5 de noviembre de 2017

S.L.B.: LA DETENCIÓN DE AMADO BOUDOU - ANUNCIOS DE MACRI Y CONTROVERSIAS - MUERTE EN NUEVA YORK - LA MEGACAUSA Y EL ENRIQUECIMIENTO ILÍCITO - EL CISPREN NO LE PAGA A SUS EMPLEADOS - OTRO AUMENTO DEL BOLETO EN EL TRANSPORTE URBANO Y BONUS TRACK: LA HISTORIA DE WALLY, ETC

LA APARATOSA DETENCIÓN DE BOUDOU 

   No es simple dejar de lado todo el proceso judicial que desencadenó la detención del ex vicepresidente de la Nación, porque sus alternativas fueron tomando estado público a medida que trabajosamente avanzaba la tarea de la fiscalía interviniente, como si respondiera a una administración de los tiempos manejada desde el poder ejecutivo.
   Sospechas aparte y tomando en cuenta la indignación que provocara en los sectores anti “K” todo lo que en forma de sospechas se iba divulgando, paralelamente crecía el deseo de una marcada mayoría de ver entre rejas a todos los sindicados como responsables de las últimas tropelías que tanto daño les hicieron al pueblo  argentino.
   Finalmente un juez ordenó la detención del joven rockero, la que se hizo efectiva de inmediato y pasado el amanecer, tanto así como que sorprendieron a Aimée en chinelas y pantalón de gimnasia en su coqueto departamento de Puerto Madero, allí donde anidaron muchos especímenes del modelo nacional y en ese aspecto, no tan popular.
   Le leyeron la acusación y sus derechos, luego lo  esposaron y se lo llevaron a los tribunales de Comodoro Py a tomarle declaración, trámite tras del cual fue derivado al penal de Ezeiza.
   Con cierta razón desde algunos sectores se cuestiona la divulgación del video con la secuencia completa de la captura y el traslado porque si bien se puede sostener que su casa es parte de su privacidad, hay que entender que Boudou sigue siendo una persona pública por su condición de ex segunda autoridad de la República.
   Se me ocurre que para evitar descalificaciones del procedimiento se tuvo en cuenta todo lo acontecido con el caso Maldonado y la supuesta actuación dolosa de la Gendarmería, pero es absurdo comparar este caso con los comunes, cuando atrapan a ladronzuelos, motochorros o arrebatadores y les preservan la identidad ante el público cubriendo sus rostros con la propia ropa del detenido.
   Hay que entender que tal proceder y como parte de un estricto protocolo, se cumple para evitar una eventual apelación por mostrar su cara antes de la realización de una ronda de reconocimiento.
   Y es que entonces se plantean varios interrogantes, empezando con la duda de si la Justicia es la misma de años atrás.
   ¿Despertó de su siesta? Porque tiene denuncias y causas apoliyadas desde el 2004 cuando las iniciales denuncias de Lilita Carrió.
   Otra, si fue funcional al kirchnerismo en una curiosa actitud que mucha gente la tomó como encubrimiento o protección mafiosa.
   Ahora, con una prisa desusada, aparece la dinámica que pareciera ser impulsada desde el gobierno.
   ¿La Justicia está pagando viejas demoras, o ha pasado a ser una especie de agencia de marketing del PRO?
   Todas estas lógicas dudas y suspicacias tienen que develarse lo antes posible con la necesaria aceleración del proceso rodeado de todas las garantías que consagra nuestra Constitución.
   Es probable que no haya sido del todo elegante el circo mediático montado oportunamente, pero quienes así lo piensen, tienen la obligación cívica de recordar tantas memorables puestas en escena, como en su momento lo supieron ser la misión a Angola con el tractor de cartón, los aviones de Fadea que no volaron nunca, el tren bala que nos supieron prometer y aquellos operativos que comandaba el inefable Guillermo Moreno haciendo que todos los argentinos pagáramos el cotillón con el que buscaba descalificar a un medio periodístico.
   Y de todas las cadenas nacionales de radio y televisión, mejor no hablemos.
   A veces, para juzgar actitudes actuales, suele ser saludable apelar a la memoria y es cuando las comparaciones no son tan inoportunas.
   Porque si es por circo, mejor optemos por la amnesia o un piadoso silencio…

EL MENSAJE PRESIDENCIAL Y LAS CONTROVERSIAS   
    No es necesario adentrarse demasiado en la historia de los padecimientos argentinos y su cíclico catálogo de bonanzas porque los años recientes han sido pródigos en ejemplos que entraron a la categoría de inolvidables.
   En su momento y con la recuperación de la Democracia (con mayúscula) Raúl Alfonsín buscó instaurar la ética de la solidaridad para salir a flote después del desquicio militar y sus consecuencias; Carlos Saúl I de Anillaco se inclinó por las privatizaciones que aplaudieron y apoyaron muchos posteriores apóstatas que no midieron sus daños colaterales; posteriormente De la Rua y su hibridez de aquella alianza y los años del kirchnerismo masculino y femenino que optó por aquello que llamaron “la recreación del Estado”.
    Y así estamos como estamos con todas esas rémoras.
   Un nuevo capítulo cargado de lógicas expectativas se abrió con los recientes anuncios del presidente Macri y su intención de establecer un pretendidamente dinámico “reformismo permanente” que ahuyente ogros y fantasmas que oscurecen el panorama nacional, lo que se refuerza por esa inexplicable postura ante la equivocación y el fracaso que es el ADN de aquellos que perdieron en las urnas y cayeron a la negación de esa impensada realidad alejada de sus optimistas cálculos previos.
   Antes que nada remover los escombros para solidificar las bases de un nuevo intento, retirar los que aún provocan remezones y encarar el futuro con objetivos tan ilusorios como posibles de alcanzar siempre y cuando y paralelamente recobremos la capacidad de diálogo, de debate, de consensos y de tolerancia que permitan al menos achicar esa grieta que separa a los argentinos.
   El planteo desde el simplismo radica en terminar con los privilegios, luchar contra la pobreza, crear empleo genuino y no desoír clamores como los de los jubilados y de otros sectores de la comunidad. Así de sencillo.
   Entonces “se nos cae la ficha” que tenemos por ejemplo una desmesurada cantidad de gremios de los cuales un ínfimo porcentaje discute salarios y convenios, una dirigencia sindical “pancista” y aburguesada, sobrepoblación de empleados estatales (¡1700 en la biblioteca del Congreso!) y un absurdo promedio de 80 dependientes por cada legislador, lo que es una barbaridad.
   Caímos en cuenta que la casta judicial goza de casi 2 meses y medio de vacaciones anuales (feria de enero, semana santa e invierno) mientras miles de causas duermen en los estanteS, mueren en los archivos o engordan ratones, lo que lleva a suponer que es uno de los impensados caminos que conducen a la impunidad.
   El empresariado argentino creció en avidez alentado por un estilo de gobierno que la fomentó con medidas equivocadas o a través de marcadas omisiones. Se quejaron siempre de la presión impositiva, mientras la mayoría perfeccionaba sus propios mecanismos de evasión. Era y sigue siendo la lucha del gato (sin ninguna alusión) contra las lauchas mientras los ratones siguen haciendo de las suyas, muchos de ellos con enormes utilidades que hacen engordar en el exterior.
   A veces la sinceridad no es bien vista y se la descalifica por lo certera y agobiante pero es preferible al reino de la mentira y la ensoñación, que luego nos golpea sin misericordia con sus cachetazos de realidad.
   ¿Son acaso imposibles las metas planteadas?
   ¿Son alocadas intenciones que no van más allá de un acto en defensa de los propios errores que no son pocos?
   Lo que es imprescindible y es para pensar que en esto debemos ser coincidentes sin diferencias partidarias, es seguir teniendo a la sinceridad como elemento primordial que nos permite pisar un terreno conocido, con menos vacilaciones que si camináramos a ciegas como casi siempre ocurrió.
   Mientras el gobierno sea prolijo, se ocupe de las prioridades de los más necesitados y encare reformas que no signifiquen un desmesurado e impagable endeudamiento y la amenaza de sacrificios ya vividos, con audacia y compromiso es posible salir de la mentira, del estancamiento y del fracaso.
   Maravillosa y apropiada la cita de Lope de Vega: “Jamás será feliz un amante tímido porque la felicidad no es sino el premio a la audacia”.
   Vale repetirlo: los argentinos después de tantas y tan dolorosas frustraciones, con todo lo que tenemos, merecemos vivir bien.
   Entonces me quiero permitir, al abordar la cuestión de la reforma en el campo laboral, calificar de absolutamente respetable la opinión del Dr. Jorge Sappia, uno de los más caracterizados laboralistas del país, ex secretario de Trabajo del entonces presidente De la Rua, quien opina que “La responsabilidad laboral solidaria y la indemnización es un tema difícil de abordar desde lo ideológico. Es una visión sindicalista contra una empresarial.
   Sappia la funda en el derecho y los otros en la economía de la producción. Bien vale también la apreciación de Ricardo Alfredo Castañeira, quien lo considera “difícil; pero creo que el hombre esta por sobre todas las cosas y merece la protección laboral él y su familia. La economía debe estar al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la economía.
   Roguemos que más allá de todas las teorías, la práctica nos aporte soluciones a todas las situaciones conflictivas que sin dudas se han de generar.

MUERTE EN NUEVA YORK

   Un loquito de los tantos que andan sueltos por el mundo delirando con ese utópico universo yiadista, atropelló con su camioneta a un grupo de ciclistas en Nueva York provocando casi una decena de muertes, cinco de las cuales de otros tantos ciudadanos argentinos, vecinos de la pujante ciudad de Rosario quienes estaban de festejo por 25 años de amistad, allá en la enorme urbe cosmopolita, que parece no de gran altura, sino que nos deja la impresión de una ciudad arriba de otra.
   Fue un hijaputesco acto de alienados fundamentalistas, equiparable a tantos otros que fueran perpetrados por el terrorismo islámico en los últimos años y en varias latitudes del planeta.
   Sin embargo, llamó la atención y es motivo de indignación por indiferencia o discriminación ideológica, que ninguna organización argentina de derechos humanos o partidos de izquierda, hayan expresado su tristeza e indignación, en el caso que las hubieran sufrido.
   Es para pensar en que nuestros desafortunados compatriotas no merecían ser destinatarios de pesar, esos cinco trabajadores de clase media, del interior de nuestro país, que cometieron el error de irse de vacaciones al imperio del norte, en lugar de hacerlo a Venezuela o al gran lagarto verde.
   Al optar por el reinado de Trump, dejaron de ser merecedores del dolor ajeno para un determinado aunque minoritario sector de la ciudadanía.

LA MEGACAUSA Y EL ENRIQUECIMIENTO
 
   Se define al enriquecimiento ilícito como el incremento del patrimonio de un funcionario público con significativo exceso respecto de sus ingresos legítimos durante el ejercicio de sus funciones y que no pueda ser razonablemente justificado.  
   En simple matemática la suma de lo que tiene y gasta es muchísimo más de lo que gana.  En algunos casos resulta tan evidente que la cuenta  podría realizarla cualquier alumno de primaria.
   Por supuesto, configura un delito  contemplado en muchas legislaciones para luchar contra la corrupción política en el sector público. Nuestro Código Penal lo incluye en su artículo 268 sancionando también la frecuente existencia de testaferros o personas interpuestas para disimularlo.
   Tal es la trascendencia, que en Córdoba se creó hace 13 años un Fuero Anticorrupción para protegernos de estos casos. Pese a todas estas ayudas y a que las denuncias han sobrado, nuestra provincia no produjo -lo subrayo, no produjo- en este tiempo investigación alguna sobre la procedencia de bienes de los altos funcionarios del gobierno.
   La palabra condena ni siquiera se registra como posibilidad para ellos. En contraposición, y al ser cuestionados, desde el Poder Judicial se pretendió presentar a la causa del Registro de la Propiedad como ejemplo del accionar anticorrupción, desatinado intento de justificación si tenemos en cuenta que el grueso de los imputados en esa causa son trabajadores comunes, sin fortuna y sin enriquecimientos, sin contactos ni cargos  de poder. 
   Escrachados mediáticamente con una prisión preventiva feroz e inconstitucional, tan inconstitucional como la comisión única y especial encargada de condenarlos, lo único real es que sirven  de conveniente pantalla para mantener la impunidad de los verdaderos culpables.
   Una impunidad a cuya merced la ciudadanía continúa expuesta por la inacción de quienes deben detenerlos.

EL CISPREN, MOROSO CON SUS EMPLEADOS
   Las organizaciones sindicales, entre sus objetivos principales, está el de luchar por el respeto al salario y la puntualidad de su liquidación, obligación que se cumple cuando hay demoras, y que el gremio soluciona la tardanza de alguna manera, con una mínima presión sobre las patronales.
   Por eso llama la atención que uno de esos gremios como lo es el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba, resultado de la fusión a la que arribaran tiempo atrás el Círculo de la Prensa y el Sindicato respectivo, ha caído en la deplorable tesitura de incumplir precisamente en contra de sus postulados hacia afuera, porque ya les está debiendo algo así como tres meses a sus empleados.
   Algunos manejos que han sido oportunamente cuestionados debieron ser denunciados ante la Justicia, mientras los afiliados están pendientes del resultado de esa gestión, especialmente en lo concerniente a la Obra Social, otrora modelo, que por falta de pago a los prestadores ha generado lamentables situaciones por el corte de los servicios.
   Es de esperar que las cosas se solucionen a la brevedad, tanto la situación de la atención médica como el pago de los sueldos a sus dependientes, al menos para desvirtuar ese mote que la creatividad y el humor que caracteriza a los cordobeses le aplicó a su secretario general: cariñosamente lo llaman “Gaucho ingrato”… porque se olvida del pago.

BOLETO URBANO QUE MANEJAN LOS EMPRESARIOS
   Cuando los usuarios advierten que el servicio del transporte urbano de pasajeros en Córdoba acentúa sus costados de pésima calidad, es que también y en forma paralela desde las empresas fortalecen la condición de rehenes que tienen todos los pasajeros.
   Y lo hacen quitando frecuencias, alterando horarios, dejando de a pié a miles de cordobeses en las horas pico, porque regulan el servicio para hacerlo más escandalosamente rentable de lo habitual.
   Es el mecanismo perverso que no es nuevo sino llevado a la práctica hasta el hartazgo, aprovechándose de la falta de controles por parte del poder concedente que pareciera estar en la penosa tesitura de dejarse llevar de las narices.
   El aumento más reciente es una injuria a la población, porque sería lógico si la prestación fuera cuanto menos moderadamente digna, pero en algunos corredores es deplorable con demoras de hasta 40 minutos.
   El estado de las unidades, muchas con su eterna mugre, asientos rotos, frenos chirriantes y
otros detalles del deterioro, de ninguna manera se condice con el precio de un boleto que duplica a los valores de otras grandes ciudades y no me vengan con el verso del pasajero-kilómetro o la minuta de costos, porque son pretextos que cada empresa dibuja a su manera sin importarle un rábano por el pasajero, que es el sostén de este sistema lamentable.
   Es probable que sea correcto ajustarse a la inflación, pero si el boleto aumentó el 380 por ciento en los últimos siete u ocho años, a esa inflación le viene ganando por muerte.
   Para colmo de ahora en más, pareciera que los concejales de la ciudad se hubieran asociado a la FETAP porque habilitaron al joven intendente a poder aplicar aumentos por decreto.
   Curioso el mecanismo, con el agravante que ahora, y verán que no llegaremos a fin de año, sin que surja un planteamiento gremial en demanda de actualización salarial.
   ¿Y qué pasará?
   Que volveremos a la vieja función del sainete, cuando se abrazan gremialistas y empresarios para apretar a la Municipalidad y obtener ooootro aumento.
   Me encantaría equivocarme en el pronóstico.

BONUS TRACK:

EL COLECCIONISTA DE MIRADAS (La historia de Wally)
Anticipo  de  un capítulo del libro de
Gonio Ferrari “25  Coleccionistas”,
cuentos  basados  en hechos reales
cuya presentación se estima para el
mes de marzo próximo en Córdoba.

  Si tuviera que hacer un retrato de Wally, diría que es un tipo más bien reservado, a veces ciclotímico, que está por encima del medio siglo de vida, una vida con alegrías y penurias; con amores y con adioses. Wally, pese a todo, es un adicto al trabajo; un fervoroso laburante que ha ganado cientos de batallas en esta larga guerra que es su natural e inmodificable manera de ver pasar los años.
   Sus vecinos lo querían y lo quieren por lo servicial, siempre dispuesto a dar una mano
   En el barrio, más que amores pasajeros o relaciones tipo delivery, no se le conocían a este ex joven madurado a cascotazos, escritor vocacional, amante de la buena cocina y de las eternas conversaciones políticas. Se iba y volvía a su trabajo caminando, siempre a horas intempestivas porque los horarios rígidos no eran parte de su personalidad de hombre libre, sin yugos ni ataduras.
   Uno de sus alimentos más deseados era la música y el otro una rareza no tan curiosa: los ojos de ellas. Los ojos de cualquier color, pero que fueran expresivos, frescos y accesibles a su manía, cercana al delirio, de escuchar las miradas.
   Porque Wally tenía y aún conserva intacta  una excelsa capacidad perceptiva que le permite oír colores, mirar música y tocar lo inaccesible. Y nunca falta quien ponga a prueba tantas virtudes. Wally es un tímido no asumido, apasionado por el trabajo, que tiene como -llamémosle entretenimientos- encerrarse en la música … y otear en los ojos de las mujeres.
   Era una especie de melodía que lo invadía desde algún iris cercano y hasta se permitía y aún se permite el lujo de saber si esa mirada es natural o cosmética. El brillo especial no te engaña; las lentejuelas son artificiales y suele ser solo un instante mágico el que te  hace llegar  ese luminoso mensaje hasta el alma, me dijo un día mientras caminábamos por una vereda de la Cañada.
   Las miradas azules me transmiten paz, las verdes erotismo, las negras un cúmulo de misterios … me comentaba entusiasmado.
   Y cada mirada tiene su música.
   Me mira Vivaldi, me mira Bach, me mira Wagner, me mira Beethoven, me mira Grieg o me mira Mozart.
   Todas las miradas, me dijo antes de darnos un abrazo y cada uno seguir su camino, tienen la pirotecnia del estallido en algunos casos o de la mansedumbre en otros… Wally tenía razón y me dejó tan pensativo que casi me atropella un auto al cruzar la calle.
   Wally jamás dejó de ser un tipo sencillo, emprendedor, fanático del arte en general e inveterado cultor de la música … que irradian los ojos de las mujeres.
   Buscando temas de Vivaldi los encontraba en los ojos azules o a Beethoven en los verdes.
   Pero aquella vez, pleno abril y en la calle guareciéndose de la lluvia en un umbral mientras esperaba el ómnibus porque no estaba como para volverse caminando, Wally vio a Mozart.
   Bah… lo vio es un decir, porque escuchó un Mozart dibujado en el despreocupado murmullo de una flaquita con piernas largas y pollera corta, que se apoyaba en el hombro de un muchachito adolescente.
   El ómnibus por supuesto demoraba, mientras la pieza de Mozart seguía penetrándole en el alma. Hasta que en un movimiento lógico, en la estrechez de la vereda descuidada se enfrentó con Mozart y con aquellos ojos increíbles.
   Tenían el color único e inimitable de la miel, con un tornasol de mínimos espejos y mostacillas doradas.
   Era el color de Mozart; de su música; de su juventud; de su enorme talento creativo.
   ¿Saben lo que es la desesperación por hablar con alguien que parece que te está esperando, cuando justo llega el ómnibus y no hay cómo acercarse y cruzar un par de palabras?
   Pobre Wally …
   La lluvia y el desencanto lo llevaron a sospechar y esperanzarse que inexorablemente dentro de siete días y en la misma parada, algo sucedería para cambiarle la vida …
   Los días eternos de aquel otoño pasaron y justo una semana después de mirar esos ojazos y percibir en ellos a Mozart, Wally, el curioso y romántico espécimen que escuchaba música en los ojos de las mujeres, la volvió a ver.
   En el mismo lugar, con el mismo muchachito que la acompañaba estaba ella, la pollera un poquito más larga y las piernas tan bonitas como las soñara durante esos días.
   No esperó que llegara el ómnibus y venciendo su timidez casi de jardín de infantes, Wally se animó a preguntarle, como al pasar y con la boba dimensión de un susurro, si le gustaba Mozart. Sorprendida, ella le dijo que si, que era su predilecto, que la acompañaba desde niña y se había transformado en la luz de sus penumbras.
   El, ya enamorado hasta la médula, recién cayó en cuenta que Mozart era toda la luz que no tenían esos ojos condenados al eclipse.
   Por eso, desde entonces, buscó la manera de hacerle sentir lo que más amaba, cada vez que pudiera y de las formas más inimaginables.
   Por siempre le arrimaría los destellos radiantes de Mozart para que sus ojos, esos ojos de increíble color miel, escucharan la luz.
   Cuando me lo contó, la historia me pareció de novela.         
   Sobre todo, porque hace más de cinco años que ellos están juntos y caminan la vida de la mano, canturreando Mozart.

G.F.

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