28 de octubre de 2020

La palabra de moda

EL USO PROTOCOLAR
DEL PROMESÒMETRO
 
   Si el tema es dejarnos llevar por el respeto a nuestro castigado idioma conviene señalar como básico precepto que la Real Academia Española en la acepción principal del tèrmino “protocolo” lo establece como “serie ordenada de escrituras matrices y otros documentos que autoriza o custodia un escribano o notario” aunque también dentro de la rica sinonimia extiende su aplicación -entre otras- a rito, formalidad, etiqueta y ritual.
   Y en el terreno de la creatividad idiomàtica popular “promesòmetro” vendría a ser etimológicamente un imaginario aparato que se utiliza para medir todo lo relativo a las promesas y como primera acepción explicarìa: “mecanismo verbal con marcado acento demagógico utilizado para medir los abusos en los discursos políticos que anuncian grandes cosas que por lo general no se plasman”.
   Ambas palabrejas -protocolo y promesòmetro- cuando se manifiestan ligadas suelen cobrar resonante actualidad como ocurre ahora, si el tema que las hermana es la penosa situación de Còrdoba con relación a la seguridad, su carencia y el abuso de promesas protocolares que han llegado a tal reiteración que se asemeja a esos globos inflados, que mal anudados, poco a poco van perdiendo su condición de tales.
   Y basta con un solo y doloroso ejemplo: la Policìa de la Provincia y en la ascendente escala de poder hacia arriba pasando por el ministerio respectivo y hasta el sillòn mayor del Panal, se han ensañado en la aplicación de “protocolo” y “promesòmetro” hasta enervar al tejido social y hacer tambalear su propia tarima desde donde ellos ni siquiera parecen mirar una realidad que crece en dramatismo.
   Los hechos criminales protagonizados por efectivos de la fuerza azul derrumban todas las otras intenciones, aunque escasas, que alientan los correctos servidores que lucen tatuados a perpetuidad los valores propios o adquiridos de honestidad, rectitud y respeto por la vida ajena. Para el cordobés llano y
simple poco importan ahora los protocolos que se han cansado de recitar desde el poder, cada vez que una situación lo compromete en su desidia y en esa especie de abandono de aquel añejo compromiso de proteger que era parte de la imagen policial y del imperio de la Ley.
   Sin estar escritos, hay imaginarios protocolos que de por sì les obligan a cumplir con el amparo hacia la gente, su vida y sus bienes pero todo se diluye en la escasa calidad profesional y de consideración a los valores humanos, que lamentablemente y como lo viene mostrando lo casi cotidiano, son los componentes mayoritarios en la fuerza armada provincial.
   Y es para insistir en dos verdades: de nada sirven las cuantiosas sumas erogadas en armamento, tecnología, comunicaciones, movilidad, etc. si no existe una política integral de seguridad, su ejecución y el control de su aplicación. Y la otra, un acerto tan lamentable como reiterado pero inexcusable en su contenido: si la Policìa no puede, no sabe, no quiere o no la dejan limpiar la mugre de adentro, es absurdo que se pretenda que limpie la mugre de afuera.
   No tuvieron mucha trascendencia pero hay hechos que jamàs debieran ocurrir en una ciudad donde rigen ciertos protocolos meramente enunciativos y a la vez no se detiene el funcionamiento a pleno del promesòmetro: a una industria de Los Boulevares le robaron el techo en màs de 55 ocasiones en los últimos dos años y màs recientemente, robaron también el techo de un complejo deportivo vecino al anillo de circunvalación.
   ¿Siempre es necesario que alguien muera para que los dueños del poder se decidan a dejar la comodidad de su bien rentado letargo? Estàn “jugando con los bigotes del león” mientras la paciencia de la gente ya superò los lìmites de la tolerancia. En síntesis, ofende y molesta la vigencia de las “soluciones post mortem”, a las que se apela -siempre, siempre- después de algún hecho resonante por cuyas consecuencias la ciudadanía expresa su indignación frente al desamparo y por la actitud displicente de una fuerza desacreditada por su propia ineptitud, lo que es un reflejo de su errática conducciòn.
   La Policìa tiene que dejar de ser una acomodaticia bolsa de trabajo y requiere profesionalización de quienes quieran ingresar y prolija selección incluyendo prontuarios, certificaciones de capacitación y limpieza de antecedentes.
   ¿De los asesinatos perpetrados por policías en los últimos meses?
   Es complicado predecir en què pueden terminar esas causas, porque està en febril y apresurada preparaciòn un nuevo protocolo y la obligación de difundirlo a diestra y siniestra para que el promesòmetro ayude a que la gente vuelva a creer y a confiar que està protegida.  
 
Gonio Ferrari

25 de octubre de 2020

S.L.B.: EL DÒLAR A $ 195 ES UNA ALARMANTE SEÑAL DE DESCONFIANZA – VALIOSAS ENSEÑANZAS DEL FUEGO, DE LAS CENIZAS Y DE LA ANGUSTIA – LOS ARGENTINOS POCO HEMOS CAMBIADO – MEGACAUSA: ¡QUERELLANTES SON LAS VÌCTIMAS! – LA MAGIA DE ELIMINAR LA CORRUPCIÒN POR NO ATACARLA – PRECIOS ALOCADOS, INVISIBLES PARA EL PODER – PENSAR EN LAS VACACIONES SE ACERCA A LA UTOPÌA, ETC.

Desgrabaciòn de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Sìganme los buenos” edición nº 644 del 25/10/20 emitido en dúplex por AM580 y 88.5FM ambas de Radio Universidad Nacional de Còrdoba.

Una realidad que nos vive superando…
A MUCHOS  LES  DUELE  EL  DÒLAR A $ 195 POR
NO RECONOCER QUE ES LA MONEDA NACIONAL
 
   Dejemos de empujar la calesita sabiendo que tiene una sola, reducida y determinada dirección y reconozcamos en homenaje a la verdad històrica de la que formamos parte esencial, que ìntima o abiertamente los argentinos nos hemos rendido a su majestad el dólar yanky, en su indiscutible condición de moneda foraneo-adoptiva con peso propio y directa incidencia en la economía que por ahora luce, si es que puede lucirla, su condición nacional & popular.
   La moda no es de ahora sino que la venimos arrastrando desde tiempo atrás, no me
pregunten detalladamente desde cuàndo, si alguien puede ayudarme en este sentido, pero en mis años mozos al menos allà por mediados del siglo pasado hablar del dólar nos remitìa a geografías lejanas, a Far West, a películas de cowboys, a Alan Ladd y otros artistas de entonces y los casinos de Las Vegas..
   Pero nuestro dinero era el peso que con el correr de los años fue tomando otros nombres y asì como fueron Patacones en la antigüedad, nosotros les llamàbamos “fragatas” a los de 100 o de mil que eran los màs costosos, pero el dólar no figuraba en nuestro vocabulario.
   En tiempos de Peròn se comenzó a expandir eso del dólar, hasta llegar a inquietar al General del Ejèrcito Argentino -lo que ahora muchos no recuerdan-  devenido luego en
exitoso político y tres veces Presidente de la Naciòn, fundador de un movimiento de masas que està venciendo a los tiempos.
   En cierta ocasión Peròn, de raigambre nacionalista, supo preguntarse “para què hablan del dólar, si nunca vieron uno” desalentando de esa manera su expansión en el vocabulario de los argentinos.
   Su uso fue creciendo en las operaciones corrientes, todo se ajustaba a su valor desde los alquileres, los negocios inmobiliarios, la compraventa de vehículos y el precio de cualquier artículo de origen extranjero.
   Hasta los sueldos se acomodaron al valor del billete verde y los bancos comenzaron a recibir depósitos en esa moneda pagando intereses bajos, pero siempre en dólares. Hasta los jugadores profesionales de fútbol que se compraban y se vendìan de club en club especialmente extranjeros, se cotizaban en dólares.
   Con todos esos antecedentes, lo que se acentuò cuando los argentinos comprendimos que una buena manera de no desvalorizar los ahorros era comprando dólares, toda la economía en un país apegado a la libertad y alejado al menos en las intenciones a la dependencia extranjera, generalizò la costumbre de manejarse con dólares.
   En mucho colaboraron también las crecientes y casi fabulosas operaciones de exportación del que fuera “granero del mundo” y con planteles inconmensurables de ganado vacuno.
   ¿Còmo pretendemos ahora, entonces, abandonar aquella seguridad que nos metieron en el
alma y que muchos gobiernos se encargaron de consolidar, que nuestra moneda poco valìa y la única manera que tenìamos de proteger los ahorros no eran la alcancìa, debajo del colchòn o en otros escondrijos?
   Lo que consiguieron es el resultado que ahora es parte de nuestros diarios padecimientos: pensamos en dólares, compramos en dólares, cobramos en dólares y sufrimos por el dólar.
   Si el billete verde pasò a ser parte de nuestra cultura, las culpas son compartidas porque las costumbres cuando se imponen desde arriba hacia abajo, es muy difícil desarraigarlas y para colmo, pocos se han dado cuenta eso de haber contribuido a sepultar el respeto por nuestra moneda nacional.
 
Los previsibles incendios de cada año
NO DEJARON TAN SÒLO CENIZAS Y ANGUSTIAS 
SINO  QUE  FUERON UNA VALIOSA  ENSEÑANZA
 
   Un nuevo capìtulo en la penosa historia de los grandes incendios hemos vuelto a escribir los cordobeses, después de la repetición anual de tantos episodios que aùn no se sabe si han sido el maquiavélico resultado de la malignidad y la angurria del hombre u otro origen atribuible a la furia divina o al Destino que todo lo maneja tanto en el bien como en la desgracia.
   Jamàs las llamas habían devorado tanta superficie como en estos duros días en que los
sacrificados hombres y mujeres de los cuarteles de bomberos les ganaban al cansancio, al peligro y a las llamas que nada perdonan, esta desigual batalla a brazo partido que se libra con elementos que no alcanzan, con lluvias que no llegan, con angustias e impotencia frente a los desatados elementos que asociados al fuego no saben de treguas, de vallas ni de sufrimientos, como los que padecen aquellos que se quedaron sin nada en lo material, salvo la horrenda certeza del desamparo y del compromiso de volver a empezar.
   No se trata ahora de encolumnarnos en el batallón de los quejosos; de los que salpican de culpas al poder que no asumió el compromiso de la prevención oportuna, que desarticulò las alertas tempranas y después pretendió que la Naturaleza se aliara con su desidia enviando la panacea de la lluvia salvadora que llegó tarde. Es la hora de la evaluaciòn crìtica -aunque ahora inútil frente al drama consumado- pero que de algo puede servir para evitar que la calamidad se reitere.
   ¿Se conocen identidades y acusaciones a responsables de la iniciación de cada incendio?
No es tan cierto eso de la espontaneidad en todos los casos, aunque la maldita costumbre de los piromanìacos se vio dolorosamente reiterada con su siembra de ruina y catástrofe, que en mucha medida encontrò contención en el solidario compromiso de cada bombero; de cada vecino que aportò lo suyo mientras seguían y todavìa siguen rondando
los fantasmas de las dudas acerca del destino de tanto dinero que el poder acumulò al aplicar un impuesto que se dijo “para el manejo del fuego” cuando debió ser destinado a la prevención, ese fundamental aspecto que de nuevo fue el gran ausente.
   Las vidas inmoladas fueron sacrificios que pudieran haberse evitado precisamente apelando al simple y efectivo mecanismo de esa prevención que volvió a fallar, y allì la culpable no es la Naturaleza y sus caprichos, sino los hombres con su incapacidad, su burocracia y la desidia que es parte de su histórica inoperancia.
   Ahora son tiempos de mirar hacia adelante, pero sin olvidar el tendal de efectos negativos que dejaron el mar de fuego y el oscuro testimonio de las cenizas, esas eternas guardianas de la repetición de la desgracia.
   Es probable que alguna vez, cuando madure de verdad el imperio de la responsabilidad frente al desastre, podamos tener la dicha de pelearle a los incendios esperándolos con todos
los elementos que la tecnología tiene para ayudar a tantos hombres y mujeres a sentirse orgullosos de las ampollas, del tizne y de los pelos chamuscados, porque es la mejor condecoración que la ciudadanía puede reconocerles.
   Esto, siempre que el Estado tenga la grandeza de destinar los cuantiosos fondos que recauda, a la prevención y a la lucha contra el imperio de las hogueras, los resplandores y el humo abrasador y no los desvìe a destinos tan inciertos como inexplicables.
   Que el patriótico desprecio por la propia vida siga siendo de los bomberos, debe transformarse en el detonante de una imprescindible actitud gubernamental de luchar para que la desgracia no se vuelva a repetir.

 
Existen ciertos indicadores…
NO ES ATINADO PENSAR QUE LOS ARGENTINOS
HAYAMOS CAMBIADO  NUESTRA IDIOSINCRASIA
 
   Eso que la historia vuelve a repetirse no es privativo de la inspiración tanguera porque existen tantos ejemplos en tal sentido, que no se hace necesario escarbar en la música rioplatense para transformarnos en protagonistas de episodios que pese al transcurrir de los años, muestran una marcada vocación por la reiteración como si se buscara que de esa manera algo cambiara la idiosincracia de un pueblo.
   Y por ser el nuestro un crisol de razas por esa generosidad de anfitriones que destaca a los
argentinos es que sería imposible encasillarnos en una definición que nos mostrara como criollos, americanos, europeos, asiáticos, arios o cualquiera de las otras variantes.
   Los argentinos somos como somos aunque el paso del tiempo se empeñe a veces en mostrar cambios que ni siquiera percibimos desde adentro y un gran estudioso de esos devenires ha sido el genial Tato Bores, que en sus jugosos monólogos desnudaba sin pudor esa forma de ser que tanto nos distingue.
   Para quienes no están convencidos de lo piolas que somos històricamente los argentinos, escuchemos a Tato, de hace un montòn de años atrás pero es como si lo estuviera diciendo en estos momentos:
(El segmento de audio al que se hace referencia puede ser ubicado en el sector respectivo, situado en la parte superior de la columna de la derecha de este blog)
 
La megacausa del Registro
SIEMPRE VIGENTE PORQUE NUNCA FALTAN
AQUELLOS QUE NECESITAN  ALIMENTARLA

   El querellante en una causa judicial es la víctima, el ofendido, el damnificado y afectado por el delito acusado. Su participación en el proceso le permite conocer y controlar la persecución penal por parte del Ministerio Público.
   En la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba en la que se investigan delitos de falsedad documental para la apropiación de inmuebles, bien lógico sería que las víctimas sean los titulares de esos inmuebles falseados, pero curiosamente estos damnificados, que debieran ser querellantes particulares, casi no existen en los procesos, llegando al extremo que en uno de los juicios el verdadero dueño es el mismísimo condenado, a quien, luego de mandarlo a la cárcel, le devolvieron su tierra.
   Realmente se trata de un verdadero desafío al sano raciocinio y para agregarle mayor confusión como si fuera necesario, quien aparece sentado a la par del acusador y adueñado del papel de ofendido es el Estado provincial.  
   A ningún observador sensato escapa la obviedad que los delitos cometidos en el seno del Registro no pudieron perpetrarse sin la participación del poder, ni el detalle que varios nombres de altos funcionarios se han ventilado en las audiencias. 
   Por ello, la Provincia no puede ser querellante ni tampoco mero espectador y por el contrario, debe asumir su responsabilidad entre los investigados, situación que claramente debiera marcar la Justicia. 
   Si el rol de querellante permite conocer y controlar la persecución penal, es fácil concluir que la asignación de ese rol a la parte equivocada, por distracción, mandato o lo que fuere, asegura la impunidad para los verdaderos culpables.  
 
¿Escasez de presupuesto?
CUALQUIER  OTRA  EXCUSA ERA  VÀLIDA PARA
TERMINAR  CON EL ABUSO DE LA CORRUPCIÒN
 
   La verdad, si vamos a referirnos a un tema en el que se entrometen intereses políticos, diferencias ideológicas, manos en la lata, coimas y otras malas costumbres que no pasan de moda, es bueno advertir que cuando se mezclan los términos desconfianza, denuncias, encubrimientos, corrupción, complicidades, presupuesto, impunidad y otros que por lo general confluyen, lo mejor es poner el alma en paz, pensar, evaluar y luego producir la ìntima y propia definiciòn de un contrasentido.
   Y hablo de contrasentido porque precisamente desde el poder, que tiene la obligaciòn moral
y cívica de preservar la honradez, la corrección y el impecable desempeño de sus funcionarios, se optò ahora por abortar causas pendientes que reposaban en un organismo anticorrupción, bajo la infantil y fantasiosa excusa de la falta de presupuesto y de personal precisamente en un ámbito siempre dispendioso donde con curiosa lozanìa impera la malsana burocracia.
   Que la corrupción debe ser erradicada es parte de cualquier encendido discurso de campaña, cuando el elemento promesa es el màs utilizado como también resulta el menos respetado con el paso del tiempo, cuando los poderosos de la política ya se han apoltronado y en su aburguesamiento tienden a ser vìctimas de olvidos y de amnesias.
   Debe ser para evitar esa penosa alternativa, que los países donde la seriedad institucional es parte de la función, prestan especial atención a todo lo que pueda tener aunque fuera un pequeño componente de esa lacra cívica que es la corrupción.
   Y por lo que se advierte, no es el caso argentino porque mediante una disposición se dio destino de archivo que es el aposento de los olvidos y la desmemoria, a sonados casos que involucraban a encumbrados dirigentes en turbios manejos punibles por la ley.
   En Còrdoba tiempo atrás ocurrió algo similar y la Fiscalìa Anticorrupciòn se fagocitò en su propia inoperancia, ya que manejaba dos o tres causas aisladas que quedaron en las tinieblas de las negligencias que conducen a las ansiadas prescripciones.
   Cuando es la credibilidad en un sistema la base del respeto por parte de la comunidad, es
cuando se cometen esos abusos que socavan los cimientos de la democracia; de la convivencia y del respeto por la ley.
   Un país que cierra las puertas a la Justicia hacia dentro del seno de su cúpula gubernativa no inspira confianza, con las penosas consecuencias que acarrea ese concepto que en este caso merece Argentina.
   No nos preguntemos después y menos aùn mostremos sorpresa, cuando vemos que nos aislamos de la comunidad internacional y que ni siquiera nos tienen en cuenta para cubrir las emergencias que generamos, precisamente, por nuestra propia falta de autocrìtica, de sentido común y tambien, por què no reconocerlo, de eso que le llaman patriotismo.
   Y asì estamos con una clase media diezmada por el descontrol económico, una clase alta que invierte en el exterior sus utilidades, un pobrerìo que aumenta dìa a dìa, se lo asiste y después vota y un poder al que parece no preocuparle la grave situación.
   Porque si le preocupara, al menos hubiera dado muestras de achicar el Estado en todo lo demás que se gasta a raudales, pero nunca debió hacerlo anulando a quienes asumieron la obligación de adecentar la función pública.
   Màs de uno, y de una, han comenzado a respirar màs profundo en estos ùltimos días…
 
Descontrol, abusos, etc.
LOS  PRECIOS  ALOCADOS  SE  NOTAN EN LA
CASA PERO SON INVISIBLES PARA EL PODER
 
   Realmente, aparte de no provocar ya la sorpresa que tiempo atrás solìa acompañar a la difusión del dibujo que el Indec elaboraba en los patéticos informes mensuales sobre la inflación, el advertir ahora que los precios como casi siempre ha ocurrido, pero ahora en pandemia màs se nota se han desmadrado, nos desubica la actitud casi displicente del gobierno frente a la incontenible escalada en todos los rubros.
   Dejemos de lado por su carácter no de poco seria sino de còmica, la estimación de un
incremento del 2.8 por ciento difundida para septiembre, porque seguramente ese aumento se operò en el precio de las hélices para helicópteros, la tapa de carburador del Ford coupè modelo 45 o del sorgo hìbrido de las Bahamas.
   Porque lo que es aquí, en la pandèmica Argentina de estos días la estampida ha sido tan brutal que no existen parámetros numéricos como para graficarla, porque supera todo lo que ya ocurriera en años anteriores con relación al descontrol de precios.
   Si pensamos solamente que los combustibles aumentaron alrededor del 3 por ciento, que me digan cuàl ha sido el milagro para que esos valores se abstuvieran de plegarse a los
precios aunque el incremento se haya dispuesto pocos días atrás.
   Muchos colegios privados se fueron con sus cuotas a las nubes pese a que no se dictan clases; las frutas y verduras por su condición de estacionales ahora se venden en incòmodas cuotas y es cada vez màs complicado el asado de arroz o de fideos a la parrilla porque la carne ha encontrado en la polenta màs barata su reemplazante en la dieta de los menos afortunados.
   A todo esto, duele y molesta advertir la ausencia del Estado protector que se limita a

intentar que creamos eso del 2.8 de inflación mensual y vayamos sonrientes y complacidos a que nos arranquen la cabeza en el supermercado, en la carnicerìa, en la verdulerìa lo mismo que en Gas del Estado, en la EPEC o en CableVisiòn.
   Cuando se impone la presencia estatal para evitar los abusos, es la instancia en que màs se notan las ausencias, que sin dudas tendrán sus mecanismos de revancha en las campañas preelectorales que se avecinan para el año 2021 cercano, en el que se aspira la concreción del milagro de respetar precios máximos que se volverá a reiterar.
   Y somos tan crédulos que posiblemente volvamos a confiar en ellos.
   Total, los lamentos vendrán después.
   Y màs caros…
 
Diciembre y enero estàn pròximos
VAYAMOS  JUNTANDO LÀGRIMAS Y BRONCA
PARA SOLTAR TODO DURANTE VACACIONES
 
   ¿Se acuerda cuando no mucho tiempo atrás, digamos menos de un año, a esta altura del almanaque la mayoría de los argentinos ya teníamos diseñadas hasta en sus mínimos detalles las soñadas y merecidas vacaciones veraniegas de la familia?
   En una amplia gama de posibilidades que iban desde el crucero por el Caribe incluyendo
una llegada a Miami, pasando por una quincena en Mar del Plata, Iguazù o Bariloche o la modestia de plantar la carpa en un camping de Mina Clavero o de Tanti, eran todos proyectos que surgían y se alimentaban dentro de la factibilidad económica de cada familia.
   Existìa al menos aquella magia de la ensoñación, de imaginar días soleados y felices trayendo los caracoles de recuerdo, alguna baratija regional que después nadie encuentra y el bronceado para la envidia de esas vecinas que en todo se fijan y comentan.
   Lamentablemente y por imperio de circunstancias por lo general adversas, ahora todo eso se mezcla en la bruma de los barbijos, la neblina de ver el detalle del resumen de la tarjeta de crèdito y de ir apilando las facturas por impuestos y servicios que no perdonan ni entienden de tiempos de peste ni de carencias, como lo son el temido ingreso a las huestes de los desocupados o a la nunca deseada incorporación a la pobreza o la indigencia.
   Es de calcular que para la mayoría de los argentinos el tema de las vacaciones no es la prioridad, superada por otras exigencias màs acuciantes como lo son la escuela de los chicos, la diaria subsistencia dentro de nuestra convivencia con la inflaciòn, la presión por el pago de impuestos y servicios, la atención de la salud y todo lo que se mueve en derredor de un hogar, que se agrega a nuestra cotidiana lucha por la subsistencia.
  Cuando todavía subsisten las férreas limitaciones a la circulación, se busca instalar al turismo como vàlida y casi imprescindible alternativa, pero respetando el martirio que està padeciendo el sector empresario de esa actividad se advierte que para volver a las condiciones de libertad absoluta es mucho lo que falta de recuperar.
   Que haya o no espectáculos es sòlo una inquietud
sectorial en la mayoría de los casos alentada desde Buenos Aires al igual que las actividades deportivas en el marco del quehacer turístico.
   Roguemos que la normalidad se recupere naturalmente cuando podamos volver al placer de desplazarnos por el país sin las limitaciones que odiosa pero necesariamente imponen los tiempos de pandemia.
   Los apresuramientos suelen ser penosos por sus consecuencias y es saludable respetar una sentencia de Jefferson relacionada con el placer: no morder el cebo hasta asegurarnos que no oculta un anzuelo.

18 de octubre de 2020

S.L.B.: BIEN VALE PLANTARLE A LA MAMÁ UN BESO ASÍ DE GRANDE - ¿MONITOREO O ESPIONAJE AL PERIODISMO? - LA MEGACAUSA: MADRES ATROPELLADAS - LEWIN Y SU NODIO, QUE SE OCUPEN DE "DADY" BRIEVA - COMERCIO COLAPSADO Y PRIVILEGIOS INADMISIBLES - EL PERONISMO, SU CELEBRACIÓN Y LA LEALTAD, ETC.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” emitido el domingo 18/10/20 en dúplex por AM580 y la FM88.5 ambas de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

Igual que cualquier otro día…
AUNQUE  SEA  UNA  FECHA COMERCIAL,  BIEN  VALE
PLANTARLE HOY A LA MAMÁ UN BESO MÁS GRANDE
     
                                                         
   Debo reconocer, por coherencia en mi manera de pensar con la forma de actuar, que es virtualmente improcedente limitar a un día el reconocimiento eterno y permanente que merecen las mamás pero así son las reglas del juego y del consumo, lo que no impide que en materia de homenajes, lo
concentremos, si, en un día al año.
   ¿Por qué será que teniendo tanto para decir de ella las palabras nunca alcanzan? ¿Por qué será que el cariño, la admiración, la ternura, el respeto, la lucha, el refugio o el amparo sirvan para sintetizarla? ¿Por qué una caricia, una lágrima, una mirada o un recuerdo basten para que tengamos la certeza casi absoluta y milagrosa de su presencia?
   Ella sabe porque así lo siente, que el sacrificio y la entrega son parte vital de su atávica vocación protectora.
   Sabemos y ella también lo sabe, que a la hora de estar junto a nosotros no
existen los enojos, las barreras ni las distancias. Estuvimos muy dentro de su mundo nutriéndonos de su generosidad y de sus ansias por tenernos; por vernos nacer.
   Es la que nos regala el mágico prodigio de la vida, nos quita los miedos, espanta las sombras, comprende lo incomprensible, ahuyenta nuestras penas y es el ser que todo nos perdona aunque mereciéramos que la chancleta hiciera tronar el escarmiento.
   Nada interesa si es casada o soltera, viuda o divorciada.
   Sus méritos como esposa, concubina, arrimada o como le quieran llamar poco importan porque esa mujer, por encima de cualquier vetusto rótulo convencional, es Mamá. Y si abrumados por la angustia buscamos un motivo que nos devuelva la alegría de vivir, más que a nosotros en nosotros la encontramos a ella, así la tengamos o no.  
   Ese es el insondable sortilegio de su amor, porque con ella tal sentimiento
está más allá de lo terrenal; de lo explicable porque asimismo podemos conocerla o no, pero estoy convencido que aquellos que no la conocen, lo mismo respiran por ella y miran por sus ojos.   
   Y quiero evocarla, memoria de por medio, recordando el final de un bello escrito de Isidoro Blastein.
   “Adiós Mamá. Hasta pronto. Trázame un sendero con tu voz y una estela luminosa con tu gesto, resérvame una gruta de ternura y guárdame un lugar en tu regazo. Yo llegaré hasta ti de cuando en cuando a conversar contigo sentado en las estrellas.”
   Ahora, ya, si la tiene cerca, ahóguele la respiración con un besazo y abrácela
hasta que le crujan sus huesitos… Y si no la tiene, nada mejor que compartir con ella, a la cósmica distancia, el húmedo recuerdo de alguna diablura inolvidable.
   Porque siempre está y estará allí peleando por nosotros, cuidándonos, guiándonos, llevándonos de su mano.
   Siempre cerca. En la dicha y en la desgracia; en la risa y en el llanto, presente.
   Siempre nuestra y nosotros de ella, aunque no la veamos volver.
   Siempre… siempre…
 
Para quienes piensan “monitorearnos”
“QUIEN NO QUIERE PENSAR ES UN FANÁTICO; QUIEN
NO  PUEDE PENSAR, ES UN IDIOTA Y QUIEN  NO  OSA
PENSAR ES UN COBARDE”. (SENTENCIA  DE  BACON)
   
   Existen algunos antecedentes inmediatos con relación a ese metejón que siempre anidó en el alma del peronismo: controlar a los medios de difusión y “disciplinar” el pensamiento de los periodistas.   No son para olvidar las presiones y patoteadas más recientes, cuando las hordas moyanistas impedían la salida de los camiones para la distribución de un diario porteño de alcance nacional y los condicionamientos a colegas a través del manejo discrecional de la pauta publicitaria oficial que pagamos todos los argentinos -o todes si se prefiere- pensemos como se nos ocurra pensar.
    Los autoritarios como lo fueron Stalin, Hitler, Mao, Fidel, Chávez, Videla,
Stroessner, Maduro y un extenso etcétera hicieron de las suyas en ese “arte” de la censura a todo pensamiento que no coincidiera con los postulados oficialistas por cuya razón no fueron pocos los colegas perseguidos, secuestrados y maltratados “por portación de ideas”.
   Un intento data de junio de 2014 cuando Doña Cristina entonces Presidente decretó la creación de la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional poniendo a su frente al filósofo, ensayista, político, presentador de TV y columnista de Página/12 don Ricardo Forster por entonces de 56 años de edad quien lucía como antecedente extra ser cofundador y líder de “Carta abierta”.
   La historia no tendrá mucho para recordar de su actuación porque duró hasta el 10 de diciembre del año siguiente al asumir Macri, cuando Forster aún no había conseguido un fabricante de sellos que concentrara en tan breve espacio la pomposidad de su cargo.
   Y ahora en un reencuentro con el pasado el actual Presidente nominó a la titular de la Defensoría del Público, Miriam Lewin para que tomara a su cargo la conducción de NODIO, nuevo observatorio para registrar, analizar y prevenir el caudal de informaciones y contenidos maliciosos y falsos en los medios de comunicación, para garantizar a la ciudadanía la protección contra noticias tendenciosas.
   El organismo, que contará sin dudas con una importante planta de personal y presupuesto millonario y con desdén por eso del “achicamiento del Estado”, trabajará en la detección, verificación, identificación y desarticulación de las estrategias argumentativas de noticias maliciosas, la identificación de sus operaciones de difusión y los sistemas de alertas", entre otras acciones, "con el objetivo de proteger a la ciudadanía comunicacional" según indicó la nueva funcionaria.
  Llegó tarde para intervenir, entre otras cosas, en el ocultamiento de 3500 muertos y su posterior blanqueo, dejando la duda en el sentido que se estima que ese tipo de maniobra pudiera haberse reiterado más de una vez.
   La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) puso el grito en el cielo remarcando su preocupación por la creación de un organismo que  impondrá prácticas de vigilancia desde el Estado lo que “conlleva un riesgo cierto de que estos sean utilizados como método sutil de disciplinamiento” y que tales actitudes cuando provienen de entes oficiales “que perfectamente pueden utilizar estos mecanismos como actos de censura indirecta”.
   Ni más ni menos.
   Así como lo del talentoso Ricardo Forster pasó virtualmente inadvertido como gestión, bien vale el cuestionamiento que se hace al engendro burocrático que llevará el espionaje liso y llano a un nivel de supuesta legalidad, que -opinión personal y posiblemente pasible de ser calificada como reduccionista y primaria- instauraría una curiosa y folklórica instancia de chismerío de conventillo.
   No hubo escarmiento ni toma de conciencia por lo de Milani ni por otros episodios vinculados con el fisgoneo que llevaron a la práctica tanto el kirchnerismo como algunos adláteres de Mauricio Macri, pese a que en este caso se buscó el piadoso acto de cubrirlo con el blindaje que imponía la
inteligencia previa a un encuentro internacional de primeros mandatarios.
    Aunque hilando fino se me ocurre sentir que desde el poder buscan, como el domador hace con el caballo indómito y cerril, de auscultarle las cosquillas (una especie de censura previa) para clavarle allí “las lloronas” y amansarlo a fuerza de tortura y de dolor.
   La verdad, debiera acelerarse la puesta en marcha y operatividad de ese mentado observatorio que evaluará los dichos periodísticos en radio, televisión y en las redes sociales en función de espionaje abierto para calificar la procedencia o no de los conceptos que se pudieran vertir, lo que sonó más a censura que a control que de todas maneras es innecesario y a la vez violatorio de preceptos constitucionales.
   Una pena, realmente, que ese organismo cuya conducción fue confiada a una señora, periodista de profesión, que no mucho tiempo atrás perpetró la hazaña de sepultar en vida a una artista a quien al ventilarle ciertas intimidades, le asestó un duro golpe a la privacidad con derivaciones oprobiosas y que ahora el poder, la colocó en la vereda opuesta como una especie de moralizadora de una profesión que no necesita apuntadores, manuales de estilo ni que nos metan en la cabeza esa vocación por el libreto que practican varios comunicadores inclinados más a la militancia política e ideológica que a la profesión ejercida sin mordazas.
      ¿Es necesario que el Estado -nosotros- pague toda una estructura exagerada para que se intente enseñarnos a pensar como ellos quieren?
   Suena ridículo porque el resultado puede ser el silencio, que suele estallar más estruendosamente que un alarido.

Megacausa del Registro
VARIAS REFERENCIAS DE MADRES QUE
SUFRIERON  ATROPELLOS  JUDICIALES
   A propósito de este día especial me vinieron a la mente los casos de tantas mujeres/madres en las que hizo blanco el abuso sistemático de prisión preventiva utilizado en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba.
   Entre ellas -bien lo recuerdo- una señora con diagnóstico de Parkinson, con un hijo padeciendo severa enfermedad y alta dependencia de sus maternales e imprescindibles cuidados. ¿Cuál sería la necesidad de encerrarla por las dudas? Y si es por casos, hay más: Una empleada jubilada por cáncer de mama, con indicación de control médico permanente y otra más, por si hiciera falta, con cáncer avanzado, que fue juzgada después de años de encierro mientras realizaba las sesiones de quimioterapia.
   ¿A dónde escaparía con semejantes drogas colgadas?  A otra se le negó la prisión domiciliaria solicitada para ayudar a su hija adolescente a salir de la adicción en que había caído. Varias murieron mientras estaban presas.
  Reitero que hablo de prisión sin juicio.  
   Y con acusación de delitos leves. 
   A una abogada defensora le allanaron su estudio jurídico durante el juicio, secuestrándole una caja con las pruebas, en una acción tan ilegal como antiética. Hace un ruido ensordecedor tanto atropello. Muchas veces se ha recomendado al Estado argentino la utilización de medidas alternativas a la prisión preventiva.
   ¿Ninguna podría haberse aplicado a las imputadas enfermas o mayores, o incluso a tantos otros, con arraigo, sin fortuna y sin antecedentes penales?  
   Con tanta irracionalidad no resulta nada delirante pensar que alguna intencionalidad y/o beneficio acurruca el mediatizado espectáculo de cientos de presos.
 
Y si el clown cumple su fantasía?
LA  SRA. LEWIN  Y  SU  NODIO  DEBIERAN
OCUPARSE DEL CÓMICO “DADY” BRIEVA
 
   “Todo delito que no se convierte en escándalo no existe para la sociedad” supo sostener Heine con toda razón y ese es el temor, que desde un sector del poder se busque minimizar, esconder y pasar al olvido la barbaridad que públicamente cometió “Dady” Brieva, clown de un trío otrora mentado, aunque ahora el gracioso sostuvo públicamente ser “un soldado” de la actual vicepresidente de la Nación.
   Refiriéndose sin dudas a la caravana o acto de protesta llevado a cabo por un sector opositor al gobierno nacional, realizado en la Avenida 9 de Julio de Buenos Aires, la más ancha del mundo, dijo graciosamente “unas ganas de agarrar un camión y jugar al bowling por la 9 de Julio, no te das una idea…” refiriéndose al escenario de esa manifestación popular dando rienda suelta a su atropelladora fantasía.
   Y si queda alguna duda de lo que dijo porque a veces aclaran que no dijo lo que dijo o dijeron que no lo había dicho, nada mejor que escucharlo…
   El audio que se anuncia puede ser escuchado en el sector correspondiente, ubicado en la parte superior de la columna derecha de este blog  
Bahhh… A lo mejor es una exageración calificarlo como “popular” porque un ministro del gabinete nacional dijo que los asistentes no eran gente… que no eran parte del pueblo en una abierta actitud más que despreciativa abiertamente discriminatoria, antisocial y elemento para el ensanchamiento de esa grieta que no muchos están interesados en superar, y que seguramente hubiera pasado a integrar el catálogo de las “bolufrases” del acervo argentino.
    Fríamente evaluado sería tomarlo como que viene de un fantoche y especialmente si se nos ocurre coincidir con una genialidad de Solzhenitsyn: “Ya se sabe. Cuando la carne está podrida de nada sirve sazonarla. Es para vomitar”.
   En las últimas horas el caricato salió al cruce de las críticas que se levantaron desde todos los sectores incluyendo a una parte del oficialismo y consideró que quienes cuestionaban su amenazante exabrupto carecían por completo de sentido del humor, ante lo que se me ocurre una cita en este caso de Chamfort: “Hay personas que siempre quieren ir delante de todos, elevarse a cualquier costo por encima de los demás. Con tal de figurar en lugar preeminente todo lo darán por bueno: la plataforma de un charlatán, el escenario de un teatro, un trono, un patíbulo les servirán igualmente si desde allí atraen las miradas de la gente”.
   Pero esas miradas lejos del adorno de la aprobación fueron de indignación, bronca e impotencia por la amenaza que representaban o la incitación al delito o la instigación a cometer alguna de esas barbaridades, que el terrorismo internacional perpetró en la rambla de Barcelona donde tres locos “jugaron al bowling” según la calificación del impresentable bufón nacional & popular con un saldo de al menos 14 víctimas fatales.
   No es una evaluación exagerada porque también las raíces del atentado a la revista francesa Charlie Hebdo con saldo de 12 muertos fueron similares y hay tantos loquitos sueltos que sólo faltaría que alguno de ellos buscara obrar por incitación.
   El mamarracho tendrá propiedades en Miami, campos en Argentina, departamentos en Puerto Madero y en Punta del Este, automóviles de alta gama y una bien pertrechada cuenta bancaria aquí y en el exterior, pero la verdad, no deja de ser un pobre tipo a quien, para colmo, los yankys le cancelaron por las dudas la visa que lucía en su pasaporte.
   Tomando en cuenta lo carteludo que “Dady” Brieva se considera, no es para augurar el éxito a cualquier repudio o sanción que le pudiera corresponder a través de la pachorrienta Justicia.
   Aunque no es para tenerle lástima y por las relaciones y la impunidad que viene cosechando, es para tenerle miedo.
 
Alto porcentaje del comercio, colapsado
MATAN  A  BARES, CONFITERIAS, ETC, COMO
SI CARAVANAS POLÍTICAS, EL FÚTBOL Y LAS
PLAZAS  COLMADAS NO FUERAN DE RIESGO
 
   Por allí no terminan de entenderse algunas determinaciones que adopta el poder según declaman desde allí, para salvaguardar la salud pública en estas duras épocas de pandemia, zozobra y amenazas que es cuando se ponen a prueba temple, buena voluntad y acción.
   A la luz de la realidad que nos toca vivir ha quedado demostrado que el severo encierro no ha sido la mejor opción, porque como simple espectador de lo cotidiano entristecen las secuelas, las alteraciones de carácter, la agresividad manifiesta, la intolerancia y lo más preocupante, la desesperanza generalizada. Vale reiterar que las cosas se hicieron al revés por impericia o ignorancia, porque en lugar de comenzar por los sectores más vulnerables  -geríatricos y barrios marginales- se optó por enclaustrar al resto.
   El mal calculado aislamiento obligatorio fue derrumbando día a día las expectativas del COE en cuanto a la llegada del pico de los contagios y de las muertes, tras lo cual se calculaba que llegaba el amesetamiento y desde allí las cifras comenzarían a declinar, pero nada de eso ocurrió.
   Hay más contagios, cada vez es más comprometido el número de camas disponibles y el agotamiento del excelente material humano que viene luchando a brazo partido es fácil de advertir.
   Y frente a este panorama que muchos consideran desolador, sorprenden algunas medidas, más vinculadas con el capricho que con el error, porque partiendo de una lógica elemental no es posible que se flexibilicen los deportes de conjunto, que se practique el vistagordismo en cualquiera de las plazas de la ciudad y del interior y que la autoridad opte por una escandalosa ceguera, como ocurrió en estas últimas horas frente al desplazamiento de decenas de ómnibus que desde los cuatro puntos cardinales se movilizaron hacia la ciudad de Buenos Aires para asistir a un acto político.
   No es para entrar al análisis menudo de justificarlo por la necesidad de dinero,
en los casos en que se entregaba a cada manifestante unos pesos para asegurarse nutrida adhesión, llamémosle popular, a la convocatoria moyanista.
   El atentado perpetrado contra la salud pública, que con seguridad será minimizado por la conducción panzista, merece no ya la sanción porque el mal del potencial contagio ya ha sido perpetrado, pero se impone evitar la repetición de situaciones parecidas.
   A la Iglesia Católica le impusieron cepos que no se aplicaron a otros cultos, hasta que la autoridad eclesial cordobesa se plantó frente al cordobesismo que olímpicamente se había lavado las manos dejando la decisión en manos de la Nación, en una medida que ofende al federalismo y refirma el voto de silencio imperante en el más alto nivel, de cero contacto con medios periodísticos, salvo
aquellos comprometidos mediante la jugosa publicidad oficial.
   Mientras tanto, vemos con pena e indignación la sucesión interminable de cierres, ominosa imagen de fracaso comercial por causas extrañas y por el escaso apoyo del poder a los empresarios doblegados por la crisis, porque si las limitaciones son para todos, es injusta la presencia de sectores privilegiados.
   Para qué cuernos quiero ver fútbol si me impiden visitar a mi familia, si no puedo darme el placer de un café o de compartir una mesa de truco.
   Es hora de actuar con coherencia y espíritu de igualdad porque en esta lucha, para padecerla, estamos todos juntos y así debemos estar a la hora de pelear por nuestra supervivencia.
   De lo contrario, nos demos ya por perdidos…
                                                           
Lejano 17 de octubre del ‘45
CELEBRÓ AYER EL PERONISMO AUTÉNTICO Y
ORIGINAL EL  DÍA DE  LA LEALTAD A SU LIDER
 

   Las imágenes de aquel octubre del ‘45 nos traen otra vez a la memoria el fervor de la gente por su líder, los pies inflamados por la caminata metidos allí en el agua de las fuentes de la Plaza de Mayo y el grito de rebeldía que nacía desde el fondo de cada pecho.
   Es allí que con la memoria nos invade una nostálgica y apartidaria admiración y digo admiración por la convicción; por la lucha inicial contra una oligarquía
terrateniente poderosa, soberbia, negrera y de nariz parada, casta que con frecuencia viajaba a Europa llevando su propia vaca en el barco para asegurarse la provisión de leche.
   Aquellos agobiados trabajadores de rostros y cuerpos cansados por la explotación, bolsillos exhaustos, esperanzas en vías de extinción y derechos impunemente vulnerados fueron los que marcaron el rumbo hacia la redención por entonces cercana al milagro.
   Ellos y nadie más merecen quedar en la historia como legítimos forjadores de la lealtad: lealtad a sus principios, lealtad a su lucha, lealtad a su propio sacrificio; lealtad al valor inconmensurable de su compromiso con un ideal.
   Los argentinos a veces cometemos la imprudencia de alterar y devaluar básicos conceptos, y algunos delirantes todavía quieren hacernos creer que
ciertos personajes, estén o no con nosotros, son más importantes que las instituciones de la República o que la Patria misma.
Ese generoso deporte nacional de endiosar ha llevado a la desilusión de muchos, habituados a fabricar patéticas deidades de cartón, charlatanes iluminados con alma mentirosa y demagógica. La lealtad debe inclinarse hacia la honorabilidad de principios, hacia la ética, hacia la honestidad, hacia la sana y productiva cultura de la productividad y la creación; del sacrificio y de una actitud constructiva hacia la sociedad. Cuando lo que se impone es la generación de trabajo, no ha sido, no es positivo ni beneficia al país volver a ser leales al bolsón, a la beca indigna, al subsidio politizado ni a ninguna expresión de dádiva consolidando al populismo por encima del esfuerzo.
   Lealtad es el inclaudicable y honrado cumplimiento de las leyes, la fidelidad a l
a verdad, el respeto por el prójimo y el ejercicio del honor y de la hombría de bien y lo contrario es politiquería no siempre barata porque la historia de siempre, nos viene enseñando y a veces con secuelas de dolor, que los espejismos nos han salido demasiado caros.
 
   La lealtad a principios básicos de convivencia es la mejor garantía que tenemos para recuperar todos los valores que se han ido perdiendo o dilapidando por los caminos del tiempo. La lealtad no es un invento de nadie, ni es el himno o la bandera de ningún político. 
   A la lealtad -como muchos creen- no la inventó Perón, pero en la historia de los argentinos su nombre y la evocación caminan en paralelo al fervor que inspiraba. Y si recorremos los pasillos de la memoria, es posible que no alcancemos a encontrar otro ejemplo comparable a la comunión de pensamiento que unía al viejo líder con los seguidores de sus postulados, pese
a las ramificaciones posteriores de su doctrina en el amplio espectro de las ideologías.
   La lealtad es nobleza, honradez, franqueza y rectitud, atributos que no siempre se respetan en su práctica cuando los autoritarios se encapsulan en sus caprichos y egoísmos olvidando injustamente a quienes los llevaron a encumbrarse.
   Porque la lealtad es también generosidad y desprendimiento.
   La lealtad, en suma, es simplemente una patriótica y saludable manera de sentir, de obrar y de vivir más allá de la política, con la mirada y el esfuerzo puestos en el venturoso futuro que después de tanto penar nos merecemos los argentinos.