22 de septiembre de 2025

“Síganme los buenos” edición de emergencia en Primavera

Edición escrita especial de “SÍGANME LOS BUENOS” que desde una década y media
atrás viene produciendo y dirigiendo el periodista “Gonio” Ferrari, como repudio y
rechazo a la censura que a dicho espacio radial de elevada y fiel audiencia dominical
le impusiera sin ninguna intimación ni aviso la conducción de los Servicios de Radio y
Televisión dependiente de la cuatrisecular Universidad Nacional de Córdoba.

TODAVÍA NO MERECEMOS EL
SILENCIO. AÚN HAY QUE GRITARLO
Hugo Mujica



PARA  NO  PERDER  LA COSTUMBRE, DE VEZ EN CUANDO
TENDREMOS ALGUNOS  TEMAS COMO PARA COMENTAR
 
   Antes que nada, conviene aclarar que la nuestra es una medida que tomamos en legítima defensa de nuestra libertad de expresarnos, como actitud de respeto a las leyes y de manera especial a nuestra Constitución Nacional, vulnerados por esa pésima y repudiable ya instaurada como costumbre, de exigir “urbe et orbi”  que todos pensemos según el caprichoso e infantilizado libreto que parte desde alguna empecinada usina de conducción política que no escarmienta ni se adecua a la evolución de los tiempos ni de las consultas populares.
   El  volumen de información que se genera en estos escenarios no tan sólo en Córdoba sino en Argentina, el cono Sur y en todo el universo nos enloquece por agotamiento, que estamos con la cabeza a punto de estallar y que no vemos la hora de volver a la normalidad para tomarnos revancha de tantas exigencias que la realidad nos impone, hacer la maleta con poca ropa, algún buen libro, el pasaporte al día, unos cospeles que hayamos podido amarrocar y partir con rumbo desconocido en actitud de merecido descanso.
   Queda por establecer sin enojos pero con objetividad si haremos que sea un viaje de placer o que lo hagamos con la familia.
   Dejando de lado cualquier especulación en tal sentido y seriamente evaluando, suele ser saludable descansar de tanta ponzoña, desencuentros, rivalidades, enconos y estériles como inoportunos enfrentamientos para llegar a masticar y deglutir una realidad que bien puede tratarnos bien o como en la mayoría de los casos, que la disconformidad sea otro de los sentimientos que nos invada hasta hacernos perder los estribos, disparar al banco, extraer todos los ahorros que hayamos acumulado y corramos raudamente para evitar los alevosos recargos por mora que nos fusilan, poner al día nuestras cuentas por alquiler o cuota del crédito que solían otorgar para la casa, el pago de la luz, el teléfono fijo, los celulares de ella y de los chicos, el kiosquero que nos deja el diario, la cuenta del gas, los impuestos municipales, provinciales y nacionales, las cuotas atrasadas de los seguros, el colegio de los chicos, el transporte escolar y alguna otra obligación que, realmente, nos obliga a sentirnos crocantes de secos con la soga apretándonos el cuello, más 
algunos olvidos que el volumen de la morosidad al menos ha servido para dejarlo de lado hasta el próximo mes o para la cuota del medio aguinaldo a mediados de diciembre, si no es que se les ocurre a los que mandan que deberán pagarlo en cuotas, porque… bueno, razonesy pretextos jamás faltan.
   Lo tomemos con calma, porque el mañana puede ser más severo con nosotros, a menos que seamos empleados públicos de nivel, jubilados de privilegio, legisladores o ediles, beneficiarios de alguna jugosa herencia o seamos parte de esa pléyade de sacrificados servidores de la Patria que son aquellos argentinos y argentinas dedicados a servir desde las conducciones sindicales. 
   Algo tenemos para que leamos hoy y podamos comentar mañana en la oficina, en el bar, durante el viaje en el bondi o mientras cumplimos con el mandato de no quedarnos quietos, porque los huesos se oxidan.
   En consecuencia, vamos a lo nuestro agradeciendo la actitud de frecuentarlo, lo que nos hace menos desgraciados y un poquito más felices…
                                                           G.F. y su fiel equipo de producción
 

Estación más esperada que a los reyes magos
LA PRIMAVERA YA ESTÁ ENTRE NOSOTROS
CON  SU  CARGA DE  ABRIGOS Y PERFUMES  
  

   Ya estamos viendo las hormonas pasearse por las calles, por los parques y plazas, caminando por la peatonal, en fin… por toda la ciudad maravillosa que es nuestra Córdoba, cuando a decir del poeta todo revive y sale de la hierba un ruido que se eleva como un largo
murmullo... La vemos en una juventud única, irrepetible y en mucha medida candorosa ante la natural carencia -todavía-  deexperiencias negativas y por exceso de cariño en el ámbito de su vida cotidiana, con el cofre del alma lleno de proyectos, deseos y la cercana esperanza de vivir gratos momentos.
   Ricos y pobres, clase media o con vocación de carencias es lo mismo para cuando se ronda desde los 14 años del acné hasta la edad de la emancipación en todo sentido, el ansiado picnic con destino o no de romance que les cambia la vida y les va enseñando el camino para llegar a los años adultos ya cargados de recuerdos, así sean alegrías, sinsabores o tempranos y lacrimógenos olvidos.
   Todo esto es el anuncio primaveral, que por una inusual forma de asomarse, nos hace pensar que incluso el Creador, el Dueño de Todos los Relojes, estuviera apresurado por ver felices a los adolescentes.
   Casi no hemos tenido invierno riguroso hasta ahora. Seguramente ese viejo gruñón de vientos llegará tarde para hacer sentir la severidad del frío, la inseguridad de la escarcha y la moquera molestia de las narices heladas.
   La primavera, más que insinuándose y haciéndose desear, ya llegó y nos llenó el alma de colores, polleras breves, diluvios hormonales, esperanzas y la felicidad que estuvo amodorrada en la antipática y abrigada estación con su carcelera obligación de encierros, fogones, cachetes colorados, poco románticos calzoncillos largos y un pañuelo en cada bolsillo
   Le abramos las puertas tanto los jóvenes como nosotros que por una ley natural, cada vez más nos encanta ver la felicidad en nuestro prójimo, como si ya nos aburriera la rutina anual de pasos apresurados, mullidos acolchados y  espirituosas bebidas. Porque ser feliz, también para el Altísimo como le quieran llamar, debe ser la mayor de las glorias.
   El secreto está en saber compartirlas, dulcemente  y en plenitud…
Gonio Ferrari
 


A propósito de un dicho que arrastra mala fama
LA SOMBRA DE  UN ARBOL QUE NO ALCANZÓ A
ECLIPSAR CASOS DE INJUSTICIAS IRREPARABLES
 

   De aquel viejo dicho que históricamente se juega sosteniendo que se necesita un escándalo  público para neutralizar la trascendencia de otro, no viene dando los resultados apetecidos imprudentemente de antemano por quienes -“sesudamente”- lo metieron en la consideración ciudadana para alcanzar escasa trascendencia popular, sin que a la vista les redituara al menos el consuelo de un escaso y mezquino beneficio.
   Aquello tan trillado de la sombra de un árbol que se necesitaba para silenciar o sacar de su escena al bosque, alcanzó una notoriedad “al revés” de quienes la llevaron a la práctica en un vano intento por alcanzar algo parecido a un equilibrio de los números de audiencia o “rating” que le llaman, tanto en las señales televisivas, como en las varias frecuencias radiales que tienen su punto de partida en los Servicios de Radio y Televisión de nuestra cuatrisecular Universidad Nacional de Córdoba.
   Es la misma empresa que no muchos años atrás lograra ser líder en las mediciones y aportante de algunas actuales “estrellas” del periodismo que emigraron seguramente persiguiendo una estabilidad que no gozaban, el equipamiento para que el esfuerzo humano no fuera vano  y la consecuente repercusión, lo que ligado especialmente con la llegada de cada final de mes a los números los consolidan porque aportan eso que le llaman seguridad, una especie de vacuna contra el descontento, la debilidad del entusiasmo y un “acta de defunción” para las consabidas medidas de fuerza.
   Sus cámaras y micrófonos llegaron a ser señeras hasta que la aparición de ese flagelo que le llamaron “periodismo militante” -precariamente disimulado-  los fue rotulando con inclinación y preponderancia hacia el kirchnerismo y dejando lentamente en el rincón de los olvidos,  aquella saludable costumbre del respeto a ultranza de la libertad de expresión consagrada en nuestra Constitución Nacional pero con mal disimulado acatamiento en el ámbito periodístico, pese a lo cual y con pésimos balances “hacia adentro” fueron desprestigiando una imagen otrora respetada pero doblegada por el fanatismo ideológico.
   En los últimos meses o pocos años ha venido creciendo una situación anormal en el manejo de los SRT al menos dentro de lo que se conoce y existen pruebas, que obtuvieron como resultado -entre otros- un cierto deterioro en cuanto a la cantidad de oyentes y televidentes que acompañan a esas señales. Es en cierta medida por el desplazamiento de algunos segmentos periodísticos con vigencia superior a una década, al igual que otros espacios casi “clásicos” que ya habían consolidado posiciones dentro de las respectivas carteleras, con el agravante de haber lesionado el sacro respeto que se le debe a la libertad de expresión,  la estabilidad de propuestas muy bien conceptuadas y medidas y la afrenta que significa “filtrar” por el cedazo de la intolerancia fortaleciendo las tendencias izquierdosas, desplazando a ciertas expresiones donde la libertad es realmente “salvaje” porque a nadie se censura, a nadie se le niegan espacios ni se les exige un acatamiento a la línea periodística ni se los limita tanto en micrófonos como frente a las cámaras.
   Una manera cabal de establecer las diferencias, es acudiendo al registro del número y textos de los mensajes que se cursan a una línea telefónica. Allí no se seleccionan y menos se eligen las opiniones, que tampoco se marginan y menos aún que sean víctimas de la atrocidad cívica y “zurdoide” que es la censura lisa y llana, sin explicaciones, lo que ha creado algunas rispideces cuando se leen textualmente ciertas participaciones de oyentes que lo hacen con escaso respeto por el pensamiento ajeno.
   Y ahora es preciso que retomemos  la consideración del tema principal de este comentario, una alusión a eso tan relativo que es alguna conclusión inteligente acerca del árbol que impide tener acceso visual hacia el bosque.
   Hay veces que los intereses, la angurria, la impunidad consagrada y las ventajas que aportan los silencios otorgados mueven a que se fortalezca el cúmulo de primacías que ayuda a quienes buscan asegurarse la indemnidad y robustecer su imagen de ciudadanos decentes. No sería novedad que actuaran con sentido familiar, como se sospecha  que lo venían haciendo, en lo que lograron un éxito pasajero hasta que el tema -por ejemplo- de las autobombas “hizo agua” hacia adentro con abortivo resultado y con la suerte al menos monetaria pero no eterna ni segura porque aquel embarazo “venía de nalga” y con otras complicaciones, hasta el punto de terminar en un aborto no deseado ni calculado por sus ”papis” que confiaron demasiado en ”silencios ajenos” que no les permitieron siquiera pedir disculpas a quienes engatusaron con la promesa y los anuncios -incluida costosa publicidad callejera- de acceder a un espacio televisivo de la mano de una “estrella en pleno eclipse” que dejó esta inquietud de lado y para mejor futuro soñando con vientos favorables guardando para otros venideros tiempos sus maquillajes, pelucas y  atuendos que creíamos eran todos exclusividad de quienes lucían en los ya superados y antiguos “teatros de revista”.
   Las cosas se venían complicando aunque en otro terreno de las anomalías pero con los cuestionados personajes, “arribistas” y ventajeros, guiados por un líder de pacotilla que resultó ser acosador de compañeras y frente a todos los testimonios en su contra que venía acumulando, no le quedó otra salida -ni siquiera decorosa- que abandonar la nave que inexorablemente se hundiría y buscó refugio en Baires -allá donde se cocinan muchas cosas de aquí- logrando el amparo, la “protección” y la impunidad que alcanzara una cuestionada “puntera” ya condenada, en tiempos no tan lejanos dedicada a gestionar y lograr ayuda financiera para sus productos relacionados con la defensa de los derechos humanos, pero que se dio el impune lujo de enriquecerse, “comprar” una radio -o una frecuencia-  y asociarse con uno de los fantoches, criminal convicto, que pelechó saliendo al aire con esa emisora para vender entre otras mercaderías, “sueños compartidos” que terminaron en verdaderas y dolorosas pesadillas.
   La “estrella” mediática que conduciría ese espacio televisivo por el canal universitario -que supo ser sin excepciones orgullo de los cordobeses- se quedó en llanta cuando trascendieron sus andanzas persiguiendo y acosando a mujeres que fueran sus compañeras y al derrumbarse ese castillo de naipes marcados, las dos autobombas (¡Siii! dos autobombas) que fueron adquiridas, o alquiladas, o cedidas por cuarteles de bomberos del interior provincial que las habían desafectado para la lucha contra el fuego, pasaron un largo tiempo a la intemperie en el amplio y arbolado parque que rodea a los S.R.T. y de la frustrada “estrella de la TV” nada más se supo aunque sus andanzas de cuando en cuando trascienden junto a otro “personaje” que en la cúspide de su notoriedad, dejó silenciosamente esta Córdoba que no es tonta y el tipo luce ahora en el canal de televisión por cable más amarillento que tiene el país.
  Con estos datos advertimos con preocupación y mucho de angustia, que Buenos Aires pasa a sumare a los destinos que eligen o las circunstancias imponen a no pocos ejemplares de la fauna periodística de esta Córdoba siempre sorprendente, en la que están sospechados por su participación en algunas ”travesuras” con las que nuestras leyes no están de acuerdo y con lo que los SRT de la Universidad Nacional de Córdoba de la que todos seguimos sintiéndonos orgullosos y ahora en situación o “estado de sospecha” alcanzado, no merecen ni lo merecen los blasones, el cariño y el respeto que lucen pese a todo -los SRT- aunque los invasores por la vía ideológica no 
merezcan esos sentimientos cosechados con más de 400 años de vigencia, lucha tenaz contra la ignorancia y generosa formación de profesionales.
   Es momento entonces de volver al árbol y a su sombra, convencido que esa sombra quebuscara eclipsar situaciones más graves por lo atentatoria a los consagrados y humanos derechos, no logre el objetivo de sepultar en el más lacerante de los olvidos situaciones anormales, como lo son los casos de profesionales del periodismo que resultaron víctimas de medidas absurdas, que en los casos de la periodista Roxana Menéndez y del colega Claudio Ferrer tuvieran desenlaces fatales al ser víctimas de esa brutal manera de castigar opiniones no coincidentes con la conducción empresaria, aplicando una de las más crueles medidas disciplinarias para
silenciar a un periodista, que es impidiéndole serlo con la aplicación del cumplimiento del horario laboral, pero sin opinar acerca de nada.
   Saber que ambos descansan en paz no alcanza ni siquiera para exculparlos, porque la justicia de los hombres suele ser exageradamente tardía,  demasiado leve, insuperablemente contemplativa y cercana a las amnesias.
   No habrá ningún árbol ni la más interminable y extensa de las sombras, que consigan empujar a Roxana ni a Claudio y a todas las víctimas de la feroz censura con inhumanas consecuencias, a los oscuros recovecos del olvido.
   Y tampoco habrá manera de convencerme, en mi condición de periodista libre e independiente, que los responsables e instigadores de esas partidas sin retorno pueden, cada noche, mirar de frente a sus familiares y  dormir en paz.
 
GONIO FERRARI
Periodista censurado

NO PERDAMOS LAS ESPERANZAS Y ROGUEMOS
QUE LA JUSTICIA NO SEA OTRO ESCOLLO A SUPERAR

Esperamos para el próximo domingo haber superado los inconvenientes técnicos –más allá de la inconstitucional aplicación de la censura que padecimos este día inicial de la Pimavera, jornada de festejos y jolgorio especialmente para la maravillosa juventud argentina. Seguramente nuestros seguidores tienen noción de lo que es poner en las redes un espacio radial que no se escucha, pero al día siguiente es posible leerlo. Ese es momentáneamente nuestro objetivo hasta recuperar lo que tan injustamente nos birlaran en una actitud autoritaria y desembozada, para caer a un abismo de mediocridad que se acentúa con el paso del tiempo y una eventual consagración de la impunidad, en un acto violatorio de las leyes que nos rigen, incluyendo a la Constitución Nacional que bueno sería al menos la leyeran antes de apresurarse a tomar una medida que nos perjudica, aunque sirve para que la opinión pública tenga noción de un proceder tan vertiginoso, más que injusto y repudiable.
   Si todo camina como lo imponen las leyes, el domingo próximo tendremos la enorme satisfacción cívica y profesional, de volver a leernos y escucharnos en ejercicio de eso tan sagrado que se le llama gozar de la salvaje libertad. ¡Mil gracias!
G.F, y equipo

2 comentarios:

  1. Cómo se extraña el programa de radio, a pesar de no estar de acuerdo con muchas cosas . Y no me refiero a la opinión del respetado periodista , sino a las formas. Se extraña la verdadera libertad que había con los otros gobiernos . Espero que esa libertad vuelva pronto y pueda volver el programa y el distinguidisimo periodista

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    1. Perdón no deje mí nombre . Diego ansaldi de barrio pueyrredon

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