29 de junio de 2025

“SÍGANME LOS BUENOS” Edición escrita en un frontal intento por terminar con la abominable censura que impunemente le aplicaran los S.R.T. desde el pasado 13 de abril

Muchas veces la cobardía de la censura
dignifica más a quien la padece
 

Nos hartamos de reiterarlo

ESTÁBAMOS  EN  LO  CIERTO  Y  DESDE
EL PODER IGNORARON ADVERTENCIAS

 

  Se viene corriendo el telón negro que tapaba la realidad de lo absurdo que existía en el seno policial, si partimos desde la "desaparición" de demasiadas armas -costosas y flamantes-asignadas a la fuerza "guardadas" en la propia Jefatura que al poco tiempo "aparecían" en poder de asaltantes, homicidas, en fin, hampones, porque alguien se las "alquilaba" al igual que a “estrellas” del creciente y descontrolado narcotráfico, cuando cualquier cordobés sabe, conoce y se indigna frente a la indiferencia gubernamental, la ubicación, el funcionamiento y las ventas -incluso a notorios menores de edad-  en cualquier barrio sin hacer excepción de todos los sectores urbanos. 
   Lo sostuvimos en repetidas placas consignando que “Si la policía no puede, no sabe o no la dejan limpiar la mugre de adentro, menos podrá hacerlo con la mugre exterior”. No nos escucharon o lo escucharon y "se hicieron los osos" respondiendo con onerosas compras directas de equipos ¿con o sin licitación?, frecuentes cambios de nombres, desfiles callejeros para mostrar decenas de patrulleros nuevos que posteriormente no operaban como pomposamente lo
anunciaban, por falta de combustible y de repuestos para los que se accidentaban, e invirtiendo dinerales en publicidad no tanto a los periodistas, sino a los medios "ensobrados" y necesitados de apoyo económico especialmente en las campañas precomiciales, gastos que pagamos todos -pensemos como pensemos- a través de la presión tributaria y del elevado precio de ciertos servicios.
  Algo se ha corrido la moda del engaño, de la especulación partidista y del escondite y es de esperar que ahora les entre en las cabezas de los que dicen que saben pero lo disimulan, que nada cambiará mientras seriamente no se estudie, se legisle, se aplique y se controle el cumplimiento y la vigencia de una política integral de seguridad alejada de la conducción netamente política y se enrole en la sabiduría de los especialistas nivelados hacia arriba. Que la policía abandone su estilo de "fuente de trabajo para la militancia" y se profesionalice en la sapiencia técnica que necesita y reclama a gritos la sociedad cordobesa, existiendo la posibilidad de lograr tan ansiados objetivos en el nivel universitario.
  No nos escucharon en su momento y con bastante antelación. Personalmente marginaron a algunos "molestos moscardones" que ventilaban (ventilábamos) anormalidades y omisiones, con ese falsamente vetusto y edulcorado verso de los "periodistas acreditados", cuando nuestra acreditación es simplemente el ejercicio honesto de la profesión, así no estemos acreditados por el Papa, el presidente de la Nación, el gobernador, algún ministro figurón, el jefe o la jefa de policía de turno o "Mongo Aurelio".
  Aparece una tenue luz sobre un tema complicado, que viene siendo silenciado hasta que la consagración de la impunidad de la que muchos hicieron gala, parece irse retirando del complejo escenario de una inseguridad y deshonestidad que no merecemos.           En las últimas horas se han ido ventilando algunas novedades, entre ellas el alejamiento del actual Ministro de Inseguridad (porque es lo que hay y abunda) lo que se concretaría dentro de más o menos una semana para diluir lo que sería una clara sospecha popular que el cuestionado funcionario partiría de su cargo, empujado por un pedido vestido de exigencia, que venía planteando el legislador Dr. Luis Juez.
   Y uno de los penosos efectos/consecuencia es el error que muchos cometen, de generalizar la autoría de maniobras de neto corte maffioso penadas por las leyes, perjudicando injustamente a los sacrificados efectivos de la fuerza azul que cumplen decentemente con su arriesgado deber.
   No es, al menos por ahora, pretender reinstaurar la vigencia de aquel sonoro “que se vayan todos”…
  Roguemos que nadie coloque palos en la rueda del esclarecimiento de un panorama sombrío, nefasto, peligroso e inmerecido que los cordobeses venimos padeciendo.
  Y que sepan las autoridades que así como operaron -dirán que por órdenes superiores”- "descalifiquen" o borren de sus "secretos" registros a los periodistas no acreditados, aunque les pese, con acreditaciones o no, seguimos y seguiremos siendo periodistas.
Gonio Ferrari
Periodista censurado

16 de junio de 2025

“SÍGANME LOS BUENOS”, EDICIÓN ESCRITA EN UN INTENTO POR SUPERAR LA CENSURA

“La censura  ha perdido a todos
aquellos a quien  quiso  servir”
(Chateaubriand)
 
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S.L.B. NO SE DETIENE NI SE SILENCIA
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Ayer, hoy, mañana, cualquier día…
CARIÑO  Y  AMOR UNIVERSALIZADOS EN
LA  IRREEMPLAZABLE FIGURA PATERNA
 
   No es resignarnos al facilismo de abordar el tema paternidad con una mera y aburrida cuestión de números pero si no quedan otras  alternativas a mano y el conocimiento nos empuja hacia ella, tengo para ofrecer un caso bastante lejano y geográficamente histórico vinculado con lo que ahora nos ocupa, registrado en la lejana cuestión de números, pero si encaramos para ese lado, veamos un ejemplo emblemático, aunque no sé si es imitable.
    Principal actor de esta realidad que no es teatral, es un fornido ruso, granjero de ocupación, Igor Vassilet, quien le produjo a su esposa que de acuerdo con un censo allí realizado le produjo a su esposa -era la única mujer que habitaba por esas lejanías soviéticas allá por 1816- nada menos que 27 embarazos:16 fueron de mellizos, 7 de trillizos y 4 de cuatrillizos, para llegar a una nutrida prole  de 69 hijos.
   ¡Si hubiera sido argentino lo que su marido hubiera cobrado en planes sociales!
   La señora rusa totalizó en tiempo de embarazada 20 años y 3 meses de su vida y el resignado Igor se pasó nada menos y por suerte, nada más que 1.080 días en cuarentena, que  contándolos seguidos equivaldrían a tres años ¡tres años! de obligada abstinencia sexual y de respetuosa y poco creíble castidad.
   Cristóbal -cuyo apellido no viene al caso- respetado vecino de Alta Córdoba, en 25 años de matrimonio con la misma mujer, tuvo un solo hijo.
   Sin embargo, es tan padre como lo fue Igor.  
   Opto por hablar como hijo y que sean mis hijos los que hablen de mí.
   Mi Viejo el Coco era un luchador, laburadicto; guarda de tranvía, boletero en el hipódromo, empleado contable en Casa Vives y se murió a los 42 años, siendo administrador del actual Hospital Córdoba.
   Era sobre todo una buena persona, peronista de los de antes, de Perón;
respetuoso, decente y de muy buen humor.
   La verdad, no pude gozarlo tantos años como hubiera querido.
   Prefiero extrañarlo y atesorar en el recuerdo al tipo vital, risueño, enérgico, ejemplar en el trabajo, buscando siempre alguna ocupación extra como si el día tuviera 30 horas y olvidarme lo deplorable que es ver a un ser amado transformado en motivo de nostalgia. 
   No es malo extrañar o llorar al que se fue, aunque es mejor recordarlo vivo, y como arquetipo.
   Y si ahora lo tiene cerca abrácelo, béselo, apriételo, despéinelo si todavía no es pelado y dígale solamente esa breve, deslumbrante y seductora palabrita: Papá …
   Y aunque no le regale nada, no se imagina lo mágico, mágico de verdad, que es escucharla.
   Es cierto.
   Cualquier día puede ser el Día del Padre.
   Pero le cambio el almanaque entero por ese instante único y sorprendente, cuando tu hijo, tu hija, por primera vez balbucea diciéndote papá…
Gonio Ferrari
Periodista censurado
 
 
Homenaje a la salvaje libertad
ES UNA CERTEZA,  ESO DE VOLVER AL
LUGAR DE DONDE UNO NUNCA SE FUE
 

   Por todo lo que me dieron.
   Por todo lo que me enseñaron.
   Por todo lo que aprendí…
   Un adiós injusto, subterráneo y con sabor a culpas y temores ajenos;  silencioso e inmerecido, me separó de ustedes que eran el sostén de un amplio y generoso espacio exitoso, conceptualmente evaluado -pero previsible fracaso comercial- aunque muchos amigos nos vinieron siguiendo con firmeza, convicciones y expectativas.
   Se me ocurrió seguir siendo periodística y financieramente libre y no acepté publicidad oficial municipal, provincial ni nacional. La mayoría de quienes apelaban a pagar dinerales por ella, seguros que no compraban espacios sino silencios o aplausos.
   No es mi intención dramatizar ni caer al triste papel de victimizarme, porque no acostumbro a tomar como propias ciertas mañosas y extrañas creencias de suponer que tal actitud sea honestamente aceptada por la sociedad cordobesa, junto a la fiel y creciente audiencia que aprecia mi trabajo, de lo que puedo jactarme, que es la inmerecida víctima de la sinrazón y la carencia de argumentos para justificar los propios derrapes, la falta de respeto, el nulo sentido de la autocrítica, los fracasos que vienen arrastrando por la reiteración de errores y pérdidas de sustento, capital fundamental e irreemplazable que integran oyentes y “telespectadores”. En “Síganme los buenos” jamás se ha censurado ni discriminado a nadie; los mensajes no son “elegidos” ni suavizados en las expresiones que contienen, porque SLB es una tribuna que también vive amparada por la salvaje libertad que pregona.
   La verdad y en paz con mi conciencia, mi intención no es volver, porque hay un dulce y tierno susurro en el alma que me asegura que nunca me fui…
   Cariñosamente
             Gonio Ferrari




13 de junio de 2025

“Síganme los buenos” en el exilio

LA SEMANA EN GRAGEAS DE RIGUROSA ACTUALIDAD

Megacausa Registro de la Propiedad
CURIOSAS SITUACIONES QUE SE PRESENTAN
EN LAS AUDIENCIAS, MUEVEN  A  SOSPECHAS 

 

    Para esta causa como para cualquiera de los otros asuntos que abordamos radialmente durante varios años en SLB, el hecho que “selectivamente” nos censuren no acallará la continuidad del tema que abordamos desde tanto tiempo atrás.
   Se dice que algo transparente es claro, evidente y se comprende sin duda o ambigüedad, y que un cuerpo transparente permite ver los objetos con nitidez a través de él. En la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba se pueden enumerar situaciones bastante curiosas en las audiencias, como los casos en que testigos convocados por la misma fiscalía declaren no conocer los hechos motivo del juicio o no haber estado en el lugar, que no recuerden lo que habían declarado previamente, o que su testimonio se base en cosas que escucharon decir.    
   Resulta llamativo que a lo largo del proceso no se cite ni tampoco interrogue a ningún alto funcionario o responsable de la repartición y
quizás inédito, el hecho transformado en orden,   de apagar las cámaras de filmación televisiva en un juicio, lo que casualmente es para pensar, al mencionarse ciertos nombres. 
   Todo esto sumado al sello particular de la prisión preventiva sistemática, la condena anticipada y la comisión especial que la confirma, un tríptico convertido ya en su marca registrada. 
   La Fundación para el Debido Proceso Legal, organización con sede en Washington, destaca que la transparencia es condición fundamental para la independencia judicial que garantiza la justicia. Y analizando la definición, resulta poco claro, nada evidente, y con muchas dudas y ambigüedades el accionar judicial en esta causa.
   Muy poco nítido puede verse a su través.
   Podría pensarse entonces que algo empaña la transparencia judicial en este proceso y hasta tanto no se limpie, será difícil y poco convincente hablar de justicia.
 
Injuria al bolsillo y fin al caos cèntrico
MUNICIPALES, PIQUETES Y EL BOLETO
DEL TRANSPORTE URBANO, CARÍSIMO

    Bien sabemos que la permanente realidad cordobesa está siempre más identificada con los conflictos que con la conformidad de su ciudadanía con relación a las obligaciones que el poder debe cumplir para cumplir con las promesas preelectorales y para asegurarse la continuidad del mandato, si los resultados con un beneficio y no tan sólo una carga tributaria para la gente.
   Es demasiado estresante eso de convivir la cotidianeidad del conflicto callejero, de las limitaciones a la libertad individual que se consagran en base a violencia y de los magros y lentos resultados que se logran mediante tales procederes y las negativas derivaciones que se originan cuando las protestas, por encima de lo que estatuyen las leyes, ordenanzas, decretos o lo que fuere, no se aplican cuando el poder tiene la equívoca certeza que es la única manera de neutralizar esas acciones perniciosas y devolverle la paz a la ciudadanía.
   De golpe y sin intervalos que suavicen la gravedad de la situación se están dando el aumento del precio en el transporte urbano de pasajeros, coincidentemente  con el “quilombazo” que concretaran las huestes del agresivo Rubén Daniele y los “chicos malos” de su sindicato, que aunque puedan tener razón, la ciudadanía no tiene por qué pagar tales desplantes y daños, especialmente porque es la que solventa esos gastos y los reales y corrientes por intermedio del pago de impuestos, cargas que cada día que pasa son más onerosas.
   Dicen, anuncian y prometen desde las cúpulas gubernamentales, que el precio del boleto en el transporte urbano sería menos costosos si las empresas prestatarias recibieran los subsidios que gozan servicios similares en otras importantes ciudades argentinas, y exhiben como ejemplo la injusticia de la que se benefician en la capital del país con la ayuda económica que con algunas demoras garantizan la prosperidad del empresariado de tales servicios, sin que mejoren las prestaciones, consecuencia que también padecemos los usuarios cordobeses.
 
El pibe Kiciloff no llegaría a evitarlo
ELECCIONES EN BUENOS AIRES Y UN
‘POSIBLE ACUERDO’ DE LLA Y EL PRO


   Ha pasado a ser cuestión de “horas que se pasan volando” las elecciones, al menos en el caso de la provincia de Buenos Aires, donde entre el pibe Kicillof y su experimentado adversario en una eventual interna, ya desde hace tiempo se conocen las cosquillas, los caprichos, los errores y alguno que otro acierto.
   No son tiempos -la verdad- de andarse  definiendo por cualquiera de las dos principales alternativas., sino que lo acertado e indiscutible sería una suma de los electores de ambos o de lo contrario cualquier otro candidato, tanto de la LLA o de algún otro segmento, se adjudicarán una dudosa victoria con el único argumento de haber sido los únicos en oponerse y que dejaron al adversario en terapia intensiva, cerca de la extremaunción y mordiendo la bronca del fracaso.
   Simplemente, basta con decir que la única salida para entrar en la batalla de las urnas, sería la unión de ambos sectores sin egoísmos, argumentos poco sustentables o simples deseos de mantener el poder de la manera –cualquiera de ellas- que los lleve a ceñirse la corona victoriosa.
   Así que, muchachos, es la hora de la unión tapándose ambos las narices frente a efluvios que les resultarían inaceptables y sólo justificables, si a través de ellos se llega al cubo superior de los más votados.
   En este caso como en tantos otros, es de simple y básica inteligencia obrar lealmente con honestidad porque es de suponer que salgan como salgan, si resultan ganadores, podrán abrazarse lejos de la hipocresía y unidos por haber logrado un objetivo, que si hubieran obrado individualmente, ya era inalcanzable antes de la pelea.
  Y serviría, de paso, para refirmar aquello tan viejo aunque eterna e históricamente vigente, que sostiene -pese al transcurrir de los años- que “la unión hace la fuerza”.

Estadísticas realmente inquietantes
EN  MATERIA  DE  INSEGURIDAD, LAS
CIFRAS GOLPEAN AL CORDOBESISMO

   Obrar de manera honesta con una policía profesionalizada es una obligación que cada gobierno asumió en su momento y que se fue desdibujando con el paso del tiempo y de los penosos como frecuentes casos de infidelidades que perpetraban los malos exponentes de la fuerza, hijos de la improvisación.
   Las urgencias de medidas para terminar o al menos atenuar que todos prometieron e incumplieron se llaman asaltos domiciliarios y callejeros, “motochoros”, entraderas y salideras, arrebatos, robos a mansalva, aumento notable de la utilización de armas para consumar los delitos y terminar de una buena vez, más allá de las promesas incumplidas y de los procedimientos “agrandados” por el periodismo publicitario, hijo de la pauta oficial, con uno de los más importantes “laboratorios” de la delincuencia que se llama narcotráfico, porque no es posible que siga creciendo en intensidad cuando cualquier cordobés sabe, conoce y se asombra por la inacción policial, de la impune y enorme existencia de “kioskos minoristas” donde se vende droga, de los “delivery” existentes y de las fiestas clandestinas que desafían a la ley promocionándolas por las redes sociales, que derriban la tranquilidad que antes gozaban algunos barrios de la extendida ciudad y con creciente proyección al interior de la provincia.
   La ley debe endurecerse frente a los hechos de agresiones a efectivos policiales durante procedimientos o en los controles de alcoholemia, velocidad, luces apagadas o verificaciones de papeles del automotor que se practican especialmente en las circunvalaciones, cuando tales acciones debieran ser parte de intensos patrullajes que reemplacen a la tarea meramente recaudatoria, con puestos fijos en las estaciones de peaje en lugar de recorrer los trazados en gestión preventiva por presencia.
   La ciudadanía volverá a respetar a su policía cuando desde el poder se esmeren en desalojar definitivamente tanto a los malos exponentes como a las instaladas costumbres de corrupción que lamentablemente y con penosa frecuencia, se vienen develando en los últimos tiempos.
   Será la única manera de recuperar el respeto que tiempo atrás la ciudadanía profesaba a la policía, cuando la fuerza azul era auténtica servidora pública y no el botín que se transformaba en bolsa de trabajo para la militancia de una determinada corriente política.
   Resumiendo, la cuestión no radica en que desde afuera y con estadísticas, pretendan enseñarnos a los cordobeses lo que es vivir en un estado de permanente e incontrolada zozobra, que viene a ser la inseguridad maliciosamente disfrazada de sensación.