29 de abril de 2020

El Día del Animal


BIEN  VALE  RECONOCER QUE PARA
MUCHOS SON PARTE DE LA FAMILIA

   Me parece buen momento para un llamado a la reflexión de aquellos que los maltratan, no tan solo a los carreros con sus pobres y atormentados caballos, sino a quienes en el ámbito hogareño, toman a sus mascotas como blanco para desahogar sus frustraciones personales.
   No olviden que un animal es un ser vivo.
   No piensa, pero siente el cariño y padece los castigos.
   A este homenaje, lo quiero hacer a nombre de tantos bichitos que andan allí por nuestra vida haciéndola más grata como pueden ser el Boby, Capitán, Zocotroco o Sultán si son perros; Caruso si es canario, Rayo si es tortuga, Chispa si es yegua o Chiara, Cleto, Bianca, Niki o Grisha en el caso de gatas y gatos sean del origen que fuere pero sobre todo al macho Fellini, mi pantera negra, ojos amarillos, marca techo, ocho vidas ya gastadas de
las nueve que tuvo al nacer, que es una compañía invalorable, ejemplo de fidelidad y garantía de ronroneo.   Aprendamos a quererlos y sobre todo a respetarlos, porque nos brindan su afecto, sólo a cambio de un poco de comida, algo de agua,  muchas caricias y tolerancia a su condición de irracionales aunque algunos tengan instintivo criterio superior al de muchos humanos.
   Parece mentira, pero cuando uno recibe de ellos eso que para nosotros es amor, hasta puedo jurar que se les nota en la cara, aunque no sonrían pero te miran con un enorme agradecimiento en sus ojitos…
   Los cordobeses, creo que desde siempre, nos inclinamos por esa curiosa propensión a colocar sobrenombres pensando en los animales.
   Tengo los casos del Negro Araña, el Oso Tobi, el Cabrito Toledo, el Monito Carrizo, el Pavo Tobi, el Chivo Oulton, el Larva Milich, el Caimán Aracena, el Canguro Gamboa, el Pájaro De Allende, la Vaca Potenza, el Piojo Godino, el Caballo Loco Arroche, el Cuca(racha) Argañaraz, el Pato Cecchetto, el Cabeza de Chancho, la Gallina Sarmiento, el Pescado Ayen, el Puma Muller, el Gato Villalba, la Vizcacha Guerrieri, el Charabón Recalde, la Rata Ramos, el Lagarto Guizardi, el Pato Fernández o el Ladilla Rodriguez y muchos más. 
   Seguramente me olvido de ciertos ejemplares, y pido perdón si es que no me acuerdo de saludarlos ya sean gatos, perros, conejos, tortugas, canarios, cuisis, iguanas, itas, comadrejas, tejones, hurones, pollitos, arañas, potrillos, yeguas, peces, loros, culebras, cabritos, vizcachas, pumas, ranas, patos, curucuchas o grillos.
   Y recordemos que tener bajo tu dependencia a un animal, supone cuidarlo y protegerlo en su indefensión, frente a un mundo agresivo y ante personas que los explotan, los maltratan y los dejan morir.
   Vemos a diario en nuestras calles ejemplos lastimosos y parece que la Ley Sarmiento. que ampara a los animales, no existiera porque su aplicación es tardía y caprichosa frente a una autoridad que prefiere mirar hacia otro lado, porque total, son animales “y tienen cosas más importantes que hacer por los humanos” como por ejemplo hacer poco.
   Los bichos (dicho sea con cariño) abandonados porque sus amos no cuentan con recursos para mantenerlos, es otra de las lacras que sacude nuestra sensibilidad. Los animales son a veces los intermediarios por los que la Naturaleza con su sabiduría suele darnos algunas lecciones.
   Descartes decía que el mono es tan inteligente, que no habla para que no lo hagan trabajar y Chesterton, anticipándose a lo que vemos en televisión, reconocía pertenecer a esa clase de animales en los cuales la cola es importante.

  Debemos tener la grandeza de respetar a todos los seres vivos ¿no pensantes? aunque creamos que no razonan pues de sus conductas y pese a que muchos no lo tomen por cierto, suele ocurrir que secretamente ponemos en duda nuestra propia capacidad de pensar …y de sentir.
   Hoy para ellos, sin collar o la correa más larga, doble ración y el perdón, aunque el pichicho se confunda y piense que tu pantalón es un árbol o tu felino se ensañe con los sillones o las cortinas.
   Por eso y aprovechando la celebración, hagamos de paso un merecido, ritual y masivo desagravio a la lora, que inocentemente y sin que ella lo sepa, los malhablados se han apropiado de sus partes pudendas transformándolas en destino para aquellos, así sean amigos o adversarios, que odian o al menos molestan.
Gonio Ferrari
  

26 de abril de 2020

S.L.B.: EVIDENCIAS DE ALGUNOS DESAJUSTES EN EL SENO DEL PODER - DEL RIDÍCULO NO SE VUELVE PERO A VECES HAY ARREPENTIDOS - UN CONCEJAL Y LOS GERIÁTRICOS - LA CAUSA DEL REGISTRO NO DEJA DE GENERAR COMENTARIOS - SCHIARETTI PICÓ EN PUNTA Y HUBO MULTITUD DE DISTRAÍDOS - EL SUOEM QUIERE BATALLA CON ARMAS DE TELGOPOR - ALGO ACERCA DE LOS MÉDICOS CUBANOS - NO CAER AL ABISMO DE PERDER LA MEMORIA, ETC.


Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del domingo 26/04/20 emitido en dúplex por AM580 y la FM88.5 ambas de Radio Universidad Nacional de Córdoba-

Silenciosa pelea por la imagen
¿EXISTE UNA APRESURADA  TENDENCIA A
DESNUDAR LA ANGURRIA POR EL PODER?
   Que en materia de buena imagen ante la gente la Sra. Del Eterno Regreso haya ocupado el tercer lugar en una encuesta realizada por una consultora porteña, sólo sirve para tomarlo como un dato anecdótico ajustado a la crítica coyuntura que vivimos los argentinos.
   Le cuento lo del sondeo realizado en Buenos Aires promediando este mes, con el interrogante concreto acerca de que dada una situación hipotética, la pregunta era a quién elegiría como Presidente de la Nación.
   Los números arrojaron que a ninguno, el 11,4 por ciento; no sabe, el 2,4 por ciento; Alberto Fernández el actual primer mandatario cosechó un 56,3 por ciento y la señora momentáneamente alejada de la exhibición pública con un 12,5 por ciento o sea muy cercana a quienes optaron por la alternativa de ninguno.
   Pero hete aquí, que en este nuestro país que en materia de sorpresas siempre se destaca, así como una cuña entre quien nos gobierna y quien lo designara quedándose con la vicepresidencia y beneficiaria de fueros, se ubicó el felino y reciente desbancado de la primera magistratura del país y ex presidente de Boca, el ingeniero Mauricio Macri con 17,4 de voluntades a su favor.
   Por supuesto que así como Argentina tiene un elevadísimo porcentaje de analistas políticos casi tan numerosos como sus habitantes, le fueron dando rienda suelta a las interpretaciones.
   A la consulta la hicieron los encuestadores Federico González y Raúl Aragón y cabe consignar que ambos trabajaron en algún momento con Sergio Massa de quien abrevaron, aunque aseguraron que al  relevamiento lo encararon de forma “independiente”.  Gran parte del trabajo se dedica a explorar el estado de la opinión pública respecto al Dr. Fernández, su gestión y el coronavirus, y luego aborda la relación entre el Presidente y su vice.
   Hilando un poquito más fino, veamos algunas de las principales conclusiones: podría conjeturarse que la amplia aceptación ciudadana al tratamiento del gobierno de Alberto Fernández a la crisis del coronavirus, se ha traducido en una subversión fundamental del capital político electoral argentino: si antes los votos eran de Cristina, ahora parecen constituirse en un genuino capital del presidente Alberto Fernández” a decir de un diario especializado.
    “Por supuesto, tal conclusión debería considerarse con los recaudos propios de la coyuntura. Aunque la fecha de finalización de la crisis del coronavirus resulte incierta, un día culminará y entonces es probable que los problemas estructurales y endémicos del país volverán a ocupar el centro de la escena para un gobierno que deberá afrontar dificultades extraordinarias”, se define de esa manera otro de los especialistas.
   Tampoco es cuestión de sostener que las acciones políticas de la Sra. Cristina están en baja, que el rotundo no de la Corte Suprema a su intención de hacer tratar el impuesto a los ricos en forma virtual y algunos otros detalles que le jugaron en contra, que en algunos casos sólo le sirvieron para tirarle, digamos las orejas, a su delfín bonaerense, quien pareciera ocuparse solo de La Matanza y sus alrededores.
   Ambos, o sea Ella y el pequeñín, estarían mirando con algo de recelo el crecimiento del Dr. Fernández ante la opinión pública, que en buen romance significa caudal de votos por un lado -porque todo es poder-  y apartamiento de viejas relaciones por el otro.  La Cámpora por ahora, aparte de influir para que liberen a ciertos presos y manotear algunos cargos, poco se ha movido.
   En suma y resumiendo, la pandemia que nos abruma por una parte, bien puede llegar a servir para aclarar ciertos panoramas internos dentro del oficialismo, saber a ciencia cierta quienes acompañan y sacarse las dudas acerca de aquellos que  poco a poco es como si fueran agitando pañuelos.
   El coronavirus es un implacable mal, pero cobra vigencia para muchos aquello de que no hay mal que por bien no venga…

Larreta y un paso atrás
AUNQUE  DEL  RIDÍCULO NO SE VUELVE,
AL MENOS HUBO UN ARREPENTIMIENTO
   Habrá que dejar pasar el tiempo hasta que la historia devele las razones por las cuales las autoridades, que en muchos aspectos actuaron con presteza y con determinación, por encima de algunas trabas propias de instituciones como el Estado -sujetas a distancias ideológicas, se adoptaron medidas oportunas aunque algo tardías, pero habrán de reconocer que en un aspecto vital se les escaparon las tortugas.
   A medida que fueron pasando los años, los lustros y las décadas, la expectativa de vida fue creciendo sostenidamente en forma paralela a los progresos de la biociencia, la tecnología, de otros componentes que hacen a la prolongación de la vida, al estado de bienestar y a la atención de dolencias en este caso reservadas a quienes son parte de la moderna longevidad.
Si somos indulgentes y más en estos tiempos de angustias, deberemos coincidir en que puede haber sido un momento de desorientación el que llevó al jefe del gobierno porteño, este muchacho Rodriguez Larreta, a transformarse en cancerbero de los mayores de 60 o de 70 años, los que según su delirio carcelario, debían pedir permiso a las autoridades para salir de sus casas.
Más allá de esa medida autoritaria, discriminatoria, transformadora de la ancianidad en niñez, remedo de un estado de sitio selectivo quedó lo otro, esa desprotección de las decenas de geriátricos, depósitos de viejos, anticipados panteones, que nadie se animó a controlar su apertura ni su altamente rentable funcionamiento.
Allá en la capital federal o aquí en Córdoba o en Saldán es lo mismo y la realidad nos aplicó un sonoro cachetazo con lo de Sierras Chicas y la sucesión de muertes evitables que se dieron en los últimos tiempos en esas que pomposamente les llaman “residencias”, que las hay desde ofensivas casuchas de paredes repintadas, atronadores olores, alimentación sin asesoría nutricional y dudosa presencia permanente de un médico gerontólogo o generalista.
Y todas son caras, por lo general a precios exagerados aunque también están los establecimientos -contados, es la realidad- donde se cumplen todas las exigencias lógicas que uno imagina deben ser la norma y no la excepción.
Por suerte el sentido común le hizo pensar la realidad a Rodriguez Larreta, quien debió dar un paso no al costado sino hacia atrás en su absurda pretensión virtualmente carcelaria, so pretexto de proteger a los viejos cuando en realidad se los condenaba a la ignominia del encierro.
Certera es la carta de un lector del diario La Nación a Rodriguez Larreta, cuando dice: “Los viejos no son viejos, usted se los dice en campaña electoral y les pide que vayan a votar aunque hayan cumplido los setenta.  Ya sabemos que esta sociedad voluptuosa de libertades los ha convertido en un estorbo, "al viejo mandalo al asilo, ahí está mejor, con gente de su edad", pedazos de hipócritas que  enarbolan esta teoría para sacarse a los abuelos de encima. No los haga pedir permiso, porque parecen niños de jardín levantando la mano en la salita para ir al baño. Cuídelos si quiere, pero trátelos como adultos, como seres inteligentes, capaces de discernir, de elegir bien, de valerse por sus propios medios”.
Por allí se me ocurrió suponer o imaginar locamente cuál sería la reacción de este muchacho Rodríguez Larreta, si a algún iluminado se le ocurriera y llevara a la práctica, una obligatoriedad que impondría gestionar un permiso especial para salir a la calle… a los pelados.


Dr.Nicolás Piloni, edil de Hacemos por Córdoba
SOBRE PREVISIONES, GERIÁTRICOS, ADULTOS
MAYORES Y OTROS TEMAS CON UN CONCEJAL

   En la continuidad del programa n° 618 de “Síganme los buenos” su conductor conversó -vía telefónica, por supuesto- con el Dr. Nicolás Piloni, odontólogo nacido en Entre Ríos quien estudió en nuestra Universidad Nacional de Córdoba donde obtuvo su título profesional y posteriormente se radicó. No fueron pocos los temas abordados en la ocasión, especialmente por ser el Dr. Piloni, presidente de la Comisión de Salud de nuestro Concejo Deliberante, autor de un proyecto de ordenanza que establece para todos los geriátricos de la ciudad de Córdoba la obligatoriedad de contar con un plan de contingencia de acuerdo con el protocolo pertinente elaborado por el Centro de Operaciones de Emergencia. La conversación derivó a temas relacionados con los establecimientos de adultos que muchos pomposamente llaman “residencias”, el escaso control acerca de su funcionamiento y otras cuestiones conexas. El audio de este “encuentro radio-telefónico” incluyendo un archivo de parte de un discurso del actual Presidente de la Nación, se encuentra en la parte superior de este blog, en la columna respectiva

La Megacausa continúa activa
LA CRISIS MUNDIAL Y SU ESCASO PESO EN
EL TEMA DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD
   Un análisis estadístico emitido por  los Tribunales del Fuero Penal local en Córdoba hace unos años  informó que en la provincia el 73 por ciento de los imputados llegaron al juicio en libertad, el 13 por ciento de las causas se elevaron a juicio y que las sentencias comprendieron sólo el uno por ciento de condenas.     
   El cotejo de esta generalidad con la causa del Registro de la Propiedad en el mismo periodo arroja que casi el 73 por ciento  de los imputados llegaron al juicio presos, más del 90 por ciento de casos fueron elevados a juicio y también más del 90 por ciento recibieron  condena.
   Esta causa que persigue desde hace 15 años a supuestos autores de millonarios negocios inmobiliarios,  delitos que todos sabemos que son imposibles de realizar sin información, poder, dinero e influencias,  tiene como imputados a cientos de personas y trabajadores comunes sin ninguna jerarquía, al tiempo que no se encuentran entre los acusados a funcionarios, políticos y/o poderosos.
   A estas antinomias se suman otras, como la existencia de una comisión única que repite juicios a los mismos imputados, dentro de un Poder Judicial raquítico de recursos que según el mismo informe sólo puede resolver el 25 por ciento de las causas.
   No hace falta ser entendido en la materia para que tan abruptos contrastes no despierten inquietud o expectativa de explicación por parte de los mismos equipos que emiten las estadísticas, aunque hasta donde sé, ninguna respuesta, ni matemática ni de las otras  se ha ensayado aún.
   ¿Será entonces cuestión de seguir esperando?
   Porque para este tipo de pandemia, por así llamarla, pareciera que los plazos no existen… 

Buen gesto de desprendimiento
SCHIARETTI HIZO LA PUNTA PERO LA MAYORÍA
POLÍTICA  MIRÓ  DISTRAIDA HACIA OTRO LADO
  “Hacerse el oso”, más que del lunfardo como pudiera llegar a suponerse, es el dicho popular que encierra una certera imagen que sintetiza la actitud de alguien a quien todo le resulta indiferente. En su génesis, dada en España y según lo consignan los libros, esta frase indica que un individuo intenta llamar la atención haciendo piruetas, supuestamente graciosas y exageradas, como lo haría un oso de circo.
   En nuestro país, en cambio, la expresión asumió un sentido diferente, pues “hacerse el oso” significa hacerse el tonto o el distraído. Se usa para describir la actitud de quienes quitan la atención de un tema en el que están involucrados o cuando, en ciertas oportunidades, intentan pasar inadvertidos para evitar inconvenientes.
  Ahora vamos a los bifes: veloz y oportuna fue la actitud de nuestro gobernador, cuando adelantó que por cuatro meses declinaría el 45 por ciento de sus haberes como primer mandatario provincial, para ingresarlos a los fondos de ayuda a la superación de los efectos de la pandemia.
   Los miembros del máximo organismo judicial de la provincia, a lo mejor por pudor, destinaron al mismo efecto una parte de su mensualidad que habida cuenta de sus números altisonantes, es para pensar que a sus bolsillos tal muestra de desprendimiento no les hace ni cosquillas.
   Tengo entendido que lo mismo ocurrió -porque los empujaron la lógica y la gente- con los cargos políticos del plantel gubernativo mientras que el resto al menos hasta ahora optó por adoptar el temperamento osuno y hacer la del perro que lo están, digamos, cuidando sus amos.
   Y realmente es para coincidir con el pensamiento sin dudas uniforme de la ciudadanía que ve en su clase política a una especie de casta privilegiada, porque entre los componentes de sus mensualidades se incluyen otras ventajas, más allá de los viáticos y de otras menudencias como desarraigo, etc. que llevan la suma total a cifras envidiables y de esto no quiero hacerme el oso eximiendo a la corporación legislativa tanto de la provincia como de la Municipalidad, hasta el punto que dejando de lado honrosas excepciones, hasta bien pudieran deliberar en la “Cueva del Oso” de nuestro parque principal.
   No son momentos de simplificar estas cosas con el “acompañamiento moral” con lo que nadie, por no ser moneda corriente, compra  mercaderías, servicios o paga otros gastos, sino con gestos terminantes y documentados de donaciones reales, tangibles, mensurables, que no sería otra cosa que devolverle al pueblo una milésima parte de lo que ese pueblo paga a través de los impuestos y que en la práctica no recibe más que migajas en materia de servicios y prestaciones y si no me creen o suponen que me equivoco, evalúen la multimillonaria deuda provincial, la inseguridad imbatible, el déficit habitacional, el crecimiento imparable del narcotráfico…¿quieren que siga enumerando falencias?.
   Entonces, señores y para que no se sientan marginadas también ellas, las del conquistado cupo femenino, es hora de formalizar y hacer públicas, cuáles son las sumas de sus sueldos que destinan a obras o urgentes acciones solidarias.  
   O de lo contrario, cuando se celebre si es que existe el Día del Funcionario, hagan por ejemplo en el Estadio Kempes o en la Plaza de la Intendencia, una gigantesca ronda, todos y todas, o todes si así lo prefieren, ataviados como osos.
   Blancos, pardos o pandas, para el caso y simbólicamente será lo mismo…

A Llaryora lo esperan en el ring
SUOEM PERSISTE EN SU COSTUMBRE NADA
SOLIDARIA DE RASCARSE  PARA  ADENTRO
   Dos detalles hay que tomar en cuenta, al margen de las históricas y a veces desmedidas exigencias o caprichos de la dirigencia sindical municipal: uno, la certeza indisimulable que el eternauta Daniele sigue moviendo a sus huestes desde la cúpula hacia abajo porque no debe aflojar en sus pretensiones de volver a la conducción y otra, para no dejar sentado el precedente que alguien oficialice la reducción de beneficios que en su momento fueron otorgados y que ahora al no ser justificables, perderían su vigencia, tanto como su calificación de conquista sindical con aplicación atemporal.
   Es bueno eso de considerar las prolongaciones de jornada -que se supone son suplementos adicionales cuando son realmente necesarias-  como una especie de derecho adquirido, pero también es mejor al menos para los vecinos que existen tácitas obligaciones adquiridas a las que sistemáticamente se esquivan. Y queda planteado el absurdo que se exigen los derechos y se olvidan de las obligaciones, como históricamente viene ocurriendo no con esta, sino con todas las administraciones de los últimos tiempos.
   En las últimas horas y por fortuna llegó el anuncio tranquilizador para las filas de los municipales y de paso para los provinciales, porque los sueldos de abril y las obligaciones previsionales de ambos sectores podrán ser normalmente cumplidas, obviamente en tiempo y forma, tanto que los pasivos percibirán su mensualidad este jueves próximo.
   Pero no hay que perder de vista el amague del gremio municipal, acostumbrado a imponer condiciones, porque no es que se pretenda sensibilidad frente al drama que nos agobia, sino algo de comprensión a partir de la líogica: no se puede pretender el pago de horarios, no tan solo que no fueron cumplidos, sino que a la hora de ser solidarios lo seamos entre todos, ya que tanto les reclamamos tal actitud a la dirigencia política, legislativa y judicial.
   Desde el sector sindical se apresuraron a levantar un ring en la explanada del palacio 6 de Julio, cuando lo que necesitamos es unión y solidaridad frente a la desgracia.
   No son horas de exigencias insostenibles ni de caprichos para mostrar firmeza en la conducción gremial porque la firmeza, también, se demuestra trabajando.

Algo sobre los cubanos que vienen
SIMPLE: HAY QUE EXIGIRLES LO MISMO QUE
A NOSOTROS NOS EXIGEN EN  EL EXTERIOR
   Lo peor de todo es que se utilizan argumentos ideológicos por encima de las exigencias científicas para justificar la llegada, permanencia y actuación de los médicos cubanos, en lugar de apelar al cumplimiento de necesarias, normales, legisladas y habituales requerimientos científicos y diplomáticos.
   Que alguien me diga si un médico argentino, capacitado o no, puede ejercer en cualquier país del mundo sin revalidar títulos, superar residencias o sin contar con avales profesionales que garanticen sus conocimientos.
   Aquí entre nosotros, ciertos analistas no alcanzan a entender cuál será el precio político que deberá pagar nuestro país -más que el propio gobierno-  si esta maniobra de invasión médica tiene raíces en acuerdos celebrados a espaldas de los organismos que debieran intervenir para oficializarlos.
   En esa oración cívica que es el preámbulo de nuestra Constitución Nacional, cuando expresa “asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino” no es el caso de la tranquera indiscriminadamente abierta, sino accesible para quienes quieran compartir esta Patria sin segundas intenciones ni
subterfugios ideológicos, de los tantos que conoce la historia del país caribeño.
   Nos damos el lujo de exportar -dije exportar y no expulsar- a una enorme cantidad de científicos y de contar con una de las tasas más altas de médicos por habitante, así que desde la lógica debiéramos privilegiar el médico local antes que al importado.
   Y por último, una tibia sugerencia que parte no ya de la lógica sino del respeto a la calidad científica de nuestros profesionales: si los cubanos vienen a nuestras tierras, que antes de tomar un estetoscopio o manejar un bajalenguas, que aprueben la reválida de sus títulos ante tribunales incontaminados de ideologías, y serán beneficiarios de aquello que consagra nuestra Constitución.
   La ventaja de nuestra histórica hospitalidad.
 
¿Volveremos a ser como antes?
PEOR QUE LA CUARENTENA SERÍA QUE
“SE  RESETEARA”  NUESTRA  MEMORIA
   Algunos oyentes, varios en realidad, me pidieron que les brindara en este espacio el comentario que en su edición de este domingo publicara La Voz del Interior, y con todo placer es que se los ofrezco en versión oral:
   “No quiero que me tomen por un anticipador de tiempos, pero el encierro a veces nos empuja a mirar hacia adelante.
   ¿Cómo era aquello?
    Es tanto el tiempo que ha pasado; son tantas e intensas las situaciones vividas como las angustias compartidas y los secretos guardados, que si bien han transcurrido los días fue tan vertiginoso el desfile del espanto que aprendimos a clamar hacia adentro que se acortaran las horas y los momentos.
   ¿Cómo era aquello?
  No es grato evocarlo ahora desde un encierro no deseado e impuesto por la acción subterránea de una mísera partícula que a lo mejor algún pariente mayor consideró insignificante provocando su enojo. Esa porquería nos cambió la vida, nos incorporó términos ahora ya comunes como virus, barbijo, contagio, cuarentena, pliegue de codo, alcohol en gel, distancia social y otras que se agregaron a embole, aburrimiento, claustrofobia, tedio, raíces del pelo, salvoconducto, rompecabezas, crucigramas y toda la gama de entretenimientos televisivos incluyendo a los más insoportables y promocionados que descendieron al nivel de necesaria basura. Envidiamos a los que tienen en sus casas amplios patios, balcones a la calle o terraza propia.
   ¿Cómo era aquello? Nos volvemos a preguntar…
   La tos, el estornudo, una inocente febrícola o no distinguir olores como café, vinagre o chocolate nos empujaban hacia la aspirina, el té de limón con miel y los inclinados por la hipocondría apelaban al médico o al servicio de emergencia para insultar después porque demoraban por lo menos dos horas.
   ¿Cómo era aquello? Y seguíamos con la laguna en la memoria…
   La salida al centro, el asado con los amigos, agitar trapos en la tribuna, el café de la confidencia, el sexto al truco, el chinchón, el antiguo ludo, el estanciero o la simple caminata barrial habían ingresado a esas brumas que conducen al olvido. Nos aburría a veces leer a Borges o a Lugones porque las revistas de la farándula eran más entretenidas y en el peor de los casos plumereábamos el viejo y atesorado ejemplar de “El Eternauta” y lo devorábamos por enésima vez. Leídos todos los libros de la casa y hasta la ya desaparecida y vetusta guía telefónica que guardábamos sin saber para qué, pasaba a ser material de entretenida lectura.
   ¿Cómo era aquello? Nos ocupaba la mente, el alma, evocaciones nostalgiosas y algunas lágrimas que el pudor machista nos hacía que bebiéramos en silencio.
   Y llegó el día tan ansiado cuando murió la salvaje cuarentena, igual a cualquier otro día pero sin virus, sin gel, sin barbijo, sin lejanías ni temores. Sin angustias por el futuro pero con el lacerante dolor de lo perdido.
   Habíamos dado el paso vital e histórico de sobremorir, a sobrevivir.
   Y cuando experimentamos aquello que rondaba en las tinieblas del drama; en los predios de las desgracias; en los confines de la resignación, regresó victorioso aquel calor de cuerpo a cuerpo con húmedo jadeo y sin palabras, porque ya no eran necesarias.
   Y pudimos traer al presente, a nuestro presente que así, así como casi lo olvidamos, eran los abrazos”.
Gonio Ferrari


21 de abril de 2020

Pensando en voz alta


¿Y SI LLEGÁRAMOS A CREER  QUE
HABÍAMOS PERDIDO LA MEMORIA?


  ¿Cómo era aquello?
     Es tanto el tiempo que ha pasado; son tantas e intensas las situaciones vividas como las angustias compartidas y los secretos guardados, que si bien han transcurrido los días fue tan vertiginoso el desfile del espanto que aprendimos a clamar hacia adentro que se acortaran las horas y los momentos.
   ¿Cómo era aquello?
   No es grato evocarlo ahora desde un encierro no deseado e impuesto por una mísera partícula que a lo mejor algún pariente mayor consideró insignificante provocando su enojo. Esa porquería nos cambió la vida, nos incorporó términos ahora ya comunes como virus, barbijo, contagio, cuarentena, pliegue de codo, alcohol en gel, distancia social y otras que se agregaron a embole, aburrimiento, claustrofobia, tedio, raíces del pelo, salvoconducto, rompecabezas, crucigramas y toda la gama de entretenimientos televisivos incluyendo a los más insoportables y evaluados en el nivel de porquería.
   Envidiamos a los que tienen en sus casas amplios patios, balcones a la calle o terraza propia.
   ¿Cómo era aquello? Nos volvemos a preguntar…
   La tos, el estornudo, una inocente febrícola o no distinguir olores como café, vinagre o chocolate nos empujaban hacia la aspirina, el té de limón con miel y los inclinados por la hipocondría apelaban al médico o al servicio de emergencia para insultar después porque demoraban por lo menos dos horas.
   ¿Cómo era aquello? Y seguíamos con la laguna en la memoria…

   La salida al centro, el asado con los amigos, el café de la confidencia, el sexto al truco, el chinchón, el antiguo ludo, el estanciero o la simple caminata barrial habían ingresado a esas brumas que conducen al olvido. Nos aburría a veces leer a Borges o a Lugones porque las revistas de la farándula eran más entretenidas y en el peor de los casos plumereábamos aquel viejo y atesorado ejemplar de “El Eternauta” y lo devorábamos por vigésima vez. Leídos ya todos los libros de la casa, hasta la ya desaparecida guía telefónica pasaba a ser material de entretenida lectura.
   ¿Cómo era aquello? Era lo que nos ocupaba la mente, el alma, las evocaciones y algunas lágrimas.
   Y llegó el día tan ansiado que era como cualquier otro día, pero sin virus, sin gel, sin barbijo, sin lejanías ni temores. Sin angustias por el futuro pero con el lacerante dolor de lo perdido.
   Habíamos dado el paso vital e histórico de sobremorir, a sobrevivir.
   Y cuando experimentamos aquello que rondaba en las tinieblas del drama; en los predios de las desgracias; en los confines de la resignación, llegó ese calor de cuerpo a cuerpo con húmedo jadeo y sin palabras, porque ya no eran necesarias.
   Así pudimos traer al presente, a nuestro presente, que así eran los abrazos.
Gonio Ferrari


19 de abril de 2020

S.L.B.: MÉDICOS: LA ESTUPIDEZ HUMANA LOS CONSIDERA DEMONIOS - LAS CORRIENTES IDEOLÓGICAS, EL MALDITO VIRUS Y LA III GUERRA MUNDIAL - VIRTUAL "ESTADO DE SITIO" SELECTIVO - MEGACAUSA: CURIOSA VERSIÓN DE LA TORTURA - AVDA. CASTRO BARROS, QUEBRANTOS Y LAS MAÑAS DE EMPRESARIOS VENTAJEROS - DIRIGENCIA DE UTA Y EL PARO "POR LAS DUDAS" - PRESIDENTE Y GOBERNADOR DE ACUERDO A LA HORA DE PAGAR SUELDOS Y JUBILACIONES, ETC.


Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” n° 617 del 19 de abril de 2020, emitido en dúplex por AM580 y FM88.5 ambas de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

Escraches imperdonables
ESTUPIDEZ  HUMANA DE CONSIDERAR DEMONIOS A
LOS MÉDICOS QUE LUCHAN  CONTRA LA PANDEMIA
   Terreno escabroso es el que se hace necesario recorrer para simplemente intentar un análisis de la trascendencia que asumen los médicos -como profesionales pero más como personas- en este complejo escenario de penurias, dudas, contagios, vacunas y condicionamientos que nos impone una pandemia que pocos meses atrás no entraba ni siquiera en las utopías de los más pesimistas.
   Sin dudas que la profesión médica es una de las que mayor responsabilidad asumen quienes la abrazaron, especialmente si nos atenemos a lo que comentara cierta vez Francis Quarles, al sostener que “los médicos son los más felices de los hombres: los éxitos que puedan tener son proclamados por el mundo mientras que a sus errores los cubre la tierra”.
   Y si es por sintetizar, hay que dar la razón a tales conceptos, aunque a veces existen estados de crisis que llevan al individuo potencialmente en vías de contagiarse y morir, a la adopción de actitudes francamente repudiables, no obstante lo cual en los últimos días se han hecho palpables, como lo son los escraches a médicos y toda persona vinculada a la lucha frontal contra el corona virus por parte de vecinos o allegados, que los prefieren lejos de ellos por el peligro potencial de transmisión del mal.
   Para esos imbéciles que privilegian su miedo por encima de la sacrificada tarea de quienes están más expuestos que los protestones, a sufrir los efectos del mal, queda solo el repudio de una sociedad consciente que de mil maneras, más allá de los aplausos nocturnos desde los encierros, manifiestan su agradecimiento por tan abnegado cometido que los supera en esfuerzo, abandono a sus familias, días sin descanso y horas cruciales.
   El simplismo, que no sabe de cadenas de contagio, de curvas estadísticas ascendentes, del temor generalizado, abraza un postulado reduccionista que sostiene que es imposible que no se encuentre una vacuna para combatir a un virus que se lo mata con agua y jabón.
   Pero lamentablemente debemos volver a esas conductas antisociales manifestadas en los últimos días, de pretender que toda persona vinculada de cerca a la lucha contra la pandemia desatada, no comparta su edificio, sus cercanías vecinales, sus lugares dentro de la sociedad y por poco les falta exigir que se muden de barrio o de ciudad.
   A todos esos ciudadanos, hombres y mujeres o mujeres u hombres enrolados en este ejército que procura ponernos a salvo, no les debemos más que gratitud y agradecimiento por la entrega, por el esfuerzo, por el sacrificio de honrar el juramento hipocrático que alguna vez hicieron frente a la sociedad y de manera especial a los profesionales que ya por su edad, bien pudieran apoltronarse en sus casas y ver el incesante desfile de temores, de encierros y de algunas acciones que los infaltables imbéciles que como las cucarachas son inextinguibles , y son dignos de aquel pensamiento de Fuller, quien pontificó que los médicos, como la cerveza o los buenos vinos, son mejores cuanto más viejos.
   Es probable que algunos se limiten a sostener que para eso estudiaron, pero la verdad sea dicha, cualquier profesional estudió y se graduó para ejercer una actividad dentro de la sociedad.
   Pero ninguno, ninguno, tiene el horrendo privilegio de caminar por esa estrecha cornisa que separa a la vida de la muerte.
   En tal sentido, para los médicos es el escenario más frecuente…

Politización de la angustia
NO EXISTE CORRIENTE IDEOLÓGICA QUE
PUEDA GARANTIZAR LA RECUPERACIÓN
   Hay tantas cosas, rumores, especulaciones, juicios aventurados, tendencias y alocadas suposiciones en torno del escenario que estamos viviendo en el planeta, que sería imposible ponerse en el trabajo y el esfuerzo de desmenuzarlas en un intento -que sería vano- de llegar a la verdad.
   Por una parte está la cercanía del drama que en un principio nos tuvo como espectadores de lo que sucedía en la geográficamente remota China, luego comenzamos a temer de su arribo a la vieja Europa y cuando nos descuidamos unos días, nos encontramos con dos alternativas impensadas: que mister Trump, el líder máximo de una de las potencias más importantes del mundo, tomara el tema como una simple gripe con algún riesgo de mayor virulencia, pero hasta allí nomás; y por otro carril esa versión no del todo alocada que hacía y aún hace referencia a una alianza chino-soviética para dominar el mundo, por parte de los chinos en su intento por evitar la superpoblación muy difícil de atender.
   Y por la otra los rusos que pretenderían aunque fuera compartida, su hegemonía en cuanto al poderío nuclear lo que garantizaría a esos socios, el dominio universal.
   Esto pone en evidencia que las ideologías en los tiempos actuales son innegables acerca de su poderío, porque el eje chino-ruso arrasaría -lo que en parte ya se ha logrado- con las pretensiones de Europa y su tácita alianza con los Estados Unidos de Norteamérica.
   Y nosotros los latinoamericanos y el Africa negra que estamos al medio, bien podíamos ser manejados por los triunfadores de la que no pocos llamaron una tercera guerra mundial son las armas más milimétricas que recuerde la historia, que son los virus.
   Lejos quedarían los misiles intercontinentales, la guerra por el espacio multiestelar, la movilización de multitudes y supersónicos aviones de guerra para la lucha tan antigua como frontal y ya superada por la propia historia.
   En pocas palabras, el arma ideológica sería la más aplicada porque en una de esas se puede suponer que es la menos cruenta si es que aún en algo valoramos la vida y el sufrimiento.
   Planteadas las cosas así como las estamos viviendo, será el mediano plazo el que corra el telón para terminar de vivir entre sorpresas, temores y angustias como las que padecemos precisamente por esa indefinición, acerca de las causas que llevaron voluntariamente o no a los chinitos, a elaborar un arma barata que no necesita grandes aviones para viajar, ni que gigantescos portaviones con armamento nuclear los custodien de seguras reacciones internacionales.
   El sueño de cualquier dictador o loco potencial: contar con un ejército al que no hay que alimentar, vestir ni armar.
   El coronavirus, convengamos aunque parezca un delirio, es el arma más barata, casi insignificante y letal que pudo haber parido alguien en la historia de la Humanidad.
   ¿Y cuáles son el detonante y la pólvora que se aplican?
   Un elemento que cada uno lleva metido en el alma: la ideología.
   Así de simple…

Adultos mayores, al íntimo exilio
INEXPLICABLE INTENTO DE INSTAURAR UN
CURIOSO “ESTADO  DE  SITIO  SELECTIVO”
   Bien sabemos los argentinos y en especial aquellos a quienes nos tocó vivir personalmente esos momentos de la historia que ahora muchos tocadores de oído se aventuran a juzgar y analizar, que cuando se pierden las garantías consagradas por la Constitución, para algunos sectores significa la oficialización del caos y de la irrespetuosidad.
    Personalmente y en esto quiero ser claro, me parece que la iniciativa que comparten Larreta como virtual presidente de la ciudad de Buenos Aires con el legítimo presidente de todos los argentinos, el Dr. Alberto Fernández, de aplicarse rozaría la certeza, ya anunciada por algunos especialistas, de la inconstitucionalidad.
   Así se entiende al peregrino intento de encarcelar en sus casas a los adultos mayores que hayan superado una cierta edad, creo que los 70 años, desde algunos sectores considerados como fuerza improductiva y desde otros más radicalizados, como no dignos de sobrevivir frente a la disyuntiva de optar por ellos o por los más jóvenes o menos viejos.
   Y es cierto que tal actitud equivaldría a un penoso e irreparable acto de discriminación, condena al abandono e infantilización de la ancianidad tomando a ese segmento etario como un estorbo; una rémora para el progreso de quienes sobrevivan.
   ¿No resulta espantoso tan siquiera pensarlo?
   No se trata de una defensa personal por mi caso puntual, de octogenario aún lúcido e integrante de una productividad que, lo digo seriamente, envidia más de un vago alimentado a populismo y prebendas.
   Sería, palabra más o palabra menos, una especie de instauración de un estado de sitio selectivo que sólo alcanzaría a ciudadanos que superaran cierta edad.
   Aparte de configurar un acto feroz por su gravedad e implicancias sociales, no deja de ser una muestra de egoísmo por parte de ciertos personajes que están demasiado cerca de alcanzar ese límite mínimo para ser considerados descartables, porque si miramos nuestra clase política dirigente, como asimismo a los líderes sindicales eternizados con su poder, la chequera y sus fortunas nunca puestas en claro acerca de los orígenes, no son muchos los que aceptarían ser considerados una carga para el país, aunque actualmente lo sean y todos conocemos de quienes se trata, remachados en sus cargos y burlándose del paso del tiempo.
   La Constitución Nacional ha sido aprobada para su cumplimiento y no tan sólo para su caprichosa interpretación, y muchos debieran aceptar que el respeto hacia tal instrumento de la democracia, no admite modificaciones salvo mediante una convención especial.
   Que el apego a los decretos de necesidad y urgencia, que en verdad muchos son justificables, no nos lleve a tener que pelear bajo el estandarte que ni en nombre de la salud, la Constitución puede ser franeleada.
   Es para implorar que así se entienda…

La tortura y sus mecanismos
AQUELLAS  “MALAS ARTES” QUE  VIENEN
DE LA REMOTA Y SUPERADA EDAD MEDIA
   La tortura se define como dolor físico o psicológico aplicado a alguien con el fin de obtener una confesión o como medio de castigo. En la Edad Media cualquier acusado, aún sin certeza, era apedreado,  convertido en chivo expiatorio y objeto de venganza social.  
   Los años de la Ilustración aportaron un derecho penal más justo, que se proclamó en contra de la arbitrariedad, los abusos de la prisión preventiva, las penas desproporcionadas y los castigos innecesarios.
   Sin embargo en Córdoba, para la meneada causa del Registro de la Propiedad, este avance de los siglos no llegó porque los imputados son sistemáticamente encarcelados  sin ningún tipo de juicio, y después de años una única comisión especial se encarga de confirmar la condena ya cumplida.  
   Y en muchos casos, cuando quedan pocos meses para la libertad, la misma comisión especial  inicia un nuevo juicio por otro supuesto delito de la misma época, extendiendo la prisión. Un mecanismo tan cíclico como perverso que perpetúa el encierro que bien podría ser definido como una novedosa máquina de torturar, y que nada tiene que envidiar a las inventadas en la Edad Media.
   Este procedimiento no es igual para todos, dado que en la misma causa se ha denunciado a funcionarios del gobierno y también judiciales, aunque para ellos no existen  sospecha ni prisión.
   Es entonces que me pregunto qué pasaría si por eso dela igualdad ante la ley, se decidiera encarcelar a los magistrados denunciados por las dudas… tal como ellos hacen con los imputados del Registro de la Propiedad.
   Así también ¿sería justicia…? 

Un paro nacional “por las dudas”
LA DIRIGENCIA DE LA U.T.A. TOMÓ DE
REHENES A SUS PROPIOS AFILIADOS
   Una curiosidad para inscribir en los anales de la actividad sindical argentina, significó el paro por 24 horas desde un mediodía hasta el mediodía siguiente, decretado por la cúpula nacional de la UTA con el inédito motivo que “por las dudas” no se abonaran ciertas acreencias a un sector de sus afiliados.
   La raíz del conflicto se supone que estaba aquí en Córdoba, la situación se superó por los buenos oficios de la Municipalidad y la Provincia que tengo entendido prometieron aportar fondos, todos cobraron y la medida de fuerza se levantó antes del plazo que originalmente se había anunciado.
   Un curioso caso, como les dije al principio, porque siempre fue motivo para paralizaciones de servicios tan vitales, a veces con características salvajes, en que la mejor garantía para obligar al Estado a salir en la búsqueda de subsidios que colmaran exigencias y caprichos de la conducción local de la UTA, y de paso quedar bien con las empresas que aplaudían por el hecho de tener guardadas sus unidades luego de haber reconocido, aunque no fuera así, que las prestaciones les ocasionaban pérdidas.
   Los rehenes para esos casos -que llegó uno de esos paros a durar 10 días- fueron los miles de frustrados usuarios que por tales medidas perdieron suplementos salariales por puntualidad, presentismo, etc. lo que no les importó un carajo a los eternos creadores de conflictos.
   Nunca se había dado una situación similar, pero ahora, vaya ironía, los cordobeses dejamos de ser rehenes de un paro “por las dudas” a nivel nacional, para que en cambio los choferes pasaran a ser rehenes de sus propios dirigentes.
   Era para preguntarles a los genios del manejo de afiliados, que si alguien llegaba a tener, por ejemplo, un ataque de apendicitis, no se les ocurra apelar a uno de los médicos que la estupidez humana se encargó de escrachar.
   Y que que le pidieran una mano a un dirigente de la UTA, que a lo mejor tiene más sensibilidad humana que un médico.

Quebrantos, cierres, etc.
Avenida Castro Barros
EL CASO DE UNA MUERTE ANUNCIADA Y DE
PASO  UN  NECESARIO “TIRÓN  DE OREJAS”
   Le cuento que la desesperación de los comerciantes que aún sobreviven en la castigada Avenida Castro Barros, es equivalente a la angustia del naufrago que ve alejarse en lontananza el humo del último barco que pasó por las cercanías y podía auxiliarlo.
   Vamos a hablar con alguien vinculado a ese sector, apenas termine este comentario más que breve, pero que lleva adentro una expresión de anhelos, en parte para desenmascarar a los especuladores de siempre con marcada vocación por victimizarse y para clamar al Estado protector que de alguna manera opere en salvaguarda de los intereses de un sector productivo como lo es, entre otros, el de aserraderos, carpinterías, la venta de muebles y de todos los comercios establecidos -los que sobreviven- en ese concurrido sector de la ciudad.
   Antes de eso, la imperiosa necesidad y urgencia que el Estado debiera exigir como obligación si está en sus facultades, un detallado informe contable a las empresas que en nombre de la pandemia reducen haberes a su personal, haciéndoles trabajar un par de horas menos o sin ninguna concesión en tal sentido.
   Esos empresarios ya llenaron sus alcancías, amarrocaron utilidades o las giraron al exterior, pero clavan ignominiosamente a sus fieles servidores.
   Deben entender aunque lo saben pero se hacen los osos, que la actividad comercial tiene sus riesgos: se gana, se empata o se pierde.
   Pero aquí entre nosotros los empresarios carentes de sensibilidad social y respeto por el prójimo, son socios del personal en las pérdidas pero jamás están con ellos al momento de las ganancias. Ahora si, vamos con eL Sr. Rafael Astigueta, uno de los tantos comerciantes seriamente perjudicado por dos factores: la demora en las obras de la Av. Castro Barros y los daños emergentes de la cuarentena que les cerró las posibilidades de seguir vendiendo… (El audio completo de la conversación entre el Sr. Astigueta y Gonio Ferrari forma parte del sitio correspondiente, situado en la parte superior de la columna derecha de este blog.)

Empleados públicos provinciales
TIENDEN A DISIPARSE LAS DUDAS SOBRE
EL COBRO DE SUELDOS Y JUBILACIONES
   Pocos días atrás, cuando nuestro gobernador deslizó la posibilidad que para este mes de abril, no alcanzaran los fondos para cumplir con los sueldos de la administración pública y las jubilaciones de sus ex agentes, con algo de conocimiento de las picardías de las que se aprovechan los políticos, pensamos en eso de las presiones indirectas para provocar reacciones.
   La verdad, desconozco si ese fue uno de esos casos en particular, pero la realidad es que en las últimas horas, el Presidente Fernandez aseguró que si Córdoba necesita una mano para cumplir con tales compromisos, aportará la ayuda que le demanden.
   Hay mucho para hablar en cuanto a lealtades, enojos, alejamientos, indiferencias y otros sentimientos que albergan en general los políticos acostumbrados a las negociaciones bajo presión. Por lo general en los contenidos de tales conversaciones existe un componente más que importante que son las apetencias personales que se traducen, lógicamente y con el tiempo, en acrecentamiento de poder.
   Y no hay político en el mundo que abdique de esa sensual sensación y certeza que sin dudas agrega a la personalidad eso de contar con más poder.
   Córdoba está pasando por un momento crítico en materia de recaudación tributaria, pese a que la rigidez no aflojó para demandar el cumplimiento del pago de impuestos a un estado que no se achicó, con funcionarios con ametralladoras y alarmas en sus bolsillos que no piensan resignar ni una moneda mientras las nóminas de empleados siguen aumentando aunque desde las cúpulas se lo niegue.
   En buena hora que al menos por intereses comunes vuelvan Fernández y Schiaretti al abrazo que alguna vez tuvo un perfume a hipocresía, pero que ahora ese codo a codo con el mismo perfume es el que ambos necesitan, si es que sus aspiraciones de continuidad no son una utopía sino una íntima posibilidad individual.
   Ninguno de los dos está en condiciones de mojarle la oreja al otro, porque se avecinan años durísimos en materia de presupuestos, inflación, emisión de moneda sin respaldo y aunque se haya aventado por el momento aquello de los viejos Lecor, ese fantasma nos sigue inquietando.
   Fernández necesita recuperar tropa en una provincia que lo cacheteó duro en las últimas elecciones y el Gringo por su parte, es un experto luchador a la hora de manejar la cintura.
   Bueno…casi como Locche, pero algo más gordito…