17 de junio de 2018

S.L.B.: ATRAPANDO RECUERDOS EN EL DÍA DEL PADRE - EL ABORTO LEGALIZADO, CON MEDIA SANCIÓN - DOÑA "ALE" VIGO, DESCONCERTANTE - LA MEGACAUSA Y LA JUSTICIA MODERNIZADA - ELECCIONES EN LA OBRA SOCIAL DASPU - EL BOLETO URBANO, CÁNCER SILENCIOSO - DÍA DE NUESTRA BANDERA - LOS 100 AÑOS DE LA REFORMA UNIVERSITARIA, ETC.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 17/06/18 emitido en dúplex por AM580 y FM 88.5 ambas de Radio Universidad de Córdoba.

ATRAPANDO RECUERDOS EN EL DIA DEL PADRE

   La verdad, es un paradigma que me encanta recrear en cada Día del Padre, como hoy lo es.
   Porque no es bueno hacer de la paternidad una simple cuestión de hijos más o de hijos menos y ya que la atención argentina está más en Rusia que en nuestra tierra pese al papelón, veamos un caso de la vieja Unión Soviética que puede ser emblemático aunque tengo dudas que sea ni remotamente imitable.
   Quiero hablar otra vez de un fornido granjero ruso, el rubicundo Igor Vasilet, quien en las soledades esteparias le produjo a su esposa, única mujer que habitaba por esas lejanías allá por el remoto 1816 nada menos que 27 embarazos:16 de mellizos, 7 de trillizos y 4 de cuatrillizos, para hacer una nutrida descendencia de 69 hijos.
   Si hubiera sido argentino no llego a imaginar lo que cobraría si tuviera planes.
   Haciendo números, la matrona rusa  estuvo embarazada 20 años y 3 meses de su vida y el resignado y erotizado Igor se pasó nada menos que 1.080 días bufando y pateando el piso en cuarentena, que si hubieran sido sin interrupciones de vez en cuando, equivaldrían a tres años ¡tres años! de obligada abstinencia sexual y de respetuosa castidad.
   El dueño del supermercado del pueblo los aplaudía cada vez que los veían llegar para la compra mensual.
   Otro drama eran los trámites, porque cuando a Igor le preguntaban los nombres de los hijos, nadie le creía que los hubiera olvidado y los llamaba por un número.
   Salvando distancias y tiempos mi amigo y vecino Alcides,  en 30 años de matrimonio con la misma mujer, tuvo un solo hijo.
   Sin embargo y pese a la contundencia de las estadísticas, Alcides es tan padre como tantas veces lo fue Igor.
    Tanto en tono de broma o con absoluta seriedad es  lo que se puede decir acerca de la paternidad y sus misterios, que prefiero no caer en una previsible y barata ordinariez, y menos aún en reflejar una mirada sensiblera.
   Prefiero hablar como hijo y que a la vez en su momento sean mis hijos los que hablen de mí.
   Mi Viejo el Coco era un luchador de la vida, laburadicto incansable, guarda de tranvía, los fines de semana boletero en el hipódromo, empleado contable en Casa Vives de calle Dean Funes y se murió a los 42 años, siendo administrador del entonces hospital Eva Perón, actual Hospital Córdoba.
   El tipo más que nada, era una buena persona, peronista de los de antes, respetuoso, decente, derrochón de cariño y de muy buen humor.
   Entonces con tan reducido curriculum, como para ampliarlo necesito agregar que le encantaban las bromas, las morochas y esos entreveros de luchita a los almohadazos con sus cuatro hijos.
   No alcancé a gozarlo en plenitud tantos años como hubiera querido.
   Prefiero extrañarlo y atesorar en el alma al tipo vital, enérgico, incorruptible, responsable, risueño, ejemplar en el trabajo, buscando siempre alguna otra ocupación.
   Y olvidarme lo deplorable que es ver a un ser amado cuando ha dejado de ser materia, para  transformarse en  recuerdo y en modelo de persona.
   No se trata de convocar a una memoria que viene sola, trayendo su enorme y dulce carga de nostalgias porque no es malo extrañar o llorar al que se fue, aunque es mejor recordarlo vivo, y como ejemplo.
   Y si lo tiene cerca, abrácelo, béselo, apriételo, despéinelo si todavía no es pelado y dígale solamente esa breve, deslumbrante y seductora palabra: Papá …
   Y aunque no le regale nada, no se imagina lo mágico, pero mágico de verdad, que es escucharla.

EL ABORTO LEGALIZADO, CON MEDIA SANCIÓN

   Más allá de los detalles técnicos, científicos, religiosos y de cualquier otro orden que se puedan considerar, la sesión de tantas horas continuadas llevada a cabo en la Cámara de Diputados de la Nación para debatir el tema del aborto, fue una cabal demostración de que con respeto y altura, es posible la sana práctica de la democracia en todo su esplendor.
   Las posturas enfrentadas, todas ellas con alto contenido político, religioso, ideológico y científico fueron la base para exposiciones brillantes unas y acaloradas otras, mientras la calle vivía la algarabía de los militantes tanto verdes como azules a lo largo de más de 20 horas de exposiciones del más de un centenar de oradores.
   Un detalle de lo reñido del debate y de la votación final emergente, sirve para calificar como histórica esta instancia, por cuanto existieron notorias diferencias incluso dentro de los mismos partidos o alianzas, con argumentos tan válidos desde un punto de vista como del otro, dejando atrás aquella rigidez de la obediencia debida, que dio lugar a las posturas individuales tomadas seguramente a conciencia y dejando de lado los principios aglutinantes que enarbola cada corriente política.
   La ley ya tiene media sanción y habrá que esperar ahora la sesión de la Cámara de Senadores que es donde se definirá el asunto, quedando luego la instancia que al entender de los técnicos de la actividad legislativa es la más complicada, como lo es la reglamentación de la ley que surja.
   Han aparecido en las últimas horas algunas complicaciones en este panorama que muchos consideraban como finalizado, porque se alzaron voces desde el ámbito de los médicos, anestesistas y todos aquellos que estarían involucrados en la práctica de un aborto, y que es nada más ni nada menos que la objeción de conciencia.
   Algunos cirujanos ya adelantaron que precisamente por una cuestión de conciencia, se negarán a llevar a cabo una interrupción del embarazo por vulnerar en cierta medida sus íntimas convicciones ya sean religiosas, científicas o éticas.
   Pero lo más trascendente y vale repetirlo, es la calidad del debate que se contrapuso a ciertas declaraciones desubicadas por parte de personajes más esmerados en trascender por la vía del escándalo mediático que por el valor de los argumentos, inclusive un caso que es mejor olvidar de quien no pudiendo parir pretendió erigirse en paradigma de mujer.
   No se trata de vulnerar ni cuestionar la diversidad de género, pero a las cosas las llamemos por su nombre, para evitar que tanta calidad legislativa como la apreciada en esta instancia, se desdibuje por algun inoportuno derrape.
   La democracia ha triunfado en esta etapa y es de esperar que el ritmo del tema aborto continúe por esta senda de respeto por las opiniones antagónicas, lo que servirá para demostrar que contra la opinión de muchos, el sistema aunque perfectible, es lo mejor que pudiéramos estar viviendo.
   El pueblo se ha manifestado a través de sus representantes y saludable sería que a nadie se le ocurriera el delirio de quebrar una realidad de la que los argentinos, legítimamente, debemos sentirnos orgullosos.

DOÑA ALEJANDRA VIGO, DESCONCERTANTE
   Seguramente por falta de situaciones similares, no fueron pocos los sorprendidos por la divergencia de criterios dentro de los mismos partidos políticos y alianzas, cuyos representantes debatieron la cuestión del aborto en la esfera de los diputados nacionales.
   Había pronósticos y movedizos números en cuanto a lo que sería la votación final, coincidiendo, eso si, en que las preferencias estaban más reñidas que nunca y que hasta sería necesario el voto para desempatar, facultad reservada al Presidente de ese cuerpo legislativo.
   Más de uno recordaba aquel histórico “voto no positivo” en el tema del campo, pero pocos o casi ninguno se inclinaba por un número importante del voto que en la mayoría de los casos no dice nada, como lo es la abstención.
   Y la única manifestación de ese tipo surgió de Córdoba, nada menos que de doña Alejandra (“Ale” en la campaña) Vigo, diputada y a la vez esposa de nuestro gobernador Juan Schiaretti.
   Se supone que la Sra. es ya mayor como para que alguien le pida explicaciones que no corresponderían, por tratarse de una persona genuinamente dueña de sus actos.
   Pero si hay alguien que debe estar esperando no una explicación -y menos una confesión- pero sí una respuesta, es nuestro Arzobispo Monseños Ñáñez, a quien la Sra. Alejandra le prometiera e hiciera pública esa promesa, de votar por la negativa y sin embargo terminó absteniéndose.
   Raras son a veces las intimidades funcionales de la mayoría de los políticos.
   Pero más intrincadas suelen ser sus conductas…
  
LA MEGACAUSA Y LA MODERNIDAD JUDICIAL

   En el curso de esta semana se ha firmado un convenio entre los Poderes Ejecutivo y   Judicial con la finalidad de modernizar el servicio de Justicia para lograr, según se afirma, procesos judiciales más ágiles, agregándole el  ahorro de recursos.
   El acuerdo contempla la construcción de nuevos espacios en el edificio de Tribunales II como salas de audiencias con equipamiento de videograbación que permitirán  grabarla, oficinas de apoyo para la implementación de la oralidad de los procesos, expedientes digitales en los procesos penales para  disminuir los abultados papeles, e  incorporación del sistema de videollamadas y videoconferencias que permitan tomar audiencias a distancia.
    El Ministro de Justicia de nuestra provincia ha expresado que con este programa Córdoba podrá cumplimentar lo que establecen los tratados internacionales sobre derechos humanos, y el responsable de la iniciativa por parte del Tribunal Superior de Justicia,  expresó que  se trata de un profundo cambio que la sociedad y los justiciables esperan.
   Y cómo no sentir con esto un déjavú de los reclamos de muchos imputados en la causa del Registro de la Propiedad, quienes a lo largo de todo el proceso, y en especial durante los juicios, gritaron sordamente por la implementación de lo que hoy se anuncia.
   Grabar  las audiencias resultó una difícil batalla, en la que muchas veces se ordenaba detener la filmación cuando los testimonios comprometían a personajes del poder, y el excesivo e innecesario abultamiento de los expedientes sirvió de excelente excusa para justificar prisiones por la complejidad de la causa. 
  Esperemos que de verdad esto no quede en anuncio demagógico y se ponga en práctica, para poder acercarnos, entonces, a la Justicia verdadera que todos necesitamos.

HABLEMOS DE LA REFORMA DE 1918
   Para hablar de un tema tan delicado como es la Reforma Universitaria del año 18, fueron consultadas diversas fuentes a los fines de documentarnos con el mayor rigor histórico que fuera posible.
   Una de las publicaciones es el Noticiero de América Latina, donde encontramos interesantes definiciones del sociólogo Aritz Recalde.
   La Reforma Universitaria fue la expresión de una lucha nacional más amplia, tendiente a la democratización política y electoral del país. El reclamo de las Casas de Altos Estudios formó parte de la tendencia política que promovió la Ley Sáez Peña (1912) y el voto femenino en San Juan (1927).
   La iniciativa retomó la agenda social del Gobierno Nacional, cuyas expresiones más avanzadas se formularon en las gobernaciones de Mendoza (Lencinas) y de San Juan (Cantoni). En el año 1918 muchos sindicatos no eran reconocidos legalmente. El límite que encontró el reclamo de cambio de sistema se evidenció en los conflictos de los Talleres Vassena (1919) y en la Patagonia (1921). El Gobierno Nacional y los paramilitares reprimieron a los trabajadores y bloquearon sus demandas y los obreros no obtuvieron un gesto de solidaridad por parte de las universidades.
    En el plano internacional, la Reforma estuvo influenciada por la Guerra Mundial y por la Revolución Rusa. La crisis política y civilizacional europea propició la construcción de una nueva cultura iberoamericana de vocación universal. La Revolución bolchevique favoreció la conformación de una agenda de reforma social y de crítica al liberalismo
   Originariamente, la Reforma universitaria se construyó con los aportes intelectuales y políticos de dirigentes y de pensadores sudamericanos. La experiencia se irradió por todo el continente y se extendió centralmente en Uruguay, Perú y México.
   Hubo varias iniciativas de Reforma universitaria en un mismo proceso. La iniciativa fue disímil en las tres universidades nacionales de la época (La Plata, Buenos Aires y Córdoba). Sus principales miembros eran de distintos partidos (UCR, socialistas, conservadores e independientes) por lo que fue heterogénea la ideología de origen de los reformistas.
   La Reforma articuló, al menos, a tres generaciones. La primera, fue la antecesora y la forjadora de los marcos culturales de la época (Martí, Darío o Rodó). La segunda generación integró a distintos pensadores que oficiaron como los “maestros de la juventud” y que orientaron doctrinariamente al Movimiento (Ingenieros, Korn, Ugarte, Palacios, Vasconcelos o Taborda). La tercera, la generación joven, fue centralmente estudiantil, protagonizó la jornada y la continuó en el tiempo (Roca, Ripa Alberdi, Del Mazo o González).
   La Reforma constituyó un ideario centrado en cinco pilares que son la autonomía, el compromiso social, el antiimperialismo, la centralidad política de la juventud y la vocación sudamericana de las universidades.
    El año 1918 fue un importante catalizador de nuevas agrupaciones y federaciones de estudiantes como es el caso de la FUA. Los jóvenes exigieron un lugar central en el debate político argentino, regional y  mundial.
   La Reforma impulsó un programa de cambio político y cultural y no meramente un sistema de gestión universitaria. En sus orígenes, buscó la autonomía y no el gobierno tripartito, que fue alcanzado recién en el año 1956 (docentes, alumnos y graduados) y resignificado en 1974 (docentes, alumnos y no docentes). La historia de la universidad muestra que los claustros docentes y graduados ingresaron al cogobierno con el apoyo de las elites económicas y políticas. Los alumnos y los no docentes consiguieron su derecho a intervenir en el cogobierno, en base a la organización propia y a la disputa política.
   El proceso reformista se modificó a lo largo del tiempo. El peronismo impulsó la Segunda Reforma y mantuvo los cinco elementos de su ideario, pero actualizándolos a la dinámica de la democracia social de masas. Con este fin, creó en el año 1948 la Universidad Obrera Nacional (UON), declaró la gratuidad universitaria en 1949 y sancionó los derechos laborales de sus miembros. La UON integró a representantes del trabajo (CGT) y de la producción, y tendió a regionalizar las funciones docentes y de investigación. En 1974 los no docentes articularon la representación de su claustro con la organización sindical, aplicando un concepto de la democracia social propio del justicialismo de los años cincuenta.

El abogado Héctor Mario Silvestro, quien en sus años mozos tuviera una activa como destacada actuación en los ámbitos universitarios, aportó su memoria y sus conocimientos acerca de algunos interesantes pormenores de aquella gesta que está cumpliendo un siglo. Puntualizó Silvestro la trascendencia de la Reforma, cuyas derivaciones sirvieron para acercar las universidades -por aquellos años de perfil elitista- al pueblo. Parte de sus conceptos aparecen en la columna derecha de este blog, en la sección de audios.

EL BOLETO URBANO, CÁNCER SILENCIOSO
   Realmente han sido muy tibias y escasas las quejas de los cordobeses capitalinos cuando por decreto municipal y sin que interviniera el Concejo Deliberante aunque haya sido legal, se aumentó el precio del boleto para el servicio del transporte urbano de pasajeros.
   No son sólo los dos pesos más, sino que el cordobesismo alumbraba la esperanza de ver algo mejoradas las prestaciones, que han transformado al servicio de ómnibus y trolebuses citadinos en el más caro y peor atendido del país.
   Basta con ubicarse en cualquiera de las paradas para advertir que pese al aumento del boleto, la angurria de los empresarios no ha sido saciada porque las demoras son iguales o más prolongadas que antes del ajuste.
   Son ellos quienes a discreción manejan las frecuencias.
   Ese es el cáncer silencioso de los cordobeses, que aún les falta soportar y enfrentar lo que seguramente será un nuevo y prepotente capricho de la dirigencia de la UTA reclamando un nuevo aumento salarial, lo que servirá de presión conjunta con la FETAP para demandar lo que le llamarían “actualización” de la tarifa.
   Es la historia de siempre; es la película que tantas veces vivimos con impotencia e indignación.
   Lo peor de todo es que los amos del transporte que tienen dominado al poder concedente que es la Muni, cuentan con el apoyo precisamente de quienes son los más perjudicados: los usuarios que a muy elevado costo están obligados a ser rehenes de caprichos y desplantes.
   Y eso, alguna vez, se tiene que terminar.

   EL DÍA DE NUESTRA BANDERA
 
   Para nada se equivoca el pensador Jaime Barylko al sostener que “El abanderado tiene sentido si se integra a todos los elementos simbólicos. Hoy, las fiestas patrias son para lavar el auto”.
   Los argentinos en materia de amor a nuestros símbolos no somos lo que se dice un ejemplo, porque enarbolamos la bandera si la recibimos de regalo, no cantamos el himno sino que hacemos playback, en los encuentros deportivos hacen que las tribunas lo “murmuren” y ponernos una escarapela para muchos insensibles es como si les violaran el corazón.
   ¡Cuántos argentinos harían un papelón si les pidiéramos, simplemente, que hicieran tan solo una somera descripción de nuestro Escudo Nacional! No es un ataque de nacionalismo, sino pintar una realidad, que por lo general tratamos de pasar por alto cuando somos mayores, porque al hacer  memoria advertimos cuán pocos se ocuparon de que sintiéramos en el alma los colores celeste y blanco.
   Los intentos de la escuela no siempre se ajustan a una normativa, o no alcanzan.
   Es en el hogar donde se deben fortalecer los lazos entre la persona y la Patria en lo cotidiano para no llegar a este ahora, que se considera más a la bandera de un partido político o de un equipo de fútbol, que a la enseña nacional.
   Nuestra bandera merece respeto y reverencia y la mejor manera de respetarla es ser fieles a los principios,  preceptos, derechos y también obligaciones que encierra en sus pliegues ese sagrado trozo de tela.
   Un lejano mundial de fútbol seguramente despertará ese lacrimógeno gigante dormido de la argentinidad, que se transformará en recuerdo cuando el campeonato termine y los compatriotas retomen su habitualidad del desdén, el desamor y la displicencia
   La Patria es posiblemente como la familia: solo sentimos su valor cuando la perdemos.
   La Bandera Nacional no es tan sólo un paño con nuestros colores ni un símbolo reservado a los desfiles y a los mástiles.  
   Es un  sentimiento celeste y blanco que llevamos prendido en el pecho, allí donde anida el patriotismo

   Si a veces, duele ver esa inexplicable indiferencia, que es la hermana menor de esa otra tortura a la que muchos le llaman olvido.

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