14 de julio de 2024

S.L.B.: EL INVIERNO, EL FRÍO Y TANTOS DRAMAS QUE SON EVITABLES CON ALGO DE INTELIGENCIA – LOS PRECIOS NO SIEMPRE ACOMPAÑAN A LA BAJA INFLACIONARIA – LA OBRA PÚBLICA PUEDE ESPERAR SI SE RESPETAN LAS REALES PRIORIDADES – S.R.T.:NO SON TIEMPOS DE REFLOTAR NOSTALGIAS SINO DE RECONSTRUIR EL PAÍS, ETC

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 839 emitida el domingo 14/07/2024 por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.

 
Demasiados casos fatales…
EL INVIERNO, EL FRÍO Y TANTOS  DRAMAS QUE
SON  EVITABLES CON ALGO  DE  INTELIGENCIA
 
  Los cordobeses empezamos a temblar de frio no tan solo por las bajas temperaturas que nos condicionan la vida, las actividades, todo, con la llegada de esos fríos en serio, no tan solo con esos amagues de menos de 12 grados cuando empezamos a pensar en la manera que tendremos de calefaccionarnos en estos tiempos de crisis, con todos los precios por las nubes incluyendo la leña, el gas, la electricidad, el querosén, y cualquier otro combustible que nos ayude a sobrellevar la poco agradable e incontrolable intensidad invernal que tiene fecha exacta de aparición y a veces se anticipa o se prolonga sin que nos demos cuenta.
   Y en forma paralela, lamentablemente debemos reconocer que crece el número de imprudencias que se cometen, muchas de ellas -demasiadas, es lo correcto sostener- en que los desenlaces son fatales y lo más triste de todo es que en la mayoría de los casos esas tragedias son evitables con algo de responsabilidad para controlar el correcto funcionamiento de los artefactos.
   Estufas, aires acondicionados y todos los otros aparatos que sirven para estos casos, deben ser puestos “en apresto” por así decirlo con la debida anticipación para evitarnos sorpresas irremediables, como las tantas que vemos están sucediendo por falta de prevención.
   Por otra parte, es el Estado protector el responsable indirecto que tales acciones se concreten, porque no se advierten exigencias en tal sentido a las empresas proveedoras de esos servicios vitales.
   Si todo estuviera bajo control, seguramente decaerían las penosas estadísticas que diariamente nos castigan con su luto, la desgracia y las consecuencias irremediables.
   El confort es saludable, pero tomemos en cuenta que más saludable es seguir viviendo y no arriesgándonos a desenlaces irreparables.
 
Una situación realmente increible
LA MEGACAUSA DEL REGISTRO,  UN TEMA QUE
PARECE NO TENER FIN NI TAMPOCO SOLUCIÓN
 
  En la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba el uso sistemático de la prisión preventiva, el encierro prolongado sin juicio y las decisiones en manos de una comisión especial única, motivaron que miembros del Colegio de Abogados de la Provincia de Córdoba y también de la Federación Argentina de Colegios de Abogados, reclamaran al Poder Judicial cordobés el cumplimiento de los derechos y garantías establecidos en la Constitución Nacional. 
   En idéntico sentido se pronunciaron el Servicio de Paz y Justicia de Adolfo Pérez Esquivel, el Centro de Estudios Legales y Sociales, el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) de Córdoba, el Programa Nacional de Lucha Contra la Impunidad y el Grupo de Trabajo contra la detención arbitraria de la ONU. 
    Muchos, como se puede apreciar.
   El diccionario de la Real Academia Española, al que nuevamente tenemos que acudir, define como garantía el efecto de afianzar lo estipulado, la seguridad de que una cosa va a realizarse, la protección contra algún riesgo y el compromiso de reparación.
   Ninguno de estos claros conceptos se cumple en la causa, dado que no se afianza el principio de inocencia ni la libertad estipulados en la Constitución, no se asegura el juicio previo al encierro, no se protege contra el riesgo de la mirada parcial y subjetiva y no se repara la prisión injusta. 
   Puede concluirse, en consecuencia, que en los tribunales cordobeses las garantías se incumplieron en forma casi unánime y, de hecho, así lo marcó la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
   Además de pensar seriamente en regalar un diccionario al Poder Judicial cordobés, que sea útil y conducente para repasar y poner en práctica estos básicos conceptos, sería importante saber también, quién debe asumir el compromiso de reparar y de investigar con seriedad las raíces de tanta, posiblemente inédita, molesta, ofensiva y tamaña irregularidad.
 
El estómago no maneja números
LA INFLACION EN BAJA NO ES GARANTÍA QUE
LOS PRECIOS SIEMPRE  DEBAN  ACOMPAÑAR
 
   Los argentinos y en este caso por amplia mayoría, estamos penosamente acostumbrados a creer o al menos desconfiar de los números que aporta el poder cuando debe confesar, como siempre lo hace sin ponerse colorado, sea quien sea quien gobierna, los números que sus técnicos elaboran en la tarea de medir la inflación de cada mes, un detalle que en la mayoría de los países desarrollados en serio, pocos tienen en cuenta, pero aquí soñamos con esas cifras y apostamos a que suben, se estacionan o decrecen.
   El tema es que hace años convivimos con el drama cotidiano de saber o especular a cuánto estará mañana el pan, cuánto nos vendrá en la factura por el consumo eléctrico, el gas, las expensas, las tarjetas, el agua, los impuestos y todo aquello que se mueva al impulso del dinero que pagamos los argentinos, unos más y otros menos, sumados a todos aquellos que por evasores, son una especie de privilegiados dentro de un universo de aprietes, plazos perentorios, embargos, secuestros y remates de bienes.
   Los número oficiales se plantaron en poco más de 4 y medio por ciento en el nivel nacional y algunos puntitos menos en nuestra patria chica que es Córdoba para muchos, aunque confieso una vez más que soy molecularmente argentino y Córdoba como es mi caso, es la patria que amo, respeto y por la que laburo y lo seguiré haciendo.
  El tema ahora reside en el respeto que tengan los formadores de precios por esas cifras reveladas, en un país como el nuestro donde desde el productor hasta el consumidor existen tantos peajes y en cada de uno de ellos, sus responsables quieren recibir la parte del león, sin importarle nada el resto que le quede para los otros reclamantes, entre ellos los más fuertes y numerosos que somos los consumidores.
   Sin embargo, una recorrida por el centro, o por los negocios de cercanías en los barrios, es saludable advertir que al menos el crecimiento de los precios es como si algo se hubiera detenido en el tiempo, a lo mejor por convicción, por ostensible baja de venta, por desesperación o para deshacerse de lo que pudieran haber encanutado  los especuladores de siempre, esperando que aumenten los precios para vender con buenos márgenes lo que compraron y pudieron almacenar.
   Lo bueno es que en la mayoría de los comercios los precios se han deprimido, aunque llaman la atención ciertos detalles para tener en cuenta a la hora de evaluar la conveniencia o no del gasto que tenemos que hacer, y vamos con un simple ejemplo.
   Si hace un mes una camisa equis estaba en vidriera a 70 lucas, es llamativo que ahora la misma camisa se ofrezca a 30, suponiendo que como a nadie le gusta perder, quien vende al menos salva el costo y le queda alguna moneda.
   Calculemos entonces si al ejemplo lo trasladamos a cualquier mercadería, que si cuando lo vendían a 70 lucas ganaban, al venderlo ahora a 30 tomamos conciencia que los márgenes de ganancia son absurdamente elevados y al bajar el precio, no sacrifican utilidades.
   ¿Ese puede ser, me pregunto, lo que explica los precios tan elevados de artículos que consideramos debieran estar más baratos?
   De los medicamentos es mejor no hablar, porque los seres humanos, mundial y masivamente hablando, hemos pasado a ser millones y millones de rehenes para los laboratorios, que sin ninguna sensibilidad humana ni social manejan los precios a su placer.
   Un juez inapelable que se llama el Dr. Bolsillo es quien tiene la postura más inclaudicable e indiscutible…
 
Una simple cuestión de sensibilidad
LA OBRA PUBLICA PUEDE ESPERAR, SI LAS
NECESIDADES  POPULARES SON MAYORES
 
   Medio que me desorientó escuchar como ciertas, algunas declaraciones de nuestro gobernador, al sostener que no detendría la obra pública que viene realizando porque responde a un panorama que no es nuevo y fue elaborado en tiempos no tan críticos como los actuales, donde debieran prevalecer otros valores por encima de la estética, el paisajismo o la atracción turística.
   Es tan simple la ecuación que es posible que al sostenerlas, se me ataque por agredir al sentido romántico de las cosas, cuando uno en el lugar donde está, esté donde esté, tiene una mirada crítica de una realidad que al parecer desde el poder no ven, o la ven y no les interesa, o es más importante dar inicio a una campaña que posibilite el ascenso a las ligas mayores como se dice, o sea llegar a la cúspide del gobierno nacional.
   Para este caso, si existiera una desinteresada inteligencia, debiera privilegiarse eso tan vital y más aún trascendente que es el respeto por las prioridades como para que la sociedad recupere viejos valores, que se perdieron porque la indigencia aprieta, la desocupación es una realidad y ya estamos cansados de vivir o sobremorir  en padecer, abrumados por las dudas y los fracasos, caprichosamente  cuáles son las prioridades de ellos y para ellos, sin tomar en cuenta los padecimientos ciudadanos.
  Privilegios a la vista y quiero ser breve, son la atención integral de la salud, el sostenimiento de la educación que forme seriamente y no que expulse; la seguridad que merecemos y cada día la vamos perdiendo a un elevado precio de dramas, asaltos, muertes por una parte e inacción por parte de quienes debieran controlar las cosas como para que al menos disminuyan las sangrientas estadísticas.
   La Justicia debe agiornarse, el transporte debe ser un servicio y no una caja registradora para quienes vienen a invertir desde afuera, en fin, muchos son los aspectos que necesitan ser atendidos antes que preocuparnos por los caminos, las rutas, los faros, los puentes y todo aquello que puede esperar.
   Eso del respeto por las prioridades nos ha sumido en un estancamiento de muchos aspectos, y nos queda el estúpido consuelo de vivir inseguros, sin clases en las escuelas, con demoras en la justicia, sin oferta laboral, pero metidos en medio de un paisaje de ensueño con vivos colores, flores y maquillaje nuevo, todos estos elementos de altísimo costo.
   Aprender a gastar, por lo que se advierte, también lleva su tiempo…
 
Compleja situación en los SRT
NO SON TIEMPOS DE REFLOTAR NOSTALGIAS
SINO  DE  AYUDAR  A  RECONSTRUIR  EL  PAÍS
 
   Vivimos en esta casa momentos, días, etapas que han venido variando del éxito artístico, de la renovación de los valores periodísticos que la caracterizaran incluso en los oscuros años de los pésimos gobiernos, y los SRT son una especie de bandera impoluta a la hora de pensar no tanto en su pasado indiscutible en la mayoría de los casos y salvo poco honrosas excepciones, sino en lo que significa para un futuro que los argentinos nos merecemos en concordia y esfuerzo, por encima de todo lo sufrido y lo que ahora nuevamente se padece con la sombra de un futuro con mayores obstáculos y oscuras perspectivas, al menos en lo profesional.
   No quiero perpetrar la torpeza de juzgar porque es una tarea reservada para otros niveles, pero es mi deber como periodista independiente, no militante radial de ninguna corriente, que me doy el lujo de no subsistir con la pauta oficial que siempre condiciona aunque la mayoría de sus beneficiarios lo niegue.
   Suena injusto eso de atacar la subsistencia de una fuente de educación, formación y sabiduría como lo es esta casa y siempre lo ha sido, y recuerden cuántos profesionales que ahora lucen en otros medios fueron el resultado de su paso por los SRT.
   Los SRT han sido en su momento parte del botín que se asignaron aquellos que bastardearon la profesión más invadida que es el periodismo, con aquel engendro del periodismo militante, una pantalla que procuraba disimular un grado demasiado elevado de fanatismo y de ceguera tan diferencial como selectiva e interesada.
   Si hubo desmanejos a la hora de los números, es una tarea que deben afrontar los técnicos que diagnostiquen los males que nos aquejan, y si quienes por cualquier motivo se creen perseguidos, es aconsejable que tengan la tranquilidad, si la conciencia y los números no tienen nada que reprocharles, que el camino es amplio y generoso para ellos, siempre que prevalezcan en sus acciones los intereses de un medio histórico como éste y no intenten reflotar aquel fanatismo que finalmente resultó un búmerang.
   Queremos seguir creciendo, pero antes es necesario restañar heridas, recalcular acciones, olvidarnos por ejemplo que alguna vez y no hace mucho alguien hizo comprar dos autobombas, para encarar un proyecto personal alucinante y después nunca más se supo.
   Recordar que al aire algunos se dieron el lujo de descalificar a colegas entre los que me incluyo, y terminaron con los dedos pintados y abrevando en viejos sueños compartidos que para esta casa, sospecho se transformaron en pesadillas.
   Prefiero no seguir con esta cuestión, porque serán los acontecimientos los que pongan claridad en una situación que viene turbia por viejas culpas y como consecuencias de anuncios que aún no sabemos si se van a concretar.
   No creo que la inteligencia del poder, albergue en su seno la intención de formar generaciones de ineptos que aquí no necesitamos por la calidad técnica y humana de la mayoría de quienes están aquí.
   Y un detalle, posiblemente el más significativo que se puede exhibir: en ningún medio de esta Córdoba sorprendente los periodistas tenemos la libertad salvaje de expresarnos según nuestras convicciones, con respeto por las leyes y eso, la verdad, no tiene precio.
   No son horas ni situaciones como para que los nostálgicos, sean ahora los que ponen palos en la rueda histórica de esta respetable casa…

  

2 comentarios:

  1. Excelente comentario, el periodismo militante se hizo dueño de la verdad. Cómo una radio universitaria puede tener una sola visión? He escuchado en este medio descalificar e incluso insultar a colegas de modo despectivo, o reírse de algunos como Gustavo Tobi, que puede o no gustar, pero eso no quiere decir que hay que descalificar, se puede criticar, pero de un modo respetuoso.Y después quién dar clases de inclusión y tolerancia.

    ResponderBorrar
  2. Habría que escudriñar en los tiempos cercanos, sin apartarnos de la realidad, a dónde fueron a parar las bases, las motivaciones, los argumentos y las resultantes de ese "periodismo militante" que se mostraba impune a la hora de perpetrar sus caprichos; que se erigió en fiscal, juez y verdugo de colegas denostándolos sin pudor y sin medida, para terminar en el corto plazo revelando su penosa condición de marionetas rentadas y como corolario de su fracaso en las urnas "mostrando la hilacha" del gaucho malo, que cuando gana se emborracha y cuando pierde pelea. Esa fue la repudiable actitud de los nostálgicos que se llevaron el mundo por delante hasta que salió desde las sombras la realidad de lo que dejaron como consecuencia, cuando sus prontuarios delataron su condición de deshonestos y autoritarios cultores de la corrupción. No todos huyeron. Algunos todavía molestan negándose a ser controlados como si no tuvieran la suficiente certeza de haber obrado honestamente.

    ResponderBorrar

Su comentario será valorado