Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su
programa “Síganme los buenos”, emitido el domingo 26 de enero de 2014 por AM580
Radio Universidad de Córdoba.
LAS
CULPAS SON SIEMPRE AJENAS
Reapareció la señora
seguramente impulsada por su responsabilidad de dirigirse al país, o al menos
al 54 por ciento que la votó en la última elección presidencial y también en
cierta medida para responder al gataflorismo que le cuestionaba su silencio,
pero protestaba ante los abusos de la cadena nacional.
Lucía esbelta, bien peinada y haciendo
prevalecer el blanco de su vestido por encima del aburrido e impersonal negro,
color que para colmo, engorda y hace resaltar la falta de sol en la piel.
Anunció un generoso plan de ayuda económica
para jóvenes que no trabajan, hecho curioso en un país que según dicen tiene
menos de un dígito de desocupación, y que no estudian, en una Argentina que
derrocha tecnología cibernética, regala netboock’s a diestra y siniestra,
aunque en la Plaza San
Martin no se pueda encontrar el wi-fi que cuando era gobernador nos mintió
Schiaretti.
Su elenco estable de aplaudidores mostraba
el delirio lógico de sentirse beneficiarios de tamaña generosidad.
Atrás en la bruma de las preocupaciones
nacionales … y populares quedaban los dramas de la inflación, la inseguridad,
la corrupción, el cepo, la crisis energética y algunas otras inquietudes
difíciles de esconder.
Lógicamente de todo eso ni una palabra,
porque no era cuestión de aguar la fiesta y hacer que de la algarabía se mutara
a la realidad.
Los males escondidos hacían bultos debajo de
esa alfombra de bonanza, pero no por ello se detenía el deterioro de nuestra
economía, que seguía sacrificando reservas en la vana intención de frenar al
blue.
La euforia, esa mentirosa euforia que
pagamos todos los argentinos, debía padecer los embates de la desesperación
oficial por equilibrar una balanza desquiciada por la imberbe inexperiencia de
la conducción y el capricho ideológico, por esa pésima costumbre de no asumir
culpas.
En otro posterior escenario, los dos
ministros se miraban entre ellos como si no le debieran nada a nadie.
Uno de ellos, que en los últimos tiempos ha
sufrido agudas crisis de desorientación, demostró que si acudió a alguna
terapia, de nada le sirvió.
El otro, recién llegado de la luminosa
París, a donde fue a llevar una propuesta que según dicen aún nadie leyó.
Bien pudo enviarla por el Correo recuperado utilizando
las nuevas estampillas y ahorrándonos a los argentinos lo que sale ese viajecito
en primera clase, como protocolarmente corresponde, más los viáticos, porque
creo que ni siquiera pagó alojamiento.
Y dieron la grata nueva: levantaron un cepo
que según ellos y hasta un minuto antes no existía, era una maniobra
destituyente del grupo Clarín y un invento fogoneado por el imaginario popular
… y no tan nacional.
Porque si dos empresas, por caso la Shell y una aceitera, pueden
poner en jaque a la economía consolidada, por atenernos al discurso oficial, es
lo mismo reconocer la falta de espalda política o lo que es peor, la crisis de
credibilidad en el sistema de la década ganada.
Bienvenido el nuevo subsidio para los
llamados ni ni.
Que sirva algo más que para distraernos de
la realidad.
VALIOSO
SUBSIDIO
De ninguna manera se le pueden restar
méritos al nuevo subsidio que beneficiará a jóvenes que reúnan ciertas
condiciones y comprobadas falencias que se exigen para su otorgamiento.
Algo más de un millón de argentinos estarían
en condiciones de alcanzar el beneficio que conviene repetirlo, persigue el
noble fin de impulsar la educación de aquellos que no la procuran porque es más
imperioso trabajar, y en negro que es más conveniente.
Pero no perdamos de vista ni insistamos en
encontrarle una doble intención, que encierra esa costumbre argentina de
invertir en educación para recibir las utilidades en votos.
No deja de ser tentadora la posibilidad de
600 pesos al fin de cada mes, sin trabajar, pero al menos haciendo que se
estudia.
Los controles deben ser más severos que los
necesarios para la instrumentación del beneficio, para que tenga un marco de
seriedad y sirva para alejar sospechas.
Y dejemos de lado la polémica que se lanzó
desde el poder hacia la gente: que el mismo día del anuncio de este generoso plan,
los medios se ocuparan más de la primera etapa de una fuerte devaluación, que
el mismo poder niega con la verdad a la vista.
Porque si lo analizamos desde lo
cualitativo, esa pérdida de valor de nuestra moneda es tan importante, que
incluso con proyección a mediano plazo, ya transformó esos 600 pesos mensuales
en mucho menos, solo con el paso de un par de meses.
Ni qué hablar de la repercusión social de la
devaluación en todos los frentes como en
la industria, en el trabajo, en el ahorro, en fin, en todos los aspectos de la
vida nacional que conforman nuestra calidad de vida.
Y no tan solo en lo que puedan pensar y esperar
más de un millón de jóvenes.
LOS
CORTES DE ENERGIA Y EL AGUA TURBIA
La luz se cortaba a cada rato, volvía cuando
quería, no se trataba de cortes anunciados, aunque seguramente si programados
por la EPEC para
regular la prestación frente a la explosiva demanda por el calor.
Nos preparemos para padecer lo mismo en
invierno, porque la generación de la energía necesaria no se hace de un día
para otro, sino que requiere inversión que hace más de una década, a lo mejor
la década que dicen haber ganado también el delasotismo y sus socios, que no se
dispone de fondos para que la tecnología se ajuste a los requerimientos.
Seguiremos rezando que haga frío en enero y
que tengamos más de 30 grados en julio, como si quisiéramos alterar la
innegociabilidad del almanaque.
El agua que dicen es apta para consumo luego
de análisis serios y con base científica, dudo que formen parte de la dieta de
quienes la analizaron y de los que la venden.
A lo mejor es una simple cuestión de pinta,
pero no deja de ser importante y le pongo un ejemplo: ¿usted bebería un vaso de
agua amarronada, que parece que allí se hubiera bañado un león, aunque le digan
que es potable?
No me responda, porque si me dice que sí, me
está mintiendo.
Y si me dice que no, seguramente usted es
cordobés.
ALGO SOBRE LA MEGACAUSA
El Dr. Daniel Pastor, de la Universidad de Buenos
Aires, con respecto a la prisión preventiva, afirma que “la posibilidad de aplicar una pena sin
sentencia es una violación de garantías fundamentales muy tentadora: esta pena
anticipada no necesita cumplir con las exigencias (acusación, defensa
garantizada y amplias facultades probatorias) que el Estado de derecho impone
para la procedencia de la pena".
Semejante tentación encuentra expresión en
la megacausa del Registro: se han realizado 33 juicios, en los que se ha
juzgado a más de 100 personas, condenando a más del 95%, con una particularidad:
pese a que los delitos sospechados son excarcelables, con penas mínimas de 6
meses, y la mayoría de los imputados son trabajadores sin antecedentes penales,
en aproximadamente el 70% de los casos, según definición del autor, quien es
doctor en Derecho Penal, se les aplicó la pena sin cumplir con las exigencias
de acusación y prueba clara y garantías a la defensa.
Otro dato objetivo es que en todos los
juicios actuó la misma Cámara, la
Décima, sin que exista sorteo, y que los jueces han sido
casi siempre los mismos, salvo excepciones por ausencia o recusación, habiendo
participado en más de 20 juicios cada uno y conviene recordar al respecto que
para garantizar la imparcialidad, un juez no puede intervenir dos veces en un
mismo proceso.
En todos los casos el Fiscal de Cámara ha
sido acompañado por el Fiscal de Instrucción, a quien el Tribunal Superior de
Justicia autorizó, como el Código lo permite, a coadyuvar en el juicio, aunque
en el diccionario particular de esta causa tal acción es sinónimo de
reemplazar, a punto tal que, en al menos cinco juicios, el Fiscal de
Instrucción estuvo solo durante todas las audiencias y huelga recordar que
todos los que padecieron la prisión preventiva, varios rompiendo el récord de
los tres años, fueron condenados.
Esta causa ilustra las palabras
del profesor Raúl Zaffaroni sobre la prisión preventiva: "Su
descarada y hasta expresa función penal-punitiva lleva a que el auto de prisión
preventiva sea en nuestra realidad la sentencia condenatoria y la sentencia
definitiva cumpla el papel de un recurso de revisión. Ante esta disfunción -que
solo los autistas jurídicos niegan- se cae en una triste ficción al continuar
con los conceptos jurídicos tradicionales, que en modo alguno contribuye a
fortalecer la paz social y la confianza en el derecho."
Y pese a que esta costosa y pomposa
investigación judicial de nueve años de vida ha juzgado maniobras
referidas a aproximadamente cuarenta inmuebles, sean uno o varios
lotes, los problemas de tierras y usurpaciones aumentan día a día en
nuestra provincia, generando creciente inseguridad, si nos llevamos por las
denuncias en tal sentido que frecuentan en los medios periodísticos.
La paz social se consolida cuando se avanza
efectiva y desinteresadamente en la resolución de los conflictos, no con la
creación de megaprocesos judiciales que, generando un espejismo de justicia
y avasallando las garantías fundamentales, como lo han marcado en
este caso los organismos de derechos humanos, destruyen la confianza en el
derecho.
Viene al caso volver a indicar, por si es
necesario, que como no somos defensores, fiscales, jueces ni verdugos, nuestra
prédica ataca la exageración en la aplicación de la prisión preventiva
transformada en norma cuando debe ser excepción, sin jugarnos por la
culpabilidad o la inocencia de nadie.
NUEVO
SISTEMA DE TRANSPORTE
Tantas veces ha cambiado el sistema el
transporte público de Córdoba, que debiera ser materia de estudio obligatorio
desde la escuela primaria con un posgrado en la secundaria, como para poder
enfrentar y asumir la condición de usuario.
Mire joven Mestre: usted tiene todo el
derecho y además lo prometió, de instaurar un modelo de transporte urbano de
pasajeros que esté al servicio del usuario y no tan solo de los millonarios de la FETAP ni los angurrientos de
la UTA.
Haga lo que quiera, ponga cien corredores,
cámbieles el color, exija unidades nuevas, pelee por las frecuencias, pero por
favor, que el sistema sirva para viajar; para ir y volver sin la angustia de quedarse
a mitad de camino o de faltar al trabajo, al estudio o al médico.
Que el cordobés o cualquier otro pasajero
sea tratado como un accionista del sistema y como una carga que se lleva por su
peso y no por su condición de persona.
Que los mecanismos de la ley terminen con
los caprichos a veces mancomunados en beneficio propio, de los dueños de las
unidades y de quienes las conducen y las atienden en su mantenimiento.
El servicio, entiéndalo de una vez joven
intendente, es de quienes lo sostienen, porque sin ellos tanto los empresarios
como los insaciables dependientes de un gremio que vive con peleas internas, se
quedarían sin su fuente de recursos, por ahora inagotable.
Haga lo que quiera, Ramoncito, pero alguna
vez piense, a la memoria de su papá, que será prócer quien ponga en su lugar a
los partícipes de este negocio fabuloso, de contar con el servicio de
transporte más caro y peor atendido del país.
Y que los únicos merecedores de lo mejor de
este servicio, son los pasajeros, los únicos que deben soportar la ofensa; la
injuria diaria de no saber si van a llegar a donde pagaron para hacerlo.
RECONOCER
LA INFLACIÓN
Bien sabemos que para curar una enfermedad
se necesita previamente un meduloso diagnóstico basado en los síntomas.
Pero si el paciente, por vergüenza,
incapacidad mental o cualquier otro pretexto busca esconder sus dolores, lo más
probable es que su destino sea la tumba o el crematorio.
Negar la inflación, dibujar las
estadísticas, falsear los números y poner cara de que eso no existe, nos ha
llevado a la conclusión que al navegar por el mar de la mentira, es complicado
llegar al puerto de la realidad.
Ahora que esa realidad nos está golpeando,
supongo que el escenario será distinto, porque los argentinos mal que nos pese,
nos hemos acostumbrado, por desgracia, a convivir con la inflación.
Me importan tres pitos los miedos y las
advertencias de Cavallo, como no tomo en cuenta los pronósticos agoreros de la
mayoría de los economistas que se apoyan en su sapiencia, pero que la mayoría
tiene menos calle que Venecia.
La inflación es parte nuestra;
indisimuladamente nuestra y es una porción de la vida argentina de los últimos
años, salvo durante la convertibilidad del uno a uno, que estamos pagando
ahora.
Lo único que pido, como ciudadano castigado
por esa inflación que beneficia a los aprovechados de siempre, estén o no en el
gobierno, sean o no empresarios, se distingan o no como usureros, es que el
poder no nos mienta más.
Que con la verdad, nos aporte elementos para
luchar y sostenernos.
Seguir negando la presencia viral de la
inflación, sostener que no se trasladará a los precios y perdón pero tengo que
ser descarnadamente guarango, es creerse desde arriba que gobiernan no para
argentinos… y argentinas, sino para más de 40 millones de boludos… y de
boludas.
CELAC,
CUBA Y LA DEMOCRACIA
Es al menos curioso a veces el temperamento
de los políticos y de la dirigencia, cuando se trata de optar en muchos
aspectos de la vida.
Optar por ejemplo entre Davos o Cuba para
asistir a la Cumbre
de la Comunidad
de Estados de Latinoamérica y del Caribe es coherente, si pensamos en la
posibilidad de un embargo al Tango 01 en Europa.
Pero irse a Cuba, me suena a un desubique
obviamente subsanable, opinaría el canciller Timmerman, porque casi equivale a
reconocer un alineamiento con un país gobernado por una falsa democracia, donde
se encarcela a opositores y salir del país, incluso ahora para los nativos,
demanda engorrosos trámites.
La señora es dueña de hacer, lógicamente, lo
que considere más conveniente y adecuado a su manera de pensar y de gobernar,
pese a que en los últimos tiempos lo haya hecho desde la discreta serenidad de
su silencio.
Pero si asiste en representación de los
argentinos, que no lo haga, por favor, en nombre de quienes no aceptamos la
dictadura como forma de gobierno.
Y que nada haríamos por convalidarla.
PRECIOS
Y CONTROLES Y MERCADERIA ESCONDIDA
Es lógico que si han amasado fortunas, es
porque son oportunos e inteligentes a la hora de los negocios.
Por eso no llamó la atención que en los
supermercados desapareciera mercadería como por arte de magia, sobre todo los
productos no perecederos o con largo plazo de vencimiento.
Los electrodomésticos, al depósito.
Operaciones señadas, inclusive de
automóviles nuevos y usados, muchos comerciantes prefieren pagar un plus por
devolver la seña para guardarse el producto.
Y me comentaron que otro tanto ocurre en el
mundo inmobiliario.
¿En qué quedará el ambicioso plan de control
de precios a más de un centenar de productos?. No olvidemos que hasta los
chinos entraron en el acuerdo aunque era complicado conseguir todo lo que
figuraba en la nómina.
Eso de sostener ahora que la inflación no
irá a parar a los precios ha generado masivos ataques de risa entre los
comerciantes y estupor en la gente.
No nos asombremos, pero la realidad se
encargará de demostrarnos, una vez más por si hiciera falta, que el sentido
solidario frente a la adversidad está reservado más que nada a los que menos
tienen.
Aquello de la lista con precios máximos ya
pasó al recuerdo.
Es hora de recuperar el respeto por el
prójimo, simplemente porque ese prójimo es cada uno de nosotros.