30 de junio de 2024

S.L.B.: MUCHOS CORDOBESES PAGAN LAS CULPAS AJENAS DE NO RESPETAR LAS PRIORIDADES – SON DOLOROSAS LAS IDAS Y VUELTAS QUE RODEAN EL MISTERIO DEL NIÑO LOAN – SURGE UNA DUDA CON EL PAGO DE MEDIO AGUINALDO A JUBILACIONES - ¿PODEMOS YA EMPEZAR A PENSAR QUE NOS ESTAMOS PONIENDO DE PIÉ? – MEGACAUSA Y HACER PADECER A LOS VERDUGOS, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” nº 873, emitido el domingo 30 de junio de 2024 por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.

El empecinamiento por endeudarnos
MUCHOS  CORDOBESES PAGAN LAS CULPAS
AJENAS DE NO RESPETAR LAS PRIORIDADES
 
   Las luces de alarma que se encendieron en los caudales de dinero que muchos aseguran estar atesorados en Córdoba, despedazaron esa romántica y opulenta creencia, para encontrarse con una espantosa realidad de endeudamiento que nos viene trayendo problemas que lentamente se están agravando, por lo que se dan muchas situaciones -demasiadas, mejor sería decirlo-  a través de las cuales se patentiza esa fea certeza de estar debiendo más de lo aconsejable, lo que nos acarrea a los cordobeses y por irresponsabilidad del cordobesismo, ciertas situaciones de angustia por morosidad que no merecemos y que por insensatez política hace tiempo venimos padeciendo.
   Dejemos de lado esa creciente sospecha que nos lleva a malpensar que un alto contenido de esa vocación por hacer obras, por mostrar mejoras, por lucir adornos, es para muchos el disfraz que utiliza la demagogia para cosechar adhesiones que en el corto y mediano plazo se transforman en votos y esos votos son una genuina certificación de poder adquirido, a costa del sacrificio de la ciudadanía.
   Y digo sacrificio porque no es justo que el poder alimente sus ansias de perpetuidad, con el sufrimiento de una mayoría acosada por la presión impositiva, y por el constante incremento de lo que cobran los servicios esenciales como electricidad, gas, agua y otros, cada vez más alejados del confort que se merece por lo que se paga, simplemente porque deja de ser accesible su acceso, y vaya como ejemplo que el servicio eléctrico en Córdoba es el más oneroso del país, sin ser el mejor, el más seguro ni el ideal.
   Estamos comprometidos por varios años de presupuesto, y para colmo en moneda extranjera, cuyo permanente movimiento hacia arriba mientras adelgaza el valor de nuestro peso, es otro de los torniquetes que nos aprieta tanto el pasado como el presente y ni qué hablar del futuro, porque vemos con agregada angustia que no decrece el nivel de empecinamiento por seguir endeudándonos, y ya nos empuja a suponer -y con valederas razones- que se han quebrado las barreras que pudieran haber existido y son las que destroza esa sensualidad que dicen quienes lo gozan, tiene el poder.
   Poco se conoce acerca de números certeros y creíbles del monto de la deuda provincial, lo que debemos cada uno de los cordobeses tributarios, lo acumulado por incumplimientos y evasiones como tampoco los intereses usurarios y confiscatorios a los cuales nos comprometen las autoridades, pensando peregrinamente que el límite es la eternidad, cuando bien sabemos que no es así porque al final del drama lo terminamos pagando nosotros, mientras ese poder sigue asumiendo compromisos porque total terminan sus mandatos, dejan las deudas pendientes y al muerto nos toca siempre, siempre, levantarlo a nosotros.
   Esta situación es la que se avizora en el nivel provincial, espejo de la realidad nacional de todos los últimos tiempos, y ese virus se ha instalado también en nuestra municipalidad por lo que es de justicia sostener que los tres niveles de conducción política aplican la misma vocación por empernarnos a todos, muestran una provincia con rutas nuevas, emprendimientos coquetos y vistosos, puentes inoportunos, faros sin mar y otras delicadezas, fortaleciendo su peregrina creencia que la gente come cemento y asfalto, en la desubicada fantasía que pueden seguir esperando la educación, la seguridad, la salud pública, viviendas y otras carencias relegadas en la escala de las prioridades, y todo esto lleva a los malpensados a suponer que es el comienzo de una campaña proselitista con miras a la venidera elección presidencial.
   La Municipalidad de Córdoba con una visión similar sigue acrecentando su deuda con el mismo estilo de comprometerse en moneda extranjera, mientras las obras precomiciales dejaron de ser tales, los problemas urbanos siguen acosándonos, el transporte no deja de tambalear, se terminó la pintura, la higiene en la ciudad está en crisis y una larga fila de problemas que se acrecientan alimentados por la inacción que muchos emparentan con la insensibilidad.
   Es para rogar que las cosas cambien, o de lo contrario el castigo será que los cordobeses sean los que cambien a quienes los engañaron con oropeles, maquillajes y realizaciones que no eran imprescindibles, porque ahogaron a las que eran -y todavía lo son- impostergables para una sociedad que por los impuestos que paga, no merece padecer.
 
Loan Danilo Peña ya es un mártir
SON DOLOROSAS LAS IDAS Y VUELTAS QUE
RODEAN  A LA “DESAPARICIÓN” DE UN NIÑO

    Una compleja cita borgesiana -así la califico para ilustrar a quienes refiriéndose a nuestro Borges asignan como “borgiano” cuando eso corresponde a los Borgia- asegura que “Cualquier persona puede encarcelarme, puede desterrarme o puede matarme, pero hacerme sufrir íntimamente a eso sólo pueden hacerlo las personas que yo quiero. Si yo quiero mucho a una persona y esa persona no me quiere, me destruye tanto más cuanto más la amo”.
   Plena sabiduría tanto en lo conceptual como en lo familiar y debe ser ese uno de los dramas que se hizo carne precisamente, en una familia cuyos integrantes vienen enredando una madeja de desencuentros, negaciones, versiones encontradas, fantasías, escondrijos y actitudes engañosas que los lleva a ser cada uno sospechoso o sospechado por cualquiera de los otros, dentro de una familia. 
   Acerca del doloroso drama que rodea a la desaparición -de alguna manera hay que calificarla- del pequeño e inocente Loan Danilo Peña son tantas como escalofriantes las versiones que la rodean, que parece imposible que tales desencuentros se produzcan en el seno de una misma familia, que se supone unida por esos lazos eternos de concordia, amor y respeto.
   Es lógico que la intervención de la autoridad vigente para la imposición de las leyes; para su cumplimiento y ante el caso negativo, para encomendarle a la Justicia la tarea de poner en claro, juzgar y castigar en el caso de los responsables de un delito o establecer que si la culpa es de la fatalidad, aportar las probanzas que la llevan a tal calificación.
   Pero en esta situación como viene siendo planteada todo corre por carriles separados y en casos hasta se llega a la confrontación y casi farandulización de un acontecimiento que debiera acercar a los sectores antagónicos para aportar claridad al tema, pero algunos optaron por el escándalo, transformando algo tan penoso en un espectáculo mediático con impensados alcances, en el que intervienen distintas corrientes de pensamiento y de acción.
    Es como si se hubiera pasado por alto lo esencial, que es la pena que despierta el sólo hecho de pensar en el sufrimiento de una inocente criatura, cuya imagen simpática y alegre fue sacada a pasear por el mundo mientras se trata de establecer qué fue en realidad lo que ocurrió con el pequeño, arrojando al ruedo del ignominioso desprecio por el sufrimiento ajeno una pasmosa indiferencia por el dolor ajeno.
   Y en ese ir y venir de versiones, inventos, dudas, ignorancias y prisas, a la luz de lo conocido y en intención de auscultar por lo oculto, se me ocurre –en lo personal- que para cumplir con esos mundanos cometidos, parecen haberse olvidado de un par de detalles, reemplazados por el amarillismo de tener algo parta mostrar en las pantallas, en el aire y en el papel, que hay otras cosas que ocupan su atención por encima de las crisis que en todo aspecto estamos viviendo.
   Y pretendo, con una simple pregunta, tomando en cuenta el auge criminal del comercio de criaturas que “las compran”· y desde aquí “las exportan” con distintos destinos en un proceso que en total no lleva más de 72 horas, ¿alguien pensó en controlar los videos que durante las 24 horas chequean el movimiento de personas en los aeropuertos y en las aduanas de todo el país ,y especialmente -dicen- en las fronteras?
   Están en danza un accidente que nadie vió ni escuchó, los delirios de algunos que dicen haber visto al pequeño en distintos lugares, las contradicciones de familiares y todo el otro chismerío que no ayuda sino que más confunde y desorienta. De esa manera, habrá que dejar pasar el tiempo, que es el padre de todas las verdades sin prisas.
   El mundo sigue andando y las verdades en una de sus esperas que pocos se preocupan por respetar, también eternas…
 
Bueno sería ponerlo en claro…
EN EL PAGO DEL MEDIO AGUINALDO EXISTE
LA DUDA POR UNA QUITA QUE SE PRACTICA

   El pago del medio aguinaldo debe ser el motivo de las mayores expectativas que rodean a quienes dependen de esos pesos, para aplicarlos como “rueda de auxilio” a la economía hogareña, bombardeada desde todos los ángulos  y distancias, cualquiera sea el destinario de un haber mensual proveniente de las arcas de nuestra endeudada provincia del cordobesismo.
   Hay algunas empresas, y de esto muchos de mis colegas periodistas pueden dar plena fé, que en tiempos de bonanza premian a sus empleados de acuerdo con su rendimiento y para cada aniversario de esas empresas, pagan lo que el trabajador bautizó como “aguilucho” que solìa ser jugoso, generoso, merecido, ansiado y rápidamente gastado.
   Hay otros casos similares que aplica una gran empresa, con la diferencia que a los dineros necesarios para esa a veces desmedida generosidad, lo aportan la memoria y acción debidas a un dirigente sindical que fue y sigue siendo modelo de sacrificio, beneficio que anualmente abonan a su personal unos cospeles extras motivados por el merecimiento y al reconocer lo que internamente se llama un bono en premio a una eficiencia, que en realidad pagamos todos los cordobeses a los que se nos ocurre usar energía eléctrica, esa electricidad que suele cortarse justo cuando más la necesitamos y la pagamos, o sea para enfrentar al calor en verano y al friazón del invierno, salvo que sea beneficiario de los “enganches” clandestinos que se soportan y en muchos casos se toleran con el “vistagordismo” de por medio.
   Sin embargo ha surgido una duda que me fuera planteada en ocasión de aguardar en la fila del banco, el acceso al cajero autmático en mi actitud de jubilado y encontrarme en el resumen que aporta la maquinita, un “ítem en contra” que es el aporte de este ciudadano con parte de su medio aguinaldo, a la APROSS que no es como muchos creen una obra social, sino una administradora provincial de servicios de salud.
   Y la duda de todos ellos, que me hicieron agregar a la propia, es por qué esa quita, cuando mensualmente, o sea en 12 oportunidades, se tributa un alto porcentaje para el ente sanitario, pero también se aplica en cada uno de los medios sueldos anuales complementarios.
   No es desconfianza por nada, pero sólo se trata de una duda que bueno sería que algún funcionario se encargara de poner en claro, porque si a ellos con sus sueldazos no les preocupa, SÌ es una preocupación para los pasivos, especialmente para los docentes, que no obtienen respuesta a su justa demanda.
   No estamos en condiciones de tolerar algunos pícaros cortocircuitos…
 
Vivir esperanzados, buena actitud
CON OPTIMISMO ¿YA PODEMOS  EMPEZAR A
PENSAR QUE VAMOS PONIÉNDONOS DE PIE?
   Es más que probable que tenga un lógico y espero sea amigable encontronazo con miles de argentinos, en este caso de cordobeses que piensan distinto, si sostengo como ahora lo hago, que es como si estuviéramos saliendo de un largo sueño, donde  nos abrumaban los duendes malignos, las dudas, las sospechas, la corrupción y las deslealtades entre seguidores de una misma  y confiable corriente de pensamiento.
   Le sumemos a esa actitud contestataria que respeto que para colmo, en lugar de ir mejorando o espantando aquellos fantasmas, nos volvíamos a poner de rodillas implorando clemencia internacional, que demasiado caro nos resultaba cada vez que apelábamos a ese recurso, a sabiendas que figuramos en un “seven” internacional de morosos incorregibles, incobrables y llorones a la hora de cumplir con los compromisos, especialmente los de rango internacional, nosotros con una moneda devaluada y frente a otros signos de abrumador crecimiento relativo, lo que nos obligaba y por ahora nos impulsa a no detener los rodillos de las máquinas impresoras que se alimentaban con ceros, o sea de ceros a la derecha, que cada uno de ellos agregaba un nuevo pesar a los bolsillos de la gente.
   Tanto era así que viajando por el exterior supieron “chanzarme” o cargarme como lo hacemos nosotros, diciéndome que los argentinos éramos “gauchos ingratos” y allí cometí el error de preguntar por qué, para que muertos de risa me contestaran que era porque “nos olvidábamos del pago”, una acertada figura folklórica que debí aceptar como una humorada de las tantas que hacemos nosotros, y no siempre provocan sonrisas.
   Cómo será de importante la tarea obligatoria de emitir constantemente y sin parar de día ni de noche incluyendo domingos, feriados y fiestas de guardar, que hasta se dio el caso de un vicepresidente de la Nación condenado, si mal no recuerdo, por intentar comprar mañosamente esa imprenta extrayéndola de su dependencia estatal.
   No es poco lo que ha cambiado el país en su fisonomía que muestra a la gente, porque muchos se quejan por las cesantías decretadas de a miles en la esfera del empleo estatal, contratos casi eternos que no se renovaron, organismos que nadie o muy pocos se explican para qué servían, salvo para el pago de favores de la fanatizada militancia y una llamativa sobrepoblación en los entes oficiales, todo lo cual fue aplicado via “motosierra” que despertó fantasmas de venganza entre aquellos amodorrados por los beneficios que recibían para repartir, lo que hacían prolijamente, pero en sus cuentas personales.
   Es cierto que muchas medidas han sido socialmente traumáticas, con algo de prepotencia y en casos con insensibilidad, pero tendríamos que evocar cuánta fue la ternura, el sentimiento de culpa y la avidez de enriquecerse que mostraron algunos, mal llamados “administradores” de montos cuantiosos que recibían para repartir y se esfumaron o viajaron prolijamente al exterior. Es cierto eso que un ex presidente giraba dineros al extranjero, pero el tema se judicializó, las culpas se reconocieron, entiendo que las sanciones están en trámite pero será la Justicia y no el poder político quien juzgue las conductas equivocadas o vulneradas, salvo elcaso dse este muchacho Calcaterra.
   No nos extrañemos entonces si una de las principales inquietudes del actual gobierno nacional esté enfocada en alguna modificación de la Suprema  Corte de Justicia, lo que estará acorde con una de las más caras -o necesarias- intenciones de todos los gobiernos en los últimos tiempos.
   El país está cambiando y  es de esperar que el humor social se contagie de las buenas perspectivas, que se respete el mandato popular de las urnas y se abandonen todas las acciones que cuando los anteriores eran poder, y las debían soportar y combatir desde los sectores más afectados, eran consideradas golpistas y atentatorias del espíritu de nuestra Constitución Nacional.
   Los argentinos somos de cuero duro, acostumbrados a las tormentas, las injusticias, los atropellos y las desigualdades pero en cambio consiguieron  -o conseguimos lo asombroso de invertir los resultados porque quienes se autotitularon redentores de la Patria duplicaron la pobreza, incineraron muchas esperanzas, de todo lo cual se aprovecharon los buitres de siempre, apelando a sus argucias y sin vacunarse contra la angurria.
   No somos como muchos optimistas piensan, un país en crecimiento, sino una república en terapia intensiva privilegiada por sus riquezas naturales, por la calidad de la mayoría de su gente, por sus ansias de trabajo más que de limosnas, y por ser amantes de una libertad salvaje que es la que merecemos.
   Todo tiene su precio, es cierto, pero lo estamos pagando, cuando los únicos beneficiarios fueron los saqueadores desmemoriados, hoy incendiarios e intolerantes enemigos de la ley, especialmente de esa ley tan simple como sabia: que gobiernan las mayorías y las minorías ayudan, en lugar de dar rienda suelta a su resentimiento y sed de revancha que la tendrán, porque así maravillosamente lo estatuye nuestra Constitución, el día que nuevamente nos convoquen a elegir aunque el pueblo eligió lo de ahora.
   Ustedes, pueden seguir participando…

Megacausa del Registro, sigue activa
¿PARA LLEVAR A LA PRÀCTICA AQUELLO DE
HACER  PADECER  IGUAL A LOS VERDUGOS?
  
   El curioso fenómeno de encerrar a personas sistemáticamente durante años en prisión preventiva, sin realizar el juicio, caracteriza la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba y como consecuencia, se ha reclamado el daño producido.
   La Real Academia Española en su excelente diccionario al que apelamos con frecuencia tiene varias acepciones para la palabra daño y lo describe como detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor, molestia o maltrato. También como estropear y como condenar a alguien o dar sentencia contra él.     
   En la causa a la que semanalmente aludimos desde hace varios años, todos estos términos se pusieron en práctica: detrimento de la salud, perjuicio en la familia, menoscabo en la economía, dolor, molestia y maltrato en los derechos personales, trabajo estropeado, condenas sin juicios y sentencias que no respetan los pasos establecidos por la ley. Daño, sin dudas, ni precedentes. Daño confirmado con la absolución de imputados que pasaron inútiles años presos.
   El reclamo ante tal daño llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que dictaminó un accionar arbitrario y ordenó a Córdoba acatar las leyes y devolver la libertad durante el proceso. También opinó en el caso nada menos que la Organización de las Naciones Unidas, organismo de máximo nivel universal que recomendó la libertad de un imputado y la reparación razonable por el grave daño moral y material sufrido.
   Entonces, ¿cómo se repara este daño?, ¿sería razonable que los funcionarios actuantes pasaran, siendo nosotros bondadosos, 40 o 50 días en las mismas condiciones para poder autoevaluar sus acciones?, ¿serviría realmente para un proceso de introspección, o será una práctica inexistente en el Poder Judicial cordobés?, ¿será que fuera del arbitrio de la comisión especial, una mirada objetiva e imparcial, hubiera podido evitar esto?, ¿habrá otras injusticias en esta causa?
   Suena demasiado peligroso cuando sobre cierto sector de la justicia existen más interrogantes que respuestas.  
 
EN UNA SEMANA TENDREMOS
SUPERADO EL PROBLEMA  CON
AUDIOS  DE  CADA PROGRAMA
 
   Apelamos a la paciencia, indulgencia y perdón por la falta de los audios originales de cada edición de “Síganme los buenos” así como lo hiciéramos notar en nuestro blog en la entrega del domingo pasado, 23 de junio.
   Si la suerte, la tecnología, la buena voluntad y la comprensión nos acompañan,  tenemos el optimismo necesario como para suponer que el primer domingo de julio estaremos en condiciones técnicas de volver con ese servicio que tanto nos reclaman.
   Las grabaciones de los dos espacios anteriores, seguramente estarán integrados al que ahora anunciamos.
   Con el agradecimiento de la Producción de SLB.

 

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