28 de enero de 2018

S.L.B.: EL EXJUEZ ZAFFARONI Y SU METAMORFOSIS A GOLPISTA - LA CURIOSA CICLOTIMIA SALARIAL DE LA EPEC - NUESTRO TRANSPORTE URBANO EN CAIDA LIBRE - LA MEGACAUSA Y DENUNCIAS QUE SE APOLIYAN - EL MINISTRO MASSEI Y EL SUEÑO DE LA ISLA PROPIA - APROSS, MENOS PRESTACIONES Y COSEGURO (PLUS ENCUBIERTO) MÁS CARO - LLEGAMOS A LAS 500 EDICIONES Y VAMOS POR MÁS, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” que emiten en dúplex AM580 Radio Universidad de Córdoba y su FM 88.5. En la edición n° 500 del 28/01/18 estos fueron los temas principales:

POCO ELEGANTE CRUCE DE VEREDA
   A lo largo de la historia se han venido haciendo más frecuentes los cambios de vereda en la actividad política, incluyendo los casos de panquequismo, traiciones manifiestas, desencantos o tentaciones de mayores beneficios con el cambio de camiseta.
   Todo esto incluyendo al deporte, pero eso viene desde que se profesionalizaron las actividades del músculo.
   Es así que estamos cansados de ver, a lo lejos y muchos casos demasiado cercanos, a personajes que militan en una corriente, luego pasan a otra, después optan por una tercera y finalmente suelen recalar en la que está más cerca de poder.
   Para algunos la explicación es muy simple, conociendo la idiosincrasia de ciertos especímenes no muy fuertes en sus convicciones, como para sostener que no son ellos los que cambian, sino los gobiernos.
   Pero existe, digamos que al margen, una leve sospecha con relación a esas conductas tan poco elegantes, y es la de suponer que si los cambios son tantos y buscan siempre un destino que les otorgue poder e impunidad, no quedaría otro lugar para anidar que los servicios de inteligencia ya sean del estado argentino, o no.
   Dejando de lado esas elucubraciones nacidas probablemente en la desorientación, duele leer algunas declaraciones de quien fuera miembro de nuestro máximo tribunal de Justicia de la Nación e integrante de organismos internacionales que dicen defender los derechos humanos.
   Más allá o más cerca, que Eugenio Zaffarioni -por decirlo de manera diplomática- haya tenido una vida de quilombo en quilombo, no daba para pensar que de paladín de las leyes, puntal de las libertades, cayera a ese pozo inmundo donde se revuelcan los enemigos de la democracia; los que viven pensando en avasallar las elecciones de las mayorías y las determinaciones de los pueblos soberanos con relación a quiénes quieren que los gobiernen.
   En el anecdotario de este personaje figuran numerosas perlitas, pero solo basta citar a dos de ellas para tener una cabal imagen de su personalidad: una, la de suponer que el narcotráfico se terminaría si se legislara para que en cada esquina, por ejemplo, cualquiera pudiera vender y comprar cocaína libremente y sin cargos de conciencia.
   Y otra, aquella terrible y ofensiva aseveración que no podía existir violación si en el lugar del hecho reinaba la oscuridad.
   Argumentos que seguramente y en su momento fueron utilizados como señuelos, para medir reacciones de la gente y luego pensar con mayor fundamento acerca de alguna medida o determinación a tomar desde el poder.
   Ahora Zaffaroni, hombre nominado en el Poder Judicial por el desgobierno militar en tiempos de Videla, pasó por todos los colores ideológicos y ahora se despachó con ese, su deseo, que el actual gobierno nacional no termine su mandato y se mande a mudar lo antes posible.
   Muchas cosas pueden haber sucedido en la mente de una persona culta, jurídicamente letrada, como para virar de manera tan violenta en lo que se supone eran sus principios innegociables que afirmaban su conducta.
   O frecuentar lupanares le cambió la concepción de las cosas, o por la vía del escándalo está buscando que lo tomen por loquito como para no rendir cuentas de todo lo que habrá hecho, en su momento, para burlarse se su propia madre, si es que se trata de un hijo de la Justicia.
   Es probable que el tiempo disipe esta y todas las otras dudas que rodearon su vida.

CICLOTIMIA SALARIAL EN LA EPEC
   Nadie le puede exigir a un directivo de nuestra basculante Empresa Provincial de Energía de Córdoba que deje de cambiar su auto particular cada año, o año de por medio, porque se supone que es dueño de su dinero.
   Pero si parte de ese dinero es mío, las cosas cambian y no me gusta que malogren con destinos no deseados los frutos de mi esfuerzo; de mi trabajo, de mis desvelos.
   Eso es más o menos lo que ocurre cuando nos enteramos que en marzo todos los dependientes de la EPEC salvo algunos casos aislados de manifiestas inconductas, cobrarán un paquete de plata al hacérseles efectivo eso tan pomposa como injustamente caratulado “bonificación a la eficiencia”.
   Imagino con cuánto pesar se le atragantará la comida al pobre cordobés que vio de qué injusta manera entraba a los hediondos campos de la putrefacción un par de asados que tenía guardados en el freezer, hamburguesas para los chicos y otras mercaderías que perdieron el resguardo del frío.
   Ni hablemos del enorme perjuicio a los comerciantes afectados.
   Lo mismo que aquellos otros que vienen penando desde hace tiempo intentando que les reconozcan que fueron las diferencias de voltaje antes o después de un corte del que EPEC culpa al calor o al frío, los que terminaron con el plasma, el microondas y todas las lamparitas de su casa.
   De todos estos casos se pueden contar por cientos, pero partamos de la base que la mayoría de las empresas son insensibles, se miman hacia adentro en lugar de hacerlo con sus clientes que les fabrican su riqueza y miran con indiferencia la desgracia ajena, despedazando aquello tan pregonado como hipócrita de la responsabilidad social empresaria.
   Que lo cobren los operarios aunque para el resto aparezca como premio exagerado, porque lograron introducir esa obligación en el convenio laboral, es otra cosa. Si los otros envidian, que luchen para conseguirlo, aunque no todos tienen como rehén a toda una provincia para apoyar sus demandas y caprichos.
   Pero que se pongan en la cola para cobrar los nombrados en la planta política, es de una llamativa caradurez, porque la mayoría si de trabajar se trata ha transpirado menos que un esquimal, pero a la hora del cobro no se lo quieren perder.
   Pero uno es tan desconfiado, que le puedo asegurar que ahora no cobrarán esa pomposa bonificación por eficiencia, de una empresa con servicios ciclotímicos que se quedó en el tiempo en materia tecnológica y sigue prometiendo la Central Pilar.
   Pero pasado un tiempito, ya lo verán si son curiosos y hacen luego culto a la memoria, que encontrarán la manera de no sentirse marginados.
   Así es el ser humano: que te toquen cualquier cosa, incluído el tugges, pero no se metan con la Vieja ni con mi bolsillo.

NUESTRO  LAMENTABLE TRANSPORTE URBANO
   Es la realidad lo que nos obliga a ser temáticamente recurrentes e insistir con dos aspectos que mantienen en jaque la paciencia del cordobesismo, tanto de la capital como de todo el resto de su geografía.
   Pero ahora nos ocupemos de uno de ellos que es el transporte y luego hablaremos de la inseguridad.
   Parece que no hay manera de hacerles cumplir a los señores empresarios del servicio de ómnibus y troles de la ciudad, que existe un diagrama de frecuencias que ellos vaya a saber por dónde se lo pasan, porque ya es bochornoso su incumplimiento, lo que los haría pasibles de severas sanciones.
   Pero si el poder concedente mira hacia otro lado, estos señores de las empresas hacen lo que se les canta, regulan las prestaciones y encienden la indignación de los usuarios, obligados sostenedores de un sistema perverso que ningún intendente ha logrado domar.
   Hace tiempo y lo aseguro como usuario frecuente de los ómnibus y troles cuando vienen, que no se advierte la presencia de inspectores que controlen las prestaciones ni se sabe que haya personal municipal afectado a esa delicada tarea, que es en beneficio del pasajero.
   Por un tiempo habilitaron paradas que les llamaban “inteligentes” porque avisaban la proximidad del ómnibus, pero creo que fue un fracaso tan rotundo que no sé si está funcionando en alguna parada, de las que todavía quedan sobre 27 de Abril, al costado de la Catedral.
   La cuestión es que día a día, cuando se han terminado las clases y las escuelas están esperando que las pongan en condiciones -lo que nunca se logra antes del reinicio del ciclo lectivo- las frecuencias del transporte urbano se van acomodando de mala manera, alimentando la bronca de la gente.
   Y otro detalle: todavía funcionan esos viejos “saunas móviles” que usaban en la helada Rusia pero que aquí generan al menos en verano y en algunos días del invierno, verdaderos festivales del sudor y sus nasales consecuencias.
   Antes entre un trolebús y otro no pasaban más de siete u ocho minutos y ahora esas demoras en muchos casos se han triplicado, al igual que en los corredores de los ómnibus.
   Así están las cosas, si hablamos del servicio diurno, porque el nocturno es catastrófico, con tardanzas que -así lo he comprobado- superan una hora y eso en una ciudad como Córdoba no puede tolerar.
   Bahhh… aparte que no puede ser, las condiciones están dadas para que siga siendo posible esa afrenta a los usuarios, mientras la autoridad no actúe como tales.
   No hay peor enemigo del ciudadano, que permitir la existencia de la anarquía urbana.
   Así como la sentimos y la padecemos ahora…

LA MEGACAUSA Y CUESTIONES APOLIYADAS
   Este jueves 1 de febrero próximo, con el inicio de las sesiones legislativas, el gobernador de nuestra provincia anunciaría el ya confirmado cierre del fuero Anticorrupción.
   La expectativa será saber qué va a pasar con las varias decenas de causas que dormían y sin dudas aún se apoliyan en sus cajones, en especial las que cuestionan o denuncian a altos funcionarios del gobierno en curso.
   La incógnita, según se comenta, es si serán distribuidas por sorteo entre las diferentes fiscalías o asignadas a alguna en particular. Existe en nuestros poderes, una imaginativa y nada sana costumbre de "dedodirigir", y en el caso de las causas judiciales un ejemplo palpable de ello es la comisión especial "dedonombrada" para investigar y juzgar la causa del Registro de la Propiedad, que dictó  prisiones preventivas sistemáticas para la mayoría de los imputados, situación que fue internacionalmente condenada, y posteriormente legalizó con las condenas esas prisiones ya cumplidas.
   En ese camino de  "dedodirección" son casi predecibles, y legítimamente  cuestionables tanto los resultados,  como las masivas condenas de trabajadores sin ninguna jerarquía en el Registro o la impunidad de los poderosos en el fuero anticorrupción.
   Será el momento de estar atentos para que los nuevos cambios puedan garantizar la justicia por encima de la impunidad y la corrupción y también más allá de los amiguismos políticos y de los compromisos partidarios.

EL MINISTRO MASSEI YA TIENE SU ISLA
    Me pareció haber escuchado que el ministro a cargo  entre otras cosas de la seguridad en la provincia, sostenía que había disminuido el accionar delictivo como resultado de los operativos policiales que se realizaban.
    Así como en su momento el desaparecido Eduardo César Angeloz proclamaba a Córdoba virtualmente como una isla en el territorio nacional, lo que despertó inquietud en la oposición de entonces, ahora con lo de Massei nos gana la desorientación, porque más allá de las estadísticas dibujadas que maneja la policía está la realidad que diariamente nos ofrece la cantidad de robos, tiroteos, arrebatos, estafas, asaltos, salideras, entraderas y toda la gama del delito que se ha hecho fuerte en Córdoba.
   Y si el delincuente se queda entre nosotros, es porque nadie lo molesta o le impide seguir con sus andanzas en perjuicio de la sociedad, lo que es un dato alarmante si tomamos en cuenta que tiempo atrás el hampa debió emigrar para buscar mejores horizontes.
   Y ahora si es para caer en lo mismo de siempre, con la afirmación de que las cosas no cambiarán mientras no se implante con fuerza una política integral de seguridad, sin remiendos ni parches, con audacia y compromiso, para tranquilizar a una sociedad que vive en vilo frente a la impunidad que gozan los ladrones.
   Nunca en los últimos tiempos se dio lo de ahora, con tantos policías infieles trabajando con los delincuentes y a eso hay que buscarle el motivo que va más allá de lo salarial, sino que se inscribe en una falta de autoridad interna que imponga orden.
   Y hacer las cosas de manera tal que las leyes ayuden a los decentes y no que protejan a los delincuentes.
   Y es para decirlo una vez más: si la policía no sabe, no puede o no quiere limpiar la mugre interna, será difícil que pueda encarar con alguna posibilidad de éxito la lucha por limpiar afuera.
   El componente de la droga ha ensombrecido aún más el panorama, y está visto que pese a los esfuerzos por dominar su vil comercio, lo dejaron fortalecer durante tanto tiempo que ahora es mucho más complicado erradicarlo.
   Y ese es el motivo por el cual la iniciación en el delito es cada día más precoz y a la vez más violenta y sangrienta.
   Alguna vez nuestros cráneos gobernantes pensarán sobre el modelo cordobés, sin trasplantar modelos foráneos que poco tienen que ver con las modalidades delictuales que actúan entre nosotros.

APROSS MÁS CARA Y CON MENOS PRESTACIONES
   Partiendo de la base, la Apross no es una obra social sino una administradora de servicios de salud, lo que no es lo mismo y por eso se entiende su estructura más burocrática que humanizada y sensible a las necesidades de los empleados públicos de Córdoba, tanto activos como jubilados.
   Y como estructura comercial por sobre todas las cosas, la Apross está más preocupada en recaudar que en servir, pese a que cuenta con una masa cautiva de afiliados que pagan por adelantado a veces servicios que nunca reciben.
   La maraña administrativa que es la Apross necesita obviamente una buena cantidad de operadores, muchos de los cuales son entrenadas como máquinas de decir que no; que no corresponde, que búsquese otro médico, que eso no es una emergencia ni una urgencia y otras justificaciones que han pasado a ser frecuentes.
   Los servicios de atención de urgencias han sido tercerizados a una empresa que a veces ha confesado una demora de ocho horas para cumplir con una consulta a domicilio, a escasas 20 cuadras del centro de la ciudad.
   Y ahora, como si no le bastara las millonadas mensuales que recauda de esa clientela que a la vez es rehén, ha decidido aumentar los montos en el pago de lo que le llaman coseguro, que vendría a ser la versión edulcorada del viejo, percudido y odiado plus que muchos profesionales modificaban a su antojo.
   Ahora, blanqueada esa práctica que era considerada ilegal, habrá que pagar el 30 y pico más por ciento por las consultas y por ciertas prácticas.
   Pero el enorme volumen de dinero que ingresa a la Apross no le ha servido, por ejemplo, para reconocer y cubrir muchas dolencias crónicas y libran al enfermo a su buena o mala suerte, como por ejemplo en casos de severa y crónica hipertensión que transforma a cada paciente en una bomba de tiempo si le llega a faltar su diaria medicación.
   Para la Apross esos no son enfermos crónicos.
   Así están las cosas, en este cordobesismo que muchas veces se transforma  en mecanismo de abandono e indiferencia, especialmente hacia los jubilados con escaso poder de fuego, salvo que se encadenen a las rejas en las oficinas de La Cañada e inicien una injusta huelga de hambre.
   Porque cuando algunos medios -no todos, porque por la plata baila el mono- se ocupan de esas desgracias, es recién que les asoma algún signo de humanidad y respeto por las enfermedades ajenas.
   Ahora, el tema es simple: pague más o muérase.

LLEGAMOS A 500 Y VAMOS POR MÁS
   En cualquier actividad no es fácil llegar al número 500 sea lo que fuere: quinientos productos, quinientos socios, quinientos seguidores, quinientos admiradores, quinientos enemigos, quinientos, quinientos...
   Lo importante es que se trata de medio millar, lo que no es poco cualquiera sea la aplicación que le diéramos.
   Pero hablar de 500 programas radiales supone una elevada cuota de sacrificio y compromiso porque equivalen a 500 domingos sin asados, 500 domingos con la familia y los amigos en otra parte, 500 preocupaciones por armar previamente un producto que resulte digno para la audiencia pero también a la hora de analizarlo íntimamente.
   Llegamos a los 500 programas de este “Síganme los buenos” que al comienzo fue una aventura que continuaba otras realizaciones radiales con distintos nombres.
   “Síganme los buenos” ha sido para nosotros una agradable y placentera sorpresa, porque nos dimos cuenta de a dónde podemos llegar con nuestra mensaje directo, sin maquillajes, con absoluto y terminante respeto por la libertad de expresión y sin condicionarnos ni condicionar a nadie, eliminando cualquier maniobra cercana a la censura.
   Hemos vivido momentos difíciles en el país, en la provincia y en nuestra querida ciudad de Córdoba, pero las desgracias no aquietaron nuestro espíritu abierto, tratando siempre de satisfacer los requerimientos de los oyentes.
   Por ahora son 500, pero vamos por muchos SLB más.
   Nuestro eterno y emocionado agradecimiento a los SRT de la Universidad Nacional de Córdoba y a sus autoridades que nos cobijaron desde una década atrás o más, sin preguntarnos como pensábamos.
   Ese es el valor inconmensurable que aporta el respeto por la libertad, en este maravilloso juego cívico que se llama democracia.
   También es justo reconocer todo el trabajo casi anónimo y silencioso -curioso en una radio- de los operadores y los técnicos que nos asisten, así como el cariñoso acompañamiento de locutoras y locutores, especialmente en la persona de Carola Maldonado, la casadera y pese a su juventud la más veterana en “Síganme los buenos”.
   Párrafo especial para el Dr. Héctor “Maco” Silvestro, baluarte de la tercera edad y de su problemática y el cariño de siempre para nuestros anunciantes, que posibilitan que esta aventura continúe vigente.
   El mayor y más merecido de los agradecimientos, para el equipo de posproducción. Elaborar los contenidos para el blog con tanto cariño superando cansancios y sueño y a veces enfermedades, tiene ese agregado impagable
   Al llegar a los mil, espero que todavía estemos juntos abrazándonos, debatiendo o discrepando.
   Pero siempre con el respeto que todos nos merecemos.



21 de enero de 2018

S.L.B.: LA COLUMNA VERTEBRAL DEL PERONISMO ESTÁ INTERNADA EN TERAPIA INTENSIVA, MÁS PRÓXIMA A EZEIZA QUE A LA LIBERTAD - NUESTRO PENOSO TRANSPORTE URBANO - EL MINISTRO TRIACA ESTÁ DURANDO DEMASIADO - MEGACAUSA Y LA POESÍA URBANA - MAFIA DE LOS TAXIS EN EL AEROPUERTO - VERTIGINOSA TEMPORADA TURÍSTICA - CERCANÍA PAPAL Y ALERGIA AL PAÍS, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gopnio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” que difunden AM580 Radio Universidad de Córdoba en dúplex con la 88.5 FM. En la emisión n!° 499 del 21/01/18 estos fueron los temas principales:

LA PROSPERIDAD DE CIERTA DIRIGENCIA SINDICAL

   Todavía suelen acudir a la memoria aquellas imágenes tantas veces repetida de dirigentes sindicales que se trenzaron a tiros con sus adversarios incluso dentro de la misma organización gremial, en una lucha despiadada por espacios de poder.
  Cayendo al reduccionismo de suponer que el origen de tanto poder a los gremios fue una ocurrencia -estudiada por cierto- de Juan Domingo Perón allá por la mitad del siglo pasado, aparece como demasiado lejano.
   El tema es que desde entonces, el viejo líder poseedor de una clara inteligencia y enorme picardía, instituyó la certeza que el movimiento obrero, que había alimentado en sus conquistas luego de tantas postergaciones, era la columna vertebral del peronismo.
   Y así fue ganando espacios dentro del campo laboral, luego frecuentó los escaños de legislaturas provinciales y del Congreso Nacional, se hizo fuerte en los clubes manejando a las barras bravas, hasta que cayó en cuenta que ese poder, bien podía transformarse en dinero para sus cuentas personales, expansión económica y contribución a transformarlos casi mágicamente en soñados y prósperos empresarios.
   Y como para eso era necesario seguir en la actividad gremial, se las ingeniaron para manejar su propia perpetuidad que corría paralela con la impunidad consagrada.
   Días atrás Infobae publicó una brillante nota con la firma del consultor político y docente universitario Claudio Iglesias, con un contenido al que bien se puede calificar como magistral -de magisterio- por las enseñanzas que encierra al sostener entre otros conceptos que “Hace poco tiempo, un personaje que parecía salido de una novela sobre la mafia albanesa, Juan Pablo "el Pata" Medina, famoso por sus enfrentamientos a tiros con sus rivales dentro de la UOCRA, fue detenido por una serie de fraudes contra la obra pública y amenazas. Una proeza de keynesianismo basado en el control sindical del gasto público, pero también, en diversas coacciones, variados privilegios y la corrupción rampante de pequeño círculo”.
   Tras otras consideraciones, Iglesias sostiene que “En general, esos y otros dirigentes del sindicalismo peronista, en cuyo centro sobresale la figura estelar del clan Moyano, padre e hijos, han edificado un futuro de prosperidad sobre la base de un mercado de trabajo secularmente débil, poco sensible a las variaciones del contexto económico en que les toca actuar a las empresas, tanto en la fase de prosperidad del ciclo como en su fase contractiva: ellos prosperan siempre, sus representados, rara vez.
   Desde hace ya muchos años, rige en nuestro país una organización del trabajo que condiciona al conjunto de la actividad económica, a la representación de los intereses y, por extensión, a buena parte del funcionamiento de la política, basada en premisas que poco tienen que ver con la búsqueda de la prosperidad de los argentinos, para no hablar del funcionamiento eficiente de la economía o la democracia a nivel industrial.
   Ese modelo de organización, que empezó a diseñarse en el Departamento Nacional del Trabajo entre 1943 y 1945, pero que sobrevivió a gobiernos civiles y militares, peronistas y antiperonistas, debe mucho de su inspiración a la visión que el fascismo tenía de la sociedad en su despliegue en su geografía original: Europa de entre guerras.
   Como ha dicho un historiador argentino, observador atento de esos y otros desarrollos de la Argentina entre 1930 y 1960: "Mientras la Argentina parecía madura para el fascismo, el mundo se revelaba demasiado maduro para él" (Tulio Halperín Donghi, Argentina en el callejón). Perón llamó a esa singular creación de su ingenio político, "la columna vertebral".
   Y agrega: “Esa organización es, ante todo y por sobre todas las cosas, una estructura multifocal de intereses, negocios, poder político y puntos de influencia: va desde el control de los clubes de fútbol hasta el contrato de obra pública, desde la recolección de residuos urbanos hasta el manejo de los recursos de la salud de los trabajadores, desde el control autoritario de las ideas políticas del mundo del trabajo ("sindicato único por rama de actividad", "personería gremial") hasta una actitud predatoria sobre los esfuerzos de las empresas, en la medida en que no se avengan a "discutir con los muchachos" las premisas su actividad empresarial.
   Que en el nuevo siglo políticos de diferente extracción, desde populistas de todos los colores hasta radicales que buscan complicidad en un mundo que les fue y es esquivo, pasando por diferentes fracciones de la izquierda y el progresismo, y no pocos simpatizantes que esa organización sindical conservan en el gobierno, le rindan tributo, tal y como es, dice hasta qué punto los esfuerzos de modernización de nuestra economía y nuestra sociedad parecen acotarse a una discusión, hasta cierto punto formal y estéril, sobre el déficit fiscal, la política monetaria u otros temas conectados con la finanzas públicas y la macroeconomía.
   Otro de los párrafos salientes de este excelente análisis afirma “Que hayan podido pasar de ser propietarios de empresas privadas de seguridad social en tiempos de la privatización (AFJP en los años del gobierno peronista de Carlos Menem) a partícipes y cómplices del saqueo de la seguridad social durante el tiempo de estatismo tonto de sus amigos del peronismo de Néstor Kirchner, es una muestra de cómo su contorsión les ha permitido sobrevivir al colapso del progreso argentino.
   Si Argentina no atina a desenredar la madeja de ese corporativismo, que sobrevivió a gobiernos tan variados como la revolución libertadora, el frondizismo, la revolución argentina, el último ensayo de peronismo histórico 1973-1976, la dictadura militar y los neo-peronismos de 1983 a 2015, más las breves experiencias no peronistas intercaladas entre estos últimos, será muy difícil que la prosperidad económica llegue a tocar a la puerta de varias generaciones de argentinos.
   Alguien ha decidido por ellos que tal vez merezcan planes, cupos, becas, jubilaciones sin aportes y otras variedades de programas discrecionalmente distribuidos mediante una gigantesca red de emprendedores informales de los "movimientos sociales", en lugar de ser titulares de oportunidades para participar con legítimo derecho en la creación y distribución de la riqueza argentina. Que una nueva generación de dirigentes políticos se rinda tan fácilmente a ese presente griego es algo de lo que nunca terminaremos de lamentarnos, teniendo la oportunidad para revisar ese lastre que rige desde la época donde el fascismo, su fuente de inspiración y horizonte político, era ya un producto completamente fuera de temporada”.
   El remate del análisis es contundente: “Si hiciéramos un ejercicio básico de comparación internacional, entenderíamos rápidamente que ningún país en el mundo ha prosperado siguiendo el camino que hemos elegido nosotros en este terreno. ¿Llamará la normalidad sobre este tema a la puerta de nuestra clase dirigente?”

NUESTRO CARO Y PENOSO TRANSPORTE URBANO
  Ya medio como que uno se cansa de protestar y protestar contra la pésima prestación de nuestro transporte urbano, aparte de su costo despiadado, si tomamos en cuenta la escasa calidad del servicio.
   Es probable que en algunos sectores no se adviertan tantas falencias en el sistema, por eso de las curiosidades inexplicables, pero en la mayoría de los barrios periféricos el lamento es constante y creciente, con una inaudita multiplicación de los tiempos de espera.
   ¿Es que han disminuido las frecuencias hasta niveles ridículos, solo porque ha terminado el ciclo tlectivo y no son tantos los pasajeros?
   Si así fuera, configuraría una burla y un daño mayúsculo a la masa laboral que necesita movilizarse en el transporte público habida cuenta de los altos valores del viaje en taxi o en remisse, pero parece que tal detalle no les mueve a los funcionarios, las agujas de una sensibilidad que demuestran no tener.
   Es el boleto más caro del país, y ahora puede acollararse este fenómeno con  el pésimo servicio de electricidad, endeble ante una brisa o un bajo milimetraje de lluvia en verano y  algunas mínimas disminuciones de temperatura en el invierno.
   La cuestión es que el cordobés está condenado a padecer esperas que muchas veces, aunque este muchachito Mestre no lo crea, cercanas a una hora, con lo que miles de trabajadores pierden premios a la puntualidad y estímulos al presentismo, lo mismo que ocurriera con los paros salvajes que instrumentara el gremio de los choferes.
   Es hora que alguien se tome el trabajo de controlar las frecuencias en el transporte urbano y aplique las sanciones que pudieran corresponder, para ver si por vía de la multas las empresas toman en cuenta que salen más costosas que restringir las prestaciones.
  Todo esto ocurre porque, sin dudas y a la luz de la realidad, al transporte urbano no lo maneja el poder concedente, sino que a su capricho esa función está a cargo de los empresarios y de la UTA.
   Y así estamos, con un transporte urbano pésimo y caro…

LA MEGACAUSA Y MARIA ELENA WALSH
   Retomando el tema de la reforma judicial publicitada días atrás por el gobierno provincial, la semana pasada expresamos que en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, sería ya una sensible mejora que se cumpliera  con la normativa ya vigente que incluye la prohibición de la prisión preventiva como regla, el juicio por un tribunal imparcial, que debe ser sorteado y no designado en forma especial para la causa, y el encarcelamiento solamente después de una sentencia firme para disminuir la posibilidad de error irreparable. 
   En el espíritu de la nueva reforma, según se anuncia, se habla en general de reducir el conflicto y la litigiosidad para buscar soluciones que mejoren la convivencia social.  
   Excelente pero difícil de aplicar a la causa del Registro, donde la litigiosidad y el conflicto parecerían ser objetivos en sí mismos por  parte del Poder Judicial de Córdoba, dado que sistemáticamente encarcela trabajadores sin antecedentes y sin ninguna acusación grave durante años, sin someterlos a juicio, con una pomposa difusión mediática.
   Y pensando en las  soluciones: ¿Qué solución le podrá brindar ahora el Poder Judicial a los que murieron en prisión preventiva, sin haberse establecido nunca su culpabilidad? La verdad, no se me ocurre ni siquiera apelando a lo mejor de mi imaginación.
   Hay más pendientes como: ¿Qué pasará con los funcionarios de altos cargos, que pese a ser denunciados nunca fueron convocados y menos aún investigados? 
   Acá sí, hay solución posible.
   Dentro de todo lo que hemos sostenido en tal sentido, faltaba el enfoque poético, que ahora traemos de la mano de María Elena Walsh en su “Oración a la Justicia” cuando dice y lo voy a leer para no caer en equivocaciones:   
   “Señora de ojos vendados que estás en los tribunales, quítate la venda y mira cuánta mentira. Actualiza la balanza y arremete con la espada”. Debo jurar que no encontré mejores palabras, para  pedir lo que hace falta en esta causa.

VERTIGINOSA TEMPORADA TURÍSTICA

   Es como si a mediados de enero, con pleno calor, días luminosos y pocas tormentas, el verano comenzara a dar las hurras para entregarse a los ocres del otoño, las hojas crujientes y amarillas y los atardeceres mágicos.

   Cuando escuchamos promociones de lugares a visitar, de festivales para asistir, de paisajes para gozar, es como si se nos estuviera adelantando una despedida que de ninguna manera alentamos, sino que más bien intentamos íntimamente en prolongar esos días inolvidables de las vacaciones así las hayamos pasado en “mar del patio” o en “punta terraza”.

   ¿Por qué ese apresuramiento en las despedidas? ¿Es un nuevo artilugio mediático y publicitario que intenta instaurar el estado de casi vacación permanente, porque a la vez se promociona el otoño?

   Córdoba ofrece la generosidad de sus paisajes todo el año no tan sólo en la capital sino en su extenso territorio, de norte a sur y de este a oeste: la cuestión es saberlos encontrar y disfrutarlos en plenitud, los 365 días como una fruta recién cortada del árbol.

   Pero así son las cosas en el vértigo del almanaque que no perdona demoras, nostalgias ni planes a futuro que se comienzan a elaborar antes de terminar estas vacaciones, las que ahora estamos gozando sin tener la prisa de empujar a que se terminen.

  Bastante es lo que todavía falta como para pensar que muere la temporada turística en los bellos sitios de nuestra geografía provincial, pero es como si la premura estuviera incitada por esa liviana costumbre de otorgar premios y distinciones.

   ¿Quiénes fueron los más aplaudidos y taquilleros artistas de la temporada? ¿Quién estuvo más acosado mediáticamente por su protagonismo en escándalos? ¿Quién se divorció de quién? ¿Qué estrellita fulgurante vuelve embarazada a sus pagos? ¿Quién le puso los cuernos a quién…?

   Son todas preguntas que a la mayoría de los cordobeses sus respuestas no nos interesan, porque pretenden suplantar a la belleza de un paisaje, de una puesta de sol o de un paseo para perderse en la espesura de algún valle …


CERCANÍA PAPAL Y ALERGIA A SU PAÍS
   Su Santidad sobrevoló argentina, envió un escueto telegrama en inglés al presidente Macri como lo marca el protocolo, recibió una respuesta aún más breve pero en criollo, via twitter, llegó a Chile, se presentó con suerte diversa según los escenarios y luego voló a Perú donde sí lo recibieron a todo trapo.
   Y los cráneos del análisis político e ideológico argentino se pelaban el cerebro planteando las diversas hipótesis acerca de la indiferencia papal con su país de cuna, olvidando que dejó de tener una nacionalidad definida cuando el concilio y en su nombre, echó al aire la fumata blanca de su consagración como Jefe del catolicismo.
   Que fue mucha y variada el agua que corrió bajo los puentes de nuestra historia es tan cierto como la realidad actual que vivimos con mucho de desencanto y desorientación, sobre todo para los optimistas que pensaban tener una especie de “Papa cautivo” de la argentinidad.
   Su conducta basculante fue tal hasta que se asentó en esos endebles pilares de las ideologías, de los intereses y de los olvidos, cuando Francisco dejó de recordar -seguramente sin olvidar- que lo acusaban de colaborar con los torturadores y genocidas militares setentistas y luego lo encumbraron a la cúspide de los defensores de los derechos humanos.
   Ni tanto ni tan poco.
   No olvidemos que por encima de cualquier especulación, Bergoglio es un ser humano con sus apetencias, sus miserias sus vacilacio, sus debilidades y sus conductas.
   ¿Qué le tiene alergia a nuestro país?
   Es probable, pero eso no será eterno.
   Porque después de abrazarse cristianamente con personajes nefastos de nuestra historia reciente, de bendecirles rosarios y de orar por su libertad, cuando dictamine la Justicia será Francisco, el Papa Bergoglio, quien deberá reconocer aciertos y errores.
   Francisco ya es grandecito, llegó a Papa, fue vilipendiado, descalificado y abrumado de culpas por la izquierda delirante apenas se disipó la fumata blanca y luego como por arte de magia, pasó a liderar un sector que lo había despreciado y acusado de horrendos contactos y complicidades con el desgobierno militar.
   Por eso que es grandecito, es para suponer que Francisco sabe lo que hace.
   Y lo que estará evaluando ahora, de todo lo que le vendieron sobre el caso Maldonado, por ejemplo …

¿QUIÉN SOSTIENE A LA MAFIA DE TAXIS EN EL AEROPUERTO?
   El domingo pasado nos extrañamos al enterarnos que la bajada de bandera para los taxis que parten desde el Aeropuerto Ambrosio Taravella, en el Camino a Pajas Blancas ronda los 112 pesos de día y esa cifra se eleva a casi 130 después, creo, de las 22.
   Aparte de ser un exceso que se aplica no sé si en alguna otra estación aérea del mundo, donde existen varias alternativas abiertas para los pasajeros, configura un ataque perpetrado en forma constante contra todo el gremio de los taxistas que no comulgan con el grupete que a fuerza de intimidaciones y daños, se ha hecho fuerte desde hace tiempo en nuestra estación aérea.
   Poco tiempo atrás hubo detenciones, juicios y condenas contra los que eran responsables de esas maniobras de aprietes, pinchaduras de neumáticos y otras lindezas que los que se creen dueños de la parada, aplican a quienes quieren colocarse en la fila de espera sin estar enrolados en sus incivilizadas huestes.
   Y no faltan quienes sostienen que esa tarifa desmedida les fue concedida para compensar la autorización a operar en el aeropuerto a dos líneas de ómnibus, una común y la otra diferencial, que según los mafiosos les restan pasajeros, como si en el país estuviera autorizado el monopolio al amparo de la violencia que genera.
   La zona del Aeropuerto Taravella está en el ejido urbano y el tema transporte debiera ser jurisdicción municipal a todos sus efectos, pero lo es solo para algunos, como por ejemplo beneficiar con una tarifa desmedida que quieren aplicar únicamente los mafiosos que manejan la parada, muchos de los cuales, según me comentaron, tienen antecedentes por idénticos hechos.
   De todas maneras creo que por tratarse de una dependencia de alcance nacional, le correspondería a la Policía Federal hacer que allí se respete la ley.
   Porque si tenemos que allanarnos al reinado de la violencia, la amenaza y la coacción, deberemos reconocer penosamente que estamos perdidos y eso no se puede ni se debe tolerar.

EL MINISTRO TRIACA ESTÁ DURANDO DEMASIADO

Siempre, el nepotismo ha sido una repudiable perversidad política, no obstante lo cual la historia nos muestra decenas de casos que cada uno en su tiempo, pretendió ser justificado bajo el argumento de “necesitar para cargos clave a gente de extrema confianza”.
   Si a esto le sumamos un penoso episodio de maltrato y discriminación a una mujer, debemos concluir en que el ministro Triaca, a cargo de la cartera de Trabajo de la Nación, debe pedir disculpas y mandarse a mudar.
   Con el presidente de viaje por Rusia, no conozco si se ha pronunciado acerca del tema, aunque trascendió que a la situación de Triaca se la evaluó para llegar a la increíble conclusión de que no estaba obligado a renunciar.
   Es probable que se aguarde una determinación judicial si el tema ha llegado a ese nivel, con el nombramiento de una parienta y con la torpe, grosera y pésima forma de tratar a una de sus principales colaboradoras, que lo atiende desde hace años y que quizás por esa causa, hubiera existido entre ellos un grado de confianza como para tolerarse.
   Sea como fuere, es mayúsculo el daño que Triaca le está haciendo al gobierno central, porque en nombre de sus gestiones ante los gremios para conseguir la aprobación de una ley, no es posible que se sacrifiquen preceptos que hacen a la convivencia y al respeto.
   La solución es muy simple, tan simple como terminante.
   El presidente Macri, así esté en Rusia o donde sea, tiene la obligación cívica de exigirle que se mande a mudar.
   Alguna vez, se hace necesario escuchar los clamores de la sociedad,


18 de enero de 2018

Un 18 de enero partieron Illia y Nisman --

DOS MUERTES Y UN MISMO DOLOR
PARA LA DEMOCRACIA ARGENTINA
Este comentario  apareció en el mismo espacio uno
y dos años atrás. No perdió su llamativa actualidad:
Fueron los trasnochados del infame  onganiato los
artífices de un reiterado quiebre de nuestro sistema
democrático. Y fue la versión  delirante de aquellos
enemigos de la verdad, mano impune que empuñó
un arma para encubrir la atrocidad de la Amia y los
grises vericuetos de  la sospechosa política interna.

   Suena poco oportuno tan siquiera intentar un paralelo entre las vidas de un monumento a la decencia como lo fuera el Dr. Arturo Umberto Illia, ex presidente argentino, con el desafortunado final del Dr. Natalio Alberto Nisman, Fiscal de la Nación, investigador de la causa Amia y de varias denuncias contra la ex primera mandataria Doña Cristina Fernández de Kirchner.
   La única coincidencia en lo aparente, es la fecha de los decesos: Illia el 18 de enero de 1983 y Nisman el 18 de enero de 2015, una distancia de 32 años en la cíclicamente convulsionada historia de nuestro  país, de las instituciones de la República y de su gente.
   Illia, hijo de un matrimonio de tanos, había nacido en Pergamino, provincia de Buenos Aires pero por elección, convicción y compromiso se había radicado en Cruz del Eje donde ejerció como médico, visitaba a sus enfermos, les llevaba medicamentos que compraba con dinero
de su bolsillo y fue siempre enemigo de las ostentaciones, aparte de no contar con bienes que las justificaran.
   Su carrera política lo llevó a la Presidencia de la Nación, encaró medidas de fondo que afectaron a ciertas corporaciones, comentando entonces “No les tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender”. Y el poder militar de entonces le bajó el pulgar con la cínica actitud de Juan Carlos Onganía y su pandilla.
   Nunca existió tamaña libertad de expresión y de opinión como en el gobierno de Illia, quien debió soportar más allá de los insultos la mofa permanente, cruel y despiadada que aludía a su lentitud provinciana.
   Pero no cerró ningún diario, no censuró a ningún periodista, no acalló ninguna radio, no cuestionó a la TV desde donde era atacado sistemáticamente y alguien debe recordar las contadas ocasiones en que utilizó la cadena nacional, hasta el punto de sostener que “Una nación está en peligro cuando su presidente habla todos los días y se cree la persona más importante del país”.
   Lo derrocaron porque los facciosos sabían que Illia no propiciaría en defensa de su cargo, el enfrentamiento entre compatriotas civiles y militares. Y se fue de la Presidencia con lo mismo que había llegado, para lo que basta leer su declaración de bienes al ser despojado de su cargo: ni propiedades más allá de su casa, ni hoteles, ni aviones, ni automóviles, ni bóvedas con efectivo, sociedades sospechosas, testaferros, prestanombres, acciones en el exterior o depósitos ocultos.
   Fue un ejemplo de honestidad y modestia sin altisonancias ni falsas posturas: un demócrata por excelencia que dejó a su familia al margen de las cuestiones políticas aunque no pudo evitar que dos de sus hijos después las abrazaran con pasión y la misma heredada decencia.
   Hablar ahora de Natalio Alberto Nisman no llevará tanto tiempo ni tantas palabras por lo reciente de su actuación y lo fulminante de su no querido adiós porque todo indica que la teoría del suicidio se derrumba, cuando se van conociendo algunos pormenores que en nada contribuyen a sostenerla.
   Lo penoso -sumado a una muerte injusta y terrible- fue el escenario que se armó para presentar la autoeliminación ilógica y escasamente creíble, de un funcionario judicial de elevado rango que se aprestaba a escribir una página memorable en su carrera.
   Las amistades y los compromisos ideológicos -internos e internacionales- de nuestro gobierno saliente son parte del ADN de esta historia de intrigas y presiones que sin embargo, dan para pensar que no alcanzaban para crearle a Nisman un pánico escénico que lo llevara al suicidio.
   Pero lo mismo lo suicidaron al amparo de una tenebrosa trama política y judicialmente sometida a “tropa adicta”, apoyada en la inhumana descalificación del muerto que no se podía defender, en las dudas que se urdieron incluso acerca de su vida sexual y que nunca, ni siquiera por mandato protocolar, haya surgido del gobierno el más mínimo mensaje de condolencia hacia sus hijas y toda su familia.
   Más allá de la insigne cobardía de atacar al indefenso subyace el agravante de la eliminación de pruebas, de la manipulación de testimonios, de la oscuridad en el procedimiento inmediato a su muerte, todo en manos de quienes en pocas horas más debían responder ante la Justicia por los cargos que formulara, precisamente, el Fiscal Nisman.
   Duele la coincidencia de la fecha, en dos casos tan distintos.
   Nisman no puede acusar y  tampoco defenderse.
   Lo apretaron en vida y lo acallaron con la muerte.
   Illia ya es una de las partes más tiernas de nuestra historia.
   ¿Será por eso que se lo extraña y necesita?
Gonio Ferrari