Desgrabación
de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos” edición nº 683 del domingo 25/7/21 emitido por la AM580 Radio
Universidad Nacional de Córdoba.
La trama oculta
MEDIO MILLÓN DE ARGENTINOS SUFRE SI
LLEGA A PERDER LA 2º DOSIS DE SPUTNIK V
Justos elogios son los que
cosecha la ímproba, sacrificada y comprometida tarea médica de mantener los
vacunatorios diseminados por la ciudad, como es llamativa, por los comentarios
recogidos, la cordialidad de quienes vacunan, de la recepción, de la organización,
del alto sentido de la contención a quienes la necesitan, en fin, de una
calidad humana imprescindible cuando se trata de una ayuda fundamental en estos
tiempos de pandemia.
Desde los científicos pasando por toda la gama de personas vinculadas con la tarea de inmunizar, que el sentido de la responsabilidad humana viene superando largamente a la otra actitud, que asumen desde ciertos niveles del poder con la politización, ideologización y corrupción, actitudes que en su momento crearon en la opinión de la gente una imagen negativa y peligrosa por su existencia, y para el caso basta con recordar los vacunatorios para privilegiados, los privilegiados que aún lo siguen siendo y otras alternativas que se vienen manejando sin perder de vista que transitamos un año electoral y no son pocos los que se aferran al puestito, otros que fervientemente lo anhelan y aquellos infaltables que en la democracia creyeron encontrar el mecanismo que les asegurara su impunidad.
La vacunación, por todas esas causas, es una acción condicionada y utilizada más allá de sus reales necesidades, pasto de promesas incumplidas, mentiras, sorpresas y detalles negativos que ensombrecen en parte la tremenda responsabilidad con la que muchos asumen ese cometido de salvar vidas.
Por suerte las brumas de ciertas dudas se están disipando con el sinceramiento de muchos detalles vinculados especialmente con la provisión de vacunas, sus alternativas y las demoras que se vienen registrando, pero la más notoria es acerca de la llegada de las segundas dosis de la Sputnik V, aunque no haya contado con la venia aprobatoria de la Organización Mundial de la Salud.
El gran imperio del norte nos regaló tres millones y medio de vacunas y es para suponer que pueden beneficiarse con algunas de ellas todos los delirantes izquierdosos que combatieron aquel acto que suponemos es de generosidad internacional.
La vacuna que se decía enviaría Cuba dejó de ser mencionada como por encanto, el tema de Pfizer tomó un carril de negociación y ahora estamos en la tensa espera de la mentada segunda dosis de la vacuna rusa, aunque se sostiene que no se vence pese al transcurrir del tiempo.
En el país medio millón de personas aguardan y en Córdoba siguen dilatando los plazos del arribo de la segunda dosis rusa mientras en forma paralela crece la inquietud de quienes con el primer pinchazo, incrementan su angustia por incertidumbre ante respuestas evasivas y no siempre ajustadas a la realidad.
Parece que la intención desde el poder sería la de manejar en paralelo esos tiempos de las angustias y las incertidumbres, con los tiempos que llevan a las urnas, pero a las urnas de los votos, para explotar en su momento con el anuncio de la solución que contemple vacunas para todos, todas y todes…
En estas delicadas cuestiones, sólo se trata de saber esperar.
Mientras tanto, es saludable saber y comprobar que todos los mecanismos humanos dispuestos para la vacunación se mantienen en perfecto estado y de manera especial en la vocación humanitaria de quienes, desde casi un año y medio atrás, han puesto cuerpo, alma y sacrificio por sus semejantes.
Si ellos estuvieran sujetos a votación, ganarían por escándalo…
Ciudad que se reduce
EN LUGAR DE ENSANCHARLA ESTÁN
ACHICANDO LA GEOGRAFÍA URBANA
De ninguna manera puede
considerarse un plagio con relación a Rio de Janeiro, sostener que Córdoba es
una ciudad maravillosa pese a los horrores que muchos funcionarios supieron
cometer para afearla, sin conseguirlo al menos en la percepción de la gente que
ama a Córdoba como es, y olvida las ofensas urbanas con las que fuera dañada en
una pretensión de pasar a la historia como innovadores de algo que no necesita
innovarse, sino cuidarse y respetarse.
De las últimas medidas adoptadas -hasta ahora, porque vaya Dios a saber qué tienen pensado- es para destacar el achicamiento de las calles, el aislamiento del centro, el daño enorme a buena parte de los comercios, la transformación en hazaña lo que era la utilización del transporte urbano y otras cuestiones, con la contrapartida del beneficio relativo para otros sectores en los que las mejoras has sido beneficiosas.
El caos del tránsito al que ya nos habíamos acostumbrado por su densidad y generadora de conflictos, puteadas, peleas y otras actitudes poco civilizadas, sino en franco y sostenido aumento, sin encontrar soluciones por una parte debido a la falta casi total de controles, la pésima señalización y la desorientación a la que condenan a los vecinos, especialmente aquellos que se sirven del sistema de transporte urbano de pasajeros, cada vez más deficiente --si es que cabe- y más costoso.
El estrechamiento de muchas de nuestras bellas y populosas calles puede derivar como ya viene sucediendo, en lo mismo que ocurre cuando se produce un estrechamiento de las arterias por colesterol, por ejemplo, lo que en el peor de los casos deriva en accidentes cerebrovasculares, infartos u otros desenlaces: la ciudad ha sido puesta en una especie de terapia intensiva, pero sin internación y bien sabemos que para estos casos los remedios caseros nunca tuvieron éxito.
No se tomaron en cuenta los intereses de los comerciantes afectados, que pese al daño que les regalaron deben seguir tributando impuestos onerosos para cuyo cobro, en caso de retraso debido a la situación o por no poder afrontarlos, han lanzado a una apreciable cantidad de procuradores para apretar la cobranza, especialmente porque las arcas municipales deben estar el borde del default de no mediar la generosa ayuda provincial y algunos pesitos que seguramente aporta la Nación.
Pero la ciudad ya no es la misma: privilegiaron bicisendas, angostaron las calles, cambiaron los recorridos del transporte y por ahora es como si hubieran dejado de lado otros aspectos imprescindibles de ocuparse como la calidad del transporte público, de la recolección de basura, de la limpieza de calles y se piensan que poniendo luces, pintando cordones de veredas y tapando pozos dejaremos de pensar que de nuestra ciudad maravillosa sólo quedan los recuerdos, cuando la vemos que nos hacer perder el placer de recorrerla, de gozarla…
Es cierto que la modernidad tiene su costo.
En nuestro caso, el de los cordobeses, preferimos que los cambios sean graduales y no traumáticos, para darle tiempo a la ciudadanía a que se acostumbre sin padecer, como ahora padecen los nuevos pobres que antes tenían un negocito y esa modernidad les robó el bienestar.
Gobernar no es solo pintar, iluminar y maquillar, sino también y más que nada, ordenar.
V.A.R., fracaso y consecuencias
ROBARLE AL FÚTBOL SU DINÁMICA, UN
PECADO QUE ESTÁ COSTANDO CARO
Dentro del folklore futbolero,
interpreto que no es lo mismo putear al referí que a una máquina como el VAR y eso
sólo, a mi modesto entender, ya le quita buena parte al sabor de sentirse
hincha, sólo simpatizante o fanático de un club.
Viene al caso antes de seguir con el tema que tanta trascendencia pública tiene, que debo reiterarme en mi condición de absoluta ignorancia en cuanto a fútbol, de lo que sólo conozco que se juega con una pelota más grande que la de tenis y con una red en el medio de la cancha.
Aclarado este punto, vamos al relato de una experiencia reciente con el tema VAR: a un equipo argentino lo charlaron para afanarle un partido en el exterior, por una Copa que se llama Libertadores. Más aún, pienso que los afectados cada uno en su momento fueron dos, concretamente River y Boca.
La implantación del ojo de halcón para el más popular de los deportes ha sido una ofensa a la calidad del referí y a la correcta ubicación y buena vista de los jueces de línea, porque esa maldita maquinita puede determinar después de lo juzgado por el árbitro, que el gol no valió o que a un jugador no le pusieron una inocente zancadilla sino que casi lo destriparon con los tapones de punta.
El problema es como siempre, las derivaciones que puede tener una medida desacertada en el ánimo de los partícipes de la contienda deportiva, ya que a la hora de los vestuarios, se armaron serias trifulcas con heridos, contusos, afectados por gases lacrimógenos y otros daños físicos que hubieran sido imposibles si no se tomaba en cuenta lo que dictaminaba una máquina, por encima de la autoridad del referí.
Para mi, personalmente, es una degradación de la autoridad del árbitro y de sus colaboradores, ocasiona una especie de freno a la dinámica del espectáculo, empuja a las quejas, empujones y presiones hacia el soplapitos y transforma en una pelea callejera a lo que debiera ser un espectáculo digno de gozarse, al que antes concurrían las familias y últimamente ese detalle pasó al olvido.
Aceptaría únicamente el funcionamiento de la tecnología aplicada al fútbol, si se usara para colocar un chip en la pelota, que marcara si fue gol o no alcanzó a entrar transponiendo la línea reglamentaria, por un sensor que estaría en los tres palos que conforman el arco.
Para esa aplicación, hasta me atrevería a estudiar algo del reglamento y se me daría por simpatizar no con uno, sino con todos los equipos que me aseguraran que cuando vamos a la cancha, es para ver un espectáculo deportivo y no para ser testigos azorados de un despojo o una equivocación.
La Megacausa del Registro
ABSOLUCIONES REALES Y APARENTES, KAFKA
Y EL EMBROLLO DE SABER INTERPRETARLAS
En una especie de continuidad
no con el hecho de ocuparnos hace más de una década de este asunto, sino de
seguir con el comentario del pasado domingo, volvemos al relato kafkiano,
cuando el pintor/asesor habló a Josef K de la posibilidad de absolución real o
absolución aparente.
La absolución real, le dijo, es la mejor y como usted es inocente, podría confiar en alcanzarla. Sin embargo, le confió, hay dos cosas distintas: en la ley, se establece que el inocente tiene que ser absuelto, pero no se establece que los jueces puedan ser influidos. No obstante, yo he experimentado lo contrario. No he sabido de ninguna absolución real, pero he conocido muchas influencias.
¿Y La absolución aparente? preguntó K.
Escribiré en un papel una confirmación de su inocencia y la presento a los jueces, el juez puede absolver y después de algunas formalidades usted sale del ámbito tribunal y es libre, pero sólo en apariencia. Las actas continúan en el proceso y oscilan entre los tribunales inferiores y los supremos.
Un día, un juez toma el acta y ordena la detención inmediata. Entre la absolución aparente y la nueva detención puede transcurrir un largo tiempo, pero también es posible que el absuelto llegue a su casa desde los tribunales y allí le esperen para detenerle de nuevo.
¿Y el proceso comienza otra vez? preguntó K incrédulo.
Así es, dijo el pintor, y también se puede obtener una absolución aparente.
¿No resulta más difícil obtener la segunda absolución que la primera? preguntó K.
No se puede decir, dijo el pintor. Los jueces ya han previsto la detención en el momento de dictar la absolución. Y esta segunda absolución tampoco es definitiva, le siguen la tercera detención y la tercera absolución, la cuarta detención etc.
Resulta increíble, curiosa y aún pendiente de explicación, tan fiel semejanza entre la pesadilla de Kafka y el accionar judicial en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba.
Mentira precomicial por
desesperación
¿QUÉ GANAMOS CREYÉNDONOS ESE VERSO
QUE ESTAMOS VENCIENDO A LA PANDEMIA?
Los argentinos, históricamente
y aunque nos pese y nos duela, somos exitistas desde siempre, creemos que Dios
es argentino, que somos los mejores del mundo, los mejores tangueros, los
mejores asadores, los mejores cebadores de mates, los amantes más buscados, los
más famosos guitarreros, en fin, los mejores en cualquiera de los órdenes de la
vida.
Es por eso que a veces los desencantos son enormes, dolorosos y en muchos de los casos, insuperables, como por ejemplo declararnos campeones antes de tiempo, triunfadores de una guerra antes del primer cañonazo o enloquecidos por un costillar, antes que por un descuido las llamas formadas por la grasa transformaron el azadazo en una hoguera incontrolable.
Llamó así la atención un reciente discurso presidencial, cuando aseguró que estamos a un paso de ganarle a la pandemia; que la habíamos derrotado, obviamente adjudicándose indirectamente los laureles de esa poco creíble victoria.
Y todavía no la derrotamos porque en la sociedad argentina prevalecen más dudas que certezas, porque la inseguridad de lo que escuchamos como mensaje oficial en la mayoría de los casos deriva en errores conceptuales o en equivocaciones humanas, pero evitables con algo de cordura, responsabilidad y respeto por la sociedad.
Es como con la seguridad: si a la gente se le miente que es una sensación, la sociedad baja los brazos, relaja sus cuidados y pasa a ser víctima de una apreciación lanzada con propósitos políticos, o con orígenes demagógicos impuestos por las ideologías.
No podemos considerarnos a salvo mientras sigan algunos privilegios y se mantengan firmes ciertos privilegiados y no están errados los que piensan, o pensamos, por qué no se divulga una nómina de funcionarios de alto nivel contagiados de Covid 19 y no me vengan con que se trata de esenciales, porque en el trato humanitario y por respeto a la vida, en este mundo, esenciales somos todos.
Que vacunen antes que nadie a los médicos, enfermeros, camilleros, choferes de ambulancias y todos aquellos directamente vinculados con el peligro de verse atacados por el virus es para no discutir, pero que los avivados de siempre no sigan chapeando como los carteludos de las cárceles, que se creen que el poder es para unos el cargo como para esos presos lo es la violencia.
Mediante una carta que no se sabe qué filtros evitó nos hemos enterado los argentinos de muchos detalles, especialmente de la relación entre el poder nacional & popular y la cúpula del poder ruso, los vaivenes para el encargo, el envío, el pago o no, la manera de cobrarse, los compromisos que se contraían y otros pormenores que al evaluarlos le eriza la piel al más insensible.
¿Es que merecemos como sociedad ese maltrato, como lo es el ocultamiento de gestiones subterráneas que nos pueden afectar?
Y no se trata del daño económico ni de los compromisos que se contraigan en ese ámbito, sino en lo más trascendente que es la vida de cada uno de nosotros, los de a pié, que no tenemos el peso político de los funcionarios que se abusan de su obesidad en tal aspecto.
La oposición, si llegara a resucitar, debiera exigir en los ámbitos idóneos una serie de aclaraciones no tan sólo para demostrar que existe, sino como señal para la ciudadanía que no estamos viviendo una tiranía sino una democracia, con sus defectos, errores, canalladas y secretos, pero democracia al fin.
Ahora las preocupaciones de los miembros del poder son otras: las elecciones que se vienen, las intrigas que se tejen, los acuerdos públicos o no que se suscriban, los temores que se originan a la luz del estudio de las tendencias y los temores de quienes ya conocemos, de perder el camino que por esta misma democracia defectuosa, conduce a la indemnidad.
Seamos algo serios, amemos lo que tenemos, nos respetemos en el disenso y caigamos a la perdida sinceridad de decir lo que está ocurriendo especialmente con nuestro futuro, frente a la amenaza de una tercera ola del virus.
Si a la primera no la hemos terminado de superar, si a la segunda creemos haberla derrotado y lloramos a más de 105 mil muertos, no caigamos a la torpeza de seguir con un absurdo triunfalismo que es lo que, al final, nos matará por sentirnos ganadores.
Libertades que ofenden
AIMÉE BOUDOU, EL DE LA KATANA, LA JUSTICIA
GENEROSA Y UNA SITUACIÓN QUE LOS ASOCIA
Realmente cuando pensamos que
Aimée Boudou está en libertad después de haber sido declarado delincuente por
un delito cometido y condenado a 5 años y pico de prisión, en su coqueta casa y
sin apremios, llegamos a sospechar que si hubiéramos tomado la senda
equivocada, gozaríamos ahora de una sólida posición económica digna de envidia,
y recibido los mimos de un poder que en su momento fue cómplice de su accionar.
A los que resultaron heridos por una katana que esgrimió la víctima de un asalto por parte de esos delincuentes aquí, en nuestra ciudad, los condenaron a 5 años hace tres y ya están sueltos, como para hacer un paralelo que muchos pueden considerar inapropiado, pero es la verdad.
Boudou ya anda suelto, cobra 400 lucas mensuales de jubilación creo y por ser ex vicepresidente y se le liquidó una millonaria retroactividad que está cobrando.
Son los contrasentidos de una democracia que necesita madurar y evitar los atajos que conducen a la condición de decentes, después de haber delinquido de la manera en que lo hizo el condenado y luego liberado por haber hecho, entre otras comprometidas actividades, aprender a tejer, a bordar, hacer origami, organizar eventos sociales y abrir la puerta para ir a jugar.
Como la canción infantil pero provocando en la gente una pena inmensa por ser asombrados y ofendidos testigos de tamaña injusticia.
Después no me vengan con eso ahora percudido, del respeto a la ley y menos aún eso de la igualdad ante la ley…
Impactante concepto de
Schopenhauer
“LA IGNORANCIA NO DEGRADA AL HOMBRE MÁS
QUE CUANDO VA ACOMPAÑADA DE LA RIQUEZA”
Suele ser un error eso de hacer
sinónimos de pobreza con delincuencia al igual que dibujar paralelos entre
pobreza e ignorancia porque si bien entre los acaudalados suele ser difícil
encontrar a un analfabeto, es más común encontrar entre los financieramente
poderosos a varios intelectualmente ineptos.
Nuestra historia es rica en prominentes personajes del sindicalismo que supieron demostrar un elevado nivel de cultura general y no me pidan que aporte nombres porque cualquiera de nosotros está en condiciones de juzgarlos en tal sentido, a partir de su actuación, su sentido de la tolerancia y el respeto por su prójimo en cualquier cirscunstancia aunque fuera con belicoso desenlace.
Tenemos en el recuerdo a muchos políticos que en su momento se destacaron por sus poco felices intervenciones, como aquel edil que supo rendir homenaje, según su verba inflamada, a la bandera “que estaba blafemiando llevada por el viento” o el que al surgir la idea de poner góndolas en el lago de un paseo cordobés, propuso que también “sería bueno poner góndolos para que se reproducieran”, dijo.
En fin, el rico anecdotario se nutre hoy nada menos que con un dirigente sindical ahora multimillonario con tal nivel de poder, que ha sido capaz más de una vez de paralizar al país, aunque en la situación que nos ocupa, fue durante su brillante intervención en su condición de presidente de un poderoso club de Avellaneda, ante una asamblea de asociados.
Para evaluarlo, nada mejor que escucharlo…
El audio completo con la participación del dirigente sindical Hugo Moyano podrá ser consultado mañana antes de mediodía, cuando se superen los inconvenientes surgidos, ajenos a la producción de “Síganme los buenos” y podamos incluirlo en la sección respectiva ubicada en la parte superior de la columna derecha de este blog. Pedimos disculpas por el inconveniente.
La verdad, si tomamos conciencia
de la gravedad de este episodio, bueno sería convocar a marchas populares en
todo el país para exigir el regreso inmediato a las aulas, y en estos casos
especiales, con obligada retroactividad.
Piense usted si en lugar de ese especimen se tratara de alguien que llegó, por ejemplo, a médico durante años de pandemia sin enseñanza presencial. Sería para pensarlo dos veces, antes de aceptar una práctica mèdica tan simple y elemental como poner una curita en una rodilla raspada.
Mientras esos personajes gocen de la protección que les regala el poder entre otras cosas para enriquecerse, no seamos tan pretenciosos a la hora de reclamar, como ciudadanos, respeto por las leyes.
Se ocupan de la gente cuando ellos la necesitan y no cuando se les reclama acción, definiciones, soluciones que beneficien al prójimo y no a ellos, que son los eternos lomos vírgenes que como los esquimales, no han transpirado nunca.
Hay en esta ubérrima Argentina tres generaciones de abuelos, hijos y nietos que no han trabajado jamás, sostenidas por el clientelismo, los planes y las dádivas y ¿ese es el legado que dejarán para las futuras generaciones? Que se dejen de joder, de franelearse y de hacer creer que "pelean" entre ellos, cuando lo único que les interesa es eternizarse en los cargos "taponando" los intentos de renovaciones generacionales. Ese "estilo" de hacer política es común desde la derecha, pasando por el centro y llegando a la izquierda.
Tendrán vigencia hasta que la gente "se avive" y los corra a patadones en el orto porque no merecen otro tratamiento,
MEDIO MILLÓN DE ARGENTINOS SUFRE SI
LLEGA A PERDER LA 2º DOSIS DE SPUTNIK V
Desde los científicos pasando por toda la gama de personas vinculadas con la tarea de inmunizar, que el sentido de la responsabilidad humana viene superando largamente a la otra actitud, que asumen desde ciertos niveles del poder con la politización, ideologización y corrupción, actitudes que en su momento crearon en la opinión de la gente una imagen negativa y peligrosa por su existencia, y para el caso basta con recordar los vacunatorios para privilegiados, los privilegiados que aún lo siguen siendo y otras alternativas que se vienen manejando sin perder de vista que transitamos un año electoral y no son pocos los que se aferran al puestito, otros que fervientemente lo anhelan y aquellos infaltables que en la democracia creyeron encontrar el mecanismo que les asegurara su impunidad.
La vacunación, por todas esas causas, es una acción condicionada y utilizada más allá de sus reales necesidades, pasto de promesas incumplidas, mentiras, sorpresas y detalles negativos que ensombrecen en parte la tremenda responsabilidad con la que muchos asumen ese cometido de salvar vidas.
Por suerte las brumas de ciertas dudas se están disipando con el sinceramiento de muchos detalles vinculados especialmente con la provisión de vacunas, sus alternativas y las demoras que se vienen registrando, pero la más notoria es acerca de la llegada de las segundas dosis de la Sputnik V, aunque no haya contado con la venia aprobatoria de la Organización Mundial de la Salud.
El gran imperio del norte nos regaló tres millones y medio de vacunas y es para suponer que pueden beneficiarse con algunas de ellas todos los delirantes izquierdosos que combatieron aquel acto que suponemos es de generosidad internacional.
La vacuna que se decía enviaría Cuba dejó de ser mencionada como por encanto, el tema de Pfizer tomó un carril de negociación y ahora estamos en la tensa espera de la mentada segunda dosis de la vacuna rusa, aunque se sostiene que no se vence pese al transcurrir del tiempo.
En el país medio millón de personas aguardan y en Córdoba siguen dilatando los plazos del arribo de la segunda dosis rusa mientras en forma paralela crece la inquietud de quienes con el primer pinchazo, incrementan su angustia por incertidumbre ante respuestas evasivas y no siempre ajustadas a la realidad.
Parece que la intención desde el poder sería la de manejar en paralelo esos tiempos de las angustias y las incertidumbres, con los tiempos que llevan a las urnas, pero a las urnas de los votos, para explotar en su momento con el anuncio de la solución que contemple vacunas para todos, todas y todes…
En estas delicadas cuestiones, sólo se trata de saber esperar.
Mientras tanto, es saludable saber y comprobar que todos los mecanismos humanos dispuestos para la vacunación se mantienen en perfecto estado y de manera especial en la vocación humanitaria de quienes, desde casi un año y medio atrás, han puesto cuerpo, alma y sacrificio por sus semejantes.
Si ellos estuvieran sujetos a votación, ganarían por escándalo…
EN LUGAR DE ENSANCHARLA ESTÁN
ACHICANDO LA GEOGRAFÍA URBANA
De las últimas medidas adoptadas -hasta ahora, porque vaya Dios a saber qué tienen pensado- es para destacar el achicamiento de las calles, el aislamiento del centro, el daño enorme a buena parte de los comercios, la transformación en hazaña lo que era la utilización del transporte urbano y otras cuestiones, con la contrapartida del beneficio relativo para otros sectores en los que las mejoras has sido beneficiosas.
El caos del tránsito al que ya nos habíamos acostumbrado por su densidad y generadora de conflictos, puteadas, peleas y otras actitudes poco civilizadas, sino en franco y sostenido aumento, sin encontrar soluciones por una parte debido a la falta casi total de controles, la pésima señalización y la desorientación a la que condenan a los vecinos, especialmente aquellos que se sirven del sistema de transporte urbano de pasajeros, cada vez más deficiente --si es que cabe- y más costoso.
El estrechamiento de muchas de nuestras bellas y populosas calles puede derivar como ya viene sucediendo, en lo mismo que ocurre cuando se produce un estrechamiento de las arterias por colesterol, por ejemplo, lo que en el peor de los casos deriva en accidentes cerebrovasculares, infartos u otros desenlaces: la ciudad ha sido puesta en una especie de terapia intensiva, pero sin internación y bien sabemos que para estos casos los remedios caseros nunca tuvieron éxito.
No se tomaron en cuenta los intereses de los comerciantes afectados, que pese al daño que les regalaron deben seguir tributando impuestos onerosos para cuyo cobro, en caso de retraso debido a la situación o por no poder afrontarlos, han lanzado a una apreciable cantidad de procuradores para apretar la cobranza, especialmente porque las arcas municipales deben estar el borde del default de no mediar la generosa ayuda provincial y algunos pesitos que seguramente aporta la Nación.
Pero la ciudad ya no es la misma: privilegiaron bicisendas, angostaron las calles, cambiaron los recorridos del transporte y por ahora es como si hubieran dejado de lado otros aspectos imprescindibles de ocuparse como la calidad del transporte público, de la recolección de basura, de la limpieza de calles y se piensan que poniendo luces, pintando cordones de veredas y tapando pozos dejaremos de pensar que de nuestra ciudad maravillosa sólo quedan los recuerdos, cuando la vemos que nos hacer perder el placer de recorrerla, de gozarla…
Es cierto que la modernidad tiene su costo.
En nuestro caso, el de los cordobeses, preferimos que los cambios sean graduales y no traumáticos, para darle tiempo a la ciudadanía a que se acostumbre sin padecer, como ahora padecen los nuevos pobres que antes tenían un negocito y esa modernidad les robó el bienestar.
Gobernar no es solo pintar, iluminar y maquillar, sino también y más que nada, ordenar.
ROBARLE AL FÚTBOL SU DINÁMICA, UN
PECADO QUE ESTÁ COSTANDO CARO
Viene al caso antes de seguir con el tema que tanta trascendencia pública tiene, que debo reiterarme en mi condición de absoluta ignorancia en cuanto a fútbol, de lo que sólo conozco que se juega con una pelota más grande que la de tenis y con una red en el medio de la cancha.
Aclarado este punto, vamos al relato de una experiencia reciente con el tema VAR: a un equipo argentino lo charlaron para afanarle un partido en el exterior, por una Copa que se llama Libertadores. Más aún, pienso que los afectados cada uno en su momento fueron dos, concretamente River y Boca.
La implantación del ojo de halcón para el más popular de los deportes ha sido una ofensa a la calidad del referí y a la correcta ubicación y buena vista de los jueces de línea, porque esa maldita maquinita puede determinar después de lo juzgado por el árbitro, que el gol no valió o que a un jugador no le pusieron una inocente zancadilla sino que casi lo destriparon con los tapones de punta.
El problema es como siempre, las derivaciones que puede tener una medida desacertada en el ánimo de los partícipes de la contienda deportiva, ya que a la hora de los vestuarios, se armaron serias trifulcas con heridos, contusos, afectados por gases lacrimógenos y otros daños físicos que hubieran sido imposibles si no se tomaba en cuenta lo que dictaminaba una máquina, por encima de la autoridad del referí.
Para mi, personalmente, es una degradación de la autoridad del árbitro y de sus colaboradores, ocasiona una especie de freno a la dinámica del espectáculo, empuja a las quejas, empujones y presiones hacia el soplapitos y transforma en una pelea callejera a lo que debiera ser un espectáculo digno de gozarse, al que antes concurrían las familias y últimamente ese detalle pasó al olvido.
Aceptaría únicamente el funcionamiento de la tecnología aplicada al fútbol, si se usara para colocar un chip en la pelota, que marcara si fue gol o no alcanzó a entrar transponiendo la línea reglamentaria, por un sensor que estaría en los tres palos que conforman el arco.
Para esa aplicación, hasta me atrevería a estudiar algo del reglamento y se me daría por simpatizar no con uno, sino con todos los equipos que me aseguraran que cuando vamos a la cancha, es para ver un espectáculo deportivo y no para ser testigos azorados de un despojo o una equivocación.
ABSOLUCIONES REALES Y APARENTES, KAFKA
Y EL EMBROLLO DE SABER INTERPRETARLAS
La absolución real, le dijo, es la mejor y como usted es inocente, podría confiar en alcanzarla. Sin embargo, le confió, hay dos cosas distintas: en la ley, se establece que el inocente tiene que ser absuelto, pero no se establece que los jueces puedan ser influidos. No obstante, yo he experimentado lo contrario. No he sabido de ninguna absolución real, pero he conocido muchas influencias.
¿Y La absolución aparente? preguntó K.
Escribiré en un papel una confirmación de su inocencia y la presento a los jueces, el juez puede absolver y después de algunas formalidades usted sale del ámbito tribunal y es libre, pero sólo en apariencia. Las actas continúan en el proceso y oscilan entre los tribunales inferiores y los supremos.
Un día, un juez toma el acta y ordena la detención inmediata. Entre la absolución aparente y la nueva detención puede transcurrir un largo tiempo, pero también es posible que el absuelto llegue a su casa desde los tribunales y allí le esperen para detenerle de nuevo.
¿Y el proceso comienza otra vez? preguntó K incrédulo.
Así es, dijo el pintor, y también se puede obtener una absolución aparente.
¿No resulta más difícil obtener la segunda absolución que la primera? preguntó K.
No se puede decir, dijo el pintor. Los jueces ya han previsto la detención en el momento de dictar la absolución. Y esta segunda absolución tampoco es definitiva, le siguen la tercera detención y la tercera absolución, la cuarta detención etc.
Resulta increíble, curiosa y aún pendiente de explicación, tan fiel semejanza entre la pesadilla de Kafka y el accionar judicial en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba.
¿QUÉ GANAMOS CREYÉNDONOS ESE VERSO
QUE ESTAMOS VENCIENDO A LA PANDEMIA?
Es por eso que a veces los desencantos son enormes, dolorosos y en muchos de los casos, insuperables, como por ejemplo declararnos campeones antes de tiempo, triunfadores de una guerra antes del primer cañonazo o enloquecidos por un costillar, antes que por un descuido las llamas formadas por la grasa transformaron el azadazo en una hoguera incontrolable.
Llamó así la atención un reciente discurso presidencial, cuando aseguró que estamos a un paso de ganarle a la pandemia; que la habíamos derrotado, obviamente adjudicándose indirectamente los laureles de esa poco creíble victoria.
Y todavía no la derrotamos porque en la sociedad argentina prevalecen más dudas que certezas, porque la inseguridad de lo que escuchamos como mensaje oficial en la mayoría de los casos deriva en errores conceptuales o en equivocaciones humanas, pero evitables con algo de cordura, responsabilidad y respeto por la sociedad.
Es como con la seguridad: si a la gente se le miente que es una sensación, la sociedad baja los brazos, relaja sus cuidados y pasa a ser víctima de una apreciación lanzada con propósitos políticos, o con orígenes demagógicos impuestos por las ideologías.
No podemos considerarnos a salvo mientras sigan algunos privilegios y se mantengan firmes ciertos privilegiados y no están errados los que piensan, o pensamos, por qué no se divulga una nómina de funcionarios de alto nivel contagiados de Covid 19 y no me vengan con que se trata de esenciales, porque en el trato humanitario y por respeto a la vida, en este mundo, esenciales somos todos.
Que vacunen antes que nadie a los médicos, enfermeros, camilleros, choferes de ambulancias y todos aquellos directamente vinculados con el peligro de verse atacados por el virus es para no discutir, pero que los avivados de siempre no sigan chapeando como los carteludos de las cárceles, que se creen que el poder es para unos el cargo como para esos presos lo es la violencia.
Mediante una carta que no se sabe qué filtros evitó nos hemos enterado los argentinos de muchos detalles, especialmente de la relación entre el poder nacional & popular y la cúpula del poder ruso, los vaivenes para el encargo, el envío, el pago o no, la manera de cobrarse, los compromisos que se contraían y otros pormenores que al evaluarlos le eriza la piel al más insensible.
¿Es que merecemos como sociedad ese maltrato, como lo es el ocultamiento de gestiones subterráneas que nos pueden afectar?
Y no se trata del daño económico ni de los compromisos que se contraigan en ese ámbito, sino en lo más trascendente que es la vida de cada uno de nosotros, los de a pié, que no tenemos el peso político de los funcionarios que se abusan de su obesidad en tal aspecto.
La oposición, si llegara a resucitar, debiera exigir en los ámbitos idóneos una serie de aclaraciones no tan sólo para demostrar que existe, sino como señal para la ciudadanía que no estamos viviendo una tiranía sino una democracia, con sus defectos, errores, canalladas y secretos, pero democracia al fin.
Ahora las preocupaciones de los miembros del poder son otras: las elecciones que se vienen, las intrigas que se tejen, los acuerdos públicos o no que se suscriban, los temores que se originan a la luz del estudio de las tendencias y los temores de quienes ya conocemos, de perder el camino que por esta misma democracia defectuosa, conduce a la indemnidad.
Seamos algo serios, amemos lo que tenemos, nos respetemos en el disenso y caigamos a la perdida sinceridad de decir lo que está ocurriendo especialmente con nuestro futuro, frente a la amenaza de una tercera ola del virus.
Si a la primera no la hemos terminado de superar, si a la segunda creemos haberla derrotado y lloramos a más de 105 mil muertos, no caigamos a la torpeza de seguir con un absurdo triunfalismo que es lo que, al final, nos matará por sentirnos ganadores.
AIMÉE BOUDOU, EL DE LA KATANA, LA JUSTICIA
GENEROSA Y UNA SITUACIÓN QUE LOS ASOCIA
A los que resultaron heridos por una katana que esgrimió la víctima de un asalto por parte de esos delincuentes aquí, en nuestra ciudad, los condenaron a 5 años hace tres y ya están sueltos, como para hacer un paralelo que muchos pueden considerar inapropiado, pero es la verdad.
Boudou ya anda suelto, cobra 400 lucas mensuales de jubilación creo y por ser ex vicepresidente y se le liquidó una millonaria retroactividad que está cobrando.
Son los contrasentidos de una democracia que necesita madurar y evitar los atajos que conducen a la condición de decentes, después de haber delinquido de la manera en que lo hizo el condenado y luego liberado por haber hecho, entre otras comprometidas actividades, aprender a tejer, a bordar, hacer origami, organizar eventos sociales y abrir la puerta para ir a jugar.
Como la canción infantil pero provocando en la gente una pena inmensa por ser asombrados y ofendidos testigos de tamaña injusticia.
Después no me vengan con eso ahora percudido, del respeto a la ley y menos aún eso de la igualdad ante la ley…
“LA IGNORANCIA NO DEGRADA AL HOMBRE MÁS
QUE CUANDO VA ACOMPAÑADA DE LA RIQUEZA”
Nuestra historia es rica en prominentes personajes del sindicalismo que supieron demostrar un elevado nivel de cultura general y no me pidan que aporte nombres porque cualquiera de nosotros está en condiciones de juzgarlos en tal sentido, a partir de su actuación, su sentido de la tolerancia y el respeto por su prójimo en cualquier cirscunstancia aunque fuera con belicoso desenlace.
Tenemos en el recuerdo a muchos políticos que en su momento se destacaron por sus poco felices intervenciones, como aquel edil que supo rendir homenaje, según su verba inflamada, a la bandera “que estaba blafemiando llevada por el viento” o el que al surgir la idea de poner góndolas en el lago de un paseo cordobés, propuso que también “sería bueno poner góndolos para que se reproducieran”, dijo.
En fin, el rico anecdotario se nutre hoy nada menos que con un dirigente sindical ahora multimillonario con tal nivel de poder, que ha sido capaz más de una vez de paralizar al país, aunque en la situación que nos ocupa, fue durante su brillante intervención en su condición de presidente de un poderoso club de Avellaneda, ante una asamblea de asociados.
Para evaluarlo, nada mejor que escucharlo…
El audio completo con la participación del dirigente sindical Hugo Moyano podrá ser consultado mañana antes de mediodía, cuando se superen los inconvenientes surgidos, ajenos a la producción de “Síganme los buenos” y podamos incluirlo en la sección respectiva ubicada en la parte superior de la columna derecha de este blog. Pedimos disculpas por el inconveniente.
Piense usted si en lugar de ese especimen se tratara de alguien que llegó, por ejemplo, a médico durante años de pandemia sin enseñanza presencial. Sería para pensarlo dos veces, antes de aceptar una práctica mèdica tan simple y elemental como poner una curita en una rodilla raspada.
Mientras esos personajes gocen de la protección que les regala el poder entre otras cosas para enriquecerse, no seamos tan pretenciosos a la hora de reclamar, como ciudadanos, respeto por las leyes.
Se ocupan de la gente cuando ellos la necesitan y no cuando se les reclama acción, definiciones, soluciones que beneficien al prójimo y no a ellos, que son los eternos lomos vírgenes que como los esquimales, no han transpirado nunca.
Hay en esta ubérrima Argentina tres generaciones de abuelos, hijos y nietos que no han trabajado jamás, sostenidas por el clientelismo, los planes y las dádivas y ¿ese es el legado que dejarán para las futuras generaciones? Que se dejen de joder, de franelearse y de hacer creer que "pelean" entre ellos, cuando lo único que les interesa es eternizarse en los cargos "taponando" los intentos de renovaciones generacionales. Ese "estilo" de hacer política es común desde la derecha, pasando por el centro y llegando a la izquierda.
Tendrán vigencia hasta que la gente "se avive" y los corra a patadones en el orto porque no merecen otro tratamiento,
¿Cuántas armas policiales en poder del hampa?
DE POCO SIRVIÓ AQUEL INÚTIL “RODAR DE
CABEZAS” QUE NO RESCATÓ LA SEGURIDAD
Lo que bien serviría para nutrir el libreto de una película de suspenso y acción, fue el hecho que al huir los salteadores tuvieron la desgracia de dejar olvidada una de las armas que utilizaron para amedrentar a sus víctimas.
Oh sorpresa, se trataba de una pistola de aquellas que dos o tres años atrás se robaron de una dependencia instalada en la mismísima Jefatura de Policía… Si… Esa que ocupa casi una manzana entre avenida Colón, Paraguay, Santa Rosa y Santa Fe, corazón del cercano barrio Alberdi, porque el Alto es después de la numeración 1500.
En realidad la sorpresa no fue mayor porque otras armas del mismo origen habían aparecido ya en otros hechos delictivos, lo que sumado a la desorientación emergente de aquel robo en sede policial que no fue aclarado pese al paso del tiempo, según tengo entendido, demuestra que la cadena de complicidades y silencios no se ha quebrado porque sin dudas alguien de adentro tuvo alguna participación en aquel sonado episodio que por sus características poco usuales, trascendió más allá de la geografía provincial y hasta fue comentado en el exterior.
Ahora, cuando advertimos que la inseguridad sigue creciendo sin encontrar contención por parte de quienes debieran terminar con ella, y que el hampa es cada día más violenta como beneficiaria de una sugestiva impunidad, que desde el poder debieran reconocer su fracaso y aplicar medidas alternativas y no seguir insistiendo con los parches y los remiendos que a nada positivo conducen.
Delinear, legislar, aplicar y controlar que se haga, para establecer una real política integral de seguridad, lo que debiera ser más prioritario que construir caminos, regalar subsidios, ampliar la circunvalación o comprar armas, movilidad, equipos de comunicaciones e incorporar efectivos a la fuerza azul porque las costumbres de combatir el delito ya se pasaron de moda y hay que buscar en los que saben, cuáles son las medidas para aplicar con resultados positivos y no insistir por la senda del fracaso.
Profesionalizar, instruir, seleccionar sin amiguismos ni presiones políticas, recomendaciones ni padrinazgos debiera ser la manera de actuar si lo que se busca es brindar a los cordobeses una seguridad que se perdiera, cuando la policía en buena medida pasó a ser bolsa de trabajo de los políticos que gobernaron a Córdoba, del color que fuere.
De lo contrario seguiremos penando, los decentes entre rejas por miedo y los ladrones sueltos, haciendo lo que se les cante.
Bien vale asimismo recitar la vieja frase: si la policía no sabe, no puede o no quiere limpiar la mugre de adentro, nada podrá hacer para limpiar la basura de afuera.