Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en el programa "Síganme los Buenos" emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba el domingo 12/08/12.
NUEVO DESPOJO A LOS MAS VULNERABLES
Que la provincia de Córdoba está quebrada o sumamente endeudada, es algo que por una parte se sabe y por otra se oculta meticulosamente, aunque existen también los negadores del problema que con esa actitud lo único que consiguen es agravar la situación.
El tema viene de arrastre, como algo que se va transfiriendo junto con el bastón de mando y la banda que cruza el pecho de cada gobernador y si no estoy equivocado, esos atributos del poder se comenzaron a usar en el primer gobierno delasotista.
Ese es el panorama provincial a grandes rasgos.
En materia de finanzas, la deuda ha venido creciendo en forma paralela con el paso del tiempo.
La Caja de Jubilaciones, que otorgó beneficios a mansalva a miles de personas que no habían aportado ni un mísero peso; las jubilaciones anticipadas, el enorme volumen de ciertas mensualidades que cobran ex legisladores y ex jueces, más otros ítems desequilibrantes, hicieron que se apresurara el momento de la debacle.
Y en eso estamos.
Los jubilados mejor pagos del país, hay que reconocerlo, deberán ahora esperar medio año para cobrar el porcentual que les aumenten a los activos.
En ese lapso la inflación que se esconde y se niega les licuará el dinero que recibirán con tanto retraso.
El sector más desprotegido e indefenso en materia de apoyo sindical, no tiene mecanismos de protesta, no pueden armar piquetes y ni siquiera están unidos como para generalizar sus demandas.
Son una especie de parias, porque los activos, en general, actúan con el egoísmo propio de los que piensan que nunca llegarán a jubilarse.
El gobierno de la provincia, que se empeña en cargar las culpas al gobierno nacional, olvida que la fiesta que promoviera duró demasiados años, desoyendo más de una advertencia que le hicieran llegar, precisamente, desde el más alto nivel.
La fiesta continuó, acentuándose en las proximidades de elecciones, cuando las obras se inauguraban metro a metro, ladrillo a ladrillo, gastando más en publicidad que en realizaciones, porque había que consolidar la continuidad partidaria y en una de esas asegurarse que nadie los investigaría.
Todo lo que se hizo a destiempo, como la demolición de la vieja Casa de Gobierno y la apresurada construcción del nuevo adefesio urbano.
La nueva Terminal de Omnibus, pésimamente erigida y curiosamente sobrevaluada, que tendrá que hacerse, en lo práctico, otra vez, porque no sirve como está hecha.
El insólito y alpédico faro, que ni siquiera iluminó las mentes de sus gestores, promotores y ejecutores, para hacerles ver que era absolutamente innecesario.
No esperen que aplauda lo que se hizo, como algunos caminos, ensanches de avenidas o nuevos accesos, porque la obligación de los gobernantes es hacer cosas sin esperar que la gente se los viva agradeciendo.
¿Por qué no se recortan los sueldos de la planta política?
¿Por qué no reducir los gastos inoportunos?
¿Por qué no se adecuan las jubilaciones exageradas?
¿Por qué no se eliminan tantos subsidios injustificables?
¿Por qué no se aplica un fuerte impuesto al juego, que de paso disminuiría la ludopatía?
¿Por qué no se detienen los nombramientos, que son el pago por favores políticos?
Aumentando el precio de los combustibles a nivel provincial, solo sirve para generar mayor inflación y el aumento de todos los artículos que dependan del flete y de los servicios movidos, precisamente, por combustibles.
La fiesta se terminó y hay que pagar los brindis al fiado que quedaron pendientes.
Lo malo de todo esto, es que ningún político reconoce esa deuda.
Prefieren hacerles pagar a los jubilados, que no tienen como defenderse.
Y eso, más que necesario como lo predican, es un abuso.
EL PAJARO POR EL PICO MUERE
La mayoría de mis compatriotas tiene poca idea de lo que come y de lo que debiera comer, así como regla general.
Tenemos un litoral marítimo extenso y valiosísimo, y el pescado es una parte mínima de nuestra alimentación.
Somos carnívoros por naturaleza o por herencia de la pampa húmeda y pocas alternativas nos planteamos fuera de un buen costillar de ternera, un sabroso pechito de cerdo o un apetecible cordero patagónico.
Dejando aparte al pollo, al conejo o la pavita, ignoramos que en otras culturas, se babean de solo pensar en un suculento plato de carne de paloma.
Los gringos hablaban, y no han dejado de hacerlo, de la polenta e osei, dicho sea en véneto, un plato de polenta con presas de paloma o polenta con pajaritos como solían definirlo.
Técnicamente analizado, dicen los entendidos que la carne de paloma aporta elevados valores protéicos, lo que transforma a este alimento en algo vital para el desarrollo.
Nada de esto se tuvo en cuenta para defenestrar a quien tuvo la desdicha de hacer entrever que las palomas bien pudieran haber integrado la dieta que se sirve en la alimentación Paicor.
A Oscar de Allende, médico y funcionario de la Dirección de Fauna de la provincia, coincidentemente apodado "El Pájaro", para sus íntimos, lo trataron de delirante, o que su propuesta era un absurdo disparate.
A eso lo dijo un ministro de De la Sota, que como médico debiera conocer algo de nutrición.
Hilando fino, se me hace que no era tanto el delirio.
La paloma no es tradicionalmente comestible para los argentinos, pero se exportan miles de frascos de escabeche destinados a los exigentes paladares europeos.
Aquí se tiene a la paloma como animalito doméstico y símbolo de la paz.
Sin embargo, es el mismo gobierno el que permite su cacería sin límite, con munición de plomo que envenena nuestro suelo, el agua y el ambiente, especialmente en el norte de la provincia.
Y son extranjeros quienes vienen con sus armas, sus dólares y sus euros a matar lo que en sus países son un plato apetecible y entre nosotros es una peste.
El Pájaro de Allende cometió una imprudencia.
Habló para quienes, teniendo poder, no conocen lo que es un buen plato, nutritivo y para nosotros barato, e ignorante de una realidad que un ministro está obligado a conocer.
Por eso, es que muchas veces nos encaprichamos en pedir algo que no abunda en los gobernantes.
Solo un poquito así, mínimo, de coherencia.
LA HIPOCRESIA SINDICAL
Hace unos pocos días, la dirigencia sindical de quienes están vinculados como empleados estatales de la provincia, mantuvo una reunión con altos niveles de la conducción gubernamental, para conocer lo que se venía estudiando para sanear las exhaustas arcas de la Caja de Jubilaciones.
Hay tres dirigentes estrechamente vinculados con el gobierno provincial, como lo son José Pihen, a la vez legislador provinciall; Walter Grahovac, ministro de Educación y ex titular durante muchos años de la Unión de Educadores de la Provincia y Omar Dragún, dirigente del poderoso gremio de los mecánicos, Smata, y Ministro de Trabajo.
No me quieran hacer creer que ninguno sabía lo que se estaba instrumentando, para ser aprobado de trasnoche y a espaldas de la gente, como realmente se hizo, sin anestesia.
Una especie de cachetada a la confianza popular, a la buena educación y a la armonía que se pretende preservar después de la ofensa consumada.
No fue casual, entonces, analizar las presencias en la marcha de protesta que se escenificó desde las organizaciones sindicales, con punto de reunión en Rivera Indarte y Colón, frente a la castigada Caja de Jubilaciones, con posterior marcha hacia la Casa de Gobierno.
Estuvieron todos.
Bahh, todos, no tanto.
Pihén no fue, Grahovac ni asomó y tampoco estuvo Dragún, todos de extracción sindical y más próximos a jubilarse que el común de los empleados.
Casi me olvido.
Tampoco se lo vió al combativo Daniele, titular vitalicio del sindicato municipal, alineado con el kirchnerismo.
Pero seguramente esos cuatro ejemplares, cuando se jubilen, cobrarán a valores de ahora, unos 20.000 pesos por mes como mínimo.
Lo que hicieron, eso de no ir, no fue tan solo para esquivar los silbidos.
Fue, también, para asegurarse el futuro.
Aunque el presente de ellos, seguramente, ya es venturoso.
DESATENCION DE LOS ADICTOS
Estoy cansado de escuchar que se lucha, que hay programas, que hay acciones para desbaratar los perniciosos efectos del narcotráfico, que en Córdoba se mueve a su antojo dentro de un marco de sugestiva impunidad.
Sin embargo, parece que la inteligencia de las autoridades es una materia pendiente, porque se olvidan de atacar la base del problema, que es precisamente el consumo.
Y hay consumo porque lo que falla son los mecanismos de contención y recuperación de los adictos, especialmente de los casi niños, adolescentes y jóvenes.
Mientras esas franjas etarias sigan demandando droga, será imposible erradicar su comercio.
Se comienza por la cabeza, que es más poderosa que muchos gobiernos, razón por la cual es difícil llegar a los pies.
Los chicos y jóvenes desorientados, que a veces no encuentran en la familia el afecto, la dedicación o los mecanismos que les permitan reencauzar su vida, seguirán consumiendo y para hacerlo, se comprometerán en el tráfico y después en la distribución.
El Estado se muestra cada vez más ausente en esta etapa.
Es el gigante de mil cabezas.
Un gigante al que hay que derrumbar pegándole abajo y no permitiéndole que crezca de arriba.
El DIA COMERCIAL DEL NIÑO
El Día del niño, hoy, es una postergación de la fecha original, que en realidad es el primer domingo de agosto.
Ocurre que para entonces, no son muchos los que han cobrado su sueldo.
Ya con eso, queda ampliamente confirmado el perfil comercial del agasajo: la cuestión no es solo saludar al niño sino festejarlo con salidas u obsequios que van desde la chuchería de plástico por cuatro o cinco pesos, hasta viajes a Disney World.
No ha sido sorpresa que los juguetes, aumentaran sus precios en algunos casos hasta el doble en esta última semana, sumado al cierre de las importaciones.
Y como no tenemos la cultura del escarmiento y por eso la historia nos marca penosas reincidencias, en lugar de negarnos a que nos esquilmen, vamos risueños al matadero.
La cuestión es endeudarnos.
Si no hemos cobrado, apelamos al plástico.
Y cuando llega el resumen de la tarjeta y no nos alcanza, acudimos a la financiera.
Y cuando nos quieren cobrar la usura de la financiera, tenemos que ir a llorar miseria a Tribunales.
El ciclo es inmodificable, un clásico de la conducta argentina.
Si pisáramos la tierra, saludaríamos al niño en este dia intrascendente impuesto para el consumismo, dentro de nuestras reales posibilidades, para evitar las penosas lamentaciones posteriores.
Cuando crezca y analice, ese niño seguramente nos va a agradecer que le dejamos principios y conductas, en lugar de recibir la herencia de las deudas.
Más allá de todo esto y dejando de lado lo comercial, suele ser bueno darse una vueltita por nuestra niñez.
Sobre todo, para entenderlos.
Estar con ellos es beber sus ansias, es conocer sus miedos, es compartir la sorpresa de descubrir su mundo.
No caigamos entonces a la torpeza mediática de tratarlos como opas, de rebajarlos como personas, de hablarles queriendo hacernos entender con un mensaje vacío e inentendible hasta para nosotros.
Les debemos respeto, porque los niños en muchas cosas ya volvieron cuando creemos haberlos superado.
Estar para ellos no es otra cosa que cumplir con el designio de la formación, y más que nada, del cariño.
Ese cariño que tanto recibimos de ellos, y que a veces lo tomamos como inherente, cuando en realidad suele ser un inocente pedido de auxilio para crecer.
Y cuando les brindamos nuestro amor, sentimos como que volviéramos a ser niños.
Ese niño, abrumado por las nostalgias, que la mayoría de los adultos nunca dejó de ser.
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