo Cine Moderno representa el triunfo de la memoria por encima del abandono y la desidia, que habían preparado el camino hacia las ruinas, de un monumento popular en ese casi santuario estudiantil que fuera el Barrio Clínicas, en el corazón de Alberdi.
   Como ahora se dice, será recuperado ediliciamente, puesto en valor y asignado a cobijar, con seguridad, las más variadas expresiones artísticas.
   Hasta allí estamos de acuerdo en que era necesario que “La Piojera”, a donde los estudiantes hasta llevaban calentadores a kerosén para preparar el agua del mate, volviera al lugar de consideración y cariño que tuviera décadas atrás.
   Pero caemos a lo mismo de siempre, que es el percudido sentido de la oportunidad que tienen, en este caso los más altos funcionarios municipales.
   A lo mejor la iglesia evangélica que lo había comprado lo demolía y era necesario apresurarse, o el dinero que pedirían estaría fuera del alcance de las arcas comunales.
   Pongamos el pretexto que a cualquiera se le pudiera ocurrir, pero pisando la tierra y la realidad, coincidamos en que la ciudad y su gente tienen otras prioridades que necesitan ser atendidas.
   No quiero enumerarlas por lo obvio que ello representa.
   Simplemente, hacer conocer mi desagrado compartido por una enorme mayoría de vecinos, que sigue esperando soluciones que no llegan desde el palacio 6 de Julio por falta de presupuesto.
   Saber administrar no significa poder gastar, sino hacerlo con respeto, especialmente, a las necesidades de la gente.

LOS PRECIOS ALOCADOS

   Era previsible que la inestabilidad económica, entre otras cosas, alterara en los comerciantes la manera de establecer los precios de sus mercaderías.
   Es así que asistimos, más como víctimas que como espectadores, a una especie de alocado festival, donde un mismo producto de idéntica marca, con dos o tres cuadras de diferencia, se duplica o aún más, en el costo de venta al público.
   Se buscarán explicaciones tan variadas como el costo de reposición, la antigüedad, las ventajas de las compras masivas o el atraso del competidor a la hora de actualizar los precios.
   Cualquier cosa es posible escuchar, pero nunca una explicación coherente y racional que nos oriente como para no caer en la trampa de pagar precios elevados sin ninguna razón que lo justifique.
   El tema entonces pasa por la responsabilidad del comerciante que por más que asuma una postura en defensa de sus intereses, no puede ser vehículo de ciertos aumentos artificiales y evitables.
   Simplemente, si tomamos como abuso la actividad comercial de llevar los precios hacia arriba solo por las dudas y para evitar riesgos, hagamos que ese mal comerciante se coma su propia mercadería, comprando donde sea más conveniente.
   A la gente por lo general no le gusta caminar y cae mansamente en la trampa de pagar precios de lo que después se lamenta.
   Tanto la compra como la venta, deben ser actitudes responsables bilateralmente.
   A los pícaros hay que castigarlos simplemente con no comprarles más.

NOVEDADES EN LA MEGACAUSA

   En el folklórico, extenso, curioso y pintoresco juicio en la megacausa por el tema del Registro de la Propiedad, el jueves último, de acuerdo con lo anunciado oportunamente, se recibiría la última palabra de los acusados y el Tribunal daría a conocer la sentencia.
   Pero vaya sorpresa, el fiscal abrió la audiencia y sin que correspondiera, discutió los argumentos aportados por los defensores en la semana anterior.
   Ya había cambiado la acusación sin sumar nuevas pruebas.
   Luego, algo insólito al decir de muchos abogados, cuando se decretó un cuarto intermedio hasta el martes próximo después que cinco de los imputados cumplieran con el rito de la última palabra, poniéndole un sello personal a la inédita situación.
   Tras el episodio que muchos calificaron como irregular, quedó flotando en el solemne ambiente tribunalicio algo así como si existiera una determinada intención de condenar.
   Juan Carlos Fraga es abogado, de la provincia de Entre Ríos.
   Fue detenido en abril de 2011 y permaneció con prisión preventiva por casi tres años, hasta marzo último.
   Presentó un recurso en contra de esa situación ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación y el fallo de la Procuración fue a su favor, o sea en contra de la prisión preventiva dispuesta en Córdoba.
   Fue liberado por orden de la Corte, ya que  el proceder de la Justicia cordobesa, fue virtualmente condenarlo sin juicio previo.
   Porque el Dr. Juan Carlos Fraga nunca fue a juicio y ahora está con nosotros.
(La extensa conversación con el Dr. Fraga, quien formuló severas acusaciones contra la justicia y el poder provinciales, puede ser escuchada en los audios completos, costado derecho de este blogg)
   TIRONEOS EN LA JUSTICIA

   La justicia cordobesa dice que se suicidó y archivó el caso del policía encontrado muerto en su coche, en el caso vinculado con los narcopolicías.
   Por su parte la familia de la víctima insistió apoyando la hipótesis del homicidio para silenciarlo, por todo lo que sabía y por lo que estaba dispuesto a declarar.
   La justicia federal por su parte pidió hacerse cargo de la causa archivada y desde los tribunales cordobeses pusieron el grito en el cielo.
   Seamos justos y claros: nuestra justicia debiera estar agradecida y alentar la prosecución de la investigación, si eso sirve para poner las cosas definitivamente en claro.
   Y de paso, si se confirma que fue suicidio, quedará la tranquilidad extra del deber cumplido, lejos de las dudas que ahora, por esa absurda negativa, se han instalado con mayor fuerza en la sociedad.
   Si así lo evaluamos, ¿cuál puede ser entonces el temor por una investigación más profunda?

MITO DE LA BAJA DESOCUPACION

   Uno de los últimos discursos oficialistas fue para informarnos a los argentinos cuánto había crecido la demanda laboral, lógicamente descendido el desempleo y la recuperación de varios sectores de la actividad productiva.
   Dejando de lado el penoso ejemplo de la pobreza que tan celosamente se esconde, ahora parece tener vigencia esa vocación por alterar el escenario de la realidad, al sostener el gobierno que existe mayor ocupación.
   Mostrando mayor fragilidad de memoria que la logia de Carta Abierta, es como si el presente fuera tan brillante que derrumba las penurias de un pasado poco auspicioso, sobre todo antes de comenzar la llamada “década ganada”.
   El Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas es un centro de estudios y elaboración de propuestas de acción del Partido Buenos Aires para Todos, del Movimiento Proyecto Sur que lidera el cineasta "Pino" Solanas.
   De acuerdo con ese organismo, que suponemos alguna seriedad tendrá, unos 286 mil puestos de trabajo fueron destruidos en los primeros tres meses del año y en los últimos tres trimestres desaparecieron 364.479.
   El diputado nacional Claudio Lozano, del bloque Unidad Popular, agregó que "la falsa ilusión generada por la tasa más baja de desocupación tan festejada por el Gobierno en el cuarto trimestre de 2013, termina de esfumarse mostrando que lejos de ser resultado de un modelo productivo virtuoso, ese indicador era producto del desaliento provocado por los límites del modelo".
   Según el estudio de Lozano, "la fuerte destrucción genera por  un lado un efecto desaliento que reduce la tasa de actividad, y por otro lado, alimenta un incremento significativo en la tasa de desocupación, que crece un 10,9%, lo cual en términos poblacionales se manifiesta en un incremento de más de 110 mil desocupados".
   Me resisto a creer que todo, todo esto sea mentira.
   Basta con una recorrida por las industrias cordobesas.




18 de mayo de 2014

SLB-180514-LA PELOTA COMENZÓ A RODAR - CARROS Y CABALLOS EN LA CIUDAD - ENDEUDADOS A FUTURO - LA MEGACAUSA - LA VIOLENCIA NOS RODEA - JUBILADOS MOTOCICLISTAS - EPEC UNA DINASTIA - POLICIA, LIMPIAR HACIA ADENTRO, etc



Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 18-05-14 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.



LA PELOTA COMENZÓ A RODAR

   Ya salió la lista de 30, que se reducirá a 23.
   Carlitos Tévez, campeón y goleador en Italia, no está.
   La polémica en tal sentido viene caminando micrófonos y lenguas desde hace tiempo, cuando quedó en evidencia que el muchacho de Fuerte Apache, cuartetero y amigo de La Mona, lejos estaba de las selectivas simpatías del súbitamente politizado Alejandro Sabella.
   Cuando termine el mundial en Brasil, de aquí a dos meses, habrán transcurrido 60 días de pasión futbolera que modifica cualquier escenario al menos en nuestro país, por el culto a esa fiebre redonda envuelta en cuero.
   Es para recordar una muletilla instalada de manera especial allá por el ’78 cuando éramos “derechos y humanos” y hasta las deudas eran diferidas “para después del mundial” dejando de lado estúpidamente y por aquella ilusión de la copa, el espanto que era nuestra cotidianeidad bilateral de capuchas, secuestros, tortura y muerte, todo maquillado de espectáculo y fervor popular.
   Ahora tendremos al menos, aunque nos vaya mal, un par de meses en que pasarán a segundo plano la negada inflación, la creciente inseguridad, la desocupación que avanza, la escondida pobreza, la causa derivada de ese absurdo de recuperar YPF y negociar casi secretamente con Chevrón, el “acoso” judicial a Boudou, las hazañas internacionales de Jaime, los turbios negociados en nombre de doña Hebe, la brutal expansión de Cristóbal Lopez con la timba, el escandaloso narcotráfico fronterizo y algunos otros temas que involucran al orden nacional.
   Y de cabotaje, un espeso manto de niebla otoñal y futbolera para la injusta e impiadosa espera de los jubilados, el incontrolable endeudamiento provincial, los demorados planes de viviendas, la vigencia de la tasa vial, el posicionamiento nacional por encima de la gestión, el desborde publicitario oficial, la superpoblación de Epec, la sectorizada podredumbre policial, los asaltos, arrebatos y homicidios y seguramente varios etcéteras.
   No se hablará tanto en la ciudad del caos urbano, de las tinieblas, de las eternas asambleas de los municipales, del más que previsible nuevo aumento del boleto, de las abusivas tarifas de taxis y remisses que los harán circular vacíos o vegetando en las paradas, del fiestero viaje del Lord Mayor, su vice y otros; de la falta de insumos en sectores críticos y algunas lindezas que mejor es omitirlas.
   El gran trasero argentino ya recibió el primer pinchazo.  
   La anestesia, está servida.

CARROS Y CABALLOS, ABSURDO URBANO

   Que las expresiones en desacuerdo con la presencia y la operación de carros tirados por caballos en la ciudad, no se vaya a interpretar como una injuria a la libertad de trabajar dado el contexto social al que se alude, sino un llamado a la cordura, si es que existe en las autoridades, para buscar a este asunto una solución definitiva.
   Esos carros no pueden circular más por las calles.
   Hay que encontrar la manera de reemplazarlos sin afectar la fuente laboral sobre todo cuando se conoce que hay casos de familias enteras que sobreviven, por así decirlo, con esta actividad.
   Pero no es posible que la propia sensibilidad del ciudadano se vea afectada ya con demasiada frecuencia, por accidentes que provocan esos carros, metidos sin ninguna medida de precaución en el alocado tránsito urbano.
   No es cuestión de indiferencia frente al padecimiento de un jamelgo, maltratado y pésimamente alimentado, que solo por su condición de bestia aguanta latigazos y otros castigos hasta el instante de desplomarse.
   Quien se aprovechó del animal, lo dejará tirado y buscará otro que recibirá idéntico trato, aduciendo en su ignorancia que no los alimentan porque es caro y no les alcanza con lo que ganan.
   Es como si el taxista no le echara combustible al tanque porque los precios volvieron a aumentar.
   Si otros sistemas alternativos para la recolección y selección de residuos, han dado resultados fuera de Córdoba, solo es cuestión de instrumentarlos aunque demande para las autoridades un costo político, por el riesgo social, que no quieren asumir.
   En consecuencia lo que se impone es una solución integral que proteja al sacrificado trabajador, que prescinda del animal y que elimine no tan solo ese deplorable espectáculo callejero en pleno siglo 21, sino el enorme riesgo de accidentes que representa este tipo de actividad.

ENDEUDADOS A FUTURO

 El pavoroso crecimiento de la deuda provincial para algo sirve: es la explicación que muchos no encontraban para entender el injusto tratamiento que reciben los jubilados con la postergación de su mensualidad liquidada en forma inconsulta y caprichosa, la vigencia de la tasa vial, la presión tributaria, la electricidad más cara del país, el despilfarro en publicidad oficial, el tremendo descuido en la atención de la seguridad, los baches en los servicios de salud y el oneroso despliegue para apoyar el renovado delirio presidencialista.
   Para los que ahora dilapidan las partidas, gastan sin ton ni son, administran la provincia peor que a un kiosko, poco debe importarles el crecimiento de una deuda que con  seguridad, si la gente aprende a votar con la cabeza y no con el bolsón, no les tocará pagar.
   Es probable que técnicamente existan casos que el endeudamiento representa para la ciudadanía, un beneficio en prestaciones tales como salud, educación, seguridad, vivienda, justicia, caminos y otros servicios.
   Lo malo que eso no ocurre entre nosotros, si miramos unos 12 años hacia atrás en que nos viene gobernando el mismo signo político, y lo único que se transfieren en cada renovación de mandato, son las deudas y los problemas emergentes.
   A estas deudas, así como los funcionarios parecen ignorarlas, no las pagan los políticos sino el pueblo soportando estoicamente las carencias.
   Dirán que se hicieron cosas y no es mentira, y caemos a lo de siempre: los gobiernos tienen la obligación de hacer las cosas bien, no tan solo para esperar aplausos.
   Para eso prometen en las campañas, dan rienda suelta a su vocación demagógica y les pagamos lo que cobran, muchas veces por encima de sus merecimientos.
   Pero a las deudas, vale la pena repetirlo, seremos nosotros quienes las paguemos.
   Ellos ya se salvaron.

EPEC, UNA DINASTIA

   Es para pensar en el derecho que les asiste a los maestros en las escuelas, a los médicos y enfermeros en los hospitales o a los administrativos de los ministerios.
   Por eso tan subjetivo y meramente declamado que es la cacareada igualdad ante la ley, Córdoba puede llegar a transformarse en un inédito conglomerado de monarquías.
   Los puestos de trabajo hereditarios que pretende el sindicato que nuclea a los empleados de la Epec, no son otra cosa que el blanqueo de una situación ya vigente en la municipalidad, porque el nombramiento de parientes es corriente moneda de cambio que utiliza el Suoem -según se comenta- en las negociaciones con las autoridades.
   Es ridículo pensar que solo por ser familiares ya están aventajando a cualquier otro candidato al puesto, como si el parentesco fuera una garantía de capacidad y honestidad.
   Los Romanof, los Ausburgo, los Tudor, los Grimaldi y varios otros ejemplos, quedarán chiquitos al lado de los modelos cordobeses, que pretenden hacer girar al revés los relojes de la historia.
   El apellido se hereda solo para los documentos, y de ninguna manera es un certificado de aptitud.

JUBILADOS MOTOCICLISTAS

   El gobierno de la provincia ya le encontró parte de la solución que están reclamando los jubilados.
   Porque si con el dinero que dejan de pagarles como corresponde puntualmente a los viejos, están apoyando a industrias particulares que necesitan desprenderse de su sotck de motos en plena caída de ventas, quiere decir que la sensibilidad social del gobierno, si alguna vez la tuvo, ha desaparecido.
   Se ha optado por darles una mano a los armadores de motos para que sigan inundando el mercado, en lugar de terminar, entre otras cosas, con la postergación de aquellos que todo lo merecen, menos el insulto semestral de cobrar monedas, por sus aumentos que ya devoró la inflación.
   Es probable que la medida tenga algo de contenido popular, porque posibilita el acceso de los más necesitados -de dinero y de transporte digno- a un medio que les posibilite trasladarse.
   Pero debieran acordar con los empresarios de la Cámara  que agrupa a los armadores de motos, una mayor elasticidad a la hora de requerir a sus compradores el pago de las cuotas, que percibirán por intermedio del Bancor.
   No siempre los trabajos son eternos y menos en estos tiempos, en que la demanda laboral está en un marcado tobogán.
   Bueno sería informar, cuál es el porcentaje de motos que se secuestran ya en la tercera o cuarta cuota impaga y que van a parar a los depósitos, pocos las reclaman por falta de dinero y luego se vuelven a vender.
   De acuerdo con trascendidos, la cantidad de estos casos es sorprendente, lo que se corrobora en los miles de secuestros que se han hecho en los últimos días.
   Comprar la moto posiblemente sea fácil, a largo plazo y con bajos intereses.
   Lo que nadie garantiza, es que se puedan mantener.

NOS RODEA LA VIOLENCIA

   La vemos en las escuelas desde la primaria, está en el tránsito desde la patineta hasta el camión, recrudece en las parejas desde el noviazgo hasta las bodas de plata, nos conmociona en el deporte desde el baby fútbol hasta los más cotizados profesionales, está presente desde arriba hacia abajo con las suspensiones de tareas, en los despidos, en los cierres de comercios, en la intolerancia generalizada, en el insulto a flor de labios y en fin, nos golpea en casi todos los aspectos de la vida ciudadana.
   Es su majestad, la violencia.
   Y como en un lamentable retroceso hacia las costumbres cavernícolas, nos enfrentamos demostrando toda la intolerancia que podemos exhibir, creyendo cada uno tener la razón en cualquier tipo de conflicto.
   Pero como atenuante para algunos casos, debemos reconocer que existen dos tipos de violencia: una, la que manifestamos en lo cotidiano, desde los diferendos entre vecinos por la ocupación de una vereda o una medianera, hasta los enfrentamientos armados con  sus sangrientas consecuencias.
   Otra, posiblemente la más dañina y perniciosa, por lo impune, es la que viene de arriba, la que nos castiga con otro tipo de intolerancia como es el engaño, el ocultamiento de la realidad o la mentira.
   Así es como se plantean situaciones que en lugar de propender a la necesaria unión de los argentinos, a la armonía, al reencuentro, profundiza las distancias y ahonda diferencias.
   La violencia es el cáncer que nos está disgregando, que está carcomiendo incluso las relaciones parentales, que está separando amigos de años.
   ¿No será cosa, ahora, de hacer todos sin excepción un gigantesco mea culpa, reconocer desaciertos y recuperar la cordura del diálogo, de la convivencia, del respeto?
   Porque solo saliendo de la violencia, podremos recorrer el camino que nos lleve a la grandeza.

LA MEGACAUSA

   El Fiscal de Cámara en la engorrosa causa del Registro de la Propiedad hizo una síntesis de los hechos de la acusación, dadas las escasas referencias abordadas en el transcurso del debate.
   El Fiscal de Instrucción habló del contexto general por el que sospechaba de los imputados, sin detallar cual habría sido la participación de cada uno.
   El primer defensor  llamó a esto "falacia argumental" es decir un argumento constituido por conjeturas y deducciones que no tienen sustentos en la realidad y sin prueba. Se quejó de lo mismo que fue reconocido  por el fiscal: ninguno de los testigos citados se refirió al hecho investigado  y que es objeto de persecución.
   Se manifestó que la fiscalía no realizó  descripción de las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que habrían sucedido los hechos, reemplazándolos por conceptos dogmáticos.
   Así, se ha acusado con la íntima convicción, montando una imagen de mal tipo, para terminar diciendo que entonces es responsable del delito.
   Se manifestó que el Tribunal es el mismo que ha juzgado las otras causas, que estamos todos pintados para el debate y que, en iguales circunstancias, imputados vinculados a la familia judicial o diputados han sido sobreseídos en forma poco clara.   
   Finalmente otro defensor expresó que los delitos deben perseguirse, pero esto no puede hacerse violando todas las garantías constitucionales, base del estado de derecho, principalmente el principio de inocencia. Expresó que este principio no es un invento de los garantistas, sino que fue consagrado en la Revolución Francesa y enseñado por todos los clásicos del derecho.
   Soslayar todos los principios y condenar a cualquier costa nos coloca a todos en situación de peligro y claramente en esta causa, no solo no se respetan, sino que se han invertido las antiguas enseñanzas: en esta megacausa se prefieren cien inocentes presos antes que un culpable libre, pero con una salvedad: que ese culpable no tenga protección del paraguas político o judicial.

POLICIA: ANTES QUE NADA, LIMPIAR ADENTRO

   Es alarmante la inusual cantidad de casos delictivos en los que participan efectivos policiales, que en los últimos días ha tomado estado público con la detención de varios efectivos y el secuestro de elementos que ellos, amparados en el uniforme que la sociedad les prestó para que la defendieran, les robaron a víctimas de otros delitos perpetrados por ladrones hechos y derechos.
   Los hechos de diciembre pasado, cuando un elevado número de efectivos optó por amotinarse para apoyar sus demandas de mejoras, ya pusieron a la vista el alto grado de descomposición en la fuerza, anarquizada por una crisis nacida en la falta de autoridad, más moral que operativa.  
   Si el narcotráfico y el robo continúan creciendo al amparo del uniforme azul, es porque los correctivos, si los hubo, fracasaron estrepitosamente y es hora de enfrentar la situación en serio y sin anestesia, porque de aquí a la descomposición social no hay demasiado espacio.
   Y es la sociedad la que ha perdido el poco respeto que alguna vez inspiró nuestra policía, donde revistan también sacrificados y ejemplares exponentes que dignifican la tarea para la que están.
   Se puede pensar en un relajamiento de la disciplina como detonante que llevó a esta imagen devaluada, la presencia del componente partidista más que político, el pago de favores a los amigos o lisa y llanamente la ignorancia en el manejo estructural de una fuerza armada tan importante.
   Existen demasiadas sospechas acerca de la presencia de gente con antecedentes penales en la planta de personal.
   Por eso, más que remiendos circunstanciales o pomposos anuncios, se impone una prolija limpieza interior de nuestra policía, sin mirar a los que caen por imperio de la ley, porque es así como se dignifica a los honestos.
   De lo contrario, el descrédito será el componente con el que la sociedad rotulará a una fuerza imprescindible para garantizar la tranquilidad ciudadana.
    Hace demasiado tiempo que la perdimos, y merecemos recuperarla.