28 de julio de 2015

Ya están todos en carrera -------------------

HAY CIERTOS ACUERDOS QUE NO
SORPRENDEN PERO DESORIENTAN

  Una sola pregunta que me carcome la media neurona: ¿Eran contemporáneos en sus funciones, allá por los albores del siglo, la Sra. Olga Riutort como Secretaria General de la gobernación de su esposo José Manuel de la Sota y el Dr. Luis Juez, Fiscal Anticorrupción?.
   Gracias al archivo y para evitar medulosos análisis que lleven a una vía muerta o un “cul de sàc”, encontré esta publicación del diario La Nación del 2 de octubre de 2002, cuyas partes medulares ofrezco a continuación:
“CORDOBA.- El gobierno de José Manuel de la Sota destituyó al fiscal anticorrupción de la provincia, Luis Juez, que en las últimas semanas puso en situaciones judiciales incómodas a funcionarios del Ejecutivo local y que se aprestaba a realizar otra denuncia que enlodaría al mandatario y precandidato presidencial.
Juez afirmó que deja a "mitad de camino" una investigación que apuntaba al corazón de uno de los planes más ambiciosos del gobernador cordobés, un voluminoso crédito del Banco Mundial para obras públicas. "El gobierno de Córdoba es esencialmente corrupto", sentenció el destituido funcionario antes de irse, con la intención de seguir hiriendo donde más duele.
No quedan dudas de que Juez afectaba tanto a la administración cordobesa como a los intereses políticos delasotistas vinculados con la disputa por la candidatura presidencial en el PJ. El ahora ex fiscal aseguró que el propio De la Sota le pidió "por favor" que por lo menos hasta el 15 de diciembre dejara de poner funcionarios "en la picota" porque está en campaña y esas acusaciones conspiran contra sus posibilidades electorales.
La expulsión de Juez genera un costo político a De la Sota. No es un dirigente de primera línea ni motiva adhesiones masivas, pero la opinión pública cordobesa dio señales de ponerse de su lado. El delasotismo concluyó que era preferible ese costo a otros más onerosos.
Semanas atrás, el ex jefe de la Oficina Anticorrupción puso en jaque a la esposa del gobernador, Olga Riutort, y a uno de los hombres de su círculo íntimo, el fiscal de Estado, Domingo Carbonetti, por supuestas irregularidades en sus funciones.
En ninguno de los casos las acciones promovidas por Juez prosperaron en la Justicia: los fiscales o jueces de instrucción provinciales o federales que intervinieron llegaron a la conclusión de que no hubo delito o no había mérito para una investigación.
Por esa razón fueron también frecuentes los encontronazos de Juez con integrantes del Poder Judicial, a los que acusa de no atreverse a enjuiciar a miembros del gobierno. "Garantizo que los fiscales tienen pruebas como para hacer dulce con Carbonetti, Riutort, Carlos Caserio (ex ministro de Obras Públicas) u Olivero (el gobernador interino), pero se necesita el coraje suficiente para promover una acción penal", dijo ayer Juez”.
   No recuerdo si paralelamente, antes o después, sucedió aquel curioso episodio de la valija con Lecor que venía desde Chile tan bien acompañada.
   Nunca está de más hacer uso de la memoria.

Gonio Ferrari

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