Desgrabación de los
comentarios del periodista Gopnio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”
que difunden AM580 Radio Universidad de Córdoba en dúplex con la 88.5 FM. En la
emisión n!° 499 del 21/01/18 estos fueron los temas principales:
LA PROSPERIDAD DE CIERTA DIRIGENCIA SINDICAL
Todavía suelen acudir a la memoria aquellas
imágenes tantas veces repetida de dirigentes sindicales que se trenzaron a
tiros con sus adversarios incluso dentro de la misma organización gremial, en
una lucha despiadada por espacios de poder.
Cayendo
al reduccionismo de suponer que el origen de tanto poder a los gremios fue una
ocurrencia -estudiada por cierto- de Juan Domingo Perón allá por la mitad del
siglo pasado, aparece como demasiado lejano.
El tema es que desde entonces, el viejo
líder poseedor de una clara inteligencia y enorme picardía, instituyó la
certeza que el movimiento obrero, que había alimentado en sus conquistas luego
de tantas postergaciones, era la columna vertebral del peronismo.
Y así fue ganando espacios dentro del campo
laboral, luego frecuentó los escaños de legislaturas provinciales y del
Congreso Nacional, se hizo fuerte en los clubes manejando a las barras bravas,
hasta que cayó en cuenta que ese poder, bien podía transformarse en dinero para
sus cuentas personales, expansión económica y contribución a transformarlos
casi mágicamente en soñados y prósperos empresarios.
Y como para eso era necesario seguir en la
actividad gremial, se las ingeniaron para manejar su propia perpetuidad que
corría paralela con la impunidad consagrada.
Días atrás Infobae publicó una brillante nota con
la firma del consultor político y docente universitario Claudio Iglesias, con
un contenido al que bien se puede calificar como magistral -de magisterio- por
las enseñanzas que encierra al sostener entre otros conceptos que “Hace poco tiempo, un personaje que parecía
salido de una novela sobre la mafia albanesa, Juan Pablo "el Pata"
Medina, famoso por sus enfrentamientos a tiros con sus rivales dentro de la
UOCRA, fue detenido por una serie de fraudes contra la obra pública y amenazas.
Una proeza de keynesianismo basado en el control sindical del gasto público,
pero también, en diversas coacciones, variados privilegios y la corrupción
rampante de pequeño círculo”.
Tras
otras consideraciones, Iglesias sostiene que “En general, esos y otros dirigentes del sindicalismo
peronista, en cuyo centro sobresale la figura estelar del clan Moyano, padre e
hijos, han edificado un futuro de prosperidad sobre la base de un mercado de
trabajo secularmente débil, poco sensible a las variaciones del contexto
económico en que les toca actuar a las empresas, tanto en la fase de
prosperidad del ciclo como en su fase contractiva: ellos prosperan siempre, sus
representados, rara vez.
Desde
hace ya muchos años, rige en nuestro país una organización del trabajo que
condiciona al conjunto de la actividad económica, a la representación de los
intereses y, por extensión, a buena parte del funcionamiento de la política,
basada en premisas que poco tienen que ver con la búsqueda de la prosperidad de
los argentinos, para no hablar del funcionamiento eficiente de la economía o la
democracia a nivel industrial.
Ese
modelo de organización, que empezó a diseñarse en el Departamento Nacional del
Trabajo entre 1943 y 1945, pero que sobrevivió a gobiernos civiles y militares,
peronistas y antiperonistas, debe mucho de su inspiración a la visión que el
fascismo tenía de la sociedad en su despliegue en su geografía original: Europa
de entre guerras.
Como ha
dicho un historiador argentino, observador atento de esos y otros desarrollos
de la Argentina entre 1930 y 1960: "Mientras la Argentina parecía madura
para el fascismo, el mundo se revelaba demasiado maduro para él" (Tulio
Halperín Donghi, Argentina en el callejón). Perón llamó a esa
singular creación de su ingenio político, "la columna vertebral".
Y agrega: “Esa organización es, ante todo y
por sobre todas las cosas, una estructura multifocal de intereses, negocios,
poder político y puntos de influencia: va desde el control de los clubes de fútbol hasta el contrato de obra
pública, desde la recolección de residuos urbanos hasta el manejo de los
recursos de la salud de los trabajadores, desde el control autoritario de las
ideas políticas del mundo del trabajo ("sindicato único por rama de
actividad", "personería gremial") hasta una actitud predatoria
sobre los esfuerzos de las empresas, en la medida en que no se avengan a
"discutir con los muchachos" las premisas su actividad empresarial.
Que en
el nuevo siglo políticos de diferente extracción, desde populistas de todos los
colores hasta radicales que buscan complicidad en un mundo que les fue y es
esquivo, pasando por diferentes fracciones de la izquierda y el progresismo, y
no pocos simpatizantes que esa organización sindical conservan en el gobierno,
le rindan tributo, tal y como es, dice hasta qué punto los esfuerzos de
modernización de nuestra economía y nuestra sociedad parecen acotarse a una
discusión, hasta cierto punto formal y estéril, sobre el déficit fiscal, la
política monetaria u otros temas conectados con la finanzas públicas y la
macroeconomía.
Otro de los párrafos salientes de este
excelente análisis afirma “Que hayan podido pasar de ser propietarios de empresas privadas de
seguridad social en tiempos de la privatización (AFJP en los años del gobierno
peronista de Carlos Menem) a partícipes y cómplices del saqueo de la seguridad
social durante el tiempo de estatismo tonto de sus amigos del peronismo de
Néstor Kirchner, es una muestra de cómo su contorsión les ha permitido
sobrevivir al colapso del progreso argentino.
Si
Argentina no atina a desenredar la madeja de ese corporativismo, que sobrevivió
a gobiernos tan variados como la revolución libertadora, el frondizismo, la revolución
argentina, el último ensayo de peronismo histórico 1973-1976, la dictadura
militar y los neo-peronismos de 1983 a 2015, más las breves experiencias no
peronistas intercaladas entre estos últimos, será muy difícil que la prosperidad económica llegue a tocar a la puerta
de varias generaciones de argentinos.
Alguien
ha decidido por ellos que tal vez merezcan planes, cupos, becas, jubilaciones
sin aportes y otras variedades de programas discrecionalmente distribuidos
mediante una gigantesca red de emprendedores informales de los
"movimientos sociales", en lugar de ser titulares de oportunidades
para participar con legítimo derecho en la creación y distribución de la
riqueza argentina. Que una nueva generación de dirigentes políticos se rinda
tan fácilmente a ese presente griego es algo de lo que nunca terminaremos de
lamentarnos, teniendo la oportunidad para revisar ese lastre que rige desde la
época donde el fascismo, su fuente de inspiración y horizonte político, era ya
un producto completamente fuera de temporada”.
El
remate del análisis es contundente: “Si hiciéramos un ejercicio básico de
comparación internacional, entenderíamos rápidamente que ningún país en el
mundo ha prosperado siguiendo el camino que hemos elegido nosotros en este terreno.
¿Llamará la normalidad sobre este tema a la puerta de nuestra clase dirigente?”
NUESTRO CARO Y PENOSO
TRANSPORTE URBANO
Ya medio como que uno se cansa
de protestar y protestar contra la pésima prestación de nuestro transporte
urbano, aparte de su costo despiadado, si tomamos en cuenta la escasa calidad
del servicio.
Es probable que en algunos
sectores no se adviertan tantas falencias en el sistema, por eso de las
curiosidades inexplicables, pero en la mayoría de los barrios periféricos el
lamento es constante y creciente, con una inaudita multiplicación de los tiempos
de espera.
¿Es que han disminuido las
frecuencias hasta niveles ridículos, solo porque ha terminado el ciclo tlectivo
y no son tantos los pasajeros?
Si así fuera, configuraría una
burla y un daño mayúsculo a la masa laboral que necesita movilizarse en el
transporte público habida cuenta de los altos valores del viaje en taxi o en
remisse, pero parece que tal detalle no les mueve a los funcionarios, las agujas
de una sensibilidad que demuestran no tener.
Es el boleto más caro del
país, y ahora puede acollararse este fenómeno con el pésimo servicio de electricidad, endeble
ante una brisa o un bajo milimetraje de lluvia en verano y algunas mínimas disminuciones de temperatura
en el invierno.
La cuestión es que el cordobés
está condenado a padecer esperas que muchas veces, aunque este muchachito
Mestre no lo crea, cercanas a una hora, con lo que miles de trabajadores pierden
premios a la puntualidad y estímulos al presentismo, lo mismo que ocurriera con
los paros salvajes que instrumentara el gremio de los choferes.
Es hora que alguien se tome el
trabajo de controlar las frecuencias en el transporte urbano y aplique las
sanciones que pudieran corresponder, para ver si por vía de la multas las
empresas toman en cuenta que salen más costosas que restringir las
prestaciones.
Todo esto ocurre porque, sin
dudas y a la luz de la realidad, al transporte urbano no lo maneja el poder
concedente, sino que a su capricho esa función está a cargo de los empresarios
y de la UTA.
Y así estamos, con un
transporte urbano pésimo y caro…
LA
MEGACAUSA Y MARIA ELENA WALSH
Retomando el tema de la reforma judicial
publicitada días atrás por el gobierno provincial, la semana pasada expresamos
que en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, sería ya una sensible
mejora que se cumpliera con la normativa ya vigente que incluye la
prohibición de la prisión preventiva como regla, el juicio por un tribunal
imparcial, que debe ser sorteado y no designado en forma especial para la
causa, y el encarcelamiento solamente después de una sentencia firme para
disminuir la posibilidad de error irreparable.
En el espíritu de la nueva reforma, según se
anuncia, se habla en general de reducir el conflicto y la litigiosidad para
buscar soluciones que mejoren la convivencia social.
Excelente pero difícil de aplicar a la causa
del Registro, donde la litigiosidad y el conflicto parecerían ser objetivos en
sí mismos por parte del Poder Judicial de Córdoba, dado que
sistemáticamente encarcela trabajadores sin antecedentes y sin ninguna
acusación grave durante años, sin someterlos a juicio, con una pomposa difusión
mediática.
Y pensando en las soluciones: ¿Qué
solución le podrá brindar ahora el Poder Judicial a los que murieron en prisión
preventiva, sin haberse establecido nunca su culpabilidad? La verdad, no
se me ocurre ni siquiera apelando a lo mejor de mi imaginación.
Hay más pendientes como: ¿Qué pasará con los
funcionarios de altos cargos, que pese a ser denunciados nunca fueron convocados
y menos aún investigados?
Acá sí, hay solución posible.
Dentro de todo lo que hemos sostenido en tal
sentido, faltaba el enfoque poético, que ahora traemos de la mano de María
Elena Walsh en su “Oración a la Justicia” cuando dice y lo voy a leer para no
caer en equivocaciones:
“Señora de ojos vendados que
estás en los tribunales, quítate la venda y mira cuánta mentira. Actualiza la
balanza y arremete con la espada”. Debo jurar que no encontré mejores palabras,
para pedir lo que hace falta en esta causa.
VERTIGINOSA TEMPORADA
TURÍSTICA
Es como si a mediados de enero, con pleno
calor, días luminosos y pocas tormentas, el verano comenzara a dar las hurras
para entregarse a los ocres del otoño, las hojas crujientes y amarillas y los
atardeceres mágicos.
Cuando escuchamos promociones de lugares a
visitar, de festivales para asistir, de paisajes para gozar, es como si se nos
estuviera adelantando una despedida que de ninguna manera alentamos, sino que
más bien intentamos íntimamente en prolongar esos días inolvidables de las
vacaciones así las hayamos pasado en “mar del patio” o en “punta terraza”.
¿Por qué ese apresuramiento en las
despedidas? ¿Es un nuevo artilugio mediático y publicitario que intenta
instaurar el estado de casi vacación permanente, porque a la vez se promociona
el otoño?
Córdoba ofrece la generosidad de sus
paisajes todo el año no tan sólo en la capital sino en su extenso territorio,
de norte a sur y de este a oeste: la cuestión es saberlos encontrar y
disfrutarlos en plenitud, los 365 días como una fruta recién cortada del árbol.
Pero así son las cosas en el vértigo del
almanaque que no perdona demoras, nostalgias ni planes a futuro que se
comienzan a elaborar antes de terminar estas vacaciones, las que ahora estamos
gozando sin tener la prisa de empujar a que se terminen.
Bastante es lo que todavía falta como para
pensar que muere la temporada turística en los bellos sitios de nuestra geografía
provincial, pero es como si la premura estuviera incitada por esa liviana
costumbre de otorgar premios y distinciones.
¿Quiénes fueron los más aplaudidos y
taquilleros artistas de la temporada? ¿Quién estuvo más acosado mediáticamente
por su protagonismo en escándalos? ¿Quién se divorció de quién? ¿Qué estrellita
fulgurante vuelve embarazada a sus pagos? ¿Quién le puso los cuernos a quién…?
Son todas preguntas que a la mayoría de los
cordobeses sus respuestas no nos interesan, porque pretenden suplantar a la
belleza de un paisaje, de una puesta de sol o de un paseo para perderse en la
espesura de algún valle …
CERCANÍA PAPAL Y ALERGIA A SU PAÍS
Su Santidad sobrevoló
argentina, envió un escueto telegrama en inglés al presidente Macri como lo
marca el protocolo, recibió una respuesta aún más breve pero en criollo, via
twitter, llegó a Chile, se presentó con suerte diversa según los escenarios y
luego voló a Perú donde sí lo recibieron a todo trapo.
Y los cráneos del análisis
político e ideológico argentino se pelaban el cerebro planteando las diversas
hipótesis acerca de la indiferencia papal con su país de cuna, olvidando que dejó
de tener una nacionalidad definida cuando el concilio y en su nombre, echó al
aire la fumata blanca de su consagración como Jefe del catolicismo.
Que fue mucha y variada el
agua que corrió bajo los puentes de nuestra historia es tan cierto como la
realidad actual que vivimos con mucho de desencanto y desorientación, sobre
todo para los optimistas que pensaban tener una especie de “Papa cautivo” de la
argentinidad.
Su conducta basculante fue tal
hasta que se asentó en esos endebles pilares de las ideologías, de los
intereses y de los olvidos, cuando Francisco dejó de recordar -seguramente sin
olvidar- que lo acusaban de colaborar con los torturadores y genocidas
militares setentistas y luego lo encumbraron a la cúspide de los defensores de
los derechos humanos.
Ni tanto ni tan poco.
No olvidemos que por encima de
cualquier especulación, Bergoglio es un ser humano con sus apetencias, sus
miserias sus vacilacio, sus debilidades y sus conductas.
Es probable, pero eso no será
eterno.
Porque después de abrazarse cristianamente
con personajes nefastos de nuestra historia reciente, de bendecirles rosarios y
de orar por su libertad, cuando dictamine la Justicia será Francisco, el Papa
Bergoglio, quien deberá reconocer aciertos y errores.
Francisco ya es grandecito,
llegó a Papa, fue vilipendiado, descalificado y abrumado de culpas por la izquierda
delirante apenas se disipó la fumata blanca y luego como por arte de magia, pasó
a liderar un sector que lo había despreciado y acusado de horrendos contactos y
complicidades con el desgobierno militar.
Por eso que es grandecito, es
para suponer que Francisco sabe lo que hace.
Y lo que estará evaluando
ahora, de todo lo que le vendieron sobre el caso Maldonado, por ejemplo …
¿QUIÉN
SOSTIENE A LA MAFIA DE TAXIS EN EL AEROPUERTO?
El domingo pasado nos
extrañamos al enterarnos que la bajada de bandera para los taxis que parten
desde el Aeropuerto Ambrosio Taravella, en el Camino a Pajas Blancas ronda los
112 pesos de día y esa cifra se eleva a casi 130 después, creo, de las 22.
Aparte de ser un exceso que se
aplica no sé si en alguna otra estación aérea del mundo, donde existen varias
alternativas abiertas para los pasajeros, configura un ataque perpetrado en
forma constante contra todo el gremio de los taxistas que no comulgan con el
grupete que a fuerza de intimidaciones y daños, se ha hecho fuerte desde hace
tiempo en nuestra estación aérea.
Poco tiempo atrás hubo detenciones,
juicios y condenas contra los que eran responsables de esas maniobras de
aprietes, pinchaduras de neumáticos y otras lindezas que los que se creen
dueños de la parada, aplican a quienes quieren colocarse en la fila de espera
sin estar enrolados en sus incivilizadas huestes.
Y no faltan quienes sostienen
que esa tarifa desmedida les fue concedida para compensar la autorización a
operar en el aeropuerto a dos líneas de ómnibus, una común y la otra
diferencial, que según los mafiosos les restan pasajeros, como si en el país
estuviera autorizado el monopolio al amparo de la violencia que genera.
La zona del Aeropuerto Taravella
está en el ejido urbano y el tema transporte debiera ser jurisdicción municipal
a todos sus efectos, pero lo es solo para algunos, como por ejemplo beneficiar
con una tarifa desmedida que quieren aplicar únicamente los mafiosos que
manejan la parada, muchos de los cuales, según me comentaron, tienen
antecedentes por idénticos hechos.
De todas maneras creo que por
tratarse de una dependencia de alcance nacional, le correspondería a la Policía
Federal hacer que allí se respete la ley.
Porque si tenemos que allanarnos al reinado de la violencia, la amenaza
y la coacción, deberemos reconocer penosamente que estamos perdidos y eso no se
puede ni se debe tolerar.
EL
MINISTRO TRIACA ESTÁ DURANDO DEMASIADO
Siempre, el nepotismo
ha sido una repudiable perversidad política, no obstante lo cual la historia nos
muestra decenas de casos que cada uno en su tiempo, pretendió ser justificado
bajo el argumento de “necesitar para cargos clave a gente de extrema
confianza”.
Si a esto le sumamos un penoso episodio de
maltrato y discriminación a una mujer, debemos concluir en que el ministro
Triaca, a cargo de la cartera de Trabajo de la Nación, debe pedir disculpas y
mandarse a mudar.
Con el presidente de viaje por Rusia, no
conozco si se ha pronunciado acerca del tema, aunque trascendió que a la
situación de Triaca se la evaluó para llegar a la increíble conclusión de que
no estaba obligado a renunciar.
Es probable que se aguarde una determinación
judicial si el tema ha llegado a ese nivel, con el nombramiento de una parienta
y con la torpe, grosera y pésima forma de tratar a una de sus principales
colaboradoras, que lo atiende desde hace años y que quizás por esa causa,
hubiera existido entre ellos un grado de confianza como para tolerarse.
Sea como fuere, es mayúsculo el daño que
Triaca le está haciendo al gobierno central, porque en nombre de sus gestiones
ante los gremios para conseguir la aprobación de una ley, no es posible que se
sacrifiquen preceptos que hacen a la convivencia y al respeto.
La solución es muy simple, tan simple como
terminante.
El presidente Macri, así esté en Rusia o
donde sea, tiene la obligación cívica de exigirle que se mande a mudar.
Alguna vez, se hace necesario escuchar los
clamores de la sociedad,
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