30 de abril de 2014

Drogas y armas en las cárceles -------------- LA JUSTICIA TIENE LA OPORTUNIDAD DE DEMOSTRAR QUE LA REALIDAD NO ERA COMO MUCHOS LA IMAGINABAN





   Si se llega a un grado de impunidad como el demostrado, es porque todos los frenos legales y éticos se han visto superados, avasallados por una realidad que no es nueva pero a la que siempre se le dio la espalda.
   Las cárceles cordobesas son un desastre, porque se permite que así sean.
   Una boba explicación es que si no se aflojan las exigencias, los controles y la seguridad, los motines florecerían a diario y es más barato hacer la vista gorda que enfrentarse a un sangriento desastre como ya tantas veces ha ocurrido.
   Lo que llama la atención, si así fue, que los propios presos (o solo cinco, ya identificados) hayan puesto sus cabezas a merced del verdugo que para ellos es la ley: mostrarse en tales actitudes les asegura por lo menos mayor dureza en el trato que han de recibir, con relación a las visitas.
   Un famoso preso alojado tiempo atrás en la Penitenciaría supo comentar públicamente que “por lo que se sabe, a la droga no la salimos a comprar nosotros y es difícil que las traigan las visitas por el rigor de las requisas personales. A muchas visitas las conocen más por el culo que por la cara”.
   Toda una sentencia que al tomar estado público en nada modificó el reiterado ingreso de sustancias prohibidas al penal, tanto así que el alcohol y las pastillas pasaron al casi intrascendente chiquitaje del segundo plano.
   Era la hora de la marihuana y de la cocaína.
   La droga no llega en paracaídas, pero allí está.
   Igual que los celulares y las armas, hasta el punto que funcionan virtuales “call’s center’s” para la consumación de variados delitos.
   La función periodística no es en absoluto equiparable a las de los defensores, fiscales, jueces ni verdugos, pero frente a la crisis de autoridad, cuando la sociedad advierte que el respeto a la ley ha sido derrotado por la impunidad delictiva y la inacción gubernamental, apela a los medios de comunicación por entender que las soluciones se alcanzan solo por la vía del escándalo.
   Es por eso que muchas veces hemos calificado al nuestro como “país de soluciones pos mortem” porque siempre es necesario que alguien muera para que las autoridades se movilicen en procura de solucionar un determinado problema.
   Pero el tema de las cárceles ya ha sobrepasado la más febril de las
imaginaciones, cuando nos enteramos de manera fílmicamente documentada, de la existencia real de teléfonos ligados a Internet, armas y drogas en un penal de máxima seguridad, lo que nos lleva a pensar que en los otros más permeables el comercio y el consumo  ilegales son una fiesta.
   No es cuestión de acusar a nadie al voleo, sino de investigar con seriedad y sin compromisos, amiguismos u ocultas “relaciones comerciales”.
   No es bueno tender la cortina de humo que significan los consumidores de cocaína, los tenedores de armas o los usuarios de teléfonos, porque esa cortina les otorga tiempo y cubre a los verdaderos responsables de esta ridícula aunque no inédita situación.
   Investigar a todos, pero con todo, a través de la Justicia: en sus costumbres, en sus amistades, en su patrimonio, en sus legajos, pero que no se salve nadie.
   Es la mejor manera de rendir homenaje de reconocimiento a la sacrificada y riesgosa tarea de los guardiacárceles decentes, que deben soportar la eterna mochila de la sospecha por la deshonestidad de algunos vivillos que seguramente no actúan solos, a la hora de hacer daño y enriquecerse.
Gonio Ferrari

29 de abril de 2014

UN DIA PARA CELEBRAR



Los cordobeses nos inclinamos por la curiosa propensión de colocar sobrenombres pensando en los animales.
Tengo los casos del Negro Araña, el Caballo Loco, el Oso Tobi, el Cabrito Toledo, el Monito Carrizo, el Chivo Oulton, el Larva Milich, el Caimán Aracena, el Canguro Gamboa, el Pájaro De Allende, la Vaca Potenza, el Piojo Godino, el Cabeza de Chancho, la Gallina Sarmiento, el Pescado Ayen, el Gato Villalba, la Vizcacha Guerrieri, el Perro Altamirano, el Charabón Recalde, la Rata Ramos, el Lagarto Guizardi, el Pato Fernández o el Ladilla Rodriguez.
Seguramente me olvido de algunos… y algunas, y pido perdón si es que no me acuerdo de saludarlos.
Y ya que estamos, rindamos homenaje de cariño a las mascotas que tenemos, así se llamen Fellini, Bianca, Boby, Nikita, Grisha, Teo, Negrita o como quieras.
Y recordemos que tener bajo tu dependencia a un animal, supone cuidarlo y protegerlo en su indefensión, frente a un mundo agresivo y ante personas que los explotan, los maltratan y los dejan morir.
Vemos a diario en nuestras calles ejemplos lastimosos y parece que la Ley Sarmiento. que ampara a los animales, no existiera porque su aplicación es tardía y caprichosa.
Los animales abandonados porque sus amos no cuentan con recursos para mantenerlos, es otra de las lacras que sacude nuestra sensibilidad.
Los animales son a veces los intermediarios por los que la Naturaleza suele darnos algunas lecciones.
Descartes decía que el mono es tan inteligente, que no habla para que no lo hagan trabajar y Chesterton, anticipándose a lo que vemos en televisión, reconocía pertenecer a esa clase de animales en los cuales la cola es importante.
Debemos tener la grandeza de respetar a todos los seres vivos, aunque pensemos que no razonen pues de sus conductas, suele ocurrir que pongamos en duda nuestra propia capacidad de pensar …y de sentir.
Por eso y aprovechando la celebración, hagamos un masivo desagravio a la lora, que inocentemente y sin que ella lo sepa, los malhablados se han apropiado de sus partes pudendas transformándolas en destino para aquellos que odian o al menos molestan.
Gonio Ferrari




28 de abril de 2014

SLB-270414-NUESTRA ESCONDIDA POBREZA - DROGA INVENTO MEDIATICO - LOS REJUNTES NO PROSPERAN - MEGACAUSA - DIA DEL TRABAJADOR, etc.doc

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del domingo 27-04-14 difundido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.


NUESTRA ESCONDIDA POBREZA




Si mal no recuerdo, allá por el 70 y pico en pleno desgobierno de facto, a un general se le ocurrió, con alto sentido práctico, una solución para las villas miseria que comenzaban a estrechar su cerco de carencias alrededor de la coqueta Capital Federal.
Como se venía encima el mundial de fútbol del que seríamos anfitriones había que amurallar
los asentamientos
marginales, para preservar aquella imagen de que éramos derechos y humanos.
En pocas palabras, eso y esconder la pobreza para el caso es lo mismo, aunque la tecnología política e ideológica pretenda disfrazar esa actitud con excusas que no convencen a nadie, y menos aún a los pobres.
Por lo general, en la imposición de la ausencia de un problema, está el miedo a que trascienda, se multiplique y exista en consecuencia una toma de conciencia perjudicial para la sustentabilidad del modelo nacional y popular.
La existencia de creciente pobreza molesta y reconocerla no es otra cosa que admitir el fracaso de ciertas viejas políticas asistencialistas, que torpemente reemplazan a la creación de puestos de trabajo, a la generación de riqueza y a la distribución equitativa, aunque la dignidad sea un componente social que va perdiendo su condición de tal.
En Córdoba se ha conocido que la pobreza afecta al 15 por ciento de la población, lo que de por sí ya es lamentable pese a la divulgación con más de oportunismo que de sinceridad, del dato escondido por la Nación
No hay enfermedad que pueda curarse si no se conocen los síntomas o el paciente los esconde, los disfraza o los niega.
Lo más triste, doloroso e irreversible de nuestra realidad, en definitiva, es todo lo que se robó, se roba y se seguirá robando, penosamente, siempre en nombre de la pobreza.
Una pobreza que espiritualmente es de todos, pero que en los números escondidos demuestra que son pocos y muy conocidos, quienes se benefician con ella.
Porque a su riqueza, en lugar de esconderla, tienen la impunidad y la soberbia de agigantarla.
Y mostrarla con la mayor impudicia.


LA DROGA, INVENTO MEDIÁTICO

El titular del Sedronar, Secretaría de Programación para la Prevención de la drogadicción y la lucha contra el Narcotráfico, dependiente de la Presidencia de la Nación, sacerdote Juan Carlos Molina, dijo que Argentina no es un país exportador de droga, reconociendo que hay cocinas para estiramientos de mala producción.
Y con relación a nuestra realidad dijo que “los pibes se falopean y en las previas chupan como esponjas” como si ambas conductas fueran una novedad, rematando sus conceptos afirmando que no era eso lo que quería que pase en Argentina pese a que los medios y una serie televisiva sobre el jefe narco Escobar potenciaran la cuestión, desestimando tan posibilidad porque ”acá hay un Estado muy presente”, sentenció el cura.
Tengo al respecto mi opinión y percepción personal, sobre que el narcotráfico se expande al amparo de una llamativa impunidad, lucrativa para ciertos niveles de mando que contribuyen a una notoria permisividad.
Las fronteras argentinas no son un selectivo colador para el ingreso de los insumos básicos del negocio, sino una mullida alfombra por la que transitan, de ida y de vuelta, los mercaderes de la muerte sin que nadie los moleste.
Y así se establecen en las ciudades grandes al principio y luego en los poblados, para expandirse por el mágico efecto de la creciente e incontrolable demanda: hay droga porque se permite que exista.
Si aquí la fabrican, la estiran, la fraccionan, la bastardean en su calidad, la empaquetan, la venden a los distribuidores o al menudeo es lo de menos, porque lo importante es que existe, se ha establecido entre nosotros y de vez en cuando alguien secuestra una reducida cantidad como para acallar el clamor popular.
Y la acusación acerca de que la divulgación mediática de una serie donde casi se santifica a uno de los patriarcas del narcotráfico, es la barata e inconsistente excusa de siempre, basada en que matando al cartero se terminan las malas noticias.
Lo único que falta, que pretendan hacernos creer ahora que en nuestro país la droga no existe apoyándose en esa dudosa certeza que aquí no se fabrica.
Es para pensar entonces que toda la droga que sale desde territorio argentino por nuestras permeables fronteras, procesada con destino a Europa y a otros rumbos, es solo un enorme caudal de muestras gratis.
Y como dice en esos medicamentos, sin ningún valor comercial.

LA MUNI, BOLSA DE GATOS



Las piezas del ajedrez se desparraman al patear el tablero, cuando los trebejos están ordenados y el seguro perdedor no encuentra otra manera de librarse de la humillación que le provoca la derrota.
No evalúo con liviandad analítica que Mestre pateó el tablero porque las piezas no estaban cada una en su casilla.
El desquicio provocado por la crítica y el hallazgo de peligrosas conexiones con la ilegalidad de la corrupción, lo ha movido a sacrificar amistades equívocas y buscar cálido refugio en las huestes de su propio partido, aunque la comunión entre ellos no sea la más aceptada ni notoria.
El estado público que tomó la oscura situación comunal no fue solo por la denuncia periodística -y esto de ninguna manera va en desmedro de los colegas que la hicieron- sino que se venía insinuando con síntomas de inequívoca gravedad trasladados a una gestión abandónica de las principales preocupaciones de los cordobeses capitalinos.
Una bolsa de gatos era más ordenada que el Palacio 6 de Julio.
Como si la tarea exclusiva y excluyente de quienes conducen el municipio debiera limitarse a conseguir recursos, pagar sueldos y evitar conflictos, tarea en la cual también demostraron una curiosa vocación por el fracaso.
Los conflictos por livianas razones se multiplican, la ciudad no sale del caos y solo algunos destellos de acción se advierten en el maquillaje de las calles, la intención de mejorar el transporte y el empecinamiento -una cuestión a mi entender hereditaria- de hacer prevalecer el amiguismo por encima de la gobernabilidad.
Lo mejor que puede ocurrir es que los alejamientos no se reduzcan a las ausencias y el olvido, sino a la actuación de la justicia cuando hubiere lugar a ello, y del tribunal partidario en los casos puntuales que fuera menester.
Pretender que las conductas reprochables pasen al archivo, es la mejor manera de suicidarse políticamente.
El intendente aún es joven y seguramente aspira a más.

LOS REJUNTES NO PROSPERAN

Los que saben de política sostienen que las alianzas pueden llegar a ser positivas, pero que los rejuntes llevan inexorablemente al fracaso.
Uno de los ejemplos más cercanos fue la demostración de este concepto con su consecuente desmantelamiento aunque se quiera sostener como explicación que el escenario nacional era otro.
Las alianzas, si no están cimentadas en argumentos ideológicos y solo persiguen acumulación de votos, ya de por sí son una muestra de la desorientación de sus propios mentores y de una inclinación por la vigencia; por no morir, por seguir en la consideración de la gente.
Las individualidades sumadas no siempre hacen un total confiable, porque lógicamente prevalece esa especie de síndrome de marquesina, que suelen alentar los políticos antes de haber naufragado en sus intenciones de llegar cada vez más alto, y se encuentran con una realidad de indiferencia que es el umbral de los olvidos.
Cuando las alianzas coinciden plenamente en materia ideológica y programática tienen allanado al menos el camino hacia la curiosidad de la gente, pero al ser un rejunte esa magia desaparece derrotada por la memoria y el sentido común.
No puede crecer una intención de gobernar, cuando hay cinco del mismo grupo que quieren ser presidentes y ninguno se resigna al premio consuelo de la protocolar y vistosa vicepresidencia.
En las sociedades políticas, cuando su distintivo saliente es la incoherencia, tiene el derrape asegurado y es cuando los desengaños adquieren la irreversible condición del infortunio y del naufragio.
Recuerden que el Titanic se hundió una sola vez.
Ergo, hay fracasos que jamás se pueden reiterar.


DIA DEL TRABAJO

El jueves próximo es el día nuestro, de los que abrazamos la cultura del trabajo, que no deja de ser una innegociable convicción que nos enaltece ante la sociedad.
No hay para qué extendernos en discursos, sino más bien en una especie de enunciación de principios, que hacen a la dignidad de trabajar.
En casi todo el mundo, la celebración del día del trabajo, o del trabajador, será motivo para reuniones multitudinarias como los casos de La Habana y Moscú por ejemplo, o con la sagrada expresión del locro, entre nosotros.
Aquí el clima en los años más recientes viene siendo adverso por lo veraniego para los seguidores del criollo potaje, porque la temperatura más cercana al calor que al fresco acentúa los efectos de una ingesta que por lo general, se practica sin pudor y sin medida.
Los efectos se advierten recién por la noche o entrada la madrugada, cuando es común que en los casos de las parejas, se produzcan ruidosos y momentáneos divorcios o justificados abandonos del lecho.
Quiero de paso ofrecer un humilde reconocimiento a todos los dirigentes sindicales que ofrendaron buena parte de sus vidas, en la diaria fragua de la lucha gremial, sin claudicaciones ni privilegios.
A los que siguieron siendo ejemplo de fervor laboral en su trabajo cotidiano y no vivieron prendidos a la licencia sindical, en cuyo nombre se cometen tantos abusos.
Quiero eximir de este reconocimiento, por estrictas cuestiones de justicia, a los que se sirven de su condición de dirigentes en provecho propio, de sus familiares, de los amigos y de las amigas, porque no merecen figurar en el cuadro de honor de los cultores del esfuerzo.
Quiero, en definitiva, valorar el compromiso de tantos hombres y mujeres que se dignifican laburando, sacrificando su descanso, buscando siempre algo más para hacer; para sentirse útiles, para saberse capaces, que es la manera más maravillosa de sentirnos libres.
El actual marco referencial no es el mejor, con el creciente número de desocupados reflejado en las estadísticas, el deterioro del salario en su poder de compra, los aumentos en mercaderías y servicios y una inflación tan despiadada como negada, que nos castiga sin misericordia.
Por otra parte las becas a la vagancia (algunos les llaman planes o subsidios) no hacen otra cosa que robar la poca dignidad que les queda a muchos argentinos, que prefieren eso: la dádiva en lugar de transpirar, precisamente para dignificar y adecentar lo que ganan.
Debemos reconocer también la culpa de muchas empresas, que cuentan con dos curiosos mecanismos destinados a la reducción de sus planteles: las tecnologías aplicadas a mansalva y la injuria del pago en negro, no para beneficiar al trabajador, sino como otra manera de evadir tributos e impuestos.
Seguramente con la madurez democrática que aún no hemos alcanzado, llegará el momento en que la sinceridad se coloque por encima de la especulación.
Y se haga carne en los argentinos aquello que sostenía Ghandi: “Dios ha creado al hombre para que gane su sustento trabajando, y ha dicho que aquel que come sin trabajar, es un ladrón”.

NAFTAS FORMADORAS DE PRECIOS

Es lógico que cualquier gobierno, del signo que fuere, tiene la costumbre de inculcar en la población una imagen de bonanza, de bienestar, de confianza en el futuro, para todo lo cual uno de los elementos necesarios e imprescindibles es la estabilidad en todo sentido.
Dejemos de lado todo lo concerniente con el manejo de las estadísticas, porque su nivel de engaño, confusión y lejanía con la realidad vienen siendo alarmantes especialmente en los últimos tiempos.
Así como nos venden que la inseguridad es solo una sensación, se pretende idéntica percepción con lo relativo a los precios en general.
Pero en la caja del supermercado o en la ventanilla de percepción de impuestos o de servicios, la gente no paga con sensaciones sino con dinero contante y sonante.
Por eso, cuando nos quieren convencer que un nuevo aumento en el precio de los combustibles, el quinto en los cuatro meses que llevamos del año, no se trasladará a los precios, ya es para pensar que más que por incautos, nos tienen por idiotas.
Naturalmente que los combustibles son formadores de precios porque inciden en el flete, en los viajes, en el funcionamiento de industrias y en otros mil aspectos de la vida ciudadana.
Ahora vendrá el tiempo de las justificaciones y de las asignaciones de culpas, siempre a sectores extra gubernamentales, porque la autocrítica no figura en el diccionario de las autoridades: la culpa es siempre ajena a ellas.
Así son las cosas, no quiero volver por enésima vez a la sentencia peroniana que la única verdad es la realidad, pero es la realidad misma la que me lleva a utilizarla.
Y eso que muchos peronistas, o ahora disfrazados de tales, se olvidan que el viejo lider era militar.
Según la historia, un milico de alma …

EL DIA DEL ANIMAL

Los cordobeses nos inclinamos por la curiosa propensión de colocar sobrenombres pensando en los animales.
Tengo los casos del Negro Araña, el Caballo Loco, el Oso Tobi, el Cabrito Toledo, el Monito Carrizo, el Chivo Oulton, el Larva Milich, el Caimán Aracena, el Canguro Gamboa, el Pájaro De Allende, la Vaca Potenza, el Piojo Godino, el Cabeza de Chancho, la Gallina Sarmiento, el Pescado Ayen, el Gato Villalba, la Vizcacha Guerrieri, el Perro Altamirano, el Charabón Recalde, la Rata Ramos, el Lagarto Guizardi, el Pato Fernández o el Ladilla Rodriguez.
Seguramente me olvido de algunos… y algunas, y pido perdón si mañana no me acuerdo de saludarlos.
Y ya que estamos, aunque hoy no es el día, rindamos homenaje de cariño a las mascotas que tenemos, así se llamen Fellini, Bianca, Boby, Nikita, Negrita o como quieras.
Y recordemos que tener bajo tu dependencia a un animal, supone cuidarlo y protegerlo en su indefensión, frente a un mundo agresivo y ante personas que los explotan, los maltratan y los dejan morir.
Vemos a diario ejemplos lastimosos, en nuestras calles, y parece que la Ley Sarmiento que ampara a los animales, no existiera porque su aplicación es tardía y caprichosa.
Los animales abandonados porque sus amos no cuentan con recursos para mantenerlos, es otra de las lacras que sacude nuestra sensibilidad.
Los animales son a veces los intermediarios por los que la Naturaleza suele darnos algunas lecciones.
Descartes decía que el mono es tan inteligente, que no habla para que no lo hagan trabajar y Chesterton, anticipándose a lo que vemos en televisión, reconocía pertenecer a esa clase de animales en los cuales la cola es importante.
Debemos tener la grandeza de respetar a todos los seres vivos, aunque pensemos que no razonen pues de sus conductas, suele ocurrir que pongamos en duda nuestra propia capacidad de pensar …y de sentir.

LA MEGACAUSA

La Procuración General de la Nación se expidió sobre un nuevo Recurso de Queja, en este caso de Guillermo Lucas, presentado en contra de la prisión preventiva dictada en la megacausa, destacando que el   Tribunal Superior de Justicia de Córdoba le restó relevancia a las condiciones personales del imputado y al comportamiento que tuvo en el marco de la causa, aduciendo de manera dogmática que carecían de relevancia para contrarrestar la presunción de fuga.
La Cámara de Acusación  aludió a la supuesta conformación de una organización con capacidad y contactos para burlar los controles del Estado, sin explicar a qué controles y contactos se pretendió hacer referencia, ni de qué modo la organización podría actuar en el proceso penal.
No se indicó que los imputados hubieran intentado eludir la acción de la justicia, ni que se hubiese dado alguna situación concreta respecto del curso de la investigación.
Se aludió de manera dogmática a la complejidad de la causa  para extender el encierro más allá de su plazo original, omitiendo las exigencias de la Constitución  y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que ha expresado que "los jueces no tienen que esperar hasta el momento de dictar sentencia absolutoria para que los detenidos recuperen su libertad, sino que deben valorar periódicamente si la medida cautelar todavía es necesaria y si es proporcional."
Por todo esto decide revocar el fallo del Tribunal Superior de Justicia.
La Real Academia Española define dogmatismo como la presunción de quienes quieren que su doctrina o sus aseveraciones sean tenidas por verdades sin duda ni contradicción y en lo jurídico como la no atención al orden y a la estructura de los códigos.
¿Qué ocurre cuando existen  jueces que encarcelan a ciudadanos de manera dogmática, sin probar, sin explicar, sin cumplir con la ley?
La Corte está diciendo que esto sucede aquí, en Córdoba.
Se me ocurre pensar que alguien debe controlarlo, pero se hace el distraído y mira en otra dirección.
¿Mirará hacia arriba?

MENSAJE DE BUENA VOLUNTAD

Aquellas personas sensibles al sufrimiento ajeno por carencias, tienen muchas maneras de dar una mano para la noble acción de ayudar al prójimo.
Las Brigadas Vanni, que es una organización política de filiación peronista que según su mentor no responde a ningún partido, necesita donaciones, posibilidad de compras comunitarias baratas, alimentos, ropa de abrigo y medicamentos para distribuir entre los más necesitados.
Quienes puedan hacerlo, deben dirigirse en Argüello a la calle Agusti 7672 o llamar al teléfono 03544-15-514-575.

20 de abril de 2014

SLB-20-04-14- ABRIL DEL '87, LA CRUCIFIXION EN LUNFARDO, DESESPERACION PROVINCIAL POR RECAUDAR, CONFLICTO EN LA VOZ, D'ELIA DEMENCIAL, COLETAZOS DE LA MEGACAUSA, CENTRO EN TINIEBLAS, etc



Desgrabación de comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del domingo 20 de abril 2e 2014, emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.


AQUEL 19 DE ABRIL DEL ‘87
 



   Fueron muchas, demasiadas,  horribles, las horas que los argentinos vivimos en vilo, al borde del desastre con la posibilidad de un retorno a los tiempos del espanto, del secuestro, de la capucha, de la tortura y de la muerte.
   Allá en el ‘87, cuando la elite militar argentina aún conservaba poder, armas y nostalgias, ese señor que ocupó la presidencia de la Nación tuvo el compromiso, la templanza, la valentía y la grandeza cívica de enjuiciarlos, cuando todavía perduraban entre ellos la soberbia, la revancha y ansias de impunidad, distintivos de la derrota a manos de la democracia.
   Si la historia, los derechos humanos y el nunca más tienen un padre, ese es Raúl Alfonsín porque enfrentó a la ignominia del cuartelazo en días que las sangrantes heridas recién comenzaban a cicatrizar.
   Después, descolgar cuadros de uniformados era fácil porque ya habían mordido el polvo del fracaso, lo mismo que reflotar una dudosa paternidad de aquellos derechos humanos, reivindicados por el ejemplar restaurador de la democracia y de la libertad.
   Han pasado 27 años y un día, demasiado pocos en la historia pero suficientes para ser honestos y sinceros cuando miramos hacia atrás.
   Nunca es bueno apropiarse de banderas ajenas.
   Ni siquiera en calidad de préstamo por algunos años, porque el tiempo, siempre el tiempo y la memoria, son los únicos e insobornables dueños de la verdad.

LA CRUCIFIXION EN LUNFARDO

   Para esta Pascua de Resurrección, la cristiandad celebra con toda la pompa después del clásico recogimiento, aquel milagroso acontecimiento emergente del sacrificio de Jesús.
   Rondan por el mundo mil expresiones distintas de abordar el drama de la crucifixión, pero ninguno -y esta es una apreciación netamente personal- tan fuerte y tierno como su versión lunfarda, más aún por tratarse de la creación de un cordobés no tan conocido como pudiera suponerse.
   Dimas, el buen ladrón, crucificado a la derecha de Jesús, era galileo y dueño de una posada.
   Asaltaba a los ricos para favorecer a los pobres y aún siendo ladrón, se parecía a Tobías, pues solía dar sepultura a los muertos, saqueaba a la turba de los judíos; robó los libros de la ley en Jerusalén, dejó desnuda a la hija de Caifás, que era sacerdotisa del santuario, y sustrajo el depósito secreto colocado por Salomón.
   Gestas, el mal ladrón, a la izquierda de Jesús, solía con su espada matar a  viajeros, y a otros los dejaba desnudos y colgaba a las mujeres de los tobillos cabeza abajo para cortarles después los pechos, y tenía predilección por beber la sangre de los miembros infantiles; nunca conoció a Dios; no obedecía a las leyes y venía ejecutando tales acciones, violento como era, desde el principio de su vida.
   Ya en nuestros tiempos, Enrique Otero Pizarro fue abogado, juez, educador, ministro y también pintor, poeta y boxeador.
   Su obra literaria no es abundante. Escribió cuentos, teatro y poesía. En Buenos Aires, en 1967, se estrenó su drama “El proceso de Don Juan”.
    Enrique Otero Pizarro, que había nacido en Córdoba allá por 1915, fue un atildado sonetista, parafraseó a Lope de Vega y abordó temas tan delicados y hondos como el de ciertos pasajes bíblicos que se refieren a Jesucristo, cuya desacralización no resulta para nada irreverente, aunque sí grotesca por la conjunción de gracia y patetismo que alcanza especialmente con la utilización del lunfardo.
   Acostumbraba a firmar sus sonetos, que quedaron inéditos, con el seudónimo de Lope de Boedo.
   Precisamente de la brillante antología que elaborara Luis Alposta, es para recordar esta magnífica pieza de Otero Pizarro que don Edmundo Rivero me regaló de su puño y letra, en ocasión de una nota que décadas atrás le realizara para La Voz del Interior en una de sus visitas a Córdoba.
   Prefiero que este magnífico locutor, Sergio Oro, lea ese soneto.

DOS LADRONES

Hay tres cruces y tres crucificados.
En la más alta, al diome, el Nazareno.
En la de un güin lloraba el chorro bueno
mangándole el perdón de sus pecados.

Escracho torvo, dientes apretados
mascaba el otro lunfa el duro freno
del odio y destilaba su veneno
con el rechifle de los rejugados.
¿No sos hijo de Dios? ¡¡Dale!! ¡¡Bajate!!
¿Sos el rey de los moishes? ¡¡Arranyate!!
¿Por qué no te bajás? ¡¡Dale, che guiso!!

Jesus ni se mosquió. ¡Minga de bola!
Y le dijo al buen chorro estate piola
que hoy zarparás conmigo al Paraiso.

   Como se advierte, de ninguna manera se puede tomar como una expresión ofensiva la utilización de un lenguaje marginal para un tema de tamaña sacralidad en la historia del cristianismo, sino más bien que es una manifestación del decir popular abordada con el debido respeto.
   Es preferible, siempre, recordar la veracidad de la historia en una reivindicación de la memoria, sin que mucho importe la manera de hacerlo porque en definitiva se hace.
   No hay peor y más cruel desmemoria que el olvido.

DESESPERACION POR RECAUDAR

   Desde tiempo atrás, casi remontándonos al primer gobierno provincial del PJ luego de la recuperación de la democracia, ha sido ímproba la tarea de la oposición y de otros sectores de la sociedad alejados de la política, por conocer cifras honestas acerca del endeudamiento del Estado cordobés.
   Imposible saber actualmente los números de lo que se debe y no es cuestión de andar averiguando con demasiada profundidad porque nos encontraríamos con cientos de situaciones que a lo mejor son legales, pero demuestran de qué desaprensiva manera se dilapidan los dineros que mediante tributos, tasas, impuestos o como les quieran llamar, aporta la sociedad.
   Una sociedad que está harta de reclamar por servicios que se cobran y no se prestan, por una seguridad que se paga pero no existe, por una salud comunitaria plagada de falencias, por una educación que no llega nunca a cumplir con el calendario escolar, con caminos que no se tienden, con viviendas que cuando se construyen al poco tiempo se caen a pedazos, con una justicia pachorrienta por falta de equipamiento tecnológico … y es posible seguir hasta casi el infinito.
   Pero Córdoba se endeuda con obras y gastos tan inoportunos como innecesarios, verdaderas ofensas al ausente sentido de las prioridades que luce la mayoría de los más encumbrados funcionarios.
   Tenemos un faro sin mar, puentes sin ríos, carnavales que pretendieron inyectarnos una alegría de utilería, la penosa e inhumana postergación del pago de jubilaciones, una vergüenza nacional con lo que se pretende esconder el estallido financiero de la Caja y los desmanejos partidistas que la llevaron a tal estado de calamidad; las elevadas cifras que se erogan en innecesaria publicidad mediática que solo persigue instalar al gobernador en una delirante aventura presidencialista, como si pudiera arreglar el país dejando a Córdoba en su actual estado de postración.
   Es más simple, barato y demagógico echarle la culpa a la Nación que pensar con inteligencia y ponerse a trabajar para ver cómo ahorrar o no malgastar.
   Entonces cuando llega la tormenta del reclamo social que es imposible responder con obras y gestión, se apela a todo lo que pueda servir para recaudar, en lugar de racionalizar el gasto, dejarse de meter gente para que no haga nada pagando favores, y seguir diciendo que son los mejores, declamaciones que surgen desde el pantano del propio fracaso.
   Remitir al policíaco Veraz casi 100 mil multas de la policía Caminera -muchas dudosas e inventadas- es una coacción sin precedentes, porque supone el barato escrache contra quienes son sancionados por la ley, virtualmente sin posibilidades de defenderse, por parte de un gobierno que necesita con desesperación equilibrar sus números.
   Promediando el alevoso costo de las multas y haciendo un promedio de 3.000 pesos, recaudarían más de 300 millones para achicar los miles de millones que se deben y se me hace que se trata de una experiencia piloto para “ir por más” con otros tributos.
   No se dan cuenta quienes gobiernan que el pueblo ya cansado de promesas y de ver que en casi 15 años de justicialismo vamos para atrás, es remiso a tributar porque advierte que esos dineros que para muchas familias significa un sacrificio aportar, no se ven en lo que tendrían que recibir por parte del Estado.
   Es una callada y no estructural rebelión fiscal, nacida de la desesperación y la carencia frente al prepotente atropello de las políticas recaudatorias apoyadas en la extorsión, a las que ni siquiera apelaban los desgobiernos de facto.
   Las inhabilitaciones comerciales y de otras operaciones, emergentes de la inclusión de deudores fiscales en el Veraz, le pueden resultar demasiado caras a la Provincia no tan solo por las derivaciones judiciales que pudieran tener, sino por el estilo patoteril -en lo administrativo- de cobrarle a la gente por beneficios que no recibe.
   Parte de los temores del delasotismo y de la mala dirigencia del PJ en general, está en la posibilidad de un cambio en el signo político que gobierna a Córdoba.
   Cualquier otro que llegue y si no hay trenzas mediante que consagren la impunidad, naturalmente lo primero que hará será investigar.
   Y Bouwer resultará insuficiente.

CONFLICTO EN LA VOZ DEL INTERIOR

   Como lo habrán advertido, los periodistas de La Voz del Interior, salvo los editores, no firman los artículos que aparecen en la edición de hoy.
   Adoptaron tal determinación en protesta por la dilación en las reuniones paritarias y la negativa patronal de no mejorar su oferta del 26 por ciento a pagar en dos cuotas, una ahora y la segunda en octubre.
   Todo indica que las empresas se quejan de la inflación, pero les encanta tenerla de su lado.


D’ELIA, LEJOS DEL MEA CULPA



   Son muchas las historias que se tejen, la mayoría con espíritu de rechazo, acerca del agresivo Luis D’Elía, más allá de las descalificaciones que lo ubican como quebrada su muñeca o jefe de una numerosa familia íntegramente empleada en el Anses con suculentas mensualidades.
   Si todo eso es cierto o es una despiadada y gigantesca mentira es lo de menos, porque lo que trasciende a la gente es su conducta patotera, violenta, provocadora y de mala leche.
   Quebrada su sociedad inicial con Castells, auténticos padres del piquete que fuera una genuina expresión de protesta, D’Elía prefirió codearse con los que mandan y se colocó en una postura abiertamente oficialista contra viento y marea, enarbolando un estandarte de lucha frente a lo que considera su enemiga: la puta oligarquía.
   Frecuentador -por curiosidad- de las pantallas y los micrófonos, este espécimen que por momentos se erige en un salvavidas de plomo para ciertas situaciones, fue primer actor de una dramatización enloquecida e infartante, para descalificar a Duhalde por su aproximación al “massismo” que es la oposición más visible al gobierno nacional.
   Desencajado, a grito pelado y con una alteración cercana a lo demencial  acusó de narcotráfico, negociados y otras deshonestidades al ex gobernador de Buenos Aires y expresidente.
   Olvida este veleidoso personaje, otrora piquetero y ahora referente K, que uno de los inventos del “zabeca de Quilmes” fue la postulación de Néstor.
   Alguien de buena voluntad, debiera suministrarle a D’Elía una dosis doble de “Memorex”.

COLETAZOS DE LA MEGACAUSA 
   El 9 del corriente mes se sancionó la Ley Provincial 10201 que modifica el Código Procesal Penal de Córdoba en lo que refiere a prisión preventiva, restricción de la libertad, detención, prisión y embargo.
   Esta nueva ley, que el Diario Judicial titula "Influencia del Fallo de la Corte", se sancionó precisamente pocas semanas después del fallo “Loyo Fraire”, por el cual la Corte Suprema de Justicia de la Nación instó al Tribunal Superior de Justicia de la provincia de Córdoba a modificar su postura en cuanto al otorgamiento del cese de la prisión preventiva, ajustándose al mandato constitucional y a las normas internacionales.
   Sin embargo, este llamado de atención de la Corte disparó una veloz reacción por parte del Poder Legislativo que culminó en una modificación del Código que otorga nuevas herramientas a los jueces a la hora de dictar la prisión preventiva. 
   Más allá de discutir sobre la necesidad o no de modificar un Código Penal, sí está claro que esto no puede realizarse sin la participación y la aprobación de las instituciones idóneas, aquellas que entienden en la materia, y mucho menos sin un adecuado tiempo de reflexión.
   El respeto y apego a las leyes comienza en las instituciones.
   Si los poderes del Estado son utilizados para defender interpretaciones locales en forma cuasi caprichosa, sin respeto a la autoridad superior ni a la Constitución a la que están obligados, en Córdoba al menos, la obtención de verdadera y legítima justicia pasa a ser una utopía. 


EL CENTRO EN TINIEBLAS



   Parece mentira que las autoridades municipales, en todo sentido, tengan tan escasas luces y pretendan hacernos creer que están poniendo orden en la ciudad, mientras el tránsito sigue siendo caótico, al sistema de transporte casi no se lo entiende por los continuos remiendos, la recolección de basura es ciclotímica y la peatonal sigue invadida casi como siempre.
   Dejo de lado por repetidas hasta el cansancio, aquellas oscuras actitudes del sindicato municipal de confrontar de manera permanente para imponer reclamos y caprichos.
   Pero lo que sorprende, es que en plena Semana Santa una gran parte de la manzana jesuítica, patrimonio de la Humanidad, permanezca en tinieblas a la noche, cuando recibe la visita de cordobeses y muchos extranjeros que con sorpresa, no se explican tamaña situación.
   Varios son los comerciantes que se quejan con justa razón y pongamos por ejemplo la segunda cuadra de calle Independencia, donde para vergüenza han sido derribadas tres columnas de luz y no fueron repuestas y si no fuera que la buena voluntad se pone por encima de la desidia, es una suerte que las luces de los negocios alumbren las absurdas tinieblas municipales.
   La oscuridad es madre del arrebato y de la mugre porque las luminarias no se reponen y eso que le llaman alumbrado público  ha dejado de existir, en una ciudad donde los impuestos no son baratos.
   A lo mejor con un viajecito menos de esos que se hacen para festejar algo, se podría solucionar lo de un sector de Córdoba que en lugar de representar un orgullo, es una muestra de abandono.
   Parece mentira y es ridículo que esto ocurra a escasos cien metros de la Plaza San Martín y de la Catedral.
   Si así es allí, tenemos una cabal idea de lo que sucede en la periferia.
   ¿Se acuerdan aquello “de la periferia al centro”?
   Ahora es solo de un despacho a otro despacho.
   Los turistas en la manzana jesuítica no sacaban fotos de las iglesias, sino de la bsura acumulada en el sector.
   Toda una invitación para que nos vuelvan a visitar.
  
LOS HICIERON Y AHORA LOS PROHIBEN

   Es gracioso a veces advertir la interesada desmemoria de muchos políticos, especialmente cuando pasan de la vereda de la oposición a la lucrativa comodidad del oficialismo.
   En este sentido no viene al caso hacer distingos del nivel provincial y nacional, porque en esta cuestión puntual son absolutamente iguales.
   Tanto el delasotismo como el kirchnerismo, ambos de raigambre justicialista, se hartaron siendo oposición de armar barricadas, usar pirotecnia, quemar gomas, alentar y pagar a piqueteros y de violar el derecho ciudadano a la libre circulación, sin importarles absolutamente las consecuencias en la sociedad.
   Y ahora, ambos segmentos peronistas con la sartén por el mango en ambas jurisdicciones, se han puesto brígidos y pretenden demoler aquella modalidad de protesta que con tanto ahínco solían encarar.
   Ahora pretenden que los disconformes respeten algo que ellos violaron sistemáticamente, que es el derecho que ampara a los demás, a los que no son parte de un determinado conflicto.
   La hipocresía los empuja a intentarlo con la fuerza de la ley, una ley que ellos olímpicamente desconocieron dando fuerza a las actitudes vandálicas que ahora se empeñan en repudiar, y pretenden erradicar para su propia tranquilidad, esa tranquilidad ciudadana que tantas veces destrozaron.
   La seriedad política reclama coherencia y si es posible, algo de buena memoria.
   El paso de incendiarios a bomberos está reservado solo a los débiles, a los pusilánimes, a los que carecen de válidos argumentos para intentar cambiar las cosas.
   Un tema es el rol que asume quien tiene un pelotón de fusilamiento a sus órdenes, y otro es el papel del pobre infeliz que espera la descarga con los ojos vendados.
   Ahora lo advierten con el temor en carne propia, que las balas no son de fogueo.

LA CASA ¿EN ORDEN?

   Si desde el poder sostienen que la inflación  de marzo fue de solo dos puntos y pico, es mucho lo que no está en orden si se ajusta a una realidad que nos indica que esos números han vuelto a su vieja costumbre del dibujo.
   Es probable que mucho tenga que ver con esto la inminencia de las paritarias más conflictivas, donde se tomará en cuenta lo que el Indec ha diseñado para que las exigencias no se desmadren, lo que puede ocurrir si se aplica la estimación real de la inflación.
   No es necesario que el país cuente con 40 millones de economistas dispuestos a un análisis pormenorizado de la situación, porque lo diario, lo cotidiano, lo doméstico, es lo que ubica a las cifras en su genuina incidencia en el presupuesto familiar.
   Técnicamente es comprensible que para la evaluación mensual se desglosen alimentos, indumentaria, recreación, medicamentos y otros rubros, pero con sentido práctico, al saber que los combustibles aumentaron más de un 5 por ciento no es necesaria tanta ciencia, para tener la certeza que el bolsillo ciudadano ha sufrido más que ese dos y pico por ciento que se nos pretende hacer creer.
   Bien sabemos que la única manera de enfrentar una crisis y darle batalla, es conocer la realidad de la situación y evitar ser víctimas de los ocultamientos y de las negaciones.
   No hay médico en el mundo que sea capaz de aplicar exitosamente una terapia determinada, si el padre del paciente -o la madre- le miente los síntomas.
   En esto, como en todo, es la verdad lo que nos hará libres.