29 de mayo de 2016

S.L.B.: SON GENDARMES, NO PIRATAS INGLESES – FRANCISCO, UN PAPA BASCULANTE – ¿SEGUIRÁN LOS AUMENTOS EN TODO? – CONFLICTO MUNICIPAL PERMANENTE- UN JUEGO Y LA MEGACAUSA – URGENTE GENERACIÓN DE EMPLEO – A 47 AÑOS DEL CORDOBAZO – etc.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 29/05/16 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.
  
¿LA INVASION DE GENDARMERÍA?
¡NO SON LOS PIRATAS INGLESES!


   Los últimos días han mostrado -si es que era necesario- que el hampa sigue ganando terreno pese a los parches y “suplementos” que el poder provincial aporta a una policía que exhibe una imagen pachorrienta y desganada.
   La sucesión de violentos episodios contra la propiedad y las personas certifica un convencimiento anidado en la sociedad cordobesa que más allá de las estadísticas, padece la íntima convicción del desamparo reinante.
   Dejemos de lado esos patéticos detalles de los patrulleros entregados con tal
apresuramiento que no cuentan con equipo de comunicaciones, la reducida provisión de chalecos antibalas o la inquietud reinante en las filas de la institución frente al incierto panorama salarial.
   La verdad es sólo una: que la policía provincial no alcanza a contener el irrefrenable avance de la delincuencia, atribuible a lo que se quiera uno imaginar, lo que no le quita dramatismo a la situación.
   En materia de prevención ciudadana ya no alcanza vivir entre rejas mientras los delincuentes gozan de una curiosa indemnidad, porque la cantidad de hechos que se perpetran con alarmante simultaneidad está superando al caudal operativo de la fuerza.
   ¿De qué sirve toda la tecnología y la incorporación de personal con limitada preparación?.
   En lugar de mermar la actividad delictiva es como si se hubiera duplicado su dañina capacidad, lo que está corroborado por la sucesión de hechos incluyendo un caso -roguemos que sea aislado- de una dependencia que no tomó una denuncia ¡por falta de personal!
   Frente a este escenario y dejando de lado las motivaciones políticas que pudiera tener la actitud, no debiera sorprender que un intendente de una localidad vecina a la capital solicitara la ayuda de Gendarmería para que se ocupara de su población porque Villa Allende cuenta con sólo dos patrulleros y pocos efectivos; Saldán, un solo patrullero y cuatro agentes y no sigamos con los ejemplos porque el panorama es desolador.
   ¿Es una invasión de jurisdicción?. Probablemente lo sea, pero que el gobierno -si es inútil para garantizar seguridad por mano propia- aporte entonces una alternativa superadora que evite esa sospecha que en los hechos, transforma a Córdoba en una isla inexpugnable para la autoridad y abierta a la delincuencia.
   El poder provincial siempre rechazó con desprecio y espanto todo lo que pudieran acusarlo de permitir “zonas liberadas”, sin aplicar una política integral que lo evitara ni que combatiera sus consecuencias.
   Si se aconseja a los ciudadanos no armarse ni actuar en defensa propia, alguien debe asumir esa responsabilidad en el marco del respeto por las leyes.
   Porque si para vivir en paz, retomar el placer de salir de la casa y encontrar todo en orden al regresar, o estar seguros que nadie reventará la puerta, ni arrebatará en la calle a plena luz, ni será víctima de un tropel de ladrones asociados, es necesario convocar a los marinos, la ciudadanía estará en su derecho de exigirlo si su policía ha sido superada.
   Bastante caros son los impuestos que se pagan para garantizar seguridad, justicia, educación, salud y otros servicios, para que las autoridades alegremente dilapiden fondos en gastos inoportunos y alejados de las reales prioridades.
   Ellos, los que mandan, se sienten y se saben seguros y protegidos.
   La población está muy lejos de esa saludable y desacostumbrada sensación.
   Por todas estas razones, no preparen el aceite hirviendo.
   No son ingleses.
   Son efectivos de nuestra Gendarmería Nacional.

FRANCISCO, UN PAPA BASCULANTE


   Más que nada ha sido comidilla mediática la visita que la verborrágica doña Hebe le hiciera a quien denostara de la manera más ordinaria y agresiva poco tiempo atrás, incluso antes que ocupara el sillón de San Pedro, el ahora Papa Francisco que supiera ser cardenal en Buenos Aires.
   Dejando de lado la escatológica y asquerosa manera que tuvieron los seguidores de aquellos sueños compartidos, de ofender a la cristiandad toda dejando sus heces y otros líquidos en el atrio de la Catedral Metropolitana, son para no olvidar las duras acusaciones contra Bergoglio por su actuación u omisiones durante la dictadura militar.
   Otro de los puntos de referencia conectados con esta visita al Vaticano, fue la confusa situación planteada con Margarita Barrientos, una mujer de acción en el desolado campo social porteño, gestora de un lugar llamado Los Piletones, donde alimentaba a los más desposeídos.
   El Sumo Pontífice empezó a mostrar las puntas de una hilacha justicialista cuando reconoció ser amigo de Moreno, envió regalos a Milagro Sala, recibió una remera de La Cámpora y según dicen, por un mal entendido, no atendió a la señora Barrientos quien había viajado a Roma pero a su vez invitó a doña Hebe de Bonafini, demasiado conocida como para reiterar su curriculum.
   Ella por supuesto acaparó micrófonos y se erigió en supuesta vocera del Santo Padre, atribuyéndole conceptos no muy simpáticos que no fueron desmentidos ni confirmados por el Estado Vaticano.
   Después de todo la situación bien puede calificarse como un previsible ejercicio del conventillo, tras el encuentro de dos personas que al parecer se odiaban irreconciliablemente y por fin se abrazaron, no se sabe si en una actitud de recíproca hipocresía o de mutuo perdón.
   Ante la grey católica argentina al menos, y sopesando las virtudes y los defectos de cada uno de los dos que se reunieron en Santa Marta por más de una hora, la imagen de Francisco algo -o mucho- se ha deteriorado.
   En definitiva, cada ser humano está obligado a tener parientes, pero a los amigos los elige.
   Los familiares son obligatorios por la sangre y siempre, aunque se enemisten, seguirán con el parentesco a perpetuidad.
   Los amigos, muchas veces dejan de serlo aunque haya costado demasiado conocerlos en profundidad.
   Pero íntimamente me queda una duda: ¿habrá confesado sus pecados doña Hebe y se habrá arrepentido, antes de besar el anillo papal?

¿SEGUIRÁN LOS AUMENTOS EN TODO?


   Los ajustes de precios ya sea en mercaderías, en servicios o en impuestos, cuando son salvajes aunque se pregone que son necesarios, adquieren la categoría de injuria a la sociedad, porque no está preparada para asumirlos o porque pensaba que el cambio sería otra cosa.
   La realidad nos muestra si dejamos de lado la ingrata sorpresa, un alto grado de indignación en la gente, que suele ser la madre del desencanto y pariente cercana del fracaso.
   Es probable que el gradualismo hubiera sido lo más aconsejable para la crítica coyuntura, pero con toda seguridad el empresariado alguna manera hubiera encontrado para hacerle frente y seguir embolsando, con total carencia de sensibilidad.
   Si el Estado no quiere imponer límites a los precios desbocados, que instrumente entonces una política que estabilice y no aliente la especulación que queriendo o no, sigue propiciando.
   Es posible llegar a cifras inauditas e impensadas haciendo cálculos elementales entre lo que cuestan los insumos de cualquier producto y luego el precio final al consumidor y de esos ejemplos estamos hartos, pero bien vale citarlos: la leche, la carne, el azúcar, los medicamentos, la fruta, el pan, la indumentaria, el gas y varios más.
   No es posible que el descontrol siga venciendo a la necesidad de la gente porque si esa progresión se llegara a mantener, sería el fracaso con relación a todo lo que se prometiera antes de las elecciones.
   Ya pasó a la historia eso de elaborar el presupuesto familiar en base a lo que se cobra en sueldos, y lo que se debe gastar a lo largo del mes.
   Desde varios años atrás, la inflación viene ganando más que por abandono, por resignación e impotencia.
  
EL CONFLICTO MUNICIPAL PERMANENTE


   Como si la historia no fuera tan penosamente repetida, otra vez los empleados municipales a través de su dirigencia sindical reiteran la instalación de un estado de conflicto permanente, que en realidad no es otra cosa que una presión sobre las autoridades para conseguir ventajas salariales u otras de las tantas gangas que gozan.
   Las asambleas informativas que convoca y realizan los dirigentes gremiales paralizan las actividades sector por sector, impidiéndole al vecino contribuyente, incluso a pagar sus impuestos y tasas de lo que se nutre la comuna para sostener a una masa de 12.000 empleados que se llevan en sueldos más del 60 por ciento de lo que se recauda.
   Alguna vez tendrá que legislarse sobre aquello tan básico de los servicios esenciales y su cumplimiento incluso en días de inactividad por paro, a lo que el sindicalismo se opone con el argumento que se coarta la libertad de protestar.
   Como en un juego macabro, ellos se empecinan en hacerse escuchar, para lo cual avasallan los derechos de toda la ciudadanía, transformada en rehén de sus demandas y caprichos.
   El estado de conflicto permanente, que es una especie de virus saltarín que pasea de una dependencia a otra, debe encontrar lo antes posible el antídoto que le aporte no tan solo  el gobierno, sino la comunidad injuriada más que atendida en sus clamores de iluminación, limpieza, atención médica, transporte y muchos rubros más.
   Si el joven intendente aspira al sillón que ahora ocupa El Gringo, no le bastará su simpatía con Macri, mientras no encuentre la forma de reconciliarse con los cordobeses.

LA MEGACAUSA DEL REGISTRO

La Aventura Universal de los Derechos Humanos es un juego on-line destinado a dar a conocer la Declaración de los Derechos Humanos.
En ese entretenimiento existe una unión interplanetaria encargada de salvaguardar la paz y la armonía del Universo y en uno de sus capítulos, tres delincuentes han sembrado el caos en el planeta Justicia, confundiendo a los policías para producir detenciones injustificadas, desorganizando los archivos  de Tribunales y las pruebas de los imputados, tergiversando las palabras de los acusados, anulando el juicio por un tribunal imparcial, confundiendo a la población con noticias falsas, infiltrando información errónea en los libros para jueces y suprimiendo la igualdad, todo lo cual se traduce en inocentes presos y delincuentes libres.
La misión para quién juegue consiste en revertir estas acciones y recuperar la justicia perdida. Casi, casi idéntico a la causa del Registro, dónde se evidencian prisiones preventivas sistemáticas de hasta  tres años, juicios por comisión especial, condenas sin pruebas,  pomposo escrache mediático de algunos condenados, culto a la desigualdad persiguiendo a ciudadanos comunes y evitando molestar a poderosos y falta de aplicación del derecho vigente.
Las consecuencias, en la práctica, son las mismas que en el juego.
Quizás sea necesario, entonces, invocar a esta unión interplanetaria para encontrar, de una vez, la justicia perdida en la megacausa del Registro de la Propiedad de Córdoba. 

LA GENERACIÓN DE EMPLEO


   La realidad y la memoria muestran que la crisis en materia de ocupación no es nueva, como tampoco atribuible exclusivamente al gobierno anterior pese a que en todos los discursos, los funcionarios se vanagloriaban de haber derrotado a la falta de oferta laboral cuando el escenario real era muy distinto.
   Cuando existe incertidumbre y se le suman la ansiedad y la premura por ver cambios, se transforma en un cóctel explosivo en el campo social porque no debe existir peor zozobra para un ciudadano que la de ver amenazado el puesto de trabajo o de buscar y buscar ocupación sin encontrarla.
   El Estado tiene la obligación de implementar políticas que generen demanda de mano de obra, en sustitución de la dádiva disfrazada de subsidio, con lo que solamente disminuían las estadísticas incorporando a sus beneficiarios como agentes productivos.
   Tampoco es correcto ni conducente tomar al propio Estado como inagotable bolsa de trabajo, que únicamente beneficia a los allegados al poder y a quienes la política les paga favores.
   El empresariado debe entender alguna vez que no todo es ganancia sin riesgo y que el empleo no debe ser moneda de cambio ni de presión hacia la obtención de créditos ventajosos, que en lugar de afectarse a la producción, en gran medida se fugan a inversiones en el exterior, como viene ocurriendo desde hace bastante tiempo.
   Somos un país inmensamente rico pero con la mala suerte que sus administradores, con el tiempo, no han sido ejemplo de solidaridad con su pueblo, al que sedujeron con los vidrios de colores de estadísticas dibujadas mientras se enriquecían a costa del sacrificio ajeno y la eterna espera de soluciones.
   Así como más de tres cuartos de siglo atrás Argentina era considerada una de las grandes potencias mundiales, nuestros gobernantes que en su momento dilapidaron esa proyección de futuro, tienen la obligación moral y patriótica de no cometer los mismos errores y devolvernos el prestigio y el futuro que desde aquellos tiempos nos despojaron.
   No todo está perdido y aunque con la esperanza, los eslógan y las promesas no alcance, exijamos por medio de nuestros representantes a los que nos gobiernan, el cumplimiento de los compromisos contraídos con la sociedad.
   Será difícil alcanzar la pobreza cero, si antes no logramos el pleno restablecimiento del respeto a las instituciones y la recuperación no tan solo de la riqueza, sino de la honestidad.

A 47 AÑOS DEL CORDOBAZO


   Siempre y desde el fondo de la historia de los pueblos, las gestas populares no carecieron de padres cuando marcaron mojones en la historia y fueron huérfanas si resultaron fracasos o intrascendencias para los tiempos.
   Es probable que el Cordobazo -nuestro Cordobazo- sea uno de los ejemplos argentinos con relación a la multiplicidad de sus paternidades, porque mientras los almanaques van pasando, se vienen agregando autores intelectuales y protagonistas como si la historia fuera permeable a la tardía incorporación de ausentes a esos acontecimientos.
   Ha pasado casi medio siglo de aquellos días en que el onganiato desde sus despachos en Buenos Aires implementaba medidas antipopulares que cercenaban derechos a la clase trabajadora y a los estudiantes.
   Dirigentes sindicales y estudiantiles iban a prisión, no se permitían asambleas ni reuniones, la policía había sido santificada con exageradas atribuciones y la incertidumbre sobre el futuro era la diaria comida de los argentinos que se potenciaba en Córdoba por sus blasones contestatarios.
   No se recuerda, si queremos ser fieles con la historia, que alguna vez se haya realizado un cónclave de dirigentes afectados, de donde hubiera surgido la organización y realización de un Cordobazo, levantamiento de masas o alguna reacción parecida ante las injusticias que se perpetraban desde el poder.
   Se resolvió si, un paro activo para el 29 de mayo, 47 años atrás, desde las 11 con la realización de actos en cuyo marco se divulgarían las demandas de los trabajadores y de los estudiantes. Nunca se supo si la determinación de esa fecha para la protesta algo tenía que ver con los festejos previstos la misma jornada, por ser el Día del Ejército Argentino. Ya desde temprano, la mayoría de la población optó por quedarse en sus casas y en las industrias circulaba un hervidero de versiones que calentaban el ambiente.
   Se produjo el abandono de las fábricas y de todo otro establecimiento parecido, con elevado acatamiento y marcado fervor en las marchas que se encaminaron hasta el centro de la ciudad. Con los primeros enfrentamientos entre manifestantes y policías incluida la caballería, se fueron multiplicando los incidentes y ganando en gravedad.
   El entonces comandante del tercer cuerpo de ejército, general Sanchez Lahoz, siguiendo órdenes superiores movilizó a cientos de soldados que hicieron su entrada a la zona de refriegas por calle Santa Rosa de contramano, y en la esquina con el pasaje Aguaducho produjeron una estruendosa descarga de fusilería al aire.
   El primer muerto por balas policiales fue Máximo Mena, militante radical; un turista que curioseaba en el centro cerca de Plaza San Martín también cayó baleado y un peatón ajeno a los hechos que paseaba por las adyacencias del Palacio de Justicia, cayó fulminado por un ataque cardíaco.
   La víctima número 4 fue un estudiante del interior de la provincia, abatido en Barrio Clínicas por considerar que operaba como francotirador.
   Los heridos superaron 300 y se produjeron cerca de 200 detenciones. Los daños materiales a la ciudad fueron cuantiosos y no todo terminó el 29 de mayo, sino que los incidentes de prolongaron por varios días más.
   El resto de la historia es más o menos conocida, pero desde entonces se mantiene la disputa por la paternidad de la gesta, en la que el pueblo tuvo activa participación aportando combustible y objetos para las barricadas, aunque en muchos casos se cometieron tropelías que bien pudieran haberse evitado.
   Por aquel entonces los periodistas, más que testigos, fuimos protagonistas de lo que hoy es historia.


27 de mayo de 2016

La Gendarmería “invasora”--------------

EL HAMPA CUENTA CON TODAS 
LAS FACILIDADES PARA CRECER

   Los últimos días han mostrado -si es que era necesario- que el hampa sigue ganando terreno pese a los parches y “suplementos” que el poder provincial aporta a una policía que exhibe una imagen pachorrienta y desganada. La sucesión de violentos episodios contra la propiedad y las personas certifica un convencimiento anidado en la sociedad cordobesa que más allá de las estadísticas, padece la íntima convicción del desamparo reinante.
   Dejemos de lado esos patéticos detalles de los patrulleros entregados con tal apresuramiento que no cuentan con equipo de comunicaciones, la reducida provisión de chalecos antibalas o la inquietud reinante en las filas de la institución frente al incierto panorama salarial. La verdad es sólo una: que la policía provincial no alcanza a contener el irrefrenable avance de la delincuencia, atribuible a lo que se quiera uno imaginar, lo que no le quita dramatismo a la situación.
   En materia de prevención ciudadana ya no alcanza vivir entre rejas mientras los delincuentes gozan de una curiosa indemnidad, porque la cantidad de hechos que se perpetran con alarmante simultaneidad está superando al caudal operativo de la fuerza.
   ¿De qué sirve toda la tecnología y la incorporación de personal con limitada preparación?. En lugar de mermar la actividad delictiva es como si se hubiera duplicado su dañina capacidad, lo que está corroborado por la sucesión de hechos incluyendo un caso -roguemos que sea aislado- de una dependencia que no tomó una denuncia ¡por falta de personal!
   Frente a este escenario y dejando de lado las motivaciones políticas que pudiera tener la actitud, no debiera sorprender que un intendente de una localidad vecina a la capital solicitara la ayuda de Gendarmería para que se ocupara de su población porque Villa Allende cuenta con sólo dos patrulleros y pocos efectivos; Saldán, un solo patrullero y cuatro agentes y no sigamos con los ejemplos porque el panorama es desolador.
   ¿Es una invasión de jurisdicción?. Probablemente lo sea, pero que el gobierno -si es inútil para garantizar seguridad por mano propia- aporte entonces una alternativa superadora que evite esa sospecha que en los hechos, transforma a Córdoba en una isla inexpugnable para la autoridad y abierta a la delincuencia.
    El poder provincial siempre rechazó con desprecio y espanto todo lo que pudieran acusarlo de permitir “zonas liberadas”, sin aplicar una política integral que lo evitara ni que combatiera sus consecuencias. Si se aconseja a los ciudadanos no armarse ni actuar en defensa propia, alguien debe asumir esa responsabilidad en el marco del respeto por las leyes.
   Porque si para vivir en paz, retomar el placer de salir de la casa y encontrar todo en orden al regresar, o estar seguros que nadie reventará la puerta, ni arrebatará en la calle a plena luz, ni será víctima de un tropel de ladrones asociados, es necesario convocar a los marinos, la ciudadanía estará en su derecho de exigirlo si su policía ha sido superada.
   Bastante caros son los impuestos que se pagan para garantizar seguridad, justicia, educación, salud y otros servicios, para que las autoridades alegremente dilapiden fondos en gastos inoportunos y alejados de las reales prioridades.
   Ellos, los que mandan, se sienten y se saben seguros y protegidos.
   La población está muy lejos de esa saludable y desacostumbrada sensación.
Gonio Ferrari

25 de mayo de 2016

¡FELIZ DIA DE LA PATRIA!


   Aunque hoy celebremos 206 años como Nación, la realidad pone en duda que hubiéramos aprovechado las lecciones de nuestra propia historia.      
   Los políticos coinciden, pensando a la Patria como la construcción de una gigantesca obra para nuestro bienestar y para todos los hombres de buena voluntad que quieran habitar su suelo.
   Y cada 25 de Mayo desde que me acuerdo, hoy a 205 años de aquella gesta, vuelvo a considerar oportuno pensar en voz alta qué es la Patria, desde mi simple condición de ciudadano.
   Debe ser la Patria el paraíso donde podamos vivir en paz y en libertad porque representa decencia, trabajo, sacrificio.
   La Patria no es el bolsón, el subsidio o la beca para no trabajar.
   Es honestidad a ultranza; entrega, amor por las raíces y generosidad con nuestro prójimo.
   La Patria es construir y no mentir.
   Es buscar el bien común.
   Es gobernar y obrar sin soberbia ni autoritarismo.
   La Patria es administrar honradamente lo que tenemos y elaborar aquello que necesitamos.
   La Patria, por muchos devaluada en su concepto, es educación, seguridad, justicia y salud para todos, sin elegidos ni marginados.
   La Patria también es el respeto a los que piensan distinto y a la Patria la hacemos en el campo y en la ciudad.
   La transpiramos en la calle, en las escuelas y en el surco.
   La Patria es diálogo, debate, disenso, discusión.
   La Patria, nuestra Patria no es de civiles ni de militares, sino de argentinos.
    La Patria no es Menéndez ni es Videla, pero tampoco lo son Firmenich, los Montos, el ERP ni los Schoklender.  
   La Patria es también rebeldía ante la injusticia, cariño por lo nuestro y respeto hacia el prójimo.
   La Patria envilecida por la corrupción, solo se cura con justicia honestamente independiente y no con la obediencia debida de algunos jueces.
   Trabajemos unidos, codo a codo y empecemos ya, desde arriba hacia abajo y no perdamos tiempo, para que la desunión y los desencuentros no sigan siendo más rápidos que los relojes. Por eso, viene como anillo al dedo una declaración que quiero compartir con todos:
   “Los medios de protección que la Constitución nos proporciona, son la libertad y los privilegios y recompensas conciliables con la libertad. Los argentinos hemos sido ociosos por derecho y holgazanes legalmente.
   Se nos alentó a consumir sin producir. Nuestras ciudades capitales son escuelas de vagancia, de quienes se desparraman por el resto del territorio después de haberse educado entre las fiestas, la jarana y la disipación.
   Nuestro pueblo no carece de alimentos sino de educación y por eso tenemos pauperismo mental.
   En realidad, nuestro pueblo argentino se muere de hambre de instrucción, de sed de saber, de pobreza de conocimientos prácticos y de ignorancia en el arte de hacer bien las cosas.
   Sobre todo se muere de pereza, es decir de abundancia.
   Quieren pan sin trabajo, viven del maná del Estado y eso les mantiene desnudos, ignorantes y esclavos de su propia condición.
   El origen de la riqueza son el trabajo y el capital.
   ¿Qué duda cabe que la ociosidad es el manantial de la miseria? La ociosidad es el gran enemigo del pueblo en las provincias argentinas.
   Es preciso marcarla de infamia: ella engendra la miseria y el atraso mental de los cuales surgen los tiranos y la guerra civil, que serían imposibles en medio del progreso y la mejora del pueblo”.
   ¿Quién dijo todas estas verdades?
   Fue Juan Bautista Alberdi, en marzo de 1855 firmando con el seudónimo “Figarillo”.
   Han pasado 161 años y es como si lo hubiera dicho ayer.


24 de mayo de 2016

Radiooperadores --

ANÓNIMOS, PERO
IMPRESCINDIBLES

Es demasiado frecuente que la mayoría de los periodistas, afectados por ese curioso síndrome de marquesina que se contagia de su cercanía con la fama y la notoriedad, olvide voluntariamente o no, que su tarea pasaría inadvertida -por inexistente- si no fuera  por la tecnología que manejan tanto operadores como fotógrafos o camarógrafos.
   Y es una vieja deuda pendiente, atribuible a la conducción de los medios, que opta por elevar al estrellato a las caras visibles de sus productos, sin tomar en cuenta que dejan en el camino, precisamente, a quienes les posibilitan la exposición pública y por ende el conocimiento masivo que conduce a la aureola de la nombradía y en muchos casos, de la celebridad.
   Así como no existiría la televisión sin imágenes, imposible sería concebir a la radiofonía sin operadores especializados, verdaderos artífices insustituibles para la salida al aire, virtualmente octópodos de reacciones instantáneas y amplísimo conocimiento de la musicalidad de un mensaje que desde la consola se multiplica en cada receptor.
   Hoy se festeja el Día del Operador de Radio, ocasión propicia para que la gente tome conciencia del olvido que con estas líneas se pretende subsanar, porque la digna y silenciosa tarea de estos prestidigitadores de los sonidos, los teléfonos, las grabaciones, los CD y los micrófonos, están mostrando humildemente que son merecedores de respeto y admiración como desagravio a una inmerecida y prolongada omisión.
   Pulgares hacia arriba, la seña de que todo está bien, luz roja en el estudio, micrófono abierto, detalles todos que indican el inicio de una nueva instancia en esta aventura interminable que es hacer radio y gozar por ella.
   Todo esto, sin los operadores, sería imposible.
Gonio Ferrari

DR. FRANCISCO DELICH Y SU VIAJE A LA ETERNIDAD


   Con Francisco “El Polaco” Delich tuve siempre una relación cordial, amable, sin que llegáramos a ser amigos con todo lo que encierran el vocablo y la condición de tal. Varias veces nos encontramos coincidiendo en vuelos a Buenos Aires o regresando a Córdoba.
   Dueño de un espíritu inquieto, crítico y agudo observador de la realidad social, profundamente analítico y enormemente democrático.   
   Sostenía que un título profesional no era la cúspide sino un escalón de subida hacia la sabiduría, lo que obligaba a la permanente superación en el estudio.
   En uno de los aspectos que concordamos como almas gemelas, era en nuestra común adicción al trabajo y sustentábamos como estilo de vida que dejar de trabajar era comenzar a despedirse.
   Y así se fue, silenciosamente como vivió, sin dejar de rendir diario culto a sus convicciones y la historia tiene ahora otro rico personaje para incluir con toda justicia en sus páginas más brillantes.
   Fue un ejemplo en muchos aspectos más allá de lo profesional, lo político y lo académico, porque el título de buena persona, en una sociedad cambiante e hipócrita como la nuestra, es el más difícil de conseguir y Francisco “El Polaco” Delich se lo llevó en el alma y a la eternidad.
Gonio Ferrari

22 de mayo de 2016

S.L.B.: PARA INTENTAR VOLVER, ANTES HAY QUE IRSE - GRIPE: LAS VACUNAS SON INSUFICIENTES - LAS PROVINCIAS, AGRADECIDAS - PRECIOS ARTIFICIALES - LA MEGACAUSA SIGUE ACTIVA - EL HAMPA NO AFLOJA Y REDOBLA SU APUESTA - LA IMPROVISACIÓN LLEVADA AL CUADRADO - AQUEL HISTÓRICO 25 DE MAYO, etc.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 22/05/16 que difunde AM580 Radio Universidad de Córdoba.

EL PANORAMA ESTÁ QUERIENDO ACLARAR


   Sería delirante sostener que todo mejoró en el país, pero la tendencia muestra que algunas cosas -que durante más de la década ganada eran corrientes- ahora no son tan crueles.
   El dólar que los agoreros pronosticaron a más de 20 pesos a partir del 10 de diciembre último se muestra no del todo firme, pero tambalea menos y sin ganas de dispararse para volver locos a quienes habían ahorrado en pesos, siguiendo aquella alocada tendencia de algunos funcionarios que anunciaron con bombos y platillos y cadena radial y de TV que preferían dejar sus inversiones en moneda nacional, despreciando al magnético verde.
   Ha repuntado la venta de autos 0 km, los bancos están abriendo sus arcas con planes menos exigentes, las tarjetas de crédito tendrán que pedirles cuentas a sus emisores en los evidentes casos de usura para las operaciones en cuotas, la presencia de ñoquis ha disminuido aunque esa lacra también puede lucir exponentes nuevos, el Tango 01 todavía tiene en sus tanques combustible cargado en diciembre del 2015, las provincias recibirán devolución de fondos de la coparticipación que les fueran retenidos durante años, algunos miles de jubilados ya están cobrando aquella vieja resolución de la Corte Suprema que imponía adecuar jubilaciones a lo estricto de la ley, los precios de las mercaderías -especialmente alimentos- algo han frenado su alocada carrera sin que interviniera el gobierno simplemente porque la gente dejó de comprar y quedan cientos de situaciones pendientes, que es necesario atender para primero estabilizar y luego mejorar la calidad de vida de los argentinos.
    El tema de los papeles de Panamá está en manos de la Justicia, las acusaciones por coimas, ilícitos enriquecimientos, obscena acumulación de propiedades, sociedades “fantasmas”, compra de vagones truchos, cientos de contenedores “guardados” con ropas y juguetes, sueños compartidos, dólares y euros por kilo y otras maldades que fueron parte del acervo gobernante están en vías de esclarecimiento con la posibilidad cierta de encontrar a los responsables de los delitos, detenerlos, entregarlos a los tribunales, juzgarlos con todas las garantías, condenarlos y embargarles todo lo mal habido para restituirlo a las exhaustas arcas del Estado llevadas a la anorexia financiera, por tantos “iluminados” con tan pocas luces que ni siquiera tuvieron mañas, imaginación ni tiempo para huir porque se habían embriagado con ese maldito y sensual licor del poder que creían era la fuente de eternidad.
   Se aprecian algunas leves mejorías en ciertos aspectos, como por ejemplo haber terminado con la injusticia de que el interior subsidiara varias cosas al puerto: la electricidad, el gas y todos los servicios dependientes de esos combustibles aunque para los mediterráneos la incidencia también castigó pero algo más suavemente y no con subas en ciertos casos hasta del 900 por ciento o más. 
   Las voces lógicamente se alzaron, pero entendamos las razones: los porteños se habían malacostumbrado a pagar 3 mangos el ómnibus y demasiado barata la luz hasta que el buen tino puso freno a la joda y se tomaron las medidas tendientes a establecer un justo equilibrio, sin privilegios geográficos ni políticos.
   Estamos en camino, transitando una ruta plagada de obstáculos que se empeñan en sostener los nostálgicos carentes de resignación frente a la derrota, que para colmo escondieron en lo más recóndito de su rencor eso tan sano, honesto y patriótico que se llama el ejercicio de la autocrítica: la culpa fue, es y seguirá siendo de “los otros”, jamás de “los ellos”.
   Actualizando el dicho y parafraseando a Carlos Saúl I de Anillaco, ahora sería “Estamos mal pero estuvimos peor”.  
   Y eso en 160 días no deja de ser algo parecido a un triunfo.

LAS VACUNAS NO ALCANZAN

   Pocos días atrás, varias voces desde el poder provincial se alzaron frente a la extrañeza de tan bajo nivel de vacunación contra la gripe, por parte de uno de los sectores más vulnerables a la enfermedad: los adultos mayores.
   A diestra y siniestra se pregonó la existencia casi ilimitada del producto, se anunciaron los centros donde se aplicaba, pero omitieron decir que la cantidad existente no era la suficiente.
   Para citar un solo ejemplo, en el Hospital Pediátrico de Av. Castro Barros a mediados de semana llegaron 500 dosis y los vecinos comentaban que la cola era como de tres cuadras.
   En un rato las vacunas volaron y desde el mismo poder no se avivaron de advertirle a la población que "hasta nuevo aviso" en ese lugar no se vacunaría, provocando esa falencia que mucha gente mayor se desplazara hasta allí desde puntos lejanos de la ciudad con el inútil gasto de transporte y de tiempo, para encontrarse con la desilusión de no poder vacunarse y aumentando el riesgo de la enfermedad con el paso de las horas y el descenso de la temperatura.
   Barajando números, es para pensar que con los "arreglos" que hubo que hacerle al flamante Camino El Cuadrado, a la "nueva" y veneciana Terminal de Ómnibus y la construcción del absurdo faro sin mar, hubiera alcanzado para vacunar hasta a los árboles.
   Para vacunar a un millón de personas el costo sería de 240 millones de pesos, tomando como referencia el costo más caro de la dosis en farmacias, de pesos 240 por unidad.
   O sea que con solo una parte de lo que "se esfumó" en la construcción del Gran Hotel Casino Ansenuza, hubiera recontra sobrado, por fortuna, aunque provocara la desilusión de muchos "ahorrativos".
   No es bueno y suena a improvisación que se maneje de esa mala manera una tan necesaria campaña de vacunación.

LAS PROVINCIAS, AGRADECIDAS


   Córdoba copó el centro de la escena nacional reuniendo a los gobernadores para debatir un importante temario que incluía la cuestión de la coparticipación federal, un  rubro demasiado sensible que por lo general desde el poder central se maneja al capricho de la sumisión política.
   Si te toca no estar alineado, podés considerarte perdido como le sucedió a nuestra provincia durante más de una década en la que fue acumulando deuda y obligándose a meter mano en el dinero de los jubilados -entre otros recursos- para intentar equilibrar sus números.
   Si a esto sumamos los desatinos cometidos con gastos inútiles, inoportunos y con evidentes sobreprecios, podemos comprender la comprometida situación provincial en materia de presupuesto y endeudamiento.
   Lo importante fue que hubo coincidencias en general con los funcionarios que vinieron desde el gabinete nacional, todos quedaron contentos, se sacaron la foto grupal para certificarlo y quedó claro que se había terminado aquel estilo de la obediencia debida al puerto, para hacerse acreedor a la coparticipación como lo establece la ley.
   Puede que ahora y ya sincerada la situación, Córdoba retome su marcha en obras y proyectos y pueda recuperar la sensibilidad social perdida y los jubilados recuperen todo lo que, por una alquimia financiera, les fueron esquilmando en un aparente marco de legalidad con quitas al 82 por ciento y las demoras en liquidarles los aumentos con relación a los activos.
   Aquel viejo “como usted mande señor presidente o señora presidenta” de más de una década, debe quedar en el más profundo de los rincones, allí donde atesoramos los peores recuerdos.

PRECIOS ARTIFICIALES


   Me tocó en estos últimos días conversar con almaceneros de barrio, propietarios de despensas chiquitas y con algunos capitostes de grandes superficies y en todos encontré idéntica reflexión: la baja en las ventas.
   No les cayó del todo simpático que les dijera que si había culpables no era un menor poder adquisitivo del dinero -que es una de las razones- sino los exagerados incrementos que se aplican en cada una de las etapas de la comercialización en artículos de primera necesidad, como todo tipo de alimentos.
   Desde el productor hasta el consumidor, hay comestibles que multiplican por diez los valores originales y en algunos casos esa desproporción es mayor, lo que explica la existencia de productores cerca de la quiebra y en el otro extremo, comerciantes quejosos por lo que consideran una merma en el consumo para no reconocer que la merma, en realidad, es en las compras donde se detectan abusos.
   Hemos vuelto por imperio de las circunstancias a la vieja costumbre de caminar para buscar y elegir el precio más convenienbte y es por eso que en idénticos productos se advierten diferencias notables.
   Y la conclusión, aunque primaria pero incuestionable, es que todo depende del aumento que “por las dudas” apliquen en las últimas etapas del proceso de venta, una vieja y maldita costumbre que adoptáramos los argentinos en tiempos de hiperinflación.
   Creo que el temor a no vender y a clavarse con la mercadería, impulsa el aumento inexplicable para el consumidor pero según sostienen, necesario para el comerciante que nunca quiere perder, como cualquiera de nosotros. Sincerar todos los pasos de un producto desde que sale de su origen hasta que llega a quienes lo consumen, es el máximo compromiso que se impone en esta instancia.

LA MEGACAUSA SIGUE ACTIVA

Con la balanza del equilibrio, la espada de la fuerza y los ojos vendados, la Dama de la Justicia preside cualquier edificio que haga gala de ella.  
 La venda intenta significar que la verdadera justicia no distingue entre las personas, es equitativa, imparcial  e igual para todos. Los egipcios establecieron la práctica de realizar los juicios en cámaras oscuras, sin nada de luz, para que el juez no se pudiera  influenciar más que por los hechos.
Bajo este concepto se inspiró la idea de la estatua con los ojos vendados que no admite corrupción ni favoritismo y a la luz de lo expuesto, es curioso que en la causa del Registro de la Propiedad que se ventila en los tribunales cordobeses ocurran estas cosas:  
   Que se encarcele a personas comunes en prisión preventiva durante años, sin haber sido juzgadas, mientras funcionarios responsables permanecen en libertad.   
   Que se juzgue con una comisión especial, cuando las leyes vigentes lo prohíben. 
   Que se condene a secretarias, empleados, compañeros de trabajo o contactos telefónicos,  mientras los poderosos mencionados en juicios no son siquiera investigados. 
   Que se persiga repetidamente a los mismos, mientras otros, de probable influencia, reciben curiosos y apresurados sobreseimientos.  
   Es evidente que en esta causa alguien ha quitado la venda a la señora y, en su nombre, maneja la balanza según ignorada conveniencia.
   Desconocemos el móvil de esta desproporcionalidad.
   Don Quijote le aconsejó a Sancho Panza cuando iba a ser gobernador: “Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia”.
   Sin embargo …. éste no es el caso. 

EL HAMPA NO AFLOJA Y REDOBLA APUESTAS


   Una vez más se hace necesario aclarar que el tema de la inseguridad no es un latiguillo ni una obsesión de este espacio, sino que son las circunstancias y el compromiso con la gente lo que nos lleva a su abordaje.
   La policía ha incorporado más vehículos, motocicletas, personal y elementos varios y en verdad, algo más se ve en las calles con los motociclistas recorriendo en pareja los barrios y el centro, suponemos que en acción preventiva.
   Pero las políticas integrales no se advierten ya que la simple lectura de los diarios nos indica que la cantidad de delitos sigue en permanente ascenso, así como la violencia para perpetrarlos seguramente por la influencia del consumo de drogas por parte de los hampones.
   Los delincuentes saben que la policía los espera en los puentes, en la terminal de ómnibus o viajando en taxis y por eso nunca utilizan esos medios para movilizarse y también por esa impunidad “cantada” que les regalan, duplicaron su apuesta y los hechos son cada vez más violentos como temprana la iniciación en el delito..
   Sin embargo en el último mes creció la estadística en materia de femicidios -7 en lo que va del año-  y creo que el más resonante es el que tuviera como víctima a la joven y bella fisioterapeuta   Carina   Alejandra  Drigani  Mulla, de 44 años, cuyo cuerpo apareciera junto a un arroyo en Icho Cruz.
   Su primera pareja está presa y al parecer hay bastantes elementos aún en duda como para dictarle la prisión preventiva o liberarlo por falta de mérito.
   También existen dudas alimentadas por algunos familiares y por el mediático abogado que representa a dos hijas de la víctima, lo que se entiende por la necesidad de encarcelar a otro sospechoso por parte de quien apoya al primer esposo y de la Justicia, por la premura de encontrar al autor, en el caso que la autopsia y otros detalles revelen que se trató de un homicidio.
   El panorama en ese asunto es complejo y hace a la desprotección que padecen las mujeres acosadas o supuestamente amparadas por alguna restricción de cercanía para sus ex.
   Hubo denuncias a las que la Justicia no les asignó la importancia que en realidad tenían, la profesional quedó desamparada y ocurrió lo que ocurrió, quedando un enorme margen de conjeturas acerca de la verdad de lo acontecido.
   Si vamos a pensar como lo haría un escritor de novelas policiales, bien podríamos sugerir que alguien que ha resuelto suicidarse, para nada necesita llevarse el botón antipánico.
   Y Carina salió de su consultorio para no volver y lo dejó allí.

LA IMPROVISACIÓN ELEVADA AL CUADRADO


   He leído bastante sobre el fallado Camino del Cuadrado, con todas las bellezas del escenario serrano y las dificultades que allí se crean, tan graves que han obligado a varias suspensiones de su utilización y ahora vigente por tiempo indeterminado, hasta qie el Gobierno de la Provincia negocie -digo bien negocie de negociar- su enésima reparación como para rehabilitarlo.
   Y al revisar mi correo, veo el comentario que mi amigo Luis “S”  envía a mi mail, lo que me exime de cualquier otra apreciación salvo mi agradecimiento a Luis, quien dice:
  “Que verguenza.! Los Indios, los Jesuitas ó quien fuere que construyeron el viejo Camino del Cuadrado que une Salsipuedes con la Falda, vaya saber en que año, sabían bien lo que hacian y no eran Ingenieros, geólogos, etc.
   No faltaba nunca el agua del Rio que abastecía este ultimo pueblo (ya casi ciudad); inclusive había balnearios el todo su curso: Balneario Bello Horizonte, Villa Los Altos, Balneario Villa Silvina, Balneario del Parque en el mismo Salsipuedes, digo esto porque viví desde chico muchos años allí.
   Estos señores estudiosos del suelo (no sé dónde estudiaron) hicieron otro trazado del camino nuevo. Como será lo que hicieron que cortaron las napas de vertientes donde nacen estos pequeños arroyitos que luego forman el Rio que mencioné.
   Ese es el problema del derrumbe, los desmoronamientos, la aparición de las vertientes en el asfalto, es todo consecuencia de que todo está mal hecho y no hablemos del espesor de la capa de asfalto ó pavimento… Como será que ni siquiera pensaron hacer el trazado del camino nuevo sobre el que estaba hecho, ( ó no era “negocio”).
   Para terminar, darles a los responsables de esta estafa al Estado, a la población y a la misma Naturaleza, un merecido castigo; quitarles el título a  los  profesionales que Intervinieron en sus proyectos, a la Empresa que intervino y al Ministerio ó Ente que aprobó el proyecto.
   Tendrían que estar muchos de ellos a la sombra”. 
Un abrazo, Luis.

¡FELIZ DIA DE LA PATRIA!


   Aunque el miércoles próximo celebremos 206 años como Nación, la realidad pone en duda que hubiéramos aprovechado las lecciones de nuestra propia historia.      
   Los políticos coinciden, pensando a la Patria como la construcción de una gigantesca obra para nuestro bienestar y para todos los hombres de buena voluntad que quieran habitar su suelo.
   Y cada 25 de Mayo desde que me acuerdo, hoy a 206 años de aquella gesta, vuelvo a pensar en voz alta qué es la Patria, desde mi simple condición de ciudadano.
   Debe ser la Patria el paraíso donde podamos vivir en paz y en libertad porque representa decencia, trabajo, sacrificio.
   La Patria no es el bolsón, el subsidio o la beca para no trabajar y es honestidad a ultranza; entrega, amor por las raíces y generosidad con nuestro prójimo.
   La Patria es construir y no mentir.
   Es buscar el bien común.
   Es gobernar y obrar sin soberbia ni autoritarismo.
   La Patria es administrar honradamente lo que tenemos y elaborar aquello que necesitamos.
   La Patria, por muchos devaluada en su concepto, es educación, seguridad, justicia y salud para todos, sin elegidos ni marginados.
   La Patria también es el respeto a los que piensan distinto y a la Patria la hacemos en el campo y en la ciudad.
   La transpiramos en la calle, en las escuelas y en el surco.
   La Patria es diálogo, debate, disenso, discusión.
   La Patria, nuestra Patria no es de civiles ni de militares, sino de argentinos porque la Patria no es Menéndez ni es Videla, pero tampoco lo son Firmenich, los Montos, el ERP ni los Schoklender.  
   La Patria es también rebeldía ante la injusticia, cariño por lo nuestro y respeto hacia el prójimo.
   La Patria envilecida por la corrupción, solo se cura con justicia honestamente independiente y no con la obediencia debida de algunos jueces.
   Trabajemos unidos, codo a codo y empecemos ya, desde arriba hacia abajo y no perdamos tiempo, para que la desunión y los desencuentros no sigan siendo más rápidos que los relojes. Por eso, viene como anillo al dedo una declaración que quiero compartir con todos:
   “Los medios de protección que la Constitución nos proporciona, son la libertad y los privilegios y recompensas conciliables con la libertad. Los argentinos hemos sido ociosos por derecho y holgazanes legalmente.
   Se nos alentó a consumir sin producir. Nuestras ciudades capitales son escuelas de vagancia, de quienes se desparraman por el resto del territorio después de haberse educado entre las fiestas, la jarana y la disipación.
   Nuestro pueblo no carece de alimentos sino de educación y por eso tenemos pauperismo mental.
   En realidad, nuestro pueblo argentino se muere de hambre de instrucción, de sed de saber, de pobreza de conocimientos prácticos y de ignorancia en el arte de hacer bien las cosas.
   Sobre todo se muere de pereza, es decir de abundancia.
   Quieren pan sin trabajo, viven del maná del Estado y eso les mantiene desnudos, ignorantes y esclavos de su propia condición.
   El origen de la riqueza son el trabajo y el capital.
   ¿Qué duda cabe que la ociosidad es el manantial de la miseria? La ociosidad es el gran enemigo del pueblo en las provincias argentinas.
   Es preciso marcarla de infamia: ella engendra la miseria y el atraso mental de los cuales surgen los tiranos y la guerra civil, que serían imposibles en medio del progreso y la mejora del pueblo”.
   ¿Quién dijo todas estas verdades?
   Fue Juan Bautista Alberdi, en marzo de 1855 firmando con el seudónimo “Figarillo”.

   Desde entonces han pasado 161 años y es como si lo hubiera dicho ayer.