25 de julio de 2021

S.L.B.: MILES DE ARGENTINOS ANSIOSOS TEMEN PERDER LA EFICACIA DE LA SPUTNIK V – ACHICAN LA CIUDAD EN LUGAR DE ENSANCHARLA – EL V.A.R. LE ROBA DINÁMICA AL FÚTBOL Y GENERA CONFLICTOS – LA MEGACAUSA APELA OTRA VEZ A KAFKA - ¿QUÉ GANAMOS CREYENDO HABER VENCIDO AL VIRUS? – MOYANO Y UN VALEDERO MOTIVO PARA VOLVER A LA ESCUELA – APARECIÓ OTRA PISTOLA DE LAS ROBADAS EN LA JEFATURA – AIMÉE BOUDOU, SU LIBERTAD Y LA KATANA, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 683 del domingo 25/7/21 emitido por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.

La trama oculta
MEDIO  MILLÓN  DE  ARGENTINOS  SUFRE  SI
LLEGA A PERDER LA 2º DOSIS DE SPUTNIK V
 
   Justos elogios son los que cosecha la ímproba, sacrificada y comprometida tarea médica de mantener los vacunatorios diseminados por la ciudad, como es llamativa, por los comentarios recogidos, la cordialidad de quienes vacunan, de la recepción, de la organización, del alto sentido de la contención a quienes la necesitan, en fin, de una calidad humana imprescindible cuando se trata de una ayuda fundamental en estos tiempos de pandemia.
   Desde los científicos pasando por toda la gama de personas vinculadas con la tarea de inmunizar, que el sentido de la responsabilidad humana viene superando largamente a la otra actitud, que asumen desde ciertos niveles del poder con la politización, ideologización y corrupción, actitudes que en su momento crearon en la opinión de la gente una imagen negativa y peligrosa por su existencia, y para el caso basta con recordar los vacunatorios para privilegiados, los privilegiados que aún lo siguen siendo y otras alternativas que se vienen manejando sin perder de vista que transitamos un año electoral y no son pocos los que se aferran al puestito, otros que fervientemente lo anhelan y aquellos infaltables que en la democracia creyeron encontrar el mecanismo que les asegurara su impunidad.
   La vacunación, por todas esas causas, es una acción condicionada y utilizada más allá de sus reales necesidades, pasto de promesas incumplidas, mentiras, sorpresas y detalles negativos que ensombrecen en parte la tremenda responsabilidad con la que muchos asumen ese cometido de salvar vidas.
   Por suerte las brumas de ciertas dudas se están disipando con el sinceramiento de muchos detalles vinculados especialmente con la provisión de vacunas, sus alternativas y las demoras que se vienen registrando, pero la más notoria es acerca de la llegada de las segundas dosis de la Sputnik V, aunque no haya contado con la venia aprobatoria de la Organización Mundial de la Salud.
   El gran imperio del norte nos regaló tres millones y medio de vacunas y es para suponer que pueden beneficiarse con algunas de ellas todos los delirantes izquierdosos que combatieron aquel acto que suponemos es de generosidad internacional.
   La vacuna que se decía enviaría Cuba dejó de ser mencionada como por encanto, el tema de Pfizer tomó un carril de negociación y ahora estamos en la tensa espera de la mentada segunda dosis de la vacuna rusa, aunque se sostiene que no se vence pese al transcurrir del tiempo.
   En el país medio millón de personas aguardan y en Córdoba siguen dilatando los plazos del arribo de la segunda dosis rusa mientras en forma paralela crece la inquietud de quienes con el primer pinchazo, incrementan su angustia por incertidumbre ante respuestas evasivas y no siempre ajustadas a la realidad.
   Parece que la intención desde el poder sería la de manejar en paralelo esos tiempos de las angustias y las incertidumbres, con los tiempos que llevan a las urnas, pero a las urnas de los votos, para explotar en su momento con el anuncio de la solución que contemple vacunas para todos, todas y todes…
   En estas delicadas cuestiones, sólo se trata de saber esperar.
   Mientras tanto, es saludable saber y comprobar que todos los mecanismos humanos dispuestos para la vacunación se mantienen en perfecto estado y de manera especial en la vocación humanitaria de quienes, desde casi un año y medio atrás, han puesto cuerpo, alma y sacrificio por sus semejantes.
   Si ellos estuvieran sujetos a votación, ganarían por escándalo…
 
Ciudad que se reduce
EN LUGAR DE ENSANCHARLA ESTÁN
ACHICANDO LA GEOGRAFÍA URBANA
 
   De ninguna manera puede considerarse un plagio con relación a Rio de Janeiro, sostener que Córdoba es una ciudad maravillosa pese a los horrores que muchos funcionarios supieron cometer para afearla, sin conseguirlo al menos en la percepción de la gente que ama a Córdoba como es, y olvida las ofensas urbanas con las que fuera dañada en una pretensión de pasar a la historia como innovadores de algo que no necesita innovarse, sino cuidarse y respetarse.
   De las últimas medidas adoptadas -hasta ahora, porque vaya Dios a saber qué tienen pensado- es para destacar el achicamiento de las calles, el aislamiento del centro, el daño enorme a buena parte de los comercios, la transformación en hazaña lo que era la utilización del transporte urbano y otras cuestiones, con la contrapartida del beneficio relativo para otros sectores en los que las mejoras has sido beneficiosas.
   El caos del tránsito al que ya nos habíamos acostumbrado por su densidad y generadora de conflictos, puteadas, peleas y otras actitudes poco civilizadas, sino en franco y sostenido aumento, sin encontrar soluciones por una parte debido a la falta casi total de controles, la pésima señalización y la desorientación a la que condenan a los vecinos, especialmente aquellos que se sirven del sistema de transporte urbano de pasajeros, cada vez más deficiente --si es que cabe- y más costoso.
   El estrechamiento de muchas de nuestras bellas y populosas calles puede derivar como ya viene sucediendo, en lo mismo que ocurre cuando se produce un estrechamiento de las arterias por colesterol, por ejemplo, lo que en el peor de los casos deriva en accidentes cerebrovasculares, infartos u otros desenlaces: la ciudad ha sido puesta en una especie de terapia intensiva, pero sin internación y bien sabemos que para estos casos los remedios caseros nunca tuvieron éxito.
   No se tomaron en cuenta los intereses de los comerciantes afectados, que pese al daño que les regalaron deben seguir tributando impuestos onerosos para cuyo cobro, en caso de retraso debido a la situación o por no poder afrontarlos, han lanzado a una apreciable cantidad de procuradores para apretar la cobranza, especialmente porque las arcas municipales deben estar el borde del default de no mediar la generosa ayuda provincial y algunos pesitos que seguramente aporta la Nación.
   Pero la ciudad ya no es la misma: privilegiaron bicisendas, angostaron las calles, cambiaron los recorridos del transporte y por ahora es como si hubieran dejado de lado otros aspectos imprescindibles de ocuparse como la calidad del transporte público, de la recolección de basura, de la limpieza de calles y se piensan que poniendo luces, pintando cordones de veredas y tapando pozos dejaremos de pensar que de nuestra ciudad maravillosa sólo quedan los recuerdos, cuando la vemos que nos hacer perder el placer de recorrerla, de gozarla…
   Es cierto que la modernidad tiene su costo.
   En nuestro caso, el de los cordobeses, preferimos que los cambios sean graduales y no traumáticos, para darle tiempo a la ciudadanía a que se acostumbre sin padecer, como ahora padecen los nuevos pobres que antes tenían un negocito y esa modernidad les robó el bienestar.
   Gobernar no es solo pintar, iluminar y maquillar, sino también y más que nada, ordenar.
 
V.A.R., fracaso y consecuencias
ROBARLE AL FÚTBOL SU DINÁMICA, UN
PECADO  QUE  ESTÁ  COSTANDO  CARO
 

   Dentro del folklore futbolero, interpreto que no es lo mismo putear al referí que a una máquina como el VAR y eso sólo, a mi modesto entender, ya le quita buena parte al sabor de sentirse hincha, sólo simpatizante o fanático de un club.
   Viene al caso antes de seguir con el tema que tanta trascendencia pública tiene, que debo reiterarme en mi condición de absoluta ignorancia en cuanto a fútbol, de lo que sólo conozco que se juega con una pelota más grande que la de tenis y con una red en el medio de la cancha.
   Aclarado este punto, vamos al relato de una experiencia reciente con el tema VAR: a un equipo argentino lo charlaron para afanarle un partido en el exterior, por una Copa que se llama Libertadores. Más aún, pienso que los afectados cada uno en su momento fueron dos, concretamente River y Boca.
   La implantación del ojo de halcón para el más popular de los deportes ha sido una ofensa a la calidad del referí y a la correcta ubicación y buena vista de los jueces de línea, porque esa maldita maquinita puede determinar después de lo juzgado por el árbitro, que el gol no valió o que a un jugador no le pusieron una inocente zancadilla sino que casi lo destriparon con los tapones de punta.
   El problema es como siempre, las derivaciones que puede tener una medida desacertada en el ánimo de los partícipes de la contienda deportiva, ya que a la hora de los vestuarios, se armaron serias trifulcas con heridos, contusos, afectados por gases lacrimógenos y otros daños físicos que hubieran sido imposibles si no se tomaba en cuenta lo que dictaminaba una máquina, por encima de la autoridad del referí.
   Para mi, personalmente, es una degradación de la autoridad del árbitro y de sus colaboradores, ocasiona una especie de freno a la dinámica del espectáculo, empuja a las quejas, empujones y presiones hacia el soplapitos y transforma en una pelea callejera a lo que debiera ser un espectáculo digno de gozarse, al que antes concurrían las familias y últimamente ese detalle pasó al olvido.
   Aceptaría únicamente el funcionamiento de la tecnología aplicada al fútbol, si se usara para colocar un chip en la pelota, que marcara si fue gol o no alcanzó a entrar transponiendo la línea reglamentaria, por un sensor que estaría en los tres palos que conforman el arco.
   Para esa aplicación, hasta me atrevería a estudiar algo del reglamento y se me daría por simpatizar no con uno, sino con todos los equipos que me aseguraran que cuando vamos a la cancha, es para ver un espectáculo deportivo y no para ser testigos azorados de un despojo o una equivocación.
 
La Megacausa del Registro
ABSOLUCIONES REALES Y APARENTES, KAFKA
Y EL EMBROLLO  DE  SABER  INTERPRETARLAS
 
   En una especie de continuidad no con el hecho de ocuparnos hace más de una década de este asunto, sino de seguir con el comentario del pasado domingo, volvemos al relato kafkiano, cuando el pintor/asesor habló a Josef K de la posibilidad de absolución real o absolución aparente.
   La absolución real, le dijo, es la mejor y como usted es inocente, podría confiar en alcanzarla. Sin embargo, le confió, hay dos cosas distintas: en la ley, se establece que el inocente tiene que ser absuelto, pero no se establece que los jueces puedan ser influidos. No obstante, yo he experimentado lo contrario. No he sabido de ninguna absolución real, pero he conocido muchas influencias.
   ¿Y La absolución aparente?  preguntó K.
   Escribiré en un papel una confirmación de su inocencia y la presento a los jueces, el juez puede absolver y después de algunas formalidades usted sale del ámbito tribunal y es libre, pero sólo en apariencia. Las actas continúan en el proceso y oscilan entre los tribunales inferiores y los supremos.
    Un día, un juez toma el acta y ordena la detención inmediata. Entre la absolución aparente y la nueva detención puede transcurrir un largo tiempo, pero también es posible que el absuelto llegue a su casa desde los tribunales y allí le esperen para detenerle de nuevo.
   ¿Y el proceso comienza otra vez? preguntó K incrédulo.
   Así es, dijo el pintor, y también se puede obtener una absolución aparente.
   ¿No resulta más difícil obtener la segunda absolución que la primera? preguntó K.
   No se puede decir, dijo el pintor. Los jueces ya han previsto la detención en el momento de dictar la absolución. Y esta segunda absolución tampoco es definitiva, le siguen la tercera detención y la tercera absolución, la cuarta detención etc. 
   Resulta increíble, curiosa y aún pendiente de explicación, tan fiel semejanza entre la pesadilla de Kafka y el accionar judicial en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba.
 
Mentira precomicial por desesperación
¿QUÉ GANAMOS CREYÉNDONOS ESE VERSO
QUE ESTAMOS VENCIENDO A LA PANDEMIA?
 
   Los argentinos, históricamente y aunque nos pese y nos duela, somos exitistas desde siempre, creemos que Dios es argentino, que somos los mejores del mundo, los mejores tangueros, los mejores asadores, los mejores cebadores de mates, los amantes más buscados, los más famosos guitarreros, en fin, los mejores en cualquiera de los órdenes de la vida.
   Es por eso que a veces los desencantos son enormes, dolorosos y en muchos de los casos, insuperables, como por ejemplo declararnos campeones antes de tiempo, triunfadores de una guerra antes del primer cañonazo o enloquecidos por un costillar, antes que por un descuido las llamas formadas por la grasa transformaron el azadazo en una hoguera incontrolable.
   Llamó así la atención un reciente discurso presidencial, cuando aseguró que estamos a un paso de ganarle a la pandemia; que la habíamos derrotado, obviamente adjudicándose indirectamente los laureles de esa poco creíble victoria.
   Y todavía no la derrotamos porque en la sociedad argentina prevalecen más dudas que certezas, porque la inseguridad de lo que escuchamos como mensaje oficial en la mayoría de los casos deriva en errores conceptuales o en equivocaciones humanas, pero evitables con algo de cordura, responsabilidad y respeto por la sociedad.
   Es como con la seguridad: si a la gente se le miente que es una sensación, la sociedad baja los brazos, relaja sus cuidados y pasa a ser víctima de una apreciación lanzada con propósitos políticos, o con orígenes demagógicos impuestos por las ideologías.
   No podemos considerarnos a salvo mientras sigan algunos privilegios y se mantengan firmes ciertos privilegiados y  no están errados los que piensan, o pensamos, por qué no se divulga una nómina de funcionarios de alto nivel contagiados de Covid 19 y no me vengan con que se trata de esenciales, porque en el trato humanitario y por respeto a la vida, en este mundo, esenciales somos todos.
   Que vacunen antes que nadie a los médicos, enfermeros, camilleros, choferes de ambulancias y todos aquellos directamente vinculados con el peligro de verse atacados por el virus es para no discutir, pero que los avivados de siempre no sigan chapeando como los carteludos de las cárceles, que se creen que el poder es para unos el cargo como para esos presos lo es la violencia.
   Mediante una carta que no se sabe qué filtros evitó nos hemos enterado los argentinos de muchos detalles, especialmente de la relación entre el poder nacional & popular y la cúpula del poder ruso, los vaivenes para el encargo, el envío, el pago o no, la manera de cobrarse, los compromisos que se contraían y otros pormenores que al evaluarlos le eriza la piel al más insensible.
   ¿Es que merecemos como sociedad ese maltrato, como lo es el ocultamiento de gestiones subterráneas que nos pueden afectar?
   Y no se trata del daño económico ni de los compromisos que se contraigan en ese ámbito, sino en lo más trascendente que es la vida de cada uno de nosotros, los de a pié, que no tenemos el peso político de los funcionarios que se abusan de su obesidad en tal aspecto.
   La oposición, si llegara a resucitar, debiera exigir en los ámbitos idóneos una serie de aclaraciones no tan sólo para demostrar que existe, sino como señal para la ciudadanía que no estamos viviendo una tiranía sino una democracia, con sus defectos, errores, canalladas y secretos, pero democracia al fin.
   Ahora las preocupaciones de los miembros del poder son otras: las elecciones que se vienen, las intrigas que se tejen, los acuerdos públicos o no que se suscriban, los temores que se originan a la luz del estudio de las tendencias y los temores de quienes ya conocemos, de perder el camino que por esta misma democracia defectuosa, conduce a la indemnidad.
   Seamos algo serios, amemos lo que tenemos, nos respetemos en el disenso y caigamos a la perdida sinceridad de decir lo que está ocurriendo especialmente con nuestro futuro, frente a la amenaza de una tercera ola del virus.
   Si a la primera no la hemos terminado de superar, si a la segunda creemos haberla derrotado y lloramos a más de 105 mil muertos, no caigamos a la torpeza de seguir con un absurdo triunfalismo que es lo que, al final, nos matará por sentirnos ganadores.
 
Libertades que ofenden
AIMÉE BOUDOU, EL DE LA KATANA, LA JUSTICIA
GENEROSA Y UNA SITUACIÓN  QUE  LOS ASOCIA
 
   Realmente cuando pensamos que Aimée Boudou está en libertad después de haber sido declarado delincuente por un delito cometido y condenado a 5 años y pico de prisión, en su coqueta casa y sin apremios, llegamos a sospechar que si hubiéramos tomado la senda equivocada, gozaríamos ahora de una sólida posición económica digna de envidia, y recibido los mimos de un poder que en su momento fue cómplice de su accionar.
   A los que resultaron heridos por una katana que esgrimió la víctima de un asalto por parte de esos delincuentes aquí, en nuestra ciudad, los condenaron a 5 años hace tres y ya están sueltos, como para hacer un paralelo que muchos pueden considerar inapropiado, pero es la verdad.
   Boudou ya anda suelto, cobra 400 lucas mensuales de jubilación creo y por ser ex vicepresidente y se le liquidó una millonaria retroactividad que está cobrando.
   Son los contrasentidos de una democracia que necesita madurar y evitar los atajos que conducen a la condición de decentes, después de haber delinquido de la manera en que lo hizo el condenado y luego liberado por haber hecho, entre otras comprometidas actividades, aprender a tejer, a bordar, hacer origami, organizar eventos sociales y abrir la puerta para ir a jugar.
   Como la canción infantil pero provocando en la gente una pena inmensa por ser asombrados y ofendidos testigos de tamaña injusticia.
   Después no me vengan con eso ahora percudido, del respeto a la ley y menos aún eso de la igualdad ante la ley…
 
Impactante concepto de Schopenhauer
“LA IGNORANCIA NO DEGRADA AL HOMBRE MÁS
QUE CUANDO VA ACOMPAÑADA DE LA RIQUEZA”
 
   Suele ser un error eso de hacer sinónimos de pobreza con delincuencia al igual que dibujar paralelos entre pobreza e ignorancia porque si bien entre los acaudalados suele ser difícil encontrar a un analfabeto, es más común encontrar entre los financieramente poderosos a varios intelectualmente ineptos.
   Nuestra historia es rica en prominentes personajes del sindicalismo que supieron demostrar un elevado nivel de cultura general y no me pidan que aporte nombres porque cualquiera de nosotros está en condiciones de juzgarlos en tal sentido, a partir de su actuación, su sentido de la tolerancia y el respeto por su prójimo en cualquier cirscunstancia aunque fuera con belicoso desenlace.
   Tenemos en el recuerdo a muchos políticos que en su momento se destacaron por sus poco felices intervenciones, como aquel edil que supo rendir homenaje, según su verba inflamada, a la bandera “que estaba blafemiando llevada por el viento” o el que al surgir la idea de poner góndolas en el lago de un paseo cordobés, propuso que también “sería bueno poner góndolos para que se reproducieran”, dijo.  
   En fin, el rico anecdotario se nutre hoy nada menos que con un dirigente sindical ahora multimillonario con tal nivel de poder, que ha sido capaz más de una vez de paralizar al país, aunque en la situación que nos ocupa, fue durante su brillante intervención en su condición de presidente de un poderoso club de Avellaneda, ante una asamblea de asociados.
   Para evaluarlo, nada mejor que escucharlo…
   El audio completo con la participación del dirigente sindical Hugo Moyano podrá ser consultado mañana antes de mediodía, cuando se superen los inconvenientes surgidos, ajenos a la producción de “Síganme los buenos” y podamos incluirlo en la sección respectiva ubicada en la parte superior de la columna derecha de este blog. Pedimos disculpas por el inconveniente.
   La verdad, si tomamos conciencia de la gravedad de este episodio, bueno sería convocar a marchas populares en todo el país para exigir el regreso inmediato a las aulas, y en estos casos especiales, con obligada retroactividad.
   Piense usted si en lugar de ese especimen se tratara de alguien que llegó, por ejemplo, a médico durante años de pandemia sin enseñanza presencial. Sería para pensarlo dos veces, antes de aceptar una práctica mèdica tan simple y elemental como poner una curita en una rodilla raspada.
   Mientras esos personajes gocen de la protección que les regala el poder entre otras cosas para enriquecerse, no seamos tan pretenciosos a la hora de reclamar, como ciudadanos, respeto por las leyes.
   Se ocupan de la gente cuando ellos la necesitan y no cuando se les reclama acción, definiciones, soluciones que beneficien al prójimo y no a ellos, que son los eternos lomos vírgenes que como los esquimales, no han transpirado nunca.
   Hay en esta ubérrima Argentina tres generaciones de abuelos, hijos y nietos que no han trabajado jamás, sostenidas por el clientelismo, los planes y las dádivas y ¿ese es el legado que dejarán para las futuras generaciones? Que se dejen de joder, de franelearse y de hacer creer que "pelean" entre ellos, cuando lo único que les interesa es eternizarse en los cargos "taponando" los intentos de renovaciones generacionales. Ese "estilo" de hacer política es común desde la derecha, pasando por el centro y llegando a la izquierda.    
   Tendrán vigencia hasta que la gente "se avive" y los corra a patadones en el orto porque no merecen otro tratamiento,

¿Cuántas armas policiales en poder del hampa?
DE  POCO  SIRVIÓ  AQUEL INÚTIL “RODAR  DE
CABEZAS” QUE NO RESCATÓ LA SEGURIDAD
 
   Un caso con libreto casi calcado de resultados que supieron ser una costumbre, de un lejano pasado que derrotó a los tiempos: la detención de los ladrones, pero del dinero efectivo robado “se procura establecer su paradero” y eso fue lo que ocurriera días pasados cuando en un procedimiento posibilitado por el oportuno aviso de un vecino y la rápida reacción policial, se neutralizó un hecho delictivo contra una empresa, de donde se robaron hasta una portátil caja de caudales con dinero y cheques en su interior por una suma apreciable.
   Lo que bien serviría para nutrir el libreto de una película de suspenso y acción, fue el hecho que al huir los salteadores tuvieron la desgracia de dejar olvidada una de las armas que utilizaron para amedrentar a sus víctimas.
   Oh sorpresa, se trataba de una pistola de aquellas que dos o tres años atrás se robaron de una dependencia instalada en la mismísima Jefatura de Policía… Si… Esa que ocupa casi una manzana entre avenida Colón, Paraguay, Santa Rosa y Santa Fe, corazón del cercano barrio Alberdi, porque el Alto es después de la numeración 1500.
   En realidad la sorpresa no fue mayor porque otras armas del mismo origen habían aparecido ya en otros hechos delictivos, lo que sumado  a la desorientación emergente de aquel robo en sede policial que no fue aclarado pese al paso del tiempo, según tengo entendido, demuestra que la cadena de complicidades y silencios no se ha quebrado porque sin dudas alguien de adentro tuvo alguna participación en aquel sonado episodio que por sus características poco usuales, trascendió más allá de la geografía provincial y hasta fue comentado en el exterior.
   Ahora, cuando advertimos que la inseguridad sigue creciendo sin encontrar contención por parte de quienes debieran terminar con ella, y que el hampa es cada día más violenta como beneficiaria de una sugestiva impunidad, que desde el poder debieran reconocer su fracaso y aplicar medidas alternativas y no seguir insistiendo con los parches y los remiendos que a nada positivo conducen.
    Delinear, legislar, aplicar y controlar que se haga, para establecer una real política integral de seguridad, lo que debiera ser más prioritario que construir caminos, regalar subsidios, ampliar la circunvalación o comprar armas, movilidad, equipos de comunicaciones e incorporar efectivos a la fuerza azul porque las costumbres de combatir el delito ya se pasaron de moda y hay que buscar en los que saben, cuáles son las medidas para aplicar con resultados positivos y no insistir por la senda del fracaso.
   Profesionalizar, instruir, seleccionar sin amiguismos ni presiones políticas, recomendaciones ni padrinazgos debiera ser la manera de actuar si lo que se busca es brindar a los cordobeses una seguridad que se perdiera, cuando la policía en buena medida pasó a ser bolsa de trabajo de los políticos que gobernaron a Córdoba, del color que fuere.
   De lo contrario seguiremos penando, los decentes entre rejas por miedo y los ladrones sueltos, haciendo lo que se les cante.
   Bien vale asimismo recitar la vieja frase: si la policía no sabe, no puede o no quiere limpiar la mugre de adentro, nada podrá hacer para limpiar la basura de afuera.

20 de julio de 2021

El más asexuado de los sentimientos

TRIBUTO A LA AMISTAD COMO
SI FUERA UN DÍA CUALQUIERA
 

   Desde que tengo memoria existen cientos de definiciones, citas y célebres frases que hablan de los amigos, de la amistad, de la casi hermandad y de esa química especial que rodea y distingue a quienes se consideran amigos.
   Hay dos definiciones, de las miles que andan circulando, que encierran un enorme significado pese a su brevedad. Robert Stevenson supo sostener que “Un amigo es un regalo que uno se hace a si mismo”, en tanto Emerson aseguró que “Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta”.
   Aunque el día instituido para celebrar esa relación sea medio tirado de los pelos, porque la verdad la idea de festejarlo porque el hombre llegó a la Luna, está más cerca de lo inexplicable que de la realidad.  
   Cuestionamientos aparte, al igual que en el día de la madre, del padre, de la patria, de la libertad, de la mujer o del niño, es como que sobrara eso de asignarle un día al año cuando el amor, el cariño, el afecto debieran manifestarse todos los días, sin esperar que los intereses comerciales los impongan.
   Pero así somos en esta sociedad consumista por una parte y llorona por la otra, cuando se lamenta de dolorosa manera por las angustias que nos toca vivir, pero prolijamente se endeuda para no marginarse de esas comerciales celebraciones.
   En los críticos tiempos de pandemia es como si las amistades se hubieran fortalecido con el íntimo propósito de aunar fuerzas en la lucha, porque ahora los amigos son casi más que hermanos, en el dolor y en las esperanzas. Sea como crean que es, bien vale de vez en cuando acercarnos al amigo, a esa alma melliza puesta en el cuero de otro, y decirle que lo extrañamos, que lo amamos, que estaremos siempre que nos requiera, no tan solo para la joda.
   Los amigos no necesitan, no necesitamos, estar todo el día franeleándonos para expresar nuestros sentimientos, que muchas veces se confunden con la más penosa de las hipocresías.
   Basta con que el amigo, nuestro amigo en este cariño asexuado porque puede ser amiga, sepa que siempre, en las buenas o en las malas, estaremos con él o con ella.
   Y a eso, si, debiéramos tener la fraternal obligación de festejarlo.
G.F.

19 de julio de 2021

¿En legítima defensa?

SE ESTARÍA  TRAMITANDO  CRECIDO
NÚMERO DE RECURSOS DE AMPARO
 
   La intención en cuanto a los objetivos venía siendo analizada y diversas fueron las opiniones vertidas con relación a la compra, utilización y aplicación del artefacto que propusiera la más aventajada discípula del inefable GGG, el paseandero ex ministro que viajó a Europa para disipar su mente, después de tanto esfuerzo por estudiar para rendir esa materia que arrastraba como previa desde la secundaria: geografía, hasta que debió regresar de España por problemas de idioma.
   Todo venía de maravillas, hasta que a la actual ministra se le ocurrió aportar detalles sobre el aparato de madera para el que habría destinado una suma millonaria sin pensar que esos dineros, que son del pueblo y no del gobierno y como acción social que sería bienvenida, bien pudieran destinarse a la provisión de otros elementos para calentarse como por ejemplo leña a granel, gas en sachet o carbón sintético.
   Simultáneamente algo curioso sucedió cuando todo venía de maravillas, vale repetirlo, hasta que a la Sra. Ministra se le ocurrió graficar el tamaño requerido para el producto, instante debidamente documentado mediante oportunas tomas fotográficas que trascendieron hacia la curiosidad pública a través de las redes sociales, ya que la mayoría de los diarios optaron por omitir, en una respetable demostración de pudor, dado que las publicaciones gráficas no tienen espacios “prohibidos para menores de 16 años”.
   Como derivación o consecuencia de la idea estatal, numerosos juzgados del país debieron soportar la presentación de miles de recursos de amparo, que basándose en el humano temor hacia el abuso en estos tiempos de encierros y castidades, exigían que el producto no fuera de ninguna manera autorizado para la vacunación.
G.F.

 

18 de julio de 2021

S.L.B.: EL NUMERO 100.000 FUE UN EMBLEMA - JONATHAN VIALE EVOCA A SU PADRE, MAURO - LA POLICÍA Y "LOS PIRAÑAS" CON SU IMPUNIDAD - MÁS EMPLEADOS MUNICIPALES PARA MAQUILLAR LA CIUDAD - MEGACAUSA: SEMEJANZAS KAFKIANAS - DESBORDANTE PUBLICIDAD OFICIAL, PURA CAMPAÑA- NUESTRA INCONTROLABLE INFLACIÓN - ¿EXISTE ALGUNA NÓMINA DE ALTOS FUNCIONARIOS CONTAGIADOS?

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 682 del domingo 18/07/21 emitido en dúplex por la AM580 y la FM88.5 ambas dependientes de la Universidad Nacional de Córdoba.

Midiendo la realidad
EL NÚMERO 100.000 MÁS QUE
UNA CIFRA FUE UN EMBLEMA
 
   El fatalismo -obligado fatalismo impuesto desde la llegada de la pandemia- nos llevaba a sumar conscientemente o no el número de víctimas fatales que los dueños de las estadísticas serias y de las otras, nos iban haciendo crecer el espanto, la angustia y el terror ante la llegada de un desconocido asesino.
   Por eso del ancestral y humano sentido del miedo íbamos siguiendo el crecimiento de las cifras y al principio pensar en un millar nos erizaba la piel, el número diez mil sonaba casi utópico pero cuando lo superamos, el pánico pareció multiplicarse en los rostros y en las desesperanzas.
   El término “vacuna” pasó a ser entonces ansioso sinónimo de salvación, la medicina apretó el acelerador de las esperas, los poderes políticos, científicos y económicos entraron a un común vértigo y hay que reconocer que fue una brisa de frescas expectativas que a veces nos llenaban de juguetitos los rostros.
   En aquellos momentos de colectivos temores pocos se inclinaban a pensar en privilegios a la hora de las vacunas, hasta que la realidad nos golpeó a traición demostrándonos que los abusadores de poder jamás cambiarían.
   Mire… Para no entrar en detalles enojosos que desde algunos sectores se esmerarían en descalificar, quiero que escuchen a un muchacho dolido por la muerte de su padre.
   Es Jonathan Viale, el hijo de mi colega Mauro, quien murió por Covid porque no llegó a tiempo a la inmunización pagando cara su actitud de no beneficiarse con un privilegio.
   Lo escuchemos…
El audio con la participación del periodista Jonathan Viale y el Sr. Presidente Dr. Alberto Fernández al que se hace referencia, puede ser encontrado en la columna respectiva, ubicada en el costado derecho de este blog, parte superior.
 
La TV mostró lo ya conocido…
LA INACCIÓN POLICIAL CON LOS “PIRAÑAS” ES
PELIGROSA  DEMOSTRACIÓN DE INDIFERENCIA
 
   Todo indica que los responsables -o irresponsables en este caso- de la seguridad de los cordobeses, estuvieran esperando el escándalo mediático, para reaccionar como siempre tardíamente frente a una situación que es imposible que desconocieran, si es que no existieran dudas acerca de la existencia de sectores urbanos copados por la delincuencia que se ampara en una impunidad que por omisión de acciones sostenidas y eficientes, el poder les viene obsequiando desde hace tiempo; demasiado tiempo…
   Fue necesario que un canal local de televisión, divulgara el video que filmara un vecino documentando un ataque salvaje a los automovilistas ocasionales en un sector de la periferia, para que pocas horas después desataran por una parte el márketing con un tardío despliegue de efectivos, que lógicamente sólo sirvieron para documentar esa medida sin sentido por lo ineficaz de su ausencia cuando sabiendo que era y sigue siendo una zona caliente, nadie se ocupó de prevenir.
   Y casi en simultaneo el laxante de siempre que determinó el retiro de un jefe zonal, pero sin siquiera tirarle las orejas a la escala de mandos hacia arriba, que es de donde deben partir las directivas que jerárquicamente bajan desde la jefatura, los ministerios de seguridad y de gobierno y llegan a la mismísima gobernación, por compartir la responsabilidad de la inacción.
   Señales en cuanto a la presencia y la acción son las que sobran y es imposible -quiero reiterar el término: imposible- que se desconozcan desde las cúpulas policial y superiores, porque basta con que le pregunten a los habitantes de cualquier barrio donde los hampones mandan, para tener las mismas respuestas que de antemano ya conocen desde el poder.
   Es un escándalo la manera con la que se desenvuelven los operadores del narcomenudeo en sitios que pocos ignoran acerca de quienes, dónde, qué “merca”, a cuánto se cotiza y de qué manera se accede a cualquier hora, especialmente entre viernes y domingos.
   Las consignas de efectivos y patrulleros que atornillan inmóviles en lugares previsibles, sólo sirven para ahuyentar delincuentes en cien metros a la redonda, cuando lo que se impone es una política integral de seguridad que no se puede aplicar, porque el personal ingresante en los últimos tiempos no está preparado ni profesionalizado como lo imponen las complejas circunstancias de inseguridad total que padecemos.
   Es el panorama de siempre: reflotar actitudes preventivas pasajeras mientras dure la conmoción, para regresar luego a las ausencias de siempre, manera de actuar tan junada por el hampa que la aprovecha en perjuicio de quienes pagan -pagamos- elevados tributos que según sostienen desde el poder, sirven para asegurarnos una mejor calidad de vida.
   Si a eso de vivir con el corazón en la boca, las angustias de sabernos amenazados desde las sombras y con la certeza de haber sido abandonados por quienes debieran ampararnos, se le puede llamar “calidad de vida”, es que estamos más cerca del manicomio que de la salud mental.
 
Sumando problemas…
CRECE LA PLANTA DE PERSONAL JUNTO A
LA DEUDA  MUNICIPAL  CON  LOS VECINOS
 
   Siempre se sostuvo o mejor dicho la realidad lo fue sosteniendo, que en cada cambio de conducción del Palacio 6 de Julio, las autoridades entrantes se veían en figurillas para mantener al caudal de empleados que hiciera ingresar la administración saliente, hubiera sido o no del mismo signo partidario.
   Por eso debe ser que la nómina de personal crece desmesuradamente, lo que más se advierte frente a la poca eficiencia en la prestación de diversos servicios que bien pagan los vecinos a través de elevados aranceles tributarios.
   Chochera aparte en la conducción del poderoso y conflictivo gremio que los nuclea, porque visto desde otro ángulo, el problema de la superpoblación de empleados, en la misma medida aumenta el número de cotizantes mensuales a través de los descuentos de cuotas que van a engrosar las arcas sindicales.
   Una exagerada proporción del presupuesto comunal se asigna al rubro salarial, quedando en descubierto entre otros destinos la financiación municipal de la obra pública, que si ahora se concreta es por la ayuda de la provincia o de partidas nacionales, siempre y cuando Córdoba ciudad se allane al alineamiento con aquellos otros niveles de gobierno, lo que se simplifica cuando coinciden las corrientes ideológicas o partidarias. Y no hablemos del endeudamiento externo.
   Lo que desorienta, molesta e indigna al contribuyente es que por la ausencia de personal de planta debida a conflictos, paros o retenciones de servicios, para el cumplimiento de cometidos esenciales se haga necesario acudir a ciertas tercerizaciones, lo que significa un daño para las arcas comunales que deben pagar sumas fuera de programa, porque el plantel estable no las realiza.
   Hemos venido sufriendo desde bastante tiempo ese estado de conflicto permanente y saltarín impuesto por el SUOEM y a esa acción despiadada contra sus propios vecinos, la vemos en los resultados del caos urbano, de las cloacas reventadas y de tantas otras falencias que se observan y degradan la calidad de vida en una ciudad tan bella como la nuestra.
 
Megacausa del Registro
HAY  SEMEJANZAS  KAFKIANAS
QUE NOS LLEVAN AL ASOMBRO
 
   Alguien tenía que haber calumniado a “Josef K” pues fue detenido una mañana sin haber hecho nada malo. Preguntó por qué y le respondieron que no estaban autorizados a decírselo, que el proceso se acababa de iniciar y que conocería todo en el momento oportuno. 
   Un domingo debió acudir para la instrucción procesal de su causa frente a una comisión investigadora. Alguien le dijo que el tribunal disponía de todos los medios coercitivos y los podía aplicar automáticamente. También le aconsejaron hacer la confesión como única posibilidad de escapar a tal situación.
   Un asesor supo contarle que el tribunal, cuando acusaba, estaba convencido de la culpa del señalado y que era muy difícil disuadirlos.  Le señaló que al final, encontraba un comportamiento culpable donde antes no había nada. 
   El relato que acabo de leer pertenece a la obra “El proceso” de Kafka, escrita en el año 1914, pero podríamos reemplazar el nombre “Josef K” por el de tantas y tantos acusados en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba sin que pierda en absoluto nada de actualidad. El parecido es tristemente asombroso: la pérdida de la libertad sin causa, la culpabilidad preestablecida, el proceso en manos de una comisión especial, la sugerencia de aceptar los cargos. 
   En un momento el autor expresa al juez que sin ninguna duda detrás de las manifestaciones del tribunal, detrás de la detención y del interrogatorio, se encuentra una gran organización. Y pregunta: ¿cuál es el sentido de esta organización, señores, que se dedica a detener a personas inocentes y a incoar procedimientos absurdos? En la causa de la que nos ocupamos desde hace más de una década sin erigirnos en fiscales, defensores, jueces o verdugos, como en la otra, es un interrogante que todavía espera respuesta. 
 
¿Difusión de actos de gobierno?
LA PUBLICIDAD OFICIAL ES UN DESEMBOZADO
COMPONENTE DE LA CAMPAÑA PROSELITISTA
 
   Desde tiempos solamente inscriptos en la memoria de los puntillosamente catalogados como privilegiados testigos del devenir histórico, se fortaleció aquella costumbre -para muchos saludable- de disponer de las arcas del Estado que somos todos para solventar la campaña proselitista o parte de ella.
   En esa actitud cayeron todas las corrientes de pensamiento casi sin que existieran excepciones al escudarse en eso que le llamaron “difusión de las obras de gobierno” lo que en realidad era lisa y llanamente promoción de los candidatos con miras a elecciones más o menos inmediatas.
   El problema radica en que esos cuantiosos fondos -hablamos de millones de pesos y no es para nada una exageración- en lugar de asignarse a tareas y realizaciones en beneficio de la comunidad, sirven para posicionar y en la mayoría de los casos para agrandar la imagen de algún ignoto candidato, precisamente en este año electoral tan lleno de alternativas, dilaciones y situaciones anormales que no permiten la certeza de la realización de los actos comiciales, siempre pendientes como en toda actividad, del desenvolvimiento de la pandemia y el ataque para superarla en salvaguarda de la salud pública, que es uno de los destinos que, precisamente, se debiera asignar a esos fondos que de ninguna manera son del gobierno, sino del pueblo, del Estado, de la gente…
   Parece mentira o en el peor de los casos, situación ridícula la que se plantea con referencia a los enormes gastos publicitarios, que muchas veces con solo hacer números frente a la convicción que las matemáticas con su precisión no engañan a nadie, que terminamos por convencernos que se gasta más en promocionar una obra que lo que demanda su realización.
   No pidan ejemplos con relación a esta afirmación porque sobran y todos los conocemos, como así también los emprendimientos que no revisten ninguna utilidad y sólo sirven para el lucimiento de quien o quienes tienen la ocurrencia de plantearlo como una necesidad.
   Las obras de gobierno, pensándolo con la cabeza y no con los piés, tienen su auténtica promoción cuando demuestran que se concretan como beneficio y no como gasto por aquello de lo que cuesta vale.
   Seguir abusando de la publicidad intensiva, diaria, cansadora, puede también ser síntoma de inseguridad por parte de quien la encarga y la decreta, frente a los sondeos de opinión que rondan por la sociedad en estos momentos.
   Roguemos que prevalezcan el buen criterio y la sensibilidad de los gobernantes, para aquellos que la tienen, y transformen esos gastos del dinero de todos nosotros, en realizaciones que nos beneficien a los ciudadanos y no tan sólo a ellos.
   Las obras de gobierno, cuando lucen con auténtico brillo propio, bien vale aplaudirlas sin que nos empujen a odiarlas ya sea por lo onerosas o inoportunas.
 
Estamos mal pero vamos peor…
DIFÍCIL RECUPERAR  EL  EQUILIBRIO DE NUESTRA
ECONOMÍA CON UNA INFLACIÓN INCONTROLABLE
 
   Debo aclarar una vez más que no soy ni por lejos experto en economía, no tengo idea de los manejos de mercados, menos aún de operaciones con moneda extranjera, me agobia como a cualquier hijo de vecino la presión tributaria en algunos casos inhumana, pero al menos por intuición y desde el alma puedo hablar de una situación como la nuestra, que la inflación la transforma en insuperable para la gente pero de buena rentabilidad para ciertos sectores de la sociedad incluyendo a quienes viven de la política.
   No soy keynesiano, tampoco admiro a Cavallo, ni a Lopez Murphy ni Prat Gray y tantos otros, pero mi fuente es la casi cotidiana visita de compras al supermercado de mi barrio, lo que me aporta antecedentes como para juzgar con cierto conocimiento la agobiante situación que vivimos al menos los asalariados o ya retirados de las lides obreras y acogido a eso que exageran en llamar “el jubileo de la vida”.
   Y dentro de este panorama que para muchos es desolador, me viene a la mente una pregunta que cuando la formulé en distintos ámbitos, jamás recogí una respuesta que pudiera haber catalogado como inteligente, técnica o al menos como consuelo y es la siguiente: ¿Por qué siendo un país tan rico como el nuestro estamos obligados a tamañas penurias?
   Vemos a nuestros hermanos sudamericanos como los paraguayos, chilenos, bolivianos o uruguayos que se florean con una inflación anual que a veces llega a los dos dígitos, mientras nosotros los alcanzamos en menos de tres meses, con la diferencia que ellos, a vuelo de pájaro, no poseen ni por cerca nuestro caudal de riquezas.
   Tienen más o menos dominado el gasto público por lo que conozco, la desocupación no es un drama y los índices de pobreza son manejables a diferencia de nuestras estadísticas, que nos hicieron conocer que en uno de lo que fuera dentro de los países ricos del mundo, la vanguardia dentro de los cinco primeros, la pobreza aqueja a la mitad o más de sus habitantes.
   Me tocó hace tiempo conversar con un alto dirigente del gobierno en el mundo árabe, quien conocía de nuestro país más que muchos argentinos y puso cara de asombro cuando le comenté mi orgullo de estar conversando con uno de los responsables de conducir a uno de los países más ricos del planeta.
   Con ese rictus de misterio que suelen mostrar los árabes, me dijo que ellos no eran tan ricos y que los ricos éramos nosotros, porque ellos sacaban un galón de petróleo y tenían que esperar que la Naturaleza les renovara ese recurso una punta de décadas, mientras que nosotros matábamos 200 mil terneros y en menos de un año ese recurso ya había sido renovado por millones de vacas en los campos
   Hizo una pausa con un silencio que me pareció estudiado y me sorprendió aunque no tanto al explicarme: mire… lo que nos diferencia es que aquí, nosotros, tenemos administradores, y ustedes, con toda esa riqueza, tienen políticos no todos buenos.
   La verdad, creo que en ese momento recibí el diploma de economista…
   Ahora les confieso que había estado ilustrándome acerca de la inflación indomable que nos agobia, pero juro que al recordar aquel episodio en tan lejanas y áridas tierras, opté por dejarle ese complejo tema a los que saben.
   Pero pese a todo lo que dicen saber, no recuerdo que alguno, alguna vez, haya podido domar a ese monstruo que minuto a minuto nos viene robando el progreso, el bienestar, la salud y hasta la honestidad que estamos obligados a lucir.
   No se me ocurre otra manera de mencionar a la inflación.
 
¿Hay nómina de funcionarios contagiados?
NO DEBIERAN EXISTIR DUDAS EN CUANTO A PONER
LA VIDA POR ENCIMA  DE  CUALQUIER OTRO VALOR
 
   La verdad en estos últimos tiempos, venimos advirtiendo con pena pero más con sorpresa, que los relojes cambiaron su ritmo como les comentaba la semana anterior, lo que hace que las situaciones se aceleren, se retarden o desaparezcan dentro del vértigo obligado en el que nos ha sumergido esta pandemia.
  Tanto como para llegar al terrible vaticinio de un año atrás, cuando la situación más apremiaba por la falta de fechas ciertas para la aparición de la milagrosa vacuna, y la desesperanza era el sentimiento más dominante en la sociedad mundial. lo que nos empujaba a pensar que había llegado el momento del “sálvese quien pueda”.
   Y desde el poder, sin que esto signifique centrar la opinión en nuestras autoridades, se adoptaron medidas de diversa índole desde las posibles, pasando por los paliativos y llegando a la convicción que todos, indefectiblemente alguna vez, nos contagiaríamos.
   Fue el momento en que comenzaron a aparecer y en ciertos casos a mostrar su propia impudicia, el accionar de los desalmados que por ostentar o detentar un cargo de cierta jerarquía, instrumentaron la existencia y la permanencia de bolsones de inhumana corrupción como lo fueron -aunque seguramente algunos subsisten- aquellos vacunatorios para privilegiados, o acciones no grupales que lo mismo logran la milagrosa seguridad de la inmunización.
   Dejaron atrás las prioridades, mezclaron los segmentos etarios, marginaron a quienes consideraban descartables, impusieron cepos y restricciones pero no faltaron ni faltan los privilegiados a quienes les importa un pomo la suerte de sus semejantes.
   Esto suele ocurrir cuando existe falta de autoridad o se llega al otro extremo, que todos y todas creen tenerla.
   La pandemia, está visto que no perdona las improvisaciones ni las omisiones y se ensaña lógicamente con los más desprotegidos, pero eso parece no importarle a muchos de los cultores de aquel que creíamos utópico “sálvese quien pueda” porque nos prometieron también que todos nos salvaríamos.
   En consecuencias, bueno sería que con base científica y no política ni ideológica encontráramos la manera de salvarnos todos dentro de un orden con fundamentos ciertos y no con presunciones o cálculos interesados.
   Aquello de la solidaridad pasó a ser un vetusto recuerdo de años dorados, cuando el amor por el prójimo era un sentimiento llevado a la práctica pero ahora sería necesario transformarlo en obligación.
   Rescato, porque es una obligación cívica, el sacrificio, el compromiso, el apego al peligro y la superación del miedo que vienen demostrando los auténticos integrantes de los equipos de salud, desde los que barren los pisos de las clìnicas, sanatorios, vacunatorios y dispensarios, hasta el más encumbrado de los científicos.
   Ellos, por lo que hicieron y están haciendo, merecen aquella prioridad de salvarse…
   Y hablando de salvarse, ¿se recuerda si se divulgó alguna nómina de funcionarios que se hubieron contagiado?