Desgrabación de los comentarios del periodista
Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 12/11/17 emitido en
dúplex por AM580 Radio Universidad de Córdoba y su FM88.5. Estos fueron los
temas principales:
DE LA SUMA DEL PODER A LA SOLEDAD
Desde
el fondo de la historia, los sociólogos, políticos, estudiosos de las conductas
y de las debilidades humanas, se han esmerado en el intento por definir lo que
es el poder.
Y es
entonces que en una actitud de respeto hacia los que saben y de sumisión a las
circunstancias históricas, es que me quiero permitir la cita de celebérrimos
personajes que han hablado de ese fenómeno.

Ella,
la La Que Ahora Busca Volver en el 2019, pudo gozar absolutamente todos esos
conceptos rodeada por los históricos palmeadores de espaldas, los lambiscones
que la alentaban a seguir por una sinuosa senda de impredecibles destinos, como
los que ahora se avizoran.
Tuvo la
suma del poder, en cuanto a respaldo político y sostenes ideológicos venidos
especialmente desde una izquierda aburguesada
más ávida de revancha que de trabajo, sacrificio y compromiso con el pueblo.
Dispuso
de dineros públicos que prolijamente supo adjudicar entre adeptos que la
aplaudían e hipócritas que la llenaban de halagos.
Con sus
amigos, a los que coronó en tronos estatales de encumbrados ministerios, supo
forjar riquezas que la historia ya está juzgando como poco honestas por sus
orígenes y manejos alocados, hasta el punto que terminaron en gigantescas
inversiones particulares en hotelería, campos, empresas, acciones en la bolsa
de valores y efectivo resguardado de mil maneras, desde bancos extranjeros
hasta curiosos canutos de medio pelo incluyendo conventos y otros destinos no
menos sugestivos.


Los más
fieles se van apartando y en ese alejamiento llevan de la mano a los más
vulnerables, víctimas de tantos despojos.
Voltaire decía que “la pasión de dominar es la más terrible de todas las
enfermedades del espíritu humano” y tenía razón, porque contra esa peste no hay
antídotos.
Ahora
Ella, ni siquiera puede contarse como integrante del Justicialismo, esa
doctrina que viene venciendo a los tiempos, porque el jefe de los senadores de
esa corriente del desteñido Frente para la Victoria ya adelantó que no la
aceptarán en su seno.
Ya
tiene su isla, como Napoleón tuvo primero su Elba y luego su Santa Elena.
Como
haber tenido su Calafate y luego su Comodoro Py.
Con
toda razón entonces es para citar a Lyn Yutang: “El máximo del poder es la
iniciación de la decadencia”.
Después
de todo y con una mano en el corazón, no es un destino que se le pueda desear a
nadie.
ROMANCE SCHIARETTI-MACRI EN NUEVA YORK
No es
floreciente la situación de la economía de nuestra provincia de Córdoba, lo que
se refleja no tan sólo en el repetido lamento de sus máximas autoridades
clamando por el oxígeno que significarían los millones pendientes de la
coparticipación nacional, porque otras son las preocupaciones que más tienen
que ver con la política que con la economía provincial, aspecto en el que los
compromisos financieros por deudas contraídas en el exterior son tan cuantiosas
como prolijamente escondidas.

Si
quiere llegar a suavizar la certeza de un nuevo papelón electoral, Schiaretti
antes que nada debería atender el justo clamor de los jubilados, artífices de
su último derrape, y devolverles lo que les quitara impulsado por el cerebro de
su ministro Giordano que maquinó un sistema perverso de liquidación de haberes
a los pasivos.
Por
todo eso y todo lo demás que tiene pendiente el gobierno en materia de
educación, salud, seguridad, justicia, acción social, vivienda y otros rubros,
lo que menos le conviene al Gringo es pelearse con Mauricio Macri, a quien
también le conviene mantener el caudal de votos que cosechara en esta Córdoba
que desde entonces lo tiene enamorado como a un adolescente.

El
romance de quinceañeros que están manteniendo Schiaretti y Macri le puede venir
bien a Córdoba, siempre y cuando las reglas del noviazgo sean claras y sin
sorpresas.
Pero es
mucho, quizás demasiado, lo que se deberá blanquear para mostrar una provincia
prolija, porque tantos años en el poder y con la vocación de eternidad que
muchos parecen alentar, hubo descuidos imperdonables y demasiadas manos metidas
en la lata a la que todos aportamos.
Roguemos que en el romance, no seamos los cordobeses quienes tengamos
que lamentar la ruptura.
EL BOLETO MÁS CARO DEL PAÍS
No hacía falta ningún sentido de la
clarividencia para adivinar que el aumento, nuevo aumento en el precio del
boleto urbano, entraría a regir de inmediato a la veloz sanción del Concejo
Deliberante con mayoría propia.
Y si
decimos nuevo aumento aunque se sostenga que en un año la tarifa no se movió,
lo que habría que estudiarlo, es porque también es parte del mayor costo de
andar por esta ciudad cuando los autoritarios y prepotentes dueños de las
empresas, o los autoritarios y prepotentes dirigentes sindicales de la UTA,
obligan a los sostenedores de este sistema perverso que son los pasajeros, a
gastos extras como moverse en taxi, por ejemplo, porque ellos no cumplen su
compromiso con la sociedad.

Esos son los gastos injustos que la comunidad
debe afrontar cuando el caprichoso transporte urbano de Córdoba entra en las
tantas crisis originadas precisamente desde adentro, lo que explica su
condición de ser, para nuestro lamento, el boleto más caro del país para un
servicio en general deplorable.

Los
cordobeses ya nos hartamos de una prestación ciclotímica, que va desde la
euforia mediática cuando incorporan 100 coches, pero nadie dice que sacaron de
circulación o enviaron a otras provincias un número superior de unidades.
Mientras no haya sinceridad, seguiremos, los pasajeros, siendo los
idiotas que solo engordamos a los ya obesos propietarios de las empresas y los
capitostes del gremio.
LA MEGACAUSA, COMO SIEMPRE …
El
diario de esta semana nos anoticia sobre la elevación a juicio de una causa
relacionada con presunta venta de terrenos, a cargo del mismo Fiscal
interviniente en el caso del Registro, en la que uno de los imputados
sería pariente del Papa Francisco y habría estado preso por el hecho
durante más de un año, seguramente bajo la figura de prisión preventiva.
Bueno
sería saber que en Córdoba nadie, pese a sus filiaciones, se sustrae a la
acción de la Justicia, aunque varios ejemplos demuestran lo contrario.
Allá
por el año 2011, en la causa del Registro, un escribano, sobrino de una
conocida Fiscal, fue distraídamente sobreseído antes de llegar a la sala de
audiencias, sin que nadie nos alertara sobre la noticia.
En la
misma causa se condenó a un ex director por hechos fraudulentos que no
ocurrieron bajo su gestión, sino bajo la dirección de una abogada que es
hermana de una actual miembro del Tribunal Superior de Justicia.
También
en la causa, se sobreseyó a un legislador que había sido acusado, y se hizo
oídos sordos a los nombres de altos funcionarios repetidamente señalados por
testigos e imputados.
Y si de
irregularidades con inmuebles hablamos, qué decir de los funcionarios
judiciales que permitieron a un muerto desalojar a una anciana, tema del que
también nos venimos ocupando sin que otros medios le dieran la enorme gravedad
y trascendencia que tiene.
¿Les
pasó algo?
Claramente ser familiar de la más encumbrada jerarquía eclesial no
genera diferencias, aunque la diferencia, más cercana a la impunidad, parecería
marcarla ser parte o familiar de la jerarquía judicial o política.
Y así estamos
…
NISMAN, UN NUEVO CAPÍTULO
Todo indica que aún resta demasiado tiempo hasta
que un pobre tipo, porque en definitiva eso terminó siendo, descanse en paz así
se haya suicidado o lo hayan asesinado vilmente al amparo de una previsible y
maquinada indemnidad.
El
fiscal Nisman está muerto, el cuerpo ha sido peritado hasta el absurdo de no se
cuántas autopsias, en una especie de legal profanación y atentado a la memoria.

Son
tantas las manos que se han ido metiendo en las entrañas de la víctima, tanto
el manoseo legal, que hasta es para pensar en un acto de irrespetuosidad,
porque es demasiado el tiempo transcurrido para que la causa pase de una
evaluación a otra, de una pericia a otra, de una violación a otra del
entendible dolor de su familia.
¿Por
qué tantas vueltas?
¿Es que
acaso no han reunido elementos suficientes como para encarar con seriedad una
acusación firme, caiga quien caiga?
¿Existe
algún miramiento especial de resguardo a sospechosos amparados por padrinazgos
políticos?

Y bajo
esa dudosa impresión transcurrió el tiempo, en que muchas cosas se modifican
más allá de la sugestiva alteración de la escena del crimen, a la que
contribuyeran conspicuos personajes del gobierno anterior.
Si la
Justicia se hiciera respetar como todos lo ansiamos, ya tendría que haber al
menos citado a quienes primero llegaron al edificio donde muriera Nisman,
removieron todo y se llevaron valiosos elementos.
Mientras eso no se haga, la impunidad se viene acercando, para consagrar
una de las mayores injusticias que a futuro nos recuerde la historia.
LA GENEROSIDAD DE GILS CARBÓ
Dio
tantas vueltas para irse, que sólo el instinto de conservación, y en una de
esas las ansias de libertad, llevaron a la Dra. Gils Carbó a declinar su
importante cargo a través del cual deslizó una que otra travesura.
Y como
la posibilidad del juicio político y una eventual destitución le preocupaban,
decidió lo más sabio que fue renunciar, así de paso no perdía la cuantiosa
jubilación que la esperaría hasta el fin de sus días, cercana a los 300 mil
pesos mensuales, lo que sirve a cualquiera al menos para calmar los nervios.
Se irá
al finalizar el año, pero se han conocido algunas diabluras perpetradas por
esta señora desde su alto cargo, como por ejemplo suscribir nada menos que
1.500 nombramientos por supuesto de adictos a su causa, que a lo mejor no todos
revistaban en la categoría de ñoquis, pero al menos entraban en el campo de las
sospechas.

Adecentar todos los niveles de la administración pública es un
compromiso tanto de sinceridad como de honestidad, porque el ciudadano no debe
vivir para aportar al bienestar a miles de lacras beneficiarias de los
dispendiosos funcionarios que descuidan el dinero que es de todos.
La Dra.
Gils Carbó entonces, buscó una manera religiosa de confesarse públicamente y no
encontró mejor trámite de hacerlo que visitar al Papa Francisco, nuestro
sinuoso pontífice argentino.
Como
seguramente la renunciante aún no recibió el consabido rosario, sin dudas se
encargará de pedir respetuosamente una indulgencia plenaria.
Con
certeza, que está convencida de merecerla.
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