Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del domingo 29/09/13 por AM580 Radio Universidad de Córdoba.
UNA REFLEXION PARA EMPEZAR
"El presupuesto debe equilibrarse, el
Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida,
la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser
moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse, para que Roma
no vaya a la bancarrota. La gente debe
aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado.". Lo
dijo Cicerón hace 2068 años y parece que tanto nos cuesta en la actualidad,
tomarlo como ejemplo.
LOS POLINARCOS Y “EL RUBIO DEL PASAJE”
Con toda seguridad que poco a poco, seguirá descorriéndose el velo, que los malos de la película instauraron en las actividades de quienes tenían la obligación de combatir al narcotráfico en Córdoba.
A medida que pasan las horas, continúan las acciones tendientes a desbaratar una organización delictiva enquistada allí, donde ni el jefe de policía, el ministro de inseguridad (así lo denomino porque es lo que hay) y el propio gobernador no podían desconocer.
Cualquier abogado bien sabe que resultaría procedente la aplicación de ese principio universal. Que creo y a lo mejor me equivoco, que viene del derecho romano y en latin es “Nemo auditur propiam turpitudinem allegans”, o sea que nadie puede alegar en su favor su propia torpeza.
Es posible entonces, a la luz de todo lo que se viene descubriendo en cuanto a la relación entre malos policías e impunes narcotraficantes, que no sea tan descabellada la conexión de ambos sectores, con la ya no tan misteriosa desaparición, un año y medio atrás, de un joven que a la salida de un baile, fue por encargo a comprar cocaína a un barrio de la periferia y nunca más se supo de su paradero.
La madre del muchacho, sin dudas mucho puede aportar para que ese caso no quede, como tantos otros, sumergido en la injusticia del olvido.
Facundo Rivera Alegre, el rubio del pasaje, puede que sea parte de esta tenebrosa historia de encubrimientos, complicidades y silencios.
QUE SIGA LA MANCHANCHA
Tiempo atrás y esto es una convocatoria que le hacemos a la nostalgia, se acostumbraba a que a la salida de las parejas que se acababan de casar en la iglesia, el padrino de la boda arrojaba desde el atrio, puñados de monedas que especialmente los colados, que éramos mocosos por entonces, disputábamos a patadones.
A eso se le llamaba “manchancha” y si al padrino se le ocurría olvidarse de ese ritual, lo escrachábamos gritándole “padrino pelado”.
Nuestra Caja de Jubilaciones, al decir de su interventor, tiene las arcas exhaustas, sigue sosteniendo que la Nación no manda el dinero que debe, se les escamoteó a los beneficiarios el pago puntual de los ajustes que cobran ya devorados por la inflación y cada vez se hace más complicado que cierren los números.
¿Qué tiene que ver esto con la manchancha o con el padrino pelado?
Que alguien tuvo la ocurrencia de otorgar pensiones a deportistas que se hubieran destacado y estén retirados, sin que hayan hecho el más mínimo aporte.
En lo personal y si se trata de deportistas que en su momento de esplendor percibían jugosas sumas por contratos y premios, no es problema de los jubilados que aportaron,si no supieron administrarse o bardearon la plata.
Estos anuncios de neto corte preelectoral, a veces se transforman en un búmeran y a lo mejor, si revén la medida y la dejan sin efecto, no faltarán los que ya estén gastando a cuenta, que griten aquello de “padrino pelado”.
Porque al ver los gastos inútiles e inoportunos que se hacen, pelado, la verdad, no es.
¡TANTO
ESCANDALO POR UNAS CALZAS!
Es innegable que los medios periodísticos
-especialmente los concentrados- han hecho desde que me acuerdo, una especie de
escandaloso culto al estrépito del tumulto y más cuando la principal
protagonista del alboroto nacional ha sido una mujer.
Como si las imposiciones de la moda fueran
un insulto para ciertos ojos críticos, y una bendición visual para otras
miradas complacientes, esas de la forzada y declamada militancia por la
obediencia debida al aplauso y al dudoso buen gusto.
Todos los programas de televisión, por eso
que algunos sostienen que el país no genera noticias, se trenzaron a opinar,
hacer encuestas, convocar a los termómetros de la moda y hacer concursos
populares y nacionales sobre la conveniencia y la oportunidad, o no, de lucir
calzas.
Desde la oposición a esta prenda sostenían
que los kilos de más se resaltan, que los rollos se hacen más notorios, que la
edad no es la más apropiada y otros argumentos tan descalificadores como la
acusación de haber dilapidado el recato que debe adornar a toda persona
pública.
En cambio los de la otra vereda (siempre hay
dos veredas) baten palmas, dicen que tiene derecho a usar lo que se le antoje y
por eso tantos argentinos … y argentinas la siguen y la tienen como emblema;
como modelo a imitar.
Para colmo su hija, que por allí a la hora
de opinar es como si “le chiflara el moño” directamente no se mete con ella,
pese a que varias veces ha planteado posiciones antagónicas que en su momento
asombraron a sus simpatizantes -o no- de la pantalla chica o plasma grande,
donde la doña y usuaria de las calzas es frecuente y casi diaria figura.
En honor a la verdad, alguno de sus asesores
debiera indicarle que en homenaje al culto de la buena estampa, aparece como
desatinado usar esa prenda con su talla grandota, su edad tan poco apendejada y
el respeto que se debe a quienes por gusto o por bronca, la miran por TV.
No hay caso.
Es difícil que lo entienda, como tantas
otras cosas en las que se empeña filosofando por mostrar un conocimiento que
pierde credibilidad con el paso de los años.
Alguien de sus allegados tiene la obligación
patriótica de decirle a doña Moria Casán que ya no está para tales atuendos.
Ni para esos trotes.
LOS
REPORTAJES CON LIBRETO
Al abordar un tema tan complicado como lo
son las entrevistas periodísticas a funcionarios, debo hacer la obligada
salvedad que cada jerarca tiene el legítimo derecho de elegir con quién
conversar.
Dejando eso en claro, viene ahora determinar
si existe o no la obligación de mantener contactos mediáticos con cierta
frecuencia, o únicamente cuando se dan situaciones críticas que ameritan la
toma de posición o la opinión de altos dignatarios.
Por eso llama la atención que la Sra. Presidenta nos haya
sorprendido con un reportaje primero, y el anuncio de otro, después.
En el primer caso, la charla fue con un
intrascendente preguntador, que a las claras se lo advertía prisionero de un
libreto.
Y el
anuncio del segundo fue para pintarnos una mueca de asombro, porque ella grabó
una entrevista con uno de los patriarcas de la chismografía y del conventillo
televisivo como lo es ese muchacho Rial.
No soy nadie para juzgarlo profesionalmente,
pero sí puedo, como a veces me evalúan a mí, comentar que no tiene nivel
intelectual para considerar con seriedad los temas de mayor trascendencia en la
vida de los argentinos.
Jamás podemos comparar la escandalosa
superficialidad de la farándula con la actualidad social, política, económica,
laboral, internacional e institucional de la República.
Buscar el aplauso o la emotividad impactante
pero reduccionista, no es la mejor manera de pintar una realidad que los
argentinos, de boca de su máxima autoridad, estamos ansiosos por conocer.
¿Por
qué no abrir el abanico de las posiciones políticas exhibidas por otros
periodistas?
El hecho, por citar solo algunos ejemplos,
que Nelson Castro, Magdalena Ruiz Guiñazú, Jorge Lanata, Chiche Gelblung o Luis
Majul piensen distinto, no los descalifica en cuanto a su condición de
comunicadores, pero estoy seguro que ninguno de ellos aceptaría la imposición
de un libreto o de limitaciones temáticas.
Porque si desde la proclamada decencia no
hay nada que ocultar, no existen motivos para encapsularse.
No nos extrañe entonces que el próximo
entrevistador sea este muchacho Víctor Hugo Morales, mágicamente transformado
en analista político, pero más que nada en crítico acérrimo, no de los
comunicadores argentinos, sino de nuestra manera de pensar.
MAS
ACERCA DE LA MEGACAUSA
Comenzó el juicio oral contra el empresario
Jorge Petrone y otros cinco imputados en el marco de la causa del Registro de la Propiedad y por pedido
del abogado del poderoso empresario, el juicio será filmado y grabado en su
totalidad.
Todo ordenamiento jurídico persigue como
objetivo, encontrar la verdad, sin dañar a nadie y una antigua premisa sostiene
que "se prefieren dos culpables libres antes que un inocente preso" y
es por ello que las leyes establecen garantías para las personas sospechadas de
cometer un delito.
La primera de ellas es la libertad: "nadie
puede ser encarcelado sin juicio previo", garantía aniquilada en
esta causa con la discrecionalidad en la aplicación de la prisión preventiva,
que sin embargo, no alcanzó a todos por
igual.
En esta causa mientras que Petrone, su
tesorero y un escribano de Buenos Aires han permanecido en libertad, como debe
ser, otros ya cumplieron condena con anticipación.
Recordemos que el Sr Oxandaburu, con igual
acusación, permaneció durante 3 años en prisión preventiva, y fue liberado por
agotamiento de los plazos máximos super-excepcionales hace ya un año.
Otra garantía es la "doble instancia judicial",
que significa que en el proceso participa un fiscal que investiga: el de
Instrucción, en este caso el Dr.Gavier) y un segundo, el fiscal de Cámara que
vuelve a revisar la causa y participa del juicio.
¿Para qué? Para intentar seriamente
garantizar al imputado el logro de la imparcialidad y objetividad sin las
cuales ninguna justicia podría ser posible.
Esta "segunda mirada"
también ha sido negada a los imputados en esta llamada megacausa, ya que si
bien la ley permite al fiscal de instrucción "colaborar" con el
fiscal del juicio, en la práctica real Gavier es quien lleva adelante
cada juicio, incluso con la ausencia del fiscal de Cámara.
Y esta semana, a la luz de la parafernalia
televisiva, muchos pasos legales se cumplieron como nunca, lo que fue resaltado
por un medio colega en detalles al parecer intrascendentes, pero que no lo son..
El
fiscal de Cámara, contrario a lo habitual en estos juicios de la causa, entró
solo, citó normas y jurisprudencia,
convocó al fiscal de
Instrucción Gavier a participar en el debate, el Tribunal se retiró a deliberar
y la participación de Gavier como fiscal codyuvante, pese a la queja y las
reservas de los defensores.
Después por Secretaría mandaron a llamar a
Gavier, quien llegó y se sentó junto a Sironi.
Rogamos fervientemente poder vivir tiempos
en que no se necesiten filmadoras para asegurar que el Poder Judicial cumpla
con la encomendada tarea de buscar honestamente la verdad, no dañando a nadie y
garantizando el goce de los derechos a todos los ciudadanos sin distinción de
dinero ni de poder.
CIUDAD
Y DESGOBIERNO
La ciudad, nuestra ciudad, es todo y no tan
solo las obras, los puentes, el rio, los dispensarios, la prepotencia del SUOEM
y la planificación urbana.
La ciudad, nuestra ciudad, es también el
orden en sus calles, el cuidado de la peatonal, el hacer respetar los espacios,
es iluminarla para resaltar su belleza, es limpiarla para recuperar su higiene,
es controlarle el tránsito alocado, es mejorar el caro y mediocre transporte
urbano, es atender sus plazas y paseos.
La ciudad, nuestra ciudad, no es tan solo el
maquillaje preelectoral al que ya nos hemos acostumbrado, sino también el
tratamiento de su basura, de sus aguas servidas, de las agresiones tanto
visuales como acústicas.
No olvidemos que la ciudad es asimismo donde
comienzan distintas actividades comerciales que ahora todo indica que serán de
más ágil tramitación.
La ciudad, nuestra ciudad, es todo eso que
gozamos a diario cuando la vemos linda, luminosa, ordenada y primaveralmente
vivible.
Porque cuando no la sentimos así; cuando
prevalecen los caprichos sindicales y la acción se paraliza, tenemos la
obligación, a la luz de las consecuencias, de pensar que ha ganado el
desgobierno.
Y es una injusticia, porque la gente, cuando
votó, lo hizo para que sus autoridades gobernaran y no para que se dejaran
llevar por delante.
CREDITOS
INACCESIBLES
Es probable que todavía arrastre en mi
avergonzada conciencia el odio infantil y juvenil que le tenía y aún le tengo a
las matemáticas.
Con estricta justicia, quien inventó las
calculadoras manuales debiera ser distinguido como artífice de la vacuna contra
aquella aversión por los números, porque la verdad me molestan, por ser tan
exactos y carentes de sorpresa.
Sumando, multiplicando, restando y manejando
tasas de interés, me da como resultado que para recibir un préstamo de los
anunciados últimamente de un plan nacional, digamos de 400 mil pesos -al
margen, ¿qué casa a estrenar compro con eso?- durante un vagón de años me
tocará pagar una cuota de casi seis mil pesos mensuales.
En consecuencia, el sueldo del beneficiario
debería rondar en los 18 mil de bolsillo, porque con 12 lucas, aunque no pague
alquiler, es más o menos posible mantener una familia tipo en los rubros
comida, ropa, escuela, transporte, atención de la salud, etc. dejando el
esparcimiento para tiempos mejores.
La misma operación, pero encarada a través
del Banco de Córdoba -y no soy el mejor defensor de esa entidad- el plan es menos
riguroso y la cuota mensual, en los mismos plazos, rondaría los 4 mil pesos.
Para ambos casos, las exigencias son
demasiado estrictas y en líneas generales imposibles de aportar, con lo que el
otorgamiento del crédito queda reservado a altos funcionarios, medianos
empresarios o ganadores del loto, del quini 6 o del gordito de Navidad.
Con este ejemplo, fácilmente comprobable por
los técnicos, se fortalece aquella sospecha popular, que dice que los bancos le
prestan dinero a todo aquel que al exhibir los bienes que le exigen, demuestra
que no lo necesita.