24 de junio de 2018

S.L.B.: NUESTRA SELECCIÓN NACIONAL DE FÚTBOL EN EL DIVÁN - LA BASURA, EL ETERNO PROBLEMA EN CÓRDOBA - EL DÓLAR BAJA Y LOS PRECIOS SUBEN - LA MEGACAUSA Y LA (IN)JUSTICIA - ¿DE QUÉ SIRVE PARALIZAR A UN PAÍS? - EPEC, LUZ Y FUERZA Y EL CORDOBESISMO, A TRIBUNALES - MERECIDO Y JUSTO HOMENAJE A LA MEMORIA DE ROBERTO FONTANARROSA, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” emitido el 24/06/18 en dúplex por AM580 y FM88.5 ambas de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

AL DIVÁN: LA SELECCIÓN ¿EN ESTADO DEPRESIVO?
  No han sido pocos los que con un exceso de optimismo por el solo hecho de contar en el plantel con el mejor del mundo, daban como un simple trámite la superación de la etapa clasificatoria, las instancias siguientes y el acceso a la final por la copa mundial de fútbol que se juega en Rusia.
   De nada sirvió el susto que tuviéramos para no quedarnos en las eliminatorias, porque el clásico exitismo que nos caracteriza tuvo una inyección de ánimo para encarar la etapa final de esta competencia que se disputa cada cuatro años.
   Los exagerados de siempre, que se tomaron el trabajo de estudiar al primer rival no por sus condiciones deportivas sino por las características del pequeño país al que representaban, llegaron a la errónea conclusión que se les podía ganar sin que siquiera se despeinaran las luminarias mundiales que integran la blanquiceleste.
   Y así nos fue, porque ese equipito de ignotos vikingos aguerridos por historia y por físico, aunque sean -por clima- los más pechos fríos del certamen ecuménico dirigido por un dentista, nos tuvo con el traste al norte para que termináramos pidiendo la hora.
   Un pésimo comienzo en el que asomaron algunas grietas en el plantel, trascendiendo de paso el rumor que al equipo más que Sampaoli lo armaba Messi y que al pelado le habían dejado como regalo la facultad de definir el estilo de juego…
   También en eso nos fue como el tugges porque hasta el momento y reconociendo mi ignorancia táctica sobre fútbol, tengo entendido que aún no se sabe a qué juega nuestra selección, un equipo como sin alma ni espíritu guerrero, que ni siquiera canta el himno ni lo murmura.
   Ya frente a Croacia se derrumbó la estantería en una actuación humillante para los laureles argentinos que un par de veces, con esfuerzo y sacrificio supimos conseguir.
Muchos nos sentimos defraudados por ciertas actitudes de quienes nos representan en el mundial de Rusia porque sin   dudas existen marcadas diferencias entre los jugadores y Sampaoli pero no por ello tienen derecho a obligarnos a digerir lo que hasta ahora es un estrepitoso fracaso.
Mucha culpa es del enfermizo triunfalismo alentado mediáticamente por intereses alejados del deporte donde como en el cambalache discepoliano se mezclan cuestiones personales, razones políticas, apetencias comerciales, conflictos de pareja, sospechas de cuernos, rumores de puterío barato, y todo  en un escenario con un técnico ciclotímico que en lugar de enfrentar a los atletas adversarios con los habilidosos que nos sobran, permite que le impongan nombres.
Insistió en jugadores que perdieron nivel, fueron escasos de talento o son de la cerrada y millonaria camarilla de Messi y es como si hubieran declarado el "trabajo a reglamento" sin importarles su responsabilidad, el sentido deportivo y el compromiso con los colores que defienden y con la gente.     
Alguien debiera decirles y recalcarles que resta sólo una oportunidad, este martes que viene, para demostrar que algo sienten por la camiseta cuyos colores defienden, más allá de sus blasones deportivos, de los dólares y de los euros.
Una camiseta que imperiosamente necesita más transpiración que espónsors; más dignidad y esfuerzo que pasaporte a la fama.
La culpa no es toda de Sampaoli, sino compartida solidariamente con quienes lo sentaron en un trono que por ahora le queda demasiado grande.
Entonces, no preguntemos solamente ¿qué le pasa a Messi? sino qué nos pasa a todos...
Porque si Messi está deprimido, ¿qué dejamos -por ejemplo- para un jubilado que cobra la mínima, un empleado en negro o un desocupado?

¿LOS CORDOBESES CONDENADOS A MUGRE PERPETUA?

   Pasear por el centro suele ser para los cordobeses al igual que para quienes nos visitan desde otras latitudes, un placer visual que se suma a la carga de historia, de laureles y de otros componentes que hacen a la imagen de una ciudad cosmopolita como la nuestra.
   Últimamente se ofrece en las calles tanto del casco chico como de cualquier barrio, un espectáculo deplorable a la vista, vomitivo para el olfato y dañino para la salud y el medio ambiente.
   Es la acumulación de residuos domiciliarios, comerciales, patógenos y de toda laya que se acomodan no tan sólo en las esquinas sino en cualquier rincón de la planta urbana.
   Por supuesto que todo se remite a los reiterados paros que realizan los recolectores de residuos y encargados de la limpieza de calles por disímiles razones: a veces en apoyo de los camioneros nacionales liderados por el bueno y ahorrativo Moyano, padre o hijo para el caso es lo mismo, o por desplantes de los concesionarios que con tal proceder presionan al poder concedente que es la Municipalidad.
   El tema real, lamentable y pernicioso es el permanente foco de contaminación que es en lo que se ha transformado la ciudad en esos días en que las bolsas con basura en estado de hediondez y putrefacción han ganado las calles, las veredas y las esquinas, reiterando el espectáculo poco grato que se transforma en un festival de moscas y perros callejeros.
   “Ciudad limpia, ciudad linda” pregona la Muni y una de las empresas de recolección tiene el eslogan “Ciudad limpia, ciudad mejor” que se cansa de repetir por radio y TV un monigote al que le obligan a mentir dando consejos para el tratamiento de la basura, que ellos mismos se encargan de transformar en inviable.
   Estamos a merced de intereses económicos, posturas políticas y desprecio por el medio ambiente por parte de los tres protagonistas de este conflicto que parece adquirir estatus de eternidad: la Municipalidad, las empresas recolectoras de residuos y el sindicato que nuclea a sus empleados.
   Y lo peor de todo es que la población, abrumada por impuestos, contribuciones y tasas para servicios debe soportar estoicamente la inoperancia de quienes debieran protegerla.
  Aunque todavía resta algo por consignar: el problema no es nuevo, se viene reiterando sin soluciones y ahora han sido renovadas las concesiones a los mismos protagonistas, que sin dudas cuando llegue el momento volverán a las andadas para apoyar cualquiera de sus caprichos y demandas.
   Es como si a los cordobeses nos quisieran ganar por cansancio, pero no lo van a conseguir porque antes, a ellos en su descontrol, lo más probable es que se los coman las moscas.

EL DÓLAR BAJA Y LOS PRECIOS NO DEJAN DE SUBIR
 

   La última semana viene siendo más que movida por esto de las variaciones del dólar, del euro que pegó un salto más notable, del rescate de las Lebac con un éxito relativo porque impidió que una enorme masa de dinero se volcara hacia los billetes verdes y otras alternativas cambiantes que nos deparó nuestra sorprendente economía nacional, antes también popular.
   Así como ese añejo fenómeno que se producía cuando el precio del petróleo subía lo mismo ocurría con los combustibles derivados, pero que jamás bajaban cuando se depreciaba el crudo internacionalmente, algo similar viene ocurriendo con el dólar. Mientras iba en aumento todos acompañábamos: los industriales, los comerciantes grandes, medianos y pequeños, las tarifas de servicios y todo aquello que se manejara con dinero.
   Pero hete aquí que cuando el dólar empezó a bajar en los últimos días de a centavo en centavo, a nadie se le movió un pelo por reacomodar los números en beneficio del consumidor o del contribuyente: en una palabra, que viva la pepa y se joda el más postergado.
   Alguien, alguna vez, tendrá que poner orden en estas situaciones tan enojosas como perjudiciales para el bolsillo de la gente, espectadora obligada de todas las especulaciones, los negociados y las ventajas que se manejan con el cambio de cotización de una moneda que no es la nuestra. Cuando prevalezca la producción por encima de la especulación e incluso volvamos a pensar en pesos argentinos, es probable que la situación se modifique para bien, y no como ahora que estamos pendientes y muchos de nosotros sumidos en la ignorancia, de lo que acontece en la bolsa de Nueva York.
   Se me ocurre que todo eso sería una manera de recuperar una identidad que los desgobiernos nos obligaron a asumir.

LA MEGACAUSA Y SU ACTIVIDAD
   El nuevo presidente de la Asociación de Magistrados de Córdoba manifestó en una reciente entrevista que la sociedad no tiene un buen concepto del Poder Judicial, y que existe hacia los magistrados una baja credibilidad que hay que recuperar,  mencionando entre sus posibles causas la asociación de la corrupción con  lo público, la cuestionada independencia y la reconocida demora en la administración de Justicia.
   Fue entonces que me vino a la mente la novela de George Ornwell  considerada una distopía o utopía negativa, en la que se predice un mundo indeseable donde con el nombre de  Amor se tortura,  con el de Paz se hace la  guerra, con el de Abundancia se raciona  y con el de Verdad se miente.  
   Y es inevitable relacionarla con  la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba  y la actuación del Poder Judicial, en la que con el encabezado de negocios millonarios se acusa a trabajadores que viven de su sueldo, con el nombre de delincuentes se encarcela a personas comunes sin antecedentes,  con reconocida falta de pruebas se dicta prisión preventiva, con evidente duda se condena  y con conveniente convicción se ignoran las acusaciones y testimonios contra los altos funcionarios.
   Se titula Justicia a una indeseable injusticia.
   En esta paradoja  los cuestionamientos de corrupción o dependencia son concretas cuestiones  a resolver, precisamente, para recuperar la credibilidad.

EL PARO GENERAL ¿MEJORARÁ LA SITUACIÓN?
   Es muy importante el resultado que pueda alcanzar la convocatoria cegetista a un paro nacional en el día de mañana, casi como transformando el almanaque en un largo fin de semana.
   La modalidad de hacerlo sin movilizaciones populares también indica que para la mayoría de los trabajadores, lo ideal será quedarse en casa, pasear, visitar parientes, matear a la siesta e intensificar la actividad social o deportiva, a menos que se decida concurrir a trabajar.
   El estilo del paro sin movilización no deja de ser, para los más agudos observadores, un síntoma inequívoco de miedo al fracaso.
   Es posible que así lo hayan entendido organizaciones piqueteras y grupos de izquierda, que ya anunciaron su propia modalidad que será la de ganar las calles.
   Naturalmente todas esas perspectivas alejan a la medida de todo lo que pueda considerarse el camino hacia las marchas multitudinarias con sus habituales consecuencias de vandalismo, contaminación del medio ambiente, agresiones acústicas y saqueos a comercios como tantas veces se ha dado.
   Sería insensato e injusto negar la validez de muchas de las demandas y motivos esgrimidos para la adopción de una medida tan extrema, como lo es la paralización de un país con sus consecuencias negativas en muchos aspectos de la vida ciudadana.
   Pero es inevitable en este caso plantearse un interrogante fundamental: ¿qué se piensa conseguir con el paro nacional? ¿Qué las autoridades se enteren de una situación de crisis de la que son principales protagonistas?
   Ya lo saben y sería tonto pensar que lo ignoran.
   Después de todo al país lo sacaremos adelante trabajando alejados de los odios, sin que ello signifique claudicar en la lucha por conseguir mejoras en distintos aspectos, pero obrando civilizadamente y no apelando a la violencia -porque violencia también es dejar de a pié a quienes no están de acuerdo con el paro- u otros daños colaterales al movimiento de fuerza.
   Y si de hacer especulaciones se trata, no podemos pasar por alto que a la determinación de no hacer nada aunque haya tenido una relativa aceptación de las bases, fue adoptada por una dirigencia que no sabe de privaciones ni de injusticias, porque la mayoría integra ahora las filas del próspero empresariado.
   Es cuando no pocos se preguntan por qué los dirigentes adinerados hacen parar a los laburantes que por convicción y necesidad optarían por trabajar.
   Por eso a veces es necesario hacerse dos veces la misma pregunta: ¿para qué un paro general que no suma nada?

LUZ Y FUERZA VS. EPEC EN EL RING DE TRIBUNALES
   Aparece como sumamente complicado el conflicto que mantienen el gobierno de la provincia, el Sindicato de Luz y Fuerza y la Empresa Provincial de Energía de Córdoba que en estos días ha sido judicializado y pese a las reuniones mantenidas por los sectores en pugna, no se avizoran soluciones en lo inmediato.
   Los inventores del cordobesismo necesitan a toda costa equilibrar los números de su cuantiosa deuda que desde el poder se intenta minimizar en su importancia y más aún en su monto.
   Recordemos que con idénticos fines, la experiencia nos remite al despojo “legal” le llamemos, que le hicieron a los jubilados provinciales y el cuestionado cobro del impuesto a las ganancias sobre sueldos y mensualidades a los pasivos, que claramente no son ganancia.
   Entonces y a caballo de esa intención del schiaretismo gobernante, se busca sanear a una empresa que desde el propio gobierno y a lo largo de muchos años se la transformó en deficitaria con gastos desmedidos en actualizaciones tecnológicas que nunca se hicieron y las pruebas están a la vista, con la mayor simpleza.
   Porque nadie puede negar que la energía eléctrica falta en verano por el calor y lo mismo ocurre en el invierno, echándole la culpa al frío.
   Entonces atacaron a las conquistas del gremio que en realidad y vistas objetivamente, varias de ellas son privilegios más que conquistas.
   El gremio lógicamente reaccionó con la virulencia de sus cortes de luz sin anuncio previo, con asambleas que configuran paros encubiertos y con la negativa a realizar lectura de medidores que es lo que lleva a la facturación y el cobro del servicio.
   Los castigaron pagándoles el sueldo con retraso y una bonificación en cómodas cuotas.
   Así las cosas, todo fue a parar a la Justicia, de la que se espera ecuanimidad por aquello tan dudoso de la independencia de los poderes, porque frente a situaciones enfrentadas, alguien tiene que laudar.
   Porque lo más importante dentro de todo no son el gobierno, Luz y Fuerza, EPEC ni la Justicia, sino los derechos de la gente, que se perjudica por una lucha de la que no es parte sino víctima.
   Alguna vez los gobernantes y los sindicalistas, deberán tomar cuenta de ello, para que realmente sean tomados como servidores del pueblo y no como quienes se benefician con la desgracia ajena.

MERECIDO HOMENAJE A UN GRANDE
   Días pasados me tocó integrar un panel de homenaje a la memoria del dibujante, humorista y escritor rosarino Roberto Fontanarrosa, fallecido 11 años atrás. Compartí la mesa junto a talentosos personajes como Crist “Mandrú” Reynoso, Manuel Peiró, Antonio “Cascote” Granero, Oscar Salas, la Dra. Ana Beatriz Flores (investigadora de la UNC) y el Lic. Pablo Iván Lomsacov en su carácter de moderador. Cada uno de los amigos hizo una sentida evocación del desaparecido “Negro” y a continuación transcribo lo que tocó decir de quien fue paradigmático en el quehacer del humorismo gráfico y en la literatura futbolera:Un tipo que es capaz de decir “Yo al cielo le pondría canchitas de fútbol y un par de bares porque en el bar estás en tu casa…” aparte de identificarme con esa postura, lo hace digno de respeto y admiración.
Y si también es capaz de hacer hablar coherentemente a un perro, ya entra a la categoría de prócer que generó dolor y luto el día que se adelantó en el camino.
Con el Negro Fontanarrosa no éramos íntimos amigos pero fue un placer compartir mágicos momentos cuando venía a Córdoba, no tantos como los que pueden haber vivido y atesorado Cristobal Reynoso, “Cascote” Granero, Oscar Salas o Manuel Peiró.
¿Para qué redundar en exaltar su enorme creatividad, la calidad de sus trazos, el sentido solidario o su condición de escritor, como supo decir “sin pretensiones del Premio Nobel de literatura”?
 Y que se daba por bien pagado cuando alguien se le acercaba y le decía “me cagué de risa con tu libro”.
    Es oportuno entonces, si de homenajear su memoria se trata, evocarlo como un modelo de humildad que se reía de la fama; un modesto antisolemne que crecía en estatura intelectual empujado por una mal disimulada timidez.
     Fontanarrosa jamás se valió de la vulgaridad ni apeló al golpe bajo de la escatología, de lo que abusan los escasos de talento a la hora de generar sonrisas o carcajadas.
     Una de sus tantas genialidades, cuando a Inodoro Pereyra le preguntaron si estaba enamorado de su concubina, al responder “Si tengo que elegir otra vez, la elijo a la Eulogia con los ojos cerrados. Porque si los abro elijo a otra".
     Ni Walt Disney hizo hablar a un chancho como el Negro lo hizo con Nabucodonosor, vegetariano y autoproclamado sex-symbol del chiquero.
    Si hasta fue capaz de darle vida a un matón con ternura.  
    No era un empedernido adicto al trabajo, sino que el humor gráfico y escrito era su razón existencial.
    Seguramente “Cascote” Granero tiene decenas de vivencias compartidas con Fontanarrosa porque los unía la fraternal conexión de la sana agudeza adornada con una breve y luminosa energía de relámpago..
    El rosarino que hizo poner de pie a muchos laureados participantes del Tercer Congreso de la Lengua Española, en su medular e hilarante análisis de las malas palabras allá por el 2004 en Rosario, no fue una persona cualquiera.
    La vida lo abrumó de distinciones tanto nuestras como internacionales, el Kónex de platino, una mención de honor del Senado de la Nación y otros reconocimientos a su trayectoria.  
    A los 62 años, de esto hace casi 11 años, la esclerosis que padeció y soportó con estoicismo y una llamativa lucidez mental que no le impedía crear, terminó con su vida y pasó a ser recuerdo y ejemplo.
   El día de su partida -26 de noviembre- quedó instituido como Día Nacional del Humorista.
   No por cualquiera que muere se iza la bandera a media asta en el monumento junto al río Paraná.
   En el bar El Cairo lo extrañarán eternamente y tengo la certeza por haberlos conocido a los dos, que estén donde estén, seguramente juntos, desandarán nostalgias de tiempos idos el Negro Fontanarrosa con su mente brillante y caudalosa y el Gordo Cognigni, quien debe haber sido su más ferviente admirador.
   Si hasta les estoy escuchando las risas…”

Gonio Ferrari

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