Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su
programa “Síganme los buenos” del 10-08-14 emitido por AM580 Radio Universidad
de Córdoba.
LA ABUELA Y SU NIETO
La señora Estela Carlotto, a todas luces
distanciada de doña Hebe de Bonafini, defensora de los derechos humanos y ahora
exitosa emprendedora inmobiliaria, debiera reconciliarse con la historia,
recordar las acusaciones con las que estigmatizó a los hijos de Ernestina
Herrera de Noble, dueña del enorme multimedio que miente y miente, y pedir
humildemente las disculpas del caso, para no empañar la alegría nacional por la
recuperación de su nieto, después de una frenética y apasionada búsqueda de más
de tres décadas.
Solo un padre de padre o madre tiene
autoridad para explicar lo que es un nieto; lo que se siente por él, lo que se
preocupa por él, lo que se alegra por él, lo que se ansía verlo, lo que se sufre
por él.
Ni un padre o madre -solamente- tienen
autoridad para hablar suponiéndose abuelos y por más experiencia, calle o
estaño que puedan tener.
Hablo con autoridad, en este caso en
condición de abuelo que es casi ser padre dos veces.
Por ellos, por mis nietos, juro que sería
capaz de matar.
Y no es una bravuconada, porque estoy seguro
que cualquier abuelo, dos veces padre y sin ninguna hipocresía, piensa exactamente
igual.
Pero la alegría que ha generado el hallazgo,
nos lleva a pensar en las penurias de esa empeñosa abuela que nunca bajó los
brazos y que se preocupó también por asegurar el futuro de sus hijos: Remo,
Diputado Nacional, el otro varón como Concejal y su hija Susana, administrativa
en el Ministerio de Justicia.
La adhesión de esta última y de la
secuestrada y asesinada Laura, madre del nieto recuperado, allá por los años de
la épica setentista, se inclinaba a Montoneros bajo las órdenes del romántico
patriota Mario Firmenich, lo que bien sabemos, fue innegable actor de la histórica
gesta.
No es hora propicia para revolver en el
recuerdo hechos ya superados por el tiempo, que es el padre de todas las
cicatrices y de muchas resignaciones.
Es el momento del festejo, de la euforia,
del discurso restaurador, de los abrazos, de las evocaciones y de los ruidosos y
multiplicados homenajes.
Por la grandeza de la Patria, la salud de la República y por el
sentido de Justicia sin parcialismos que tanto necesitamos recuperar, bueno
sería entrar alguna vez en tiempos de reconciliación.
Al menos, en
tiempos de respeto integral a la memoria, y también a la historia.
EL
DIA DEL NIÑO
Allá en mi lejana infancia me pedían que me
portara bien, pero cuando era niño veía que Tarzán usaba solo un mínimo
taparrabos, Cenicienta volvía pasada la medianoche, Pinocho era demasiado
mentiroso, Aladino dejaba sus dudas, la Bella Durmiente
era vagoneta, Blancanieves se hacía la dama pero vivía con siete amantes,
Caperucita le mentía a su mamá, Betty Boop lucía un curioso look de trola y
Popeye fumaba hierba parecida al cannabis sativa.
Dentro de todos esos malos ejemplos,
considero que salí bastante honesto, buen ciudadano, laburador y decente…
Pero cuando uno cree que dejó de ser niño,
es el momento en que más niño uno se siente.
Porque el camino del desamor, de la
indiferencia, de los relojes apresurados y de las envidias, siempre nos hace
volver al desamparo de la infancia perdida, nunca olvidada.
No es bueno ni aconsejable llorar cuando se
ha dejado de ser niño, siéndolo y escondiendo sonrojada vergüenza.
Es tan cierto que de niño se busca en la
magia de un juguete, de la play station o de la tablet, el reemplazo de los
afectos.
Por eso nunca condenes al pasado tu
rebeldía de niño, tus caprichos de niño, tus sueños ni tus lágrimas de niño.
Ser así te hará seguir siendo niño y harás
de tu intemperie, de tu desorientación o de tu extravío un abrigo íntimo y
seguro.
Nunca desconozcas, escondas ni traiciones al
niño que llevas aprisionado en el alma.
Porque tienes un corazón de juguete y juro
que algún día te pediré que me lo regales.
O que me lo prestes.
No lo quiero para jugar, porque con la
torpeza de mis años tengo miedo de romperlo.
Lo quiero para tenerlo, apretado y conmigo
hasta morir.
Es la única manera que me parece lógica y
maravillosa, para nunca dejar de ser niño.
MALVERSACION
DE CAUDALES PUBLICOS
Saber que los bomberos
voluntarios tienen que organizar rifas, kermesses, bailes y otras actividades
para sostenerse y bancar sus costos operativos, se contradice con la
incautación que mensualmente hace la provincia a cada usuario de la
electricidad distribuida por EPEC.
No voy a entrar en el tecnicismo de las
cifras, pero diez pesos por factura no es poco si lo multiplicamos por la
cantidad de usuarios, con lo que llegamos a cifras no astronómicas pero
bastante importantes.
Y sin embargo, la queja se generaliza frente
a micrófonos y cámaras, siempre cuando se avecina el indeseado tiempo de los
incendios de campos, sobre todo en este agosto de vientos y pronunciada sequía.
¿A dónde va el dinero que se recauda?
Una visión reduccionista sería que está
sosteniendo la intensiva campaña delasotista por plasmar el sensual delirio
presidencialista para el año próximo, pero caeríamos en el prejuicio más simple
y evidente.
Vaya a donde fuere esa masa de dinero, va a
cualquier parte menos al destino que se le asignara desde la unicameral, creo,
en uso de la tiranía del número y la imposición del Ejecutivo.
La oposición, casi inexistente y con menos peso que una
tutuca, a veces se preocupa al calor de las llamas, pero casi nunca cuando debe
reclamar por las políticas preventivas que evitan los desastres y los dramas y
no hay caso: caemos siempre a lo mismo: somos una sociedad y conducción
gubernamental con soluciones pos mortem.
Es necesario que la tragedia nos visite, nos
castigue y nos enlute, para que quienes mal administran nuestros dineros,
muevan las cachas y actúen correctamente.
Para eso nos confiscan mensualmente unos
pesos y los malversan aplicándolos a otros destinos no prioritarios, mientras
reciben sueldos y prebendas que no merecen.
La destrucción, el duelo y las cenizas son
los mejores testimonios para hacer que al menos, se pongan colorados.
El anuncio del levantamiento de la terminal
de minibuses que opera en el viejo Mercado Sud, generó una polvareda de
protestas alentadas, como es lógico, por los intereses sectoriales que juegan
en dicho escenario.
Los comerciantes del sector pusieron el
grito en el cielo y puntualizaron sus razones, especialmente por el temor de
una sensible merma en la circulación de público, sobre todo turistas que llegan
desde el interior provincial.
Las empresas que pasan por las acotadas
plataformas dicen que Estercita, la nueva terminal de ómnibus así bautizada por
aquello que dice el tango “los hombres te han hecho mal”, tiene problemas de
acceso y egreso, es necesario caminar 300 metros entre las
boleterías y los coches, su playa de estacionamiento presenta problemas de
accesibilidad y lo más grave, que cuando llueve es preferible quedarse a la
intemperie para mojarse menos.
Pero la terminal número 2 está, costó
carísima -no existe la obra pública barata- y no queda otra que usarla, siempre
que la adecuen a las necesidades de los usuarios y de las empresas de
transporte que la utilizan.
No es posible que se haya hecho un gasto tan
enorme y que a 500 metros
exista otra terminal que pretenda reemplazarla, haciendo que aquella sea
onerosa pero inútil.
Dejarla como está y no funcionalizarla como
es debido, será más inexplicable que el faro, ese emprendimiento millonario que
al menos por ahora, solo sirve para que la gente se pregunte para qué cuernos
está.
El cemento que se gastó allí, buen hubiera
servido para un puente, o para un par de dispensarios.
Ambas construcciones son más necesarias que
esa mole, monumento del cordobesismo a la sinrazón.
LA
MEGACAUSA
Las últimas novedades en la megacausa
estarían indicando que la
Fiscalía ha incursionado en nuevos allanamientos para los
viejos imputados y viejos, no por edad sino por ser los mismos que hace muy
poco salieron de prisión, en la que
permanecieron sin el debido juicio previo
y cuyas causas, en muchos casos, deben ser revisadas.
Incluso no se puede dejar de advertir que
habiendo pasado los últimos años en la cárcel, si el procedimiento está
motivado en hechos anteriores, resulta bastante curiosa la falta de
investigación durante los largos años de prisión preventiva.
Nuestra Constitución establece
cuales son los valores y bienes individuales y sociales, como la vida, la
libertad, la seguridad, etc, que deben ser tutelados y reparados en caso
de ser vulnerados, encargando al sistema penal la investigación,
persecución y castigo de las conductas que
por perjudicar a terceros, se definen como delitos. Al investigar el
delito se deben resguardar los intereses de la víctima y los derechos del
acusado, juzgar imparcialmente y si corresponde, penar en
las condiciones que establece el sistema constitucional. Salvo
excepciones, nadie debe ser penado sin juicio previo.
Nuestra Constitución y sistema jurídico
imponen aplicar un derecho penal de acto, es decir, se pena por lo que se
hace o se deja de hacer, no por lo que se es, se cree o se piensa, ni por
condiciones o situaciones personales. Además, las conductas punibles
deben describirse con precisión y verificarse con pruebas.
Pero en la causa del Registro ocurre todo lo
contrario ya que los imputados, sospechados y acusados de delitos
excarcelables, cumplieron largas condenas en forma de prisión preventiva,
llegando a juicio prácticamente con una "pena cumplida" y sin
tener antecedentes, se los construyeron,
atribuyéndoles distintos hechos en el mismo período de tiempo.
Pese a que la
mayoría no se conocían, la redacción fiscal los convirtió en peligrosas y
organizadas bandas, en las que sólo cabe la comunicación telepática.
Se conformó una comisión especial para juzgarlos y condenarlos con o sin pruebas y
pomposo despliegue mediático.
Parece que, ahora, la historia continúa
buscando atribuir más delitos a los condenados en este cuestionado proceso, aplicando un
peligroso derecho penal de autor, que Zaffaroni describe como el reproche
de la "existencia misma de la persona".
Perseguir delitos y a sus autores no es lo
mismo que perseguir personas y
buscarles delitos porque lo primero es mandato constitucional, lo
segundo es violación de dicho mandato, amenaza para el estado de derecho y
la seguridad de los ciudadanos, y un abuso de poder que debe ser
investigado y sancionado.
Lo peligroso, después de todo, es que se
consolide esa tendencia.
¿Y
EL 15 POR CIENTO QUE LA VOTÓ?
De la intrascendencia siempre se obtiene
algún resultado y el caso de la Dra. Scotto
es un claro y cercano ejemplo.
Sostienen los políticos en sus discursos
encendidos de promesas, proyectos e intenciones, que un voto equivale al
compromiso del candidato con su elector, una especie de contrato bilateral que
se empeña en proclamar que cumplirá contra viento y marea.
A veces o casi siempre ocurre que el hombre
no maneja los vientos ni las mareas, sino que suele ser una víctima de su furia
y su vocación destructora y destituyente, palabreja que desde el discurso único
se endilga a todo aquel que osa pensar distinto.
La historia algunas veces nos recuerda
generosamente que el canibalismo político provoca molestas indigestiones que
llevan a dejar la trinchera, el comité, la unidad básica o la banca.
La ex rectora, versión estudiosa, pulida e
intelectualizada de Blanquita Rossi, seguramente no asumió el desarraigo del
aplauso cuando jugaba como local, se sintió desplazada por el poder portuario,
o no le cumplieron el compromiso de ungirla presidente de la Comisión de Educación si
respetamos su certeza de estar para más.
Esas son razones personales más que
atendibles, como para olvidarse de aquel vigente contrato, que la eligió para
un escaño entre el exquisito rebaño de los Diputados Nacionales sumisos al
poder.
Puede que su rebeldía estudiantil no haya
quedado tan lejana, porque asumir en estos momentos una postura de
características para muchos disociadora, la ubica en la vereda de enfrente de
los kirchneristas de paladar negro que por lo general operan en Buenos Aires,
más cerca del poder.
A lo mejor migra a otra corriente, o se
fortalece en la intención de volver al rectorado de nuestra cuatrisecular Universidad,
donde tiene las puertas abiertas, Tamarit dixit.
Sea como fuere por razones personales,
políticas o ideológicas, la actitud de la Dra. Scotto se
inscribe a lo mejor en su honestidad por ser fiel al modelo nacional y popular
pero más que nada a sus propias convicciones.
Hay un 15 por ciento del electorado que la
sigue esperando.
PAÍS
DEL TRIGO Y DE LAS VACAS
Del granero del mundo solo queda para
algunos cultores de la nostalgia, el dulce recuerdo de los tiempos idos.
De las pampas pobladas de ganado vacuno y de
cuando los gauchos mataban un animal para comer solo un corte y dejarlo luego
al hambriento capricho de cuervos, zotes y caranchos, únicamente sobrevive la
leyenda frente a una sojera y rentable realidad.
Porque suena ridículo y difícil de digerir,
que el pan y un buen asado, un puchero de falda o un matambre hayan pasado a
transformarse en artículos casi suntuarios y alejados cada día más del bolsillo
nacional y popular, pese a los precios cuidados y otros mecanismos de velado control
de precios tan inútiles como demagógicos.
No es necesario que seamos todos economistas
para ponernos en el trabajo de hurgar el recorrido del pan y de la carne, desde
el trigo en un caso y a partir de la vaca en el otro, hasta llegar al consumidor.
Con cada etapa, cualquiera de ellos va
sumando costos y al llegar al extremo se transforma en oneroso, porque tramo
por tramo acumuló ganancias para alguien, lo que no es censurable, aunque sí lo
es el porcentaje.
La intermediación todo lo encarece.
El paso de mano en mano, a veces sin ser
necesario, altera el valor real de muchos productos y los coloca en condición
de casi inalcanzables y con la leche tenemos el ejemplo más claro y
contundente.
Es notable la diferencia entre las monedas
que recibe el productor y el precio en góndola, entendiendo que no se pretende
la gratuidad sino un incremento razonable en cada una de las etapas
imprescindibles.
Eramos el granero del mundo y los planteles
de ganado despertaban la envidia universal.
Alguien debiera poner orden en esta cuestión
y terminar con las ociosas intermediaciones, que solo contribuyen a que el pan
y la carne se alejen cada día más de nuestra histórica y placentera rutina
alimentaria.
EL
FIRMANTE AUTORIZADO
La Caja de Jubilaciones de la Provincia convocó a los
beneficiarios que todavía no cuentan con un “firmante autorizado” en la caja de
ahorros donde se deposita su haber, a que realicen el trámite correspondiente
señalando que al designar a una persona de confianza como “apoderado”, el beneficiario habilita a que
un tercero pueda realizar todo tipo de trámites ante la institución
bancaria.
Agrega que puede resultar muy útil ante
situaciones de viajes, enfermedades o cualquier otro tipo de dificultad que se
le presente al titular y le hace más ágil y fácil el cobro ya que el
beneficiario que tenga registrado un “firmante autorizado” queda liberado de
los controles de supervivencia.
Para realizar el trámite, el beneficiario y
la persona de confianza, deben asistir juntos, provistos ambos del DNI, dentro
de los horarios habituales a la sucursal del Banco en donde cobra sus haberes.
El “firmante autorizado” deberá presentar, además de su documento, un impuesto
o servicio que permita verificar el domicilio.
Resumiendo y reiterando, esto se ha
instrumentado ante el descontrol que existe con el cobro fraudulento de muchos
beneficios, trasladando esa tarea al beneficiario que debe realizar un molesto
trámite burocrático.
Con un accesible cruzamiento de datos entre la Caja y el Registro Civil,
muchos muertos dados por vivos o demasiado pícaros dejarían de cobrar.
A la injuria de hacerlos esperar seis meses
para percibir los aumentos, ahora se suma esta otra, que me lleva a pensar en
lo que hacen Lusa y Cotreco, transfiriendo a los vecinos la responsabilidad de
separar la basura, lo que aliviana las obligaciones de una prestación que ya
es, por lo que se aprecia en el mugroso paisaje urbano, más que lamentable.
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