24 de septiembre de 2017

S.L.B.: HUMO DISTRACTIVO, EL PRINCIPAL ACTOR - LOS "NARANJITAS" Y EL DESCONTROL - NUESTRO DOLOR Y SORPRESA POR MÉXICO - EL MUERTO LITIGANTE Y LAS COIMAS DE ODEBRETCH – LA MEGACAUSA DEL REGISTRO Y LA JUSTICIA DIVINA - LA "TOMA" DE COLEGIOS - ¿CRECIÓ LA ECONOMÍA?, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 24/09/17, emitido en dúplex por AM580 Radio
Universidad de Córdoba y la 88.5FM
EL HUMO COMO PRINCIPAL ACTOR NACIONAL

   ¿Para qué perder tiempo explicando eso tan sabido de las cortinas de humo que los políticos usan, como los gatitos después de hacer caca, tratando de esconder lo que huele mal?
   La realidad argentina nos viene mostrando esa vieja y percudida práctica que desorienta al ciudadano, sobre todo porque lo sustrae de su diaria preocupación por la subsistencia.
   Hay dos casos resonantes y esta calificación no es una evaluación caprichosa, que están por encima de otros temas acuciantes que hacen al necesario equilibrio y a la gobernabilidad, como por ejemplo lo son la inflación, la desocupación, el ataque a la pobreza y el intento por alejar los viejos fantasmas que nos rondaron en los últimos años, hasta que se corporizaron en salvaje corrupción.
   Ahora, ocupa la atención nacional como asimismo más allá de nuestras fronteras, la inquietud que generan dos enormes incógnitas: qué fue del paradero y la suerte de Santiago Maldonado y la resonante conclusión de una treintena de investigadores y científicos que coinciden en que el fiscal Alberto Nisman no se suicidó, sino que fue asesinado por uno o dos sicarios.
   Lo curioso del caso es que desde la nostalgia de los que se fueron sin resolver el caso, se acusa a las actuales autoridades de lanzar cortinas de humo, para esconder precisamente la gravedad de la desaparición de una persona, en plena democracia.
   Sin apelar al caso de Julio López, los qom, etcétera, es necesario recordar que el tema Nisman pasó por demasiadas manos; que la escena del crimen fue invadida por funcionarios que nada tenían que hacer allí y menos apenas se conoció que Nisman estaba muerto y todas las otras conjeturas que se tejieron en torno del espinoso asunto.
   Es innegable que se lo utilizó políticamente por ambas veredas de lo que después creció como grieta, pero es bueno reconocer que la actuación de calificados peritos era lo único que garantizaba el ejercicio cabal de la Justicia.
   ¿Qué los peritos eran de Gendarmería Nacional y no estaban capacitados?
   ¿Qué era la misma fuerza sospechada de la desaparición del activista mapuche, usuario de cuatro teléfonos celulares, amigos con catalejos que después se pierden, apoyado por una especie de secta preocupada por los pobladores originarios olvidando lo que hicieron con los tehuelches?
   No en vano días atrás de mil maneras se pretendió descalificar a la Gendarmería porque ya se sabía que generaría dos importantes frentes de tormenta: la investigación por la muerte de Nisman y todos los detalles acerca del inusitado crecimiento del narcotráfico, temas que el anterior gobierno no pudo, no supo o no quiso resolver.
   Entonces, lo de las cortinas de humo es un tema para analizar con seriedad y serenidad, especialmente teniendo en cuenta un detalle que no es la primera ocasión que me toca consignar: ¿a quién o quiénes perjudica o beneficia que se conozca la verdad, tanto sobre Nisman como del narcotráfico o la suerte corrida por Maldonado?
   Que cada quien evalúe y llegue a su íntima convicción.

LOS “NARANJITAS” Y EL DESCONTROL

   No es posible que el descontrol apoyado en la inexplicable anarquía, alcance a cercenar la aplicación de la ley en nuestras calles, tomadas como por asalto por muchos que se dicen trabajadores, pero que con sus abusos perjudican a los otros que si, con sacrificio y respeto, se sostienen en la diaria lucha por la subsistencia.
   La prepotencia y los excesos se terminan cuando es la ley la que impera y no la indiferencia de quienes nos gobiernan, frente a un agudo problema social como lo es la falta de trabajo, por lo que en esa necesidad se enrolan tanto los decentes como los aprovechados.
   Cuando empieza a oscurecer y la ciudad pasa a ser casi tierra de nadie, es que aparecen los violentos que con amenazas y aprietes, pretenden dinero fácil especulando con la necesidad de los automovilistas de estacionar, cuando las playas están repletas o a los usuarios no les alcanza para pagar la exagerada tarifa de 30 pesos o más por hora.
   Tantos han sido los episodios de violencia registrados en nuestras calles, especialmente en aquellos lugares cercanos a estadios deportivos o sitios de entretenimiento, que se optó por la sana medida de depurar el plantel de estos servidores, que no en todos los casos operan como tales, sino como verdaderos peligros que atentan contra la convivencia ciudadana y viven generando a veces batallas campales por el territorio.
   La policía realizó un censo y no fueron pocas las sorpresas encontradas, entre ellas varios casos de esos mal llamados cuidadores de autos, con captura recomendada y otros con antecedentes que no son para lucimiento.
   Ahora lo importante es encuadrar a todos los que quieran esa ocupación, en el marco de una ordenanza que regule tal actividad, lo que no sería inconveniente para quienes tienen prontuario limpio, buenos antecedentes, pero nunca faltan los prepotentes que prefieren imponerse por encima de la ley.
   Ya hay amenazas de acciones directas como por ejemplo huelga de hambre frente al palacio 6 de Julio, interrumpir calles y avenidas y otras calamidades urbanas, como si ya no tuviéramos suficientes.
   Podrán acusarme de estar contra los que trabajan, pero mi censura es para aquellos que en nombre de la necesidad, pretenden marginarse del campo legal y seguir estafando a la gente, injuriando a los vecinos, o transformando en lavaderos de autos a varias plazas de nuestra ciudad.
   Alguien lo dijo y que cada uno busque al autor: “Dentro de la ley, todo. Fuera de la ley, nada”.

NUESTRO DOLOR POR MÉXICO

   Me ha tocado vivir algunas duras experiencias en materia de terremotos o fuertes temblores, como algunos sucedidos en México, el desastre de Caucete y otros episodios similares en San Juan, en Mendoza o en Nueva Zelandia.
   Realmente, se viven momentos espantosos en que llegamos a comprender súbitamente cuán insignificantes somos los seres humanos frente a la Naturaleza desatada e incontrolable.
   Lo ocurrido estos últimos días en territorio mejicano ha servido para mostrar, entre otros detalles, el alto sentido de la solidaridad que se acrecienta cuando la adversidad se repite y se ensaña contra las construcciones más humildes y precarias, que no alcanzaron a erigirse como antisísmicas.
   Y por otra parte, el altísimo nivel de espíritu protector que despiertan las desgracias cuando se abaten sobre pueblos desvalidos frente a la fuerza del desastre: se terminan las jerarquías, los títulos y los honores para llegar a una emocionante hermandad en el infortunio.
   La comunidad internacional reaccionó en apoyo al pueblo de México enviando inmediata ayuda no tan solo material, sino científica y técnica.
   El detalle negativo, enterarnos que una situación que los medios le aportaron carácter de simbólico, no fue otra cosa que una enorme mentira, un invento de vaya a saberse quién o quienes lo lanzaron y cuáles eran los objetivos perseguidos con tan burdo engaño.
   La alumnita que según la TV estaba encerrada entre los escombros de un colegio colapsado, que movía su manito y que llevó hasta nombre propio, era una patética fantasía que distrajo acciones de salvataje entre otros efectos negativos de esa maniobra.
   Una pena, porque el mundo estuvo pendiente de los rescatistas que se arriesgaban entre los escombros a punto de derrumbarse, sólo para sostener una mentira que ni siquiera fue piadosa.
   Seguramente cuando el panorama se calme, las autoridades mejicanas se ocuparán de individualizar y castigar al responsable de esa patraña, que no obstante su divulgación, no logró aquietar a esa magnífica expresión de solidaridad mundial que surgió inmediatamente después de conocido el terremoto y sus funestas consecuencias.

EL MUERTO LITIGANTE Y LAS COIMAS DE ODEBRETCH

   Es probable y más que saludable sería que en el curso de esta semana que se viene, exista ya una resolución debidamente fundada acerca del sonado y curioso caso del muerto que después de 8 meses en su tumba o a partir de sus cenizas, iniciara una demanda de desalojo.
   Allí no termina la historia, sino que la acusada era -y lo sigue siendo- una anciana enferma moradora de una tapera enclavada en un apetecible terreno rodeado de casonas y residencias, a un par de centenares de metros del shopping de Villa Cabrera.
   Esta mujer fue condenada al desalojo, lo que hasta ahora no se cumplió, porque se interpuso una denuncia que sostiene con pruebas terminantes y abrumadoras, que el pretendiente de la covacha y su terreno denunció a la viejita, nada menos que ocho meses después de morir, a través de un abogado y una abogada.
   El expediente dio varias vueltas porque era increíble que en tres instancias no se hubieran fijado, los que firmaron la sentencia, que el demandante había muerto, lo que contsba fehacientemente.
   Se entró entonces al campo de las sospechas sobre los funcionarios judiciales -casi una decena con importantes cargos- lo que obligaría a una investigación administrativa y las condignas sanciones si correspondieran.
   El papelerío durmió un par de meses pese a las evidencias aportadas y recaló en la Fiscalía Anticorrupción, la misma del Dr. Amayusco a quien le cayó también el regalo del tema Odebretch, por si algún funcionario provincial cobró o no coimas de la importante empresa con sede en Brasil.
   Ahora lo que no se sabe, qué es lo que privilegiará esa Fiscalía de Amayusco: meterse de cabeza para encontrarle la vuelta a la inocencia -o no- de los funcionarios cordobeses, o para establecer el grado de responsabilidad de los empleados de su propia Justicia, a quienes se les pasó por alto ese detalle que no es menor: que el peticionante ya no estaba en este mundo, pero que para casi diez dependientes parecía que ese detalle no tenía la suficiente importancia.
   Ahora, es sólo cuestión de paciencia y no es caprichoso hermanar, aunque sean tan distintos, el tema de Odebrecht y el de los dos letrados (¿se sabe quiénes son?) que como el vulgo calificaría, se echaron un moco de dimensiones tales, que no les alcanzaría ni el pañuelo que usaba King Kong.

LA MEGACAUSA, COMO SIEMPRE ACTIVA

   Dos noticias publicó el diario La Voz del Interior esta semana  con respecto a la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba.  El martes  informó que los imputados  en el caso del club Las Rosas recuperaban la libertad por haberse ponderado la falta de necesidad de dictar la prisión preventiva dado el  avance de la investigación. 
   En contrapartida, hoy  aparece un reportaje a un empresario que permanece en prisión preventiva, imputado en  un caso de venta de terrenos de la costanera de nuestro río Suquía.  El entrevistado manifestó que “la política camina por tribunales”, adjudicó su situación a miembros del Ejecutivo provincial, refirió que otro interno intentó matarlo y que los funcionarios que actúan fueron puestos por el anterior gobernador.
   La verdad, es que lo expuesto asusta: en el primer caso, por la naturalidad con que se habla del dictado de la prisión preventiva, sin refrescar la noción de que estar libres mientras se investiga es un mandato constitucional y no una franquicia del fiscal.
   En el otro caso, porque se siguen cumpliendo condenas anticipadas, sin juicio, y porque vuelve a salir a la luz la ya denunciada  falta de independencia y la intromisión del Poder Ejecutivo en esta causa.
   Ya hubo personas absueltas que purgaron años de prisión injusta y varios muertos en prisión preventiva,  que nunca habían ido a juicio. Y lo más grave y casi inhumano, creo que nadie asumió la responsabilidad por esas muertes.  
   Así,  resulta fácil.  
   La historia ya nos ha enseñado los desastres que ocurren cuando los hombres juegan a ser Dios. Y esta causa no es la excepción.  Por eso se crearon las leyes,  para que los hombres se equivoquen lo menos posible.
   Por eso también es que nuestros “humanos” funcionarios deben cumplirlas.
   Aunque no falta la certeza de que si la justicia divina  se encargara de esta causa, los resultados serían  muy diferentes.

LA “TOMA” DE COLEGIOS Y LOS FUTUROS VOTANTES

   ¿Es que alguien en la secundaria no fue alguna vez comunista, kilombero, contestatario, insatisfecho cuestionador del sistema e inclinado por exigir más feriados?
   La verdad que los jóvenes pese al transcurrir de las generaciones y los cambios de costumbres y enfoques de la vida, siguen siendo casi iguales si los comparamos con los tiempos pasados, aunque existe un detalle que antaño no tenía la vigencia actual: me refiero al aprovechamiento político e ideológico de la adolescencia, cuando los criterios están en formación y son vulnerables a la intromisión externa.
   Se me ocurre que algo de eso sucede con las tomas de los colegios, aproximadamente 30, que están ocurriendo en Buenos Aires, bajo el pretexto de no estar de acuerdo con la reforma educativa que pese a todo está en marcha.
   No se sabe si cumplen el mandato del Papa Francisco cuando en una de sus arengas les impulsó, textualmente “a hacer lio” o han resultado el bocadillo fácil de alguna tendencia que necesita sacar todo de su cauce, desde la economía hasta la educación para crear un clima de ingobernabilidad e inestabilidad.
   Es probable, en una de esas, que los jóvenes tengan alguna razón técnica para encresparse, ocupar edificios, pintarrajearlos y dañarlos y entrar a una etapa de apetecible inactividad en el tramo final del año lectivo, cuando todos están cansados de cumplir con la cívica obligación de educarse y aprender.
   Lo censurable es la intervención de mayores, incluyendo a dirigentes sindicales, que los impulsan no por el reclamo en si, sino porque pasan a formar parte de ese conjunto de gente que ahora se queja por las mayores exigencias que hacen a la calidad de la enseñanza y del aprendizaje y después, dentro de unos años, se quejarán por la mala calidad intelectual o técnica de los egresados.
   Y un detalle que se me ocurre funcional a la situación: dentro de poco, votarán los jóvenes mayores de 16 años, y para cierto sector de la política argentina que demostró su fracaso, captar esas mentes vírgenes es vital en su apetito por intentar un regreso.
   Es de rogar que en todo caso, prevalezcan el criterio en ciernes de los chicos y la madurez y la buena memoria de sus mayore

ANUNCIO OFICIAL: ¿CRECIÓ LA ECONOMÍA?

   El crecimiento de la economía de una sociedad organizada no es sólo tomar en cuenta los precios de los supermercados, los impuestos y los servicios, sino ampliar el panorama de conocimientos hacia otros indicadores casi ocultos pero realmente valiosos, si lo que pretendemos es tener un panorama más cercano a la realidad.
   Aunque el empleo en negro aumentó algo con relación a un año atrás, la economía creció casi un 2,7 por ciento y bajaron la producción textil un 3 por ciento y las exportaciones poquito más que un punto.
   Pero la confianza del consumidor tuvo un crecimiento del 19,8 por ciento con relación a septiembre del año pasado y ese no es un dato menor.
   Sin embargo para el común de la gente, para el ciudadano simple y llano, la realidad le aporta un detalle más que valioso, que es la seriedad de las mediciones; es vivir informado con la verdad acerca de cuestiones que durante tantos años se dibujaron, como supieron ser la inflación inexistente, que teníamos menos pobres que Alemania, que la desocupación no existía porque en verdad se incluía en las estadísticas como fuerza productiva a los beneficiarios de planes y subsidios o que era posible almorzar por 6 pesos, por si no lo recuerdan.
   Porque una cosa es vivir rodeados de engaños que llevan a la ensoñación vestida de mentira, y otra muy distinta es enfrentar las situaciones críticas sean heredadas o no, apoyados en la verdad de las estadísticas e indicadores.
   Pese a todo, hay sectores que se aprovechan de los males del pasado y por ejemplo uno sólo, los productores de papel, están ya especulando con lo que se necesitará para el venidero ciclo lectivo y en este año, ya aumentaron un 36 por ciento y prometen más, muy por encima de la inflación.
   Yo que el gobierno, la verdad, destinaría partidas de dinero suficientes para regalarle a cada alumno de las escuelas del país, cinco cuadernos y veríamos que los patrones y dueños de la celulosa tendrán que depositarla en sus recónditos lugares o venderla a precios lógicos y accesibles, sin la perniciosa especulación que les otorga el haber hecho un dañino frente común.
   Lo reitero: ese es sólo un ejemplo de tantos otros aplicables y si me piden algunos más, les diré de los medicamentos, de los automóviles, de la alimentación, de los textiles, del calzado…
   ¿Quieren más? La verdad, este espacio finaliza a las 18,30 y el tiempo no me alcanzaría …

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