Desgrabación
de comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”
emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba, el domingo 2/12/12
DE
CARANCHOS Y DE OLVIDOS
Es lógico que ahora, los disculpadores oficiosos, opten por suponer que
al hablar de buitres y de caranchos, ella se refería a los abogados que
patrocinaban, y aún patrocinan, a quienes entablaron juicios en contra de la Anses.
Lo mejor que pueden hacer esos palmeadores de espaldas ajenas, es buscar
otro argumento porque con ese oscurecen más que aclaran: es asegurar que ella
olvidó parte de su pasado y pagó a buitres y a caranchos para que en su nombre
le gestionaran el beneficio en tiempo récord.
Caranchear es lo que hacen los caranchos, o sea picotear sin orden alguna
comida ajena; caranchear es hacer mal una autopsia, y más domésticamente
hablando, caranchear es cuando se juntan algunos amigos alrededor, por ejemplo,
de un lechoncito trozado, y sin platos pero si con tenedores y cuchillos van
cortando y comiendo de a pedazos.
Ese es el aporte cultural de este programa.
Política, gratuita y ofensivamente hablando, el término a mi modesto
entender fue utilizado de manera agresiva y peyorativa, como que los viejitos
ejercen su derecho de pedir lo que les corresponde, cuando para el Estado no es
elegante ni apropiado que lo hagan.
Porque el Estado caranchero, si es por eso, caranchéa el dinero de esos
viejitos para dárselos entre otros al fútbol, al automovilismo, a empresas
amigas, a publicidad partidaria, a desacreditar adversarios y a otros destinos,
muy distintos a los que debiera respetar.
No la defiendan más, porque la perjudican.
Seguramente más adelante, cuando las aguas se calmen con la milagrosa
Ley de Medios, exista un sincericidio oficial como para dejarnos a todos
contentos.
Como sabía decir mi malogrado amigo el penalista Jorge Ferro, poeta del
moño rojo, especialista en derecho etílico, personaje de los tribunales
locales: los abogados, más que cuervos, son todos aves de vicuña.
ANIBAL FERNANDEZ,
MARCHA ATRÁS
El bigotudamente piloso legislador Aníbal Fernández, una curiosa especie
de Jaroslavsky kirchnerista, debió apelar a la marcha atrás, o reversa, o
temor, o arrepentimiento, por haber ofendido la memoria de un prócer del
sindicalismo argentino.
No es cuestión de entrar a un análisis de las virtudes y defectos de
Vandor, porque bien se sabe que la conducción gremial genera seguidores y
adversarios.
Lo indiscutible, es el compromiso que asumió aquel dirigente al igual
que José Ignacio Rucci, abatido por las balas de quienes se creían dueños
absolutos de la verdad.
Este muchacho Fernández, política fuerza de choque unipersonal, se
refirió al dirigente metalúrgico Augusto Timoteo pero sin mencionar su
apellido, aunque por lo que dijo, el dardo estaba dirigido a Vandor, asesinado
en ejercicio de su actividad al frente de la UOM.
El mismo amorsado legislador (con alguna similitud física con Onganía
pero en versión juvenil y verborrágica) no pensó, sin dudas, que sus inoportunos
conceptos levantarían la polvareda del repudio.
Y se vio obligado a una poco decorosa claudicación política, y apeló al
inconsistente recurso de sostener que Augusto Timoteo eran muchos, y que no
había sido su intención ofender la memoria del dirigente muerto.
Hacer marcha atrás no es ninguna actitud sexual.
Lo que se dice, arrugar y guardar el revólver.
Por eso suele ser prudente, al revólver, limarle la mira.
Nunca se sabe a donde puede ir a parar ese caño.
LA IGLESIA CATOLICA
POLITICA
Los obispos argentinos, con la Navidad a un paso, difundieron en un documento
que corremos el riesgo de caer en nuevas divisiones con bandos
irreconciliables, criticando de paso los excesivos caudillismos que menoscaban
la autonomía de los poderes del Estado, sobre todo el judicial, y exhortaron al
diálogo y a bajar los niveles de confrontación en la sociedad.
A la alta magistratura de nuestra Iglesia Católica le preocupan el
avance legislativo del aborto, el deterioro del matrimonio como institución, la
difusión de la droga por el crecimiento del narcotráfico, el delito, la
inseguridad, la intromisión partidaria en las escuelas y otros asuntos.
Hablan de un federalismo menoscabado y se erigen en voceros populares
reclamando formar parte de una Nación basada efectivamente en un sistema
republicano, representativo y federal.
Aluden por último a que los ciudadanos necesitamos sentirnos respaldados
por una dirigencia que no piense solo en sus propios intereses, sino que se
preocupe prioritariamente por el bien común, culminando con la sentencia de que
le felicidad está más en dar que en recibir.
Se puede considerar que todo esto es atinado, que son ciertas las
preocupaciones y que el panorama no es de lo mejor.
Pensar en apartar a la
Iglesia de su costumbre de formular apreciaciones políticas,
sería como impedirles a los empresarios participar en la vida institucional del
país.
Pero la Iglesia,
me parece, debiera dar el ejemplo acerca de aquello que es más positivo dar que
recibir.
Sus riquezas materiales dicen lo contrario.
Y si eso es un contrasentido, tomemos entonces como impropias las
declaraciones de la segunda autoridad del país, por sostener que a nadie le
interesa lo que pueda decir la Iglesia
Católica Argentina.
A lo mejor, por ser tan joven y estar demasiado interesado en el rock,
en sus motos y en sus inversiones, olvidó recordar, ¡vaya omisión! que Perón
alguna vez ninguneó al clero argentino, rompió relaciones y sus huestes
quemaron iglesias.
Esto no es gorilismo, como seguramente muchos lo pensarán.
Es solo parte de nuestra historia no tan lejana, esa parte que algunos
quieren esconder.
Una historia que no sería para nada grato volver a vivir.
El
reportaje al Dr. Juan Carlos Fraga, uno de los imputados en la megacausa del
Registro de la Propiedad,
quien se encuentra con prisión preventiva desde hace un año y medio, alojado en
el penal de Bouwer, puede ser escuchado en la 2ª. parte del audio de “Síganme
los buenos” de este domingo 2/12/12 al que se accede buscando en la parte
superior de la columna derecha de este blog.
EL HIJO
AHORRATIVO
Son los enemigos de la
República, los réprobos dueños de la opinión, los inventores
de calumnias, injurias, fantasías y diatribas, los culpables de mancillar la
imagen del hijo pródigo.
Andan por allí divulgando noticias y fotos de una propiedad valuada en
dos millones y medio de dólares que Máximo habría comprado seguramente como
inversión, o a lo mejor para afectarla a alguna actividad productiva.
Por eso, lo mejor es no hacerse eco de tales maledicencias y aguardar lo
que se conozca más en detalles, y quienes tengan dudas, que acudan a la
justicia, pero sin presionarla para que dictamine rápido y a favor.
Además y plagiando a Fernández, Máximo no hay solo uno.
Se me hace que en todo esto hay una marcada cuestión de envidia: a
cualquier argentino le gustaría ser hijo de abogados exitosos que tuvieron la
dicha de enviar dinero al exterior.
Y él, tan joven, políticamente creativo y sin trabajar, llegar a exhibir
tan maravilloso sentido del ahorro.
PREMIOS Y
CASTIGOS
En muchos órdenes de la actividad cotidiana se ha instaurado el sistema
de premios y castigos, en función de la utilidad que cada uno pueda significar
para la empresa y para su patrón, incluyendo en esta calificación al Estado.
En Mc. Donald por ejemplo, y esta no es una mención comercial, se premia
al empleado del mes poniéndolo en un cuadrito para orgullo del dependiente y de
toda su familia y para escarmiento, por así decirlo, de sus compañeros.
Con la publicidad oficial por lo general sucede lo mismo, porque es
abundantemente exagerada para quienes aplauden o callan lo que se les indica, y
escasa o inexistente para quienes osan cuestionar mediáticamente.
Y ese modelo ha sido instaurado también desde lo más arriba que nos
podamos imaginar, hacia las provincias; las mansamente acorderadas y las
díscolas: plata de más para algunas, y deudas para las otras.
Pero hay dos ejemplos que van a ser paradigmáticos por lo recientes,
resonantes y curiosos: la conflictiva situación de la Fadea, nuestra ex Fábrica
Militar de Aviones, y un sector contestatario y postergado de la Gendarmería Nacional.
A los gendarmes que encabezaron un movimiento en pro de su dignificación
como servidores, los metieron de prepo en la bolsa de los retirados,
anulándolos como personas.
Al titular de Fadea, una fábrica muy bien equipada, con ambiciosos
proyectos, pero que no fabrica nada, lo premiaron por su fidelidad; por su
militancia, pero lo condenaron a vivir en el Sheraton y a desoir las citaciones
de la autoridad laboral cordobesa.
Todo un ejemplo de compromiso con el futuro nacional y popular y con el
respeto por la ley.
SE FUE “CACHO”
PAREJO
Hace pocos días se fue en silencio, cuando su corazón, a los 62 años.
llegó al límite de la tolerancia.
Había sido uno de los más jóvenes empleados del desaparecido Diario
Córdoba, donde cosechó incontables afectos.
“Cacho Parejo” se dedicó luego a la gastronomía, y la emblemática
Parrilla Caraffa fue el centro de incontables y trasnochados encuentros de
colegas y otros cultores de la amistad.
Unos pocos años atrás, “Cacho” debió enfrentar la desgracia de perder a
su esposa y a un hijo, en un penoso accidente.
Su fortaleza, su empeño, su condición de luchador y de buena persona, le
hicieron sobrellevar una situación tan crítica, en la que tuvo su principal
apoyo en Valentina, la hija que lo sobrevive.
Cacho se fue, hasta el momento del abrazo nuevo.
Porque suele ser más grato el reencuentro, que el más dulce, impensado o
silencioso de los adioses.
BASURA: QUE TRABAJEN LOS VECINOS
Son
a veces patéticas y demasiado graciosas las soluciones que los gobernantes le
dan a su alarmante falta de imaginación y postergado compromiso con la sociedad,
porque por lo general apelan al facilismo de hacer trabajar a los demás.
Dentro
del paquete de impuestos, tasas, confiscaciones, etc. a las que se apela desde
el poder para reunir fondos y destinarlos a cosas que no son tan
necesarias, como el exceso de personal o el desborde publicitario, hay un
dinero que se tributa para el rubro recolección de residuos domiciliarios.
Tiempo atrás, el servicio era municipal y se cumplía por lo general a
satisfacción, en aquellos años en que los empleados trabajaban por las horas
que cobraban y no distraían tantos esfuerzos en asambleas, paros encubiertos,
etc.
Y resulta que ahora, después de haber tercerizado la prestación, empezaron tibiamente por hacernos clasificar los residuos en bolsas distintas, horarios caprichosos y posteriormente a poner contenedores en los lugares de elevada densidad poblacional.
Fue una muestra de que las empresas concesionarias -por lo general amigas del poder- exigían esas facilidades para disminuir su planta de personal y atesorar ganancias superiores.
Despues los contenedores pasaron al resto de los barrios, a razón de uno o dos por cuadra.
Ahora, con el sesudo plan que se anuncia, seremos los vecinos quienes les facilitemos a Lusa y a Cotreco o a Mongo que gane la licitación, las cosas para que ellos tengan menores costos, embolsen más utilidades y nosotros seamos los imbéciles que deberemos cargar con las bolsas hasta cada depósito que a ellos se les ocurra ubicar, desafiando a los ladrones en las oscuridades vigentes por desidia de la misma municipalidad y por la vocación vandálica de los malos ciudadanos.
En pocas palabras, los cordobeses mostraremos el privilegio de lucir un foco infeccioso en cada cuadra, porque los recolectores hacen paro, porque la Municipalidad no paga, porque en el 2013 habrá como 15 feriados largos, o porque se rompieron los camiones.
Y después de todo, lo más importante en contra de un anuncio cercano al delirio: ¿Quién será el vecino que deba soportar la insalubridad y la condena de oler mierda todos los días?
Me gustaría saber si Ramoncito y familia se bancarían un contenedor en la puerta de su casa.
Y resulta que ahora, después de haber tercerizado la prestación, empezaron tibiamente por hacernos clasificar los residuos en bolsas distintas, horarios caprichosos y posteriormente a poner contenedores en los lugares de elevada densidad poblacional.
Fue una muestra de que las empresas concesionarias -por lo general amigas del poder- exigían esas facilidades para disminuir su planta de personal y atesorar ganancias superiores.
Despues los contenedores pasaron al resto de los barrios, a razón de uno o dos por cuadra.
Ahora, con el sesudo plan que se anuncia, seremos los vecinos quienes les facilitemos a Lusa y a Cotreco o a Mongo que gane la licitación, las cosas para que ellos tengan menores costos, embolsen más utilidades y nosotros seamos los imbéciles que deberemos cargar con las bolsas hasta cada depósito que a ellos se les ocurra ubicar, desafiando a los ladrones en las oscuridades vigentes por desidia de la misma municipalidad y por la vocación vandálica de los malos ciudadanos.
En pocas palabras, los cordobeses mostraremos el privilegio de lucir un foco infeccioso en cada cuadra, porque los recolectores hacen paro, porque la Municipalidad no paga, porque en el 2013 habrá como 15 feriados largos, o porque se rompieron los camiones.
Y después de todo, lo más importante en contra de un anuncio cercano al delirio: ¿Quién será el vecino que deba soportar la insalubridad y la condena de oler mierda todos los días?
Me gustaría saber si Ramoncito y familia se bancarían un contenedor en la puerta de su casa.
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