29 de septiembre de 2019

S.L.B.: NO ES BUENO RESUCITAR FANTASMAS INSTAURANDO EL MIEDO - SERÍA HORA DE VER PRESOS A INCENDIARIOS DE CAMPOS - LA MEGACAUSA DEL REGISTRO Y SU "CREACIÓN" - PESE A LA DESPEDIDA, MUCHAS OBRAS NO SE PARALIZAN - LÁSTIMA, ESO DE COSECHAR VOTOS POR VÍAS DEL SUFRIMIENTO - SE DESBOCARON LOS PRECIOS DE TODO – APARECIÓ “LA COMISARIA ALONSO”, INTERESANTE LIBRO CON MATICES DE POLICIAL NEGRO Y ENFOQUES DE GÉNERO: LA PALABRA DE SU AUTOR, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”, emitido en su entrega n° 588 el 29/09/19 por la FM88.5 de Radio Universidad de Córdoba.

No es bueno resucitar fantasmas
LA CAMPAÑA PROSELITISTA ENTRA AL PELIGROSO
TERRENO -BILATERAL- DE RESUCITAR LOS MIEDOS
   No todos podemos estar de acuerdo con esa loca idea de sostener que en las campañas proselitistas todos los recursos son válidos, aunque puedan ser cuestionados por diversos aspectos que van desde el respeto a la persona humana y una mínima noción de buen gusto aplicada a esos menesteres, sobre todo si evaluáramos ese concepto de James Froude, quien sostuvo que el miedo es padre de la crueldad.
   Porque es precisamente el miedo lo que tiende a prevalecer tanto desde una vereda como de la otra, cuando se alerta a la sociedad acerca del eventual regreso de personajes nefastos de nuestra historia, aquellos que primero resultaron funcionales al peronismo y luego, tras ser usados, fueron desalojados de la Plaza de Mayo signados como imberbes y estúpidos por el conductor de aquella corriente de pensamiento que fue culto, luego doctrina y para muchos terminó siendo refugio de enriquecimientos y apetencias de eternidad.
   Si es por citas, Octavio Paz supo comentar que las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.
   Mientras desde la oposición actual anuncian la hecatombe inevitable en caso de reelección, lo que es para meter miedo, olvidan que son los responsables históricos al menos de parte de esa hecatombe, que ahora demagogia de por medio aseguran que habrán de superar cuando en su momento y siendo poder, no supieron manejar las consecuencias de sus propias decisiones y omisiones.
   Y desde el poder actual se hacen evocaciones a la memoria más reciente gastando términos tan fuertes e instalados como corrupción, robo, rapiña, etc. mientras muchos de sus personajes emblemáticos no estarían del todo cómodos frente a un jurado imparcial.
   Es cierto que entre una eventual reaparición de montoneros o una remake erpiana, la República y su ejercicio de la democracia cuentan con instrumentos amparados por la ley, como para enfrentarlos, razón por la cual aquella amenaza entraría al terreno de la inocuidad.
   Pero la administración actual, a casi cuatro años de ejercer el máximo poder, no ha terminado de desarticular esos mecanismos que dice están trabando nuestro crecimiento, la expansión de la demanda laboral si es cierto que algo crecemos, ni el control de los manejos recontra millonarios que hacen los bancos en su exclusivo beneficio y los ávidos empresarios que pese a su llanto, alguien debiera exigirles un sinceramiento formal de sus utilidades y una medida de sacrificio acorde con lo que padece la sociedad.
   El miedo no sirve y si alguna vez sirvió, evaluemos desapasionadamente sus alcances y consecuencias, que son las que nos mantienen postrados y rogando aquello de “no hagan olas” cuando estamos en un pozo ciego con las porquerías a la altura del mentón.
   Bien vale entonces para redondear estos conceptos, aconsejar patrióticamente en base a una valiosa definición que inscribiera Hugo Wast en la historia: “Que nadie se vaya a dormir teniéndote miedo pues despertará teniéndote odio. Si quieres que te quieran no te hagas temer”.
   Si alguien no está de acuerdo con ello, le pido las disculpas del caso…

Los incendios en territorio cordobés
SI SON INTENCIONALES, YA SERÍA HORA DE
VER PRESOS  A  ALGUNOS RESPONSABLES 

   ¿Cuántos años llevamos penando con los cíclicos incendios de campos, montes, cerros y montañas, sin haber llegado a establecer la realidad en cuanto a sus verdaderos orígenes?
   Por allí circula una publicidad institucional creo que del gobierno de la provincia que sostiene que el 90 por ciento de esos siniestros es ocasionado por la mano del hombre, sin establecer las motivaciones que llevan a ello de manera tal que resultara posible prevenirlos y si se declaran, actuar con tanta rapidez operativa, que su extinción no demorara días y días como ahora una vez más está sucediendo.
   Y con tantas hectáreas incineradas ¿cuántas personas han sido detenidas y procesadas por iniciar incendios?
   Un párrafo aparte por lo justo, es resaltar la tarea de los bomberos sean voluntarios o estatales, porque hay que estar rodeado de llamas y no dejar de chicotearlas, de cortar caminos para evitar la expansión, de sentirse maltratado por el calor y la sed, de saberse agotado en la capacidad física y seguir luchando hasta la extenuación.
   Tiempo atrás y no recuerdo cuántos años han pasado, que en una de las tarifas por algún servicio, posiblemente haya sido en el pago de electricidad domiciliaria, existía un cargo, precisamente, para la lucha contra el fuego.
   ¿Cuánto se recaudó? ¿En qué se invirtieron esas partidas? ¿Se gastó en prevención no tan solo publicitando en diarios, radios y televisión, sino en educación a la gente?
   ¿Por qué no alcanzan los aviones hidrantes, por ser pequeños o por ser pocos?
   Y si son chicos y pocos, ¿qué esperan para licitar y comprar más aviones y más grandes?
   Es penoso advertir en la realidad que tenemos espectaculares caminos, autopistas, autovías y otros tipos de comunicación terrestre con lo que han disminuido los accidentes carreteros, pero a nadie se le ocurre trabajar en materia de incendios, hasta que les agarra la desesperación frente a las llamas, y allí sí se acuerdan de los cuarteles de bomberos voluntarios, de los aviones de otras provincias y de los que alguna vez nos prestó Chile.
   No es justo desatender emergencias tan previsibles cuando se acerca cada verano, como es absurdo que muchos grupos de bomberos voluntarios tengan que vender rifas para sostener esa, su sacrificada y comprobada vocación.
   Porque al final todas esas carreteras, autovías, autopistas y circunvalaciones, servirán para que la gente, morbo de por medio, pueda llegar a esos lugares donde las llamas todo se lo devoraron y nos dejaran sin paisajes.
   Y eso sería como entrar el campo del ridículo…


La ciudad es un gigantesco obrador
EN LA ETAPA DE LAS DESPEDIDAS, ES CUANDO
ADVERTIMOS QUE LAS OBRAS NO SE DETIENEN
   Llama la atención la manera que tiene nuestro joven intendente en esmerarse por corregir una imagen políticamente poco agraciada, como la pintara el resultado adverso y contundente  de la última compulsa electoral de la que participara.
   Y eso que es necesario reconocer que a lo mejor no es para exagerar con eso de “haber hecho un montón” pero que en realidad mucho se hizo, nunca todo lo imprescindible que reclamaban los vecinos, porque se atendieron obras que no se ven como desagues y cloacas, mientras que lo más visible no encontró las soluciones desde largo tiempo atrás imploradas como el servicio de recolección de residuos y limpieza de la ciudad, que siguen siendo lamentables.
   Le sumemos el transporte urbano de pasajeros, manejado a medias por el concubinato entre los empresarios de la FETAP y la dirigencia gremial de la UTA, con el padrinazgo del poder concedente que es la Municipalidad, lo que ha logrado mantener a los cordobeses capitalinos como rehenes de un servicio ciclotímico, charlatán, poco aseado y el más caro del país.
   Ahora vemos con genuino agrado que muchas obras iniciadas tiempo atrás, han acelerado su ritmo de realización y como ejemplos tenemos el magnífico túnel bajo la Plaza España y varias redes cloacales y aliviadores del agua que caprichosamente nos castiga como consecuencia de la topografía de nuestra ciudad, que no deja de ser sorprendente al menos como ejemplo de caos y de anarquía.
   Las peatonales fueron hermoseadas, renovados sus solados y embellecidos ambos márgenes de la histórica y a veces enojada Cañada, receptora de aluviones barriales en cualquier época del año, a lo que debemos sumar nuevos puentes algunos encarados por la provincia y otros por el gobierno comunal, pero siempre solventados por el pago de impuestos por parte de los muchas veces postergados cordobeses, más algunas ayudas recibidas de la Nación.
   Una buena manera de despedirse de nuestro Lord Mayor porque suponemos que como todo hombre político y dada su juventud, seguramente atesora la intención de volver a postularse en el futuro, para algún cargo importante.
   Y con esas miras, nada mejor que haber dejado deudas de las que todos nos acordaremos, pero buscándole el lado positivo, evocaremos también el montón de cosas que hizo.
   Más o menos como los jueces en el boxeo, que recuerdan especialmente los dos últimos rounds.

La Megacausa del Registro de la Propiedad
¿QUEDÓ  ALGO  VISIBLE  DE  AQUELLA
BALANZA Y DE LOS OJOS VENDADOS?
  En un lugar y en un tiempo que no se han podido establecer, pero probablemente antes de que comenzaran los encarcelamientos seriales, un grupo de personas a quienes todavía no se ha identificado con exactitud, se reunieron para crear la megacausa del Registro de la Propiedad de Córdoba, con la aparente intención de condenar a miles de personas, acusándolas de apropiación de numerosos inmuebles.
   Para ello, y de común acuerdo, dictaron prisión preventiva contra cientos de trabajadores sin antecedentes penales y sin  fortuna,  que se vieron sorprendidos por  la  medida y después, acordaron sostener el encierro  por el plazo de tres años, para lo cual  rechazaron y denegaron todos los recursos presentados por los aturdidos imputados.
Además y por si hiciera falta un nuevo argumento, ignoraron el llamado de atención de las organizaciones de derechos, que sugirieron respetar la libertad como garantía fundamental.  
  Más adelante, anunciaron el inicio de los juicios y los difundieron amplia y pomposamente en todos los medios. Decidieron invertir el principio de inocencia y que cada imputado tuviera que probar que no era culpable, utilizando la íntima convicción como criterio de prueba para las condenas.  
  Dividieron los presuntos hechos en  múltiples partes,  con la intención  de construir nuevos juicios y de repetir condenas a los mismos imputados. Todo esto con la finalidad  de mantener la causa por años y años. Esta redacción, que es muy similar a las fantásticas acusaciones de la causa del Registro, coincide bastante ajustadamente con la realidad de la actuación judicial, aunque los nombres y las motivaciones, son cosa que muy difícilmente lleguen a conocerse.
   ¿Se acuerdan de aquello de la balanza y de los ojos vendados?

¿Volver a la campaña de la lástima?
NO ES BUEN RECURSO  PARA  COSECHAR VOTOS
ESO DE INSPIRAR  SIMPATÍA POR EL SUFRIMIENTO
   Muchas veces el sufrimiento de alguna persona notable puede aportarle un plus de simpatía de la comunidad, por esa humana inclinación mayoritaria de apoyar las debilidades ajenas, mostrando a la vez convicciones propias.
   Y eso suele ocurrir entre nosotros, cuando por ejemplo algún estado de viudez medianamente sorpresivo sirvió para encolumnar a seguidores piadosos por una parte y ansiosos de consolar a quien perdiera su mayor sustento espiritual. con su aporte de conducción y fervor político.
   Si recordamos algunos episodios que en su momento fueron impactantes, debemos reconocer asimismo que esas mismas instancias despertaron después cierto recelo al repetirse, con lo que perdieron su calidad de genuinas y no interesadas.
    Hoy es un día donde he debido acudir a ciertas citas de personajes notables y en este caso, fiel al estilo de nuestra entrega dominguera se me ocurre citar a Concepción Arenal porque supo decir que la capacidad de sufrir crece sufriendo y la historia lo viene demostrando palmariamente.
   Hablando de sufrimiento, hay que entender a la Sra. de Kirchner y su amor filial, que la lleva a frecuentes viajes hacia Cuba donde su ahorrativa hija Florencia sigue dependiendo de la maquinaria científica del gran lagarto verde -como muchos llaman al paraíso caribeño- buscando la curación de sus males, que lamentablemente la ciencia argentina pese a sus enormes antecedentes y reconocimiento internacional no puede atender.
   Es así que debió cancelar compromisos contraídos con la presentación de su libro de memorias, que realiza en forma paralela con la campaña en apoyo a su candidato presidencial, el Dr. Alberto Fernández, quien de última y sin que signifique una agorería, por ser presidente no goza de fueros, los que sí amparan a quien ocupa la vicepresidencia de la República.
   Pero no quiero apartarme del tema central que es la inspiración de lástima como argumento para consolidar posiciones dentro de la política o en cualquier otro menester que signifique conducción.
   Recordemos como cercanos ejemplos a Bolsonaro y el artero ataque su sufrió a partir de lo cual aumentó su caudal de seguidores, o del caso Kennedy, el Mahatma Gandhi, Indira Gandhi y un presidente egipcio -si alguien me ayuda a recordar su nombre- a quien acribillaron en un desfile.
   Aunque en verdad, no creo que nadie sea tan poco inteligente como para generar hechos que inspiren lástima, salvo algún yeso inútil o una silla de rueda cabalmente innecesaria.
   No es para lechucear que a Mauricio le pase algo raro en estos 30 días que hará de intensa campaña en su intención por recobrar adhesiones, pero a la luz de algunos episodios cercanos que lo tuvieran como blanco fácil, bueno sería que su custodia extremara los cuidados.
   Seguramente que así lo están haciendo.
  
Vivimos una etapa de precios alocados
NO TODOS LOS COMERCIANTES PUEDEN JUSTIFICAR
EN  ALGUNOS  CASOS LA ALEVOSÍA DE LOS PRECIOS
   Por suerte la carne de nuestros azadazos no es importada, los chorizos son caseros, las morcillas también, las mollejitas son parte de la vaca, el osobuco es parte de las patas y las costillas, el vacío y el matambre también son parte de nuestro ganado vacuno, que en lugar de ser adorado en vida como en la India, lo adoramos en cada parrillada.
   A esto lo comento porque en estos últimos días las cosas han aumentado de tal manera que me ha llevado a pensar que hasta el agua es importada, lo mismo que la madera, las gaseosas, los vinos, los textiles, el cuero, mucho de la tecnología y una pila de insumos que con el dólar tienen menos que ver que entre Messi y Neymar.
   Desde los lácteos que comprenden manteca, quesos, crema y otros derivados hasta los caramelos, el azúcar, la yerba, todo, todo, aumentó brutalmente como si esos productos dependieran absolutamente de los vaivenes del billete verde.
   Seguramente algo tienen que ver como en el caso de los medicamentos, pero no creo que la relación sea de tal dependencia que modifique todas las intenciones que existen para estabilizar ciertos productos.
   Y los que llaman “precios cuidados” están librados al capricho de los comerciantes, situación alimentada por los escasos controles y lo que es más grave, por la resignación de la gente que ya dejó hace rato de creer en soluciones que desde el poder proponen como casi mágicas.
   Así están las cosas, mientras los formadores de precios, especialmente supermercadistas que son la última escala antes del consumidor, hacen la suya sin importarles un corno el sufrimiento de mucha gente por no poder comprar.
   En las cuestiones se sensibilidad, cuando se piensa con el bolsillo es que tal sentimiento deja de existir.


Marco Antonio Séptimo
UNA CONVERSACIÓN CON EL AUTOR DE
UN  INTERESANTE  TRABAJO  LITERARIO
“POR LA JUSTICIA SOCIAL Y DE GÉNERO”
   Detallista, minucioso, conocedor profundo de la mecánica policial con todos sus atajos y sorpresas, el autor ficciona con una mujer -la Comisaria Alonso- entregándonos una visión integral de la personalidad y los valores de esa funcionaria en el ejercicio de su condición de policía. Marco Antonio Séptimo, su autor, estuvo en el estudio mayor de Radio Universidad de Córdoba, donde mantuvo un extenso diálogo con el periodista Gonio Ferrari en el transcurso de su programa “Síganme los buenos” edición n° 588 del domingo 29 de septiembre de 2019. El audio de la interesante entrevista se encuentra en la columna derecha de este blog, fácilmente identificable, en el tercer tramo. El libro “La Comisaria Alonso” con ilustraciones de C.E.G. y lanzado por Ediciones Ecoval, ya se encuentra a la venta en las principales librerías del país.




22 de septiembre de 2019

S.L.B.: YA ES PRIMAVERA, LA ESTACIÓN MÁS BONITA - EL OBISPO DE SALTA Y LA HIPOCRESÍA - LA NUEVA POLICÍA DEL "CORDOBESISMO" -¿UNA JUSTICIA TRADICIONAL O EL ROBOT JUDICIAL? - BICISENDAS PARA CALLES ESTRECHAS - EMERGENCIA ALIMENTARIA EN UN PAÍS RIQUÍSIMO - FERNÁNDEZ SOSTIENE QUE NO NECESITA A NINGÚN GOBERNADOR, ETC.


Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” que emitieran en dúplex el 22/09/19 la AM580 y FM88.5 ambas de Radio Universidad de Córdoba.

La primavera del pic-nic
QUEDÓ  ATRÁS,  SUPERADA POR
LA EVOLUCIÓN DE LA JUVENTUD
Nosotros  soñábamos  con ellas 
 y con Sofía Loren mientras ellas
“se ratoneaban” con James Dean
                                       
    Me provoca un enorme placer evocar las expectativas con que esperábamos cada 21 de septiembre, porque eran mayores que para la nochebuena, el año nuevo o el propio cumpleaños.
   Más allá del clásico picnic junto al río, del acné, de la primera curda con sangría o del piquito que robamos a la compañera de banco, estaba aquella maravillosa actitud de saberse joven, mucho más joven que los anticuados y vetustos viejos de 30 años.
   Esperábamos ese día, el Día de la Primavera, el Día del Estudiante, sin conocer ni sospechar la preocupación de alguna profesora, que debía ingeniárselas para contener a esa banda mafiosa de 40 vándalos que aguardaban de ella algo más que el pancho, la medialuna y la coca, sino a veces descubrirla como mujer, hipnotizados en el escote o en las piernas.
   Y ellas, soñando con James Dean.
   Y nosotros, buscando fotos de Sofía Loren…
   Bariloche estaba demasiado lejos, no era moda y entonces el Parque Sarmiento, los Pozos Verdes, la pileta San Cayetano, las costas del Lago San Roque o las orillas del Suquía en La Calera eran las accesibles metas de nuestra liberada, evidente, húmeda e irrefrenable revolución hormonal.
   Nadie por entonces tenía la idea del paco, del raviol ni del porro, sino la fijación del Saratoga o el Wilton a escondidas y del porrón, en los tiempos que el fernet ¿saben lo que era? ¡un medicamento!.
   La mayoría de los enfervorizados varones tomaba a su cargo en la secundaria -esperando que atendiera el farmacéutico- la sonrojada vergüenza de comprar un preservativo, dentro de la mayor ignorancia acerca de su colocación y uso práctico.
   ¡Eramos tan pavos!, inequívoco signo de nuestra edad, el precio q     ue debíamos pagar como impuesto a la inexperiencia.
   Y ellas tan bellas, esquivas y deseables, como lo imponía nuestra libido en los gloriosos tiempos de su crecimiento y explosión, cuando tímidamente aparecían esos dos tentadores bultitos en los guardapolvos o en las blusas.
   Pero ahora, antes de encarar la inevitable tarea de plumerear el nicho y por una cuestión de nostalgia, asumimos pese a todo la íntima llegada de la mejor estación del año, divagando en sueños la quimera que los almanaques y los relojes se hubieran detenido allá lejos...
   Porque es una cuestión de saber vivir; de saber crecer y madurar con dignidad, porque es una afrenta a los tiempos y a la lógica empeñarnos en ser eternamente jóvenes.
   Lo trascendente, por convicción, es evitar la pena de sentirse viejo.
   Por esa juventud de hoy a la que miramos con el amor y el respeto de la inútil envidia, mi cariño y el jubiloso brindis en esta nueva Primavera.
   Como todos los jóvenes se lo merecen.
   Y que nosotros, alguna vez, también lo merecimos.

Otro amnésico en el escenario
EL OBISPO DE SALTA Y LA HIPOCRESÍA
DE  CREER  EN  SU  PROPIA  INOCENCIA
   No tuvo Macri los mismos reflejos de Raúl Alfonsín cuando pidiendo permiso en una iglesia, ocupó el púlpito para contestar a un comentario que le hiciera el cura luego de una homilía.
   Partiendo de una base apoyada en la realidad, vemos que el clero que siempre niega actividades partidistas, ha sabido modificar muchas instancias de nuestra historia y no es lo mismo negarles la posibilidad de hacer política, porque todo, en verdad, gira alrededor de ella y la Iglesia no puede estar ausente por ser, como dicen aunque no sea tan así, están al lado de la gente.
   La cuestión fue que un obispo de Salta aprovechando la visita que hiciera a esa ciudad el presidente argentino, se despachó con algunos conceptos duros y de ninguna manera cometería de mi parte un acto de censura, pero sí cuestionaría dos cosas: la inoportunidad o la oportunidad de hacerlo y lo intrincado de la trama porque el ministro de Dios habló de hambre, drama que sin dudas nunca vivió.
      El arzobispo, Mario Antonio Cargnello señaló que "los pobres no son una molestia, son una oportunidad" y tras recordarle a Macri que él había prometido luchar por el objetivo de alcanzar la pobreza cero en el país, el sacerdote lo convocó a escuchar a los pobres que, dijo, "son maestros que nos enseñan” y añadió: "Por eso Mauricio has hablado de la pobreza. Llévate el rostro de los pobres. Son dignos, ¡son argentinos!" y seguidamente acotó: "Son respetuosos y merecen que nos pongamos de rodillas delante de ellos”.
    Al arzobispo sus allegados le dicen el "Gringo" o el "Tano" por su carácter fuerte, además de su apellido con raíz italiana y entre las perlas de su curriculum, estuvo vinculado con el clan de los Saadi y de estrecha amistad con Luque, padre del condenado por el crimen de María Soledad Morales.
   Los memoriosos catamarqueños recuerdan que Mario Antonio Cargnello tuvo un trato desconsiderado con la monja Pelloni, quien fue una ferviente investigadora del caso que conmovió al país, razón por la cual sufrió persecución de los Saadi.
   Vale entonces alguna consideración, a título personal: ¿puede un ministro de Dios en la Tierra hablar de hambre, mientras sabe y es parte de las enormes riquezas acumuladas por su Iglesia en propiedades, campos, empresas, bancos y efectivo en cuentas por todo el mundo?
   Qué sabe ese curita lo que es el hambre si no lo ha padecido, porque es muy fácil condenar apartándose de la propia obligación moral, ciudadana y religiosa de ser parte de la lucha para abatirlo, y darle a la comunidad las soluciones que estuvieran a su alcance, que en este caso lo están y de sobra.
   Que me diga el obeso arzobispo qué hizo por las familias de los abusados por sus colegas si con un traslado, el silencio encubridor y la complicidad del perdón divino, cualquier ser humano, niño, seminarista o lo que fuere puede superar una violación.
   Me dirán que nada tiene que ver, pero no es así, como también le preguntaría por otro caso que lleva a la miseria humana y al hambre, ¿qué hizo por paliar las necesidades que tanto abruman a Salta con 36 años de gobierno provincial del mismo signo político?
   Estaría conforme si me dijeran que alguna vez el purpurado Cargnello se preocupó desde su magistratura eclesiástica por luchar contra la droga que allí en sus predios se multiplica al amparo de la impunidad…
   No puede hablar un ministro de Iglesia de “ponerse de rodillas ante los pobres” si nunca se arrugó la sotana en hacerlo y al seguir a Cristo, debiera predicar con el ejemplo más que con el verso.
   Después se asombran con el crecimiento de los cultos mediáticos, del alejamiento de los fieles hacia otros credos, del desprestigio cosechado tras el conocimiento de tanta pedofilia y otros pecados.
   Que sepa monseñor que los cristianos, seguidores del señor, al menos tienen presentes a la hora de hacer y de pensar, los 10 mandamientos.
   No es malo recordarlos a veces, aunque sea cuando dice la Santa Misa y es la hora de la confesión de los pecados.

La Megacausa del Registro
¿Y SI ENTRE TECNOLOGÍA Y MODERNIDAD
NOS  LLEVARAN  A  UN  ROBOT  JUDICIAL?
   Dice José Saramago que “cada día va quedando más claro en todo el mundo que el problema de la justicia no es de la justicia, sino de los jueces. La justicia está en las leyes, en los códigos, luego debería ser fácil aplicarla. Bastaría saber leer, entender lo que está escrito, escuchar de manera imparcial las alegaciones del acusador y del acusado, los testimonios, si los hubiere, y finalmente, en conciencia, juzgar."
   Se me ocurrió entonces y respetando ese criterio, analizar  la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba a la luz de este párrafo: nuestra Constitución y los tratados internacionales establecen como excepcional la prisión preventiva, garantizando la libertad y la presunción de inocencia como derecho fundamental.
   En la causa que nos viene ocupando periodísticamente desde hace ya varios años, se aplicó como regla la prisión preventiva, utilizando el encarcelamiento y la presunción de culpabilidad como práctica sistemática.
   Las Leyes prohíben las "comisiones especiales", por estar probado que  un juez que ya tiene una idea preconcebida de los hechos, carece de imparcialidad y objetividad para encontrar la verdad.
   En esta causa todos los imputados fueron juzgados y re-juzgados por una única comisión especial destinada a tal fin, lo que suena al menos, incomprensible.
   La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y los Códigos de Procedimientos establecen un plazo para las investigaciones, considerando que si se dedica un tiempo ilimitado equivale a asumir de manera implícita que el Estado siempre enjuicia a culpables.
   En la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba todos los plazos han sido extensamente excedidos, “fabricándose” una investigación sin fin y desde el punto de vista personal, más que incomprensible me lleva a calificarlo -a la luz de la actualidad en la causa- como ligeramente sospechoso.
   Me gustaría proponer la idea de un robot judicial, que ajustara con precisión hechos y leyes. Tal vez así  se cumpla el rutinario “será justicia”, porque está visto que con el componente humano, queda demostrado que no.

Cuándo habrá limpieza?
NUESTRA “NUEVA POLICÍA”, UN
INVENTO  DEL  CORDOBESISMO
   Ya es pesadamente recurrente el tema de la inseguridad y del crecimiento exponencial de la delincuencia en Córdoba, aunque algunas voces que parten desde el poder se empeñan en seguir haciéndonos creer que sólo se trata de una sensación.
   Las estadísticas no siempre son certeras y menos aún en estos casos, ya que desde el comienzo, tenemos para seguir sosteniendo que de los hechos delictivos que el hampa perpetra en Córdoba, la gran mayoría ni siquiera se denuncian, otro porcentaje que la autoridad esconde para no aumentar el caos y otra proporción, por lo inútil que resultan las denuncias frente a la inacción.
   La cuestión parece ser simple, pero es en realidad demasiado complicada porque partiendo de una base lógica, lo ideal es integrar la fuerza con elementos que más allá de sus conocimientos en materia de procedimientos, habilidades para el uso de armas y otros atributos inherentes, deben ser correctos en condición de tales que pueden exhibir un curriculum en lugar de un prontuario manchado en ciertos casos con graves delitos.
   Y esto ocurre cuando a la policía se la toma como un “botín de guerra” para el pago de favores, militancia u otros rubros que las autoridades a la hora de designar, toman en cuenta como si pertenecieran a impecables y honrados ciudadanos cuando la verdad y los archivos certifican lo contrario.
   Por eso es la afirmación así de simple como incuestionable: si la policía no sabe, no puede o no quiere limpiar la mugre de adentro, mal pudiera hacerlo con la mugre exterior.
   Para ahorrar palabras y juicios, basta con  leer los diarios, escuchar radio o mirar televisión, para enterarnos de cuántos seres distinguidos con el uniforme azul que es orgullo para los decentes, aparecen involucrados en hechos delictivos, muchos de extrema gravedad.
   En este caso queremos ser reiterativos, hasta conseguirlo: el poder alguna vez debe entender que la policía está hecha para proteger y no para asustar.
   Es el mejor homenaje que se les puede hacer a los hombres y mujeres sacrificados, con alto sentido del cumplimiento del deber, que merecen más que respeto, mucho de admiración.

Caótico tránsito urbano
NUEVAS BICISENDAS, PESE
A LAS CALLES ESTRECHAS
   Córdoba, su capital, desde años atrás por su propio y alocado crecimiento, va incrementando el caos urbano porque pareciera que la planificación a mediano y largo plazo jamás existió, o que se toman medidas desacertadas, o que los controles en cuanto al cumplimiento de ordenanzas y normas es ciclotímico, pero la verdad es que la planta céntrica y sus adyacencias son virtualmente una trampa en su circulación, lo que supone un perdedero de tiempo meterse.
   Fue una creación aquello de las bicisendas, copia de las que existen en países desarrollados, que aquí chocaron con el descontrol en cuanto a la seguridad de recorrerlas, porque se transformaron en campo propicio para los delincuentes inclinados por el arrebato a los ciclistas y el despojo de cientos de bicis.
   Ya no son tan concurridas como al principio y se le sumaron otros problemas, como la imprudencia de los peatones al cruzarla, los casos de estacionamiento de automóviles en su trazado y el descuido de los márgenes en zonas donde el pasto crece sin ser controlado.
  No se sabe a quién se le ocurrió ahora establecer un carril sólo demarcado por pintura blanca, en un buen tramo de la vía que en ambas manos tiene como centro La Cañada, entre cerca de barrio Guemes y la esquina con Humberto Primero, traza de 1,20 metro de ancho.
   Sobre que nuestras calles son estrechas, en muchas de ellas hay estacionamiento en doble mano y para colmo, ese tramo ahora “beneficiado” con la bicisenda es de un movimiento infernal a ciertas horas.
   No olvidemos tampoco que las empresas afectadas a la recolección de residuos -tarea que en buen porcentaje están obligados a realizar los vecinos- tienen por costumbre colocar sus armatostes que llaman “contenedores” precisamente en los espacios destinados a ciclistas.
   La cuestión ahora será controlar que en realidad la novedad sirve para algo, porque si es solo para gastar dinero en mantenerlas, mejor sería que las borraran porque incluso, así como están trazadas, son un motivo más para que sigamos lamentando accidentes evitables.

¿Y aquél “granero del mundo”?
SEGUIMOS EN EMERGENCIA ALIMENTARIA
COMO SI FUÉRAMOS  PAÍS SIN RECURSOS
   Todavía atesoramos algo de orgullo cuando recordamos que muchos años atrás nuestro país recibiera la denominación de “granero del mundo” por su condición de agro exportador, y para llegar a comprenderlo, bien vale un repaso a la memoria, que como bien lo sabemos es el lápiz de la historia.
   Tras  la independencia en 1816, la actividad principal fue la ganadería, ya que la demanda exterior se orientaba hacia esos productos (cuero y carne salada, a los que luego se les sumó el sebo) produciendo grandes ingresos a la aduana porteña y desde 1840 se agregó la lana a los productos exportables.
   Dicen los libros que en 1873 se produjo una gran depresión, lo que obligó mundialmente a la aplicación de políticas proteccionistas, acrecentando la tendencia de los países hacia la industrialización, siendo líderes en este sentido, Alemania en el continente europeo, y Estados Unidos en América, mientras Argentina se consolidaba como nación, logrando un orden político conservador desde 1880, con la llegada al poder del Partido Autonomista Nacional.
   Nuestro comercio exterior creció, de la mano de una clase dirigente que era dueña de grandes extensiones de tierra y le interesaba que Argentina fuera proveedora de la materia prima que necesitaban los países extranjeros industrializados y mientras el valor de las exportaciones en 1870 fue de 30.000.000 de pesos oro, en 1914 pasó a 350.000.000, creciendo también las áreas destinadas al cultivo, de 500.000 hectáreas a 24.000.000.
   El destino mayoritario de los productos de exportación eran los mercados europeos. Al trigo Argentina lo importó hasta 1870, pero esa situación cambió.
   Hubo importantes inversiones extranjeras en infraestructura (vías férreas, puertos, frigoríficos) especialmente británica y desde 1890, los principales productos que se exportaban eran los cereales (lino, trigo y maíz) y carne congelada.
   Pasó el tiempo, pasaron cosas, hubo gobiernos democráticos, despóticos, golpistas y una amplia gama de elementos que terminaron con esa percepción de gran país, hasta que últimamente el trigo por su parte y la explosión que provocó la soja, ese llamado yuyo por la sabiduría egipcio-sureña, nos hizo pensar que las cosas se encausarían, que el hambre sería eliminado y que la prosperidad no estaría reservada solo para los grandes empresarios del campo o de la ciudad.
   Y resulta que ahora, hasta el año 2022 seguiremos en estado de emergencia alimentaria como desde los albores de este siglo, en un país donde si plantás un palo de escoba a la semana tenés brotes, o si en lugar de criar tantos perros para la calle tuviéramos gallineros y reemplazando los campos de cannabis sativa y quienes los explotan sembraran papas, zapallos, cebollas, pimientos, limones, peras, sandías o duraznos.
   Entonces debemos llegar a una penosa conclusión: que la vagancia ha sido consagrada y permitida por el poder ante la falta de su propia autoridad, que optó mayoritariamente por el populismo y la dádiva, hasta el punto que sólo 9 millones de argentinos tienen que trabajar a destajo para sostener a 15 millones de habitantes improductivos que viven de la teta del Estado.
   Lo lamentable, que para cambiar la mentalidad del ocio y del facilismo, nos llevará varias generaciones, siempre y cuando no sigan gobernándonos aquellos que para mantenerse con la sartén por el mango, necesitan un permanente aumento de la pobreza.
   Y en consecuencia, de los pobres…

Fernández, agrandado…
UN  ACTO DE SOBERBIA, SOSTENER QUE
“NO NECESITA A NINGÚN GOBERNADOR”
   En uno de sus recientes pasos por esta ciudad, el candidato kirchnerista a la presidencia Alberto Fernández concedió una entrevista a colegas de La Voz del Interior, donde deslizó algunas precisiones, que a primera lectura o escucha, sonaron como algo parecido al agrande, al triunfalismo y con un componente de soberbia, especialmente al referirse a su relación con el gobernador Schiaretti.
    Luego de esta introducción podrán escuchar parte del reportaje y como me tocó chequearlo antes, se me ocurrieron algunas consideraciones que me parece oportuno puntualizar.
(El reportaje realizado por La Voz del Interior, medio al que le agradecemos, puede ser encontrado en la columna derecha de este blog, en la sección dedicada a los audios)
   Dice que no necesita a ningún gobernador para la campaña, después de proclamar su vocación federalista que lógicamente se debilita y es como si todavía en el remanente “K” subsistiera esa aversión por los cordobeses.
   A esto lo consigno por el maltrato a que nos sometieran a la hora de la coparticipación y en otros aspectos de la igualitaria relación que debiera haber desde el poder central con todos los estados provinciales, sin estigmatizarlos por su color político o por falta de alineamiento con las decisiones nacionales, por eso de las autonomías provinciales.
   En realidad fueron respuestas de tribuna preelectoral en estos tiempos que el viejo mítin fue reemplazado por las incursiones mediáticas, que lógicamente suman mayor audiencia que las presentaciones sectoriales en vivo, con el folklore de siempre.
   Mal presagio entonces, si la intención es fortalecer el centralismo, sobre todo al expresarse el candidato en la seguridad de un triunfo en la provincia de Buenos Aires y dando por sentado que en Córdoba darían vuelta el resultado de las PASO.
   En definitiva y resumiendo, las PASO al modesto entender de este periodista y ciudadano, fueron más que nada un censo y una consulta que les sirvió a todos los partidos políticos para resolver sus internas.
   No hay nada mejor que con tiempo, saber cuántos porotos junta cada candidato.
   Y sobre todo, llama la atención que hable de un nuevo país, cuando en los últimos años, los que hicieron un país distinto, fueron los que gobernaron a lo largo de demasiados años y si en tanto tiempo no lograron que estuviéramos mejor, habrá que ver por qué y quienes fueron los culpables.
   Lo peor es que en la política argentina en general, en el partidismo y menos aún en el populismo, los términos autocrítica y sinceridad habían quedado en desuso.