ES BUENO Y OPORTUNO EN CIERTOS CASOS
REFRESCAR MEMORIAS DE LOS AMNÉSICOS
Al cumplirse hoy
nueve meses del acto de prepotencia que perpetrara la cuestionada y errática
conducción de los S.R.T. eliminando -sin aviso ni explicaciones- un espacio
periodístico que me tocara conducir por algunos años, se cumpliría asimismo el
período de gestación de una humana criatura, lo que aprovecho para recrear
algunos conceptos vertidos luego de la más reciente consulta electoral, por
entender que los días pasan pero suele ser saludable refrescar memorias, en
especial las de aquellos fervientes cultores de la amnesia. Tal el espíritu de
lo que dijéramos por entonces (abril 14 de este año) En nuestra “edición
escrita”, debida a la censura radial:
”El país no se ha detenido y con sacrificio
se advierten algunos detalles que hasta poco tiempo pretérito ocupaban su
ubicación dentro de las utopías: los resultados alcanzados en el ataque a la
inflación, la baja del índice “riesgo país”, los acuerdos suscriptos en el más
elevado nivel con los Estados Unidos y otros detalles que debemos incorporar
como mejoras a mediano plazo que poco a poco están aportando salidas decorosas
a la peligrosa situación económica que veníamos padeciendo.
También en estos últimos días hubo material para la anécdota y en verdad
sorprendieron ciertos juicios emitidos desde el llaryorismo:
el ministro de la Comunicación del gobierno de Córdoba, de apellido
Pastore en declaraciones periodísticas y abordando la cuestión como si supiera
pormenores, secretos y amplio conocimiento del terreno, deslizó conceptos poco
claros acerca de la realidad que le toca vivir, cuando aludió a la reciente
consulta electoral señalando que en ese marco “no se discutió la gestión
provincial” y aseguró que su corriente “propicia el Estado inteligente, no un
Estado presente” marcando las diferencias entre Millei y Llaryora, agregando
conceptos despectivos y sobre el resultado alcanzado por Provincias Unidas dijo
que “fue una elección aceptable”. Agregó que reducen los costos del Estado, sin
hacer mención al dineral que se gasta en la cansadora publicidad mediática y en
cuestiones que lejos están de ser prioritarias, como lo son el maquillaje
urbano y otros gastos superfluos.
Pastore, por si alguien no lo recuerda o lo ignora acerca de sus posturas
“revolucionarias” y futuristas supo decir no hace mucho que si Córdoba tuviera
salida al mar, ¡lo ideal sería que nos independizáramos!
¡Pavada de propuesta! Lo único que ahora faltaría es que convenciera a
Llaryora que buscáramos la manera de conseguir un camino que nos acerque al
Atlántico, al Pacífico o a otro mar más cercano, cuando todavía seguimos
esperando el fantástico y virtualmente utópico acueducto, canal o lo que fuera,
para que el Paraná nos llene los diques que tenemos, proyecto magistral que de
la creativa mano y mente del “cordobesismo” alentado por Schiaretti, buscó
entretenernos un tiempito mientras duró la ilusión. Pero como era de suponer
para los no adictos a los ensueños el tema se agotó en sí mismo aunque no
llegara a ser parte de nuestros cíclicos asombros si se reflotara como al
principio, antes que la generosidad árabe aportara unos cuantos fajos de
billetes verdosos -con cara grande y bonachona de Franklin y faja azul de
seguridad- y cabe preguntar ahora si esos montos fueron devueltos o se suman a
la abultada deuda contraída por el empalidecido “cordobesismo” ahora sumergido
en el más triste de los olvidos..
Es
mucho entonces lo que resta para que recuperemos el orgullo de saber que
habitamos un país ubérrimo en recursos naturales, que necesitan ser
administrados con patriotismo y sentido de progreso para sus habitantes, por lo
que evaluando la actualidad, encaja de maravillas un pensamiento nada
menos que de Einstein que es simple y llanamente un breve himno a la paciencia,
el compromiso y el sacrificio: “Nunca pienso en el futuro. Llega muy rápido”.
Si todos
los políticos tuvieran la obligación de no derrochar el tiempo, no adherir a
los apresuramientos innecesarios, tomar las cosas con calma pero no dejar de
comprometerse y trabajar en procura de alcanzar patrióticos resultados, y
tomaran como premisa de su compromiso con el pueblo expresiones de Herodoto en
tiempos lejanos, distinto sería el panorama en el pensamiento colectivo y
desapasionado de los argentinos: “La prisa engendra el error en todo y del error
sale muy a menudo el desastre. Tengamos entonces, alguna vez, la sabiduría de
saber esperar”.
El equipo
de “SLB” con esperanza y valentía
adoptó tal temperamento, lo que agradezco desde el alma…”
Soy
fanático de definiciones certeras y no omito confesar autoría de ninguna
genialidad, al recrear dichos y sentencias de ilustres personajes. Y para el
cierre de este simple recordatorio opté por Shakespeare: “El tiempo es un magistrado muy
antiguo que más tarde o más temprano llama a todos a su tribunal”.
Con
mi afecto, agradecimiento y respeto de siempre.
GONIO
FERRARI
Periodista
censurado