28 de septiembre de 2014

S.L.B. - 28-09-14 ¿SOMOS LA NUEVA ARABIA SAUDITA?-TERRORISMO EXTERNO E INTERNO-JUBILACIONES PROVINCIALES Y JUICIOS-LA GIRA CAMPORISTA-LA MEGACAUSA-SEPARADORES DE CARRILES-CULEBRÓN DE CABLEVISION.



Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 28-09-14 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

QUISIERA SER SAUDITA



   Me ha tocado varias veces la suerte de visitar Arabia Saudita, desde 1991 hasta la actualidad y puedo asegurar y sin tocar de oído, que al igual que Kuwait y los Emiratos como Dubai, Abú Dhabi o Qatar son lugares para el asombro.
   Hay pocos pobres, es cierto, pero viven sus carencias con una actitud de dignidad más que de resignación, reciben ayuda del Estado, educación, atención de la salud y pagan con alguna contraprestación laboral: es ayuda, es apoyo, no es dádiva, regalo ni la compra del voto.
   No se paga la energía eléctrica, el servicio domiciliario de agua potable -pero potable en serio, sin algas- ni el teléfono local.
   En varios de esos emiratos nadie paga impuestos, la nafta es óptima y super barata y el parque automotor se renueva en su mayoría casi anualmente y un vehículo de gama media con tres años de antigüedad es considerado casi viejo.
   El Estado protector, al ser rico, protege en serio.
   Sería tonto negar la existencia de problemas, como para nuestra cultura lo son el trato con las mujeres, o la manera con que muchos lugareños mantienen en condiciones de casi esclavitud, por ejemplo, al personal doméstico.
   La seguridad es absoluta, los delitos contra la propiedad son hechos aislados y no son parte de las preocupaciones cotidianas en aquella región, donde las leyes protegen más al honesto que al delincuente y en tal sentido los derechos humanos no aparecen tan tergiversados.
   Es probable que la peregrina comparación de nuestra situación, o de su futuro, con Arabia Saudita, suena al menos como fruto del desconocimiento cabal o del delirio demagógico.
   No es para asegurar que en esos países la corrupción sea inexistente porque es malo generalizar, pero en la actitud de la gente se aprecia su estado de bienestar o el rosario de carencias, como en nuestro caso.
   Hay que reconocer lo que se ha hecho con los más necesitados, aunque mi interpretación es que se ha incluido a demasiados argentinos en el sistema del plan y del subsidio, pero se los ha expulsado del sistema laboral productivo.
   Así no llegaremos jamás a ser Arabia Saudita, por más Vaca Muerta que tengamos, reservas de gas y de crudo, pero con una mentalidad más estimulada hacia la vagancia, que hacia el comprometido sacrificio del trabajo.
   Ya hemos superado las comparaciones con Australia y no recuerdo con qué otra gran potencia, aunque la realidad nos muestre mayor proximidad con Venezuela o con Cuba.
   Si de verdad me aseguraran que en pocos años llegaremos al nivel de vida de los saudíes, juro que buscaría la manera de acceder a la eternidad.

TERRORISMO EXTERNO E INTERNO

   Seguramente el terrorismo es uno de los mayores flagelos que se abate sobre la humanidad en estos últimos tiempos, con sus ingredientes de violencia, fanatismo, intolerancia y algunos con pretendida justificación religiosa.
   Es muy cierto también que existe el terrorismo económico y varios sistemas de gobierno han sido sus víctimas, porque sus cultores no tienen otra bandera que el dinero a costa del esfuerzo, las carencias o la desesperación ajena.
   En el caso que tanto nos desvela, como lo es el de los fondos buitres, más allá de las sentencias del juez norteamericano y las sospechas que genera, por sus implicancias que buscan proteger y beneficiar a quienes nos demandan, está la real vigencia de los otros buitres.
   Ellos son los buitres de cabotaje; los que tenemos enquistados en nuestra sociedad, practicantes de cualquier descarnada política de especulación financiera.
   Y dentro de esa categoría de terrorismo interno, no es menor la responsabilidad de quienes con su paraguas de poder e inmunidad que se hace impunidad, estafan la fé pública y desacreditan lo poco o mucho de bueno que pueda tener una gestión de gobierno.
   Si es por eso, también son terroristas internos personajes como Jaime, Schoklender, Boudou, Lázaro Baez y tantos otros exprimidores del tesoro nacional, montados en la bonanza de su propio y desmedido apetito de poder y de utilidades monetarias.
   Los buitres son buitres y no importan las banderas que enarbolen, el esmoquin o la remera que usen, y por la palabra presidencial son los padres de nuestra decadencia financiera, porque siempre las culpas son ajenas.
   Está precisamente en el ejercicio del poder, neutralizar su actuación tanto como su crecimiento porque son las lacras más dañinas de los últimos tiempos.
   Y vale repetirlo: hay buitres internacionales de afuera, pero no cometamos la torpeza de negar la existencia de los
otros, de los de adentro y de muy adentro.

JUBILACIONES Y JUICIOS A PAGAR



   Bien sabemos de la crisis que afecta a nuestra Caja de Jubilaciones y Pensiones, que al decir cordobesista se debe a la deuda que la Nación mantiene con Córdoba y que se niega a reconocer, aunque la verdad sigue en los recovecos del ocultismo, las acusaciones y el debate.
   Porque si no puedo arreglar los desajustes de mi casa, mal puedo postularme a ser presidente del centro vecinal y votos más o votos menos, al evaluar la capacidad de gestión es exactamente lo mismo.
   El endeudamiento de la provincia, dicen los que saben, es casi astronómico y deberán pasar varias administraciones exitosas para poder enfrentarlo y llegar a superarlo o al menos disminuírlo.
   Lo concreto es que hace más de doce años nos gobierna el mismo signo político y en este caprichoso pasamanos del tomalo vos, dámela a mi que en la próxima volvemos y te protejemos, cada vez nos hundimos más.
   De poco sirvió, salvo para afectar esos dineros a otros destinos indeseables como el autobombo, la inhumana demora a la que se somete a los pasivos para liquidarles los reajustes.
   Cuando cobran, seis meses después en un hecho absurdo y consagrado por la Unicameral con brazos de yeso, reciben las hilachas de un dinero devorado por la inflación.
   ¿Cuáles son las causas?
   Una, la más notoria, es la repartija indiscriminada de beneficios a quienes nada aportaron, porque fueron premios otorgados a la militancia, al pago de favores políticos y a la propia desviación de fondos.
   Ahora habrá que afrontar el pago de los juicios perdidos.
   Ese detalle parece no importarles a las autoridades, porque ya encontrarán la manera de patear el problema hacia más adelante, para que lo pague otro.
   Y si no es de la misma bandera política, mejor todavía.

EL PASEO CAMPORISTA



   Los que amamos recorrer el mundo, conocer otras culturas, gozar comidas que solo vemos en los canales gourmet, fotografiarnos en rincones mágicos, podemos llegar a entender la actitud de quienes viajan gratis, aunque seamos nosotros los que les pagamos.
   Sin contar con los más de trece mil empleados que se habrán de incorporar al plantel estatal nacional en 2015, con los que tenemos ahora nos basta para amargarnos y pensar en las grandes injusticias de la vida, alentadas por el propio sistema que hace ondear la bandera popular.
   Tampoco es cuestión de negarles el placer de militar porque seguramente, aparte de las ventajas que representa correr con el caballo del comisario, lo hacen por convicción ideológica y con certeza lo sospecho, algunos por vocación de servicio.
   Pero lo importante sería que a los costos de semejante excursión por Europa y los odiados Estados Unidos, los pagara el partido en el que están alistados y no el conjunto de la sociedad que a lo mejor piensa distinto, pero tributa religiosamente sus impuestos.
   Pasearon, conocieron, censuraron a ciertos medios en ciertos lugares, visitaron algún free-shop y tuvieron en Roma el privilegio de compartir demasiado tiempo con el otrora descalificado Bergoglio, cuando no era Papa.
   Si hasta le llevaron un sorpresivo regalo.
   Algún ocurrente operador turístico, hubiera anunciado ese periplo, “con aéreos, pensión completa y papelón incluídos”.

MEGACAUSA DEL REGISTRO

   La Corte Suprema de Justicia de la Nación se expidió recientemente sobre el recurso de queja en contra de la prisión preventiva presentado en los casos de Ricardo Tozzi y Juan Carlos Fraga dentro de la megacausa del Registro de la Propiedad.
   Manifiesta la Corte que "comparte y hace suyos  los fundamentos y conclusiones del Procurador Fiscal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a cuyos términos se remite, y hace lugar a la queja” dejando sin efecto la sentencia dictada por el máximo tribunal de Córdoba.
   ¿Qué había dicho la Procuración  meses atrás en el dictamen que ahora confirma la Corte?. Que la prisión preventiva dictada poseía una fundamentación sólo aparente y no ajustada a requerimientos constitucionales.
   Que no se respetaba la Convención Americana de Derechos Humanos que establece que nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios, que la arbitrariedad implica incorrección e injusticia, que no se respetaban a los derechos fundamentales del individuo, que se rechazaban de manera dogmática los argumentos de la defensa, sin dar explicaciones ni exponer el razonamiento realizado.
   También, que el tiempo excesivo de prisión preventiva equivalía a tratarlos como condenados, pese a ser inocentes hasta pasar por un juicio.
   En definitiva la Corte ahora confirmó nuevamente, como también lo habían manifestado reconocidos organismos de derechos humanos,  que la prisión preventiva convertida en norma en la causa Registro fue inconstitucional, arbitraria, incorrecta, injusta, excesiva, y violatoria de los derechos fundamentales y de los Tratados Internacionales.
   Estas duras palabras cobraron vida en los cientos de imputados y familiares que resultaron víctimas de esta situación, y está en riesgo toda la población cuando la Constitución deja de ser la guía para quienes administran Justicia.

LOS SEPARADORES DE CARRILES

  Ya están incorporados a la cultura mediterránea esos palitos verticales que decían eran flexibles, ubicados para la separación de los carriles en las principales avenidas y en otros puntos estratégicos de la ciudad.
   Cada uno cuesta nada más que mil pesos.
   A lo mejor su precio real es de cien, pero así se dibujan los valores cuando quien paga es el Estado, y el Estado somos todos.
   Dieron buen resultado en cuanto al ordenamiento y se ha ganado en dinamizar la circulación de vehículos, por ejemplo, en Isabel La Católica -que antes era La Caótica- apenas cruzando las vías del tren.
   Pero esos palitos, pendorchos, mástiles enanos o como quieran llamarles, son prolijamente destruidos en la mayoría de los casos, por los ómnibus del servicio urbano de pasajeros, de acuerdo con la documentación gráfica que tienen las autoridades municipales.
   Es hora que los dejemos de pagar los que no los rompemos y estamos obligados a respetarlos y para su control están los cientos de zorros verdes para controlar la supervivencia de esos instrumentos del tránsito.
   Así como es infracción estacionar en doble fila, de la misma manera se debe sancionar a los responsables del daño, que muchas veces -así lo refieren testigos- son con clara intencionalidad, como jugando al bowling.
   Cuando a las prestatarias infractoras semanalmente les cobren cuatro o cinco pendorchos, palitos, mástiles enanos, palos de bowling o como quieran distinguirlos, los empresarios como siempre al sentir afectadas sus utilidades, pondrán el grito en el cielo.
   Y vendrán las chicanas, los amparos y las negativas, de un sector históricamente acostumbrado a no perder jamás.
   Alguna vez tendrán que pagarle a la sociedad, todo el tiempo que le roban manejando a su antojo las frecuencias.

EL CULEBRON DE CABLEVISION

   La postura abiertamente dilatoria y antojadiza de CableVisión en el sentido de la permanente interposición de chicanas -seguramente con el amparo de las leyes vigentes- para incumplir una resolución judicial, desnuda sin maquillajes un estilo caprichoso y prepotente de mirar las cosas, interpretarlas y obrar en consecuencia.
   Es la misma actitud de soberbia que asume a la hora de brindar calidad de servicios, porque si entramos al análisis de lo que ofrece por precios exorbitantes tanto en la TV por cable o su prestación de Internet, sin esfuerzo alguno podemos encontrar fallas que rozan lo delictual por su cercanía con la estafa a la fe del usuario.
   En los canales dedicados al cine dentro de la grilla común se reiteran las películas apolilladas por su propia historia, reiteradas hasta el hartazgo, que ni siquiera despiertan la atención de los curiosos. Para acceder a otra calidad de filmes, los cinéfilos deben contratar prestaciones extras, pese a lo cual también se observan molestas reiteraciones y películas como Los Intocables, ¿Conoces a Joe Black?, Testigo en peligro, La vida de Pi o muchas otras.
   Se pagan 6 megas –es un ejemplo- por la conexión a Internet y haciendo las mediciones, la realidad muestra que no llegan a brindar ni dos megas. Reclamar supone colocarse en una larga cola de abonados con idéntico problema, que seguramente persiste por la sobrecarga de venta que no alcanza a cubrir la demanda.
   Basta con llamar al servicio “de distracción al cliente” con el fin de conocer las condiciones de desvinculación, para que CableVisión por medio de sus operadores descerrajen una catarata de ofertas tendientes a una tardía fidelización, porque si lo que buscan es conservar al cliente, no debiera ser necesaria la amenaza del retiro para que ellos favorezcan con promociones.
   Estos detalles sirven para acentuar la impresión generalizada de una altivez afirmada en su situación virtualmente monopólica, que le hace desoír el clamor popular de un mejor servicio acorde con su elevado costo, aunque CableVisión incluso ahorre con su costumbre de no enviar la factura impresa ni el folleto con la programación mensual a la totalidad de sus adherentes.
   Negar en este caso por razones políticas o ideológicas la inclusión de un canal local de noticias 24 horas, más que capricho suena a improcedente tropelía, porque no deja de ser un avasallamiento a la libertad de elegir que tiene el ciudadano.
   La postura del prestador de cable se aproxima peligrosamente y ahora sin depilarse, a una censura previa como la que -con la aceptación de la mayoría de la corporación mediática de entonces- aplicaban los ilegales dueños del poder en los más oscuros y recientes años de nuestra historia.
   ¿Le molesta a CableVisión que exista una voz eventualmente discordante con su manera de pensar, de hacer o de omitir?
      Sería saludable que la cúpula de CableVisión pensara y obrara con respeto a las libertades ajenas, al menos cuando al ciudadano le toque elegir el origen, la postura política o el enfoque ideológico de lo que quiere ver y escuchar.
   Y hacer suyas las sabias palabras de Sir Winston Churchill: “La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás”.


























22 de septiembre de 2014

El maldito despilfarro





Pagar más de un millón de pesos por tener
en Córdoba a Tévez y Maradona, desnuda
la personalidad de alguien que persigue la
quimera de disfrazar su escondida frialdad

Bien sabemos que por lo general y con algunas excepciones, los políticos y más aún los gobernantes cuando alcanzan un sitial de poder, pierden todo aquello relacionado con el respeto hacia las prioridades que marcan las necesidades y los reclamos de la gente.
La óptica de esa casta privilegiada parece caminar siempre a contramano de una crítica
realidad que están obligados a conocer, porque -como irritantes ejemplos- erigen faros donde no existe ni existirá el mar, puentes donde no pasa ni pasará un río, regalan computadoras a niños subalimentados, construyen una terminal de ómnibus digna de Venecia o subsidian a lucrativas empresas cuarteteras que llevan gente para sacarse la foto populachera con ellos, que caiga simpática a los numerosos cultores de esa manifestación, digamos “artística”.
Me juego la cabeza que los tecnócratas y economistas de cartón, por naturaleza indiferentes al dolor ajeno, saldrán diciendo que a la hora de dividir un millón de pesos en un millón de afectados resultaría un mísero peso “per cápita” y eso es matemáticamente irrefutable aunque humanamente asqueroso.
Traer a Córdoba nada menos que a Carlitos Tévez y su séquito de amigos y hacer lo propio con el devaluado Diego Maradona, representó para las alicaídas arcas cordobesas una erogación que superó el millón de pesos y nadie acierta para qué vinieron, si no fue para posar con altos funcionarios que ahora tendrán atesoradas esas imágenes en un rincón de su narcisismo.
Sumemos a estos casos el lujurioso derroche de los dineros públicos, invertidos en ese
capricho de la instalación en la opinión pública, de las veleidades presidencialistas del Sr. Gobernador, absorbido más por esa campaña de trasnochadas utopías que por los problemas de una provincia super endeudada como lo es Córdoba.
Y mientras tanto, también por citar un solo ejemplo, los jubilados provinciales -hay que reconocer que la mayoría está bien paga- han sido condenados a esperar seis meses la liquidación de sus ajustes de haberes que reciben envilecida por la inflación, porque la provincia no está en condiciones financieras de respetar la ley.
Al ser los más vulnerables y con menor “poder de fuego”, mecanismos de protesta o apoyo de los olvidadizos gremios, deben resignarse al despojo mientras desde el gobierno siguen gastando en inútiles y repudiables estupideces.
Lo de Tévez y Maradona es para la indignación.
Los otros gastos inservibles son para la pena y la vergüenza.
Gonio Ferrari


21 de septiembre de 2014

S.L.B. - Domingo 21-09-14. LA PRIMAVERA-NECESARIA EXPLICACION-MAXIMO LANZAMIENTO-VISITA PAPAL-MEGACAUSA-TRES AÑOS DE MESTRE-GOBERNADOR SELECTIVO-APRESURAN ALIANZAS, etc



Desgrabación de comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” emitido el 21-09-14 por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

LA PRIMAVERA



    Me provoca un enorme placer evocar las expectativas con que esperábamos cada 21 de septiembre, porque eran mayores que para la nochebuena, el año nuevo o el propio cumpleaños.
   Más allá del clásico picnic junto al río, del acné, de la primera curda con sangría o del piquito que robamos a la compañera de banco, estaba aquella maravillosa actitud de saberse joven, mucho más joven que los anticuados y vetustos viejos de 30 años.
   Esperábamos ese día, el Día de la Primavera, el Día del Estudiante, sin conocer ni sospechar la preocupación de alguna profesora, que debía ingeniárselas para contener a esa banda mafiosa de 40 vándalos que aguardaban de ella algo más que el pancho, la medialuna y la coca, sino a veces descubrirla como mujer, hipnotizados en el escote o en las piernas.
   Bariloche estaba demasiado lejos, no era moda y entonces el Parque Sarmiento, los Pozos Verdes, la pileta San Cayetano, las costas del Lago San Roque o las orillas del Suquía en La Calera eran las accesibles metas de nuestra liberada, evidente, húmeda e irrefrenable revolución hormonal.
   Nadie por entonces tenía la idea del paco, del raviol ni del porro, sino la fijación del Saratoga o el Wilton a escondidas y del porrón, en los tiempos que el fernet era un remedio.
   La mayoría de los enfervorizados varones tomaba a su cargo en la secundaria -esperando que atendiera el farmaceutico- la sonrojada vergüenza de comprar un preservativo, dentro de la mayor ignorancia acerca de su colocación y uso práctico.
   ¡Eramos tan pavos!, inequívoco signo de nuestra edad.
   Y ellas tan bellas, esquivas y deseables, como lo imponía nuestra libido en los gloriosos tiempos de su crecimiento y explosión.
 
   Pero ahora, antes de encarar la inevitable tarea de plumerear el nicho y por una cuestión de nostalgia, asumimos pese a todo la íntima llegada de la mejor estación del año, divagando en sueños la quimera que los almanaques y los relojes se hubieran detenido.
   Porque es una cuestión de saber vivir.
   De saber crecer y madurar con dignidad, porque es una afrenta a los tiempos empeñarnos en ser eternamente jóvenes.
   Lo trascendente, es evitar la pena de sentirse viejo.
   Por esa juventud de hoy a la que miramos con el amor y el respeto de la inútil envidia, mi cariño y el brindis jubiloso.
   Como todos los jóvenes se lo merecen.
   Y que nosotros, alguna vez, también lo merecimos.
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NECESARIA EXPLICACIÓN

   Sin mediar siquiera una conversación informal, me alteraron la estructura de “Síganme los buenos” y creo que la audiencia merece alguna explicación, al menos de mi parte.
   En cualquier otra radio no lo permitirían, pero aquí, lo reitero por enésima vez, gozo como es absolutamente lógico, de salvaje libertad.
   Nada tengo contra los locutores con años en esta casa; me unen a ellos sólidos afectos, ni con los debutantes.
   Síganme los buenos ha sido un trampolín para que varios trascendieran y algunos emigraran.
   Esto del cambio ocurre porque más que la calidad del producto, sospecho que se anteponen los padrinazgos, los caprichos o los compromisos de otra índole.
   Saben que este programa es para un conductor y una voz femenina, como siempre lo fue, y cambiarle el estilo ha sido una medida unilateral que a lo mejor no está vedada por el contrato, pero están de por medio una trayectoria, el sentido común y más que nada el debido respeto.
   Soy un profesional con 56 años en la actividad periodística y entiendo por experiencia que ante estas situaciones, el que se enoja pierde.
   No estoy enojado ni pienso estarlo.
   Pero estoy seguro que a esto lo hicieron, precisamente, por estar enojados, vaya Dios a saber por qué.
   Sinceramente de corazón, quiero agradecerles por hacerme tan importante.
   Por mi parte y humildemente siempre mejor, siempre más lejos, siempre más alto.
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EL MAXIMO LANZAMIENTO “K”

   Refieren los memoriosos que una de las últimas apariciones casi públicas del hijo pródigo fue cuando tuvieron que ocupar uno de los aviones de la flota presidencial -Boeing 757- a mediados de junio de 2012, porque el joven según se comentó en aquel entonces padecía un cuadro de artritis séptica en la rodilla de su pierna derecha. La izquierda, sin problemas.
   Es incuestionable el uso del avión, porque así lo autorizó Néstor siendo presidente por decreto nº 648 de mayo del año 2004 y en el terreno de lo anecdótico quedó para el recuerdo el costo que tuvo el operativo traslado desde la Capital Federal hasta el lejano sur para buscarlo y el regreso, todo por la bicoca de 80 mil dólares.
   El tiempo transcurrió, esos años en que los chicos crecen fueron pasando, nació La Cámpora y contra la creencia generalizada, cero coincidencia con la organización Montoneros, alentada desde el peronismo hasta que por su giro ideológico fueron echados de la Plaza de Mayo por el mismísimo Juan Domingo, quien los calificó como “imberbes y estúpidos”.
   Dicen que La Cámpora, inspirada en la lealtad de “El Tío” hacia Perón, está conformada por jóvenes amantes de la democracia, sensibles a las demandas sociales y acérrimos defensores de los derechos humanos. También los años pasaron para ellos y se fortalecieron con la Sra. Cristina en la presidencia, llegando a ocupar elevados cargos en empresas del estado y en la conformación de los equipos de mando de los ministerios.
   Es de La Cámpora el privilegio de contar con ciertas “bolsas de trabajo” para sus militantes, tales los casos emblemáticos de Fadea en Córdoba donde ingresaron alrededor de 4.000 y de Aerolíneas Argentinas, que les habría dado conchabo a otros tantos. 
   Cristinistas a ultranza, algunos dirigentes cometen la torpeza de considerar “destituyentes” o traidores a la Patria a todos aquellos que no comulguen con sus postulados.
   El éxito de la convocatoria al show estreno de Máximo, es sin dudas un premio al nivel de movilización que poseen los jóvenes militantes, al estímulo por los nombramientos y planes que reciben y sin dudas a su convicción en el sentido de estar viviendo en el Paraíso, donde no existen la inflación, la inseguridad, el desempleo, la corrupción ni las desigualdades sociales. Algunos a ese estado casi catatónico del alma le llaman onanismo partidista.
   No quisiera caer al desatino de evaluar la calificación de la inefable doña Hebe quien se despachó diciendo que Máximo era un gran político, porque la seriedad de sus apreciaciones no encajan si uno recuerda que de Schoklender supo resaltar su condición de brillante hacedor de cosas.
   Un discurso obviamente de principiante utilizando frases elaboradas que el muchacho “junaba como de reojo” en la tarima.
   Lo importante que el mensaje, lejos de ser subliminal, fue directo hacia el hígado, el corazón y todas las entrañas del justicialismo, resumido en un no dicho “nos queremos quedar”; al dejar de lado el milagro de la resurrección, pero insuflándole oxígeno a la alternativa del “intentaremos seguir”, lanzando el desafío de competir con ella y adelantando la certeza de humillar con votos a una oposición fragmentada en la que nadie -por eso de las humanas miserias- quiere ser acompañante del postulante presidencial.  
   Si lo que se busca es la continuidad, para eso están los mecanismos idóneos que hasta pueden permitir saltear algunas etapas de lucha interna, con la sola postulación de Máximo o de Mongo, en la misma medida que públicamente reclamó la posibilidad de que su madre, en las urnas, defendiera el lugar alcanzado. Entonces y con su misma línea de pensamiento, que el joven se postule y se deje de sembrar dudas e intrigas dentro del mismo partido, si es que los K fueron o siguen siendo peronistas.
   Nadie sabe a ciencia cierta si desde adentro o desde afuera han comenzado la tarea de agitar el fantasma del malestar social, y su eclosión es una perversa manera de instaurar el miedo, ese miedo destructivo e incontrolable que tanto daño nos hiciera como sociedad en los oscuros años de todas las tiranías.
   A lo que nadie tiene derecho ni merece perdón, es a pisotear la letra y el espíritu de nuestra Constitución Nacional.
   Porque si alguien lo hiciere no se lo demandarán la Ley, la Patria ni los Santos Evangelios, sino la misma base de raigambre popular a la que tan mañosamente se pretende salvaguardar, acentuando la hegemonía y el autoritarismo y soñando con instaurar una absurda cuan peligrosa e inmerecida dictadura.

EL COMPLOT Y LA VISITA PAPAL



   En su tercera visita al Santo Padre, me parece que nuestra presidenta le agregó un alto valor ideológico, más allá de lo protocolar, con la masiva asistencia obviamente a cargo de todos nosotros, de dirigentes del núcleo que más la apoya en su gestión, salvo el twiteado despecho de Luis D’Elia, autotitulado el patito feo de los “cumpas”.
   El encuentro con todos fue variado como lo fueron los regalos, desde retratos y alguna obra de arte, hasta salames y remeras con las que se distinguen los camporistas en sus encuentros.
   No quisiera, por respeto más que nada, erigirme en intérprete de las actitudes papales, pero al recibir la remera Francisco -ahora de todos… y de todas- hizo un gesto de sorpresa, que sin dudas encerraba la cristiana actitud de poner la otra mejilla.
   Eso pasó, quedaron los videos, las fotos, sin dudas las anécdotas y los gratos recuerdos de una visita de tamaña trascendencia, que jamás se hizo ni por asomo cuando Jorge Bergoglio, en Buenos Aires, era el peor de todos.
   Después vinieron los temas de las amenazas y del complot desequilibrante y destituyente, en una repartija de culpas y sospechas que fueron prolijamente instaladas en nuestra sensibilizada sociedad.
   No vale la pena, porque para eso están los especialistas, entrar al análisis de esas cuestiones, a las que prefiero tratar con sentido anecdótico más que efectista, como se busca desde el poder.
   La culpa, siempre, siempre es de los demás.
   Cuando llegue el postergado tiempo de la autocrítica, es que los argentinos habremos madurado como debe ser, desde arriba hacia abajo, con el ejemplo y la honestidad de reconocer errores.
   Mientras esto no suceda, seguiremos asumiendo, como también desde el poder, el penoso papel de víctimas.

LA MEGACAUSA DEL REGISTRO

   Justicia Legítima es una Asociación Civil que reúne a personas de distintos espacios comprometidas a trabajar en forma activa para lograr una justicia independiente y transparente. Afirman que si una Justicia no es legítima, deja de ser justicia, pierde su sentido, sus metas, sus aspiraciones y su obligación.
    Ninguna sociedad se sostiene sin la aspiración de justicia y lo característico de una justicia legítima son los intereses que ella preserva, prioriza y defiende. Los niveles de democracia de un país se miden por la capacidad del orden jurídico de llegar a los excluidos por medio del ejercicio real y concreto de sus derechos.
   Entonces, y siguiendo esta definición, una justicia legítima es aquella que respeta la libertad y los derechos de los individuos, que reconoce el principio de inocencia y no acusa en prohibidas “comisiones especiales”;  que no extorsiona con años de prisión preventiva  y, por sobre todas las cosas, una justicia que no es selectiva sino igual para todos y que no persigue ciudadanos comunes para proteger a poderosos. 
   En Córdoba existen magistrados que son miembros de esta Asociación y que se han pronunciado a favor de un Poder Judicial que no proteja los intereses de los poderosos  relegando a los más vulnerables, que escuche y que tenga celeridad en sus procesos.
   Sin embargo, resulta curioso que, en la práctica, uno de esos magistrados ha confirmado repetidamente las prisiones preventivas convertidas en regla de la causa Registro, y, precisamente, las de los más vulnerables, los que vivían de su trabajo, los que no podían escaparse, los que no tenían medios para vivir en la clandestinidad,  que además no fueron escuchados y sí sometidos a larguísimos procesos que todavía continúan.
   Si lo que se predica en Córdoba es justicia legítima, lo que se practica en la causa Registro no es otra cosa que justicia ilegítima.
   Cumplir con la ley y la Constitución nos llevará a alcanzar Justicia, sin andar agregándole tantos y tantos adjetivos.

LA MUNI: TRES AÑOS DE MESTRE

   Sin el apuro de los ansiosos por integrar una fórmula o por decidir el lanzamiento hacia la repetición de su ajetreado mandato o la tentación de gobernar la provincia, el joven intendente participó de un acto para celebrar los tres años de su gestión al frente del municipio.
   Sintéticamente y sin que signifique caer al error de considerar malo todo lo que se hizo antes, Ramoncito tomó el mando en una ciudad que ya tenía heridas y moretones.
   Una ciudad desquiciada por algo parecido a la anarquía urbana, cientos de baches, escaso alumbrado de calles, transporte en crisis, cloacas y desagues insuficientes y colapsados, salud pública con fallas, peleas entre taxis y remises y el sempiterno estado de conflicto permanente que desde años atrás -con una tregua en el juecismo- instaurara el duro sindicato de municipales.
   Cicatrizar esas heridas y poner a la ciudad en terapia intensiva lleva su tiempo y no es cuestión de encapricharse por la oposición en sí.
   A la hora  de mirar la copa medio llena, vemos los logros en materia de transporte público, acerca de lo cual las quejas se acallaron con calidad de servicio.
   O el tema desagües que era un drama en varios sectores, ahora agradecidos por las obras realizadas.
   En el alumbrado público hay mejoría, aunque de alguna manera hay que terminar con el vandalismo, igual que en plazas y paseos donde el mobiliario es boludamente destruido por los mismos que después se quejan.
   Posiblemente sean las cloacas, esas obras que no se ven, la materia que la administración Mestre exhibe un retraso que sería necesario superar.
   Ya sé. Me dirán que algunos actos de corrupción están pendientes de esclarecimiento y es cierto, pero lo mejor es dejar que actúe la Justicia, ámbito en el que ahora se encuentran las actuaciones.
   Salvando las diferencias, lo de Mestre es igual que el caso de Aimèe Boudou, pero un poco menos pretencioso.

GOBERNADOR SELECTIVO

   Pasea su estampa, el cabello revuelto y prolijamente canoso, su saco rosa y el cordobesismo en el habla y en los gestos, por todos los canales de televisión porteños donde gustosamente le aceptan la pauta publicitaria, y en los locales donde la inversión en tal sentido es cuantiosa.
   Lo curioso es que no lo hace aquí, en esta casa, que es la casa de la cuatrisecular Universidad Nacional de Córdoba que lo tuvo como alumno, orgullo latinoamericano -la universidad- no tanto por su antigüedad y por otros blasones como la Reforma del 18 o su elevado nivel docente.
   No es que duela por los dineros que se dejan de recibir, sino por esa manía de esquivar el diálogo, la discusión, el enfrentamiento o la confrontación de ideas que desde el disenso nos lleve a lo positivo y superador, en un placentero y vital ejercicio de la democracia.
   Tengo entendido que desde tiempo atrás, distintos espacios de esta casa han requerido la presencia del Sr. Gobernador precisamente para eso: para sentirnos parte de la práctica democrática y no solo de su declamación.
   No es mi caso, porque conociendo cuál será la respuesta, prefiero canalizar el esfuerzo hacia otras temáticas.
   Aceptar las críticas y receptar inquietudes que van más allá del hipócrita palmeo de espaldas, debiera ser parte del estilo de los gobernantes, obligados a rendir cuentas de sus actos no tan solo en los ámbitos donde recogen aplausos.
   El respeto hacia la diversidad de opiniones y de criterios es también una de las materias pendientes, en esta escuela del cordobesismo donde algunos alumnos han aplazado al profesor.

APRESURAN LAS ALIANZAS

   A veces lleva a risa, por indignación e impotencia, que muchos políticos pongan más esmero en las sordas luchas por mantener el poder, que en la gestión para la que fueron elegidos.
   Aguad, quien zafó judicialmente en Corrientes, quiere a toda costa ser gobernador de Córdoba después de haber recreado su paso por ministerios, intervenciones, bancas y vaya a saber qué otro conchabo, siempre de la órbita estatal.
   Para eso apretó el acelerador, cuando su amigo, o ahora ex amigo Mestre, estaba con el freno o al menos el embrage apretado.
   Es que a lo mejor la tentación de acollararse con Macri le resulta superior a la deteriorada disciplina partidaria.
   Todo quiere ser de apuro, cuando lo que se imponen son la mesura, el análisis, la honesta autocrítica y una evaluación desapasionada de los propios antecedentes, con relación a la calidad de la gestión realizada.
   Cuando el rubro fracasos integre esa íntima evaluación, no serán pocos los políticos que se vean obligados a dar un paso al costado, o alejarse definitivamente de la pretensión de cargos electivos.
   Por ahora, lo que debieran hacer, es comprometerse en beneficio de la gente que los colocó en el lugar a donde llegaron, y no encapricharse en la sórdida lucha por una permanencia en el candelero que muchos no merecen.
   Es hora de trabajar.
   Para trenzar, siempre hay tiempo.