29 DE MAYO DE 2018: FECHA EN QUE FUERA
PERPETRADA UNA ESTAFA A LA MEMORIA
¿Cuántos se aprovecharon del “Cordobazo”? Para tener una idea inicial de
algunos aspectos desconocidos de la trascendencia de aquella gesta, en la
edición de ”Síganme los buenos” a finales de mayo del cercano 2018,
divulgábamos este comentario:
29 Testigos de la Historia ---------------
NOS USARON JUNTO AL CORDOBAZO Y
LUEGO FUIMOS DESTINADOS AL RINCÓN
DONDE MORAN LAS INTRASCENDENCIAS
PERPETRADA UNA ESTAFA A LA MEMORIA
LUEGO FUIMOS DESTINADOS AL RINCÓN
DONDE MORAN LAS INTRASCENDENCIAS
Bien sabemos que los políticos ávidos y sedientos de
poder y más apegados al culto de los olvidos que al respeto por la memoria y la
historia, suelen tener actitudes casi infantiles por lo burdas y reprobables,
que pueden ser consideradas travesuras de bisoños u ofensas al pasado y al
presente que se esconde en los ayeres.
Eso de la fragilidad a la hora de las evocaciones
suele ser el mecanismo que mejor fortalece a las amnesias y de manera especial,
cuando de por medio existen generosas promesas que forman parte de la
acostumbrada demagogia que a la hora de las frustraciones, para muchos se toma
con indiferencia pero esa actitud no es positiva cuando está de por medio la
memoria colectiva de la ciudadanía.
De aquellas coberturas periodísticas durante los años
de plomo cuando la ilegalidad de los cuartelazos había pasado a ser una forma
de gobierno, somos pocos los sobrevivientes en esta Córdoba que supo
centralizar la protesta nacional, probablemente alentada por las convulsiones
que ocurrían en Francia, en Grecia y en otros puntos de la geografía universal,
La riesgosa tarea de ver, fotografiar, filmar y
trasladar luego al consumo de la población esas situaciones críticas en el afán
de documentar la realidad, tuvo en un grupo de periodistas, fotógrafos y
camarógrafos su punto cúlmine el 29 de mayo de 1969 con lo que la historia
bautizó “Cordobazo”, expresión de resistencia a un régimen autoritario,
militarizado y proclive a cercenar derechos de las clases menos
afortunadas.
Nunca pusimos en discusión la paternidad de la gesta
porque cada sector involucrado lo hizo por su cuenta, sobre todo por aquello
que las victorias tienen muchos padres y las derrotas son huérfanas. Expresión
de la espontaneidad popular por una parte y organización gremial y estudiantil
por otra, más la participación de sectores políticos especialmente de
izquierda.
Quisimos aportar nuestras impresiones y experiencias
para contribuir a la fidelidad del relato, pero parece mentira que en Córdoba,
mencionada universalmente por aquellos fastos heroicos, al menos de parte de
sus autoridades prevaleció la mezquindad ideológica afianzada en sus propias
dudas actuales mostrando algo parecido al temor por las revelaciones que iban
apareciendo al tomarse las cosas, los detalles y los hechos sin interferencias
de bisoños historiadores, “tocadores de oído” y una casta periodística más
apegada a Google que al estudio, la consulta de archivos o las declaraciones
desapasionadas de sus principales protagonistas, que en definitiva fuimos los
hombres de prensa con nuestra mirada abarcativa de los acontecimientos.
Como entidad sin fines de lucro pero sí de reivindicar
el respeto hacia la historia, se nos brindó cierto apoyo como un pequeño
subsidio (por única vez) para el funcionamiento, el préstamo de un local para
reuniones y nos tocó participar en encuentros a distintos niveles en escuelas y
otros centros comunitarios.
En la conmemoración número 49° de hoy no faltaron los
“cara de cemento” -políticos en decadencia y aprovechados sindicalistas- que
quisieron vender un protagonismo que no tuvieron.
Últimamente algunos hombres de prensa de aquellos años
fuimos convocados desde el poder legislativo provincial para conversar -decir
“disertar” nos pareció exagerado- con motivo de un nuevo aniversario
del nefasto cuartelazo del 24 de marzo, apenas hicimos notar que el rigor de la
historia y el respeto por la memoria nos indicaba que el terrorismo de estado
nació allá por 1973 durante un gobierno constitucional y peronista y no en
1976, aquel proyecto de tenernos como testigos se diluyó en una endeble disculpa
burocrática que no convenció a nadie.
Y nunca más ni siquiera atendieron los reclamos de “29
Testigos…” por el abandono al que fuéramos condenados, cuando los pueblos
necesitan apegarse a la verdad del pasado para evitar la repetición de errores
en el presente y con miras al futuro.
Un par de años atrás ¡dos años! la Sra. Alejandra Vigo
activó su promesómetro preelectoral, derivó el tema a la Agencia Córdoba
Cultura y nunca más se supo.
El 17 de abril de este año ¡42 días atrás! “Testigos
de la Historia” cumplió con el trámite burocrático de solicitar una audiencia a
la Dra. Nora Bedano, titular de esa agencia, sin que desde el organismo
estatal, al menos por respeto a lahistoria, se dignaran a contestar aunque
fuera por educación, ni una mísera línea.
Nos olvidaron y nos escondieron.
Pero no podrán, aunque se empeñen, borrar de nuestras
memorias aquellos complicados años en que la mayoría de los políticos actuales
eran jovencitos con aspiraciones de poder.
Porque será la misma historia la que con el tiempo
inexorable, innegociable e inclaudicable con la verdad, demuestre que de
aquellos años y de los actuales, más que testigos, fuimos protagonistas.
Y entonces para los delirantes ya no quedarán espacios
para deformar la realidad ni plantarse en sus pechos -como ahora-
condecoraciones inmerecidas.
Gonio Ferrari
PASARON ¡56 AÑOS! Y
NOS UBICAMOS EN
UNA REALIDAD QUE
DERROTA AL TIEMPO
Los años fueron pasando, muchos políticos
siguieron con su acendrada costumbre de pretender asumir como propias las
autorías de hechos trascendentales, enterraron al “Cordobazo” después de
prometer que se haría un museo con los aportes gráficos, fílmicos y
testimoniales de quienes habíamos sido testigos y protagonistas de la gesta,
mientras se dedicaban a glorificar al cuarteto, sin que esté en mi ánimo
cuestionar esa expresión popular, pero sí la ofensa por la marginación
histórica de un acontecimiento que alcanzó estatura mundial y ubicó a Córdoba y
su gente en el podio de la lucha por el respeto a la libertad y la democracia.
Los “29 testigos de la historia” no quisimos
entrar a los cuestionamientos que nacieron acerca de la autoría de los sucesos,
porque consideramos que hacerlo, hubiera sido rotular con alguna corriente
política, sindical o estudiantil una expresión -palabra de testigo presencial y
memorioso- que fue del pueblo en su conjunto de esas jornadas inolvidables.
Vayan estas expresiones como tardío pero
justo y merecido homenaje a quienes sufrieron física y mentalmente las
consecuencias del ”Cordobazo” y de manera especial para los queridos colegas
que dejaron este mundo, sin haber tenido el placer, el reconocimiento y la
justicia de ser reconocidos en su sacrificio y en su compromiso con su
profesión, con la verdad, el pueblo y su lucha.
Gonio Ferrari
Periodista casi en reposo
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