3 de junio de 2018

S.L.B.: LA RECIENTE MARCHA FEDERAL ¿QUÉ BUSCABA? - USURPACIONES Y DESALOJO DE TERRENOS - LA MEGACAUSA Y EL FUERO ANTICORRUPCIÓN - EL VETO QUE ANUNCIÓ EL PRESIDENTE MACRI Y UNA ESTADÍSTICA - JUSTO HOMENAJE AL "NEGRO" FONTANARROSA Y CAPRICHOSO OLVIDO DEL CORDOBAZO - ‘BONUS TRACK’ SORPRESA CON UN IMPERDIBLE REPORTAJE, ETC.

Debido a problemas técnicos ajenos a la posproducción de SLB sólo se registraron algunas  desgrabaciones del programa que conduce el periodista Gonio Ferrari y difunden en dúplex AM580 y la FM 88.5 ambas de Radio Universidad de Córdoba.

MARCHA FEDERAL: ¿UN LLAMADO DE ATENCIÓN AL PODER?

   La realización de la reciente Marcha Federal de la que participaron activistas de todo el arco político e ideológico, trajo a la memoria aunque vista desde la otra vereda, aquellas manifestaciones que bautizaron como “cacerolazos” cuando las señoras “bian” salían a castigar sus costosas ollas Essen o golpeaban las sartenes antiadherentes que habían dejado de usar sus empleadas domésticas.    Esas concentraciones como repudio a las medidas del gobierno “K” que consideraban injustas. Aquellos tiempos eran de considerar “destituyentes” a tales actitudes que eran prolijamente descalificadas por la prensa sostenida por el modelo nacional & popular.

 Ahora fue más o menos igual, pero instrumentada de otra manera, con activa participación de entidades sindicales, gremios adictos, ex funcionarios nostálgicos de poder y uno que otro procesado o habituado a recorrer los pasillos y las salas de Comodoro Py, con la utilización de cientos de ómnibus fletados para trasladar a la nutrida concurrencia.
   Sería necedad absoluta negar la trascendencia de la convocatoria con miles y miles de asistentes portadores de pancartas y consignas de censura a la gestión nacional actual y muchas de ellas con la exigencia a las conducciones gremiales de decretar en el acto un paro nacional de actividades con movilizaciones en todo el país, para fecha a determinar, pero que sería un día viernes.
   O sea, el regreso a los “paros materos”, modalidad adoptada para instaurar un largo fin de semana de ocio disfrazado de paro activo que obviamente era acatado por la enorme mayoría de los gremios, práctica que se aplicaba años atrás.
   Lo gastado en la movilización hasta Plaza de Mayo (que es de todos y no tiene banderas políticas ni ideológicas) puede considerarse de importancia dadas las cifras solventadas por los organizadores porque venían desde distintos puntos del país y había que alimentarlos y atenderlos a todos… y a todas en su peregrinaje a la gran capital.
   Era y es entonces para plantearse la duda en una sola pregunta: ¿para qué la marcha?
   ¿Se trató de un mensaje nada subliminal hacia el poder, para anoticiarlo de las angustias, necesidades y frustraciones de muchos sectores de la sociedad argentina?
   ¿Era para que se enteraran en la cúpula nacional que existe un creciente descontento que cada día resulta más complicado de disimular?
   Realmente sorprende el infantilismo político, dado que desde el presidente Macri hasta el último de sus funcionarios, tiene la obligación de conocer y renovar diariamente el mapa de las carencias y exigencias de la gente, sin necesidad que crucen el país de norte a sur y de este a oeste para pregonarlo.
   Cuando las señoras salían a cacerolear se les llamaba destituyentes, gorilas y golpistas, porque en realidad ejercían un derecho a expresarse pero a nadie le gusta que le refrieguen sus errores en la cara.
   Ahora que son oposición, temen que les quepan esos rótulos contrarios a la democracia y al respeto por las instituciones.
   En pocas palabras, la Marcha Federal fue un derecho desaprovechado, porque se limitó a divulgar una situación de la que todos, más que testigos, somos víctimas de una o de otra manera.
   Pero la dirigencia sindical nacional no quiere que la gente deje de protestar, porque ellos se quedarían sin argumentos.
   Esa es la mayor preocupación de los sindicalistas, que en su enorme mayoría han devenido en prósperos empresarios.
   Y naturalmente, piensan como tales, ajustándose al costo-berneficio.
   Y después dicen que sostienen a los trabajadores…

USURPACIONES Y DESALOJO DE TERRENOS
   En honor a la verdad y al equilibrio que debe existir a la hora de evaluar situaciones, lo sucedido -y que sigue sucediendo- con relación a los terrenos ilegalmente ocupados a pocos kilómetros de esta capital, en dirección al Norte, muestran con nitidez dos posturas diametralmente opuestas: la de los propietarios legítimos de los predios y las familias que los usurparon años atrás.
   Es más que seguro que una mirada epidérmica sobre la cuestión indique que cada uno de esos dos sectores tiene derechos, con la diferencia que unos son legales y los otros, marginados de la ley.
   No es cuestión de considerar insensibles a quienes sostengan la trascendencia del respeto a la ley y a la cosa ajena, porque es el Estado protector quien tiene que aportar las soluciones a las demandas sociales y la salida no es ocupar terrenos o viviendas ajenas, ni cortar rutas o calles quemando barricadas y exigiendo “vivienda digna” cuando cualquier ciudadano tiene el derecho de abrigar tales aspiraciones.
   La cuestión de la localidad General Paz no es distinta a los tantos hechos similares ocurridos en la capital y en otras latitudes de la provincia y del país y evaluando detenidamente, llegaremos a la penosa conclusión que puede ser una de las resultantes del populismo que con su festival de subsidios asestó un duro golpe a la cultura del trabajo.
   La justicia por sobre todas las especulaciones e intereses, actuó para dirimir un tema del que años atrás debiera haberse ocupado el Estado provincial y sus equipos de asistencia social, para evitar estas situaciones que encierran el peligro cierto de expandirse por contagio de necesidades.
   La policía, las topadoras y todos los que actuaron en el desalojo incluyendo a los bomberos, cumplían órdenes de una Justicia demasiado lenta parta resolver conflictos y de un gobierno provincial más ensimismado en hacer ver las obras que hace y que proyecta, aunque por el apuro de concretarlas los cordobeses tengamos que pagar demasiado caro cada uno de esos apresuramientos.
   La nueva Terminal y el Camino del Cuadrado, son dos ejemplos como para no olvidar.

LA MEGACAUSA Y EL FUERO ANTICORRUPCIÓN
   Aunque los debates continúan,  nada se atina a decidir en nuestra Provincia con relación a lo que rodea al cuestionado Fuero Anticorrupción. Esta semana un abogado penalista rescató  en un matutino local la historia de ese organismo que, según expresó, fue creado por José Manuel de la Sota en un momento de tensa relación entre el Tribunal Superior de Justicia y el Poder Ejecutivo, permitiendo distraer los cuestionamientos referentes a la supresión de la Cámara de Acusación de ese momento y a la disolución del Consejo de la Magistratura allá por los años 2002-2003.  
   El Fuero fue dotado de una Fiscalía, un Juzgado y una Cámara, que pese al nivel de corrupción de nuestro país, nada tenían para juzgar.  Continúa relatando el informe periodístico que, hecho esto,  en el año 2005 se reinstaló la Cámara de Acusación pero integrada “por nuevos miembros”.
   No puede dejar de hacer ruido, ensordecedor, el paralelismo de fechas con la causa del Registro de la Propiedad, a la que también se le asignó una comisión especial para juzgar los casos con la salvedad que mientras los empleados del Registro eran imputados hasta  por el hecho de ser empleados,  ninguna denuncia contra altos funcionarios del gobierno fue investigada.
   También, mientras se encarcelaba por años a estos imputados sin ningún juicio, quienes estaban a cargo del poder y las decisiones ni siquiera fueron molestados para declarar y mientras se condenaba en pomposos juicios a estos trabajadores presos, ningún poderoso fue imputado pese a ser acusado.
   No sólo una distracción sino un entretenido espectáculo que permitió desaparecer a los verdaderos culpables. 

EL VETO AL QUE TODOS APELARON VARIAS VECES
   Una cuestión tal delicada como lo es la controversia surgida por el anuncio presidencial de vetar la ley de retrotraer precios de servicios a noviembre último si resultaba aprobada por el Congreso, obliga a documentarnos acerca de las estadísticas que existen con relación a la aplicación de ese recurso previsto en la Constitución Nacional.
   De acuerdo con su artículo 80, el Presidente de la Nación tiene la potestad de objetar parcial o totalmente el proyecto sancionado por el Poder Legislativo. Una vez vetada una ley, el mandatario tiene un plazo de diez días hábiles después de sancionada para hacer uso de esta herramienta. 
   Desde el regreso de la democracia en 1983 el veto presidencial fue utilizado en 388 ocasiones. El ránking de objeciones es encabezado por Carlos Saúl I de Anillaco quien durante la década que estuvo en la Casa Rosada, el riojano utilizó esta herramienta 195 veces sobre un total de 1.548 leyes sancionadas.   
   Al segundo puesto lo ocupa Raúl Alfonsín quien durante su estadía en Balcarce 50 llegó a vetar 49 leyes sobre la sanción de 645 normas y otro radical, Fernando De la Rúa, vetó unas 46 normas sobre un total de 325 leyes sancionadas durante su paso por la primera magistratura del país. Detrás de “Chupete” quedó su sucesor, el peronista Eduardo Duhalde, quien en su corta estadía en la Rosada usó el veto presidencial en 37 ocasiones.  
    Por último, el matrimonio Kirchner se colocó en lo más bajo del ránking teniendo en cuenta sus doce años en el poder. En cuatro años como inquilino de la Casa Rosada y en la Residencia de Olivos, Néstor Kirchner vetó 38 leyes sobre un total de 600 normas sancionadas entre 2003 y 2007.
   En tanto, Cristina Fernández Whilen de Kirchner utilizó el veto en sólo 21 oportunidades sobre la base de 909 leyes sancionadas en sus ocho años como presidente.    
   Por lo pronto, en poco más de dos años y medio el presidente Mauricio Macri vetó siete leyes sancionadas por el Congreso y se posiciona como el mandatario que menos ha utilizado esta herramienta constitucional. 
   En consecuencia no deben ser muchos argentinos los que tienen cabal conciencia de la utilización del veto presidencial, pero que si alguna duda les queda sobre sus efectos, que se molesten en averiguar -si son jubilados- el daño que sufrieron y sufren los pasivos desde el momento que la Sra. Kirchner vetó la ley que obligaba al pago del 82 por ciento móvil.
   Después que tengan ese dato, estarán en condiciones de juzgar todo lo demás.

JUSTICIA POR LA MUESTRA EN HOMENAJE AL “NEGRO”
FONTANARROSA PERO ENORME DOLOR POR LA FORMA
EN QUE EL GOBIERNO SE OLVIDARA DEL  “CORDOBAZO”
   Bien sabemos que los políticos ávidos y sedientos de poder y más apegados al culto de los olvidos que al respeto por la memoria y la historia, suelen tener actitudes casi infantiles por lo burdas y reprobables, que pueden ser consideradas travesuras de bisoños u ofensas al pasado y al presente que se esconde en los ayeres.
   Eso de la fragilidad a la hora de las evocaciones suele ser el mecanismo que mejor fortalece a las amnesias y de manera especial, cuando de por medio existen generosas promesas que forman parte de la acostumbrada demagogia que a la hora de las frustraciones, para muchos se toma con indiferencia pero esa actitud no es positiva cuando está de por medio la memoria colectiva de la ciudadanía.
   De aquellas coberturas periodísticas durante los años de plomo cuando la ilegalidad de los cuartelazos había pasado a ser una forma de gobierno, somos pocos los sobrevivientes en esta Córdoba que supo centralizar la protesta nacional, probablemente alentada por las convulsiones que ocurrían en Francia, en Grecia y en otros puntos de la geografía universal,
   La riesgosa tarea de ver, fotografiar, filmar y trasladar luego al consumo de la población esas situaciones críticas en el afán de documentar la realidad, tuvo en un grupo de periodistas, fotógrafos y camarógrafos su punto cúlmine el 29 de mayo de 1969 con lo que la historia bautizó “Cordobazo”, expresión de resistencia a un régimen autoritario, militarizado y proclive a cercenar derechos de las clases menos afortunadas. 
   Pocos años atrás se nos dio por nuclearnos tomando el número 29 (en homenaje al día) y por ser tal el número de colegas sobrevivientes de aquellas jornadas de violencia y reivindicación, para llegar a integrarnos como “29 Testigos de la Historia”.
   Nunca pusimos en discusión la paternidad de la gesta porque cada sector involucrado lo hizo por su cuenta, sobre todo por aquello que las victorias tienen muchos padres y las derrotas son huérfanas. Expresión de la espontaneidad popular por una parte y organización gremial y estudiantil por otra, más la participación de sectores políticos especialmente de izquierda.
   Quisimos aportar nuestras impresiones y experiencias para contribuir a la fidelidad del relato, pero parece mentira que en Córdoba, mencionada universalmente por aquellos fastos heroicos, al menos de parte de sus autoridades prevaleció la mezquindad ideológica afianzada en sus propias dudas actuales mostrando algo parecido al temor por las revelaciones que iban apareciendo al tomarse las cosas, los detalles y los hechos sin interferencias de bisoños historiadores, “tocadores de oído” y una casta periodística más apegada a Google que al estudio, la consulta de archivos o las declaraciones desapasionadas de sus principales protagonistas, que en definitiva fuimos los hombres de prensa con nuestra mirada abarcativa de los acontecimientos.
   Como entidad sin fines de lucro pero sí de reivindicar el respeto hacia la historia, se nos brindó cierto apoyo como un pequeño subsidio (por única vez) para el funcionamiento, el préstamo de un local para reuniones y nos tocó participar en encuentros a distintos niveles en escuelas y otros centros comunitarios.
  Hasta hicimos una muestra de elementos profesionales relacionados con la cobertura de aquellos tiempos en que la tecnología era más artesanal que científicamente desarrollada y con sus lógicas limitaciones que se suavizaban con el fervor y el compromiso de quienes nos tocaba cubrir los sucesos.
   En la conmemoración número 49° deL 29 de mayo último no faltaron los “cara de cemento” -políticos en decadencia y aprovechados sindicalistas- que quisieron vender un protagonismo que no tuvieron.
   Últimamente algunos hombres de prensa de aquellos años fuimos convocados desde el poder legislativo provincial para conversar -decir “disertar” nos pareció exagerado- con motivo de  un nuevo aniversario del nefasto cuartelazo del 24 de marzo, apenas hicimos notar que el rigor de la historia y el respeto por la memoria nos indicaba que el terrorismo de estado nació allá por 1973 durante un gobierno constitucional y peronista y no en 1976, aquel proyecto de tenernos como testigos se diluyó en una endeble disculpa burocrática que no convenció a nadie.
   Y nunca más ni siquiera atendieron los reclamos de “29 Testigos…” por el abandono al que fuéramos condenados, cuando los pueblos necesitan apegarse a la verdad del pasado para evitar la repetición de errores en el presente y con miras al futuro.
   Un par de años atrás ¡dos años! la Sra. Alejandra Vigo activó su promesómetro preelectoral, derivó el tema a la Agencia Córdoba Cultura y nunca más se supo.
   El 17 de abril de este año ¡46 días atrás! “29 Testigos de la Historia” cumplió con el trámite burocrático de solicitar una audiencia a la Dra. Nora Bedano, titular de esa agencia, sin que desde el organismo estatal, al menos por respeto a la historia, se dignaran a contestar aunque fuera por educación, ni una mísera línea.
   Nos olvidaron y nos escondieron.
   Nos usaron junto  al  Cordobazo y luego fuimos destinados al rincón donde moran las intrascendencias.
   Pero no podrán, aunque se empeñen, borrar de nuestras memorias aquellos complicados años en que la mayoría de los políticos actuales eran jovencitos con aspiraciones de poder.
   Porque será la misma historia la que con el tiempo inexorable, innegociable e inclaudicable con la verdad, demuestre que de aquellos años y de los actuales, más que testigos, fuimos protagonistas.
   Y entonces para los delirantes ya no quedarán espacios para deformar la realidad ni plantarse en sus pechos -como ahora- condecoraciones inmerecidas.
   Al margen, hace un par de días se inauguró una bella muestra de homenaje, merecido por cierto, al desaparecido ilustrador, historietista y escritor Roberto Alfredo Fontanarrosa, quien en sus comienzos firmaba sus trabajos como “RAF” por sus iniciales, el “Negro” rosarino, principal concurrente al bar “El Cairo” de aquella ciudad donde ocupaba la mesa de los galanes.
   Brillante idea del Gobierno de Córdoba a través de su secretaría de Cultura en un recinto casi mágico en Leopoldo Lugones 401 al dedicar tal reconocimiento a Fontanarrosa, surgido de la revista “Hortensia”, un ícono nacional de Córdoba al mundo.
   Pero el olvido a los 29 testigos de la historia, es una herida profunda que nos duele aquí, en el corazón de la memoria.

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BONUS TRACK

   Por nuestra parte y como expresión de admiración, cariño y recuerdo a esa buena persona que fue el “Negro” Fontanarrosa, en la edición de este domingo 3/6/18 del blog que representa al programa radial “Síganme los buenos”, insertamos un reportaje realizado al desaparecido artista gráfico y escritor 12 años atrás. Parece mentira, pero cuando se habló de corrupción, de políticos y de otros temas que aún son parte de nuestras diarias preocupaciones, es como si el reportaje se hubiera realizado ayer. El creador de Inodoro Pereyra, del Mendieta, de la Eulogia, del chancho Nabucodonosor, de las loras, de Boogui el aceitoso y de otros personajes entrañables, se despachó con absoluta sinceridad sobre la TV, los medios, la política, Tinelli y otros temas que no han perdido vigencia pese al paso de los años. En el costado superior izquierdo de este blog, encontrarán el reportaje que le hiciera Gonio Ferrari a Roberto Fontanarrosa en su programa “Conmigo” que se difundía por Canal 10, allá por el 2.006.
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