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29 de junio de 2025

“SÍGANME LOS BUENOS” Edición escrita en un frontal intento por terminar con la abominable censura que impunemente le aplicaran los S.R.T. desde el pasado 13 de abril

Muchas veces la cobardía de la censura
dignifica más a quien la padece
 

Nos hartamos de reiterarlo

ESTÁBAMOS  EN  LO  CIERTO  Y  DESDE
EL PODER IGNORARON ADVERTENCIAS

 

  Se viene corriendo el telón negro que tapaba la realidad de lo absurdo que existía en el seno policial, si partimos desde la "desaparición" de demasiadas armas -costosas y flamantes-asignadas a la fuerza "guardadas" en la propia Jefatura que al poco tiempo "aparecían" en poder de asaltantes, homicidas, en fin, hampones, porque alguien se las "alquilaba" al igual que a “estrellas” del creciente y descontrolado narcotráfico, cuando cualquier cordobés sabe, conoce y se indigna frente a la indiferencia gubernamental, la ubicación, el funcionamiento y las ventas -incluso a notorios menores de edad-  en cualquier barrio sin hacer excepción de todos los sectores urbanos. 
   Lo sostuvimos en repetidas placas consignando que “Si la policía no puede, no sabe o no la dejan limpiar la mugre de adentro, menos podrá hacerlo con la mugre exterior”. No nos escucharon o lo escucharon y "se hicieron los osos" respondiendo con onerosas compras directas de equipos ¿con o sin licitación?, frecuentes cambios de nombres, desfiles callejeros para mostrar decenas de patrulleros nuevos que posteriormente no operaban como pomposamente lo
anunciaban, por falta de combustible y de repuestos para los que se accidentaban, e invirtiendo dinerales en publicidad no tanto a los periodistas, sino a los medios "ensobrados" y necesitados de apoyo económico especialmente en las campañas precomiciales, gastos que pagamos todos -pensemos como pensemos- a través de la presión tributaria y del elevado precio de ciertos servicios.
  Algo se ha corrido la moda del engaño, de la especulación partidista y del escondite y es de esperar que ahora les entre en las cabezas de los que dicen que saben pero lo disimulan, que nada cambiará mientras seriamente no se estudie, se legisle, se aplique y se controle el cumplimiento y la vigencia de una política integral de seguridad alejada de la conducción netamente política y se enrole en la sabiduría de los especialistas nivelados hacia arriba. Que la policía abandone su estilo de "fuente de trabajo para la militancia" y se profesionalice en la sapiencia técnica que necesita y reclama a gritos la sociedad cordobesa, existiendo la posibilidad de lograr tan ansiados objetivos en el nivel universitario.
  No nos escucharon en su momento y con bastante antelación. Personalmente marginaron a algunos "molestos moscardones" que ventilaban (ventilábamos) anormalidades y omisiones, con ese falsamente vetusto y edulcorado verso de los "periodistas acreditados", cuando nuestra acreditación es simplemente el ejercicio honesto de la profesión, así no estemos acreditados por el Papa, el presidente de la Nación, el gobernador, algún ministro figurón, el jefe o la jefa de policía de turno o "Mongo Aurelio".
  Aparece una tenue luz sobre un tema complicado, que viene siendo silenciado hasta que la consagración de la impunidad de la que muchos hicieron gala, parece irse retirando del complejo escenario de una inseguridad y deshonestidad que no merecemos.           En las últimas horas se han ido ventilando algunas novedades, entre ellas el alejamiento del actual Ministro de Inseguridad (porque es lo que hay y abunda) lo que se concretaría dentro de más o menos una semana para diluir lo que sería una clara sospecha popular que el cuestionado funcionario partiría de su cargo, empujado por un pedido vestido de exigencia, que venía planteando el legislador Dr. Luis Juez.
   Y uno de los penosos efectos/consecuencia es el error que muchos cometen, de generalizar la autoría de maniobras de neto corte maffioso penadas por las leyes, perjudicando injustamente a los sacrificados efectivos de la fuerza azul que cumplen decentemente con su arriesgado deber.
   No es, al menos por ahora, pretender reinstaurar la vigencia de aquel sonoro “que se vayan todos”…
  Roguemos que nadie coloque palos en la rueda del esclarecimiento de un panorama sombrío, nefasto, peligroso e inmerecido que los cordobeses venimos padeciendo.
  Y que sepan las autoridades que así como operaron -dirán que por órdenes superiores”- "descalifiquen" o borren de sus "secretos" registros a los periodistas no acreditados, aunque les pese, con acreditaciones o no, seguimos y seguiremos siendo periodistas.
Gonio Ferrari
Periodista censurado

13 de junio de 2025

“Síganme los buenos” en el exilio

LA SEMANA EN GRAGEAS DE RIGUROSA ACTUALIDAD

Megacausa Registro de la Propiedad
CURIOSAS SITUACIONES QUE SE PRESENTAN
EN LAS AUDIENCIAS, MUEVEN  A  SOSPECHAS 

 

    Para esta causa como para cualquiera de los otros asuntos que abordamos radialmente durante varios años en SLB, el hecho que “selectivamente” nos censuren no acallará la continuidad del tema que abordamos desde tanto tiempo atrás.
   Se dice que algo transparente es claro, evidente y se comprende sin duda o ambigüedad, y que un cuerpo transparente permite ver los objetos con nitidez a través de él. En la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba se pueden enumerar situaciones bastante curiosas en las audiencias, como los casos en que testigos convocados por la misma fiscalía declaren no conocer los hechos motivo del juicio o no haber estado en el lugar, que no recuerden lo que habían declarado previamente, o que su testimonio se base en cosas que escucharon decir.    
   Resulta llamativo que a lo largo del proceso no se cite ni tampoco interrogue a ningún alto funcionario o responsable de la repartición y
quizás inédito, el hecho transformado en orden,   de apagar las cámaras de filmación televisiva en un juicio, lo que casualmente es para pensar, al mencionarse ciertos nombres. 
   Todo esto sumado al sello particular de la prisión preventiva sistemática, la condena anticipada y la comisión especial que la confirma, un tríptico convertido ya en su marca registrada. 
   La Fundación para el Debido Proceso Legal, organización con sede en Washington, destaca que la transparencia es condición fundamental para la independencia judicial que garantiza la justicia. Y analizando la definición, resulta poco claro, nada evidente, y con muchas dudas y ambigüedades el accionar judicial en esta causa.
   Muy poco nítido puede verse a su través.
   Podría pensarse entonces que algo empaña la transparencia judicial en este proceso y hasta tanto no se limpie, será difícil y poco convincente hablar de justicia.
 
Injuria al bolsillo y fin al caos cèntrico
MUNICIPALES, PIQUETES Y EL BOLETO
DEL TRANSPORTE URBANO, CARÍSIMO

    Bien sabemos que la permanente realidad cordobesa está siempre más identificada con los conflictos que con la conformidad de su ciudadanía con relación a las obligaciones que el poder debe cumplir para cumplir con las promesas preelectorales y para asegurarse la continuidad del mandato, si los resultados con un beneficio y no tan sólo una carga tributaria para la gente.
   Es demasiado estresante eso de convivir la cotidianeidad del conflicto callejero, de las limitaciones a la libertad individual que se consagran en base a violencia y de los magros y lentos resultados que se logran mediante tales procederes y las negativas derivaciones que se originan cuando las protestas, por encima de lo que estatuyen las leyes, ordenanzas, decretos o lo que fuere, no se aplican cuando el poder tiene la equívoca certeza que es la única manera de neutralizar esas acciones perniciosas y devolverle la paz a la ciudadanía.
   De golpe y sin intervalos que suavicen la gravedad de la situación se están dando el aumento del precio en el transporte urbano de pasajeros, coincidentemente  con el “quilombazo” que concretaran las huestes del agresivo Rubén Daniele y los “chicos malos” de su sindicato, que aunque puedan tener razón, la ciudadanía no tiene por qué pagar tales desplantes y daños, especialmente porque es la que solventa esos gastos y los reales y corrientes por intermedio del pago de impuestos, cargas que cada día que pasa son más onerosas.
   Dicen, anuncian y prometen desde las cúpulas gubernamentales, que el precio del boleto en el transporte urbano sería menos costosos si las empresas prestatarias recibieran los subsidios que gozan servicios similares en otras importantes ciudades argentinas, y exhiben como ejemplo la injusticia de la que se benefician en la capital del país con la ayuda económica que con algunas demoras garantizan la prosperidad del empresariado de tales servicios, sin que mejoren las prestaciones, consecuencia que también padecemos los usuarios cordobeses.
 
El pibe Kiciloff no llegaría a evitarlo
ELECCIONES EN BUENOS AIRES Y UN
‘POSIBLE ACUERDO’ DE LLA Y EL PRO


   Ha pasado a ser cuestión de “horas que se pasan volando” las elecciones, al menos en el caso de la provincia de Buenos Aires, donde entre el pibe Kicillof y su experimentado adversario en una eventual interna, ya desde hace tiempo se conocen las cosquillas, los caprichos, los errores y alguno que otro acierto.
   No son tiempos -la verdad- de andarse  definiendo por cualquiera de las dos principales alternativas., sino que lo acertado e indiscutible sería una suma de los electores de ambos o de lo contrario cualquier otro candidato, tanto de la LLA o de algún otro segmento, se adjudicarán una dudosa victoria con el único argumento de haber sido los únicos en oponerse y que dejaron al adversario en terapia intensiva, cerca de la extremaunción y mordiendo la bronca del fracaso.
   Simplemente, basta con decir que la única salida para entrar en la batalla de las urnas, sería la unión de ambos sectores sin egoísmos, argumentos poco sustentables o simples deseos de mantener el poder de la manera –cualquiera de ellas- que los lleve a ceñirse la corona victoriosa.
   Así que, muchachos, es la hora de la unión tapándose ambos las narices frente a efluvios que les resultarían inaceptables y sólo justificables, si a través de ellos se llega al cubo superior de los más votados.
   En este caso como en tantos otros, es de simple y básica inteligencia obrar lealmente con honestidad porque es de suponer que salgan como salgan, si resultan ganadores, podrán abrazarse lejos de la hipocresía y unidos por haber logrado un objetivo, que si hubieran obrado individualmente, ya era inalcanzable antes de la pelea.
  Y serviría, de paso, para refirmar aquello tan viejo aunque eterna e históricamente vigente, que sostiene -pese al transcurrir de los años- que “la unión hace la fuerza”.

Estadísticas realmente inquietantes
EN  MATERIA  DE  INSEGURIDAD, LAS
CIFRAS GOLPEAN AL CORDOBESISMO

   Obrar de manera honesta con una policía profesionalizada es una obligación que cada gobierno asumió en su momento y que se fue desdibujando con el paso del tiempo y de los penosos como frecuentes casos de infidelidades que perpetraban los malos exponentes de la fuerza, hijos de la improvisación.
   Las urgencias de medidas para terminar o al menos atenuar que todos prometieron e incumplieron se llaman asaltos domiciliarios y callejeros, “motochoros”, entraderas y salideras, arrebatos, robos a mansalva, aumento notable de la utilización de armas para consumar los delitos y terminar de una buena vez, más allá de las promesas incumplidas y de los procedimientos “agrandados” por el periodismo publicitario, hijo de la pauta oficial, con uno de los más importantes “laboratorios” de la delincuencia que se llama narcotráfico, porque no es posible que siga creciendo en intensidad cuando cualquier cordobés sabe, conoce y se asombra por la inacción policial, de la impune y enorme existencia de “kioskos minoristas” donde se vende droga, de los “delivery” existentes y de las fiestas clandestinas que desafían a la ley promocionándolas por las redes sociales, que derriban la tranquilidad que antes gozaban algunos barrios de la extendida ciudad y con creciente proyección al interior de la provincia.
   La ley debe endurecerse frente a los hechos de agresiones a efectivos policiales durante procedimientos o en los controles de alcoholemia, velocidad, luces apagadas o verificaciones de papeles del automotor que se practican especialmente en las circunvalaciones, cuando tales acciones debieran ser parte de intensos patrullajes que reemplacen a la tarea meramente recaudatoria, con puestos fijos en las estaciones de peaje en lugar de recorrer los trazados en gestión preventiva por presencia.
   La ciudadanía volverá a respetar a su policía cuando desde el poder se esmeren en desalojar definitivamente tanto a los malos exponentes como a las instaladas costumbres de corrupción que lamentablemente y con penosa frecuencia, se vienen develando en los últimos tiempos.
   Será la única manera de recuperar el respeto que tiempo atrás la ciudadanía profesaba a la policía, cuando la fuerza azul era auténtica servidora pública y no el botín que se transformaba en bolsa de trabajo para la militancia de una determinada corriente política.
   Resumiendo, la cuestión no radica en que desde afuera y con estadísticas, pretendan enseñarnos a los cordobeses lo que es vivir en un estado de permanente e incontrolada zozobra, que viene a ser la inseguridad maliciosamente disfrazada de sensación.

 

7 de octubre de 2024

S.L.B.: LA PROTESTA DE LOS UNIVERSITARIOS FUE UN “CÓCTEL DE FRUTAS”… CON CEBOLLAS – INCURSIÓN LIBERTARIA EN LAS ARCAS SINDICALES – INSÓLITO CASO DE INSEGURIDAD URBANA PARA QUE LA POLICÍA SE DESPIERTE – LA MEGACAUSA DEL REGISTRO Y EL VIEJO TEMA DE LA PRISIÓN PREVENTIVA – BONUS TRACK CULPA DE POLLERAS DEMASIADO CORTAS – DESPEDIDA CON KARL POPPER, FILÓSOFO AUSTRÍACO.

 

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 851 del 6/10/2024 difundida
por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba
 
“Cóctel de frutas”… con cebollas.
LA PROTESTA NUTRIDA Y COHERENTE QUE LOS
“COLADOS” LA TRANSFORMARON EN CIRCENSE
    Uno de los “caramelos” que regala la Democracia dentro de las libertades que consagra y no siempre se aplica, es el derecho a la protesta ajustada a ciertas pautas de sana y respetable convivencia.
   Para muchos, eso de la convivencia es un verso que se recita desde el poder para limitar acciones que en definitiva y sin tapujos hay que decirlo, es esa vocación por el daño tanto a elementos que pagamos todos, como a los particulares, comercios, medios de transporte y otros rubros que son víctimas de vandalismo, con el agravante que no siempre son reconocidos por aquel mismo poder, como para responder por los costos emergentes, los daños tanto individuales como comerciales y otras secuelas como los obligados cierres que no encuentran, por ejemplo, algún resarcimiento en el pago de impuestos, que se abonan seguramente para cubrir entre otros, los costos de la seguridad.
   La manifestación de protesta convocada por estudiantes universitarios de Buenos Ares tuvo una nutrida concurrencia, entusiasmada con sus cánticos, pancartas e inclusive disfraces muy ocurrentes y significativos, aunque tanto brillo ciudadano se oscureció cuando se advirtió la presencia de manifestantes que poco tenían que ver con la temática de la convocatoria, y lo que fue más llamativo, que pese a que se anunciara que no tenía perfil político ni partidista, abundaron las pancartas de distintas corrientes de pensamiento, beneficiarios de planes, aspirantes a nuevas asignaciones que suplantaran aún más a eso que se le llama “la dignidad del trabajo” y la presencia de ejemplares de nuestra fauna ideológica, que hasta el bueno, vacilante, impreciso y perdedor Sergio Massa intervino en la marcha, pese a que en varias ocasiones le demostraron
poca simpatía.
   Los incidentes fueron menores, aunque para mi gusto personal, el ideario del llamado a participar fue vulnerado por los “colados” de siempre que pretendieron cosechar precisamente donde no sembraron, como es su costumbre y no faltaron los que recibieran expresiones de rechazo, algunos proyectiles poco certeros, pero sí la repulsa del silbido y otras manifestaciones que seguramente nunca esperaron, porque los “carteludos” de alguna vez siempre creen que la fama es permanente y eterna.
   Las fuerzas de seguridad que aplicaron el protocolo vigente, sin dar ninguna ventaja, se comportaron dentro de todo con aisladas expresiones de violencia, porque descarriados que tienen a la prepotencia y la violencia como sus armas, que buscan reemplazar al disenso  y la libertad ajena de pensar distinto, hicieron de las suyas pero recibieron respuestas del mismo modo que aplicaran.
  O sea que el tema principal de la convocatoria, que era el apoyo más allá de los económico, sin restricciones a las universidades estatales, no alcanzó el brillo que sus organizadores esperaban porque es para creer que el número de tamaña heterogeneidad no es lo mismo que cuando la multitud es genuinamente parte fundamental y masiva del reclamo, sin intromisiones ni violaciones de espacios, lo que derivó en incidentes que protagonizaron de manera especial los intrusos más que los organizadores de la marcha.
   Muchos asistentes, de esa corriente que le llaman “rentada” no sabían decir ni siquiera los motivos de tamaño gentío ni podían identificarse con ninguna de las organizaciones serias que eran las responsables de la movida.
   Es probable que proporcionalmente con la cantidad de habitantes, la marcha en Córdoba haya superado a la de los porteños porque la intervención de extraños se mostró como inferior a la capitalina y porque las pancartas más que nada, hacían escuchar mediante sus proclamas, los verdaderos objetivos que se pretenden con lo que aquellos cretinos que buscaron aprovechar la presencia de tamaña multitud, no encontraron  eco  a  sus   manifestaciones,  leyendas  ni canticos.
   Nuestra Universidad, lo digo así porque es genuinamente nuestra, ingresa a una etapa que muchos consideran inédita, tengo entendido, aunque siempre  los diferendos se han superado con madurez, respeto por las posturas divergentes y observancia de las leyes que la rigen, no por su antigüedad, sino por el espíritu trascendentemente innegociable que la anima, desde aquellas históricas jornadas de más de un siglo atrás.
   Roguemos que la madurez dirigencial, los objetivos que se persiguen y los acuerdos que sin dudas se lograrán, sean un ejemplo para las nuevas generaciones que ocuparán sus claustros tanto el profesorado como los alumnos, que al unirse en procura de nuevos y brillantes objetivos, seguramente demostrarán su amor tan creciente con el paso de los años e innegociable a perpetuidad.
No en vano esta Universidad Nacional de Córdoba, nuestra Universidad de trascendencia universal, seguirá sin dudas su rumbo triunfante alumbrada por las luces de un futuro venturoso
 
Nuestra dirigencia gremial y sus “ahorros”
OTRA ‘INCURSIÓN’ LIBERTARIA A LAS CRECIENTES
ARCAS  DE  LA  SEDIENTA  CONDUCCIÓN  SINDICAL
 
   Bien lo sabemos, especialmente por haber padecido sus nefastas consecuencias, lo que nos deparara a los trabajadores de cualquier actividad el manejo de las prepagas por parte de los sindicatos, por una serie de factores que lo transformaban, para ellos, en un negocio de astronómico manejo de cifras, y bien sabemos también que el dinero para cierta gente, es sinónimo de alcanzar o mantenerse y crecer para superarse en el poder, con lo que se aseguran notoriedad y la seguridad de una apabullante fuente de recursos, no tan sólo para beneficio propio o sea para ellos, los amigos, socios, conmilitones incluidos y en ciertos sonados casos también, para la descendencia familiar
   Es por eso el interrogante que muchos se han planteado y nos estamos planteando en las últimas horas, cuando todos esperamos ciertas definiciones gubernamentales que pongan aunque más no fuera un atisbo de claridad tan imprescindible, dentro de las oscuridades en las que muchos están y más digo, estamos subsistiendo en un mar embravecidos por los desencuentros, convulsionado y peligroso.
   La duda que al menos los medios periodísticos se plantean
está girando en torno a un interrogante con fuerza de aproximación a la tragedia para muchos:  ¿quién se quedará con los 10 mil millones que cuesta mensualmente, tengo entendido, y  pagan los gremios al triangular con las obras sociales?
   Al agregar que de eso se trata el volumen del dinero de cada mes que esa especie de peaje significa y que todo indica que a partir del 1 de diciembre venidero y demasiado próximo dejará de ser propiedad sindical.
   A la hora de evaluar históricamente desde la aplicación del sistema hasta nuestros días, seguramente se tendrá en cuenta si dicho sistema aportó beneficios o pérdidas para sus sostenedores, que no son otros que el conglomerado de trabajadores nacionales, sujetos al descuento mensual de una creciente suma de sus haberes, mientras que los servicios no crecen de la misma manera en materia de calidad prestacional, hasta el punto que algunos no se han olvidado de aplicar el viejo “plus” disfrazado con otras designaciones.
   Simplificando, si es que la medida gubernamental se aplica en el tiempo anunciado y en la práctica, que apoya en todo sentido a la masa trabajadora, aportando eventuales ventajas para ellos, con el agregado lógico de terminar, más que con el sospechoso crecimiento patrimonial de cierta dirigencia gremial, con la equivocada y perjudicial operatoria de algunas obras sociales donde la mayor parte del presupuesto se destina a incrementar su planta de personal como “bolsa de trabajo” para amigos y allegados al gremio, en lugar de destinarse a un aumento y mejoramiento de los servicios que día a día se deterioran en dispar medida, para perjuicio de los afiliados que son los que sufren tales carencias y en muchos casos negativas de atención especializada,  sobre todo cuando esa selección está a cargo de personal administrativo como si se buscara reemplazar a la ciencia médica por el ejercicio impune de la dañina burocracia.
   El botín es demasiado suculento y tentador, como para permitir que el Estado sea quien lo administre o decida la manera de cambiar la situación, en beneficio de quienes más lo merecen, que son los afiliados a esos organismos.
   Es una cuestión de saber esperar y confiar, más que nada, en que prevalezca desde el poder, esa obligación de proteger a su gente…
 
Sobre la megacausa del Registro
ES PARA PENSAR QUE NO HABRÁ CAMBIOS EN LA
APLICACIÓN ABUSIVA DE LA PRISIÓN PREVENTIVA
 
   El número cuatro, de los diez mandamientos para ser un buen abogado, según el jurista Juan Couture, aconseja: “Tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia.”
En la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, el uso sistemático de la prisión preventiva, que debe ser excepcional, el juicio después de la condena y la presencia de una comisión especial para juzgar, enfrentan claramente derecho y justicia.     
En búsqueda de ideas para aclarar la cuestión, se me ocurrió pensar qué pasaría si en los expedientes de la causa que nos ocupa desde más de una década y media atrás, más o menos, los imputados se mencionaran con nombres ficticios o con algún código, en lugar de sus nombres reales, por supuesto sin cambiar el relato detallado, los antecedentes, contactos, relaciones o conexiones que el acusado pudiese tener.
Todo igual, excepto el nombre y tomemos como ejemplo al Juez que encarceló a dos imputados reconociendo que no había ninguna prueba contra ellos, ni ningún testigo que los acusara, pero igual, él estaba convencido, ¿hubiese hecho lo mismo si el caso fuese anónimo y el encerrado pudiera ser su pariente, amigo, vecino o algún influyente miembro del Poder? Y a la inversa, cuando se ignoran las acusaciones contra altos funcionarios o poderosos personajes, ¿se obraría igual si el caso se manejara como un anónimo? Casi seguro que no.  Por esto, aunque el proyecto suene descabellado o poco práctico, tal vez sea el camino para encontrar la justicia y cumplir el precepto.
Y ‘pispiando’ La Voz de hoy me enteré que Leonardo Cositorto, creador de Generación Zoe, preventivamente preso en Bouwer y que no busco hacer un paralelo entre las dos causas, sostiene que “la prisión preventiva está diseñada para extorsionar, no para hacer justicia”.
 
Los celulares como distracción…
INSÓLITO CASO DE INSEGURIDAD URBANA QUE NO
PARECE  INQUIETAR  A  LA ABULIA  DE  LA POLICÍA
 
   Sostuvimos y lo seguiremos sosteniendo desde este espacio radial, lo escaso de la prevención policial no tan sólo en la zona céntrica, sino también en los barrios y en la periferia más alejada, con relación al creciente e irrefrenable crecimiento de la delincuencia tanto urbana como rural, sin dejar de lado como factor coadyuvante a esa realidad en permanente e imparable aumento, que el narcotráfico y sus consecuencias sin dudas debe ser el mejor aliciente para los hampones, por eso de la “valentía y arrojo” que les produce el consumo de sustancias prohibidos en la mayoría de los casos.
   No han pasado muchas horas en que un hecho le podemos llamar simple, por lo reiterado de casos similares, que una mujer fuera asaltada por un individuo que la golpeó, la arrojó a la vereda y la despojó de pertenencias y dinero de su cartera, aunque le dejó el teléfono celular porque la víctima lo llevaba oculto entre sus ropas.
   Un caso más, me dirán, de los tantos que ocurren en esta ciudad acosada por la delincuencia y ya no hay lugares preferidos por los ladrones, sino que la impunidad los beneficia en cualquier rincón de la ciudad, sin que se registren avances en materia de prevención pese a que en algunos casos aislados y en cierta medida por casualidad, fueron aprehendidos por la policía.
   Hay decenas de fotos con ladrones identificados por las cámaras privadas y por los domos callejeros, pero las detenciones como consecuencia de esa ímproba tarea no aparecen, hasta el punto que los “cacos” se dan el lujo de afanar a cualquier hora, con luz o sin ella, y a cara descubierta y en casos, mirando a las cámaras que ellos saben que los están escrachando.
   El caso que hoy nos ocupa -de los tantos que se registraron-ocurrió en una plaza tengo entendido que del Cerro de las Rosas, donde una señora fue golpeada y despojada de sus pertenencias, escucha bien, a menos de 50 metros de una garita policial donde el encargado no escuchó los gritos de la víctima ni de los vecinos que acudieron, y trascendió que su sordera diferencial se debió a que estaba en uso de su celular para una llamada particular.
   Que ese joven agradezca que no está en China, porque allí esas fallas son severamente castigadas, mientras que aquí y por la forma en que hasta el cansancio y la desesperación y desprotección ajena reinciden los ladrones, a los policías que cometen una omisión de iguales características les llaman la atención o los sancionan levemente.
   Unos cuantos vecinos me comentaban que la culpa es de quienes los mandan, porque esos agentes son novatos, jovencitos, y están pensando en otras cosas por encima de proteger el lugar al que fueron asignados, con escaso entrenamiento lo que se suma a las restricciones existentes para ellos para el uso de armas, si es que las tienen.
   El caso es una vergüenza porque cuando pasó cerca de media hora la zona, se llenó de patrulleros, pero seguramente el ladrón no los estaba esperando, porque la espera infructuosa y dolorosa fue para la víctima del atraco, quien ciertamente pensó que con los impuestos que tributa su seguridad estaba garantizada.
   La realidad le mostró que aún estamos demasiado lejos de que esa actitud se generalice.
 
BONUS TRACK
 
¿Un caso de “juventud, divino tesoro
POLLERAS DE LA DISCORDIA EN UN ÁMBITO
ADOLESCENTE  CON ANSIAS DE LIBERARSE
 
   Por allí uno piensa que sufre ataques de antigüedad por los años, de desubicación por los tiempos que se viven, o lisa y llanamente por no adaptarse al progreso en todos los órdenes de la vida que se advierten.
   Quiero remontarme a los tiempos del secundario especialmente en los primeros dos años, porque al superarlos casi nos sentíamos señores como para ser tratados como tales aunque algunos todavía mojaran nocturnamente sus sábanas o se asustaran por un murciélago que se les descolgaba de algún techo.
   El tema es que llegado el tiempo de la explosión hormonal, que después con el correr y evolucionar de los años se le llamó adolescencia, todos los enfoques lógica y sabiamente habían cambiado, como cambiaron las costumbres hogareñas y las de la sociedad de la que formamos parte.
   En la escuela teníamos total y consagrada libertad de peinado, de pantalones y de jugar a la pelota, a las figuritas, a las bolitas, al fútbol, a las escondidas o no hacer nada en los recreos y cuando salíamos, éramos también libres de otear a las chicas que casi de la misma edad salían del sector femenino de esa escuela o simplemente a las vecinas.
   Ellas siempre recatadas, jamás un piercing, una sombrita de ojos o un tenue labial porque en los hogares existían rigores innegociables con ellas.
   Todo este bla bla viene porque en una escuela parroquial de Villa Carlos Paz se dictaminó que las niñas debían usar polleras de cierto largo, limítrofe con las rodillas, tengo entendido, pero fue una medida que impactó en las jovencitas y en sus familias, que son las que dictan para los suyos ciertos patrones de conductas y de usos.
   ¿Es correcto que se apliquen esas medidas para muchos antipáticas e invasivas de la privacidad, aunque no representen un escándalo visual?
   Habría que estudiarlo, porque también es digno de respeto el reglamento interno que se aplique en los establecimientos educativos y que los padres aceptaron, así sean confesionales o no.
   Los padres son quienes deben optar: envían a sus nenas a otro colegio, o acatan las disposiciones internas?
   No es un tema complicado, pero sí digno de ser tenido en cuenta, por eso del respeto a lo que deciden por una parte los mayores de la familia y los responsables de la educación. Una simple cuestión de justicia y comprensión para todos…
 
…A LA HORA DE LA DESPEDIDA
 
                 La  despedida  sale con  un destino  a  científicos de
                 cualquier especialidad: “La ciencia será siempre una
                 búsqueda, jamás un descubrimiento real. Es un viaje,
                 nunca una llegada”. Lo  dijo  varios años atrás un tal
                 Karl Popper,filósofo austríaco,padre del racionalismo
                 crítico. Realmente tanta sabiduría en pocas palabras.

7 de julio de 2024

S.L.B.: CÓRDOBA CUMPLIÓ FELIZMENTE 451 AÑOS - ¿MARCHAMOS HACIA LA NORMALIDAD QUE MERECEMOS? - DUDAS QUE EL MINISTRO DE SEGURIDAD CONOZCA LA INSEGURIDAD QUE NOS RODEA- TERMINARÁ LA ESTIGMATIZACION DE UN PROCESO JUDICIAL – ES BUENO HABLAR DE LOS MIEDOS QUE NOS ACOSAN – NIÑOS, VERDADEROS REHENES DE UNA DEMANDA SALARIAL, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista cordobés Gonio Ferrari difundidos en su programa “Síganme los buenos” edición nº 838 del domingo 7 de julio de 2024 emitido por  la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.
 
Gran urbe, caótica en muchos aspectos
CUMPLIÓ LA CIUDAD UN NUEVO ANIVERSARIO DE
SU FUNDACIÓN MÁS DE 4 SIGLOS Y MEDIO ATRÁS
 
   Mi Córdoba es para muchos el show de ver desfilar a la “Papa de hortensia”, la “Pelada de la Cañada”,  Efrain Bischoff,”, Alberto Cognigni, “Sapo” Cativa, Jaime Kloner, Ana María Alfaro, “Pelado” Alonso, Las Ponce, “Los del Suquía”,  Miguel Bravo Tedín, “Mona” Giménez,  Azor Grimaut y tantos otros señeros personajes que se traspapelan en la maraña del tiempo y en la senil desmemoria en la que debió aposentarse su fundador, don Jerónimo Luis de Cabrera allá por el 1573.
   Cordobés no es tan solo ser cuartetero, haber vivido en
El Abrojal, gustar del fernet, tomar mate con peperina, bañarse en las dudosas aguas del Suquía, saberse protagonista de la gesta de mayo del ’69, sentir orgullo por la reforma universitaria, evocar etílicas trasnochadas en “L’escargot” o en “El Príncipe”, incursiones por el 990, los corsos de San Vicente, las exposiciones en el Pabellón de las Industrias, la chetura de Los Pozos Verdes y el Parque Autóctono o los bailes en la pista “Teneme el chico”, el Sargento Cabral o “La Toscana”; haber leído Los Principios, Meridiano y el Córdoba y todavía leer lo que queda de La Voz del Interior en estos vertiginosos tiempos en que Internet te abre las puertas del mundo y te deja hojear sin medida diarios y revistas tanto cordobesas como de cualquier otro confín geográfico.
   Se me antoja que ser cordobés incluye también otras sensaciones, placeres  y
nostalgias no tan sólo dignas de la memoria.
   Ser cordobés contiene en tan pocas letras -sólo 11- también el espanto de las crecientes de su inestable río parcialmente urbanizado, de su tránsito caótico, de la impostada solemnidad de sus políticos, como los simples placeres de fanatizarse con el folklore de sus colores deportivos, de los íconos ciudadanos que el tiempo aporta en recuerdos, del concierto de campanas en cualquier mediodía…
   Ser cordobés supone la rebeldía mediterránea llevada a las nubes de su práctica, ejercicio y consecuencias como una especie de rito casi, casi fundamentalista que se identifica con el placer cotidiano de sentirlo así.
   Y como en un rezo me encanta hacer retumbar en mis oídos y en todos los rincones del alma esa especie de oración de amor, de entrega, de agradecimiento por sentirme genuinamente cordobés en toda la enorme pureza étnica y documentada de la condición de tal.
   Porque desde que me acuerdo, y que no son pocos años ahora más cerca del “no me extrañen” que del “hola varón…”, lo digo desde el alma y con orgullo porque así lo siento: Argentina es mi país, pero Córdoba es mi Patria.  
   Simple y cariñosamente porque crecemos amando a la ciudad como es: anárquica y sensual; desordenada y doctoral, con humor de sobra  para exportar y un agrio y desoído malhumor social para atender de lo que el poder suele ocuparse frente a la inminencia de elecciones y cíclicamente hasta el cansancio de la gente.
   Aquí en Córdoba anidan el orgullo de las raíces, la histórica arrogancia de sus luchas, la humildad mediterránea y entre otras, las industrias del humor, del apodo y de los yuyos no tan sólo aquellos para infusiones.
   Porque somos sus hijos, amamos a esta Córdoba magnética, romántica, mágica y soberbia, aunque la descuiden los que debieran mimarla y hermosearla y aunque otros pretendan certificar autenticidad de origen pese a que vienen de lejanías.
   Córdoba tiene la protectora calidez de una mamá.
   También asume su condición de genuina madre sustituta.
   Ciudad símbolo, ruidosa, altiva, insegura y sorprendente, quiero abrazar ese poco prolijo laberinto de tus barrios, los rumorosos bares de cada esquina, la
estridencia de tus avenidas, los colores de tus clubes, el malo y caro transporte urbano, los candados de tus conventos, la pasión de tus políticos, la dañina insolencia de tu río cuando crece, la intemperie de tus villas, la sonoridad de tus campanas, el catálogo de tus baches, la penosa sorpresa de los cortes de luz, la casi permanente asamblea de los municipales, la fiestera pachorra de tu Justicia, la inimitable contundencia de tu tonada, la frescura de tus estudiantes, la protocolar etiqueta de tus doctores, la columna vertebral de tu Cañada, la mugre sabatina de tu invadida peatonal, la añosa certidumbre de tus templos, tu maravillosa lozanía en el otoño, el silencioso abrigo del invierno…
   Quiero más que nada, confesarte cuánto te amo.
   Por la generosa hospitalidad de tu tierra.
   Por el linaje de esas cadenas que me ataron férreamente a tu historia, a tus días y a tu gente…
   En este cumpleaños, y aunque vayan muriéndose los siglos, ¡salud mi ciudad, patria de siempre…!
   ¿Es necesario que lo repita? Porque Argentina es mi país, pero Córdoba es mi Patria…

Los molestos dolores del crecimiento
¿ESTAMOS MARCHANDO HACIA LA NORMALIDAD
QUE  MERECEMOS Y SE EMPEÑA EN NO LLEGAR?
 
   Una de las consecuencias menos deseada de cualquier espera es no resultar beneficiados con los resultados de la gestión encarada, para la solución de un conflicto o la superación de una situación crítica o conflictiva.
   Esa se me ocurre que es la síntesis de la situación en la que nos encontramos la mayoría de los argentinos, en la tensa y casi eterna como histórica espera de tiempos mejores, como adhiriendo en la mayoría de los casos sin saberlo, a lo que Aristóteles sostenía que “la esperanza es el sueño del hombre despierto”, aunque otro gran pensador como lo era Gustavo Le Bon asegurara que los pueblos viven sobre todo de esperanzas, y que sus revoluciones tienen por objeto sustituir con esperanzas nuevas a las antiguas que perdieron su fuerza.
   Pero está demostrado en la misma historia de la humanidad que la esperanza misma deja de ser felicidad -si pretendemos que lo sea- si su compañía y cómplices son la impaciencia y la falta de soluciones.
   Tendríamos que ingresar a la evaluación de la seriedad o no que asuman eso que les llaman milagros, como manera válida de seguir aferrados a la idea que la única alternativa para salir de las frustraciones y los tiempos adversos está condicionada a la aparición, precisamente de un milagro, dado que las otras alternativas ya vividas no han dado los resultados que ansiamos, esperamos y merecemos por esa inacabable inclinación al aguante que tenemos nosotros como sociedad.
   Vivimos dominados por innumerables promesas de cambios que reparten todos los colores políticos con apetencias de poder y de vocación por la eternidad.
   Votamos influenciados por la demagogia en cualquiera de sus manifestaciones y somos demasiado lentos para reaccionar, frente a los derrapes y fracasos como si estuviéramos obligados a tolerar errores y carencias de las tantas que nos toman como objetivo, porque los poderosos no fracasan, sino que las culpas son nuestras, de los que sospechamos que vamos a fracasar.
   La oración cívica con la que el restaurador de nuestra democracia cerraba cada uno de sus discursos de campaña, allá por los albores de la década del ’80 en el pasado siglo, pregonaba que con la democracia comíamos, trabajábamos, estudiábamos, nos curábamos, crecíamos y algunas otras utilidades que nos aportaba ese estilo tan vulnerado en los últimos tiempos.
   Pero los resultados que saltan a la vista nos muestran el absurdo de carencias imperdonables, en un país ubérrimo como el nuestro, lo que lleva a ver crecer en la gente el desencanto por aquel lirismo alfonsinista, que pese al paso de los años no vemos en el duro terreno de la realidad.
   ¿Vamos ahora por el camino correcto?
   ¿Hacemos las cosas como esperando que los resultados sean masivamente positivos para todos?
   Evidentemente que no; que hay grietas en todos los terrenos, que hay máquinas de impedir en todos los estamentos de la sociedad; que la burocracia sigue imperando y los juegos de intereses dentro de la política llegan a niveles escandalosos y los “promesómetros” de las ideologías están al rojo vivo.
   No es ese el mejor de los caminos para que superemos nuestro eterno estado de crisis, mientras las apetencias se fortalezcan, siga imperando la ley del más pícaro y la comunidad siga valorando como logros los cambios epidérmicos que como tales, poco es lo que duran.
   Porque son para el consuelo y no para la solución…
 
No es exageración sino dura realidad
LA POBLACIÓN  CORDOBESA  ALEJADA  ESTÁ  DE
MERECER EL REINO DE  LA ANGUSTIA Y EL MIEDO
 
   De chicos nos asustaban con “el cuco”, el diablo, “el viejo de la bolsa”, la bruja, el infierno y muchos otros castigos como arma primitiva de los mayores para imponer su autoridad a veces cuestionada, por así decirlo, desde la más tierna de nuestras infancias.
   Pero el miedo es real y los cordobeses lo venimos aguantando a veces calladitos por vergüenza o para evitar que se nos burlen; algunos lo asumen e intentan superarlo con el encierro y algún otro método de aislamiento, y no son pocos quienes lo sienten, pero olímpicamente lo ignoran en una actitud temeraria y excesivamente machista de la que ni siquiera ellos están convencidos.
   La verdad es que los cordobeses vivimos en un estado de miedo creciente:

miedo a que nos asalten a plena luz del día, que nos violen la casa, que nos arrebaten el celular en pleno centro, que un motochorro nos afane e incluso nos mate porque ya están demasiado jugados para conseguir droga; el miedo a la desprotección porque el Estado no cumple con su obligación de protegernos y de últimas, por ese humano instinto de conservación.
   ¿Quiénes en Córdoba se ocupan del miedo? A la autoridad policial parece no preocuparle porque poco hace para remediar la situación, ellos andan armados y con permiso o no para balear -aunque eso y selectivamente poco les importa por lo visto- y los pretextos no faltan: hay cosas más importantes que proteger, el miedo es privativo de los pusilánimes, el miedo es una sensación que experimentamos por contagio social, escaso dominio de esfínteres o para ciertos insensibles, el miedo es inexistente como actitud frente a la vida.
   Pero que existe, no deja de ser una realidad que nos abruma sin que busquemos las maneras más peligrosas de enfrentarlo, porque basta con seguir los noticiarios televisivos, los relatos radiales o las publicaciones gráficas, para tener en el centro del alma y de la mente ese miedo insuperable que se acrecienta con la desprotección, las leyes inadecuadas por lo antiguas y cierta displicencia gubernamental frente a otros temores más trascendentes y mundanos, como lo es por ejemplo la inaccesibilidad al dólar blue.
   Pero que el miedo es una realidad, no es necesario certificarlo, aunque la explicación está en un tal Alain, profundo y sesudo pensador, que entre sus sobresalientes conceptos, afirmó en un momento que “El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar el miedo”.
   Los cordobeses, al menos, no necesitamos inventarlo porque en estos últimos tiempos, ha pasado a formar parte del vergonzoso ADN que nos está igualando a todos…
 
¿Cuántos años lleva el pesado trámite?
ALGUNA  VEZ  LLEGARÁ  A  SU FIN  ESE  ESTIGMA
QUE  REINA EN TORNO DE UN PROCESO  JUDICIAL
 
   Algunas situaciones reinstalan el debate de los inocentes presos.  En nuestro país desde 2014 funciona el “Proyecto Inocente”, iniciativa surgida en los EE.UU, y difundida a más de 20 países, que  busca revertir condenas equivocadas. En todos los casos se trata de encontrar errores en la investigación y en el juicio, que producen la condena de un inocente. 
   En el análisis de Argentina se consideró que había problemas en cómo los operadores judiciales valoran las pruebas y cómo las consideran; cómo los jueces justifican y argumentan sus decisiones, y también, casos de corrupción y problemas de ética.
   En tal contexto, y retomando la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, recordé el dictamen de un Juez, en el que confirmaba la prisión preventiva a dos imputados pese a reconocer que se carecía de pruebas contra ellos, como podrían ser firmas o escritos de su parte y que no se contaba tampoco con ningún testigo que los hubiera visto o acusado.
   El apego al diccionario enseña a considerar al error como un concepto equivocado, juicio falso, acción desacertada, o precisamente en Derecho, como vicio causado por equivocación de buena fe que puede anular el acto jurídico.
   Debe ser inevitable que los jueces, limitados y falibles, puedan equivocarse, aun poniendo empeño y dedicación en su trabajo, pero, en este caso, no se puede hablar de errores de valoración, consideración, justificación o argumentación, porque el mismo juez reconoce no tener nada para valorar, considerar, justificar o argumentar.
   Lógicamente, estos imputados fueron absueltos después de casi tres años de prisión injusta. Hubo concepto equivocado, juicio falso, acción desacertada y vicio judicial.
   Es difícil saber si de buena fe, o si puede orientarse hacia la corrupción y la ética.
 
Se impone más lucha que definiciones
NOS ASALTA LA DUDA SI  EL MINISTRO DEL ÁREA
SEGURIDAD  ESTÁ  ENTERADO  DE  LA  REALIDAD
 
   Partamos de una base cierta surgida de los tiempos que vivimos, en el sentido que la cuestión de la seguridad ciudadana corresponde más a las esferas técnicas que a las consideraciones políticas o ideológicas, porque es allí donde por lo general se desubican los conceptos o se alteran las definiciones, en la mayoría de las cosas por una inclinación hacia la facilidad e inmediatez de improvisar, o por escaso concepto  de respeto hacia la sociedad.
   En los últimos tiempos los diarios vienen perdiendo terreno ante ese alucinante ejercicio del ímpetu informativo, porque tanto la radio como la TV ofrecen hechos resonantes en vivo mientras suceden, con sonido y en colores.
   No dejó por eso de ser una mayúscula sorpresa el leer el diario donde aparecen audaces conceptos de nuestro ministro provincial de inseguridad -y así la califico porque es lo predominante-  sosteniendo “Nos preocupa mucho la capacitación. Acá no hay buenos y malos policías. Acá están los policías y los delincuentes que se disfrazan de policías” con lo que el funcionario aporta mayor confusión a una situación que se ha tornado intolerable y de mayúscula peligrosidad por lo inmanejable que se confiesa desde el poder.
   La crisis no es nueva y se han dado demasiados casos que fueron inútiles llamados de atención, en procura de enderezar el rumbo del tratamiento del tema desde el gobierno y los resultados han sido siempre negativos aunque se dibujen las estadísticas y se gasten fortunas en equipamiento, tecnología, etc. todo lo que no alcanza mientras, y lo insisto por enésima vez, no se instrumenten dos medidas básicas; la profesionalización en un nivel más elevado de los planteles y el urgentísimo estudio, elaboración, tratamiento, promulgación, reglamentación, implementación y contralor de su estricto cumplimiento, de una ley integral de seguridad para terminar con los remiendos tan costosos, los reemplazos de nombres, los apresuramientos de incorporar más efectivos y lanzarlos a la calle sin capacitarlos y tratando de dejar de lado esa certeza para muchos, que los cargos policiales suelen ser la resultante de deudas políticas con la militancia, contraídas en períodos precomiciales.
   Los cordobeses ya hemos agotado nuestro enorme caudal de paciencia ante el avance de una delincuencia que domina la ciudad, y no me vengan con el viejo verso de la sensación, que ya nadie cree, salvo como muletilla que parte desde la inoperancia del poder, en este caso culpable también por omisión.
   Es un escándalo el crecimiento del narcotráfico y bueno sería que alguna vez se investigara -aunque sospechas sobran- cuáles son las fronteras de su ingreso, y las maniobras que se perpetran para consolidarlo, aparte de la generosa e inexplicable impunidad que se les regala como valor agregado.
   Las autoridades se alarman por la cantidad de armas que compran los cordobeses, en lugar de ponerse las pilas y neutralizar a un hampa que se expande y serán inútiles los lamentos cuando se produzcan enfrentamientos de civiles en defensa de sus bienes y de sus familias, desamparadas por un Estado con la obligación de protegerlos.
   Sintetizando, la seguridad está visto que no es un tema para que se ocupen los políticos sino los técnicos, sin amiguismos, acuerdos innegables ni privilegios de ninguna clase.
   Y que el gobierno deje de quejarse y actúe de una buena vez, porque de nada sirve tener una ciudad bonita si no la podemos gozar.
   Y consagrar el estado de dominio que actualmente luce la delincuencia, sería una imperdonable bulodez…
 
Reclamo salarial y sus consecuencias
SI EL PLANTEO SALARIAL AFECTA EL DICTADO DE
CLASES, LOS ALUMNOS SUFRIRÁN  EL  PERJUICIO
 
   No se me ocurriría ni siquiera evaluar la conveniencia, oportunidad ni posibilidades que tiene de imponerse el criterio sindical docente acerca de los reclamos de actualización salarial, en un período en que nuestra estabilidad monetaria es penosa, el Estado sigue presionando con los impuestos y los servicios -tanto estatales como privados, y es como si no tuvieran límites para su actualización hacia arriba y usando como guía los vaivenes del billete verde, tomando en cuenta la ridiculez, que cuando el dólar baja su cotización, los valores que pagamos se mantienen o se siguen incrementando.
   El componente de insensibilidad ya ha sido expresado y llevado a la realidad hasta el cansancio y de poco ha servido, porque los cráneos de la economía nacional, provincial y recaudatoria, poco entienden ni les interesa esa disyuntiva, detalle que mucha consideración merece porque afecta a la dignidad y a la condición humana.
   Y se trata de una percepción personal o es sólo un mal pensamiento, que suele invadirme cuando desde ambas veredas del tironeo están los alumnos, inocentes y aprovechados rehenes de cada prolongado y a veces eterno conflicto, sin pensar en el descalabro hogareño que entra al seno de las familias sin preguntar, cuando no hay maneras de hacer que los pequeños concurran a clases, tratándose de salitas o primarios, como asimismo en el caso de los secundarios, cuyo aprendizaje se resiente severamente y después no sabemos por qué no se registra progreso intelectual, ni atendemos con medidas reparatorias el decreciente nivel de conocimientos.
   Debiera el Estado en su condición indelegable de protector de la
comunicación entre las partes enfrentadas, instrumentar métodos y capacitar a los responsables de las discusiones salariales, para que no sean los niños las víctimas de los desacuerdos y caprichos, que pudieran haberse consolidado en el fuero íntimo de los funcionarios encargados de atender, negociar y ocuparse de las reiteradas y a veces prolongadas situaciones críticas.
   Es muy cierto ese consejo, digamos conminatorio, de “con los niños no” pero en forma de grito para que se cumpla no tanto como obligación de respeto y cariño hacia la inocencia de los pequeños, sino como prenda de paz, justicia y armonía que merecen aquellos que nos educaron, aunque hayan fracasado con tal cometido en algunos obtusos que no tienen otros mecanismos de protesta que dejar de trabajar y que para colmo no les paguen esos días.
   El dirigente gremial, en estos casos, se supone que está amparado y jamás deja de cobrar.