Desgrabación de los comentarios del
periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” que emite AM580
Radio Universidad de Córdoba en dúplex con su FM 88.5. En la edición del 7/1/18
estos fueron los temas principales:
¿FRENO Y VIA LIBRE A
LA CORRUPCIÓN?
Suena más cercano a lo
inexplicable que desde el gobierno de la provincia se haya decidido cerrar las
puertas del fuero anticorrupción, aquella por entonces saludable iniciativa
delasotista que puso como cacique de esa toldería a Luis Juez, quien duró hasta
que se le ocurrió investigar hacia adentro.
Eso fue un trompadón al hígado
del por entonces gobernador que ni siquiera soñaba con transformarse en
creativo, diseñador y modelo de ropa masculina de alto nivel.

Ya fue.
Ya pasó.
Ya ingresó a los libracos donde
se escribe el devenir de los pueblos y de quienes los gobiernan, o desgobiernan
según sea cada caso.
Justo ahora, que los mantos de
sospechas se extienden como los puestos callejeros donde venden baratijas,
artículos contrabandeados y salames de perro castigados por todos los soles del
verano, llega la ocurrencia de terminar con una instancia necesaria ante la
gente, si lo que se busca es legitimar acciones y gestión.
En realidad y para el caso,
serían secundarias cualquiera de las explicaciones que se puedan mostrar como
motivantes de la clausura, olvidando que mucho se asemeja a una falta de
respeto hacia la gente y un reconocimiento implícito de manos no tan
inmaculadas.

Cuando lo que se impone ante la
sociedad es profundizar los controles acerca de la gestión, es que se busca
instaurar este pretendido manto de silencios que terminan siendo estruendosos.
Y bueno sería entonces, si lo
que se procura es la pureza funcional, ¿por qué alguien no hace suya esa vieja
idea de exigirle a la dirigencia sindical, una declaración de bienes -jurada o
no, es lo mismo- antes de asumir y después de dejar la conducción?
¿Por qué no se instaura un
fuero que hurgue sin trabas ni presiones políticas ni ideológicas el verdadero
patrimonio -anterior, actual y futuro- de cada uno de los altos funcionarios
del gobierno?
Conseguir que estos detalles
sean una realidad, no haría más que rendir tributo a la decencia y reconocer a
la honestidad en la función pública como la mejor bandera que pueden enarbolar
aquellos que buscan perpetuarse en el poder.
En definitiva, un homenaje a la
democracia y a las manos limpias…
EL HAMPA HACE LO QUE
QUIERE
Días atrás las autoridades
policiales formularon declaraciones intentando quitarse el lazo de una realidad
indiscutible: el notable incremento de hechos delictivos pese a los remiendos y
parches que se colocan en un sistema desactualizado aunque por una cuestión de
exceso de adquisiciones parezca eficiente.
Parece que la consigna -con
todas las dudas que despierta- era comprar, comprar y seguir comprando en forma
directa sin concurso de precios, con el gastado argumento que las urgencias no
permitían los trámites administrativos que diluyeran las sospechas, cuando las
estadísticas con suficiente tiempo vienen alertando del feroz crecimiento del
hampa en Córdoba.
Sin una política integral de
seguridad, toda acción tiene meta de fracaso, como lo estamos padeciendo desde
tiempo atrás.

Nadie cree eso que “la
delincuencia tiene techo y de allí no pasa”.
Y si se necesita un par de
hechos para incorporar a la antología del ridículo y del absurdo, en esta
semana ¡robaron parte del techo! del enorme galpón de 600 metros cubiertos.
Lo peor de todo es que tal
hecho fue perpetrado en la noche del lunes último, la policía paseó por el
lugar, tomó datos -como siempre haciéndose ver- y lo peor de todo, aunque no se
pueda creer, dos días después ocurrió un nuevo hecho, en el mismo lugar donde
habían sido soldadas las chapas originariamente robadas.

Sr. Jefe de Policía y Sr.
Secretario de Inseguridad: les asiste la razón, la delincuencia de Córdoba
ahora tiene techo propio… logrado de manera gratuita.
Me comentaron que algunas
autoridades policiales visitaron la empresa afectada, prometieron investigar y
establecieron una especie de cerrada protección para evitar la escandalosa
repetición de los hechos.
Roguemos que no sea como
siempre, hacerse ver por algunos días y luego mandarse a mudar y que Dios los
ayude.
Es entendible que no es posible
designar a un policía para cuidar a cada empresa de la ciudad, pero los
patrullajes intensivos son la mejor manera de prevenir.
Los móviles, las motos, las
bicicletas y los efectivos estacionados en las comisarías, de nada sirven,
salvo para alertar a los ladrones que tienen la ciudad a su disposición.
Tal como ahora sucede…
PORTEÑOS LACRIMÓGENOS
Les mandamos electricidad
nuestra para el Sistema Interconectado Nacional que alumbra las coquetas
avenidas de la Capital Federal y las
marquesinas de la calle Corrientes, las peatonales de Florida y de Lavalle; les
sostuvimos con nuestros impuestos más de la mitad del boleto urbano que ellos
pagaban, les regalamos algunas pulposas con sueños de vedettes, les aportamos
varios políticos prominentes (y equilibramos cierta devaluación intelectual y
vocación por el silencio con algunos de los otros); hicimos felices a los
“bosteros” descendiendo a River, se lucieron urbi et orbe con la pareja bailarina campeona mundial de tango que
es cordobesa.

Se llevaron a Daniel Willington
(el “Daniel de los estadios”) y nos quedamos piolas…
Y todavía hay más, poniendo en
claro que lo de “Chupete” De la Rúa fue un “derrape” en contraprestación a
todos los fracasos que ellos, los porteños, nos impusieron.
No termina todo con eso, porque
les facilitamos la musicalidad de la Mona Gimenez y no hizo falta que
reclamáramos devolución.

Sin que de ninguna manera se
trate de una censura nacida en el chauvinismo, vemos con pesar y algo de
envidia -¿para qué negarlo?- que los porteños han virado a una especie de unitarismo
con disfraz federalista, como los “K” ataviados de peronistas…

Un curioso caso de empresas
cuyos ejecutivos lloran miserias, manejan el sistema a su antojo y capricho y
se hartan de cosechar utilidades.
Ellos, los porteños, no pueden
ahora andar mariconeando (en el buen sentido sea dicho) porque a su boleto lo
llevan a 8 pesitos, con la ventaja que si lo combinan en dos horas con el subte
y el tren, se supone que casi les pagan por viajar.
Si hubiéramos visto realizado
el delirio de Jaime y de otros vendedores de humo, al menos tendríamos un tren
bala urbano para desquitarnos.
Ni eso…
ALENTADOR:
DECRECIENTE PIROTECNIA
No es necesario que nos remontemos
a más de medio siglo en el tiempo, para recordar el festival de explosiones y
luces que comenzaba virtualmente a mediados de diciembre y finalizaba ya
entrado el mes de enero, después de la llegada de los Reyes.
No existía ninguna limitación
en la venta ni en el uso de la pirotecnia, que no contaba con elementos de
seguridad como los que ahora muestra, pese a lo cual se ha venido notando un
incremento en el deseo de atemperar las consecuencias de su abuso, por la
cantidad creciente de episodios sangrientos y dolorosos que año tras año
veíamos ascender a cifras escalofriantes.

Una saludable y generalizada
toma de conciencia le ganó al contrabando, a la improvisación y a la violación
de las leyes, mientras se iba cerrando poco a poco pero inexorablemente el
circuito de comercialización de la ruidosa mercadería, que ahora y con total
impunidad en su compra y utilización, solamente se comprometen los piquetes
sindicales o durante cualquier mecanismo de protesta sin importar a sus
responsables por el daño que ocasionan.

El problema en este final de
año sobrevino por la falta de control en la comercialización de pirotecnia y en
cualquier barrio fue común encontrar puestos que pese a la clandestinidad de lo
que hacían, se instalaban a la vista de todos sin que nadie les impidiera
violar la ley.

Un síntoma alentador que
certifica que los pueblos maduran en sus conductas y hoy conocen cabalmente las
consecuencias de la desobediencia a lo legislado.
Es parte, sin dudas, del camino
a la madurez de nuestra sociedad en eso tan necesario que se llama respeto
hacia sus semejantes y hacia las leyes.
LA MEGACAUSA NO ESTÁ
DE FERIA
Es
noticia, lo que ya comentara en otro bloque de este mismo espacio, la
disolución del Fuero Anticorrupción y Penal Económico de la
Provincia, frente a lo cual se me amontonan planteos en relación a la
causa del Registro de la Propiedad de Córdoba.
El año
pasado, la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba destacó
como ejemplo de acción de estos fueros la condena de dos fiscales,
un ex intendente y las del Registro de la Propiedad, sin hacer mención de
otras 60 causas, publicadas por el diario La Voz del Interior, la mayoría
sin siquiera investigar, que involucran a varios funcionarios y personas
vinculadas con el Poder.
Aparentemente estos casos pasarían a las Fiscalías de Instrucción y me
pregunto: ¿Será por sorteo como dice la ley? Y un nuevo paralelo: En el
caso del Registro de la Propiedad no se respetó el procedimiento
establecido por nuestra Constitución, conocido como Juez natural, y todos
los casos fueron derivados a una única “comisión especial”.
¿Qué se
hará ahora? ¿Se los volverá a los jueces a los que les correspondía para
que las cosas se hagan como debieron hacerse desde la primera vez?
En
estos 15 años, mientras con gran pompa
mediática se encarceló, juzgó y condenó a un
puñado de empleados y trabajadores sin cargo, acusándolos de delitos
millonarios que en nada se correspondían con sus patrimonios ni con sus estilos
de vida, ningún alto funcionario ni integrante del poder político provincial
pisó estas Fiscalías, pese a existir denuncias contra ellos.
Y ahora
lo cierran.
¿Qué se
hace en otros lugares cuando un empleado no cumple con su tarea? En el
Poder Judicial, al menos en este Fuero, se lo asciende o se lo jubila con
privilegios, lo que no deja de configurar una alta sospecha de indemnidad
consagrada.
Pruébenme ahora, si es que alguien se anima y tiene riñones y fundamento
para hacerlo, que la causa del Registro no fue una enorme pantalla para
esconder la corrupción.
Es un
desafío y me encantaría tener una respuesta.
EMPECEMOS POR MIMAR
AL TURISTA
Viene ocurriendo lo de siempre,
sin sorpresas en cuanto a la actividad turística en una provincia que tiene a
ese quehacer como uno de sus principales ingresos de recursos.
Por ahora el tiempo viene
acompañando al éxito de la temporada, los lagos en estos últimos días vienen
recobrando su esplendor con buen nivel y la afluencia de visitantes en muchos
casos supera a los más optimistas pronósticos.
Sin embargo y por noticias que
nos llegan desde distintos puntos turísticos de la geografía cordobesa, hay
mañas y actitudes que se reiteran pese al paso de los tiempos y de las temporadas.

Esa es la costosa
equivocación, porque si miramos la situación en su amplio contexto, deberemos
coincidir en que no queda descolocado ni señalado el comerciante inescrupuloso,
sino el pueblo cordobés por tolerar situaciones evitables, que se diluyen con
solo ejercer un control más estricto sobre la actividad.
Los despojos en los sitios de
comidas, los abusos para estacionar en lugares que son de uso público, las
exageraciones que se exigen para acceder a sitios de interés general, el
maltrato en la atención de ciertos hoteles y hospedajes, juegan siempre en
contra y con efecto residual, en la voluntad de regreso que pueden o no tener
los visitantes.

Los dueños de la provincia, de
sus paisajes, de sus comidas, de su música, somos todos, sin excepción.
Y debemos ser todos, en
consecuencia, los responsables de la llegada de nuestros visitantes, porque
tenemos la obligación de ser correctos y generosos anfitriones para hacerles
más grata su estadía.
Sobre todo para no lamentarnos
después, cuando los números de la afluencia indican a las claras que no supimos
tratarlos bien, como para que regresaran.
Ese es el precio más caro que
no debemos pagar.
UN SINDICALISMO
EJEMPLAR
Meticulosamente, la bruma de los tiempos ha ido devorando con famélico
sentido el accionar y en muchos casos el sacrificio de muchos dirigentes
sindicales argentinos, ejemplos para las generaciones posteriores y modelos a
seguir en el curioso y cambiante mundillo de la actividad gremial.
Y para no caer en la injusticia
de los olvidos, es preferible sintetizar en un solo personaje ese compendio de
virtudes, merecimientos y compromiso que puede compendiarse en un argentino
como por ejemplo lo fuera el gringo Agustín Tosco, líder del combativo lucifuercismo
de la década del 60 y un lustro más también.
Viene a cuento el recuerdo por
los vaivenes de la historia, que fue tejiendo situaciones y personajes que en
lugar de emparentarse con la épica sindical de entonces, pasaron a figurar en
el oscuro libro de la corrupción donde escribieron -y muchos aún escriben- las
páginas más repudiables que sin dudas podrá atesorar la memoria.
Y para esos casos, lo mismo es
acudir a un solo ejemplo, el más reciente, lo que no significa olvidar a
quienes tuvieron la caradurez de integrar la nómina de los deshonestos, como lo
es de acuerdo con lo que se viene revelando, el secretario general del gremio
estatal SOEME, el ahorrativo Marcelo Balcedo,
detenido en Uruguay acusado por la justicia argentina entre otras cosas por
vaciamiento del sindicato, evasión y lavado de dinero.


Sorprendido haciendo pis en la
plaza, Balcedo -a quien se relaciona con Julio de Vido y el milico Milani-
propietario entre otras empresas del diario “El Día” de La Plata, medio que
atribuyó la detención a una persecución judicial, denunciando de paso un ataque
a la libertad de prensa.
Muchos son los detalles que
rodean a esta cuestión y en las próximas horas sin dudas se conocerán
increíbles circunstancias que se emparentan con la pomposa vida de este
espécimen que se decía dirigente sindical, y que les cobraba a los empleados
que le recomendaba su amigo Scioli, 2.000 pesos por mes, de sus sueldos, para
sus insaciables bolsillos.

Sospechas hay muchas, como
muchos deben ser los que reconocen tener sucio el tugges y de alguna manera
deben prepararse para soportar el aluvión judicial que se les avecina.
Sobre todo para aquellos que creyeron en la
eterna impunidad y jamás se prepararon, ni prepararon sus números para una
derrota, que ahora les puede abrir el camino hacia la cárcel.
De todas maneras, si eso
ocurre, seguramente será Justicia.
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