Desgrabación de los comentarios del
periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” que emitieron en
vivo desde sus estudios,
la AM580 y la 88.5 FM ambas de Radio Universidad Nacional de Córdoba, el 12 de
abril de 2020.
Firmeza ante la pandemia
LOS CONTRAPESOS DEL PRESIDENTE NO
LOGRAN APARTARLO DE SUS OBJETIVOS
No es cuestión de sobresalir en inteligencia
para caer en cuenta que más allá de los costados políticos e ideológicos que
por supuesto arrastra el tema de la pandemia y su consecuente cuarentena, es de
buena leche reconocer que las cosas aunque algo tardíamente, se están haciendo
bien sobre todo en cuanto a las directivas impartidas.
Que la estupidez humana siga haciéndose
presente en muchas circunstancias es algo inmanejable para cualquier político,
salvo que se actúe con rigor extremo como en China, donde a la gente que andaba
paseando su alpedismo la hacían entrar en razones a palos o en Nepal, donde a
los mismos estúpidos -porque es una condición humana universal- los inmovilizan
con ganchos metálicos de dos metros que maneja un policía y así se los llevan
para depositarlos en las cárceles.
Si aquí se hiciera lo propio con los
transgresores, no alcanzarían los rebenques ni los ganchos metálicos y el Estadio
Kempes sería pequeño para albergar a tamaña caterva de pelotudos sin distinción
de sexos, que comprometen su salud y la del prójimo con esa actitud del
triunfalista “a mí no me va a tocar”.
Que la cuarentena está bien extendida es una
razón hoy vigente, como lo será cuando sea necesario darle más tiempo a la
ciencia a que nos habilite como dignos beneficiarios de la libertad de andar,
pasear, viajar y hacer lo que nos venga en gana, siempre dentro de la ley.
El Presidente de la Nación viene llevando la
situación con suma cautela e imagino algunas interferencias que debe tener,
porque suele ocurrir que no todos los comandantes de aeronaves -quiero poner
este ejemplo- toleran la compañía de un copiloto, aunque se lo haya visto en un
sinnúmero de ocasiones dialogar con opositores -de adentro de su partido como
de afuera- en una actitud de necesario e imprescindible acuerdo a la hora de
tomar decisiones que son vitales no tanto para el hoy sino con proyección de
inmediato o lejano futuro, sin caer en apresuramientos y dejando de lado algo
de aquel espíritu de parche y remiendo que vivimos en los primeros tramos de la
endemia.
Y el Dr. Fernández le está demostrando a los
argentinos que las cadenas nacionales también sirven para unir y no para
lucirse o disgregar.
Un detalle que voy a ventilar aunque es
posible que al respecto se haya difundido información, pero ocurre que es tan
densa la catarata de noticias, que puede se me hubiera pasado por alto su
conocimiento aquí, entre nosotros.
El diario El País de Madrid publica con
fotografía incluida a menos que sea un truco, que efectivos del Ejército
Argentino repartieron miles de raciones alimenticias en barrios de la periferia
bonaerense, y consigna que fueron muy bien recibidos y aplaudidos por la gente.
No debiera llamarnos la atención tal
actitud, pero es conveniente coincidir en que el “cuco” del milico deba darle
espacio al soldado solidario, poseedor de la misma sensibilidad social de
cualquiera de nosotros.
Dejando ese episodio, volvamos a esa
afirmación en el sentido que las autoridades nacionales, primero con la
desorientación propia de quienes escucharon aquel blooper que “China está demasiado lejos para que la
peste nos llegue”, supieron girar sobre la marcha y encaminar su acción a lo
preventivo, especialmente valorando por encima de los fantasmas del derrumbe
económico, su vocación de valorar la vida.
Y en eso están ellos y estamos todos,
abroquelados al mismo objetivo de respetar los dictados de la ciencia y no
desacatarnos, cayendo al error de dejarnos llevar por la soberbia de pensar que
a nosotros no nos va a tocar.
Cuando ese maldito virus se te mete en el cuerpo,
no le interesa cómo pienses, a quién apoyes o a quién odies.
Es de rogar que a esto no lo olvidemos
jamás…
No es joda. Aún no llegó lo peor
LA TONTERA DE PRETENDER QUE AFLOJE LA
CUARENTENA Y PASE A SER UNA
VACACIÓN
Era para morirse de bronca mezclada con
impotencia, ver la actitud de mucha gente -demasiada para mi gusto y para la
mayoría- que luego de escuchar por allí el rumor que se levantaría la
cuarentena o al menos se atenuarían sus efectos, se lanzaron a las calles, a
los shoppings, a las plazas como si el maldito virus hubiera pasado a ser sólo
un mal recuerdo.
En algunos lugares especialmente en los límites
urbanos, las canchitas de fútbol se asemejaban salvando lógicas distancias, a
la bombonera boquense o al estadio mundialista de los Millonarios, porque hasta
referí tenían, aparte lógicamente del público.
Las peatonales no digo que se veían como en
un día cualquiera, pero decayó el porcentaje de los amantes del barbijo y los
guantes pasaron a ser una excepción en los caminantes y es para llegar a pensar
que hasta los controles en los puentes relajaron sus exigencias y detenían a
los vehículos de cuando en cuando.
Hay que entender la desesperación de los comerciantes,
especialmente de aquellos que buscan mantener la pequeñez de sus
emprendimientos comerciales por ser la única fuente de sustento y si no venden,
no comen. La consecuencia es sencilla de imaginar.
Es cuando tratando de evaluar las desgracias
que pudiera llegar a tener esa peligrosa posibilidad del quebranto que supone
la falta total de dinero y por ende de alimento, que se nos viene a la cabeza
el pésimo recuerdo de los saqueos por motivos menos abrumadores, calculando
también que la desesperación puede buscar en las viviendas particulares el
lugar donde proveerse por las buenas o mediante la violencia.
Si la cuarentena se extiende y la situación
económica llega al borde del precipicio allí donde caen el orden, la cordura,
el respeto por lo ajeno y la observancia de las leyes, no esperen que la gente
que no tiene qué comer actúe más que por desesperación, por humana necesidad.
Y no olvidar el enfoque político de la
situación: fabricar pobreza y no asegurarles comida y un mínimo bienestar, es
una actitud históricamente riesgosa.
Y no estamos preparados ni comprenderíamos
un desenlace de esas características.
¿El panal, el faro, etc. a la venta?
SI CÓRDOBA NO TIENE PARA PAGAR SUELDOS
Y JUBILACIONES, QUE LE PIDAN A GIORDANO
A veces siendo benévolos para pensar, se nos
cruza por la cabeza que esa indicación como al descuido que hiciera nuestro
gobernador, en el sentido que por la caída de la recaudación no le alcanzaría
para pagar sueldos ni jubilaciones de abril, tuvo una especie de íntimo eco con
sabor a presión hacia el poder central que al no ser parte de la alineación
pretendida por el puerto, Schiaretti tendría que rever su postura federalista
por excelencia.
Pero supongamos con algo de mala entraña que
al ministro de economía de la Nación no se le moviera un pelo y dejara a
Córdoba como Tarzán, en bolas y a los gritos.
¿Qué podría pasar? Que los empleados
públicos cobren fraccionado y hasta final del año en dos o tres veces, total el
gremio que es un apéndice del gobierno no estaría molesto al menos su
dirigencia; que los jubilados como no pueden salir a la calle a protestar -y
menos ahora por su condición de viejos en riesgo y en cuarentena- la tuvieran
que aguantar, o acordarse de la parentela del ministro de economía cordobés que
maquinó esa alquimia matemática que les hace creer que cobran el 82 por ciento
de los activos, y cada fin de mes los vienen jodiendo en una punta de pesos, y
es con esa acción que se inició el deterioro salarial que afecta a los
jubilados aunque las mensualidades que reciben son importantes, pero téngase en
cuenta que aportaban más que cualquier otro estatal del país.
¿Quedan alternativas? La verdad que a simple
vista hay dos: la primera, que el gobierno nacional le adelante las sumas
requeridas siempre y cuando haya algo parecido a un formal alineamiento de
Córdoba con las políticas del puerto.
La segunda es la más penosa aunque con
sentido práctico suena como la más probable: una emisión de moneda local no
como dinero porque creo que la ley no la faculta, sino con el disfraz de bonos
para pago de impuestos y servicios o algo parecido.
Así nacieron tiempo atrás los Lecor,
hicieron las delicias de los usureros y pasaron a ser moneda corriente. Muchos
-o todos, no lo recuerdo en detalle- se imprimieron en Chile y aún ocupa un
lugar en la memoria colectiva de los cordobeses la anécdota de aquellos bolsos
-también tuvimos los nuestros, ¡qué se creen!- que fueron detectados en el
aeropuerto local, flojos de papeles.
¡Bahhh! Tiempos pasados aunque difícil es
olvidarlos.
Si esto hubiera ocurrido años atrás, a lo
mejor la intervención de Boudou, ahora becado por la Justicia y gozando una
libertad inmerecida según las leyes, bien hubiera intercedido para que se
imprimieran en nuestra Casa de Moneda, donde tantos amigos tenía.
Por último: ¿Sería capaz la enorme
imaginación de los cordobeses, para bautizar a esos “billetruchos” que en una
de esas dentro de poco, serán parte de nuestra habitualidad?
Porque si somos famosos por la certeza al
momento de colocar sobrenombres, a nadie mejor que a un cordobés para que
imponga su creatividad. Y buen motivo para ocuparse de algo más allá que de
ordenar los placares, cortar el pasto, acomodar la ropa de verano, cambiarle
los cueritos a las canillas o enterarse, en una de esas, que ella tenía un
lunar que no le había descubierto.
¡Manos a la obra!
Y casi me olvido: la deuda de Córdoba es tan
monstruosa, que difícilmente la podamos pagar en tiempo razonable porque la
mayoría es en dólares.
Vendiendo el faro, el panal, el camino del
Cuadrado como ejemplo de lo que no se debe hacer, la nueva terminal de ómnibus
para que la imiten en Venecia u otras obras que se hicieron sin ningún sentido
de la prioridad, no nos alcanzaría ni para cancelar el 2 por ciento de lo que
debemos.
¡No perdamos las esperanzas!
Registro de la Propiedad
LA MEGACAUSA, PESE A LA
INACTIVIDAD
SIEMPRE GENERA MOTIVOS DE POLÉMICA
Pascua significa salto o paso. Con
diferentes rituales, la Pascua Judía conmemora el salto a la libertad habiendo
vencido la esclavitud del pueblo a manos de los egipcios y la Pascua Cristiana
celebra con la resurrección de Jesús, el paso a la vida venciendo a la
muerte.
Más allá de la connotación
religiosa, en ambos casos la historia revela sobradas muestras de injusticia,
de opresión del más poderoso, de prisión, juicio y condena de inocentes y de
primacía de intereses mezquinos por sobre el de la justicia genuina. Pero
no todo queda en la historia.
En Córdoba, aquí mismo y muy cerca de nosotros, todas estas
injusticias se repitieron en la causa del Registro de la Propiedad, en la que
la opresión del poder y el abuso de la prisión preventiva sistemática, de
quienes son por principio del Derecho inocentes, recrearon las condiciones de
esclavitud y muerte de aquellos personajes de la historia.
Y no piensen que se trata de
una exageración.
El encarcelamiento injusto
aniquiló sin razón el contacto y la reunión familiar, robando momentos
imposibles de recuperar; devoró alegrías, sueños, ilusiones y esperanzas; significó
gratuito escarnio y marginación social, y en casos arrasó hasta con el postrer
aliento de la vida.
Hace 400
programas que nos ocupamos de este proceso, que pese a los
reiterados reclamos aún aguarda su jubilosa y postergada Pascua de
Justicia.
Y curiosamente también, vaya
coincidencia, fueron 400 los años que, según el relato, duró la esclavitud del
pueblo liberado. Esta causa ya lleva 15, y aunque lo esperable sería
repetir la historia de liberación,
hagamos votos porque el tiempo y en homenaje a la Justicia y al respeto por la
vida, sea bastante menor.
Absurda marginación
LAS PYME, MOTOR DE LA ECONOMÍA, A
UN PASO DEL ESTADO DE ORFANDAD
Bien sabemos y es de vicio repetirlo, que
las PYME’s son el motor principal de la economía por el volumen de dinero que
mueven, por ser una trascendente fuente de trabajo y por constituirse, vaya
ironía, en el sector menos tenido en cuenta por las autoridades al momento de
los salvatajes, o de las consideraciones especiales.
Se habló mucho de créditos blandos, de
intereses convenientes, de facilidades y años de gracia y de mil ventajas que
fueron solo una ducha para enfriar algo de la calentura del sector que le teme
a las sorpresas desagradables, otra vez postergado para colmo en estos tiempos
de crudas y acuciantes necesidades.
¿Cómo se las arreglará el poder para
solucionar la muerte de la demanda de mano de obra sin las PYME’s?
Hará como muchas veces ha sucedido una
especie de festival para la aglomeración de empleados públicos en organismos
del Estado que ni siquiera tengan lugar para sentarse, por la superpoblación?
¿Apelará a la costumbre del subsidio que
aquí al no haber ni exigir una contraprestación, se transforman, como miles de
casos tenemos, en becas a la vagancia?
Las PYME’s necesitan hoy más que nunca y en
vista del panorama poco alentador que se avizora, que el Estado protector les
aporte una solución más allá de las promesas y de los remiendos; de las exenciones
impositivas que por lo general no abrigan a todos…
El sector, vale repetirlo, que es el motor
de la economía del país, no se arregla con recoger los resultados de impuestos
que se cobren a los más ricos, porque ahora esos personajes hacen cola para
manifestarse solemnemente pobres.
Soluciones integrales son las que se
necesitan y entre otras, la reactivación de un aparato productivo que detuvo su
marcha inexplicablemente, cuando mejor estábamnos creciendo.
Pero a las PYME´s más que subsidios, hay que
darles soluciones que pasen por la digna generación de empleo, lo que necesita
la colaboración de la dirigencia sindical que le reste algo de su
conflictividad.
Pero de alguna manera, ese sector merece
salir a flote.
El escenario es la crisis mundial
ESTE DOMINGO DE PASCUA, ALEJADO DE LO
QUE DEBIERA SER UNA GRATA CELEBRACIÓN
No es un día cualquiera, más allá de sus connotaciones religiosas para
el cristianismo y la Humanidad en general y de algunas nostalgias que nos
remiten a jornadas turbulentas de amenazas, caras pintadas y remembranzas de
autoritarismos -roguemos- superados por la democracia.
Pero es, de cualquier manera, un día de
reencuentros en la familia que bueno sería proyectarlos a todos los niveles de
la sociedad, una sociedad como la nuestra que más se alimenta de desencuentros
que de acuerdos.
Entendamos de una buena vez que hacer
sinónimos entre opositores y enemigos, acentuará la postración de la que se
intenta salir para superar todos los problemas que nos aquejan y disipar los
nubarrones que de tanto en tanto aparecen en el horizonte argentino.
En un país tan rico como el nuestro, no
merecemos padecer los demonios de la corrupción, de la inflación, de la rapiña.
Demasiados han sido los sacrificios vividos en los últimos años como para que
pongamos a prueba otra vez nuestra capacidad de superar los temporales porque
siempre dejan secuelas.
A la hora del abrazo cuando el tétrico paso
de la pandemia lo permita, de augurarnos paz y felicidad, lo hagamos con la
íntima y fortalecida convicción del sacrificio y la grandeza por la que tantos
cayeron.
Será el mejor homenaje a quien por nosotros,
murió en la cruz.
Y dejando de lado al estricto ceremonial
religioso, viene al caso que le pinte la personalidad de un personaje: Enrique
Otero Pizarro fue abogado, juez, educador, ministro y también pintor, poeta y
boxeador. Su obra literaria no es abundante.
Nacido en Córdoba allá por 1915, fue un
atildado sonetista, parafraseó a Lope de Vega y abordó temas tan delicados y
hondos como el de ciertos pasajes bíblicos que se refieren a Jesucristo, cuya
desacralización no resulta para nada irreverente, aunque sí grotesca por la
conjunción de gracia y patetismo que alcanza especialmente con la utilización
del lunfardo.
Acostumbraba a firmar sus sonetos, que
quedaron inéditos, con el seudónimo de Lope de Boedo.
Precisamente de la brillante antología que
elaborara Luis Alposta, es para recordar esta magnífica pieza de Otero Pizarro
que don Edmundo Rivero me regaló de su puño y letra, en ocasión de una nota que
décadas atrás le realizara para La Voz del Interior en una de sus visitas a
Córdoba.
El soneto lleva por título “Dos ladrones” voy
a tratar que sientan esta poesía tan maleva como sacra, en toda su intensidad.
DOS LADRONES
Hay tres cruces y tres crucificados.
En la más alta, al diome, el Nazareno.
En la de un güin lloraba el chorro bueno
mangándole el perdón de sus pecados.
Escracho torvo, dientes apretados
mascaba el otro lunfa el duro freno
del odio y destilaba su veneno
con el rechifle de los rejugados.
¿No sos hijo de Dios? ¡¡Dale!! ¡¡Bajate!!
¿Sos el rey de los moishes? ¡¡Arranyate!! *
¿Por qué no te bajás? ¡¡Dale, che guiso!! **
Jesus ni se mosquió. ¡Minga de bola!
Y le dijo al buen chorro estate piola
que hoy zarparás conmigo al Paraíso.
Como se advierte, de ninguna manera se puede
tomar como una expresión ofensiva la utilización de un lenguaje marginal, para
un tema de tamaña sacralidad en la historia del cristianismo, sino más bien que
es una manifestación del decir popular abordada con el debido respeto.
Es preferible, siempre, recordar la
veracidad de la historia en una reivindicación de la memoria, sin que mucho
importe la manera de hacerlo porque en definitiva se hace.
No hay peor y más cruel desmemoria que el
olvido.
* Arranyate,
italianismo que significa “arréglatelas”.
** Guiso equivale a tonto, otario y
otras acepciones.
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