HAY UN RENOVADO MARTIR EN CADA
DICIEMBRE: EL TORTURADO HÍGADO
La víscera más atacada; la menos
tenida en cuenta, que sufre
agresiones sin la menor misericordia.
Tendría que legislarse un
anual y obligatorio desagravio
hepático, para que esa entraña
fundamental nos siga protegiendo sobre
todo de los médicos.
Lo ideal en los primeros días de cada enero
sería sacarse el hígado, enviarlo vía correo láser al Instituto Garrahan, a la Dakota University o a cualquier
otro centro científico especializado, para que lo sometan a un sérvice y evitar
así la fatiga de material.
Aparte del bolsillo y su hambre permanente,
se me ocurre que el hígado es la víscera con mayores padecimientos en dos
instancias claves del calendario: en el cumpleaños y a partir de mediados de
diciembre, dejando de lado las consecuencias menores de salidas nocturnas,
comilonas con los compañeros de trabajo y otras maneras de socializar intoxicándonos
a través de abundantes y etílicas ingestas.
Cuidemos al hígado tomándolo como el mejor
compañero de nuestras diversiones y andanzas; como el benefactor de todo el
organismo, más importante que el propio corazón, porque el hígado es un
laburante que se mueve en un ambiente grasiento y con vahos alcohólicos
mientras el cuore (masculino) es una movediza y palpitante masa sensiblera que
se encoge a veces frente a una flor, un paisaje, unos ojazos, un escote o un
bonito par de piernas.
El de ellas suele ser la dinámica línea de
órdenes hacia el accionar de los lagrimales, a veces con pasmosa liviandad,
aunque también cierra sus puertas frente a los imbéciles, acosadores, enemigos
del desodorante, financieramente interesados o poco románticos que se le
insinúan.
El hígado, en cambio, es asexuado.
Si vamos a establecer diferencias existe una
fundamental, emparentada con el fervor por el trabajo: el corazón no puede
dejar de hacerlo, mientras que el hígado suele tomarse prolongados descansos,
trabaja a media máquina cuando así se le impone o se coloca en un apacible
“stand by”.
¿Quiénes cuidan al corazón más que al
hígado?
Únicamente los obesos, los fumadores
empedernidos esos que tienen los dedos de la mano derecha amarillos de nicotina
y el bigote marrón, o los que han sido víctimas de un julepe, sobresalto mayor,
cama de terapia intensiva, colocación de “stend”, extremaunción o pacientes de
cardiólogos.
Al hígado sólo se lo maltrata, se lo
tortura, se lo somete a horas extras en horarios imprudentes, se le exige el
milagro del rápido retorno al estado de bienestar y pocas veces se le agradece
por los servicios prestados, salvo con una Buscapina o un económico té de boldo
o de yerba de sapo.
Por eso, ha surgido una corriente de
pensamiento dirigida a instituir algún tipo de desagravio nacional y popular a
favor de la víscera hepática: la Comisión
Argentina Contra el Uso Cruel del Hígado (COMACUCHI) cuya
primera medida será imponer una semana de reparación para terminar con los
ataques que se perpetran contra el hígado.
Será entre el 24 de diciembre y el 1 de
enero, a perpetuidad.
¡Dios nos ampare si hay que respetarla!
Gonio
Ferrari
aunque suene a broma, creo que si se deberia dar mas importancia la higado, y lo digo en momentos muy dolorosos para mi familia que estamos esperando la partida final de un ser muy querido, que lamentablemente nunca cuido su higago y hoy lo esta matando una cirrosis! ojala esto que parece broma sea tomado en serio, gracias gonio!1
ResponderBorrar