3 de agosto de 2014

SLB - 03-08-14 LA DEUDA Y EL PARAISO - EL DRAMA DE PILAR - TODO FANATISMO ES PERVERSO - DE LA INFLACIÓN NADA - MEGACAUSA - LA HERENCIA DE GRONDONA - PROVINCIAS ENCOLUMNARSE O JODERSE - DOCUMENTOS EXPRESS, etc.



Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 03-08-14 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.

LA DEUDA Y EL PARAISO



   Suele suceder, cuando nuestra capacidad de asombro anda por la mitad, que algún destello alcance a deslumbrarnos, en una especie de encandilamiento cívico y pasajero.
   Sinceramente no era para quitarnos el sueño eso de los fondos buitres, el default y toda esa escenografía, porque con algo de inteligencia podemos suponer que son problemas de las altas finanzas, del empresariado y en fin, de los que manejan mucho más dinero que el común de la gente.
   Que estemos o no en cesación de pagos, se me hace que en poco cambia la realidad de la gente, porque tenemos esa argentina costumbre de vivir endeudados.
   Si los avivados quieren cobrar los seguros, si el juez es “pedorro” como tan intelectualmente lo calificara De la Sota, inventor del cordobesismo, o si seguiríamos echando mano a nuestras adelgazadas reservas, son cuestiones del más elevado nivel político.
   Esta penosa coyuntura nos trajo a la memoria el tema con Repsol, que no nos costaría una moneda según se anunció oficialmente tiempo atrás, y resulta que tuvimos que raspar la alcancía para pagar casi 10 mil millones de dólares.
   Todas estas cuestiones, que obviamente tienen y tendrán derivaciones a mediano y largo plazo, poco alteran el escenario del país, de sus habitantes y de la crisis, porque no es mucho lo que ha cambiado.
   La inflación sigue galopando, la desocupación no se detiene con inauguraciones de fabriquitas, la caída del consumo es una realidad no deseada y los sueldos, bien gracias, que se van licuando al perder precisamente contra esa inflación y cuando aumentan, llegan a la instancia de permitir el despojo estatal disfrazado de impuesto a las ganancias.  
   Si es correcta o no, si es eficiente o no, si es ventajosa o no la gestión de nuestro gobierno en el tema de la deuda externa, nada mejor que evaluar esos conceptos con una honesta y desapasionada observación de la realidad.
   Todo lo demás, las especulaciones y las acusaciones, las descalificaciones y el paroxismo de tantos viajes, las idas y  vueltas, los anuncios, la actuación de los aplaudidores y lambiscones, son solo para la historia pequeña de los argentinos.
   Al menos para los argentinos que pisando la tierra y leyendo los diarios, no tan solo los medios hegemónicos, hemos caído en cuenta que no es real ese paraíso que el discurso y el sistema quieren vendernos.
   El nuestro, afortunadamente es un país rico y no un páramo.
   Es solo allí y en los desiertos, donde abundan los espejismos.

TENIA QUE SUCEDER Y SUCEDIÓ

   Es apresurado y poco serio hablar ahora de lo acontecido en Pilar, con la explosión que provocó una muerte y heridas a varias personas, todo este saldo absolutamente evitable.  
   La investigación de las causas ha comenzado pocas horas atrás y no existen indicios como para tener certeza al momento de asignar responsabilidades.
   En consecuencia y por una cuestión de respeto a las víctimas no me parece oportuno ni atinado explayarme en el tema aunque sí es aconsejable hacer algunas necesarias consideraciones generales.
   Quiera el buen tino impulsar a las autoridades a una imprescindible e inmediata actualización de las inspecciones en cuanto a instalaciones, conductos, líneas de alimentación, etcétera, vinculados no tan solo con la Central Pilar, sino con todas las empresas prestatarias de servicios esenciales.
   El fantasma de la obsolescencia y de la fatiga del material no son un capricho sino una posibilidad absolutamente real, frente a la costumbre nacional de actuar siempre después de la desgracia.
   Las soluciones pos mortem son un peligroso atributo del subdesarrollo.

TODO FANATISMO ES PERVERSO



   Es lógico que un desastre como lo que sucede en la franja de Gaza genere opiniones, despierte antagonismos e impulse en muchos casos a un lamentable nivel de fanatismo.
   Es por eso que  por lo general las familias, a la hora del encuentro y en salvaguarda de su integridad, eviten abordar temas que se vinculen con la política o la religión.
   El debate serio, honesto y a veces vehemente suele ubicarse en un cercano parentesco con la intolerancia y la obstinación, elementos que van de la mano del sectarismo más lamentable y destructor del diálogo y del intercambio de posturas.
   Resulta lamentable que a un medio ideal para encontrar opiniones distintas como lo son las redes sociales, hayan incorporado la costumbre de la agresión por encima del civilizado debate.
   Poco cuesta hacerlo con objetividad sin restarle pasión ni compromiso y menos aún intercambiándose posiciones autovictimizantes, como si fueran los únicos argumentos para participar de una polémica.
   Lo único válido para la controversia es el respeto por las posturas ajenas, dejando de lado las agresiones que ya de por sí desacreditan el valor de la discusión.
   El fanatismo nunca es bueno ejercido individualmente o de la manera corporativa en cuanto a lo religioso, como lo hemos visto y leído en estos últimos días.
   Hitler y Stalin son recuerdos de fanatismo perverso que desde la historia todavía nos castigan el alma y la memoria.
  
Y DE LA INFLACIÓN, ¿NADA?

   Hablando con algunos jubilados nacionales pude recoger opiniones relacionadas con el aumento del 17 por ciento que les aplicarán a sus haberes a partir del mes de septiembre próximo.
   Naturalmente, cobrarán en los primeros días de octubre.
   Cuando el país se trenzaba en una discusión estéril y absurda por los fondos buitres, los mediadores, el juez neoyorkino y la conveniencia de pagar o no, pontificando la mayoría de la gente desde su propia ignorancia del tema, apareció el anuncio celebrado con bombos, cánticos, platillos, aplausos y pancartas laudatorias.
   En un discurso extenso y cuidadosamente técnico, con algunos injertos de emotividad, se hicieron verídicas comparaciones porcentuales con años atrás, relacionadas con el haber jubilatorio que creció notoriamente y sería una imbecilidad negarlo.
   Realmente, mejor hubiera sido, o al menos más honesto, señalar que cuando se cobre el aumento que es de alrededor de 500 pesos, la inflación ya habrá hecho lo suyo que es degradar números y licuar su valor original.
   Es cuando uno se pregunta y hace suya la inquietud de una inmensa mayoría de compatriotas que necesita que alguien, y mejor si es desde muy arriba, explique ese curioso fenómeno que en la cúpula se niega pero castiga a los de más abajo.
   Y a esta altura de la crisis, la gente no necesita tantas explicaciones sino soluciones.
   Pero nada queda más lejos de las soluciones que aquellas situaciones cuya existencia se niega o se maquilla.
   O como en este caso, que se esconde.

LA MEGACAUSA

   A propósito de la independencia judicial siempre cuestionada en la causa del Registro de la Propiedad, la Fundación para el Debido Proceso publicó su tercer boletín sobre el tema, en el que se destaca un artículo escrito por el Dr. Luis Jiménez, abogado y sociólogo, ex funcionario de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, quien supo acompañarnos en este espacio un par de años atrás.
   Expresa Jimenez en su escrito que en Argentina, el Poder Judicial adolece de los graves problemas que afectan a muchos de sus pares en América Latina y de allí su marcada falta de prestigio entre la población. 
   La rigidez de su organización institucional lleva a que, según revelan los sondeos de opinión, se lo considere impotente para administrar justicia.
   Los requerimientos sociales quedan insatisfechos al tiempo que crece una sensación de desprotección, arbitrariedad y corrupción respecto de su funcionamiento.
   En una encuesta de la consultora Opinión Pública, Servicios y Mercados, aplicada a nivel nacional en marzo de 2010, más del 73 por ciento de la población consideró que no le merece confianza el buen funcionamiento de la justicia ni la ecuanimidad de los jueces argentinos y el 45 por ciento estimó que los jueces están politizados.
   Se refiere también a la apresurada reforma judicial que se intentó en 2013 con el objeto de “democratizar la justicia” y modificar los Códigos, que dio lugar a incidentes entre sectores legislativos oficialistas y opositores, y al dictado de varias sentencias que declararon la inconstitucionalidad o  la inaplicabilidad de algunas disposiciones. 
   Concluye entonces el Dr. Jiménez, que es necesario y urgente emprender la tarea de reformar el Poder Judicial argentino para  elevar la calidad de la administración de justicia y de los jueces, como parte de un poder del Estado que resulta esencial para la convivencia de sus ciudadanos.
   Agrega que esta reforma  debe ser de largo aliento y gran trascendencia, sin atropellos y que si bien en  nuestro país es mucho lo que falta en materia de independencia judicial, posee una riqueza de profesionales y juristas que han transmitido una visión equilibrada sobre la reforma, lo que constituye una nota de esperanza. 
   La misma  Comisión Interamericana en un reciente informe sobre garantías para la independencia judicial, menciona como factores  que debilitan una actuación independiente de la justicia la falta de provisión de recursos materiales y logísticos suficientes; la corrupción y la ausencia de protección frente a presiones provenientes de sectores poderosos.
   Casi como si estuviera hablando de la megacausa.

LA HERENCIA DE GRONDONA

   En la drágneta calabresa, la camorra napolitana o la mafia siciliana, el “don” distingue al capo en contraposición con el “don” cordobés que viene a ser la versión respetuosa y edulcorada  de “viejo boludo” o “viejo pavo” en el mejor de los casos.
   Pero en cuanto a Julio Grondona, la asignación del “don” está lógicamente más cerca de las costumbres calabresas, napolitanas o sicilianas.
   Para una atávica costumbre como la nuestra, esa de la bondad “pos mortem”, queda ahora todo lo bueno que este personaje hizo por el fútbol en varios sentidos, más allá del regalo que le hiciera a Talleres con la disposición, creo que 1309, especie de ascenso por mandato.
   De lo malo y durante su reinado de 35 años, era mejor no hablar.
   Hay un detalle que como “dilettante” del fútbol en su condición de espectáculo sin edades no le puedo perdonar: que por omisión haya expulsado a la familia de las tribunas, que no hiciera nada por terminar con la prepotencia de las barras bravas y que buscara como solución, la implantación de un “appartheid” estilo sudafricano en las canchas, con el acceso exclusivo del público local.
   Dejo de lado su conocimiento sobre las transacciones de jugadores por valores reales muy alejados de lo que se hiciera público, su tolerancia con la delictual reventa de entradas y con el manejo político del deporte más popular.
   Se fue después de 35 años en un trono que le permitió ser una gran empresa, más allá o más acá del Futbol para Todos.
   Quiera el dueño de todos los relojes que su reemplazante nos haga viajar unos años atrás, cuando ir a la cancha era una delicia, porque sabíamos que ganando, empatando o perdiendo, todos volveríamos a casa.
   Alegres o tristes y roncos.
   Pero sobre todo, vivos.

PROVINCIAS: ENCOLUMNARSE O JODERSE

   A las provincias rebeldes con el poder central, desde arriba las pusieron en penitencia por no alinearse con el modelo.
   Me comentaron que algunas, entre ellas Córdoba, no tuvieron suerte al reclamar algunos dineros y en el caso nuestro, por la acción emprendida para que la Nación cumpla con honrar la deuda, si la reconoce, que permita capitalizar las alicaídas arcas de la castigada Caja de Jubilaciones.
   Recordemos que este es el argumento delasotista para el despojo de la puntualidad en el pago a los pasivos, que deben resignarse a esperar medio año para cobrar las actualizaciones que les llegan envilecidas por la inflación.
   Si la Nación girara lo que debe, es probable que se regularizaría el pago de las mensualidades a los jubilados.
   Pero más allá de esta realidad que golpea a miles de cordobeses, es como si se hubiera institucionalizado, con ese proceder discriminatorio de la Nación, la debilidad de un federalismo que tanto se proclama pero que en los hechos tiene sus penumbras.
   La salud de la República reclama que sigamos siendo un país federal socialmente justo, económicamente libre y políticamente soberano.
   Como lo decía Perón, para que lo recuerden incluso todos los que ahora se disfrazan de peronistas.

EL DNI Y LOS PASAPORTES “EXPRESS”



   Es una postura personal inamovible eso de la obligación que tienen las autoridades de hacer las cosas bien, razón por la cual el aplauso en esos casos no es necesario, en oposición a la difusión que se hace de los errores y desaciertos.
   Hoy debo apartarme un poquito de esa postura, porque con solo recordar las penurias y las esperas que debíamos vivir para gestionar un DNI o un pasaporte, ahora es como llegar a un oasis con la lengua reseca y salir hidratado en 5 minutos.
   En la vieja estación del ferrocarril Belgrano, sobre Jerónimo Luis de Cabrera se ha instalado una oficina que resuelve las demandas de esa documentación personal, atendida con enorme eficiencia, agilidad e impecable servicio por no más de 25 jóvenes.
   En 5 minutos como apunté recién se hace el trámite y en 10 días, el documento llega a tu casa.
   Me comentaron que todos esos muchachos y chicas son militantes de La Cámpora, lo que únicamente agrega valor anecdótico a este elogio.
   Sean de donde fueren, un ejemplo de corrección y gestión. 
   Lo de esa oficina dependiente del Ministerio del Interior es digno de ser resaltado … e imitado.
   ¡Cuánto pagaría por ver que Ciadea, con cientos o más de empleados, elaborara al menos un par de tornillos!


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