Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari, en su
programa “Síganme los buenos”, emitido el domingo 9 de junio de 2013 por AM580
Radio Universidad de Córdoba.
La señora Cristina Fernandez de Kirchner
saludó a los periodistas a través de su cuenta de Twitter, escribiendo: “Y
pensar que muchos de los que hoy escriben en los medios están convencidos de
que ser periodistas es ser opositores. ¿Qué cosa no?”.
Les comento algo.
A esto no lo hago con la peregrina intención
de ser leído o escuchado por tan elevado nivel, sino que como se me involucra y
por ser periodista con 55 años laburando en lo mismo, quiero actuar en legítima
defensa, si no le molesta, porque es mi derecho.
Le comento, señora, que no son pocos los
colegas que sostienen eso de querer destacarse por vivir peleando para que las cosas
mejoren, para que la corrupción no se fortalezca, para que los funcionarios
terminen sus mandatos tan pobres o tan ricos como entraron, para que
transformen demagogia en gestión, para que respeten a quienes piensan distinto,
para que piensen que alguna vez serán viejos …
Y le ruego por favor que no se olvide,
señora, de los otros periodistas que usted conoce, mercenarios del aplauso,
súbitamente enriquecidos no por ser exitosos, sino por vender elogios y callar
demandas de los sectores populares a los que dicen defender y a veces
representar.
Le comento, señora, que no me gusta ser
oficialista ni opositor.
Me encanta ser periodista que respeta a
quienes no comparten mis puntos de vista; que odio la censura; que me aterran
las mordazas y que a los condicionamientos que alguien pretenda imponerme, los
tomo como síntomas de ignorancia, nerviosismo, desorientación y prepotencia.
Sepa, señora, que hay un periodismo honesto
que no deja de serlo por criticarla a usted ni a su equipo, sino que talvez sea
la manera, no de ayudarla a usted, señora, sino al país y a su gente.
No creo haber sido un periodista exitoso
como para progresar económicamente a niveles astronómicos.
Pero usted, señora, que ha sido exitosa
abogada, podría darme la fórmula para hacer crecer de manera tan extraordinaria
un patrimonio de discretos inicios, como sigue siendo el mío, con media casa y
un autito, sin depósitos en el exterior, cajas de seguridad a nombre de otros
ni helicóptero propio.
Porque si usted, señora, traslada su éxito
personal y familiar al país, seremos todos ricos, no existirán los pobres y
cada uno de nosotros será parte del paraíso que tanto nos han prometido.
Y todos los periodistas, como lógica
consecuencia, no tendríamos ningún motivo para ser criticones.
Y se cumpliría su sueño, señora: todos por
convicción, seríamos oficialistas.
LA GRIPE “A” PARA TOMAR MUY EN SERIO
Por allí uno escucha comentarios despectivos
con relación a la gripe “A”, como si se tratara de una dolencia simple que se
supera con un par de aspirinas, tres pañuelos y un par de días de reposo.
Seguramente es por eso que su repetida
aparición entre los queridos cordobeses se ha transformado, más que en un tema
sanitario,en un elemento político de trascendencia, partiendo de la base que
nadie puede aspirar a más, si no cuida lo de menos.
Las luces de alerta en la gobernación fueron
ganando en intensidad a la vez que crecía el número de casos, con un desenlace
fatal y algunos otros que revestían y aún revisten cierta gravedad.
Es entonces cuando se nos ocurre pensar mal,
y por ejemplo plantear la falta de previsión, por no haber dispuesto una
vacunación masiva, en lugar de actuar
como ahora con la presión del mal que se multiplica.
Es necesario vacunarse lo antes posible, de
manera especial los grupos de riesgo.
Y en caso de padecer alguno de los síntomas
de la gripe “A”, que no es la gripe común, tradicional y corriente, de
inmediato acudir a un centro asistencial, porque el susto ha hecho que las
autoridades los equipen para estas emergencias y provean de los medicamentos
necesarios.
La gripe “A” es espantosamente molesta más
allá de lo peligrosa.
Uno se siente como que te hubieran pasado
por encima las barras bravas de Talleres, Belgrano e Instituto.
Tamiflú, encierro obligado y aislamiento por
un par de semanas, lejos de los chicos y de todos aquellos que por su edad o
bajas defensas, puedan ser contagiados.
No toco de oído.
La gripe “A” se ensañó conmigo tres años
atrás, y gracias a todos los santos muestro Hospital Rawson ya existía.
Por suerte, ahora solo soy parte de las
estadísticas, pero entre los vivos.
DE
LA FARANDULA A
LA BANCA
Los resultados no han sido muy positivos, si
es que nos ponemos a evaluar lo que consiguieron aquellos que desde distintos
escenarios accedieron a la política legislativa.
Con un aprovechamiento de eso que se llama
imagen, algunos partidos políticos tentaron con éxito el ego de ciertos
personajes y los llevaron a las bancas, en la mayoría de los casos para que
sonrieran a las cámaras, pensaran poco por su cuenta, pero aprendieran a
levantar la mano cuando se les indicaba que lo hicieran, aunque fueran contra
sus principios.
Salvo alguna honrosa y cercana excepción,
esos políticos clonados no aportaron casi nada a la historia, pero sí a sus
cuentas corrientes y a la jubilación que algún día tendrán.
Es demasiado pretencioso fabricar un
político a partir de una masa de músculos, de un buen estilo discursivo o de
una risa contagiosa o una buena voz.
Cuando en esos especímenes trasplantados a
un terreno que no les es propio, se adviertan el compromiso con el prójimo, el
crecimiento intelectual, la vocación de sacrificio, la inclinación hacia la
entrega y el servicio, podremos decir que el brote prendió en la planta para
darnos un fruto útil y positivo.
Pero mientras eso no ocurra, mejor sería no
innovar; no seguir haciendo pruebas fundadas en el vacío de un buen retrato, de
la fama o de la notoriedad.
La política en serio, demanda algunas
condiciones más que firmar autógrafos o ser simpático… o simpática.
Aunque sea la persona más honesta del mundo,
ya lo decía el profesor de buenos modales del Toto Paniagua, encarnado por
Ricardo Espaltér: quien nació para pito, nunca llegará a ser corneta.
LA MEGACAUSA, ¿ES UNA CÁSCARA?
El
jueves pasado, representantes del Colegio de Abogados de Córdoba y
de la Federación Argentina de
Colegios de Abogados recorrió las instalaciones de Bouwer y visitó a los
abogados presos por la megacausa.
Entre ellos se encontraba también la presidente
de la Comisión
de Cuestiones Penitenciarias del Colegio de Abogados de Morón, que trabaja
sobre las problemáticas de las personas privadas de libertad y en esta ocasión
se relevaron cuestiones relativas a las condiciones de detención y sobre todo
la situación de abuso de la prisión preventiva, que muchos imputados vienen
soportando en esta causa.
Es interesante saber, y de este tema se
habló en la Jornada
de DDHH del lunes pasado, que existe un proyecto de modificación del
Código Penal, que se ha encomendado a una comisión de especialistas, a fin de
darle un ordenamiento.
El proyecto pretende devolverle la
proporcionalidad a las penas y diseñar un sistema de penas alternativas a
la cárcel, ajustándolo a la Constitución Nacional y a los tratados
internacionales.
La humanidad es el valor central,
protegiendo el bien más preciado que es la vida, y así se consideran penas
graves para los delitos graves y otras alternativas para los delitos más leves.
Los encargados de este proyecto han
reconocido que muchas veces los juzgados están sobrecargados con trabajo poco
significativo y delitos que no son complejos., por lo que muchas
investigaciones son una especie de cáscara; no existe la investigación y
terminan en nada, porque tampoco hay nada.
Quizás esto explicaría por qué en la
megacausa, 15 días después que una persona ha salido en libertad el fiscal lo
cita nuevamente para imputarle otro supuesto hecho de la misma época y
aclararle que lo continúa investigando.
Finalmente todos estos organismos denuncian
que las cárceles están saturadas y en condiciones que no cubren los estándares
mínimos de la dignidad humana, y que poco aportan a la disminución del
delito.
Y desde cualquier ángulo que lo veamos, el
tema de la megacausa hace agua, la prisión preventiva es desproporcionada
con respecto al delito sospechado, es innecesaria y sobrecarga a un
sistema que colapsa.
Es curiosa la semejanza con las cáscaras.
Porque si se trata finalmente de una cáscara
sin investigación real ¿alguien imagina qué puede haber debajo?
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