30 de junio de 2013

SLB-300613-NO ES NECESARIO SER JULIO VERNE - LOS VICIOS ARGENTINOS - LA IMPUNIDAD Y SUS LIMITES - etc.



Desgrabación de comentarios del periodista Gonio Ferrari en el programa “Síganme los buenos” del domingo 30 de junio de 2013, emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.


NO ES NECESARIO SER JULIO  VERNE

   La gente, por imperio de las frustraciones y los desencantos, dejó de comer vidrio hace tiempo y buscó platos alternativos apelando a insumos tales como resignación en pequeñas dosis, y bronca e impotencia en respetables cantidades.
   Con el paso de los años aquellos que eran platos de volúmenes homeopáticos llegaron a transformarse en banquetes casi lujuriosos, que se traducían en la pérdida paulatina de la paciencia.
   Por fortuna, aún estamos lejos de agotarla, pero todo llega.
   Estoy hablando del respeto a los políticos, por esa necesidad ciudadana de ejercer una recuperada democracia que durante tantos años nos escamotearan los malos militares y los ambiciosos civiles, con sus secuelas de autoritarismo, de violencia y de luto.
   El descrédito generalizado hacia los dirigentes -y no hacia la política, que ejercida con honestidad es maravillosa- quedó demostrado más de una vez en el menguante nivel de participación en actos eleccionarios, en el desinterés de la juventud por integrarse a los partidos y en el encriptamiento de una virtual casta eternizada en los cargos y en las nóminas de candidatos.
   No es casual que hayan quedado arrumbadas en las penumbras del olvido las grandes concentraciones, las convocatorias masivas, el fuego oratorio en las tribunas, el folklore ideológico y tantas otras bellas y añoradas manifestaciones de la militancia.
   La responsabilidad de esa especie de “fervoricidio” es en gran medida del aparato mediático que con su tecnología que día a día nos sorprende, llega a los lugares más remotos de cualquier geografía, porque es más efectivo un costoso “spot” televisivo de 90 segundos que un acto presencial.
   Se me ocurre suponer entonces que los partidos, al ver que la gente se alejaba, optaron por desesperación, apelar a personajes de la farándula, del deporte, de la actividad empresaria y de otros campos, siempre y cuando fueran conocidos.
   No está muy equivocada la Sra. Presidenta cuando alude a los “rejuntes”, que han pasado de ser la excepción, a transformarse en una regla.
   Lo malo es que en eso, cayeron todos los partidos porque ven esfumarse aquella mística de la tribuna, de la arenga, de la confrontación de posiciones, de la irreemplazable magia que suponía la preparación y la concreción de un mitin.
   Todo eso está muriendo, lenta pero inexorablemente a manos de las redes sociales que a cada instante -son millones de instantes- reparte sopapos a diestra y siniestra con un impacto tan masivo como jamás lo hubieran soñado los caducos políticos de antes y muchos de los actuales.
   Y si las campañas fueron eclipsadas por la tecnología, otro tanto ocurrirá con la manera de gobernar, más allá de la forma que se imponga con el paso de pocos años, para elegir a las autoridades.
   La gente usará las redes sociales para convocar, para discrepar, para oponerse a la corrupción, para posicionar iniciativas, para movilizarse, todo esto en una genial manera de perder definitivamente los miedos y recuperar el respeto hacia la devaluada política, práctica desprestigiada por quienes la ejercieron y aún la ejercen en beneficio propio.
   Es lo que veo venir como futuro que gozarán mis nietos y eso me colma de alegría, porque el progreso tiene su precio y gustosamente hay que pagarlo cuando sin estúpidos egoísmos está destinado a promover y asegurarnos el bienestar general.
   Y será un placer vivir la transición histórica, gracias a esa tecnología avasallante, de ver a los malos políticos, a los inescrupulosos, a los corruptos, a los aprovechados, a los ávidos de poder y de dinero, reducidos a patéticos fantoches de una murga que se quedó sin carnaval.

LOS VICIOS ARGENTINOS

   No es para sentirnos orgullosos, pero en algo marchamos a la vanguardia con relación a otros países, incluso los de la misma región.
   Somos líderes en la timba, en el consumo de drogas y no sé en qué otro rubro, posiblemente en tabaquismo y adicción al alcohol.
   La verdad, cuando tiempo atrás nos planteábamos la certeza de estar mejorando, de progresar, de terminar con viejas mañas y costumbres, nos encontramos ahora con esta aciaga novedad que es para abatir a cualquiera.
   A cualquiera, naturalmente, que no esté con el comercio de tantos venenos porque progresar en las ventas es el negocio.
   El descontrol siempre tiene su correlato en las estadísticas, salvo en aquellos casos que los números se dibujan como por ejemplo en los índices de pobreza, de inflación y de otros parámetros que sirven más que nada para irritar a los gobernantes.
   Desde el momento que el juego se ha legalizado y es el Estado el único que lo maneja pese a la existencia de casinos,y la creciente cantidad de máquinas tragamonedas, se ha hecho incontrolable, como es inmanejable la ludopatía para cuyo tratamiento el propio Estado y por ley, tiene la obligación de atender.
   No hablemos del tabaco ni del alcohol, para cuyo control no bastan los cartelitos en los envases ni las frases impactantes.
   Seguirán siendo las drogas que están siempre al alcance de cualquiera, sin importar la edad de quienes los consumen.
   En suma, tenemos records en aspectos que marcan, por sobre cualquier especulación, que lo más saliente de la personalidad argentina sigue siendo el descontrol.
   Un mal síntoma que presagia momentos más difíciles de los que vive la ciudadanía, como consecuencia más notable, en los efectos que provocan la droga y el alcohol.

LA IMPUNIDAD Y SUS LIMITES

   Si fuéramos a ponernos exigentes a la hora de calificar actitudes, bien podemos sostener que el caso de este personaje que es el Dr. Carbonetti bien se puede inscribir en los anales del tráfico de influencias.
   Tiempo atrás y para que podamos establecer algunas analogías, solía abrazar esa costumbre de abrir puertas y recomendar negocios ese muchacho, que fuera amigo de Angeloz y que intentara vender una cárcel donde ahora es un bonito paseo urbano.
   Porque si ponemos una imagen sobre otra, más allá de las diferencias físicas, el bueno y desmemoriado Luis Mentira .. perdón, Luis Medina Allende solía practicar el mismo deporte de ser influyente, por su marcada cercanía con el poder.
   No tengo idea si Carbonetti es tan fabulador, creativo y mitómano como el bueno de Luis, quien decía y dice ser amigo de reyes, maharajaes y banqueros internacionales.
   Pero que la influencia del pope justicialista es enorme, no se puede negar por su curiosa habilidad de esquivar conflictos, cultivar el perfil bajo y evitar exageradas exposiciones mediáticas.
   Sin embargo, una inspectora municipal lo puso en su lugar, me refiero a Carbonetti, porque a Medina Allende en su momento le hizo la boleta un tribunal y lo tuvo un tiempo encapachado.
   Entre nosotros, donde nada se consigue gratis y nunca falta quien te pase una factura, habría que ver cuál es la deuda municipal o política, institucional o personalmente hablando, con el bellvillense que en los últimos tiempos, se dice, tiene más propiedades que el alóe Vera.
   Una brisa de aire fresco, saber que dentro de todo y pese al peso -hablo de las influencias- la impunidad que algunos creen haber consagrado, tiene un límite.
   Y mire que simple es encontrarlo y hacérselo notar a quien se cree poderoso: solamente bastaron un silbato, una grúa, un par de fotos e imágenes televisivas… y la ley.

EL INUTIL CARNAVAL

   Es tan absurdo plantearse el tema como una barata y simple cuestión de números, que es para pensar que tanto el gobierno provincial como la oposición, han caído a la práctica de eso tan pernicioso que es la pavada.
   ¿A quién le importa, realmente, lo que costó el carnaval cuartetero?
   Si se gastó de más, ya está gastado y nadie va a devolver un mísero mango, porque quienes lo recibieron, también se lo gastaron.
   Perdón por la primaria simpleza de la enunciación, pero es la verdad despojada de adornos y aristas ideológicas, financieras y de cualquier otro orden.
   Es imposible creerle al super ministro delasotista que se gastaron menos de cuatro palos, con solo calcular el gasto de combustible y viáticos de los vehículos y personal que hubo que traer desde Brasil.
   Como es graciosa e infantil la postura del titular de la agencia Córdoba Turismo, en el sentido que sirvió para estimular el turismo extranjero hacia Córdoba.
   ¿Quién carajo se va a venir hasta aquí para carnaval, si Gualeguaychú está de paso, y el cuarteto aún no es universal?
   Es cierto que para el mercado interno puede ser un impacto, pero para eso no era necesario desequilibrar el presupuesto importando tantos elementos cuando aquí, para cuartetos, tenemos de sobra y para exportar.
   Lo que realmente se debe cuestionar es la oportunidad del gasto, lo innecesario de hacerlo y más que nada, la olímpica falta de respeto hacia eso que le llaman las prioridades.
   Aunque es buena y a veces sana la diversión, desde el poder se olvidan de las escuelas sin baños ni vidrios, de los hospitales sin equipamiento, de las pésimas condiciones de alojamiento de los enfermos mentales, de la falta de nafta para la policía, del pésimo estado de los caminos que poco se ven y de tantas otras materias pendientes.
   De lo contrario, que nadie se queje si la gente reflota el viejo dicho de “pan y circo”.
   Aunque en realidad, con el precio del pan, solo nos quedaría el circo.
   Payasos, hay de sobra.

25 DIAS SIN CLASES

   En una escuela cordobesa, de esta Córdoba que tanto gasta en carnavales, en publicidad oficial y en tantas otras pavadas, hace 25 días que no tienen clases por su deplorable estado edilicio.
   Sus alumnos decidieron interponer su atacada dignidad por encima de la burocracia, y les hicieron ver a los mayores, a esos que mandan, que la educación no es tan solo llenarse de conocimientos sino de hacerlo en un escenario adecuado, sin lujos pero con lo básico.
   Y allí tuvieron que quedarse, chicos y chicas, poniéndole el pecho al frío, a los tapones de cera que afectan los oídos de los gobernantes, y la cascada de diarias promesas que solo intentaban hacer levantar la medida para volverse a olvidar de lo que también prometieron tiempo atrás.
   Gracias a Dios, pensaron algunos hasta que debieron reconocer haberse equivocado, que el ministro es del palo; que fue educador, que pasó por las aulas y que desde el gremio que presidía luchó por la dignidad de los trabajadores del sector.
   Ni eso sirvió, porque prometió visitarlos, dar la cara, y no fue.
   Todavía está a tiempo, aunque por conocerlos que son todos iguales, irá a la escuela y perdón por la sinceridad de pensamiento, no para interiorizarse por el estado de los chicos ni por la recuperación del tiempo perdido, ni para preguntar si queda algún arreglo pendiente.
   Irá, seguramente, para aparecer en la foto.
   La verdad, y como justo homenaje a la firmeza y el compromiso cívico de los chicos del Cassaffousth, me encantaría equivocarme.

MERECIDA REIVINDICACION

   Ayer y con escaso despliegue en el conocimiento de la gente, se conmemoró el Día del Camarógrafo, en homenaje a uno de ellos que años atrás, en una refriega urbana en Santiago de Chile, filmó su propio fusilamiento.
   Tengo alguna experiencia, mínima como practicante de la cámara, pero bastante intensa en cuanto a seguirlos de cerca, a ser parte menor de su sacrificio, de su responsabilidad por mostrar la realidad.
   ¿Qué sería de los carteludos periodistas de la televisión mundial, sin los camarógrafos?
   La tarea de esos famosos quedaría reducida al relato, como resultado de la imaginación de cada oyente o televidente.
   Viene entonces la pregunta para todos los que mandan, o dicen mandar en la televisión argentina: ¿por qué se oculta la identidad de los camarógrafos, y solo se resalta la tarea del periodista, en las grandes notas?
   ¿Por qué el gremio que los cobija no exige trato igualitario, que termine con la discriminación profesional?
   ¿Es que los periodistas notables temen regalar una parte de su protagonismo?
   Más allá de las cuestiones afectivas que me unen a estos ladrones de instantes irrepetibles, quiero saludarlos con un abrazo y decirles que por encima de su dedicación, de que siempre están más cerca del peligro que nosotros, los admiro por su valentía y su nivel de compromiso con las imágenes, que son la máxima verdad.
   Porque al relato, al bla bla, honesto o no, certero o no, lo manejamos nosotros.
   A lo mejor por eso es que los envidio un poquito.

ALGO MAS ACERCA DE LA MEGACAUSA 

   El manual básico de Amnistía Internacional, entre otras interesantes definiciones dice que "El riesgo de que se cometan abusos contra los derechos humanos comienza desde el instante en que las autoridades tienen sospechas sobre una persona, continúa en el momento de su detención, durante la prisión preventiva, en el curso del juicio, y sigue presente durante todos los recursos, hasta llegar a la imposición de la pena.
   La comunidad internacional ha establecido normas  para definir y proteger los derechos de las personas a lo largo de todas estas fases"
   Desde hace más de un año, leemos todas estas normas que consagran el derecho a la libertad, a ser considerado inocente y a no ser encarcelado sistemáticamente por las dudas.
   Parece que en esta causa se apunta más a la efectividad mediática que a la calidad judicial, y de hecho al cumplimiento del derecho.
  La exposición mediática de personas en prisión preventiva presentadas como delincuentes, en complicidad con el sistema procesal, patrocina el desprestigio público y la condena social, atentando peligrosamente contra sus derechos.
   No se entiende bien por qué se crean fiscalías especiales, con presupuestos que no se conocen, para investigar causas "supuestamente" complejas, en las que se investigan los mismos hechos una y otra vez, y con gran difusión mediática, cuando el sistema judicial está abarrotado de causas y denunciado por mora. 
   Si pese a todo este marketing judicial los empleados del Registro continúan solicitando seguridad jurídica para poder trabajar, ¿será posible entonces que la justicia no haya dado o no quiera dar con los verdaderos culpables?
   Tengo la íntima convicción, periodística en este caso, que aún quedan varios puntitos oscuros en esta causa.
   Acumular decenas de presos y  condenados bajo el arbitrio de la convicción de los jueces no mejora la sociedad, y  nos remite a la precaria época de la Inquisición,  pero peor aún, porque nos impide el real conocimiento de la verdad, perpetuando la impunidad de los culpables.
   Nelson Mandela, 27 años preso injustamente, fue sabio al sostener que “La injusticia, en cualquier parte, es una amenaza a la justicia, en todas partes”.

MORENO Y LA DESINDUSTRIALIZACION

   Varias empresas cordobesas, especialmente del sector industrial y de alta tecnología, están en las últimas con relación a los insumos importados, necesarios para la continuidad de su producción.
   Es imposible acceder al capricho morenista de fabricar todo íntegramente aquí, o exportar para equilibrar la balanza si la producción se detiene y el proceso no es traumático como ahora, sino gradual y con criterio.
   Habrá que entender, como Moreno ni siquiera atiende los teléfonos que le suenan para requerirle soluciones, que esta manera de actuar es parte de la penitencia nacional hacia Córdoba.
   ¿Es que Moreno pretende que la paralización industrial tenga consecuencias de malestar y demanda social?
   No creo que el pintoresco encargado del comercio interior tenga la costumbre de escupir para arriba, a menos que presione para obligar a los empresarios a buscar arreglos al margen de lo legal.
   Nadie pide que se abran los grifos hasta el punto de afectar la producción nacional, sino que las cosas se hagan para no discontinuar lo que le llaman años de progreso.
   Y de paso, que el bueno de Moreno busque en las pantallas de televisión Led, escondidas entre algunos stickers de la parte de atrás, un rótulo que dice “Made in China”.
   Me comentaron que esos casos se dan en los televisores que se anuncian como fabricados en el Sur del país.
   Apelando a esa práctica, hasta yo me animaría a promocionar una industrialización nacional, así de tramposa.
  
  

25 de junio de 2013

MAS PREVISIBLE QUE LA DIARIA SALIDA DEL SOL


Cada vez que el ala violenta de la UTA hace sus urbanas manifestaciones de daño y prepotencia, advertimos que con el paso de pocos días, el sector empresario apela a su lacrimógena, irracional y arbitraria costumbre de pedir un aumento en el precio del boleto.
Es para pensar, entonces, que el acuerdo entre cúpulas está vigente porque los dueños del sistema y quienes timonean al sindicato del área, siguen jugando con la paciencia ¿ilimitada? de los usuarios y el impropio manejo de tiempos por parte del poder concedente que es la Municipalidad.
El cuento de nunca acabar: ellos inmovilizan el servicio, cortan calles, dañan la propiedad privada, destrozan mobiliario urbano que es de todos, golpean a ciudadanos, contaminan con humo y pirotecnia el medio ambiente, les roban presentismo y puntualidad a trabajadores como ellos, paralizan la ciudad, después graciosamente cobran por los días no trabajados y de postre, desde el otro sector, los empresarios demandan mayores subsidios y actualización de la tarifa porque dicen no poder cumplir con el pago de sueldos.
Y los imbéciles de esta opereta parecen ser los usuarios, esos mismos que sostienen nuestro perverso y pedorro servicio de transporte urbano, que nunca brinda una seguridad total acerca de su cumplimiento y que las frecuencias son manejadas al capricho infame que plantean empresarios del sector y el gremio que nuclea a los choferes, inspectores, mecánicos, etc.
No se trata de ponerle techo a los suculentos salarios de todos los actores de este sainete, pero se me ocurre que ha llegado la hora de desarticular la maldita trenza que tiene a los pasajeros como rehenes, desamparados por una autoridad ausente que solo reaparece a la hora de los discursos, de las promesas y de los anuncios que diluyen la gravedad de la situación.
Los muchachos de la UTA se quejan por el obvio maltrato de la gente después de cada acostumbrado conflicto, pero olvidan las torturas y los perjuicios de que son capaces en nombre de su insaciable voracidad, fortalecida por su acuerdo con los empresarios y la indiferencia del poder.
Este nuevo desplante, absurdo y casi delictual por la presión que supone, es un serio y posiblemente postrero llamado de atención por lo que pudiera ocurrir de ahora en más, si el precio del boleto se vuelve a incrementar más allá del aumento dispuesto en enero último, con lo que quedaba cubierta la expectativa anual de inflación.

Que los adinerados y ambiciosos empresarios, los famélicos e insatisfechos dirigentes de la UTA y los claudicantes del poder, sepan que Brasil no está tan lejos, y que la gente está cada vez más cerca de Brasil. 

23 de junio de 2013

SLB 23-06-13 LOS 400 AÑOS DE LA UNIVERSIDAD DE CORDOBA - LA CORTE SUPREMA Y LA DEMOCRACIA - EL PAN EN ALZA - EJEMPLO DE UN NIÑO DE 12 AÑOS - LA MEGACAUSA DEL REGISTRO - CASAS PARA TODOS, ETC.



Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” emitido el domingo 23 de junio de 2013 por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

LOS 400 AÑOS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE CORDOBA

   Más allá de todo lo emotivo y trascendente que significa cumplir cuatrocientos años, se me ocurren algunos comentarios que pueden ser tenidos en cuenta, para la ocasión de aquí a un siglo, de festejar medio millar de años, o cien lustros, o cincuenta décadas.
   No suele ser buena la mescolanza de una necesaria solemnidad, con la transformación de un acontecimiento tan caro al sentir cordobés, en una tribuna más que política, partidista y monocolor.
   Como en todos los grandes sucesos hubo una tácita y prudentemente encubierta confrontación de posiciones y quien lo niegue estuvo en otro acto.
   Y como siempre es bueno y aconsejable colocarse en el cantero del medio, el panorama de ambas veredas se hace más accesible y fácil de entender.
   Aunque el acto de los cuatro siglos más que evocativo de tan magno acontecimiento, fue una movida política armada desde Buenos Aires, convengamos en que el grupo Clarín también hizo la suya.
   Para el concentrador de medios no era tan trascendente lo de los 400 años, como los 28 minutos que duró la por momentos encendida exposición presidencial.
   El grupo hegemónico,  tal como le dicen, dedicó espacios gráficos y tiempo radial y televisivo más a cuestionar la verborragia cristinista, la presencia camporista y la disputa por los espacios cercanos al palco, que a resaltar la trascendencia de un aniversario tan importante no tan solo para Córdoba y el país, sino con alcance continental.
   Si el gobernador no asistió, si lo que hizo estuvo bien, si el discurso presidencial fue dulce, medido o agresivo, son detalles secundarios que nada tienen que ver con una celebración tan esperada.
   Y cuando nos enteramos que la banda Bon Joví actuó gratis en España, atendiendo a la crisis que allí se vive y la presencia de tanta juventud, la voracidad de Fito Paez y la inoportuna generosidad de quien le pagó, transforman lo del rosarino en una costosa, evitable y lamentable anécdota.
   En Córdoba tenemos artistas, locutores … y locutoras de sobra, e incluso varios que han pasado por la Universidad Nacional, que tendrían que haber sido convocados para ser parte de la celebración y donar la enormidad que se le liquidó a Paez, a razón de diez mil pesos el minuto, a cualquier entidad de ayuda a los desprotegidos o necesitados.
   Sin ir más lejos, los coros unidos de las facultades, escuelas, etc. ofrecieron un espectáculo conmovedor, lo que no logró el costoso visitante que tomó este compromiso, el de los memorables cuatro siglos, como un recital cualquiera.
   Y como lo que se paga es presencia y no calidad, lo mismo cobró, y eso que nos hizo precio.
   Quiero entonces resaltar el maravilloso compromiso de los reformistas; de los que lucharon por sus ideales desde los claustros; de quienes abrazaron el quehacer universitario como un estilo de vida; los que desde las aulas y los gabinetes se empeñaron en recorrer el camino del saber, y a la vez de la lucha política.
   Ese fue, al menos para mí, el espíritu de ese festejo, con el reconocimiento al esfuerzo de quienes quedaron en el camino, de la misma manera que es plausible el hecho de llegar a la meta.
   Y por encima de todo, puedo jurar que es hermoso y casi mágico sentir el orgullo de ser cordobés, tan cordobés como nuestra Universidad Nacional.
   La de los cuatro siglos de historia.

EL NIÑO Y SU BANDERA

   El adolescente lo hizo calladito, silenciosamente incluso para sus padres y hermanos, porque con sus cortos 12 años bebió demasiados tragos amargos, castigado por tantos contratiempos que no hicieron mella en su naciente sentido solidario.
   Con esa edad todavía no vota pero aprende, como aprendió que el Estado del que forma parte se desentiende de algunas cuestiones que no son menores, pero que los que mandan las consideran secundarias, como puede ser para un burócrata que la bandera esté desteñida o deshilachada.
   Seguramente ahora, aquellos que prefirieron asignar fondos para otros destinos en lugar de reemplazar a esa bandera, se deben estar peinando y maquillando con cemento para no perderse el acto de reconocimiento y homenaje que es imperioso realizarlo porque el muchachito ampliamente lo merece.
   Pero esos dirigentes no se producen, como vulgarmente se dice, para ser bien considerados por la comunidad educativa.
   Se preparan para salir sonrientes en la foto, como si fueran oportunos y eficientes.
   Un niño de 12 años, más que una lección de patriotismo y solidaridad, les dio a los mayores, a esos que no tienen tiempo para resolver cuestiones mínimas pero importantes, una simple enseñanza de vida.
   Roguemos que los que mandan, la sepan aprovechar.
   Esta reflexión nace de un hecho altamente emotivo: un niño  alumno de una escuela de Villa General Belgrano, quien  ahorraba moneda a moneda para golosinas, destinó el contenido de su alcancía a la compra de una bandera para su colegio, porque la que veía todos los días estaba bastante deteriorada.
   Ese niño, de una humilde familia que vivió y vive un sinnúmero de privaciones, demostró a los escépticos que no todo está perdido …

EL SEÑOR INVIERNO

    Ya empezó el tiempo de las heladas, con lo que el invierno se vino con todo y sin aviso, salvo algunos días que presagiaron el frío inminente, durante ese casi eterno y único otoño que año tras año gozamos los cordobeses.
   El invierno tiene para la mayoría un encanto particular y para otros, muchos también, la incomodidad de tanta ropa encima, el peligro de la gripe y la peligrosa molestia de la escarcha en las veredas.
   Y ahora que llegó el invierno de siempre, es cuando vemos que se presentan problemas iguales o más graves que en el verano, porque el voltaje de la electricidad baja y daña, mientras aumentan el consumo y el costo de la energía.
   En consecuencia, los culpables de esos problemas somos nosotros los usuarios que sostenemos el sistema, porque consumimos en exceso, y no los patriarcas de la luz que gastan la recaudación en publicidad y en obras que anuncian, pero que jamás concretan.
   Y la historieta se repite: en verano la culpa es de los acondicionadores de aire, de los ventiladores y de las heladeras, mientras que en invierno la responsabilidad por el deficiente servicio se la endilgan a las estufas, los caloventores y los calefactores.
   Resumiendo, la culpa es nuestra y jamás de la imprevisión de ellos, que bien se ocupan de cobrar sumas suculentas por una eficiencia que no demuestran, pero se olvidan de equiparse para enfrentar algo tan previsible como el calor del verano o el frío del invierno.
   Es en vano reclamar que nos respeten como usuarios, porque tienen la prepotente soberbia del monopolio.
   Pero si alguna vez las cosas se hicieran con seriedad, y se permitiera la generación de energía por otros prestadores, distinta sería la situación.
   Nadie piense que aliento la privatización de la EPEC, sino su modernización tecnológica y su despolitización, para que alguna vez sea bien manejada, eficiente y con tarifas accesibles, y no con los excesos actuales que más se destinan al pago de sueldos astronómicos que al sostenimiento del sistema.
   Y ahora que por presión sindical y para evitar conflictos piensan incorporar a más de 200 empleados nuevos, alguien tendrá que pagarles y no será la empresa, sino que ajustarán la tarifa para que sigamos pagando nosotros.
   Porque de última, en definitiva, a ellos poco les importa cobrar la energía más cara del país, porque tienen más de tres millones de rehenes que religiosamente pagan los caprichos de los inoperantes.
   En pocas palabras, porque pagamos nosotros, y ellos jamás pagaron ni un mísero kilovatio.
   Sin embargo, vaya injusticia, el sufrimiento es de los usuarios y los iluminados son ellos.
  
EL PAN, LA NAFTA, LA NUEVA TARJETA, ETC.



   No hay poder político ni manera alguna de neutralizar los aumentos de los precios, cuando la nafta se descontrola o la descontrolan pensando que nada ocurrirá como si gozáramos de la maravillosa traslación virtual que evitaría el flete.
   Es una afrenta a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, que el kilo de pan ronde los 20 pesos.
   Duele que esté ocurriendo esto en el granero del mundo, y que vaya a saber Dios por qué sortilegio, parece que deberemos importar trigo,
   ¿Culpa de los sojeros o del bajo precio de las espigas?
   Los poco utilizados y oxidados cerebros de los que manejan las estrategias de comercialización de productos básicos, muestran una ignorancia rayana en la indiferencia hacia los padecimientos del prójimo.
   Porque el límite para acceder a la pobreza está cada vez más al alcance de los argentinos, salvo los casos de aquellos que sin trabajar ni devolver en esfuerzo lo que reciben, gozan de planes sociales, subsidios y otras ayudas en esto que para muchos es una bacanal de becas a la vagancia o lisa y llana compra de votos.
   Y para colmo, se viene la tarjeta con la que se podrán comprar los productos enlistados en la inamovilidad de sus precios, que pretende no tan solo convivir con las actuales, sino liderar el mercado dejando atrás a las tradicionales.
   Para asegurarle el éxito, los precios tendrían que modificar su actual pésima costumbre de lo que llaman reacomodamiento numérico, para no decirle incremento.
   Sería apresurado jugarse al fracaso de esa tarjeta, dilecta hija de Moreno, sobre todo porque no hay nada mejor que verla bailar para poder juzgar a la bailarina … o al bailarín.
   Y que no vayan a surgir dudas acerca de su nombre.
   Nadie se extrañe por plantearlo de esta manera.
   Les cuento que tiempo atrás, un amigo mío de muy pocas luces, creía que fornicar era una tarjeta de crédito.

CASAS PARA TODOS

   Por allí uno piensa que el Inadi omite actuar en ciertas y repetidas manifestaciones de abierta y casi descarada discriminación, en parte a lo mejor por conservar la quintita o porque las órdenes vienen de más arriba.
   Se ha instalado entre nosotros la cultura del piquete callejero, hasta el punto que no más de cincuenta personas son necesarias para paralizar virtualmente la ciudad, cuando se instalan en tres puentes y cuatro esquinas céntricas.
   No me venga nadie a cargarme la responsabilidad de criticar a quienes tiempo atrás ocuparon terrenos fiscales, porque quienes lo hicieron sabían de qué se trataba y quienes lo permitieron también … sabían que eran votos.
   ¿Se ha puesto el gobierno en el lugar de quienes pese al esfuerzo y al sacrificio cotidiano no llegan ni por asomo, a cumplimentar las exigencias de los mal llamados créditos sociales para vivienda?
   Si cada candidato tuviera todo lo que la burocracia bancaria le exige para otorgarle el préstamo, demostraría que no lo necesita.
   Entonces, es una encubierta discriminación hacia quienes padecen la carencia de un techo propio y se sacrifican, el conceder viviendas a quienes solo conocen el mecanismo de la ocupación ilegal o de la presión callejera, frente a un gobierno que para evitar el malestar social, alienta otro cuantitativamente mayor, sumado a la sospecha.
   Porque si se hiciera un honesto y sostenido seguimiento de esos beneficios, surgiría más de una sorpresa.
   Y quienes están en esta cuestión, lo saben muy bien.

LA CORTE SUPREMA Y LA DEMOCRACIA

   Si hay algo en las sociedades organizadas que sea merecedor del mayor de los respetos, es el espíritu y la letra de su Constitución, por encima de cualquier diferencia política o ideológica.
   Puede que los argentinos seamos la excepción, porque cada vez que una corriente política o un representante de ellas necesita acomodar esa letra y ese espíritu a su conveniencia o apetencias, surge la gastada idea de la reforma constitucional.
   No hay privilegiados en ese asunto, porque todos los partidos tarde o temprano apelaron a ese recurso que lejos de modernizar la Carta Magna, la fueron llenando de remiendos.
   La determinación de nuestra Suprema Corte de declarar inconstitucionales algunos artículos de una ley aprobada por el Congreso, no debe ser tomada como una actitud confrontativa, sino enmarcarla en lo que se considera la administración de justicia.
   De lo contrario, cada vez más se complica un escenario de descalificaciones en el campo de la política, cuando la situación impone la grandeza del diálogo superador, del acuerdo, de la unión, del esfuerzo de todos porque el país es de todos y no solo de los que gobiernan o imparten justicia.
   Cuando se enfrentan algunos sectores, lo hacen como si la ciudadanía no existiera; como si fuéramos fantasmas virtuales de una irrealidad en la que solo ellos se pelean.
   El ejercicio de la democracia tiene ventajas y riesgos y lo importante es asumirlos, enfrentarlos y aceptarlos cuando se esgrimen razones técnicas y jurídicas.
   Y el detalle delirante: si en esta cuestión uno de los referentes más serios, criteriosos y pensantes es el rentado piquetero Luis D’Elía, estamos irremisiblemente perdidos.
   Los argentinos queremos seguir siendo parte de una sociedad organizada, respetuosa y sin histerias que comprometan nuestro futuro.
   Nuestros gobernantes, nuestros políticos, nuestros jueces, nuestros militantes de todas las banderas, alguna vez deben comprender que los caprichos, vengan de donde quieran venir, no benefician a nadie y lo mejor, es dejar que la historia siga su curso, con cada conflicto en su lugar, preservando el deber fundamental de todo buen ciudadano.
   Ese deber que todos tenemos y que lo aprendí desde chiquito, se llama simplemente, el sagrado e innegociable respeto a la Constitución Nacional.
  
ALGO MÁS ACERCA DE LA MEGACAUSA
   Existe, y los jueces y fiscales lo pueden consultar, un "Manual de bolsillo de normas internacionales de  derechos humanos para funcionarios de instituciones penitenciarias" editado por la Naciones Unidas en 2005, cuyo capítulo once está dedicado a las medidas no privativas de la libertad y  establece entre algunas de sus recomendaciones, por ejemplo que "Por lo general las personas que aguardan su juicio no deberán estar detenidas".
   "Se recomendará y alentará el uso de medidas no privativas de la libertad y el sistema de justicia penal establecerá una amplia serie de medidas no privativas de la libertad, desde la fase anterior al juicio hasta la fase posterior a la sentencia, a fin de evitar la aplicación innecesaria de la pena de prisión, ya que la prisión preventiva deberá utilizarse como último recurso en los procedimientos penales y se deberán aplicar lo antes posible alternativas a la prisión preventiva"
   Dice también que "Se alentará y supervisará atentamente el establecimiento de nuevas medidas no privativas de la libertad y su aplicación se evaluará sistemáticamente".
    Un relevamiento reciente de un pabellón en el penal de Bouwer muestra que  el 57 por ciento de los presos en esta causa se encuentra en prisión preventiva sin juicio, y el resto se encuentra sin sentencia firme. 
   Pero lo peor: el 58 por ciento llega preso al juicio, con lo cual, está reconocida por los mismos organismos internacionales, que la probabilidad de condena aumenta ya que se intenta  justificar el tiempo transcurrido en prisión.
   Es para sospechar que los funcionarios judiciales a cargo de esta megacausa, no están muy ocupados en acercarse al cumplimiento de  las recomendaciones internacionales de derechos humanos, a las cuales Argentina adhiere.  
  ¿Existirá algún control sobre la forma en que los funcionarios judiciales se ajustan al cumplimiento de las normas nacionales e internacionales?
   ¿Se realizará alguna estadística sobre cuántas prisiones preventivas dicta un fiscal y en qué causas para compararlas con algún estándar internacional?
¿Le preocupará al Poder Judicial este sistemático abuso de la prisión preventiva,  que se viene manteniendo durante 3 años?
   Porque si las respuestas a estos interrogantes son negativas, no es ilícito preguntarse si tanta ilegalidad, será casual y gratuita.