29 de octubre de 2015

SE VIENE LO QUE SE VIENE



   El entramado político, alucinante y despiadado, despertó de su letargo tan sorprendido como amanecer y abrir los ojos en cama ajena, porque hasta ahora una especie de piloto automático alimentado de soberbia no hacía pensar en grandes novedades, y menos aún en horizontes turbulentos.
   Sepultado el emblemático y añorado 54 por ciento del que se tomaron especialmente aquellos cegados por su propia mediocridad, al pisar  tierra firme no se encontraron con la alfombra mullida o el confortable parquet sino con el lodo que meticulosamente venían acumulando de error en error; de negación en negación; de cadena en cadena.
   De pronto los silencios se hicieron ominosos y funestos como presagiando la peste cercana que suponía -y aún supone- una certeza de cercanos adioses aunque para esos “elegidos” por suerte e impunidad no con las manos vacías.
   Es cierto que para la historia y el reconocimiento quedan logros trascendentales y plausibles como la Asignación Universal por Hijo, los planes Procrear, el matrimonio igualitario, la Ley de Medios, la recuperación de YPF y de Aerolíneas Argentinas, la ¿reactivación? de Fadea, la venta de agrotecnología a Angola, la eliminación de la pobreza, el notable incremento de la industrialización, la muerte de la desocupación, los satélites en órbita, el fútbol para todos, las jugosas jubilaciones nacionales, el utópico tren bala, los precios cuidados, el desendeudamiento, el control de la inflación, el fin del narconegocio y la recuperación de la seguridad que supimos perder en baños de sangre, luto y despojos.
   Es probable que mi sospechada miopía cívica me impida recordar algunas otras conquistas en beneficio de los argentinos, pero apelo al paso del tiempo para que la historia, cuando las encuentre, las incorpore para ubicarlas en el pedestal que se merecen.
   Porque pase lo que pase, los vientos traen aires de cambios que no necesariamente sean en las cúpulas políticas que gobiernan, sino en las mentalidades de los que mandan, rogando que los gurúes ideológicos hayan quitado las telarañas de las viejas ideas que solo servían para sostener liderazgos muchas veces de cartón.
   Todo esto se alcanzó por un detalle tan simple como magníficamente emotivo y estimulante: el pueblo eligió por su cuenta y demostró que los partidos políticos, desde el oficialismo que maneja la maquinita hasta el “cola de perro”, gastaron enormidades de dinero tiradas al vacío.
   A la gente no es necesario enseñarle a pensar como pretendía -o todavía pretende- el bueno de Forster, porque la ciudadanía ha demostrado que tiene criterio propio por encima de las promesas, de los cantos de sirena y del malsano ejercicio de la demagogia y del asistencialismo.
   Lo mágico, asombroso e impactante como resultado, es que la semilla de la humillada y ofendida Democracia que casi tímidamente volvió a regar el Dr. Raúl Alfonsín 32 años atrás, está comenzando a florecer.
   Y eso sólo, de por sí, es maravilloso.
Gonio Ferrari


26 de octubre de 2015

La única verdad es la realidad --------------

INTOLERANCIA Y AUTORITARISMO,
PADRES DEL VOTO VERGONZANTE

   Algo parecido ocurrió allá por el ’83 cuando la erguida figura de Luder miraba como de reojo a la humildad de Alfonsín en los primeros escarceos de la campaña proselitista, cuyo resultado nos aliviaría el pesar de tanta sangre derramada; de tantos derechos conculcados, de tantas injusticias perpetradas al amparo de las botas, el secuestro y la tortura, en nombre de la ley.
   Los malos recuerdos setentistas y el nacimiento del terrorismo de Estado durante el isabelato sirvieron para injertar un cierre relámpago en la mente de millones de argentinos que prefirieron esconder sus preferencias políticas para evitar el riesgo de la patota ideológica que pretendía imponer su rigor y su práctica.
   Cuando las encuestas auguraban festejos peronistas y por entonces las campañas eran con presencias reales y no virtuales como ahora, el miedo que a muchos inspiraba el futuro sirvió para que allí abrevara un alfonsinismo vergonzante que se escondía de las encuestas y de los febriles cálculos de los gurúes del pensamiento.
   Un enfervorizado Herminio Iglesias, contra lo que después opinaron los fracasadotes de la adivinación, encendió la mecha de la derrota que expandió su peligroso fuego a lo que vendría de la mano de la fórmula que el Justicialismo presentaba como la mejor y más potable alternativa de poder.
   El onanismo de siempre, de esos que piensan que solo votan los afiliados, se instaló con su ropaje de prepotencia dando por sentada una victoria que luego los acontecimientos mostraron que había nacido muerta después del fosforito que Iglesias acercó al ataúd, donde suponía que enterrarían al partido radical.
   Pasó el tiempo, la venganza se corporizó -entre otros- en Saúl Ubaldini y su enfermiza inclinación por los paros generales que impulsaba su CGT, “columna vertebral del movimiento peronista”.
   Pero volvamos al tema: la simpatía o la militancia vergonzante.

   Al náutico Scioli le auguraban el triunfo en la primera vuelta,  exagerando una humillante diferencia que los más delirantes ubicaban en el 20 por ciento por encima de un apichonado Macri, a quien mostraban como frecuente caminador de los pasillos y las salas de Comodoro Py y una diferencia abismal con Sergio Massa, el ambicioso tigrense con veleidades de encumbramiento.
   Ahora la realidad y los números se han encargado de sacar de la penumbra al voto de confianza a Macri y su política, escondido en la vergüenza íntima de miles de argentinos hartos de intolerancia y autoritarismo maquillado de democracia y cultor de un añorado, oxidado y percudido 54 por ciento de años atrás. 
   Eso de considerar traidores a la Patria a quienes no comulgan con el modelo nacional & popular; descalificar la opinión y el pensamiento en el disenso, el trato despectivo a una oposición que venía tomando silencioso envión, los desaciertos del gobierno, el abuso oficial en muchos sentidos, los ocultos índices adversos, fueron los elementos que se aunaron para la impensada catástrofe kirchnerista, que un apichonado Aníbal Fernández atribuyó a Clarín  y a Lanata en lugar de suicidarse con la autocrítica.
   Así como sorprendió la contundencia de Alfonsín en su momento, impactó en la ciudadanía el resultado de esta consulta que algunos sectores del alicaído oficialismo nacional habían tomado como un simple trámite de homologación de gestión, de renovación del cheque en blanco que la mayoría de los argentinos había endosado al ahora devaluado futuro.
   La incidencia del propio silencio hizo que la gente ocultara su intención de voto, escondiendo su simpatía con la propuesta de cambio porque las presiones fueron tales, que incluso llegaron a la amenaza de muerte a tantos planes de ayudas y subsidios que instrumentara el populismo instalado en el poder. 
   Y además, decretó la defunción de las encuestas manejadas más por intereses partidarios que por apego a la realidad, que a la postre resultó más certera, precisa y honesta que los pronósticos, muchos de ellos emparentados con la adivinanza y divorciados de la seriedad.
   El voto macrista-vergonzante salió a la luz, se hizo pueblo y cegó al poder.
   Es lo que siempre suele ocurrir cuando la gente deja de creer en los espejismos.
Gonio Ferrari

El mensaje de las urnas -----------------

LOS NECIOS ESTÁN OBLIGADOS
A COMPRENDERLO Y ASUMIRLO

     Puesta la soberbia en su lugar, es hora de pensar en grande y en todos,   desterrando las falsas inclusiones que solo eran corrales de la más fanatizada y perniciosa de las militancias. 
     Como es parte de las costumbres argentinas aparecerán ahora los que nunca votaron a los que tienen que irse y también los otros que se asignarán la condición de macristas de la primera hora. 
    Son las hipocresías las que nos transformaron hasta la manera de pensar y llevó a muchos exponentes de la clase política a especular y obrar hacia adentro, con mezquindad y egoísmo. 
    Así como es el momento de encarar una nueva etapa, tengamos la firmeza de hacerlo para todos aunque no sería justo aplicar el perdón hacia los responsables de nuestra actual realidad. Es mucho lo que nos han hecho sufrir, penar y esperar. 
     A quien le toque el 22 de noviembre la responsabilidad de asumir el máximo poder, que lo haga de cara al futuro pero sin dejar de mirar unos años hacia atrás porque sería la única manera de hacer justicia reivindicando la memoria y no la venganza. 
    Ellos, los que se van, nos enseñaron aquello de memoria, verdad y justicia. 
    Tomemos esa posta y sepamos llevarla a la práctica. El pueblo lo necesita como homenaje a la honestidad, a la templanza y al sacrificio.
    En una palabra, como tributo a la Democracia.

25 de octubre de 2015

Más allá de los logros alcanzados ------------

UN COMPENDIO -25 PREGUNTAS- QUE
NOS HACEMOS MUCHOS ARGENTINOS
EN EL INSTANTE DE DECIDIR EL VOTO


  No son pocos los argentinos que sostienen como postura -apoyada en la lógica- que los gobiernos han sido elegidos por una mayoría para hacer las cosas bien y por ende no es necesario agradecerles a sus integrantes, haber cumplido con ese mandato popular.
   Por eso sería absurdo negar algunos legítimos y plausibles logros del kirchnerismo mientras tuvo -y tiene- el poder en sus manos como la Asignación Universal por Hijo, el Plan Procrear. la Ley de Medios (contra el monopolio de opinión privada, agigantando el monopolio estatal); la maravilla de Tecnópolis, algunos planes de viviendas, el festival de subsidios que en muchos casos afecta a la productividad, la Ley de Matrimonio Igualitario, estatización de las
AFJP, el dudoso “desendeudamiento”, el Plan Qunitas, el Centro Cultural Kirchner, la renacionalización de Aerolíneas Argentinas y de Y.P.F., las ¿mejoras? a los jubilados nacionales, el anunciado incremento de la base imponible de Ganancias, la dedicación a la temática en defensa de los Derechos Humanos, la maravilla de Vaca Muerta, los satélites ¿argentinos? en órbita, el apoyo a los investigadores, la sensibilidad estatal por los postergados Qom y otros pueblos originarios, las mejoras salariales en general y es probable que la memoria no alcance a enunciar todos los progresos alcanzados por los argentinos en los últimos doce años.
   Pero como el pueblo necesita ver también qué es lo que falta en el vaso en su parte medio vacía, es también posible que haya más que las 25 preguntas siguientes, que necesariamente nos debemos formular antes de votar y después, con la conciencia cívica y la íntima convicción, cumplir con nuestro deber cívico.

SE NECESITAN RESPUESTAS


1) ¿Recuerdan “Libre.ar”, el sistema de celulares del Estado para competir con Movistar, Personal, Nextel y Claro? ¿Dónde se podría conseguir este móvil?
2) ¿Recuerdan el gigantesco revuelo que se armó con el delirante proyecto de la Isla Demarchi, que sería el nuevo Polo Audiovisual de la Argentina?
¿Dónde está el aplaudidor Pablo Echarri, quien saltaba y gritaba en aquel acto de tres años atrás?
3 ¿Alguien se anima a desempolvar la mayor reforma judicial y policial de la historia, lanzada en el 2004, tras el "blumberazo"? ¿Dónde está el FBI o Agencia Federal de Investigaciones que prometió Néstor? ¿Dónde quedó el fin de la boleta sábana para mejorar la calidad institucional? ¿Por qué ha desaparecido el ex ministro de Justicia Gustavo Béliz, autor de esas iniciativas?
4) ¿Alguno podría evocar el “Plan de Inquilinos” que pagarían una cuota equivalente a un alquiler y de esa forma adquirirían una vivienda propia?
5) ¿Y los radares 3 D que iban a instalar en el norte del país para que no siguiera "lloviendo droga", según denunció la propia Corte Suprema de Justicia?
6) ¿Y todas las obras que se iban a hacer para no incrementar el déficit energético? ¿Alguien sabe algo de las represas y Centrales Generadoras de Electricidad de Garabí, Chihuidos o Barrancosa Condor Cliff? ¿Se conoce el paradero del Gasoducto del NE para Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa?
Si Atucha 2 fue inaugurada ¿por qué no genera ni un solo MW para el sistema
interconectado? ¿Y los parques de vientos en la Patagonia? ¿Y la energía solar en la Puna?
7) ¿Dónde están los miles de kilómetros de autopistas que se iban a construir? ¿La 9 hasta Salta, la 7 hasta San Luis, la 22 y 23 en Río Negro, la 33 y 34 en Santa Fe, la 14 hasta Misiones, la 11 hasta Resistencia, la que uniría Córdoba con Río Cuarto, la 3 entre Comodoro y Caleta Olivia, el cuarto carril de la General Paz, la autopista sobre el eje Huergo-Madero, la finalización de la autopista Illia, el tercer carril en la autovía a La Plata, la autovía sobre la 6 para circunvalar todo el conurbano, etc.)
8) ¿Dónde está el "tren bala" a Rosario, Córdoba, Mendoza y Mar del Plata? 

En 1960 el tren Rosario-Buenos Aires tardaba 4 horas. Hoy los trenes chinos de Randazzo, 7 horas. ¿Dónde están los trenes rápidos a Ezeiza, la electrificación del Roca y el San Martín? ¿Dónde está el tren a Chile, desde Mendoza, el tren a las nubes que iba a cruzar los Andes hasta el país trasandino, el "tren de los pueblos" hasta Uruguay, el transpatagónico biocéanico de Santa Cruz, el cordón ferroviario de Rosario (Plan Circunvalar), el de Barranqueras en Chaco, el subte de Córdoba, el tren a Avellaneda desde Retiro?
9) ¿Dónde están los planes federales de viviendas que no se terminaron? Ahora, se les da
plata en sorteos a la propia gente, luego de los escándalos en la fallida construcción de viviendas a cargo de Hebe de Bonafini, Sergio Shocklender, Luis D’Elia y Milagro Sala (“Sueños compartidos”). Las villas duplicaron su extensión y altura durante la década ganada.
10) ¿Qué pasó con el plan para urbanizar las mil villas de emergencia que tienen Capital y el conurbano? No hay error de tipeo, son un millar de asentamientos espantosos, con dos millones de hacinados.
11) ¿Por qué no se avanzó nada más que cuatro por ciento en las obras de cloacas en el país? Todavía la mitad de la población no tiene servicios sanitarios de ese tipo.
12) ¿Qué pasó con los grandes pasos y puentes del país? Pircas Negras (La Rioja) y Aguas Negras (San Juan) son uniones físicas estratégicas hacia Chile. El puente Reconquista-Goya, sobre el Paraná, sigue brillando por su ausencia. ¿Y el meneado Buenos Aires-Colonia?.
13) ¿Qué pasó con los 20 mil millones de dólares que llegarían desde China?
Al final, terminaremos dándole nosotros miles de millones a cambio de los ferrocarriles que nos envian desde Asia. (¿Saben que importamos de China los durmientes para las vías? ¿Serán de tan alta tecnología? … y pensar que hace décadas los exportábamos).
14) ¿Se construyeron los 20 hospitales que se iban a edificar con las retenciones a la soja?

15) ¿Hace falta decir que el submarino nuclear que anunció Nilda Garré fue  otra "sanata"?
16) ¿Qué pasó con la siempre inminente normalización del Indec y el nuevo índice de medición de costo de vida y del índice de pobreza creíbles?
17) ¿Alguien recuerda en qué quedó la reforma financiera para gravar esta renta anunciada con bombos y platillos por Carlos Heller?
18) ¿Y la tarjeta para hacer transparentes los planes sociales de modo que se conociera toda la información sobre sus beneficiarios?
19) ¿Por qué con el declamado autoabastecimiento petrolífero debemos importar combustibles?
20) Recordemos un compilado de delirios K: carne porcina, milanesas y merluza para todos; heladeras, autos 0 Km, bicicletas, plasmas y electrodomésticos para todos. Y ropa para todos.
21) ¿Donde están los aviones hidrantes para combatir incendios que costaron millonadas de dólares?.
22) ¿Qué produce realmente FADEA, otrora orgullo como madre de industrias, con más de 4000 puestos de trabajo?
23)¿Cuándo conoceremos por qué Aerolíneas Argentinas paga a Brasil como el 40% más que el resto del mundo los aviones Embraer? El kirchnerismo va a pasar a la historia como el más impresionante aparato de distracción pública que jamás haya existido en la Argentina
24) ¿Quién controla la enorme cantidad de millones de pesos escamoteados a los jubilados con destino a Fútbol para Todos y cuál es el sentido social de esa maniobra, solo utilizada para el abuso permanente de la publicidad oficial?
25) Si como proclaman desde el poder la pobreza no existe y en Alemania hay más, ¿por qué no se divulgan cifras serias en tal sentido?
 
 Todo esto es gracias a un pueblo con poca memoria y a una corrupción del Gobierno, y en gran medida periodística, como jamás existió en nuestro país.
Y si de algo existen difusos recuerdos, en la “década ganada” tuvimos además de los Kirchner (con sus aciertos y errores), a Boudou, Baez, De Vido, Garré, Jaime, Schoklender, Alperovich, Oyharbide, Gils Carbó, Antonini Wilson, Cristóbal López, Cirigliano, Ulloa, Felisa Micheli, los chicos de La Cámpora y una lista interminable que supera ampliamente la imaginación de cualquiera.
   Muchas corrientes políticas tienen razón: a la hora del cuarto oscuro, en esa fabulosa e incomparable intimidad, que nadie olvide apelar a la memoria.

Gonio Ferrari

23 de octubre de 2015

Pasiones de estos días ---------------

EL FÚTBOL, LA POLÍTICA Y LOS
PUMAS: EXISTEN DIFERENCIAS


   Si en estos días hay pasiones que desvelan a los argentinos son el fútbol en el campeonato mayor y en otras divisiones donde se juegan ascensos y descensos y en la política, con la inminencia de elecciones presidenciales que nos lleva a pensar que también allí se dirimen encumbramientos, derrotas y resignaciones.
   El fútbol al menos aporta la alternativa de empatar, que los comicios ofrecen en una culitésima y muy lejana posibilidad.
   Para colmo, el rugby se metió en el medio, despertando un entusiasmo contagioso que envuelve a gente que no tiene la mínima idea de ese juego que suponen violento, que se practica con una pelota que pica para cualquier parte, que se avanza haciendo pases hacia atrás y que sacar la “guinda” a un costado sirve para ganar terreno.
   Que no se discuten las decisiones del árbitro, que la tecnología reduce la posibilidad de errores sin quitarle dinámica, que nadie teatraliza, y que hay un enorme respeto hacia el adversario aunque se muelan a tackles y a veces el contacto sea tan vehemente que la sangre se haga presente.
   Allí nadie llora ni se victimiza frente a la tribuna para enardecerla.
   El público participa con el calor de sus cánticos; con el fervor del grito, siempre sin ofensas porque la emoción y el fanatismo tienen el límite natural de lo deportivo.
   En el rugby son muy raros los estrellatos y por eso no hay un Maradona ni un Messi porque es un juego solidario, una diversión de equipo, una devoción por practicarlo.
   Los equipos de rugby no son enemigos sino adversarios, hasta el punto que al final del esfuerzo se abrazan en el “tercer tiempo” para compartir junto a los árbitros y auxiliares, rondas de copas, comentarios y anécdotas.
 
 Fútbol y política en mucho se asemejan, porque los pases “de club a club” se cotizan en alza, porque se dramatizan situaciones, porque no se respeta ni al árbitro ni a los jueces, porque las diferencias en muchos casos se resuelven a tiros y porque la sociedad está cada vez más fracturada incluso por el daño que se hace a la familia cuando sus integrantes osan pensar distinto unos de otros.
   No es común ver en las tribunas del fútbol a familias con niños y menos aún -sería una locura- a simpatizantes antagónicos en las gradas como nos muestra la TV en el rugby, lo que es comprobable en cualquier cancha cordobesa o del mundo.
   En definitiva, si queremos mostrar en qué se diferencian el rugby, el fútbol y la política, nos basta remitirnos a nuestro Himno Nacional.
   Los cultores de la redonda no lo cantan porque se les caería el chicle que están mascando o se desconcentrarían de pensar en cómo estaría cayendo ante el público el nuevo “look” del peinado con la novedosa tintura, el tatuaje audaz o qué botinera los aguardaría a la salida del vestuario.
   En los políticos, vemos que en los actos donde se lo entona la mayoría hace “play back” o musita mirando de reojo cuando advierte que alguna cámara los está enfocando. Nadie pide que lloren de emoción porque hay intereses que derrotan al fuego de las pasiones.
   No es mucho lo que hace falta: con solo escuchar -y ver- la manera de terminar con ese “O juremos con gloria morir…” cuando lo cantan Los Pumas, es suficiente para meternos en la cabeza y en el corazón por qué son tan distintos el fútbol y la política con relación al rugby.
   Porque donde campean la angurria, las ventajas, las prebendas, el precio de la carne humana, la notoriedad, la fama y otros caminos hacia la fortuna, el sano y respetuoso delirio deportivo pierde por goleada.
Gonio Ferrari
   

22 de octubre de 2015

Particular enfoque ---------------------------

BOLSAS DE LOS SUPER:¿HAY QUE
PAGARLAS O DEBEMOS COBRAR ?

   Dentro de las diferencias que se han planteado en el seno de los distintos sectores involucrados con relación al tema de las bolsas que entregan los supermercados con la mercadería, hay un aspecto que de alguna manera -con intención o sin ella- ha quedado marginado y al que nadie se refiere.
   Discuten el costo de las nuevas bolsas que van desde los 25 a los 27 centavos más o menos, o sea que si la cobran 40 centavos, representaría una ganancia extra para los empresarios aunque se reduciría el uso inmediato de ese elemento para la colocación de residuos, que después se depositan en las veredas y en detrimento de los fabricantes de las bolsas negras especiales para ese destino.
   En este punto voy a mechar una anécdota que viene al caso.
   Años atrás me tocó pasear mi ignorancia del idioma inglés por las calles y negocios de la maravillosa Nueva York, embobado por el espectáculo que para un provinciano significaba estar viendo una ciudad edificada encima de otra.
   De paso por una gran tienda me tentaron los precios y algunos productos que todavía no conocíamos en estas pampas y la excitación fue más fuerte que la curiosidad: entré al negocio, pese a que en la puerta había un “piquete” móvil de gente que caminaba en círculos por la vereda portando carteles y pancartas que obviamente eran de protesta por algo.
   Las compras cabían en cuatro bolsas medianas, algo incómodas de llevar, pero la gentileza de quienes protestaban me lo solucionó, con la entrega de dos bonitas y coloridas bolsas con lo que reduje la cantidad de bultos a la mitad.
   Por ser extraño en la urbe gigantesca, tomé como natural que la gente lugareña me mirara con curiosidad y en un arranque de exagerada autoestima llegué a pensar en lo “gustativo” que estaba este cordobés paseando por esas anchas y lejanas veredas.
   Feliz por lo vivo y pícaro que había sido de aceptar el regalo, caminé y caminé hasta ampollarme los pies porque Nueva York lo merecía y era un desperdicio tomar taxis o moverse en el subte, hasta que llegué hasta mi hotel.
   En uno de los recovecos de mi memoria todavía guardo la cara de espanto más que de sorpresa, que puso el conserje cuando le pedí la llave de mi room, hasta que casi entre lágrimas y con su voz empequeñecida me dijo que en las bolsas, con letras rojas, decía “No compre en tiendas de judíos”.
   Ya era tarde: me había graduado como imbécil y gratuito difusor callejero.
   Quiero volver a nuestra geografía actual sin olvidar aquel penoso episodio. 
   Habría que preguntarse si las bolsas que nos venderán a 40 míseros centavos en los súper, tendrán su logotipo, algún dibujo, referencias al negocio o a la marca de cualquier producto que “esponsoree” esos envases.
   Porque si es así y eso se aprueba, que se vayan perdiendo esas bolsas por ahí o que las entreguen sin cargo.
   De lo contrario, sería utilizarnos a nosotros, los clientes, como incautos y no rentados propagandistas de una firma, que para pasear la marca por las calles debiéramos cobrar en lugar de pagar.
Gonio Ferrari

18 de octubre de 2015

S.L.B.: 18/10/15 – EL DÍA DE LA MADRE – LA FUGA DEL DELASOTISMO – INSTAURACIÓN DEL MIEDO – CAPRICHOSA BASURA – MEGACAUSA DEL REGISTRO – EL DIA DE LA LEALTAD (¿TRAICIÓN?) PERONISTA – LA ESTAMPIDA RADICAL – QUEDAN SOLO 7 DÍAS, etc.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 18/10/2015 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

EL DIA DE ELLA, LA MAMÁ 

   Si nos remitimos a la verdad histórica, se remonta a la mitología la celebración del Día de la Madre cuando surgió en la antigua Grecia el festejo en honor de Rhea, que era la mamá de los dioses Júpiter, Neptuno y Plutón.
   Mucho tiempo después en los comienzos del siglo 17 los ingleses dedicaban el cuarto domingo de la Cuaresma a todas las madres trabajadoras, que eran relevadas de su obligación laboral por ese día para que se quedaran en sus casas con su familia denominando a la jornada como Domingo de Servir a la Madre, festejándolo con la preparación de una torta dulce.
   En distintas partes del mundo la celebración es más o menos igual pero en fechas distintas y para el caso nuestro, debo reconocer que ignoro por qué se eligió, como lo es hoy, al tercer domingo de octubre.
   La mamá es una mágica realidad o un recuerdo con maravillosa sensación de presencia no tan solo al evocarla, sino cada vez que nos sacude el alma al transformarse en ejemplo a seguir, si de sacrificio y bondad se trata.
   Es maravilloso gozarla en el abrazo, en el consejo, en el acompañamiento en situaciones gratas o en momentos críticos cuando la angustia te muerde los talones..
   La muerte de la madre es el primer gran dolor que tenemos que pasar sin ella, dijo San Agustín, y comprendiendo eso, a quienes nos ha tocado padecerlo, nos basta para estar seguros de la consagrada santidad de esa mujer incomparable.
   Por eso, en honor a su recuerdo, es preferible hablar de la madre viva, incansable a la hora de trabajar o al momento de mimarnos, de alimentarnos y de cobijarnos, aunque es medio improcedente limitar a un día, el reconocimiento eterno y permanente que merecen las mamás.
   Pero así son las reglas del juego y del consumo, lo que no impide que en materia de homenajes, lo concentremos, si, en un día al año.
   Quizás a nadie atormentamos como a nuestra madre; quizás por ningún cariño sacrificamos menos; tan seguros estamos de poseerlo siempre; de que siempre perdona, supo decir Jacinto Benavente hablando de su mamá.
   Un beso, una sonrisa, una flor, un recuerdo.
   ¡Ahh! Y nunca olviden ni callen, esté ella o no porque siempre, siempre está y estará, un te quiero mucho.
   Aunque esté a nuestro lado y la podamos abrazar hasta hacerle crujir los huesitos, o con amor y nostalgia la veamos en cada estrella.

LA FUGA DEL DELASOTISMO


   Necedad sería negar la vocación protectora del Dr. de la Sota con relación a los integrantes de su equipo, conformado por la gente de su mayor consideración y confianza, hasta el punto que no son pocos los que lo vienen acompañando prácticamente desde los comienzos de su carrera política.
   Eso se llama lealtad por convicciones, lealtad por compromiso, lealtad por amistad, lealtad por compartir los mismos ideales, idénticos sueños y comunes objetivos en la vida.
  
A la lealtad -como muchos creen- no la inventó Perón, pero en la historia de los argentinos su nombre es sinónimo de lealtad y si recorremos los pasillos de la memoria, es posible que no alcancemos a encontrar otro ejemplo comparable a la comunión de pensamiento que unía al viejo líder con los seguidores de sus postulados.
   Es por eso que no se entienden -o se entienden demasiado- ciertas actitudes asumidas por militantes delasotistas que se golpeaban el pecho proclamándose leales y de buenas a primeras cayeron al abierto ejercicio de la villanía vestida de ingratitud.
   Sin dudas la veteranía militante de nuestro gobernador le aportará, no en este caso como consuelo pero sí como atenuante a lo que suponemos es su bronca y su sorpresa, la explicación lógica de sus dudas actuales,  acerca de aquella supuesta lealtad que los ahora tránsfugas supieron jurarle en su momento.
   A veces es mejor desencantarse de golpe que hacerlo lentamente porque esto equivale a una agonía de la confianza y así el impacto se asume con mayor entereza.
   Porque la lealtad verdadera más que adhesión es rectitud, nobleza, sinceridad y constancia, verdaderos sentimientos equiparados a la belleza y la fragilidad del cristal, pero con una delicadeza irrecuperable cuando se quiebra.
   Arrumbados en los olvidos quedan los agradecimientos de quienes se nutrieron en muchos sentidos bajo las alas del gobernante políticamente generoso, superados por otros anhelos de poder, proyectos de grandeza o desmedidas apetencias personales.
   Para aquellos practicantes de la intriga, amantes de la infidelidad; los que se alejaron en el momento menos oportuno de quien los sostuviera contra viento y marea, no es mucho lo que tienen o merecen festejar en un Día de la Lealtad Peronista nacida allá en el lejano 1945 y parece mentira que hayan pasado 70 años.
   Sinceramente para ellos, los que abandonaron el barco con el puerto a la vista y desairaron a su guía y protector, es más un día para el sano ejercicio de la autocrítica y si se piensa con algo de grandeza, del arrepentimiento.
   Para los castigados peronistas cordobeses, no suena oportuno, prudente ni alegórico festejar echando las campanas a vuelo.


INSTAURACIÓN DEL MIEDO

   Todo indica que al promesómetro de las variadas corrientes políticas le fallaron las pilas o estamos frente a una penosa falta de argumentos, como para convencer al electorado de las bondades que cada una exhibe como “mercadería” a ser votada el 25.
   Ya pasamos la etapa de la simbólica y almidonada seriedad que a todos mostraba como duques británicos, recorrimos la siguiente que fue la de descalificar al adversario de cualquier manera incluso sin dejar de lado alusiones a problemas físicos, luego vino algo parecido a “tomar envión” como que todos se sintieron ganadores, hasta caer a un miserable final donde el distintivo argumental es la instauración del miedo.
   Los grandes pensadores alguna vez se refirieron al miedo y James Froude lo definió como “el padre de la crueldad”, en tanto Octavio Paz sostuvo que “Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo” y Hugo Wast fue terminante: “Que nadie se vaya a dormir teniéndote miedo pues se despertará teniéndote odio. Si quieres que te quieran no te hagas temer”.
   Mientras en el cantero central de esta ancha avenida política desde el poderoso sector de la omnipresente propaganda oficialista -que pagamos todos- se agita el fantasma de la desaparición del festival de planes y subsidios y se hace hincapié en la Asignación Universal por Hijo transformando sospechosamente al beneficiario en rehén, desde una de las veredas opuestas las advertencias están centradas en el caos económico y social que sería emergente de la continuidad del modelo.
   En la acera de enfrente optaron por un falso tonito moderador aunque desafiante, apelando a que se sigan peleando entre los otros y esos tres protagonistas dejaron al margen en una actitud ideológicamente discriminatoria, al resto de los competidores y en especial a la izquierda legítima que no debe confundirse con la disfrazada de tal, que con su pasado violento vive en Puerto Madero.
   Las propuestas llegan a tal grado de delirio en muchos casos, que no tardan en mimetizarse entre sí conformando un intragable cóctel de utopías.
   Es como si se hubiera suscripto un repudiable pacto decretando la muerte de la lúcida confrontación de ideas; del frente a frente sin injurias pero con esperanzas; de llegar a la ilusión de compartir proyectos si de mejorar la calidad de vida de la sociedad se trata; de pelearla cada uno desde su propia trinchera baleando al enemigo y no al compatriota, pero sepultando esta estúpida costumbre de inspirar miedo como arma proselitista.
   No es la primera vez que se hace necesario recordar que desde hace tiempo los argentinos hemos eliminado al vidrio de nuestras costumbres alimentarias.
   La mayoría del electorado piensa, evalúa -unos con la mente, otros con el corazón y muchos con el bolsillo- y analiza la realidad con el grado de íntima honestidad que cada uno puede lucir, apelando tanto al presente como a la memoria, haciendo un guiño a un futuro demasiado cercano.
   Ese es el camino hacia la madurez del pensamiento que volvimos a recorrer desde el ‘83 cuando naufragaron la capucha, el secuestro extorsivo, la tortura y la muerte que dividieran tan penosamente a los argentinos en aquellos años de plomo y de sangre hermana.
   Que ahora no sea el miedo, de aquellos viejos y espantosos miedos que nos desvivimos por superar, lo que profundice la grieta que el autoritarismo y la sensualidad del poder insisten en fortalecer, por lo que ahora vemos, desde todo el arco ideológico en tiempos que debieran sacrificarse por la pacificación y la serenidad de los espíritus.
   Y tomar en cuenta la sentencia de Publio Siro: “Nadie llegó a la cumbre acompañado del miedo”.

CAPRICHOSA BASURA


   Debemos hacernos a la convicción que cualquier capricho que pudiera entrar en la mente de los gremialistas vinculados con las empresas recolectoras de basura en nuestra ciudad, será apoyado impunemente por la contaminación masiva del centro y de los barrios.
   Es ridículo que los cordobeses vivamos en condición de rehenes.
   Cuando la policía quiere aumentos, nos dejan librados al desamparo abandonando sus consignas, porque somos rehenes de sus demandas.
   Cuando tanto los empresarios del transporte como los sindicalistas de la UTA, muchas veces asociados entre ellos, patrones y obreros, demandan mejora de la tarifa o aumentos de salarios, somos los rehenes que nos quedamos de a pie.
   Y ahora se sumaron las empresas recolectoras de residuos domiciliarios y barrido de calles, porque se avivaron que tienen a miles de rehenes agarrados de ahí, para apoyar sus veleidades y antojos.
   No se cumplen los recorridos ni los horarios pese al empeño de ese bicharraco llamado Cotrequito, que se empeña en aconsejar que trabajen los vecinos en lugar de hacerlo los operarios.
   Y cuando los chicos malos del sindicato caen en cuenta del valor de sus ausencias más que de su compromiso, permiten que la ciudad sea invadida por la mugre, que la basura se acumule en veredas y calles y que la contaminación ambiental sea realidad que nadie atiende, para dibujar una horrible postal del abandono.
   No es incitar a la violencia ni a la rebelión popular, pero alguna vez no faltarán los cordobeses humillados y ofendidos por sentirse rodeados por la mierda, que se junten para llevarla a los despachos de los que tienen las soluciones en sus manos y no las instrumentan.
   Sería un acto poco simpático, pero no dejaría de ser justo.

LA MEGACAUSA

   Dos resoluciones de los Tribunales locales de los años 2006 y 2008 crearon en Córdoba una “comisión especial” a cargo de lo que denominaron megaproceso del Registro de la Propiedad.
   Este engendro, reiteradamente cuestionado por letrados y organizaciones no gubernamentales, contradice el mandato constitucional que prohíbe el reemplazo de los jueces naturales por una comisión.
   Reconocidos académicos han analizado otras particularidades de la causa: una de ellas es la dificultad para establecer el rol o la participación de cada imputado en el hecho que se le atribuye.
   Dicen la más elemental lógica y el Código Penal también, que se debe especificar qué, cómo, dónde y cuándo alguien cometió un delito, permitiendo esta ubicación real que el acusado pueda defenderse.
   En la causa del Registro muchos relatos comienzan diciendo: “...en una fecha que no se puede establecer…” y los acusados integran una gran bolsa de partícipes necesarios sin determinación de roles ni responsabilidades, lo que posibilita las condenas masivas sin detallada ni fundamentada explicación jurídica.
   Otro punto analizado es la responsabilidad de los funcionarios superiores en la cuestión porque mientras todas las tintas cargaron contra un sólo director, que no se encontraba a cargo a la fecha del grueso de los ilícitos, los altos funcionarios, pese a ser reiterada y concretamente mencionados por testigos, como conocedores de diversas situaciones o responsables finales de leyes cuestionadas por la Fiscalía, nunca fueron citados a Tribunales.
   Es claro entonces que, fuera de la senda que marca la ley y por estos curiosos atajos, el destino final no es la Justicia. 

LA ESTAMPIDA RADICAL

   Los tránsfugas, virtualmente ya se fueron.
   No cuenten con los que pisotearon la fidelidad de ideales.
   Se fueron, porque solo conversar aunque haya sido por curiosidad con el adversario, ya es haber perdido la confianza y la probidad hacia quien -mal o bien- les brindó cobijo hasta ahora. Por eso no es necesario expulsarlos ya que con repudiar tal actitud es cívicamente suficiente como para que la gente no ignore tales casos de exacerbada ciclotimia política e ideológica.
   Es complicado mutar de paradigmas, ejemplos y convicciones.
   Cruzar la vereda no se justifica haciéndolo en nombre de las necesidades de la gente a menos que se haya mentido a la hora de enunciar objetivos y proyectos, con lo que flota la sensación muy cercana a la certeza, que es el precio que a veces se debe pagar por el ejercicio de la demagogia.
   Cuando generosamente a los burladores de la voluntad popular se les llamaba “panqueques”, surgió de allí una realidad que transforma ese mote en demasiado benigno porque vender su obligación cívica transfigura a los perjuros -nadie olvide que juraron lealtad- en pérfidos renegados de sus propias ideas y compromisos contraídos con la gente y consagrados en las urnas: no fueron elegidos para desertar sino para luchar por quienes los apoyaron y por los demás que no lo hicieron pero acataron la verdad y el mandato de los sufragios.
   Ergo, la estafa es doble. Porque más allá de la felona y aleve actitud de Judas, la historia nos ha dejado otros penosos ejemplos de parecidas perfidias y es como si los responsables que renegaron de su obligación, buscaran refugio en la posibilidad de emerger de la basura ayudados por la benevolencia de quienes los tentaron a la aventura de la puñalada por la espalda pintándoles un paisaje de dudosa bonanza.

   No tan sólo el centenario partido de Alem, Yrigoyen, Illia y Alfonsín entre otros próceres padeció la estampida y en tal sentido la historia argentina está jalonada por episodios de similares características, aunque este caso nos golpea con mayor severidad porque nos sorprende más que como testigos, en condición de azorados protagonistas de la historia viva.
   ¿Cuántos radicales de viejo cuño o de reciente determinación se sienten defraudados, vendidos, marginados, enzainados y engañados por la dirigencia?
   Puede que en su defensa, si cabe, calce aquella sentencia de Gregorio Marañón quien sostuvo que “Cuando a un hombre le traicionan cuantos le rodean, más lógico que vituperar a los traidores es buscar la causa de que todos coincidan en traicionarle. Casi siempre esta causa es la falta de generosidad del traicionado”.

   Con seguridad, más de un joven ascendente, militante sacrificado, guerrero y comprometido, ha flaqueado en su fe radical al estrellarse contra el muro de los eternos y vetustos personajes de lo que queda, más cercano a un elenco estable que a un partido vivo, en movimiento, actualización y espíritu de lucha.
   Por más que se tome como repudiable la actitud de los que huyen, es en el mismo grado cuestionable la obcecación de muchos de los que quedan, aferrados a sus laureles de lustros atrás ahora mustios y envejecidos por los almanaques y por la propia realidad que pocas veces o casi nunca se preocuparon por renovar.
   Los que quisieron irse ya se fueron.
   Ahora los aguardan en el sitial de los jueces quienes confiaron en ellos, y en las últimas horas están tratando de recordar y aplicar como analogía, aquello tan viejo de las treinta monedas.

QUEDAN SOLO 7 DÍAS

   Es lógico que una elección presidencial, en estos tiempos y en nuestro país, es el acontecimiento excluyente para la enorme mayoría de los argentinos.
   No voy a coincidir con muchos analistas que plantean que la indiferencia popular ha sido el distintivo, porque se olvidan de evaluar la enorme importancia del progreso tecnológico aplicado a las campañas, que hicieron morir los actos multitudinarios, las dañinas e intensas pegatinas y otros métodos promocionales que cayeron al desuso.
   Ahora, el protagonismo es exclusivamente mediático y dos minutos en la pantalla chica equivalen a juntar medio millón de personas o más, en una plaza.
   Incluso ahora, es más dinámica la aparición de la ofensa descalificadora o el insulto gratuito, porque todo se expande con velocidad pasmosa y las respuestas se generan en idéntica medida, lo que genera una especie de violento diálogo a una distancia que evita agarrarse a trompadotes, o dirimir las cuestiones a balazos, como solía ser la costumbre.
   Hemos presenciado un festival no tan solo de promesas y utopías, sino de agresiones y menoscabos; hemos sido testigos de actos autoritarios y prepotentes; de abusos de los dineros públicos y de desencuentros incluso entre seguidores de una misma corriente; nos ha tocado la pobreza de partidos pobres y convicción enorme, pero en general, esa costumbre argentina de hacer prevalecer las tiras que asustan a la tropa.
   En una semana serán muchas las incógnitas develadas, los secretos destrozados, los triunfos y las derrotas.
   Será también el tiempo de las justificaciones y del hipócrita reconocimiento de los errores cometidos.
   Todo esto pasará, gracias a Dios, porque será el resultado del ejercicio de esa maravilla de estilo de vida que se llama democracia.
   Será un día para acentuar entre los argentinos, ganadores y perdedores, el respeto a esa insustituible forma de vivir.
   Por todo esto, vote a conciencia en base a sus propias convicciones, dejando de lado el aluvión de propaganda y todas las bondades que una vez más le prometieron, como siempre.
   Vote con la cabeza, con el corazón y con el alma.
   Vote pensando en el mañana.
   Y al pensar en el futuro, no se olvide de votar con la memoria.

17 de octubre de 2015

Para el PJ: 17/10 Día de la Lealtad

¿CUÁNDO SE CELEBRA
EL DIA DE LA TRAICIÓN?


Es como si en el olvido hubiera quedado  sumergida
aquella casi mítica fidelidad de la militancia peronista.
La verdad, no amerita para echar campanas a vuelo.

   Necedad sería negar la vocación protectora del Dr. de la Sota con relación a los integrantes de su equipo, conformado por la gente de su mayor consideración y confianza, hasta el punto que no son pocos los que lo acompañan prácticamente desde los comienzos de su carrera política.
   Eso se llama lealtad por convicciones, lealtad por compromiso, lealtad por amistad, lealtad por compartir los mismos ideales, idénticos sueños y comunes objetivos en la vida.
   A la lealtad -como muchos creen- no la inventó Perón, pero en la historia de los argentinos su nombre se asemeja a su indiscutible sinónimo y si recorremos los pasillos de la memoria, es posible que no alcancemos a encontrar otro ejemplo comparable a la comunión de pensamiento que unía al viejo líder con los seguidores de sus postulados.
   Es por eso que no se entienden -o se entienden demasiado- ciertas actitudes asumidas por militantes delasotistas que se golpeaban el pecho proclamándose leales y de buenas a primeras cayeron al abierto ejercicio de la villanía vestida de ingratitud.
   Sin dudas la veteranía militante de nuestro gobernador le aportará, no en este caso como consuelo pero sí como atenuante a lo que suponemos es su bronca y su sorpresa, la explicación lógica de sus dudas actuales,  acerca de aquella supuesta lealtad que los ahora tránsfugas supieron jurarle en su momento.
   A veces es mejor desencantarse de golpe que hacerlo lentamente porque esto equivale a una agonía de la confianza y así el impacto se asume con mayor entereza.
   Porque la lealtad verdadera más que adhesión es rectitud, nobleza, sinceridad y constancia, verdaderos sentimientos equiparados a la belleza y la fragilidad del cristal, pero con una delicadeza irrecuperable cuando se quiebra.
   Arrumbados en los olvidos quedan los agradecimientos de quienes se nutrieron en muchos sentidos bajo las alas del gobernante políticamente generoso, superados por otros anhelos de poder, proyectos de grandeza o desmedidas apetencias personales.
   Para aquellos practicantes de la intriga, amantes de la infidelidad; los que se alejaron en el momento menos oportuno de quien los sostuviera contra viento y marea, no es mucho lo que tienen o merecen festejar en este Día de la Lealtad Peronista nacida allá en el lejano 1945 y parece mentira que hayan pasado 70 años.
   Sinceramente para ellos, los que abandonaron el barco con el puerto a la vista y desairaron a su guía y protector, es más un día para el sano ejercicio de la autocrítica y si se piensa con algo de grandeza, del arrepentimiento.
   Para los castigados peronistas cordobeses, no suena oportuno, prudente ni alegórico festejar echando las campanas a vuelo.

Gonio Ferrari

15 de octubre de 2015

De Judas a nuestros tiempos -------

PRETEXTOS Y RESPONSABLES EN
TORNO DE LA ESTAMPIDA RADICAL

    Los tránsfugas, virtualmente ya se fueron.
   No cuenten con los que pisotearon la fidelidad de ideales.
   Se fueron, porque solo conversar aunque haya sido por curiosidad con el adversario, ya es haber perdido la confianza y la probidad hacia quien -mal o bien- les brindó cobijo hasta ahora. Por eso no es necesario expulsarlos ya que con repudiar tal actitud es cívicamente suficiente como para que la gente no ignore tales casos de exacerbada ciclotimia política e ideológica.
   Es complicado mutar de paradigmas, ejemplos y convicciones. 
   Cruzar la vereda no se justifica haciéndolo en nombre de las necesidades de la gente a menos que se haya mentido a la hora de enunciar objetivos y proyectos, con lo que flota la sensación muy cercana a la certeza, que es el precio que a veces se debe pagar por el ejercicio de la demagogia.
   Cuando generosamente a los burladores de la voluntad popular se les llamaba “panqueques”, surgió de allí una realidad que transforma ese mote en demasiado benigno porque vender su obligación cívica transfigura a los perjuros -nadie olvide que juraron lealtad- en pérfidos renegados de sus propias ideas y compromisos contraídos con la gente y consagrados en las urnas: no fueron elegidos para desertar sino para luchar por quienes los apoyaron y por los demás que no lo hicieron pero acataron la verdad y el mandato de los sufragios. 
   Ergo, la estafa es doble.
   Porque más allá de la felona y aleve actitud de Judas, la historia nos ha dejado otros penosos ejemplos de parecidas perfidias y es como si los responsables que renegaron de su obligación, buscaran refugio en la posibilidad de emerger de la basura ayudados por la benevolencia de quienes los tentaron a la aventura de la puñalada por la espalda pintándoles un paisaje de dudosa bonanza.
   No tan sólo el centenario partido de Alem, Yrigoyen, Illia y Alfonsín entre otros próceres padeció la estampida y en tal sentido la historia argentina está jalonada por episodios de similares características, aunque este caso nos golpea con mayor severidad porque nos sorprende más que como testigos, en condición de azorados protagonistas de la historia viva.
   ¿Cuántos radicales de viejo cuño o de reciente determinación se sienten defraudados, vendidos, marginados, enzainados y engañados por la dirigencia?
   Puede que en su defensa, si cabe, calce aquella sentencia de Gregorio Marañón quien sostuvo que “Cuando a un hombre le traicionan cuantos le rodean, más lógico que vituperar a los traidores es buscar la causa de que todos coincidan en traicionarle. Casi siempre esta causa es la falta de generosidad del traicionado”.
   Con seguridad, más de un joven ascendente, militante sacrificado, guerrero y comprometido, ha flaqueado en su fe radical al estrellarse contra el muro de los eternos y vetustos personajes de lo que queda, más cercano a un elenco estable que a un partido vivo, en movimiento, actualización y espíritu de lucha.
   Por más que se tome como repudiable la actitud de los que huyen, es en el mismo grado cuestionable la obcecación de muchos de los que quedan, aferrados a sus laureles de lustros atrás ahora mustios y envejecidos por los almanaques y por la propia realidad que pocas veces o casi nunca se preocuparon por renovar.
   Los que quisieron irse ya se fueron.
   Ahora los aguardan en el sitial de los jueces quienes confiaron en ellos y en las últimas horas están tratando de recordar y aplicar como analogía, aquello de las treinta monedas.
Gonio Ferrari