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22 de noviembre de 2015

Jornada histórica - “SÍGANME LOS BUENOS” Edición especial

“Síganme los buenos” y el balotaje ---

EL VEREDICTO INAPELABLE DE LAS
URNAS ABRE UN NUEVO HORIZONTE

“El vencedor no se detiene a contar sus muertos. La
gloria del triunfo lo compensa todo”, dijo Benavente.

   Ya está.
   Ya pasó.
   No me vengan ahora con aquello de “Ni vencedores ni vencidos” porque a los vencedores antes de la batalla ya los daban por muertos, empachados de votos y humillados por lo que se sostenía desde la prepotencia y el autoritarismo que la revalidación de títulos era nada más que un trámite.
   Si bien no es elegante pegarle a nadie en el suelo, el morder el polvo de la derrota suele fortalecer a la gente de convicciones que restaña sus heridas y se prepara para la próxima batalla, por la que deberán esperar un tiempo apostando al fracaso de una gestión condicionada por los escollos que los políticos berretas sembraron en el camino de la alternancia.
   Es cierto que ha ganado la democracia, demostrando que el aparato estatal con sus enormes ventajas, la máquina de imprimir dinero y el abuso de los medios periodísticos oficiales no es invulnerable y para vencerlo sólo hace falta un pueblo conciente de haber perdido los miedos, esos miedos que nos acosaran en los tristes años de las dictaduras que hemos sabido padecer.
   Pero ese otro miedo, el implantado en nombre de la democracia, es el más dañino y ruin porque pretendieron inocularlo en los sectores más postergados; en los dependientes del subsidio o del plan; en aquellos que de verdad han sido víctimas de un Estado abandónico que optó por el asistencialismo salvaje y desmedido en reemplazo de la creación de fuentes de trabajo, al menos para preservar eso que se llama dignidad.
   Los que perdieron deberán ahora, más que buscar responsables del fracaso -que son harto conocidos- esmerarse en cumplir con la breve transición sin delirios de venganza como lo anunciaron los intolerantes que nunca faltan, escudados en su temporaria fortaleza de cartón.
   El pueblo se ha expresado.
   Vox pópuli, vox dei.
   Ahora más que nunca.
Gonio Ferrari


LA REPUBLICA SE ESTÁ FORTALECIENDO MERCED AL RESPETO A LA DEMOCRACIA



Para  cualquiera de  los postulantes, 
más importante que hoy es mañana 

   Nunca nos había tocado a los argentinos elegir Presidente en votación de segunda vuelta, entre dos postulantes que llegan con idénticas pretensiones y parecidos apoyos de la gente, si nos referimos a los números previos y los consabidos pronósticos y encuestas no siempre ajustados a la realidad, sino al cobro del servicio y según quien lo haya pagado, obviamente por adelantado.
   La publicidad proselitista mediática llegó a su previsto final este viernes pero siempre existen mecanismos -sobre todo que benefician al poder de turno- para seguir con la promoción y exaltación de su candidato, como por ejemplo recorrer barrios y localidades bonaerenses.
 Con las redes sociales sucede un fenómeno no resuelto: el vacío legal que rodea a su utilización ya sea por los particulares adheridos o por las corrientes políticas que encontraron en ese medio un vehículo potencialmente poderoso, con excelente penetración en la sociedad y de bajísimo costo.
   Y la cuestión en tiempos de veda no es convencer, atemorizar ni desanimar a nadie porque la verdad, es para suponer que un elevadísimo porcentaje de votantes ya tiene decidido por quién hacerlo y cierra sus oídos a ciertos anuncios utópicos o esos otros cargados de ofensivas descalificaciones que por lo general pretenden reemplazar a la carencia de propuestas propias y serias.
   No pretendo adjudicarme la representatividad de nadie, pero a título personal me agobian algunas dudas e incertidumbres a los efectos de consolidar la fundamentación del sufragio en esta instancia tan largamente esperada.
   Es llamativo y preocupante que en la campaña del gobernante Frente
Para la Victoria se haya hablado más de Macri que de Scioli, corroborando un estilo proselitista basado en recalcar errores y falencias ajenas más que en seguir prometiendo a futuro hacer todo lo que en más de una década no se supo concretar.
   Se asustó al pueblo con el fantasma de un eventual ajuste cuando al ajuste lo padecemos cada día desde hace más de una década en el supermercado, en la farmacia, en la estación de servicio, en el pago de impuestos o en la compra de moneda extranjera para viajar o en cualquier otro ámbito de la vida ciudadana.
   Los argentinos, más que a las grandes políticas de gobierno, hemos debido acostumbrarnos a los parches, a los remiendos, a las improvisaciones y a la excusas emergentes de cada fracaso como si los responsables de la conducción fuéramos los ciudadanos y no los gobernantes.
   Se cuestiona -como parte de la campaña- la judicialización de algunos hechos delictivos en los que estaría vinculado el candidato de Cambiemos pero prolijamente se ignora todo lo que está pendiente con el vicepresidente en ejercicio, previsiblemente ausente sin aviso; los escándalos financieros con el jardinero presidencial, la condena a Jaime, las acusaciones a De Vido, el tema hotelero del sur, las valijas de Antonini Wilson, la todavía no resuelta muerte del fiscal Nismann, el secretísimo memorándum firmado con Irán …
   A la mayoría de los jubilados nacionales los siguen manteniendo con la zanahoria del 82 por ciento móvil por delante y con haberes por debajo de la línea de pobreza, lo que ya de por sí es humanamente humillante.
   La memoria y la Justicia quedaron parcialmente a salvo con la condena a los genocidas, aunque el espíritu de los derechos humanos iguala en su respeto por la vida, y ese aspecto se cubrió inicuamente porque no todos los asesinos estuvieron en el banquillo, muchos de ellos transformados en prósperos empresarios o en depositarios de alguna porción de poder.
   Nadie en la campaña habló de la efedrina, sus conexiones y complicidades ni del plan Qunita con sus alevosos sobreprecios, al igual que los aviones que les compramos a Brasil, país que produce en serio -y en serie- para proveer a un ávido mercado latinoamericano que debiéramos haber copado los argentinos.
   Se sostuvo a rajatabla que Argentina era solo territorio de paso para la droga, cuando las autoridades bien saben que aquí se fabrica, se estira, se distribuye a los minoristas, se vende y se consume a niveles demenciales merced a la enorme impunidad que aseguran las fronteras incontroladas y el narcotráfico enseñoreado a lo largo y a lo ancho del país.
   Esa es la madre, el padre y los hermanos de la violencia, la inseguridad y la muerte que han subvertido los valores de tal manera, que los decentes tenemos que vivir entre rejas mientras el hampa goza de una vergonzosa libertad que le robaron a la gente.
   Sería injusto negar el enorme valor que en su momento asumieron subsidios y planes que paliaron las carencias de miles de compatriotas, pero se tomó esa modalidad para suplantarla por la generación de mano de obra, lo que sirvió para dibujar números absurdos acerca de los niveles de desocupación.
   La Asignación Universal por Hijo es un ejemplo como para muchos lo es la ayuda escolar, la entrega de computadoras o la Ley de Medios cuya aplicación integral quedó en suspenso pero sirvió para consolidar una red nacional de medios afines al modelo.
   La Ley de Matrimonio Igualitario fue un acierto elitista del que no se prendieron todos los que imaginaron que lo harían, pero fue aprovechada como instrumento de propaganda para demostrar que sexualmente hay igualdad, aunque lo ideal hubiera sido que esa igualdad fuera en general ante la ley.
   Se agitó el “cuco” de la cancelación de ciertos subsidios, cuando la realidad impone revisarlos no para eliminarlos sino para optimizarlos hacia quienes realmente los necesitan y no en beneficio de los cultores de la vagancia, porque si hacemos números a mano alzada, cada trabajador argentino dedica al menos dos horas de su sacrificado esfuerzo diario para mantener esas “becas” que son un atentado a la dignidad.
   Cualquiera de los dos que asuma el 10 de diciembre tiene la obligación -al menos moral- de revisar todas las designaciones masivas que se hicieron después de la primera vuelta electoral y ponerle freno a esa costumbre nacional de tomar a las empresas del Estado -que somos todos- como parte de un botín de guerra transformándolas en bolsas de trabajo para militantes o en bombas de tiempo según sean los resultados.
   Quienes ejercemos el periodismo de manera independiente -en lo laboral- solemos ser blanco de ataques y de censuras desde algunos sectores, por erigirnos en críticos de desaciertos, errores o actitudes rayanas en lo delictivo que tienen por protagonistas a miembros del gobierno -nacional, provincial o municipal- cargándonos culpas por ocuparnos de los aspectos negativos de la gestión.
   Es como si se olvidara que los funcionarios de alto rango han sido elegidos por la gente para hacer las cosas bien, y esa actitud cuando se plasma no es merecedora de aplausos porque solo están cumpliendo con su deber; con una obligación cívica, mientras que puntualizando desaciertos por lo general se contribuye a rectificar rumbos.
   El de hoy, domingo 22 de noviembre, pasará a la historia de los argentinos como una fecha señera en que la Democracia vuelve a jugar su trascendente papel en el sostenimiento y la consolidación de la República.
   Para aquellos setentistas nostalgiosos, fracasados en armas y ávidos de poder, es el mensaje que supera el eslogan de “liberación o dependencia” del que se aprovechan y acomodan según las circunstancias, porque siempre tenemos alguien, interno o externo de quien dependemos y por ende de quien liberarnos.
   Nuestra historia demuestra que hemos sido dependientes de los propios errores (de todos colores) de los que cíclicamente creemos salvarnos.
   Hoy votamos.
   Hoy decidimos tras una campaña sucia donde la desacreditación del adversario fue más fuerte que la propuesta; donde el chisme y el rumor tomaron vuelo salvaje y desmedido alimentado por mentiras y patrañas reservadas a las republiquetas de ficción.
   Tenemos la ocasión de ser lo que merecemos: un gran país que albergue al país grande, que sea pujante, que recupere el respeto, que nos miren desde afuera con admiración y no con lástima, que podamos restaurar ese orgullo celeste y blanco que muchos ponderaron,  que aprendamos a querernos un poquito más, para celebrar el futuro con horizontes de progreso.
   No seamos tan tontos ni ciegos como para dejar pasar esta oportunidad.
Gonio Ferrari

20 de noviembre de 2015

El “Rey del Rasti”…

¡NI MANDRAKE!

En la vida existen mentiras y mentiras. Algunas
inocentes -o “blancas” que les dicen- y aquellas
otras que se derrumban estrepitosamente ante
la contundencia inapelable de las matemáticas.

   En los tiempos de la pre adolescencia de mediados del siglo pasado era frecuente en el estallido hormonal “ponerse de novio” con la mocosa más hermosa del barrio. Por lo general se trataba de una mentira “blanca” porque ella ni se había enterado.
   Los tiempos modernos fueron evolucionando incluso en esa materia -la mentira- a la que se apela con demasiada frecuencia acrecentada en etapas precomiciales cuando el “promesómetro” político trabaja a destajo, sin pudor y sin medida.
   Entre ellas, eso de proclamar patrañas destinadas a los sectores más vulnerables de la sociedad como lo son aquellos carentes de viviendas, más que el embuste agrega el daño moral emergente de considerarlos imbéciles e incapaces de manejar números elementales.
   El dudosamente laureadoo exdeportista otrora apañado y sostenido por la derecha peronista encarnada por Carlos Saúl I de Anillaco, entre otras utopías -como eso de ser “independiente” de los K- dejó mediáticamente formalizada la promesa de construir un millón de viviendas durante su mandato de cuatro años, en caso de acceder a la presidencia de la Nación.
   Una gestión de cuatro años supone la existencia de un año bisiesto, lo que equivaldría a gobernarnos a lo largo de 1461 días, lo que dividido por 24 nos da como resultado 35.064 períodos de 24 horas.
   Personalmente, debo confesar mi odio por los números por ser demasiado exactos y carentes de sorpresas, lo que me ha impedido entre otras cosas terminar con mi secundario.
   Pero calculadora mediante (¡viva la tecnología!) se me dio por teclearla para salir de dudas y me encontré con que los argentinos seríamos el asombro del mundo: su gobierno construiría 684 casas y media por día, es decir casi 29 por hora.
   Todo un lujo, mire vea, que ni Mandrake podría darse.
Gonio Ferrari

15 de noviembre de 2015

S.L.B.: 15/11/15 - HOY, DIA DEL DEBATE - SCHIARETTI Y UN ABSURDO RUMOR - DOÑA HEBE, ROMANO, FEINMANN Y EL RESPETO - LAS PREVENTIVAS DE LA MEGACAUSA - PATRIOTISMO Y BUENA MEMORIA - MASACRE EN LA CIUDAD LUZ - DOS GRANDES QUE SE FUERON, etc.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 15-11-15 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.
  
HOY, EL DEBATE


   Suena medio difícil que alguien vaya a cambiar el destino de su voto influenciado por el discurso, los gestos, las preguntas, las respuestas o los silencios que distingan a un candidato durante un debate con su adversario.
   Es probable que algún efecto tenga ese cara a cara televisivo de esta noche en los indecisos, si es que aún quedan tantos como desde ciertos sectores de la sociedad se supone, de manera especial cuando los números y las proyecciones no acompañan a las ansias y los anhelos.
   Después de una campaña proselitista empañada por insultos, descalificaciones, agresiones, amenazas y otras actitudes de mala leche, es para pensar que si en el debate se opta por el respeto frente a cámaras, estaremos ante un claro y evidente acto de hipocresía, que supone cuando se dejan atrás las ofensas como si nada de negativo hubiera ocurrido.
   Y eso no es correcto cuando lo que se pretende es consolidar una democracia que
lamentablemente, muchas veces es ofendida por muchos de quienes dicen practicarla con devoción, como el mejor de los sistemas para la convivencia, la armonía y la lucha por un futuro mejor pese a las diferencias ideológicas que pudieran existir.
   Es muy poco probable que el debate aporte elementos nuevos como para reforzar el juicio de valores que cada ciudadano elabora antes de poner su voto en la urna, porque sabe que está siendo protagonista de un destino común, que todos suponemos será venturoso.
   Después vendrán los evaluadores interesados en la victoria de uno o de otro porque debemos desde ya prepararnos para el Boca-River, el Talleres-Belgrano, el San Lorenzo-Independiente o el Colón-Unión que sin dudas serán 6-7-8 contra Lanata y viceversa.
   Habrá un solo detalle para inscribir en la historia: será el primer debate que enfrente a dos candidatos a la Presidencia de la Nación y eso, de por sí, es más que valioso.

SCHIARETTI VICTIMA DE UN RUMOR


   Andaba rondando los 12 o 13 años y descubrí en algunos muros barriales y en el costado de un vagón de carga que llegaba al Ferrocarril Belgrano, cuando la estación Alta Córdoba era un hervidero de actividad, una leyenda toscamente escrita con mayúsculas: “viva el cáncer”.
   Mi Viejo el Coco, peronista no por conveniencia y si por convicción, me explicó que era la brutal manera que tenían los opositores al gobierno, de mofarse de la enfermedad que aquejaba, por entonces, a la Sra. Eva Perón.
   Indignación, pena y bronca le causó a mi entendimiento de pantalones cortos, eso que en buen romance encerraba una sentencia fatal.
   Pasó el tiempo, los años corrían acumulando memorias en el archivo personal de cada uno, y esa actitud prevaleció como una de las tantas hijaputeces argentinas, hasta que algo parecido a un piadoso olvido condenó esa desdichada frase al humano arcón de las amnesias.
   Pero no faltó un mal llevado, o ella quizás, que reactualizó la injuria transformándola en rumor trasplantado a esta Córdoba, que a veces actúa como multiplicadora de buenas actitudes pero también de las otras.
   Y como solazándose de una eventual desgracia ajena, divulgó que el gobernador electo, Juan Schiaretti, habría partido sin regreso o virtualmente estaba plumereando el nicho debido a una grave dolencia.
   ¿Por qué esas actitudes tan dolorosamente salvajes?
   El Juan, como buen gringo, tuvo que salir a mostrar que goza de una salud de hierro y ya está presto a tomar las riendas de la provincia en un segundo mandato, por elección popular.
   Con tal gesto se acabó el rumor y se apagó el incendio que su autor o autora seguramente tenía previsto.
   Por eso, si alguien les dice que me vieron con un pie en el cajón, no les lleven el apunte: es que me estoy haciendo lustrar los mocasines en la esquina de 9 de Julio y Gral. Paz.

DOÑA HEBE, ROMANO, FEIMANN Y EL RESPETO


   Bien sabemos que doña Hebe tiene la costumbre de hablarse encima, según la creativa explicación de Jorge Asís, y de tanto en tanto nos deleita el espíritu con alguna de sus creaciones dialécticas para engrosar la antología personal que sus exégetas están preparando para editar.
   Esta vez se acordó de la Mamá del titular de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con la impunidad de siempre y aplaudida por los rentados palmeadores de espaldas que son parte del presupuesto nacional y popular.
   El veterano y pasado de moda ex actor Gerardo Romano, hombre de profundas y reiteradas aspiraciones no tan solo políticas, rindió un cálido homenaje al idioma, al respeto y a la Democracia, sentenciando que quienes votan a Macri son pelotudos o hijos de puta.
   El correcto, creativo y lúcido intelectual Juan Pablo Feinmann, ahora devenido en multiplicador ideológico del modelo gobernante a nivel nacional, tuvo conceptos despectivos no contra la persona de la gobernadora electa de Buenos Aires, la “domadora de morsas”, sino atacando su condición de mujer joven, bonita y apetecible.
   Si tomamos los dichos de estos tres personajes con rigor textual, es para pensar que el INADI tendría que haber actuado de oficio, lo que es mucho pedir en estos tiempos en que el insulto prevalece como parte de los argumentos proselitistas intentando silenciar la algarabía opositora.
   Pero así las cosas, doña Hebe ha pasado a la categoría de inimputable por senilidad y revanchas pendientes, Romano es disculpable en atención a su insuperable y angustiante frustración profesional y el pelilargo filósofo porque con su actitud, más de envidia que de censura, debe haber entendido que nunca podría con su pinta transformarse en gay o en inofensiva mariquita.
   Seguramente, llegaría virgen al final de sus días.

LA MEGACAUSA

   Quizá sea uno de los más antiguos principios garantistas, aquel que manifiesta que: “Más valen cien culpables libres, que un inocente preso”, destacando, más allá de que nadie quiera un delincuente libre, la barbaridad que una persona que no ha cometido delito, sea  encarcelada.
   Las leyes nacionales e internacionales expresan esta preocupación estableciendo  reglas claras como  el principio de inocencia, la duda en favor del acusado, la necesidad de pruebas para condenar y la prohibición de encarcelar sin juicio, principios todos destinados a evitar el castigo a un inocente.
   En la causa del Registro de la Propiedad que se sustancia en los tribunales cordobeses, todas estas garantías fueron soslayadas y reemplazadas por una prisión preventiva masiva y prolongada, que determinó que los imputados cumplieran condenas “por las dudas” antes de ser enjuiciados.
   Este encarcelamiento indiscriminado sumado a un escaso celo por despejar dudas  y  buscar pruebas contundentes, se traduce en una cuestionable calidad del servicio de Justicia desplegado al menos en esta causa.
    En nuestro programa del domingo pasado conversamos con Ricardo Tozzi, quien resultó absuelto después de tres años de prisión preventiva en la megacausa: el fiscal lo acusó, lo puso entre rejas y después de ese tiempo preso que le hizo perder materialmente sumado al escarnio social, terminó el mismo fiscal pidiendo su absolución demasiado tarde para reivindicarlo.
   Y la verdad sea dicha, preocupa suponer que, en virtud de lo que fuera  expuesto y oportunamente señalado por organismos nacionales e internacionales, muchos otros inocentes hayan sido arrastrados por esta ola condenatoria, en un mar de irregularidades.  

PATRIOTISMO, MEMORIA Y DEMOCRACIA



   Para el caso del respeto a la elegancia y a las leyes, el resultado de la segunda vuelta electoral es secundario ya que cualquiera de las fuerzas que apelara a ciertos injuriantes subterfugios, recibiría el rechazo de la ciudadanía, al menos de los amantes del buen criterio.
  No es bueno mezclar partido -o frente- con Gobierno, porque es el poder quien está incurriendo en maniobras de conventillo político más que sano ejercicio de la autoridad conferida por la mayoría electoral de años atrás.
   Mientras los creativos publicitarios se empeñan en abusar de la afrenta en reemplazo de la propuesta propia y centran sus cañones en el adversario por encima de divulgar las bondades de un proyecto, los nervios por exceso de adrenalina son privilegiados protagonistas de la contienda.
   Digamos que parte de los miedos quedaron atrás, que la gente tomó esa intención de implantarlo en la sociedad como un recurso extremo frente a la adversidad de las encuestas, y que la contraofensiva basada en el humor decretó la ridiculización de aquella tentativa intimidatoria.
    Se atemorizó con el ominoso peso de la palabra “ajuste”, como si desde hace años no tuviéramos uno todos los días en alimentos, indumentaria, servicios, impuestos, transporte, medicamentos, comunicaciones, combustibles y otros rubros pues de esa jeringa no se salva ningún traste.
   Se intentó demonizar con la intimidación de cancelar los subsidios a la electricidad, al gas y otras prestaciones al igual que con la caducidad de los tantos planes asistencialistas que andan dando vueltas, en su real cometido de comprar voluntades sin esfuerzo más que en estimular la sana y digna cultura del trabajo.
   Los nervios y la inquietud crecieron en el seno del poder y la histeria es un componente esencial tanto en televisión como en gráfica y radio y especialmente a través de las redes sociales, dado que los consultores coinciden en que las agujas de las encuestas pese a su escasa seriedad a la luz de los resultados, son volátiles y con perspectivas no muy alentadoras para el oficialismo aunque los triunfalismos no son oportunos.
   ¿Esperan el debate? Es una instancia que poco puede modificar la determinación popular en una sociedad que ha demostrado, unos días atrás, que el vidrio dejó de formar parte de su dieta diaria y que tiene la madurez de elegir a los hombres más que a los partidos.
   Por eso es que se están multiplicando los “aguantaderos” encubiertos en organismos estatales, destinados a albergar a militantes tomando como campos propicios para ese cometido a las desmembradas e inequipadas Fuerzas Armadas, la Justicia y la diplomacia, muchas veces con un festival de contratos para los que quedan al margen y pases a planta permanente para quienes se atornillan a sus cargos, con la práctica del más penoso de los nepotismos.
   Los ascensos en Cancillería han sido caratulados como casi escandalosos, justificándolos en el hecho, más que en la sospecha, que Timerman se reporta a La Cámpora y al ministro Kicillof.
   En el capítulo de los delirios -que a veces se originan como contrainteligencia en la propia tropa- los apocalípticos citan la posibilidad de una juventud en armas por su vinculación con el Renar, Fabricaciones Militares y Fadea, donde no se elaboran ni arandelas.
   En estos últimos tramos de la campaña, mientras Macri y los procesos en su contra pasean en los actos con su candidata a Vice, el antes victorioso frente insiste en esconder al suyo, capacitado e inteligente ideólogo del modelo chinoista, náufrago en el mar de las dudas que ellos mismos supieron agitar durante más de una década y este sería el momento de disiparlas.
   De todas maneras no es mucho lo que cambia con referencia a ese puesto porque el actual Vice -vaya Dios a saber por qué- sigue preso del anonimato y las ausencias, con su pasaporte y la visa a México incluida aunque en las sombras, de lo que puede llegar a ser el anticipo de una sombra real a futuro y Justicia verdadera de por medio.
   Este panorama nos remite a la nostalgia de años idos, de allá por los ’90 del siglo pasado cuando Carlos Saúl I de Anillaco inventó candidatos extra partidarios surgidos del deporte y de otros impensados  ámbitos.
   Los unía -para que seamos fieles con la historia- un solo detalle que era la convicción peronista aunque algunos intentaran empolvarla de suavidad y tersura, cuando la convertibilidad anestesió a la inflación que por momentos alcanzó el 200 por ciento mensual y al final del siglo descendió a niveles inferiores al promedio mundial y más bajos, por ejemplo, que en Alemania.  
   El país creció más que en los últimos setenta años, aún después de las crisis internacionales  sufridas por México, Rusia y Brasil. Entre 1990 y 1998, el producto bruto interno argentino aumentó un 43.7 por ciento acumulado, o sea una tasa de crecimiento promedio del 6.7 por ciento anual y las  exportaciones crecieron un 83 por ciento  entre 1990 y 1998, de 12 mil millones de dólares en 1990 a 26.5 millones en 1998, lo que certifica un incremento anual promedio del 13 por ciento.
   En otros aspectos, Menem, peronista, indultó a los genocidas de  la dictadura, canjeó compulsivamente los depósitos a plazo fijo por bonos externos, alineándose con los  Estados Unidos envió tropas a “Tormenta del Desierto”, reformó nuestra Constitución merced al Pacto de Olivos entre el menemismo peronista y el alfonsinismo radical, quedó abolido el servicio militar obligatorio, con acuerdos legislativos que el peronismo aplaudió se privatizaron empresas nacionales, en el ’95 Carlos Saúl fue reelecto, dos años después renunció Cavallo, en el ’97 la alianza triunfó en las elecciones legislativas, un año después la CGT peronista decretó los primeros paros nacionales, nacen la Corriente Clasista y Combativa, la CTA y el MTA y entran en escena los primeros grupos piqueteros.
   La alianza gana las presidenciales con De la Rua a la cabeza en el ’99 y en el 2000 se agrava sensiblemente la crisis económico financiera.
   Apretada síntesis de la década a la que nadie quiere volver, aunque su eclosión haya tenido origen en un gobierno del mismo palo, si es que los “K” siguen insistiendo en vestirse de justicialistas.
   Por eso extraña la actitud actual de dejar “tierra arrasada” y campos minados a quien le toque en suerte conducir los críticos destinos nacionales, con el doble perverso juego del “por las dudas”, ya que si revalidan los ajados títulos será nada más que la continuidad de la crisis y si le toca a una fuerza nueva, el panorama no es muy alentador pues en lugar de un país; de una república, recibirá una bomba de tiempo cuyo detonador está y seguirá por unos meses en manos de los actuales.
   Nadie se asombre ni siquiera en nombre de la nostalgia, si la ciudadanía votante actúa en legítima defensa de la República y de sus instituciones, desbaratando esa maligna, pervertida y corrupta madeja de complicidades y silencios instalada aviesamente en el seno del poder.
   Será la manera legal de gobernar sin cánceres internos, para cualquiera de los dos.
   A ningún argentino le gustaría tener entre sus compatriotas a un émulo de Atila, el rey de los Hunos.
   Donde pisa su caballo -decían sus contemporáneos- no crece más la hierba.

PREVISIBLE MASACRE DE PARIS


   Era cantado que después de todos los crímenes que se atribuyó el Estado Islámico, su brutalidad alcanzara al corazón de Europa expandiendo su odio y esas incontenibles ansias de dominar el mundo a través de la sangre.
   Ya sé que los musulmanes que de alguna manera comulgan con los islamistas pondrán como ejemplos de brutalidad el sufrimiento de los palestinos, o de las etnias postergadas en distintas regiones del mundo y con certeza alguna razón les asiste.
   Lo que de ninguna manera se puede aceptar por una simple cuestión de humanidad, es la amenaza permanente en nombre de una religión que pretende que el mundo se rinda a sus pies, en lugar de adaptarse a las reglas que imperan en los lugares donde buscan refugio.
   Así como plantean que en las escuelas de Italia, de Brasil, de México o de Inglaterra a las que asisten les molestan las cruces, deben entender que en la misma medida pueden reclamar los cristianos, judíos, brahamanes o de otros cultos que asisten a escuelas en dominios musulmanes.
   Todo esto es la parte intrascendente de la disputa, cuando lo importante es el respeto por la vida; por la condición humana; por algo parecido a la convivencia que mucho tiene de tolerancia y de amor por el prójimo aunque sea distinto.
   Si menciono los ataques indiscriminados, los asesinatos por decapitación o fusilamiento, las torturas y otras maneras de matar, me vendrán con los misiles en Gaza o contra los asentamientos fronterizos, pero no es lo mismo, porque ahora el Estado Islámico ataca a sus enemigos sin importarle que en medio estén los inocentes que nada tienen que ver, o los monumentos testigos milenarios de la historia que ellos destruyen sin medida ni misericordia.
   Lo de París es solo la continuidad de un expansionismo religioso que no tiene límites y cuenta con un poderío económico incalculable e interminable tanto en el tiempo como en la geografía.
   Lo más aterrador, es tomar conciencia de la palabra papal, cuando sostiene que ha comenzado la tercera guerra mundial.
   Y nosotros, los argentinos, no pensemos que en ese aspecto serán todas rosas ni nos creamos ser una especie de Suiza: todavía no conocemos ciertas cláusulas secretas de algunos acuerdos con países árabes, e ignoramos en qué grado los políticos nos han comprometido.
   Roguemos que el 11 de diciembre, gane quien gane, podamos enterarnos de qué lado estamos.

DOS GRANDES QUE SE FUERON


   Seguramente al Coco Feldman le costaba dejar de ser “el hijo de don Jacobo”, simpático y emprendedor “marchand” que tenía instalada su galería en calle Santa Rosa, entre General Paz y Tucumán.
   Pero el Coquito creció y no fue necesario que estudiara para ser buena persona, sino que era un atributo que llevaba por herencia: buen amigo, generoso y con gran sentido del humor, que hasta se permitió el gusto de ser columnista ocasional de Hortensia.
   Hombre del Fondo Nacional de las Artes infundió su estilo en cuanta gestión encaró, dentro y fuera de ese organismo, porque era en realidad, un enamorado del arte.

   Y partió; se fue allá lejos -quedándose demasiado cerca con sus afectos- para pasar a ser cálido recuerdo y ejemplo de compromiso y coherencia para muchos.
   Y otro que nos dejó en estos últimos días fue el “Vasco” Larrinaga, eterno pilar o segunda línea en el equipo superior de rugby del Jockey Club.
   Jugó hasta casi su ancianidad, en una demostración de amor por el deporte, correcto caballerazo y buen amigo, imprescindible en cada tercer tiempo.
   Seguramente andará por allí, manoteando nubes ovaladas en los “lines” de esa lejana cancha donde no se usan los botines.
   Para los dos, el Coco y el Vasco, que no crean que han hecho algo nuevo: sólo se han adelantado en el camino.


12 de noviembre de 2015

ES HORA DE MOSTRAR MADUREZ POR ENCIMA DE LAS APETENCIAS


Más allá del resultado del balotaje, como 
si fuera legal y acostumbrado asistimos a 
un decadente ejercicio de la prepotencia.

   Para el caso de eso que se llama respeto a la elegancia y a las leyes, el resultado de la segunda vuelta electoral es secundario ya que cualquiera de las fuerzas que apelara a ciertos injuriantes subterfugios, hubiera recibido el rechazo de la ciudadanía, al menos de los amantes del buen criterio.
   Por eso no es aconsejable ahora menos que nunca, mezclar partido -o frente- con Gobierno, porque es el poder quien está incurriendo en maniobras más cercanas al conventillo político que al sano ejercicio de la autoridad conferida por la mayoría electoral de años atrás.
   Mientras los creativos publicitarios se empeñan en abusar de la afrenta más que apelar a la propuesta propia y centran sus cañones en el adversario por encima de divulgar las bondades de un proyecto, los nervios por exceso de adrenalina han pasado a ser privilegiados protagonistas de la contienda.
   Digamos que parte de los miedos ya quedaron atrás, que la gente tomó esa intención de implantarlo en la sociedad como un recurso extremo frente a la adversidad de las encuestas, y que la contraofensiva basada en el humor decretó la ridiculización de aquella tentativa intimidatoria.
   La más utilizada fue atemorizar con el ominoso peso de la palabra “ajuste”, como si desde hace años no tuviéramos uno todos los días ya sea en alimentos, indumentaria, servicios, impuestos, transporte, medicamentos, comunicaciones, combustibles o cualquier otro rubro porque de esa jeringa no se salva ningún traste.
   Se intentó demonizar con la intimidación de cancelar los subsidios a la electricidad, al gas y otras prestaciones al igual que con la caducidad de los tantos planes asistencialistas que andan dando vueltas, en su real cometido de comprar voluntades sin esfuerzo más que en estimular la sana y digna cultura del trabajo.
   Los nervios y la inquietud han crecido en el seno del poder y la histeria es una de las principales protagonistas tanto en televisión como en gráfica y radio y especialmente a través de las redes sociales, dado que los consultores coinciden en que las agujas de las encuestas pese a su escasa seriedad a la luz de los resultados, se mantienen estables y con perspectivas no muy alentadoras para el oficialismo aunque los triunfalismos no son oportunos.
   ¿Esperan el debate? Es una instancia que poco puede modificar la determinación popular en una sociedad que ha demostrado, unos días atrás, que el vidrio dejó de formar parte de su dieta diaria y que tiene la madurez de elegir a los hombres más que a los partidos.
   Por eso debe ser que se están multiplicando los “aguantaderos” encubiertos en organismos estatales, destinados a albergar a militantes tomando como campos propicios para ese cometido a las desmembradas e inequipadas Fuerzas Armadas, la Justicia y la diplomacia, muchas veces con un festival de contratos para los que quedan al margen y pases a planta permanente para quienes se atornillan a sus cargos, incluyendo la práctica del más desembozado de los nepotismos.
   Los ascensos en Cancillería han sido caratulados como casi escandalosos, justificándolos en el hecho, más que en la sospecha, que Timerman se reporta a La Cámpora y al ministro Kicillof.
   En el capítulo dedicado a los delirios -que a veces se originan como contrainteligencia en la propia tropa- los apocalípticos que nunca faltan referían la posibilidad de una juventud levitada en armas por su vinculación con las conducciones del Renar, de Fabricaciones Militares y de Fadea, donde no se elaboran ni arandelas.
   Por lo que se advierte en estos últimos tramos de la campaña, mientras Macri y los procesos en su contra pasea en los actos con su candidata a Vice, el antes victorioso frente insiste en esconder al suyo, capacitado e inteligente ideólogo del modelo chinoista, náufrago en el mar de las dudas que ellos mismos supieron agitar durante más de una década y este sería el momento de disiparlas.
   De todas maneras no es mucho lo que cambia con referencia a ese puesto porque el actual Vice -vaya Dios a saber por qué- se mantiene condenado al anonimato y las ausencias, con su pasaporte y la visa a México incluida aunque en las sombras, de lo que puede llegar a ser el anticipo de una sombra verdadera a futuro y Justicia de por medio.
   Todo este panorama nos remite a la nostalgia de años idos, de allá por los ’90 del siglo pasado cuando Carlos Saúl I de Anillaco inventó candidatos extra partidarios surgidos del deporte y de otros impensados  ámbitos.
   Los unía -para que seamos fieles con la historia- un solo detalle que era la convicción peronista aunque algunos intentaran empolvarla de suavidad y tersura, cuando la convertibilidad anestesió a la inflación que por momentos alcanzó el 200 por ciento mensual y al final del siglo descendió a niveles inferiores al promedio mundial y más bajos, por ejemplo, que en Alemania. 
   El país tuvo un elevado ritmo de crecimiento, el más alto de los últimos setenta años, aún después de las crisis internacionales  sufridas por México, Rusia y Brasil. Entre 1990 y 1998, el producto bruto interno argentino aumentó un 43.7 por ciento acumulado, lo que implicaba una tasa de crecimiento promedio del 6.7 por ciento anual y las  exportaciones crecieron un 83 por ciento acumulado entre 1990 y 1998, pasando de 12 mil millones de dólares en 1990, a 26.5 en 1998, lo que certifica un incremento anual promedio del 13 por ciento. 
   En otros aspectos, Menem (peronista) indultó a los genocidas de  la dictadura, canjeó compulsivamente los depósitos a plazo fijo por bonos externos, alineándose con los EE.UU envió tropas a “Tormenta del Desierto”, reformó nuestra Constitución merced al Pacto de Olivos entre el menemismo (peronista) y el alfonsinismo (radical), quedó abolido el servicio militar obligatorio, con acuerdos en el Senado y Diputados se privatizaron empresas nacionales que el peronismo aplaudió, en el ’95 Carlos Saúl fue reelecto, dos años después renunció Cavallo, en el ’97 la alianza triunfó en las elecciones legislativas, un año después la CGT (peronista) decretó los primeros paros nacionales, nacen la Corriente Clasista y Combativa, la CTA y el MTA y entran en escena los primeros grupos piqueteros.
   La alianza gana las presidenciales con De la Rua a la cabeza en el ’99 y en el 2000 se agrava sensiblemente la crisis económico financiera.
   Apretada síntesis de la década a la que nadie quiere volver, aunque su eclosión haya tenido origen en un gobierno del mismo palo, si es que los “K” siguen insistiendo en vestirse de justicialistas.

 Por todo eso extraña la actitud actual de dejar “tierra arrasada” y campos minados a quien le toque en suerte conducir los críticos destinos nacionales, con el doble perverso juego del “por las dudas”, ya que si revalidan los ajados títulos será nada más que la continuidad de la crisis y si le toca a una fuerza nueva, el panorama no es muy alentador pues en lugar de un país; de una república, recibirá una bomba de tiempo cuyo detonante está y seguirá por unos meses en manos de los actuales.
   Nadie se asombre entonces ni siquiera en nombre de la nostalgia, si se actúa en legítima defensa de la República y de sus instituciones, desbaratando esa maligna, pervertida y corrupta madeja de complicidades y silencios instalada aviesamente en el seno del poder.
   Será la manera legal de gobernar sin cánceres internos, para cualquiera de los dos.
   A ningún argentino le gustaría tener entre sus compatriotas a un émulo de Atila, el rey de los Hunos.
   Donde pisa su caballo -decían sus contemporáneos- no crece más la hierba.
Gonio Ferrari

8 de noviembre de 2015

S.L.B.: 08/11/15. EL JUEGO DE LOS MIEDOS - PUERTAS ABIERTAS AL DESCONTROL MUNICIPAL - LAS CALLES Y SUS NOMBRES - LA MEGACAUSA, DIALOGO CON UN LIBERADO - BOLETO CARO - DE LA SOTA, ARBITRO IMPENSADO - LA HISTERIA DE LOS ADIOSES, etc.

Desgrabación de los principales comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 08/11/15 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

RETRATO DEL MIEDO


   En un informe de National Geographic, cuya seriedad es reconocida y vale la pena su transcripción, aparece una sintética definición: “El miedo comenzó siendo algo positivo en las sociedades prehistóricas, que salvaguardaba a nuestros antecesores de peligros como los depredadores, las inclemencias del tiempo y demás amenazas, colaborando así en la supervivencia de la especie.
   A medida que las sociedades fueron avanzando, las teorías sobre los temores fueron creciendo paulatinamente a estas, siendo utilizado en muchas ocasiones por los grandes poderes para controlar a las masas o para moldear a las poblaciones a su antojo.
   Un ejemplo claro de esto fueron las grandes políticas autoritarias, que se apoyaban en el terror para asentar sus mandatos, como el nazismo que asoló a Europa durante los años ‘30 y ‘40 del siglo pasado, que basó gran parte de su poder en el miedo.
   También la fundación de terrores en contra de otros colectivos o etnias ha ayudado a la consolidación de sistemas políticos, demonizando y achacando males y peligros a diversos grupos que en muchas ocasiones distaban de encarnar las características que se les atribuían.
   En determinados momentos de miedo, puede llegar el pánico, que hará que se desactiven nuestros lóbulos frontales, retroalimentando el miedo y haciendo que se pierda la noción de la magnitud de este y en muchas ocasiones el control sobre la propia conducta”.
   De ahora en más, lo que aquí diga como periodista no lo quieran tomar como un serio tratado científico, estudio sociológico de masas ni es una incursión por los intrincados vericuetos de la mente humana.
   Es solo un rejuntado de sensaciones vividas, mechadas con algo de lecturas a calificados autores y sentencias de sabios pensadores, en la convicción que lo importante es la conclusión que cada uno pueda obtener al aplicar este “ungüento escrito” sobre las dudas, las heridas o los recuerdos de las propias experiencias.
   Desde “el cuco” de la niñez lejana, pasando por “el viejo de la bolsa” y el terror a la chancleta materna, hemos venido superando etapas para caer después al miedo a las oscuridades, al rigor de la suegra y a los futuros inciertos como por ejemplo a la muerte, que es una instancia tan inevitable como desconocida.
   Los libros coinciden en que es una sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario y también se lo considera sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea.
   Entonces no es aconsejable generar miedo ni intentar imponerlo, si nos atenemos al pensamiento de Hugo Wast, quien dijo “Que nadie se vaya a dormir teniéndote miedo, pues se despertará teniéndote odio. Si quieres que te quieran no te hagas temer”.
   El miedo puede provocar horrendas sensaciones y llevar a situaciones insalvables, pero jamás ese temor atávico nos puede condicionar las determinaciones tomadas de corazón y con el alma en la mano.
   El día que íntimamente reconozcamos que tenemos miedo de pensar, será cuando ya estemos en un infierno. Y esto, dicho sea para apelar a la memoria y al análisis y no para infundir pánico ni terror.
   Inocular el miedo en la sociedad es tan vil como contagiar enfermedades infecciosas.
   Y la única vacuna para liberarse de esa presión torturante y fascista, es el ejercicio del pensamiento libre y la plena libertad de conciencia al optar a través del voto.
   A los miedos argentinos -espantosos y sangrientos- tendríamos que haberlos sepultado el 10 de diciembre de 1983.
   A quienes no lo hicieron, el miedo los acompañará hasta la tumba.
   Existe un claro veredicto, tan contundente como cierto y aplicable a la realidad argentina de estos días: “El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar el miedo”.
   No es una ocurrencia personal. Lo dijo Alain.
   Porque el miedo es el peor y más perverso de los tiranos.

PUERTAS ABIERTAS AL DESCONTROL


   La Municipalidad de Córdoba se apresta a motorizar dentro de su gestión, un mecanismo discutido porque para unos -los dueños de la idea- está destinado a dinamizar la tarea y para los otros, especialmente el sector sindical, se lo implementa como paso previo a la enajenación de servicios, la pérdida de fuentes de trabajo y la precarización laboral.
   La Muni, de acuerdo a lo que se puede intuir con base en la experiencia, pretende evitar la conflictividad que salta de dependencia en dependencia, transformando lo que debiera ser el trabajo responsable, en un festival de asambleas que son paros encubiertos.
   Esa modalidad del conflicto permanente le ha permitido a la dirigencia del SUOEM eternizarse en la conducción, porque al tener tantos miles de rehenes -los vecinos- el departamento ejecutivo está obligado a ceder ante cualquier demanda o capricho.
   Lo de ahora, que es la oposición al ente autárquico que permitiría a las autoridades evitar el paso de muchas medidas por el Tribunal de Cuentas, tiene al menos un perfume de nostalgia porque fue precisamente la intención de controlar a los empleados, lo que llevó a Kammerath a implementar el seguimiento satelital de la flota de vehículos, que consumían tanto combustible como si mes a mes cada uno viajara a la Luna.
   Está visto que cualquier mecanismo que pueda controlar la eficiencia laboral será resistido, porque la dirigencia precisamente se nutre de esas demandas y su satisfacción, para mostrarse combativa e intransigente.
   En pocas palabras, los dirigentes del SUOEM odian que los controlen, y el joven intendente cree que puede revertir tal tendencia aunque antes que nada debiera diluir esas sospechas que lo único que se pretende, paradojalmente, es evitar que la oposición controle el accionar de los funcionarios.
   Se pelearán todos una vez más, se resentirán los servicios como siempre, habrá huelgas interminables y de alguna manera se llegará a un arreglo, como también siempre ha sucedido.
   Lo malo es el precio que como siempre, serán los castigados vecinos los obligados a pagarlos, como pagan todos los caprichos y las exigencias de un gremio que parece entender que solo tiene derechos y que las obligaciones no existen.
   Así estamos …

LAS CALLES Y SUS NOMBRES
  

   Son necesarios argumentos de peso y trascendencia para cambiar el sentido de un nombre impuesto como ofrenda.
   Los pueblos respetuosos de sus orígenes y ancestros tienen por lo general la saludable costumbre de homenajearlos a través del recuerdo que la evocación trae al presente -entre otras cosas- en el nombre de sus calles, apartándose de la despersonalización que supone su reemplazo por números, letras u otros signos.
   Las esquinas se transforman en clásicas con nombres y no con números y esto sucede en todo el mundo.
   Es por eso que llama la atención cada vez que se pretende reemplazar esos nombres por otros, cuando los argumentos que se aplican no tienen la consistencia suficiente como para modificar la historia ni sepultar la memoria.
   Corría octubre de 1989 y Ramón Bautista Mestre era el intendente municipal de Córdoba cuando una ordenanza del Concejo Deliberante resolvió bautizar con el nombre de Eguía Zanón, de Villa Warcalde, al tramo comprendido entre calle Manuel de Falla y el límite Noroeste del ejido municipal antes designado Bv. San Martín, máximo héroe nacional homenajeado en cientos de parajes, pueblos y ciudades de nuestra geografía.
   En los considerandos de la ordenanza, la fundamentaba “como modo de rescatar el sentido de la palabra 'vecino' en toda su extensión”, atributo que adornaba al caballero Eguía Zanón, de proficua actuación en distintos ámbitos ciudadanos cuya enunciación sería demasiado extensa como valiosa.
   La situación ahora planteada tuvo sus bemoles ya que la actual Embajadora de nuestro país en México, la Sra. Patricia Vaca Narvaja, presentó una nota al Concejo Deliberante de Córdoba solicitando se reemplace el nombre de la actual Av. Eguía Zanón por el de Hugo Vaca Narvaja, iniciativa que sería considerada en la reunión que el cuerpo de ediles tendría esta última semana.
   No sería procedente ni necesario plantear un juicio de valores acerca de la personalidad o los merecimientos de cada uno de los nombres porque supondría una ofensa por partida doble y equiparable a un enfrentamiento ideológico o un enfoque político para justificar una medida que tendría la solución al alcance de la mano, simplemente con buscar otra arteria del mismo sector y evitar las consecuencias tanto morales como edilicias en cuanto a la orientación de los ciudadanos y a la logística de los servicios públicos y privados.
Es lógico suponer que el nuevo nombre propuesto para el reemplazo genere adhesiones o rechazos, los que en un marco de coherencia y respeto pueden conciliarse con una solución más que salomónica, ajustada a la mesura.
   Pero nada ocurrió, salvo un “blooper”.
   En el Concejo no tenían ni noticias que la Dirección de Catastro ya había desestimado la posibilidad por la imposibilidad de llevarla adelante.
   En una palabra, el Concejo Deliberante trataría una cuestión abstracta, teniendo tantas cosas importantes si se trata de legislar.

MEGACAUSA DEL REGISTRO

   El Sr. Ricardo Tozzi es oriundo de Marcos Juárez, en nuestra provincia y fue detenido en el marco de la megacausa del Registro de la Propiedad en abril del  2011 y permaneció bajo prisión preventiva hasta marzo del 2014.
   Recuperó la libertad unos días antes de cumplirse los tres años en virtud del fallo de la Corte Suprema de Justicia para el caso Loyo- Fraire.
   Meses antes Ricardo Tozzi había obtenido un dictámen de la Procuración de la Nación que consideraba que la prisión preventiva en la que se encontraba carecía de fundamento, lo que posteriormente fue ratificado por la Corte.
   Fue a juicio este año y durante la última semana resultó absuelto.
   Cosa curiosa: la absolución fue solicitada por el Fiscal, el mismo fiscal que lo había detenido y mantenido preso durante estos años. En este caso, como en muchos otros, el simple hecho de tener registros de llamadas, lo que no es lo mismo que escuchas telefónicas con algún imputado, fue suficiente para detenerlo.
   Supongo que con algo de alivio, ya libre luego de haber perdido tres años de su vida, tenemos en línea al Sr. Ricardo Tozzi.


La grabación de la conversación telefónica con el Sr. Ricardo Tozzi se puede encontrar en el costado derecho del blog, parte 2 de los audios correspondientes al programa del domingo 8/11/2015.


BOLETO CARO


   Es probable que el nuevo precio del boleto para el transporte urbano de pasajeros sea elevado, pero si hacemos memoria veremos que no es mucho lo que aumentó desde los primeros días de enero pasado pese a la inflación, encubierta pero dañina, que el poder central se empeña en maquillar o lisa y llanamente esconder.
   Debemos reconocer que el sistema en la ciudad ha mejorado bastante especialmente en la calidad de la flota y en la reducción de las esperas, que cercano tiempo atrás se hacían intolerables.
   No está en su nivel óptimo, pero tiende a mejorar si se mantiene el ritmo de su consolidación como sistema, para un usuario que en general rechazaba el cospel y después tuvo la misma actitud frente a las tarjetas, modalidad que ha permitido abaratar costos e incrementar la velocidad comercial de los ómnibus y la rentabilidad del servicio.
   El subsidio al boleto reduce mínimamente su incidencia en los bolsillos, pero si la prestación es eficiente, queda justificado al incremento aunque haya estado afuera de las promesas preelectorales de no modificar la tarifa por este año.
   Algo por lo menos en beneficio del castigado pasajero, que podrá gozar en plenitud cuando se restablezca la continuidad de las prestaciones, ahora interrumpidas en atención a la interna sindical y por intereses contrapuestos de sus protagonistas.
   Que entre ellos se peleen, se escupan, se insulten o se violen, pero que dejen de manipular a los que sostienen sus sueldos elevados en base a incrementos que logran por dejarlos de a pié cuantas veces se les ocurre.
   Y que después, para colmo, tengan la caradurez de pedir disculpas …
  
UN ÁRBITRO IMPENSADO


   A dos semanas de una definición que desde muchos sectores de la sociedad califican de histórica, la campaña proselitista viene mostrando altibajos y sobresaltos por igual, matizada con síntomas de intolerancia que le restan seriedad.
   Eso de las acusaciones cruzadas, las descalificaciones, la instauración de la mentira por una parte y las amnesias por otra, le vienen aplicando duros golpes a la Democracia e incluso al buen gusto, por el calibre de las agresiones.
   El manejo de las encuestas es otra de las cuestiones que ha quedado casi en claro, frente al fracaso de los principales gurúes de la opinión, que no le acertaron ni por cerca a los números de la primera vuelta, salvo alguna que otra aislada excepción.
   La mayor incógnita es el destino que tendrán las voluntades que acompañaron a Massa el 25 de octubre y en medida menor los votos del pibe Del Caño y de Margarita.
   Y como el caudal del tigrense puede definir la contienda, desde las otras dos veredas se lanzaron a su conquista, alguno con desesperación y el restante con cautela.
   Pero ambos, tanto Scioli como Macri, debieron pasar y posar con el inventor del cordobesismo y dejarle sus propuestas pero más que nada sus coincidencias de plataforma, con el promesómetro a full y al descubierto.
   Qué pasará con eso, lo veremos en la mejor de las encuestas, que se daría a conocer alrededor de las 22 del domingo 22, día al que desde ya se puede calificar con ese espíritu de síntesis que nos caracteriza, como 22-11-22 aunque sea para jugarlo como redoblona en la quiniela.
   Lo más importante de todo, es que José Manuel ha mostrado una leve preferencia por el boquense, dejando a Massa en la dulce espera de lo que vendrá.
   Los mal pensados dicen y no quieren que se divulgue, que es la sutil manera que encontró De la Sota para pasarle facturas al nivel nacional, por todas las que dice que le hicieron en estos últimos años, marginado y ninguneado en muchos aspectos.
   Cada político, por experiencia, sabe esperar, con el tiempo suficiente como para masticar su revancha.
   Si hasta el Papa Francisco, se me hace que cayó en eso de pasar facturas …
   Y si no, pregúntenle al bueno y ahora silencioso Aníbal Fernández.

HISTERIA DE LOS ADIOSES


   No recuerdo con precisión a quién corresponde una definición poética, sencilla pero terminante -creo que se trata de un escritor cordobés- que se preguntaba ¿Y qué es la vida? para contestarse magistralmente “La vida es tan solo un pañuelo de despedida”.
   Y las despedidas pueden ser tristes o alegres, según el temperamento de los protagonistas de cada historia, porque hay adioses que significan liberaciones y otros que son el rostro de la esperanza en el reencuentro.
   De todas maneras no es grato, en general, irse de donde uno se ha sentido cómodo, halagado, mimado y enriquecido no tan sólo en el aspecto espiritual o intelectual.
   Por eso causa dolor cuando alguien que supo atribuirse y aún se atribuye condiciones casi sobrenaturales, reencarnaciones divinas o una predestinación mágica, encuentra en la histeria el método más idóneo de despedirse, cuando debiera estar agradecida por todo lo que dice haber logrado.
   Dejar el sitio que tanto se dice amar, sembrado de peligros económicos y riesgos que hacen las delicias de los agoreros y tremendistas, es un penoso síntoma de hipocresía que daña a la sociedad en su conjunto, sin distinción de preferencias políticas ni de ideologías.
   No es necesario ser apocalíptico para evaluar un futuro tan incierto como inestable, si tomamos en cuenta los ominosos años que nos auguran los que de alguna manera se resignan a perder el poder y sus ventajas.
   Pero la histeria no es el mejor de los mensajes, porque es la ropa que a veces lucen el odio y la frustración.
   “Siempre oprime dolorosamente el corazón humano, aunque sea extraño, el que se va y dice adiós para siempre”, supo sentenciar Giácomo Leopardi.
   Y al leer los diarios o ver la TV estos últimos días, existirían pocos argumentos como para sostener que está equivocado.




LEGÍTIMO ORGULLO
POR NUESTRO BLOG

   No es fácil permanecer y crecer en cualquier medio periodístico cuando de generar y divulgar opinión comprometida se trata, en un escenario altamente politizado y alterado por ciertos conflictos puntuales y su manejo desde el poder, que con sinceridad sea dicha ha provocado desencuentros en la sociedad argentina, antes impensados o pocas veces con la virulencia que ahora nos sorprende.
   Nuestro programa “Síganme los buenos” que se emite desde hace más de 7 años por AM580 Radio Universidad de Córdoba los domingos entre las 16,30 y las 18,30 fue el punto de partida de este blog que se nutre del material de dicho espacio y notas de actualidad originadas durante la semana.
   Desde nuestros tímidos comienzos nos fijamos metas y una de ellas era llegar a las 100 mil visitas lo antes posible y el vértigo noticioso lo permitió: ese objetivo ya está logrado merced al esfuerzo, la profesionalidad y el cariño de mucha gente involucrada en SLB, desde los operadores de estudio hasta la locutora de cada domingo, los técnicos de planta y especialmente la enorme participación de la audiencia con sus mensajes telefónicos y de manera sobresaliente el equipo técnico informático de la pos producción con su dedicación permanente.
   Párrafo aparte para la ímproba tarea de nuestro especialista en cuestiones previsionales, el abogado Héctor Mario Silvestro con su habitual solvencia y todos los que de una u otra manera ponen el hombro en este emprendimiento que domingo a domingo busca consolidarse en la consideración de la audiencia, que muestra siempre su alta vocación por participar.
   En un espacio donde no existen la mala intención, el autoritarismo, las mordazas de la censura ni los condicionamientos ideológicos, es maravilloso podernos encontrar a la hora de la celebración con el placer de estar rindiendo tributo a la Democracia, a la diversidad de opiniones y al respeto por las posturas antagónicas.
   En el blog www.gonioferrari.com se pueden encontrar los contenidos allí atesorados desde tiempo atrás, la música clásica de todos los géneros y los comentarios que se originan en los temas de la actualidad tanto local como nacional e internacional.
   Esto no es otra cosa que la pirotecnia y las burbujas del festejo, con el reconocimiento a quienes nos permiten seguir haciendo lo que nos encanta.
   Ellos son los SRT de la Universidad Nacional de Córdoba, los auspiciantes y más que nadie, los oyentes.
   Junto a todos, nuestra mayor gratitud y ¡Salud!