16 de noviembre de 2025

Meditación, evaluación y el sacrificio de siempre…

¿UNA SEMANA ALCANZA PARA EVALUAR LO QUE NOS
ESPERA EN EL CERCANO FUTURO A LOS ARGENTINOS?

El futuro no es un regalo. Es una
conquista. (Roberto Kennedy)

     Para los abúlicos, aburridos, siesteros, conformistas y dominados por las dudas, bien les encaja un pensamiento nada menos que de Einstein: “Nunca pienso en el futuro. Llega muy rápido”.
 
La esperanza superó a la demagogia
MIREMOS  HACIA  EL  FUTURO
YA QUE EL PASADO NO PUDIÓ
 

   Poco a poco y con el “factor sigilo” de por medio, el poder uitiliza el cuentagotas para ir ventilando tanto logros como intenciones, después de una jornada electoral y de unos pocos días que están sirviendo para enfriar ánimos, encender broncas escondidas, abrir el “prode” para los vientos que están llegando, pasarse facturas internas, replantearse alternativas pecaminosamente individuales y livianamente en lo “macro” de la política nacional, y un llamativo empeño opositor de superar el “kilombazo” emergente, reacomodar a los heridos, olvidarse de “sus desaparecidos” e intentar el duro camino hacia una cicatrización qe aparece diariamente màs remota porque hay heridas que so se cierran así se utilicen mecanismos alejados del éxito y se opte por la agresividad de endilgar culpas a los otros, sin ejar como lo está mostrando la realidad, un espacio para la autocrítica porque la mayoría de la mayoría -es decir, el conjunto del poder actual- sigue sosteniendo la firme convicción que el “mea culpa” es hacerse pis en la cama porque la autocrítica no está incluida en una de las básicas obligaciones de cada perdedor.
   Dos palizas electorales bastan para sintetizar el resultado que arrojaron los números: los casos de Buenos Aires como vacuna contra la soberbia aplicada por un enfermero que ni siquiera tuvo la piedad de la anestesia y los números que se dieron en Córdoba, como para desinflar cualquier globo que mostró su fragilidad como preaviso dejando traslucir una imagen que se viene fortaleciendo día a día, desacierto a desacierto, endeudamiento impagable por quienes lo siguen incrementando, problemas que en lugar de disiparse se fortalecen como son la inseguridad, el desprecio por las prioridades, el creciente crecimiento del narcotráfico y sus secuelas, todo el amplio “además” y algunos otros detalles que sumados, desnudan reacciones sectoriales  que vienen demostrando un complicado y “protestariado” clima de malestar social: Llaryora no es el candidato ideal.
   Cuando estamos en etapa de perfilar las cifras de la reciente consulta popular se advierten las primeras secuelas o novedades: reducción del número de agencias, lo que debió hacerte años atrás
   “Una casi institucionalizada cuota de resentimiento existencial es una de las razones de lo que nos ocurre. Esto es grave porque el panorama incorpora otras cuestiones conflivtivas resentimiento  fluye de la envidia, alimenta odios y construye malicia. Los resentimientos, por enfermos e insaciables son destructivos. Necesitan permanentemente blancos y víctimas. Se niegan a reconocer los valores y los éxitos de los demás. Rechazan la admiración que transforman en burla. Generalizados. Provocan pesimismo, derrotismo y corroen el plexo social, impidiendo la cohesión. Demonizan a los líderes. Atacan a todo aquel que, por algún motivo triunfe. Peor aún, alimentan una y otra vez las utopías igualitarias. Desgraciadamente cuando hay en la sociedad continuos excesos de frivolidad, tendencia a la ostentación de lujos innecesarios, ausencia de sobriedad y hasta una suerte de insensibilidad hacia el prójimo es difícil combatir el resentimiento”.
   No son conceptos nuevos. Los escribió el colega Emilio Cárdenas en La Nación, allá por febrero del 2001 referidos a nuestro país.
   Los analistas, tanto aquellos respetables periodistas que hacen -hacemos- de la independencia de pensamiento y opinión un culto y sin temores a equivocarnos o pecar de exagerados, estamos coincidiendo al aplicar este objetivo análisis trasladado a la actualidad que vivimos los argentinos y más aún cuando las urnas y no otros medios, han dictado su veredicto fortaleciendo las posiciones que se las consideraba minoritarias y sepultando pretensiones impulsadas por la demagogia y en casos por la desesperación, tal el caso del gobernador Axel Kiciloff.
   Hablaron las urnas con su lenguaje inapelable, no fueron pocos los que se vieron obligados ni siquiera  a cancelar celebraciones y las “postergaron” para mejores tiempos, el desencanto dominó al oficialismo pese a todos los “sabihondos” que se esmeraron en otra aplicación de su acostumbrado optimismo desbordante, se vieron en crecimiento acelerado los rostros adustos frente a lo que “los ellos” calificaban como imposible, ya están escribiendo sin encontrar explicaciones convincentes algunas definiciones que sirvieran para explicar lo inesperado, ese “imposible” de una derrota nacional, el K.O inapelable para el trio Schiaretti-Llaryora-Ballestrini, especialmente porque les resultará complicado -a menos que mientan- justificar tantos exagerados gastos de campaña que mediáticamente suman demasiados millones de pesos que por el empecinamiento exitista que pocas veces tuvieron de burlarse de las prioridades, anticipadamente convencidos del triunfo aplastante que no alcanzaron. La provincia de Córdoba no dejó de endeudarse y está hasta el flequillo comprometida en dólares, euros, dinares kuwaitíes y seguramente en otras monedas, para no olvidar a “los ellos” que se indignaban por los acuerdos con el FMI y otros usureros desde el nivel nacional, ante tanta generosidad.
   Los jardines, las flores, los caminos, las consecuencias del innecesario endeudamiento creciente y para el pueblo inexplicable cantidad de compromisos contraídos en moneda extranjera, ocuparán las preocupaciones de los cordobeses que ahora maldicen haber sido víctimas de seducciones que pagamos todos, porque a los “regalos” que se hacían hay que sumarles “los sobres” que sin dudas más de uno recibió.
   Obras hay muchas tanto en ejecución, algunas con inexplicables demoras como en su  cercano inicio, y es cuando nos preguntamos con indignación sumada a la impotencia: ¿quiénes levantarán tantos muertos?”.
   No serán los bolsillos,  el crecimiento de los patrimonios ni los ahorros de quienes manejan a su parecer esos dineros que todos pagamos en impuestos y en servicios de elevado costo, sino que el único camino para no volver a la inflación de la que también han venido siendo cómplices por angurria recaudatoria. En tal sentido, a los cordobeses nos acosa una antigua sentencia de Voltaire quien sostenía que “Los hombres jamás sienten remordimiento de aquello que tienen la costumbre de hacer”.
   No es hora, simplemente, “de mezclar y dar de nuevo” porque algunos naipes marcados ya están cambiando, desde quien toma la sorpresa de ayer como que la intuía y no es cierto y por eso de la ”transferencia de rostro” que ha venido en aumento, es que tenemos entre nosotros ese ejemplo que muchas caras han adoptado -como de festejo o de muda protesta-  hasta que mastiquen, gusten, rechacen o les generen vómitos o colitis en una actitud que no sorprende porque no es el primer arrepentimiento que asumen.
   Las reacciones de la gente fueron no tan variadas como era de suponer para los cordobeses, otros exultantes, sino que uno -cualquiera de nosotros- advertía que caminaban ejemplares con su resignación a cuestas, otros preferían no ser identificados, estaban como mayoría los sorprendidos y eufóricos y los tristes con sus facciones desencajadas: cada uno y cada una mostraba supongo que no queriendo, un estado de ánimo que sería regalo para cualquier estudiante o veterano de psicología y de la siquiatría aunque dentro de este amplio panorama de las “caripelas” que caminaron nuestras peatonales veredas y peatonalizadas calles, los dedicados al variado arte de los pronósticos  -gurúes, adivinos, tarotistas, autoritarios cultores de los cálculos a futuro, etc- no faltaron los indiferentes, varios aún dominados por el ‘fernando y la coca 70/30’ hasta que me tocó enfrentar a un colega que hasta anoche se autotitulaba “infalible” acerca de sus pronósticos a lo largo de una dilatada carrera: le erró fiero al igual que la abrumadora coincidencia del 98 por ciento de los periodistas.
   La fecha de ayer -26/10/25- ya entró en la historia de la democracia argentina, y es para destacar que un detalle saliente es que todo aquel ser que en nada cuadraba política ni ideológicamente por simpatías, admiración o coincidencias con el sector “nacional y popular” del kirchnerismo original y puro, que deja su huella indeleble en nuestra historia, de lo que alguna vez sus mentores tendrán que repudiar y arrepentirse.
   Es cierto que estamos gravemente heridos en nuestra economía, la producción adelgaza cada día, crece la irrespetuosidad del poder hacia los viejos mientras las deudas se multiplican a la par de la desocupación formal, pero no debemos aflojar ahora que tenemos abiertas y sin trabas las puertas de la recuperación, la estabilidad y el crecimiento que equilibre al menos el lastimoso  estado social de nuestro país y las carencias pasen a ser ominosos recuerdos.
   Así y todo no debemos aflojar en lo más mínimo porque objetivamente evaluando y con perspectivas de mejoras en el mediano plazo, la situación no es para suicidarse ahora.
   Ya varios lo hicieron “en cuotas” creyéndose triunfadores hasta que el fracaso de esos pronósticos a través de las urnas les hizo ”bajar el copete”, hacerse cargo de culpas que nunca reconocieron y los llamó a una realidad que incluso ahora se empeñan en ignorar.
   La oposición -si es que ha madurado- debe entender que es una deslealtad eso de pasar su tiempo poniendo obstáculos, deformando realidades, fogoneando desigualdades y fabricando conflictos porque todo eso, junto, crea en ellos una clara e innegable imagen de golpismo, delictivo y totalmente repudiable.
   Admiro y comparto una sentencia del Talmud: “Dios ama a tres clases de hombres: al que nunca se enoja, al que nunca renuncia a su libertad y al que no guarda rencor”.
GONIO FERRARI
Periodista censurado
 
La esperanza superó a la demagogia
MIREMOS HACIA  EL  FUTURO,
YA QUE EL PASADO NO PUDIÓ
 
AL MEDIODÍA UN ENFOQUE  DE LA REALIDAD  QUE
ESTAMOS VIVIENDO -IMPENSADA PARA MUCHOS-
A CARGO DE UN PERIODISTA INDEPENDIENTE QUE
FUE BLANCO  DE  LA  CENSURA  POR PARTE DE LOS
QUE AHORA, SEGURAMENTE,  NO  MANTENDRÁN
LA CERTEZA DE REEDITAR  PASADAS TRAVESURAS.
                                                                                    G.F.

 


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